Conexión VII (Re-escrito) –El Demonio Interior-

-Psyduck054-

Regresó a su habitación un poco más molesta, pero al menos, sin tantas confusiones divagando en su mente. Se masajeó la sien derecha, reflexionando en la solución sugerida por sus emociones, quienes una vez más la habían metido en problemas…

-Pero… ¿Cómo voy a hacer eso?... yo no puedo abrirme tan fácilmente hacia los demás y solo… contar mis problemas… - Suspiró frustrada de sus propias verdades. Se sentó en su cama y cerró los ojos, concentrándose en su meditación. Al instante, antes que comenzara a repetir una y otra vez sus palabras mágicas, la idea atacó su mente. Sonrió débilmente, permitiéndose ese mínimo gesto de felicidad y volvió a cerrar sus ojos, buscando en su mente lo necesario para llevar a cabo su idea…

-Invertir la conexión… Eso suena Justo para mí… - Pensó al encontrar en su interior aquello que buscaba


Después de debatir por largos minutos en su mente si levantarse o no de su lugar, decidió acceder a las demandas de su estómago y buscar algo para almorzar. Por un lado su conflicto se basaba en acabar la conversación con Raven y explicarle de alguna manera lo que había dicho, de esa forma ella no creería que él era Tan Idiota. Pro otro lado, pensaba que tenía demasiada hambre y que su estómago vacío no podría encontrar ideas coherentes que lograran justificar sus infortunadas palabras…

Así, el, muchacho verde dio un salto fuera del sillón y giró en dirección a la cocina. Pero su camino no llegó más lejos que la punta del sillón, pues un inmenso cansancio atacó su cuerpo, obligándolo a volver a sentarse…

-Pero… ¿Qué me pasa?... No me sentía tan… Agotado… - Sus pensamientos parecían nublarse, mientras un peso demoledor se acumulaba en sus hombros y debilitaba sus rodillas –Supongo que puedo descansar un poco antes de mi almuerzo… - Sus párpados se cerraban solos, mientras su cuerpo y mente reclamaban el merecido descanso…

Llegó a un oscuro lugar que lentamente desvanecía la negrura del ambiente revelando un desierto escenario cuyo suelo era solo la árida roca que él recordaba haber visto con anterioridad, el cielo negro, solo tenía algunos puntos rojos brillantes, los cuales, se no taba, estaban a kilómetros de distancia…

Caminó cautelosamente, mirando a su alrededor, buscando algo que pudiera serle familiar. Distinguió a lo lejos la figura de un árbol sin hojas, retorcido y viejo que amenazaba con desplomarse en cualquier momento. Miró hacia arriba otra vez, al sentir una sombra crecer bajo sus pies; una roca de considerable tamaño flotaba sobre su cabeza y en el borde de esta distinguió el vuelo de una capa azul…

-¿Raven? – Se preguntó en voz alta, sin recibir respuesta. Curioso y ansioso de saber donde estaba se transformó en águila y voló hasta la roca.

Se decepcionó al comprobar que su compañera de equipo no era quien estaba sobre la roca, sino una niña que no debía tener más de 5 años de edad. Su cabello violáceo corto hasta sus hombros, se movía de igual forma que su capa, fue entonces cuando el chico descubrió que en aquel sitio no había viento…

-Oye! – Exclamó tratando de llamar la atención de la niña, pero ella parecía no escucharlo o simplemente lo ignoraba –Niña… Solo quiero… -

-¿Dónde estás Metrion? – Se sorprendió al escuchar la voz de la pequeña. Su chillón tono escondía sus emociones que solo podían descifrarse por sus palabras. Chico Bestia se acercó con cuidado a la niña, reconociendo aquella forma de hablar…

-Pero sería imposible… - Pensó deteniéndose justo detrás de la chica.

-Es muy… aburrido si no vienes. – La pequeña volteó de improvisto, dándole al Joven Titán sorpresa tal, que el pobre cayó de espaldas al suelo. Los ojos azules de la niña se fijaron en el cielo. Él trató de llamar su atención moviendo su mano en frente del rostro de ella, pero era en vano.

-Entonces… ¿Es esto un sueño? –

Un pájaro negro descendió del cielo y el rostro de la pequeña pareció iluminarse por un instante, mientras una sonrisa diminuta atravesaba sus inexpresivas facciones…

-METRION! – Exclamó la pequeña al ver al cuervo acercarse, pero aquella demostración de emoción provocó que el árbol que Chico Bestia había visto al llegar, se cubriera de energía negra y estallara en miles de partículas. Sorprendido por aquel suceso, el muchacho verde observó a la niña detenidamente. Ella había cerrado sus ojos, mientras fruncía el ceño en un gesto pensativo, repetía una y otra vez las mismas palabras en un apenas entendible murmullo…

-¿Raven? – Se preguntó el chico luego de estudiar a la pequeña unos instantes. Como respuesta a su pregunta, una mujer de largo cabello negro y túnica blanca apareció detrás de la chica. Su rostro inexpresivo formó una pequeña sonrisa al ver a la niña y un brillo cálido iluminó sus fríos ojos azules…

-Raven. – Dijo gentilmente, atrayendo la atención de la niña, quien volteó apenada…

-Lo siento, Azar… - Murmuró mirándola fijamente a los ojos, con su inexpresivo tono de voz. La mujer observó al cuervo posado en el hombro de la pequeña y asintió con la cabeza.

-Veo que Metrion ha vuelto. –

-Así es. –

-Vamos, Raven. Necesitarás un poco más de meditación. –

-De acuerdo. –

Ambas desaparecieron al ser absorbidas por la roca. Chico Bestia, luego de reponerse de aquella sorpresa, se levantó del suelo, limpiándose la tierra de sus pantalones…

-Esa niña… ¿Era Raven? – Un preocupado y entristecido gesto inundó su rostro mientras observaba el lugar donde la niña había estado de pie –Desde tan pequeña reprimiendo sentimientos y emociones… Esto es… -

No pudo terminar de formular sus pensamientos, pues la oscuridad invadía una vez más el terreno. Sus pies flotaba en la nada, provocando que el chico se transformara en cuervo por temor a caer en las profundidades del negro espacio…

Su escenario cambió rápidamente al interior de un supermercado. Giró la cabeza en ambas direcciones, tratando de reconocer el lugar. Volvió a su forma humana y antes que se dirigiera a algún lugar una conocida chica giró en aquel pasillo y caminó hacia donde él estaba.

La chica tenía unos jeans negros y una campera del mismo color. Una capucha azul cubrí su cabeza, pero algunos mechones de cabello violetas caían sobre sus mejillas. Sus ojos azules se fijaron en los productos junto al chico verde, quien giró para reconocerlos…

-¿Te de Hierbas? – Preguntó en voz alta, sabiendo que nadie respondería. Ella eligió una de las cajas, luego de comprobar los precios y caminó hacia el mostrador. No había demasiadas personas antes que ella en la fila, pero varias ya se habían acumulado detrás. El Joven Titán la observaba desde una considerable distancia, preguntándose porque estaba presenciando todo aquello…

-¿Es todo? – Preguntó el hombre del mostrador mirando con desprecio la caja de Te.

-S�. – Respondió secamente la muchacha, buscando en su bolsillo cambio para pagar su producto. El hombre la observó con una maliciosa sonrisa, recostándose en su silla de plástico.

-Son 5- Raven levantó la mirada, observando al vendedor arqueando una ceja.

-La góndola decía que costaba 2,50 –

-El precio estaba mal. – Replicó el hombre simplemente. -¿Vas a llevarlo? – La arrogancia de aquel sujeto hervía de rabia la sangre de la chica, quien trataba de calmarse… sin resultados…

-Usted es un estafador. – El hombre pareció ofendido por su comentario. Se incorporó en su asiento y la miró desafiante.

-si lo quieres lo compras, sino te largas de aquí antes que llame a Seguridad. – La caja en las manos de Raven estalló al oír la respuesta amenazante del vendedor. Chico Bestia observó preocupado como todo el movimiento en el local cesaba y las personas dirigían sus miradas a su amiga.

El hombre del mostrador la señaló con su dedo índice en un gesto acusador y una enfada expresión mezclada con asombro y temor…

-Una Bruja! – Exclamó alarmando al resto de las personas, quienes comenzaron a gritarle también. Los productos del supermercado giraban en un remolino negro sobre las góndolas en medio del lugar. Raven se cubrió los oídos, queriendo bloquear los horribles gritos y acusaciones de las personas. Viendo a su amiga en aquel aterrado estado, Chico Bestia se abalanzó a ella, queriendo abrazarla, pero su cuerpo la atravesó como aire, cayendo de narices al suelo.

Recobrando un poco de sentido común, Raven corrió fuera del lugar y al llegar a la esquina se echó a volar, seguida muy de cerca por un águila verde invisible para ella. Descendió en un parque, libre de todo observador que pudiera asustarse por su despliegue de emociones.

Sentándose en uno de los metálicos bancos de la plaza, reprimió su llanto, quedando solo destruido un auto estacionado en la calle, no muy lejano a ella. Se miró sus manos con disgusto y bajó su capucha dejando su cabello jugar con el viento. Chico Bestia aterrizó junto a ella y se sentó en el mismo banco. Sentía cada una de las emociones reprimidas por Raven en ese instante; la rabia de la impotencia, la tristeza de ser como es, la necesidad de alguien que lo comprenda, el miedo de ser distinto, con la diferencia que él podía dejar sus lágrimas fluir sin ningún saldo exterior.

-¿Porqué tengo que… ser así? – Protestó la chica usando el mínimo de emociones posibles –Soy un Maldito Demonio!... y ni siquiera tengo la culpa de serlo… -

Las orejas puntiagudas del chico verde descendieron entristecido al escuchar aquello. Extendió su mano temblorosa, tratando de tomar la pálida de su compañera, pero el contacto fue imposible, ya que su piel atravesó la de ella…

-Cierto. Que Tonto! – Se quejó viéndose su mano –Pero este sueño parece tan real… Como si fuera un recuerdo… -

-Un Demonio. – Escuchó murmurar a la chica, atrayendo otra vez su atención –Soy un demonio. –

-No! No lo eres. – Exclamó él sabiendo que no lo escuchaba -¿Me oyes, Raven? Tú no eres un demonio! – La miró, sintiéndose cada vez más miserable… su amiga estaba allí junto a él, sufriendo por lo que era, maldiciéndose a sí misma y, tal vez, incluso cuestionando su propia existencia y lo único que podía hacer él era mirarla, sufriendo por ambos. –Esto no es justo… - Murmuró, bajando la mirada al suelo –Tú no puedes pensar así… Los Demonios son malvados¿Verdad¿Qué clase de ser malvado haría las cosas que tú haces? – Preguntó sabiendo que no recibiría respuesta –Sacrificarse desde pequeña, ocultando emociones y soportando humillaciones, solo por el bien de todos los demás… Eres una de las personas más admirables que conozco, Raven… y te acusas de Demonio, ja. –

Sintió una mano fría posarse sobre su hombro. Levantó la mirada exaltado, encontrando un par de ojos azules que lo observaban más expresivos que nunca. Giró su cabeza, notando que "Raven" aún estaba sentada a su lado, hundiéndose es sus penas…

-¿Raven? – Preguntó confundido recibiendo un asentimiento por la chica frente a él.

-¿Tú que crees? –

-Pero… Que… ¿Qué está pasando aquí? – Demandó poniéndose de pie, obligando a su compañera a retroceder un paso. Raven quitó su mano del hombro de su compañero y se quitó la capucha, permitiendo que su sonrisa amplia y complacida fuera vista por Chico Bestia.

-¿Es verdad lo que decías? – Preguntó con algo de esperanza en su voz. Él miró el suelo avergonzado, asintiendo levemente con la cabeza.

-Síp… Te Admiro, Raven. –

-¿Porqué? –

-¿Porqué? – Preguntó asombrado. Una sonrisa burlona se dibujó en su rostro, provocando que su compañera volviera a su expresión habitual. -¿Qué sucede, Raven¿Repentino ataque de vanidad? –

-No. – Contestó secamente. –Quiero escuchar porque no soy un Demonio. –

-¿De verdad crees eso? – Inquirió con seriedad el muchacho, temiendo que realmente su compañera tuviera una estima tan baja.

-Tanto como tú cuando dices que eres una Bestia. – Él desvió la mirada, frunciendo el ceño en un gesto difícil de interpretar.

-Tú no eres un Demonio… pero yo sí soy una Bestia… -

-Pruébalo. – Demandó la chica cruzándose de brazos. Chico Bestia volvió su mirada a ella, reflejando en sus enormes ojos verdes la tristeza de pensar en ello.

-Pero… -

-Yo te he mostrado porque soy un Demonio… Ahora quiero saber porque eres una Bestia… - Parecía que el chico no sabía como empezar a contar, movía sus manos nervioso para luego acariciar su propio cabello. –Solo piensa en ello y yo lo veré por mi cuenta… -

Obedeciendo a las palabras de Raven, Chico Bestia cerró sus ojos, sintiendo como todo alrededor de ellos desaparecía lentamente. Recordó cada detalle del nuevo ambiente y abrió sus ojos temeroso de encontrarse otra vez allí, pero la mano de su compañera se aferró fuertemente a la suya, brindándole un poco de confianza y consolación ante el recuerdo de aquel lugar…

CONTINUARÁ

PSYDUCK054


Bueno, creo que esta vez el final va por mejor camino que el anterior. No sé cuántos capítulos más podrá llevarme este "Re-Escrito" final, solo espero que no caiga en algo tan Malo como antes…

Los recuerdos de Raven son totalmente inventados, salvo por el detalle de Azar que sí asistió a Raven cuando era niña. Respecto al rechazo de la sociedad… la pobre chica no era muy popular e incluso la "Liga de la Justicia" la echó de su refugio cuando buscaba ayuda… pero eso es otra cosa.

Espero les haya gustado este cap y Gracias a Todos por dejar Reviews en el anterior, a pesar que fuera tan malo