CAPITULO 10. EL MAR
Salieron todos de una chimenea de una casa abandonada, cuando Harry salió con la cara llena de hollín, lo primero que vio fue a Hermione con la cabeza entre sus rodillas y miraba a Ron preocupado.
-¿Qué ocurrió? - preguntó Harry un poco asustado

-Creo que no le fue muy bien a Hermione en el viaje - dijo Ron preocupado y sosteniéndola -

-Ya estoy mejor, tan solo tuve un fuerte dolor de cabeza, me maree - dijo Hermione llevándose la mano a la cabeza -

-¿En donde estamos? - dijo Audrey acomodándose su revuelta cabellera - se supone que íbamos a Florencia Italia.

-Creo que estamos en una casa abandonada -dijo Ginny volteando a su alrededor - bueno, eso parece.

-Déjenme abrir la puerta - dijo Harry mientras se dirigía a ella y la abría, se quedó callado por un segundo, parecía que algo lo detenía a traspasar el umbral -

-¿Qué sucede? - dijo Ron dejando a su amada Hermione y dirigiéndose a la puerta también, sin embargo también se detuvo, se dibujó una sonrisa en sus labios y les dijo - Chicas yo que ustedes iba poniéndome el traje de baño -
Las tres chicas se dirigieron hacia la puerta y la vista se les fue cuando vieron la hermosura que les proporcionaba la ciudad.
Tiempo después iban los cinco caminando por una de las calles mas concurridas de Florencia, Ginny y Audrey parecían fascinadas, felices de la vida, Harry tan solo miraba sorprendido a su alrededor, nunca había ido a un país de el sur de Europa, Hermione y Ron también parecían felices, los dos tomados de la mano, caminado por la acera. Audrey cargaba una cámara fotografía tomándole a cualquier cosa que se le ponía enfrente, hasta se detenía y detenía a Harry para que a ella y a Ginny les tomara una foto con los muchachos más guapos de la calle; a Harry se le hacía raro que Audrey hiciera eso, pero a Ginny le parecía encantador como los chicos se detenían por una fotografía al lado de dos preciosuras, Ron no parecía darse cuenta de lo que sucedía ya que tan solo se limitaba a ver quienes se acercaran a su novia. Los cinco entraron a una tienda de recuerdos, cada quien ahí adentro se dividió en diferentes pasillos para comprar cosas ¡que tontos, no habían cambiado el dinero mágico por dinero muggle, pero su queridísima amiga Audrey cargaba con bastantes billetes euros!. Harry observaba una revista que para el n tenia mucho sentido ya que se encontraba completamente en italiano, y la tomaba mientras observaba a Ginny del otro lado con algunos restos en su cara de hollín, ella miraba entretenida algunos productos de aseo personal, cuando Harry escuchó cómo dos pequeños hablaban en voz baja.
-Es Harry Potter mira - decía el menor, de cómo 8 años de edad -

-Estas loco, no creo que Harry Potter ande en Florencia de vacaciones - dijo el mas grande con 10 años de edad - se supone que debe de estar con la selección inglesa practicando porque este verano es el mundial de quidditch.

-Si, si es, mira a penas y se le nota la cicatriz en la frente - los dos pequeños se le acercaron a Harry y ansiosos le preguntaron

-¿Eres Harry Potter? - le dijo el menor. Harry volteó y vio a los pequeños bastantes sorprendidos por la presencia de él -

-Si, si soy yo - decía Harry algo penoso, aún no se acostumbraba de la fama

-Vez, te lo dije, es Harry Potter - decía el pequeño

-Wow, no lo puedo creer, en verdad eres tu - dijo el mas grande - ¿nos podrías dar un autógrafo, somos tus mas fieles seguidores, yo siempre que juego soy el buscador - decía el niño muy emocionado.

-Si pero es demasiado malo, casi nunca encuentra al snich -decía el mas pequeño - pero ¿si nos puedes firma un autógrafo?

-Claro que si - decía Harry feliz firmándoles su firma, que en realidad no tenía ninguna pero los niños se sentían realizados -

-¿Pero que no se supone que debes de estar preparándote para los mundiales? - dijo el niño mas grande -

-No necesariamente, nos dieron vacaciones pero luego nos reclutaran de nuevo para las prácticas - le contestaba Harry.

-¿Sabes? entraré este año a Hogwarts igual que tu - dijo el mayor - y quiero estar en la misma casa que estuviste tu.
Harry solo rió y luego después de despedirse de los pequeños salieron de la tienda para dirigirse a la playa.

Después de caminar bastante llegaron a una playa pública, no había, mucha gente ya que era entre semana. Hermione se dedicaba a sacar la sombrilla de la mochila mágica sin fondo que traía, Harry se dedicaba a observar a su alrededor y su mirada se concentraba en el mar. Ginny se quitaba la ropa que traía encima tan rápido como si le molestara, dejándose el traje de baño que hace apenas un año era de Hermione, aquel traje color azul turquesa que antes le quedaba un poco grande, ahora parecía quedarle pequeño. Al igual Audrey se quitaba la ropa dejándose tan solo una mini blusa y un short demasiado corto, ya que su traje de baño lo había olvidado, Ron volteaba a ver a su hermana y amiga con grandes ojos.
-GINNY ¿QUÉ HACES? - dijo Ron sorprendido - Ponte inmediatamente tu ropa

-Estas loco Ron - dijo Ginny quitándose la blusa que traía y dejándose tan solo el sostén del traje de baño - no pienso broncearme con ropa.

-NIÑA - dijo Ron ya molesto - HE DICHO QUE TE LA PONGAS

-Ni lo creas - dijo Ginny con una gran sonrisa mientras que dejaba caer su ropa en la arena y corría hacia el mar -
-GINNY - dijo Ron gritando y tomando la ropa de Ginny, este pensaba correr detrás de ella hasta que la atrapara y la tapara, no quería que nadie la viera luciendo su cuerpo, sin embargo alguien le habló -
-Ron, cariño - dijo Hermione con una voz demasiado sensual, parada con un traje de baño de dos piezas que el sostén se abrochaba por la nuca y la espalda, era de color café, que hacía que su piel resaltara, sostenía una botella de bronceador - ¿podrías ponerme un poco de bronceador? O ¿quieres que se lo pida a Harry?

-Siii - dijo Ron embobado dejando la ropa de Ginny de nuevo en el suelo y se dirigió a ponerle bronceador a su novia - yoo te lo poondré.
Audrey se había quedado también para arreglarse el cabello, Harry estaba observando ahora el mar y a Ginny, el la miraba fascinado y ella parecía jugar con las olas, parecía no animarse a meterse al agua, corría cuando una ola llegaba, el aire la despeinaba y hacía que su cabello volara alrededor de su rostro, Harry tan solo la admiraba.
-¿no te meterás al agua Harry? - dijo Audrey-

-No lo se, creo que me esperaré un momento.

-Se te nota que quieres ir a meterte al mar - por lo visto Audrey lo había cachado observando a Ginny

-Mmm, no lo se - contestó Harry no muy convencido.

-¿por qué no vas a meterte con Ginny - Audrey lo volteó a ver con una sonrisa pícara, y Harry tan solo la miraba con sus grandes ojos verdes - Y mira que quien te lo dice, su mejor amiga.
Harry no miraba muy convencido a Audrey, pero en un impulso se quitó la camiseta que llevaba y dejó tan solo sus bañadores, corrió tras Ginny que no lo había visto llegar. Audrey tan solo miraba feliz de la vida y Ron estaba demasiado entretenido con Hermione dándole un masaje con el bronceador de aceite de coco.
Harry corrió hasta Ginny, sintió el impulso de abrazarla y no lo dudó tantito, la tomó y la cargó, Ginny sorprendida volteó a verlo un poco asustada y Harry simuló que la aventaba al agua, lo que logró que Ginny gritara simulando pánico, pero en verdad era un grito de alegría, ya que ella se sujetaba de su cuello y escondía su cara para no mojarse. Por un momento parecían haber burlado una ola, pero otra mas grande llegó, volcándolos hacia la orilla y mojándolos todos, la ola los revolcó y logro que Ginny quedara justo arriba de Harry, empapada hasta el cabello, Ginny tan solo se sonrojo y luego mostró una sonrisa que mostraba todos los dientes. Por unos segundos quedaron tan cerca que ninguno de los dos se movió, sus miradas cruzaron y se mantuvieron en sintonía por tres segundos, Los ojos de Ginny tenían un brillo especial que no había notado nunca, y Ginny miraba los ojos verdes de Harry sin anteojos, ¿sin anteojos?
-Mis anteojos - dijo Harry haciendo a un lado a Ginny para buscarlos -

¿buscas esto? - dijo Ginny con una gran sonrisa sosteniendo con la mano los anteojos de Harry - ¿los quieres?

-Si - dijo Harry con una sonrisa sabiendo bien lo que haría con ellos

-Pues quítamelos - Ginny salía corriendo por toda la orilla de la playa, Harry parecía encantado correteándola.
Aundrey se encontraba platicando con dos chicos alemanes que había conocido, en cambio Hermione se encontraba en brazos de su amado Ron, él la besaba tiernamente como siempre solía hacerlo. Mientras él la besaba tann concentrado, Hermione abría los ojos y se reía; en una de esas, Ron notó que no cerraba los ojos para besarlo.
-Hey, ¿por qué no cierras los ojos cuando te beso? - decía Ron muy serio -

-¿Te molesta? - decía Hermione -

-Si, porque dicen que nunca hay que confiar en una chica cuando la besas y no cierra los ojos, no es de fiar.

-Son solo cuentos -decía Hermione -

-Si pero me parece que no me estas tomando en serio

-Claro que lo hago, lo que pasa es que tu no te das cuenta.

-Si, porque yo no tengo los ojos abiertos como tu - decía Ron un poquito molesto.

-Es que tu no sabes que cuando tu cierras los ojos para besarme haces una cara - decía Hermione, y ron parecía aun molestarse mas porque Hermione tenía una sonrisa en los labios - sin tan solo te vieras cuando me besas, pareces tan concentrado en lo que estas haciendo que luces hermoso y así puedo notar que me quieres, porque yo también noto que tu no estas volteando a ver a alguien mas, además abro los ojos para darme cuenta que no es un sueño el estar contigo.

Ron sonreía y la abrazaba tan fuerte, no le importaba que abriera sus ojos mas y tan solo se enfocaba en seguir queriéndola.
Ginny se encontraba acostada en la arena, respiraba agitada, Harry había corrido detrás de ella por bastante tiempo, después de forcejear un rato por sus anteojos, se los quitó y ella se dejó caer a la arena mientras reía feliz porque se encontraba con él, Harry al igual que Ginny se recostaba en la arena de lado y sostenía su cabeza con su mano para poderla ver mejor, Ginny lo copeó y los dos se encontraban frete de cara. A Harry se le aceleraba el corazón cuando miraba a Ginny con el cuerpo húmedo y toda esa arena pegada en su cuerpo al igual que en su cabellera, en su rostro también tenía arena y el tiernamente se la retiró con su mano.
-¿Ya viste a tu amiga Audrey con quien está? - dijo Harry y Ginny volteaba a ver a su amiga que se encontraba con dos chicos altos y rubios, parecían primera vista alemanes.

-Si, ya la vi, están guapos los chicos - decía Ginny no haciendo mucho caso a su amiga que desde lejos sonreía y les coqueteaba a los chicos.

-Tu amiga se me hace bastante rara - decía Harry - cualquier persona diría que no tiene nada en común contigo.

-Si ya se, eso es lo que la hace una gran persona - decía Ginny, ¿sabes? Ella ha pasado por muchísimas cosas, tal vez no se ha enfrentado con quien- tu-sabes como lo hiciste tu hace un año.

-Lo hicimos - le corregía Harry

-Si. Ella simplemente ha tenido que luchar contra muchas cosas toda su vida. Ella es hija única de un matrimonio millonario de Londres, la abuela de Audrey y de Colin era bruja casada con un muggle, las dos únicas hijas que tuvo su abuela fueron también muggles y cuando nació Audrey toda la familia creía que ella también iba a ser una bruja al igual que su abuela, sin embargo la sangre de su padre muggle fue mas fuerte, así que su madre durante los once primeros años de vida la presionaba mucho, le prometía cosas si ella llegase a ser bruja, y cosas por el estilo, esperaron la carta de Hogwarts y nunca llegó, su mama se decepcionó mucho y la mandaron a un colegio de monjas muggles en América, sin embargo por su carácter y su forma de ser fue expulsada varias veces, y yo creo que lo hacía para llamar la atención de sus padres, ellos siempre se la pasan viajando, rara vez están en casa, Audrey nunca ha tenido un hogar, tal vez lo tuvo cuando se mudó a la casa de Colin pero las cosas no eran ya igual que cuando ella era pequeña. Audrey me ha contado muchas cosas muy triste, en realidad ha tenido que lidiar con muchísimas cosas, ella me abrió su corazón y me dio su confianza, eso es lo que la hace ser mi amiga.
Harry y Ginny estuvieron platicando por bastante rato, hasta que la misma Audrey los interrumpió para que fueran a almorzar.
-Anda, ¿acaso no me vas a decir de que platicaron tu y Harry? - le preguntaba Audrey a su amiga -

-Claro que no. No hay nada que decir- le contestaba Ginny

-Tu sonrisa dice otra cosa completamente diferente

-Mmm, bueno, hablamos de muchas cosas - decía Ginny mientras tenía la vista baja y jugaba con la arena con su pie - y además...

-Además míralo - decía Audrey levantando la mano - se ve taaan tierno comiendo su emparedado ¿verdad Ginny? Pareces tan feliz que ni siquiera te acuerdas lo cruel que fue contigo al dejarte hace un año - Ginny la miraba muy triste - si tan solo Ron supiera lo que en realidad pasó, tenlo por seguro que en este momento no fueran amigos, de hecho no podría ni verlo. Ginny tienes que comportarte, por favor, no quiero volverte ver sufrir, no quiero que vuelvas a derramar una lagrima por él.
Audrey calló no dijo nada los próximos cinco minutos, dejó a su amiga sola mientras que ella se iba a caminar por la orilla del mar. Después de dejar reposar la comida decidieron los cinco meterse a bañar al mar. Juguetearon un rato, y se la pasaron bastante bien, Ron se la pasaba pegado de Hermione, no quería soltarse de ella quien parecía muy contenta y mas recuperada, Audrey era la sensación de la playa no había chico que volteara a verla, lucia radiante y con esa sonrisa quien no caía era porque era mujer, se la pasaba conversando en italiano con todo chico que se le acercaba y solía hablarlo bastante bien. Harry se limitaba ver a Ginny, quien parecía perdida, observaba tan solo el mar, su piel ya había agarrado un color bronceado casi perfecto, no llevaba maquillaje en el rostro lo que hacía que sus pecas resaltaran mucho mas de lo común junto con lo coloradas que se encontraban sus mejillas por el solo, su pelo largo y rojo como el fuego lucía despeinado y enredado por la sal, sin embargo eso hacía verse bella y lograba que los chicos voltearan a verla, pero Ron siempre se encontraba atento para alejarlos. Pasaron un día estupendo, sin embargo después del romántico atardecer que tuvieron decidieron retirarse e irse a la madriguera.
Legaron a la madriguera, Hermione se puso mal, el viaje por polvos flu no le había sido del todo bien ya que había llegado directo a vomitar toda la merienda, Ron la seguía para asegurarse de que estuviera bien. Por mientras Ginny iba a poner el frasco de polvos flu en su lugar para que los gemelos no se dieran cuenta que lo habían tomado, después de dejarlo en su lugar la señora weasley fue directo con Ginny cuando bajaba las escaleras
-aayy Ginny, pero que bronceada llegaste querida - le decía la su madre mientras cariñosamente le tomaba una de las mejillas - por cierto, vino Colin a buscarte hace escasos 15 minutos, le dije que se habían ido al lago, le dije que no tardarían pero cuando le comenté que estaba Harry con ustedes no dudo ni tantito y fue a buscarlos, ¿acaso no se lo toparon en el camino?

-No - dijo Audrey volteando a ver a Ginny quien había puesto los ojos grandes - tomamos otro camino.

-Pues entonces no tardara así que Ginny -le dijo su madre- sube a tu cuarto a cambiarte, porque luces terrible con ese pelo enredado, y no creo que Colin quiera ver a su novia en esas fachas.

-Si mama - dijo Ginny quien tenía arena hasta por donde no, su pelo en realidad estaba enredadísimo por el agua de mar, así que subió a darse una ducha rápidamente para estar lista para cuando llegaras su novio.

-¿Colin novio de Ginny? - dijo Ron incrédulo tras lo que había dicho su madre - ¿qué diablos le pasa a Ginny, mama.

-Pues es que ya es tiempo que tu hermana tuviera un novio, además vino a presentarse y el muchachito ese se ve muy decente - decía la señora Weasley -

-No lo se pero no me gusta para nada la idea de que ande con ella.

-¿Qué pasa? - dijo Harry sin haber escuchado a la señora Weasley.

-Que vengo a mi casa y descubro que mi hermanita menor ya tiene novio, y no tienes ni la menor idea de quien es.

-¿Quién? -decía Harry que sin aun conocer la razón su corazón empezaba a acelerarse de la furia que llevaba, al igual la vista se le disminuía a pesar de que llevaba sus gafas.

-Pues quien mas que mi primo - dijo Audrey con una sonrisa sabiendo bien lo que decía - mi primo Colin - después la chica de cabello platinado se retiraba a la cocina con el propósito de tomar un vaso de agua, parecía normal y segura, sin embargo a Harry parecía que su cicatriz le dolía después de mucho tiempo, o acaso era la furia que sentía tan grande que cerraba sus puños, sin embargo trataba de controlarse, justo de la persona que menos creía que Ginny fuera a hacerle caso, fue la última con la que terminó.
Quince minutos después alguien tocó la puerta de la madriguera, era Colin que pasaba y los saludaba a todos muy contento, un poco cansado pues había caminado demasiado para buscar a Ginny, Ron creía que se lo merecía, parecía muy molesto cuando preguntó por ella, y luego inmediatamente después Ginny bajó reluciente, aun con el cabello mojado, sin una gota de maquillaje en el rostro y con tan solo brillo en los labios, su rostro lucía bronceado y un poco enrojecido por los efectos del sol de Florencia. Lo saludaba con un leve beso en los labios, e inmediatamente Colin decía que darían un paseo por el jardín, a lo que Ron no le gustó, sin embargo Percy les dijo que tenían media hora para una caminata, que regresaran y que podrían estar afuera de la madriguera más tiempo. El señor Weasley aun no se encontraba, había avisado que llegaría tarde.
A Harry no le parecía eso, se encontraba en un sillón sentado sin decir nada, Hermione se encontraba en otro aun mareada y con nauseas, Ron estaba cenando y Audrey se encontraba con Fred platicando muy alegre sobre tonterías y media. Cuando en eso llega George a la sala y trae consigo una cajita color azul metálico.
-Miren lo que encontré en el sótano de la casa - decía George mientras lo ponía en una mesita de la sala -

-George, nosotros no tenemos sótano - decía Fred -

-Ya lo se, bueno, lo encontré en el escondite de abajo del piso.

-¿qué es eso? - preguntaba Audrey con curiosidad -

-Es un proyector de imágenes - contestaba George -

-¿uuun que? - dijo Harry

-Un reflector de imágenes - decía Hermione contestando desde el sillón - es algo similar a una cámara de video muggle, pero la diferencia es que esta no necesita ni de electricidad ni de alguien que la vaya sosteniendo, ella filma lo que cree que es bueno, pero me imagino que por la edad que tiene no graba los sonidos.

-Exactamente - dijo Fred - con un toque con la varita la podemos hacer funcionar.

-Dios mío - dijo la señora weasley feliz - ¿ es el proyector de imágenes que se ganó en una rifa tu padre hace mas de 18 años? Creí que se había perdido.

-Si mama, ese mismo - dijo George - veré si puedo hacer que funcione.
George trató de prenderlo pero no pudo, sin embargo Harry que no sabía como funcionaba realmente lo logró, la pequeña caja empezó a sacar una luz brillante que se extendía y parecía sacar a un niño pelirrojo de ella. Los gemelos sonreían y entusiasmados se acomodaron en la sala para poder ver las imágenes, cuando Ron llegó a la sala se molestó al ver el proyector, sin embargo se incorporó con los demás para verlo, hasta la señora weasley se sentaba en el sillón para poderlo ver. Apagaron las luces y lo acomodaron en una mesita, ya que este artefacto estaba tan viejo que ya no podía sostenerse por si mismo. Una luz salió primero, era el fondo de la imagen que era proyectada sobre una pared de la madriguera, y luego salía los personajes, que así se les decía también de la caja, era como una grabación muggle pero en tercera dimensión, estos resaltaban, no se podían tocar porque parecía que la imagen se iba. Lo primero que salía eran dos niños jugando en la jardín, eran Charlie y Bill de 12 y 10 año, los dos luchaban y un pequeño con cabeza sumamente roja que apenas podía caminar se acercaba a los gemelos quienes debían de tener como tres años, el primero era Ron; Hermione lanzaba un pequeño suspiro y todos volteaban a verlo a el para ver la cara que ponía, George le decía Ronnie, mientras se enojaba y la señora weasley miraba con lagrimas en los ojos conmovida viendo las imágenes de sus hijos. Después de varias imágenes de los gemelos, se miraba como Ron caminaba, parecía caminar mejor, y se dirigía a su mamá, quien la señora Weasley se miraba mucho mas delgada y joven, sostenía un bebe en sus brazos y se lo enseñaba a Ron que parecía celoso de que su madre sostuviera al bebe. La señora weasley le enseñaba a la bebe, era Ginny, su cabeza roja la delataba con una pequeña bandita en la cabeza con un moño rosa. Estaba recién nacida, su madre movía la boca como diciéndole a Ron que era su nueva hermanita, Ron la miraba al principio con recelo y luego se acercaba a ella y le daba un beso en la frente a la bebe.
Todos estaban conmovidos, hasta Audrey que por la cabeza de ella pasaban varias cosas al ver a Ginny de bebe, pensaba que probablemente así hubiera sido, igual que ella, igual de hermoso. Hermione miraba a Ron de pequeño y deseaba tener un hijo que se le pareciese a el, y es que se miraba tan tierno vestido con un pequeño overol de mezclilla muggle, lo que se le hacía tan raro, y traía unos tennis convers, pero luego vio a los gemelos vestidos con disfraces y supuso que era Halloween. La siguiente escena era aún mas tierna. Ginny parecía tener ya mas de un año, las facciones de la cara desde entonces se miraban que iba a ser sumamente bella, se encontraba jugando con un osito de peluche y lo abrazaba muy tiernamente, luego Ron llegaba y se lo arrebataba y abrazaba el osito con recelo, la pequeña Ginny muy triste soltaba unas lagrimas, Ron miraba el osito y miraba a su hermana, cuando vio que esta lloraba muy calladamente le devolvía el osito y la abrazaba para que ya no llorara. Todos estaban conmovidos, los gemelos no dejaban de hacer bromas respecto a lo que iba sucediendo, se burlaban de Ronnie por cualquier cosa. En todas las escenas los gemelos solían hacer algo sumamente gracioso y el conejillo de indias solía ser Ron. Ginny siempre salía detrás de Ron, haciendo todo lo que su hermano mayor hacía, retando a los gemelos a no quedarse atrás, si ellos saltaban al lago, Ginny también lo hacía aunque despues de saltar siempre salía un poco asustada. Después en la siguiente escena aparecía gente que ni Hermione, ni Harry y mucho menos Audrey conocía. Era una señora muy parecida a la señora weasley pero un poquito mas alta, que caminaba en una feria de magia junto con un señor muy alto y rubio. La señora weasley decía que era su hermana menor, ella se había casado con un americano que tenía un hijo de su matrimonio pasado, su hermana se había ido a vivir con el a América y tenía como dos años que no la miraba, era la tía Greta y el tío Scott decía Ron. Un pequeño sobresalía de ellos, era el pequeño Scott, un niño de ocho años de edad con cabello negro y ojos verdes pequeños, el niño tenía una nariz recta y una bella sonrisa, parecía jugar mucho con Ginny en el video, y Ron parecía ponerse celoso pues lo empujaba muy seguido cuando se acercaba a Ginny. Todos reían del comportamiento de Ron que hasta la fecha no había cambiado. La señora Weasley lloraba al recordar esas escenas de cuando sus hijos eran niños.
Harry se sentía conmovido al ver las escenas, por una parte envidiaba a Ron que tenía una familia tan hermosa, tenía la suerte de haber estado con ella, de jugar libremente y de reír sin que nadie se lo impidiera, tenía todas las cosas que el siempre soñó cuando estaba las tardes metido en la alacena en la casa de los Dusdley, a él le hubiera gustado pertenecer a la familia Weasley, pero eso no era necesario ya porque ellos ya lo habían adoptado desde el momento en que entro a Hogwarts, al igual comprendía la forma de ser de Ron, el hecho que haya crecido entre tantos hermanos siempre tenía que luchar por conservar su lugar dentro de esa familia si no quería que lo olvidaran.

Ginny había estado caminando con su novio por los jardines de los alrededores de la madriguera, le contaba entusiasta todo lo que en ese día habían pasado, el atento la escuchaba. Cuando le tocó a Colin platicarle lo que había hecho en el día, Ginny parecía ida, tan solo lo miraba y fingía que lo escuchaba, por su mente pasaban varias cosas, y una de esas era Harry, pensaba en lo fabuloso que se miraba ahora en la playa, en el muy buen momento que habían vivido, y luego miraba a Colin decir palabras que no tenían sentido para su cabeza, no si estaba él. Un rato después de caminar por los jardines, se sentaron en la hierba para observar el cielo estrellado, él la abrazaba por la cintura y suavemente le empezó a besar el cuello, para luego toparse con sus labios. Ginny cerraba los ojos, no era el mejor beso que recibía en su vida, pero al menos era con amor, pensaba; sus besos poco a poco iban aumentando de densidad hasta que Colin parecía perderse dentro ellos, tomaba una de sus manos y sin saber exactamente lo que hacía las metía por debajo de la blusa de ella siguiendo su instinto, mientras que la otra mano trataba de entrar por los ajustados pantalones. Ginny sentía como la lengua de él entraba y sin saber exactamente como la mano de Colin le recorría el pecho, por alguna razón no le agradaba, iba demasiado rápido, y en un impulso lo empujó sin saber que era observada por unos ojos verdes desde lejos.
-Espera - decía Ginny mientras lo hacía a un lado y se separaba de él.

-¿qué sucede? - le preguntaba Colin desconcertado y aún excitado.

-No me gusta que me toques de esa forma - lo decía no muy convencida y tartamudeaba un poco.

-Ginny, por favor, tan solo déjate llevar - y trataba de volverla a besar.

-No, Colin cálmate, ¿tienes idea de lo que pasaría si nos llegaran a descubrir?

-No va a pasar eso

-De todos modos no me gusta que me trates de esa forma, espérate.
Se escuchó como la puerta de la madriguera se abría, era Ron que parecía molesto y desde allá le gritaba a Ginny.
-¡GINNY, MÉTETE!

-HEY, AUN NO ES HORA, - Gritaba Colin desde donde estaba APENAS HA PASADO MEDIA HORA.

-Eso no te incumbe a ti Colin - decía Ron aun más molesto acercándose a la pareja - GINNY métete tienes visitas que atender.

-Será mejor que me meta - decía Ginny mientras se levantaba tratando de evitar un problema - Colin, nos vemos otro día, Ron tiene razón, te veré después - Ginny se levantaba y se despedía con un beso cálido en la mejilla, Ron la estaba esperando molesto.

-Métete - le decía Ron en la entrada de la madriguera, esperando que entrara ella primero.

-No tienes que andar detrás de mi como si fuera una niña - decía Ginny enojada por lo que acababa de hacer su hermano. - No tenías porque salir de esa manera y gritarme que me metiera, no tan temprano.

-Ya es noche - decía Ron

-Esa no es excusa para tu comportamiento Ron.

-No importa, eres una niña, debes de estar temprano en casa - decía Ron buscando una tonta excusa para meter a su hermana a casa - además ese Colin no me agrada mucho.

-No Ron, no soy una niña, tengo 18 años, se exactamente que hacer con mi vida.

-No, no sabes y para eso estoy yo, para decirte que esta mal y que no, y eso que acabo de ver, quiero decirte que esta mal.

-¿y tu que sabes? - le decía Ginny molesta, que para ese entonces ya había llamado la atención de todos los que estaban en la sala incluyendo a su hermano Percy que se concentraba en un informe del Ministerio - dime Ron, ¿qué sabes que es bueno y que es malo para mi vida? ¿desde cuando te preocupo demasiado?

-Eres mi hermana, tengo que estar al pendiente tuyo.

-No Ron, en eso te equivocas, el hecho que seas mi hermano no significa que te entrometas en mi vida, no de esa manera, no estabas cuando sucedió ...- Ginny se quedaba callada, agachaba la vista confundida, estaba tan molesta que había abierto la boca de más, levantaba de nuevo la vista y decía

-Ya no soy una niña, eso que te quede bien planteado en tu cabeza. - Ginny Subía las escaleras molesta y detrás de ella Audrey.

-¿que estaba haciendo? - preguntó George tratando de justificar el comportamiento de alguno de los dos -

-Se estaba besando con Colin - contestaba Ron muy serio.

-¿Será porque son novios? - contestaba George mientras se retiraba a su habitación. Ron se sentía mal por lo sucedido, tenía razón, tan solo era su novio, pero temía demasiado que le fuera a suceder algo. Subió las escaleras y tocó la puerta del cuarto de Ginny, Audrey la abría y ella le permitió la entrada.

-Ginny, puedo hablar contigo - decía Ron ya serio y sin furia alguna -

-¿Qué me quieres decir Ron? - Ron volteaba a ver a Audrey como diciéndole que los dejara solos, Audrey pareció entender a la perfección y los dejaba solos en el cuarto.

-Creo que te entiendo - decía Ron

-¿Eso es todo?

-No, quiero disculparme, creo que me comporté demasiado celoso allá abajo.

-Demasiado es poco - decía Ginny

-Mmmm, bueno mucho, pero quiero que me entiendas, vengo después de un año y te encuentro totalmente cambiada, ya no eres la hermanita que yo tenía, ahora todos te voltean a verte, hasta a Harry lo dejas sin aliento, ¿y quieres que no me ponga celoso? No quiero que ningún idiota venga a cortejar a mi hermana, entiende Ginny quiero lo mejor para ti, tal vez e echo que no me gusta Colin para cuñado implique algo.

-Si, pero entiende Ron, salir con Colin fue mi decisión, además no puedo correr con mi hermano cada vez que salga con alguien preguntándole si le gusta mi partido.

-Deberías de hacer eso, tenlo por seguro que conozco mejor a los hombres que tu, acuérdate que soy uno.- Ginny agachaba la cabeza, era su hermano, tenía razón de sentirse de esa manera, lo quería, muchas veces él había estado para protegerla.

-Ginny, no quiero que nadie te haga daño, si alguien lo ha hecho sin que yo me de cuenta, tu nada mas dime y verá el idiota que intente ponerte un dedo encima. - Ginny reía, era tan solo Ron, su hermano como siempre había sido.

-Entonces que, ¿me perdonas? - decía Ron con los brazos extendidos -

-Ya sabes que si - Ginny se acercaba y lo abrazaba fuerte -
Mas tarde todos se acomodaban en los cuartos, la Señora Weasley sacaba dos camas movibles y las preparaba en el cuarto de Ginny, ellas habían decidido dejarle la cama a Hermione que se seguía sintiendo mal. Audrey acomodaba su cama a un lado de endonde se acostaría Hermione, fue la primera que caía rendida, tenía un sueño muy pesado, Ginny acomodaba su cama cerca de la puerta de su cuarto, Ginny caía rendida, había sido un día muy largo, lleno de sorpresas y de emociones, tan solo cerraba los ojos preguntándose que seguiría mañana.