CAPITULO 11 SOLO SUEÑOS
Estaba en el castillo, el lucía muy guapo, la sujetaba de la cintura y parecía que bailaban sobre una nube, la música era suave y sus ojos azules le penetraban el corazón, esa mirada tierna la conocía tan bien, era la de su amado, era la mirada que desde el día en que se conocieron se la mostró. Se sentía tan segura a su lado, todo parecía tan real, pero de la nada su bailador desaparece y una cortinilla de humo entra quitándole la visibilidad, no podía ver, algo se lo impedía, ella gritaba su nombre, pero nadie parecía escucharla, trataba de caminar, pero algo le picaba en sus ojos que no podía abrirlos. Un frío la invadía y lograba escuchar como un basilisco se arrastraba por el suelo, trataba de correr pero no iba a ningún lado, temía ser atrapada por el, hasta que llegaba al jardín, justo en las orillas del bosque perdido, miraba como Harry combatía a lord Voldemort, tenía que llegar, sentía sea necesidad, estaba demasiado lejos, tenía que llegar hacia donde estaba Ron antes que sucediera, ella tenía que estar ahí para evitarlo, pero era demasiado tarde Vodemort le tiraba la maldición directamente a Ron, miraba como en cámara lenta como su cuerpo caía sin vida alguna, y cerraba sus ojos llenos de lagrimas, trataba de concentrarse para no dejar que falleciera, temía que su amor no fuera lo suficientemente grande como para revivirlo, se concentraba y un grito de dolor se escuchaba tan fuerte que sentía como le reventaban los oídos, abría los ojos y miraba a Ginny con un vestido blanco manchado de sangre de la cintura hacia abajo, ella parecía pálida sin vida, sus ojos se sumergían en el llanto y tan solo decía y volvía a repetir: Hermione, jimmy se fue, se fue.
Hermione se levantaba con un dolor agudo en la cabeza, sudaba a chorros y aunque casi todas las noches tenía sueños similares, aun no podía descifrarlos por completo, era su tercera noche en la madriguera y todas las noches si quería dormir, tenía que irse a meter a la cama de Ron y dormir con él, esa era la única manera en que podía dormir. Se levantó y con mucho cuidado de no levantar a Audrey y a Ginny, abrió la puerta y salió, el pasillo estaba muy oscuro, no podía ver nada, sin embargo una sombra se miraba al final de este, caminaba hacia donde se encontraba ella, el miedo la invadió por un momento, pero luego preguntó quien era.
-¿ Quien anda ahí? - decía Hermione asustada y bajando la voz para no despertar a los demás
-¿Hermione? Soy yo, Harry.
-¿Harry? ¿qué haces despierto?
-Mmm, me levante para ir por un vaso de agua. -La cocina esta del otro lado - le contestaba Hermione-
-Aaaa, gracias, lo que pasa es que no traigo mis gafas.
Hermione con cuidado abría la puerta de la habitación de Ron que se encontraba tratando de dormir.
-¿Hermione? - decía Ron casi susurrando.
-Ron, no puedo dormir de nuevo.
-¿son las pesadillas de nuevo?
-Si
-Ven, métete a mi cama - le dijo mientras hacía las cobijas a un lado para que entrara en ella, y esta sin dudarlo se metió a su cama - me creerás que estaba esperando que vinieras.
-Me imagino, ¿te molesta que venga a estas horas a meterme en tu cama?
-En absoluto - le decía mientras la abrazaba de la cintura, ambos estaban frente a frente, sus rostros estaban tan juntos que sus narices chocaban, Hermione tenía su mano rodeando su rostro.
-Hermione
-Que
-Te amo.
-Y yo a ti Ron. - ambos cerraban sus ojos para quedarse profundamente dormidos.
Harry había esperado que Hermione se metiera en el cuarto de Ron para el ir a meterse al de Ginny, tenía la necesidad de hacerlo. Desde que habían ido a la playa, los dos siguientes días la habían pasado demasiado bien, habían pasado juntos los días, creía que era suficiente, pero hasta en las noches tenía que estar a su lado para poder sentirse a gusto, el aún no podía comprender por qué, ni cuando estaban en el colegio el no había sentido lo mismo que ahora estaba sintiendo, ni con la misma Cho había sentido lo mismo, de hecho desde el momento en que había llegado a la madriguera no había tenido la molestia de pensar en ella, mucho menos el de mandarle una lechuza, ella parecía pasársela bien, porque tampoco le había escrito, pero no le interesaba demasiado. Abría la puerta y con lo primero que se topó fue con la cama movil de Ginny, estaba ahí, durmiendo cómodamente, un rallo de luna entraba por la ventana y le daba directo al rostro, dejando que Harry la contemplara. Ya no era una niña, apenas hace mas de un año la había conocido, creía que ya no era una niña antes, pero si lo era, ahora se encontraba frente a una mujer, miraba lo débil y vulnerable que parecía, Harry se sentó en el suelo, recargado en la puerta mientras la contemplaba y recordaba.
FLASH BACK.
Harry corría por los pasillos de Hogwars, se dirigía a la torre de Gryffindor, se acababa de encontrar a Hermione, aun parecía asustado por lo que su amiga le había dicho, los había descubierto. Hermione le acababa de avisar en el comedor que Ginny se sentía mal, la había encontrado en el baño vomitando, por la cabeza de Harry pasaban muchas cosas, nunca había pensado en las consecuencias que podría traer el haber estado todo este tiempo con Ginny, temía por lo que ella le fuera a decir y por lo que su mejor amigo fuera a hacerle. Llegaba hacia el retrato de la señora gorda y decía la clave.
-Pan tostado con mantequilla - la señora gorda le daba el paso amablemente, y el entraba corriendo a la sala común. Ahí estaba Neville tratando de limpiarse su capa con una toalla.
-¿haz visto a Ginny? - le preguntaba Harry a Neville - -¿qué si no la he visto? Si apenas hace cinco minutos entró y casi se desmaya en la puerta, la sostuve y me vomitó - decía Neville enfadado - Parvatti le ayudo a subir ¿aun huelo mal?
-No lo se - decía Harry sin hacerle caso. Subió las escaleras y entró a la habitación de las de sexto, ahí estaba Ginny, lucía bastante mal, Parvatti estaba a un lado suyo. -Ginny - decía Harry
-Que bueno que llegaste - decía Parvatti -tengo clase en diez minutos y no había nadie que se quedara con ella a cuidarla.
-No te preocupes, yo estaré con ella -decía Harry, Parvatti se levantaba y se iba - Ginny ¿cómo te sientes?
-Mal Harry - le contestaba a duras penas -
-¿Quieres que te lleve a enfermería?
-No, creo que se que es lo que tengo - decía Ginny.
-¿Estas segura?
-Si. Pero se porqué estas aquí, déjame adivinar, Hermione te dijo que me había puesto mal, ¿o fue Colin?
-Hermione
-Y me imagino que te metió esa tonta idea que posiblemente yo pudiera estar...
-Así es - dijo Harry interrumpiéndola.
-Harry - Ginny apenas y se podía sentar sobre su cama - no tienes porque preocuparte, yo estoy bien, tan solo es, es que últimamente no he estado comiendo bien.
-¿estas segura?
-Si, eso es todo.
-De todos modos Ginny, quiero decirte que cuentas conmigo, para lo que sea, yo sería capaz de hacerme responsable de todo, de todo Ginny.-
Harry la abrazaba, y ella se quedó dormida en sus brazos, Harry sin despertarla se retiró dejándola descansar. Cuando salía de la torre, se encontró a la profesora McGronagall que le pedía que fuera al despacho de Profesor Dumbledore, que le urgía hablar con Harry, parecía algo urgente, así que se dio prisa en llegar hacía el. Harry llegaba al despacho de Dumbledore, el se encontraba justo afuera de él.
-Harry me da gusto verte - decía el profesor mientras lo invitaba a pasar. - pastel de zanahoria - le decía a la estatua mientras esta se movía.- sube Harry.
-Profesor, ¿sucede algo? - preguntaba harry un poco asustado ¿se trata de Lord Voldemort?
-No del todo Harry, pero no seas demasiado impaciente, toma asiento Harry. -Gracias
-He decidido hablar de esto contigo porque considero que tengo que tenerte informado de lo que esta por suceder. - Harry lucia asustado-
-Hace apenas un año y medio, entre algunos documentos que encontramos de más de un centenar de edad, encontramos un pergamino que nunca en mi vida había visto, al parecer era un envío que hace 100 años le había llegado al que era entonces director de esta escuela, sin embargo la muerte de este director dejó muchos documentos y proyectos inconclusos. Este pergamino llamó mi atención desde el momento en que lo vi, ya que no parece un pergamino común y corriente - Dumbledore lo tomaba entre sus manos y se lo mostraba a Harry que lo miraba asombrado, estaba escrito con signos que jamás en su vida había visto - nos costó mas de un año averiguar que era lo que decía, sin embargo terminamos hace escasos tres meses. ¿tienes idea de que es lo que dice Harry?
-Me imagino que dirá algo sumamente importante para venir escrito en signos, y mas si me dice que tardo un año en tratar de descifrarlo.
-Así es Harry, no es un pergamino cualquiera, son unas profecías, que aun no las comprendemos del todo, pero espero que ahora que te cuente todo tu me puedas ayudar con todo esto.
-¿de que se trata? - le preguntaba Harry
-Sobre ti.
-¿sobre mi? - decía Harry sorprendido.
-Sobre ti y sobre tu futuro, por eso te he pedido que vengas, porque depende de todo esto de tu futuro, aun no estamos cien por ciento seguros que sea verdadero este pergamino, pero quiero prevenirte.
-¿y que es lo que dice de mi?
Dumbledore se subía los lentes que resbalaban por su nariz, miraba fijamente a Harry seguro d e lo que le estaba apunto de decir al joven que se encontraba nervioso y su mirada asustada estaba sobre su director. -prácticamente lo dice todo, pero como te lo digo Harry, aun no sabemos que sea cierto, solo el tiempo nos lo dirá.
Harry se quedaba callado, aún no sabía exactamente que era lo que el profesor Dumbledore quería decir exactamente, así que guardó silencio y dejó que siguiera hablando.
-Harry tu vida esta en peligro mas de lo que tu crees - Harry lucía pálido - sin embargo si estos pergaminos resultan verdaderos, de mucho te podrán ayudar. De hecho no eres el único que esta en peligro de muerte y eso es lo que más me asusta, porque por lo visto habrá mas muertes de las que ha habido hasta entonces. En una parte del pergamino me costó mucho trabajo tratar de averiguar quien era, pero cuando te vi junto con ella, lo supuse inmediatamente.
-¿De quién esta hablando? -decía Harry aun pálido y con temor -
-De una chica con cabello de fuego - dijo el profesor, haciendo una pausa - después te vi en los pasillos, platicando con ella e inmediatamente supe que era ella.
-¿Ginny?
-Así es, la menor de los Weasley, aun no se exactamente que tipo de relación llevas con ella, pero me imagino que tan solo son amigos, o bueno eso quiero creer.
-Bueno - Harry guardó silencio, dudo un poco en contarle lo que sucedía entre la chica y el, suspiró profundo, El profesor Dumbledore era la persona en que mas confiaba, sin embargo le daba sumamente mucha vergüenza hablarle sobre la relación que tenían - entre Ginny y yo existe una muy buena amistad.
-Harry, es sumamente importante que me digas la verdad, Ginny está en peligro de muerte
. -¿qué es lo que sucede? - dijo Harry aun más preocupado que antes - ¿es sobre esos pergaminos?
-Así es, una de las profecías menciona una chica con cabello de fuego que llevará en su vientre el heredero del niño marcado con un rayo, osease tu, habla de cómo te hiciste la cicatriz y del que te la hizo, menciona que volverá, esta vez con hombres que no ven y que matan con un beso, inmediatamente supuse que eran dementores, sin embargo habla de un gran cambio en ellos, y Harry, este ya fue descubierto por el ministerio; se menciona que por medio del olfato darán con Ginny, porque ella olerá a ti, estará penetrada de tu aroma, lo que hará que la ataquen.
Harry lucía muy mal, le aterraba la idea de que Ginny fuera atacada, pero justo esa mañana había visto a Ginny muy mal, sin embargo ella le había negado que estuviera embarazada. ¿un hijo suyo? ¿a esa edad? Jamás se lo hubiera imaginado, sin embargo aun se sentía muy Abrumado y siguió escuchando las palabras de Dumbledore.
-Aparte dicen que el heredero, tu futuro hijo vendrá con mucho mayor fuerza de la que tu te imaginas, que Voldemort se enterará de la espera de este y no le convendrá que nazca, porque sabe que despues de que el nazca, vendrán tiempos mejores, tiempos de gloria de la cual aun tu no estas preparado para saber, no aun, Ginny morirá defendiéndolo y tu también. Creo que ella tiene un papel sumamente importante dentro de la batalla, la cual aun no sabemos con exactitud lo que sucederá.
-Se volverá a repetir la historia - dijo Harry con una voz temblorosa - se volverá a repetir.
-Eso es lo que queremos impedir. -¿Tiene un plan?
-Nos llevaremos a Ginny a un lugar seguro.
-No - dijo Harry inmediatamente, su tono parecía tener fuerza -
-Harry, será mejor que no te opongas, ella tiene que estar dejos de aquí, lejos de ti.
-Ella estará mejor aquí, tendrá el respaldo de usted, además si lo que viene en los pergaminos es cierto, ella en realidad no tendrá alguien que la defienda, aquí estará cuidada las 24 horas, de eso me encargaría yo.
-Tal vez tengas razón Harry, pero el aroma a ti, sigue con ella
-¿no se puede hacer nada al respecto?Tal vez una poción, sin embargo tu tendrás que dejarla de ver de hoy en adelante, eso servirá mucho para despistar a los dementores.
-Creo que tal vez esa sea la solución - Harry estaba triste, y se daba cuenta de que el profesor Dumbledore sabía la verdadera historia de Ginny y Harry, pero ¿era verdad que Ginny estaba embarazada? Ahora no podría saberlo, pues no podría acercarse a ella, no hasta que pasara el peligro. Después de estar mas de 20 minutos platicando con el profesor, Harry se levantó para retirarse, sin embargo la voz de Dumbledore lo detuvo e hizo que volteara a verlo cuando el ya se encontraba en la puerta.
-Harry, no es necesario que me digas nada - después de eso con el dedo índice subió sus anteojos de media luna - que yo ya se todo respecto a Ginny, nos encargaremos de que ella se encuentre bien, ya veras.
Harry salió del despacho de Dumbledore con el corazón queriéndose salir del pecho por el miedo que sentía, pero esta vez no era por su vida, sino por la de Ginny, y el que aun no dejaba de preguntarse si en realidad ella estaría esperando un hijo suyo.
Se encontraba aun enfrente de Ginny, tenía mas de media hora observándola y preguntándose tantas cosas respecto a su último año en Hogwarts, quería preguntarle si en realidad ella se encontraba embarazada, si había estado esperando un hijo suyo, y si fue así, que sucedió de este ¿en donde se encontraba?. Sin embargo su huída de Hogwarts había sido tan repentina que no tuvo tiempo de saber de ella. Gracias a Malfoy y a su amigo Ron se enteró de que ella se encontraba bien, aun no podía creer que ella le hablara como si nada, no sin antes haberle dado un par de bofetadas o pidiéndole una explicación y si ella no hacía eso era porque en realidad ya no había ningún sentimiento hacia él, que tan solo seguía observándola, el rallo de luz que entraba por la ventana e iluminaba su rostro le decía a Harry que era demasiada belleza para el, que solo las oportunidades se tienen una vez y no mas, y que su oportunidad de hacer una vida a su lado se había esfumado junto con el recuerdo que tan solo le quedaba en su mente y en su corazón.
Estaba en el castillo, el lucía muy guapo, la sujetaba de la cintura y parecía que bailaban sobre una nube, la música era suave y sus ojos azules le penetraban el corazón, esa mirada tierna la conocía tan bien, era la de su amado, era la mirada que desde el día en que se conocieron se la mostró. Se sentía tan segura a su lado, todo parecía tan real, pero de la nada su bailador desaparece y una cortinilla de humo entra quitándole la visibilidad, no podía ver, algo se lo impedía, ella gritaba su nombre, pero nadie parecía escucharla, trataba de caminar, pero algo le picaba en sus ojos que no podía abrirlos. Un frío la invadía y lograba escuchar como un basilisco se arrastraba por el suelo, trataba de correr pero no iba a ningún lado, temía ser atrapada por el, hasta que llegaba al jardín, justo en las orillas del bosque perdido, miraba como Harry combatía a lord Voldemort, tenía que llegar, sentía sea necesidad, estaba demasiado lejos, tenía que llegar hacia donde estaba Ron antes que sucediera, ella tenía que estar ahí para evitarlo, pero era demasiado tarde Vodemort le tiraba la maldición directamente a Ron, miraba como en cámara lenta como su cuerpo caía sin vida alguna, y cerraba sus ojos llenos de lagrimas, trataba de concentrarse para no dejar que falleciera, temía que su amor no fuera lo suficientemente grande como para revivirlo, se concentraba y un grito de dolor se escuchaba tan fuerte que sentía como le reventaban los oídos, abría los ojos y miraba a Ginny con un vestido blanco manchado de sangre de la cintura hacia abajo, ella parecía pálida sin vida, sus ojos se sumergían en el llanto y tan solo decía y volvía a repetir: Hermione, jimmy se fue, se fue.
Hermione se levantaba con un dolor agudo en la cabeza, sudaba a chorros y aunque casi todas las noches tenía sueños similares, aun no podía descifrarlos por completo, era su tercera noche en la madriguera y todas las noches si quería dormir, tenía que irse a meter a la cama de Ron y dormir con él, esa era la única manera en que podía dormir. Se levantó y con mucho cuidado de no levantar a Audrey y a Ginny, abrió la puerta y salió, el pasillo estaba muy oscuro, no podía ver nada, sin embargo una sombra se miraba al final de este, caminaba hacia donde se encontraba ella, el miedo la invadió por un momento, pero luego preguntó quien era.
-¿ Quien anda ahí? - decía Hermione asustada y bajando la voz para no despertar a los demás
-¿Hermione? Soy yo, Harry.
-¿Harry? ¿qué haces despierto?
-Mmm, me levante para ir por un vaso de agua. -La cocina esta del otro lado - le contestaba Hermione-
-Aaaa, gracias, lo que pasa es que no traigo mis gafas.
Hermione con cuidado abría la puerta de la habitación de Ron que se encontraba tratando de dormir.
-¿Hermione? - decía Ron casi susurrando.
-Ron, no puedo dormir de nuevo.
-¿son las pesadillas de nuevo?
-Si
-Ven, métete a mi cama - le dijo mientras hacía las cobijas a un lado para que entrara en ella, y esta sin dudarlo se metió a su cama - me creerás que estaba esperando que vinieras.
-Me imagino, ¿te molesta que venga a estas horas a meterme en tu cama?
-En absoluto - le decía mientras la abrazaba de la cintura, ambos estaban frente a frente, sus rostros estaban tan juntos que sus narices chocaban, Hermione tenía su mano rodeando su rostro.
-Hermione
-Que
-Te amo.
-Y yo a ti Ron. - ambos cerraban sus ojos para quedarse profundamente dormidos.
Harry había esperado que Hermione se metiera en el cuarto de Ron para el ir a meterse al de Ginny, tenía la necesidad de hacerlo. Desde que habían ido a la playa, los dos siguientes días la habían pasado demasiado bien, habían pasado juntos los días, creía que era suficiente, pero hasta en las noches tenía que estar a su lado para poder sentirse a gusto, el aún no podía comprender por qué, ni cuando estaban en el colegio el no había sentido lo mismo que ahora estaba sintiendo, ni con la misma Cho había sentido lo mismo, de hecho desde el momento en que había llegado a la madriguera no había tenido la molestia de pensar en ella, mucho menos el de mandarle una lechuza, ella parecía pasársela bien, porque tampoco le había escrito, pero no le interesaba demasiado. Abría la puerta y con lo primero que se topó fue con la cama movil de Ginny, estaba ahí, durmiendo cómodamente, un rallo de luna entraba por la ventana y le daba directo al rostro, dejando que Harry la contemplara. Ya no era una niña, apenas hace mas de un año la había conocido, creía que ya no era una niña antes, pero si lo era, ahora se encontraba frente a una mujer, miraba lo débil y vulnerable que parecía, Harry se sentó en el suelo, recargado en la puerta mientras la contemplaba y recordaba.
FLASH BACK.
Harry corría por los pasillos de Hogwars, se dirigía a la torre de Gryffindor, se acababa de encontrar a Hermione, aun parecía asustado por lo que su amiga le había dicho, los había descubierto. Hermione le acababa de avisar en el comedor que Ginny se sentía mal, la había encontrado en el baño vomitando, por la cabeza de Harry pasaban muchas cosas, nunca había pensado en las consecuencias que podría traer el haber estado todo este tiempo con Ginny, temía por lo que ella le fuera a decir y por lo que su mejor amigo fuera a hacerle. Llegaba hacia el retrato de la señora gorda y decía la clave.
-Pan tostado con mantequilla - la señora gorda le daba el paso amablemente, y el entraba corriendo a la sala común. Ahí estaba Neville tratando de limpiarse su capa con una toalla.
-¿haz visto a Ginny? - le preguntaba Harry a Neville - -¿qué si no la he visto? Si apenas hace cinco minutos entró y casi se desmaya en la puerta, la sostuve y me vomitó - decía Neville enfadado - Parvatti le ayudo a subir ¿aun huelo mal?
-No lo se - decía Harry sin hacerle caso. Subió las escaleras y entró a la habitación de las de sexto, ahí estaba Ginny, lucía bastante mal, Parvatti estaba a un lado suyo. -Ginny - decía Harry
-Que bueno que llegaste - decía Parvatti -tengo clase en diez minutos y no había nadie que se quedara con ella a cuidarla.
-No te preocupes, yo estaré con ella -decía Harry, Parvatti se levantaba y se iba - Ginny ¿cómo te sientes?
-Mal Harry - le contestaba a duras penas -
-¿Quieres que te lleve a enfermería?
-No, creo que se que es lo que tengo - decía Ginny.
-¿Estas segura?
-Si. Pero se porqué estas aquí, déjame adivinar, Hermione te dijo que me había puesto mal, ¿o fue Colin?
-Hermione
-Y me imagino que te metió esa tonta idea que posiblemente yo pudiera estar...
-Así es - dijo Harry interrumpiéndola.
-Harry - Ginny apenas y se podía sentar sobre su cama - no tienes porque preocuparte, yo estoy bien, tan solo es, es que últimamente no he estado comiendo bien.
-¿estas segura?
-Si, eso es todo.
-De todos modos Ginny, quiero decirte que cuentas conmigo, para lo que sea, yo sería capaz de hacerme responsable de todo, de todo Ginny.-
Harry la abrazaba, y ella se quedó dormida en sus brazos, Harry sin despertarla se retiró dejándola descansar. Cuando salía de la torre, se encontró a la profesora McGronagall que le pedía que fuera al despacho de Profesor Dumbledore, que le urgía hablar con Harry, parecía algo urgente, así que se dio prisa en llegar hacía el. Harry llegaba al despacho de Dumbledore, el se encontraba justo afuera de él.
-Harry me da gusto verte - decía el profesor mientras lo invitaba a pasar. - pastel de zanahoria - le decía a la estatua mientras esta se movía.- sube Harry.
-Profesor, ¿sucede algo? - preguntaba harry un poco asustado ¿se trata de Lord Voldemort?
-No del todo Harry, pero no seas demasiado impaciente, toma asiento Harry. -Gracias
-He decidido hablar de esto contigo porque considero que tengo que tenerte informado de lo que esta por suceder. - Harry lucia asustado-
-Hace apenas un año y medio, entre algunos documentos que encontramos de más de un centenar de edad, encontramos un pergamino que nunca en mi vida había visto, al parecer era un envío que hace 100 años le había llegado al que era entonces director de esta escuela, sin embargo la muerte de este director dejó muchos documentos y proyectos inconclusos. Este pergamino llamó mi atención desde el momento en que lo vi, ya que no parece un pergamino común y corriente - Dumbledore lo tomaba entre sus manos y se lo mostraba a Harry que lo miraba asombrado, estaba escrito con signos que jamás en su vida había visto - nos costó mas de un año averiguar que era lo que decía, sin embargo terminamos hace escasos tres meses. ¿tienes idea de que es lo que dice Harry?
-Me imagino que dirá algo sumamente importante para venir escrito en signos, y mas si me dice que tardo un año en tratar de descifrarlo.
-Así es Harry, no es un pergamino cualquiera, son unas profecías, que aun no las comprendemos del todo, pero espero que ahora que te cuente todo tu me puedas ayudar con todo esto.
-¿de que se trata? - le preguntaba Harry
-Sobre ti.
-¿sobre mi? - decía Harry sorprendido.
-Sobre ti y sobre tu futuro, por eso te he pedido que vengas, porque depende de todo esto de tu futuro, aun no estamos cien por ciento seguros que sea verdadero este pergamino, pero quiero prevenirte.
-¿y que es lo que dice de mi?
Dumbledore se subía los lentes que resbalaban por su nariz, miraba fijamente a Harry seguro d e lo que le estaba apunto de decir al joven que se encontraba nervioso y su mirada asustada estaba sobre su director. -prácticamente lo dice todo, pero como te lo digo Harry, aun no sabemos que sea cierto, solo el tiempo nos lo dirá.
Harry se quedaba callado, aún no sabía exactamente que era lo que el profesor Dumbledore quería decir exactamente, así que guardó silencio y dejó que siguiera hablando.
-Harry tu vida esta en peligro mas de lo que tu crees - Harry lucía pálido - sin embargo si estos pergaminos resultan verdaderos, de mucho te podrán ayudar. De hecho no eres el único que esta en peligro de muerte y eso es lo que más me asusta, porque por lo visto habrá mas muertes de las que ha habido hasta entonces. En una parte del pergamino me costó mucho trabajo tratar de averiguar quien era, pero cuando te vi junto con ella, lo supuse inmediatamente.
-¿De quién esta hablando? -decía Harry aun pálido y con temor -
-De una chica con cabello de fuego - dijo el profesor, haciendo una pausa - después te vi en los pasillos, platicando con ella e inmediatamente supe que era ella.
-¿Ginny?
-Así es, la menor de los Weasley, aun no se exactamente que tipo de relación llevas con ella, pero me imagino que tan solo son amigos, o bueno eso quiero creer.
-Bueno - Harry guardó silencio, dudo un poco en contarle lo que sucedía entre la chica y el, suspiró profundo, El profesor Dumbledore era la persona en que mas confiaba, sin embargo le daba sumamente mucha vergüenza hablarle sobre la relación que tenían - entre Ginny y yo existe una muy buena amistad.
-Harry, es sumamente importante que me digas la verdad, Ginny está en peligro de muerte
. -¿qué es lo que sucede? - dijo Harry aun más preocupado que antes - ¿es sobre esos pergaminos?
-Así es, una de las profecías menciona una chica con cabello de fuego que llevará en su vientre el heredero del niño marcado con un rayo, osease tu, habla de cómo te hiciste la cicatriz y del que te la hizo, menciona que volverá, esta vez con hombres que no ven y que matan con un beso, inmediatamente supuse que eran dementores, sin embargo habla de un gran cambio en ellos, y Harry, este ya fue descubierto por el ministerio; se menciona que por medio del olfato darán con Ginny, porque ella olerá a ti, estará penetrada de tu aroma, lo que hará que la ataquen.
Harry lucía muy mal, le aterraba la idea de que Ginny fuera atacada, pero justo esa mañana había visto a Ginny muy mal, sin embargo ella le había negado que estuviera embarazada. ¿un hijo suyo? ¿a esa edad? Jamás se lo hubiera imaginado, sin embargo aun se sentía muy Abrumado y siguió escuchando las palabras de Dumbledore.
-Aparte dicen que el heredero, tu futuro hijo vendrá con mucho mayor fuerza de la que tu te imaginas, que Voldemort se enterará de la espera de este y no le convendrá que nazca, porque sabe que despues de que el nazca, vendrán tiempos mejores, tiempos de gloria de la cual aun tu no estas preparado para saber, no aun, Ginny morirá defendiéndolo y tu también. Creo que ella tiene un papel sumamente importante dentro de la batalla, la cual aun no sabemos con exactitud lo que sucederá.
-Se volverá a repetir la historia - dijo Harry con una voz temblorosa - se volverá a repetir.
-Eso es lo que queremos impedir. -¿Tiene un plan?
-Nos llevaremos a Ginny a un lugar seguro.
-No - dijo Harry inmediatamente, su tono parecía tener fuerza -
-Harry, será mejor que no te opongas, ella tiene que estar dejos de aquí, lejos de ti.
-Ella estará mejor aquí, tendrá el respaldo de usted, además si lo que viene en los pergaminos es cierto, ella en realidad no tendrá alguien que la defienda, aquí estará cuidada las 24 horas, de eso me encargaría yo.
-Tal vez tengas razón Harry, pero el aroma a ti, sigue con ella
-¿no se puede hacer nada al respecto?Tal vez una poción, sin embargo tu tendrás que dejarla de ver de hoy en adelante, eso servirá mucho para despistar a los dementores.
-Creo que tal vez esa sea la solución - Harry estaba triste, y se daba cuenta de que el profesor Dumbledore sabía la verdadera historia de Ginny y Harry, pero ¿era verdad que Ginny estaba embarazada? Ahora no podría saberlo, pues no podría acercarse a ella, no hasta que pasara el peligro. Después de estar mas de 20 minutos platicando con el profesor, Harry se levantó para retirarse, sin embargo la voz de Dumbledore lo detuvo e hizo que volteara a verlo cuando el ya se encontraba en la puerta.
-Harry, no es necesario que me digas nada - después de eso con el dedo índice subió sus anteojos de media luna - que yo ya se todo respecto a Ginny, nos encargaremos de que ella se encuentre bien, ya veras.
Harry salió del despacho de Dumbledore con el corazón queriéndose salir del pecho por el miedo que sentía, pero esta vez no era por su vida, sino por la de Ginny, y el que aun no dejaba de preguntarse si en realidad ella estaría esperando un hijo suyo.
Se encontraba aun enfrente de Ginny, tenía mas de media hora observándola y preguntándose tantas cosas respecto a su último año en Hogwarts, quería preguntarle si en realidad ella se encontraba embarazada, si había estado esperando un hijo suyo, y si fue así, que sucedió de este ¿en donde se encontraba?. Sin embargo su huída de Hogwarts había sido tan repentina que no tuvo tiempo de saber de ella. Gracias a Malfoy y a su amigo Ron se enteró de que ella se encontraba bien, aun no podía creer que ella le hablara como si nada, no sin antes haberle dado un par de bofetadas o pidiéndole una explicación y si ella no hacía eso era porque en realidad ya no había ningún sentimiento hacia él, que tan solo seguía observándola, el rallo de luz que entraba por la ventana e iluminaba su rostro le decía a Harry que era demasiada belleza para el, que solo las oportunidades se tienen una vez y no mas, y que su oportunidad de hacer una vida a su lado se había esfumado junto con el recuerdo que tan solo le quedaba en su mente y en su corazón.
