CAPITULO 12.- MUCHAS CARTAS, DESTINO: LA MADRIGUERA.
La mañana desde la ventana lucía hermosa, ya pasaban más de las ocho de la mañana, volteaba a ver a su amiga y seguía completamente dormida, luego dirigió su mirada a la cama y no se encontraba Hermione durmiendo en ella, lo primero que se le cruzó por la mente fue que posiblemente ya había bajado a desayunar, con somnolencia bajó las escaleras con cuidado de no caerse, su pelo lucía un poco despeinado y traía consigo la vieja pijama que le había regalado Audrey un día que se había quedado a dormir en su casa, era tan solo un pantalón con figuras algo raras y una blusa delgada de tirantes algo ajustada. Lo primero que vio en la mesa desayunando era su padre, que se encontraba leyendo el diario el profeta y con un beso ella le daba los buenos días, al igual que su madre que se encontraba preparando el desayuno.
-Buenos días - dijo Hermione a Ginny, - parece que dormiste bien.
-Si, creo que he pasado una muy buena noche - le contestaba Ginny, Harry tan solo volteaba a verla con una sonrisa, ella no pareció notarlo-
-Aun no puedo creer que "el profeta" diga que no hemos podido solucionar el problema de los monos cantantes - decía molesto el señor Weasley mientras doblaba el diario - hace más de dos semanas que terminamos el caso.
-Papá, siempre ha sido así - intervenía Percy - tienen que tener una noticia buena para que compren el periódico.
-No es justos - contestaba el señor - tanto que nos esmeramos trabajando para que llegue un estúpido diario y nos ensucie la reputación.
-Ya cariño, sigue comiendo - se acercaba la señora Weasley mientras le daba un beso en la frente y le acercaba el pan tostado - Ginny, querida, siéntate ahorita te sirvo, ¿acaso Aundrey no piensa bajar?
-Aun sigue dormida - Contestaba Ginny con una voz un poco ronca -
-Tu amiga salió buena para dormir - dijo Ron metiéndose un pedazo de pan a la boca -
deberías de despertarla, no creo que mamá quiera prepararle algo mas tarde.
-Audrey en los fines de semana se levanta tarde, es su costumbre.
-Vaya costumbre que tienen los muggles, - decía la señora Weasley mientras le ponía a Ginny un plato de dos huevos con tocino.
-No todos tenemos esa costumbre - contestaba Hermione que se echaba a la boca un pedazo de fruta con miel a la boca - Ron hay veces que también duerme hasta muy tarde y entre semana.
-Ayy Hermione, no digas eso que.....
Un ruido que venía de afuera pareció llamar la atención de toda la familia, eran como ocho lechuzas y todas queriendo entrar por la ventana. Percy se levantó para ayudar a su madre que parecía no poder controlarlas todas al mismo tiempo, parecía que venían compitiendo por ver quien primero entregaba la carta. La señora Weasley pareció dominarlas mientras con una mano recogía las cartas, Percy trataba de detenerlas y salió al jardín para darles una pieza de pan a cada una, todos parecían cayados.
-Vaya - decía la señora Weasley mientras se acomodaba el cabello - creo que todos han recibido una carta.
Ron volvía a meterse un bocado a la boca, al parecer no le importaba mucho si había recibido una carta. La señora Weasley cargaba con un montón de cartas, mientras se sentaba para darle una a cada uno de los destinatarios.
-Bueno, veamos, esta carta es para Hermione, oh querida, es de la Universidad - la señora Weasley se miraba contenta, y Hermione había abierto los ojos de la felicidad, parecía impaciente por recibir la carta para abrirla - aquí tienes ábrela.
-ábrela - decía Harry que no había abierto la boca desde que Ginny había bajado las escaleras - veamos si te aceptaron.
Hermione abría la carta desesperada y echó un grito de felicidad cuando vio la carta.
-¡ME ACEPTARON! ¡ME ACEPTARON! - gritaba de felicidad mientras abrazaba a Ron
-En hora buena - decía Ginny -
-Sabía que te aceptarían - dijo Ron con tanta seguridad, parecía feliz por Hermione y Harry se limitaba a sonreír.
-Estaré con ustedes - decía contenta Hermione - aunque lógico, un año mas abajo. -No te preocupes, por el plan educativo que tiene la escuela, posiblemente tu que eres muy estudiosa, podrás alcanzarnos - decía Harry.
La señora Weasley parecía tan contenta que hasta en ese momento volvió a entregar las cartas.
-Esperen chicos, aquí hay mas cartas para ustedes - decía la señora Weaslye mientras volteaba a ver a su esposo que ya estaba en sentado en su sillón favorito terminando de leer el profeta.
-Esta es para ti Harry, y esta para ti Ron - dándoles a cada uno su respectiva carta - -Ahh, ya se - decía Ron - ya se de que se trata
-Si - decía Harry, abriendo la carta y echándole un vistazo - tenemos que estar en una semana en Londres, son para los últimos preparativos para los mundiales de quidditch, con eso de que jugaremos.
-¡Dios mío! Se me había olvidado - dijo la señora Weasley - tendremos que prepararnos, este año serán en Bulgaria . Arthur - le gritaba la señora Weasley a su esposo.
-Si Molly, ya tengo todo listo para ir a ver a Ron - contestaba El señor Weasley que seguía leyendo el periódico.
-Estamos orgullosos de que Harry y tu estén dentro de la selección nacional de quidditch - decía la señora weasley apunto de derramar una lagrima.
-Aayy mamá, sin tan solo soy suplente - decía Ron sin importancia -
-No importa querido, no importa, tu padre, yo y tus hermanos te iremos a ver.
-Claro, estaremos en primera fila - decía Hermione abrazando a Ron - aparte Harry también jugará.
-Mmm, creo que estas cartas son para ti Ginny - decía la señora weasley mientras leía de donde provenían y decía en voz alta.
-¿Para mi? - decía Ginny mientras dejaba de comer -
-Universidad de hechicería y magia de Londres, Universidad Autónoma para magos y brujas de Liverpool, Universidad Americana de brujería de Salem y UNIVERSIDAD DE OXFORD - esta ultima escuela parecía revolverle el corazón y el estómago a la señora Weasley de tal manera que parecía furiosa, ya que era una universidad muggle, todos parecían callados, hasta el señor Weasley había dejado de leer el diario y se acercó al comedor, Harry la miraba con sus grandes ojos verdes y Hermione parecía incrédula.
-¿Oxford? - decía Hermione rompiendo el silencio - ¿cómo pudo haber llegado una carta de Oxford por lechuza?
-No lo se - contestaba Ginny sin voltear a ver a los demás, sabía que tenía sobre ella todas las miradas, hasta la de Ron furioso - les di la dirección de Audrey, se supone que ahí debió de haber llegado -
-Oxford, no lo puedo creer -decía Ron enfadado - Oxford, mi hermana en Oxford y no en una universidad de magia.
-Cállate Ron - decía Hermione, - deja que tu hermana abra sus cartas, además aun no puedo creer que los de Oxford se hayan tomado la molestia de enviar una carta, si te la enviaron es porque lo más seguro es que hayas quedado, - decía Hermione con una sonrisa, a ella le hubiera gustado ir en Oxford, pero sabía que su educación no era la adecuada para estar ahí, al igual, lo que ella quería estudiar, no se encontraba dentro de la lísta de materias que impartían en esa universidad, todos volteaban a ver a Hermione con una mirada de enojo, así que volvió a romper el silencio:
-Señora Weasley ¿ sabía que Oxford está dentro de la lista de las mejores universidades de todo el mundo? - la señora weasley se miraba furiosa.
-Vamos cariño - dijo el señor Weasley con mucho amor mirando a su hija y comprendiéndola - ábrelas, queremos saber en cual te aceptaron.
Ginny miraba las cartas que se encontraban enfrente de ella, todos la observaban, esperaban que les dijera que había dentro de ellas, Ginny observó y tomó una carta que era de la universidad de América, la abrió y leyó la carta en voz alta:
-Universidad Americana de Salem: a Señorita Virginia Ann Weasley, queremos informarle que su solicitud fue recibida en esta universidad aproximadamente hace tres meses, después de estudiar sus calificaciones, llegamos a la conclusión de que usted está capacitada para pertenecer a nuestra institución - Ginny se quedaba callada, no siguió leyendo, la habían aceptado, eso era lo que quería saber, todos se encontraban callados.
-¡Felicidades cariño! - le dijo su padre con una sonrisa - fuiste aceptada.
-Felicidades Ginny - decía Harry muy serio, no se podría imaginar a Ginny tan lejos de el, no todo un océano tan grande de distancia, Harry lucía pálido y Ginny no sabía que decir.
-Pero no me imagino a mi hija, la mas pequeña tan lejos de su familia - le terminaba de decir su padre, dándole a entender que jamás le daría permiso para irse a estudiar a América.
-Lo sé - decía Ginny, Ron y Hermione tan solo volteaban a verse entre si, la señora weasley parecía enfadada. Ginny tomaba otro sobre y lo abría con mucho cuidado, y volvía a leerlo en voz alta:
-Universidad Autónoma para magos y brujas de Liverpool. Señorita Virginia Ann Weaslye, queremos informarle que su solicitud de ingreso ha sido aceptada - Ginny dejó de leer, tan solo necesitaba el resultado.
Los señores Weasley lucían mas felices, Ron ya no se encontraba tan enojado, parecía que la furia se le había ido, Hermione se preguntaba porque no había pensado en la universidad de Liverpool antes, pero cuando volteó a ver a Ron, supo la respuesta, quería encontrarse a su lado. Harry parecía confundido. Ginny tomaba el otro sobre que pertenecía a la universidad de hechicería y magia de Londres, todos parecían atentos, la leyó en voz alta y cuando terminó de leerla todos parecían felices, Ginny había sido aceptada también en esta universidad, pero todos sabían que si en Oxford había sido aceptada, Ginny entraría a esa universidad y se olvidaría de las otras por completo, la señora weasley trataría de convencerla para que entrara a la universidad de Londres, no quería que su hija se fuera tan lejos de ellos, las demás universidades eran demasiado retiradas y no quería ni pensar que su pequeña hija entraría en Oxford y se olvidara por completo de la magia y de su origen.
Ginny tomaba el último sobre, este parecía un sobre mas común que los demás, era blanco y no tenía un sello como los demás, el sello que contenía parecía de imprenta. Ginny prefirió leer la carta para ella misma, tenía mucha presión por todos, así que tan solo la leyó en voz baja, nadie la escuchaba, tan solo vieron como Ginny gritaba de la felicidad, nadie sabía porque, pero se encontraba completamente feliz, no podía comprender la felicidad, Ginny aventaba la carta y dejaba a todos con cara de signo de interrogación. Una última lechuza golpeaba la ventana, lo que hizo que se dirigiera hacia la ventana y la dejara entrar. Hermione tomaba la carta y la leía incrédula y ponía los ojos como dos platos redondos. La lechuza que había entrado traía un paquete un poco grande y lucía cansada, el paquete le pertenecía a Ginny que inmediatamente parecía saber de quien provenía, le daba un pedazo de pan a la lechuza y tomaba la carta que Herminoe acababa de leer incrédula y contenta subía las escaleras casi corriendo.
-¿QUÉ DECÍA LA CARTA? - decía la señora weasley muy preocupada a Hermione que aun no podía creerlo -
-Dios mío - decía Hermione sin darse cuenta del todo
-¿qué sucede? - decía Harry
-JAJAJAJAJA - reía Hermione
-¿Que sucede? ¿HERMIONE? - decía Ron
-Lo siento, es que no puedo creerlo, no de Ginny. Fue aceptada en Oxford, al parecer presentó un examen para pedir una beca, fue muy considerada al hacer eso - dijo esto último volteando a ver a la señora weasley que parecía muy pálida - le dieron a Ginny una beca del 90% por sus calificaciones, eso significa que tan solo pagará el 10% de la colegiatura original, ¿saben? Eso es casi imposible, casi nunca logran una calificación tan alta.
-Ya no sigas - decía la señora weasley que le faltaba aire cada vez mas -
-Señora weasley - decia Hermione - tiene que estar orgullosa de Ginny, nunca mas verá que alguien haya sido aceptado en Oxford de esta manera, ni yo tendría una beca tan grande, creo que en realidad Ginny quiere entrar a esa universidad, y es que aún no puedo creerlo que la hayan aceptado, y después de que se hayan enterado de que estuvo en Hogwarts.
-¿QUÉ? - decía Ron.
-¿CÓMO ES POSIBLE ESO? - decía Harry impresionado -
Ginny subía las escaleras contenta, tenía en una mano la carta y en la otra un paquete, llegaba hasta su habitación abriendo la puerta, su amiga se encontraba ya despierta, levantando las camas movibles para dejar un espacio en la habitación.
-¡ME ACEPTARON! - decía Ginny gritando y brincando - ¡me aceptaron!
-¡QUE! - decía Audrey incrédula - ¿ME ESTAS DICIENDO LA VERDAD?
-SII, CLARO QUE SI, - las dos se reían felices, sin notar que alguien desde el pasillo las observaba -
-Espérate - le decía Audrey- ¿ en qué te aceptaron?
-EN OXFORD - decía Ginny gritando de júbilo-
-AAAAAAA - gritaba Audrey - no es cierto, ¡felicidades Ginny ¡
-¿SABES QUE SIGNIFICA ESO? Que estaré con él, podré volverlo a ver, estaré con el.
-Lo se - dijo Audrey mientras su mirada lucía con unas cuantas lágrimas en sus ojos al igual que Ginny - estarás mas tiempo con él, no tienes idea de lo feliz que estoy con esta noticia.
-Y eso no es todo - Ginny agarraba el paquete que se encontraba en la cama - me acaba de llegar un paquete de...
-De AA..- Ginny callaba a su amiga, que se dio cuenta que estaba apunto de decir el nombre. - Bueno, de tu-ya-sabes-quien.
-Así es - decía Ginny mientras sostenía el paquete entre sus manos - pero no le digas así, el no se merece que lo llamemos de ese modo.
-Bueno que esperas para abrir el paquete.
Harry se encontraba afuera de la habitación de Ginny, iba a subir para felicitarla y preguntarle que universidad iba a escoger, sin embargo la plática de Ginny y su amiga fue mucho mas interesante, se había quedado afuera de la puerta escuchando lo que decían, y lo que había escuchado decir de Audrey lo asustaba, no entendía de que estaban hablando, aun no quería hacer conjeturas, no hasta terminar de escuchar toda la platica.
-No, no lo voy a abrir ahorita - decía Ginny agarrando muy bien el paquete. - si alguien llegara a entrar y ver de que se trata no tendría palabras con qué explicar cualquier cosa que este dentro. Pero ¿te confieso algo?.
-¿qué?
-Me muero por abrir el paquete.
-Aaay yo también - decía Audrey - quiero saber que tan grande se encuentra ya.
-Cálmate Audrey, bajaremos en la tarde a caminar al jardín, me llevaré el paquete y lo abriremos allá las dos y si es posible le contestaremos al maestro la carta.
-¿Qué te dijo tu mamá respecto a que habías quedado en Oxford?
-No tienes idea de la cara que puso, pero ¿sabes que Audrey?, por primera vez tengo que pensar en mi, aunque le parta el corazón a mi madre, tengo que inventar que voy a estar tomando en clases en Oxford, así mis padres no se darían cuenta que en realidad no estoy estudiando, ellos no saben mucho de estudios muggles así que aprovechare esto para irme a donde tu ya sabes, con él, estaré a su lado, quiero estar todo el tiempo posible con él, no quiero perderme ni un minuto de su vida.
Las chicas siguieron hablando, Harry estaba enojado, habían cambiado el tema varias veces, por ropa, maquillaje, casas, etcétera, etcétera, se había quedado parado a un lado de la puerta muy desconcertado, las palabras que había escuchado venir de la boca de las chicas hacía que le doliera de nuevo la cabeza, parecía que estas e unían en su mente repetitivamente: quien-tu-sabes-, un paquete, no abrirlo por el contenido, maestro, y lo que más le daba vuelta, Ginny enamorada de alguien que no era el, sin dejar atrás que Ginny mentiría a sus padres por irse con él, pero aun no podía creerlo, ¿acaso sería Ginny un mortifago? Pero ¿de quién?, en el último ataque de lord Voldemort algunos habían escapado y posiblemente había un pequeño grupo de seguidores de el-que-no-debe-ser- nombrado, pero ¿Ginny dentro de el? No su Ginny, no la que el conocía. Harry se levantaba, por su cabeza pasaban mucho mas cosas.
Creía que posiblemente después de que Harry había dejado a Ginny, ella se había podido unir a un mortífago en venganza suya. Miles de idea se le venían. Ginny con un hombre mayor que ella, Ginny enamorada de un mortifago que él no conocía, Ginny dejando la escuela y a su familia por irse a vivir con él, con quien-tu-ya-sabes, como dijo Audrey. Audrey había mencionado que no podía esperar ver cuanto había crecido, ¿se refería a Lord Voldemort? No, no de el, el había muerto, no podía ser él, y si así fuera, no creía que Ginny le estuviera ayudando, o bueno, eso quería creer el, creer que Ginny era una niña, una muy buena niña, que había salido de la casa de Gryffindor, de Hogwarts, que era una Weasley, eso quería seguir creyendo él, pero por su mente aún estaba el nombre de-quien-tu-sabes rondando por su cabeza.
Esa misma tarde Harry habló con Hermione, le contó todo lo que había escuchado, Hermione lucía incrédula, no creía del todo las ideas de Harry, aunque no se lo dijo, pensaba que Harry se encontraba un poco paranoico, no se imaginaba a Ginny como un mortifago, no en esos tiempos de paz, no podía imaginarse tampoco a Ginny queriendo a alguien mas que no fuera Harry, aunque realmente no entendía lo que pasaba realmente.
Esa noche la mente de Harry parecía estar a miles de kilómetros fuera de tierra, navegaba en un sinfín de ideas y posibles hipótesis. Harry trataba de cerrar los ojos, de dormir un poco, pero no podía, no después de lo que había oído. Volteó a ver el reloj con dificultad y marcaban las 2:30 de la noche, Hermione ya había entrado al cuarto de Ron desde hace una hora, dormía abrazada de él placidamente, al igual que Ron. Por un momento sintió que el sueño lo vencía y luego recordó a Ginny, y en lo que hubiera pasado si en verdad ella hubiera estado embarazada, ¿qué hubiera hecho?, cerró sus ojos y se quedó profundamente dormido.
Había entrado en un sueño profundo como pocas veces, se encontraba en Hogwarts, que parecía abandonada, caminaba entre sus pasillos solitarios, los cuadros parecían no tener movimiento, estaban solos, no había nadie, había una brisa que no dejaba ver a tres metros de distancia, tan solo tenía que llegar, pensaba Harry, no sabía a donde. Escuchaba una voz de lejos, una voz suave, dulce, como la de una niña a lo lejos, la niña cantaba una canción que a penas lograba escuchar.
Close your eyes Have no fear The mounsters gone He's on the run and your daddy's here,
Harry seguía caminando por los pasillos, se sentía mareado, el piso parecía moverse, subía las escaleras, su corazón parecía quererse escapar de su pecho de lo rápido que le trabajaba, tenía que llegar ahí, tenía que ver a la niña que cantaba.
Beautiful,
Beautiful, beautiful,
Beautiful Boy,
La voz se escuchaba con eco por todo el Castillo, hacía pausas. La mente de Harry parecía querer recordar en donde había escuchado esa canción, trataba con todas sus fuerzas recordarla, pero no podía saber, no podía.
Before you go to sleep,
Say a little prayer,
Every day, in every way,
It's getting better and better,
Harry había llegado hacia donde estaba el cuadro de la señora gorda, ella no se encontraba, se preguntaba en donde estaría, la canción provenía de la torre de Gryffindor, trataba de entrar moviendo el cuadro, cuando de la nada aparece la señora Gorda.
Pasa Harry, te están esperando desde hace mucho tiempo.
El cuadro se movía y Harry entraba, la voz parecía sonar mas fuerte, le urgía llegar hacia donde se escuchaba la canción.
Beautiful,
Beautiful, beautiful,
Beautiful Boy,
Harry se encontraba en la sala común, la chimenea parecía estar encendida y completamente sola, la voz provenía de una de las habitaciones y dejándose guiar por la canción caminó hacia las escaleras de caracol, la canción cada vez se escuchaba mas y mas.
Out on the ocean, sailing away,
I can hardly wait,
To see you to come of age,
But I guess we'll both,
Just have to be patient,
Yes it's a long way to go,
But in the meantime,
El corazón le dirigía y se agitaba cada vez mas, estaba mas cerca de quien fuera que sea. Entraba a la habitación de mujeres, la misma en la que alguna vez durmió Ginny, había alguien observando por la ventana, aun no podía ver quien era, la noche no estaba a su favor, ya que tenía que acercarse mas para ver a la persona que se encontraba.
Before you cross the street,
Take my hand,
Life is just what happens to you,
While your busy making other plans,
Ya no podía mas, sentía que todo se le venía encima, era Ginny, se encontraba enfrente de la ventana, viendo hacia fuera, era de noche, un rayo de la luna le daba directo al rostro de ella, su larga cabellera roja le tapaba un lado de su rostro, traía el uniforme de Hogwarts y no parecía percatarse de que Harry se acercaba, entre sus manos cargaba con un bulto, lo mecía y le cantaba cariñosamente. Harry se detuvo y observó con ternura la escena, parecía mecer a un bebé, a su bebé.
Beautiful,
Beautiful, beautiful,
Beautiful Boy,
Darling,
Darling,
Darling "JIM".
Ginny parecía haber terminado la canción, se percató de que Harry se encontraba ahí, y volteaba a verlo.
Shhh - decía Ginny tapando con su dedo la boca - está dormido, no lo despiertes. Harry se acercaba a Ginny cada vez mas, ella se miraba igual de joven que hace un año atrás, se acercaba a ella para poder ver al bebé que se encontraba completamente tapado, Harry con una mano con sumo cuidado le retiraba la cobija y al ver el rostro del bebé parecía quedarse frío, y el miedo le invadió, el bebé tenía cara de calavera. Harry gritaba aterrorizado y Ginny lo callaba para no despertarlo.
Harry se levantaba sobresaltado, tenía el rostro bañado de sudor frío, era tan solo un sueño, pensaba, tan solo un mal sueño, volteaba a ver el reloj y eran las 3:00 a.m. su corazón latía muy fuerte, y un frío viento muy violeto soplaba por afuera. Trató de recostarse pero era imposible, tenía primero tratar de encontrar la diferencia entre la realidad y sueño; sin embargo un presentimiento muy fuerte parecía invadirlo, un impulso lo hizo levantarse tan rápido olvidando que Ron y Hermione dormían en la cama de al lado. Harry se asomaba por la ventana, el viento golpeaba fuertemente los árboles y por la puerta de la madriguera parecía salir alguien, era una mujer delgada, traía una bata larga y blanca, se miraba pálida y el aire le daba directo a la cara, traía entre las manos una caja. Harry tomó sus anteojos para observarla mejor, era Ginny. Harry salió disparado del cuarto sin importarle si levantaba a alguien a esa hora. Bajó las escaleras lo más rápido que pudo, y salió por la misma puerta que Ginny, la de la cocina. Ginny se miraba ya retirada de él, tan solo se distinguía por la bata blanca, su cabello suelto que bailaba con el viento, Harry se detuvo por un momento en la puerta, pensando en seguirla o quedarse ahí. Pero luego vio bien a Ginny, que parecía como embrujada, iba a gritarle, pero entonces prefirió correr, ella no lo miraba. Ginny ya estaba muy retirada, perdida por una de las lomas que había alrededor del jardín de la madriguera, tomaba la caja y la abría, una luz reluciente color verde salía de ella que iluminaba el cielo. Harry corría con todas sus fuerzas para alcanzarla, temía que hiciera algo malo, la luz iba directo al cielo, Ginny parecía cada vez mas como embrujada, cuando de repente Ginny cae al suelo desmayada.
¡GINNY! - gritaba Harry desesperado llegando a ella. La caja caía al suelo cerrándose.
Harry llegaba hacia donde hacía tirada en el pasto Ginny, la tomaba y la abrazaba, trataba de ver que era lo que le sucedía
Ginny, Ginny, despierta - le decía mientras levemente le golpeaba en una de las mejillas, Harry parecía desesperado.
Dios mío, ¿qué hiciste? ¿qué fue eso? - Harry cargaba a Ginny entre sus brazos y se dirigió hacia la madriguera, con un esfuerzo grande, pues esta se encontraba a mas de 30 metros de distancia, llegaba a ella y la recostaba en un sofá mientras respiraba grandes bocanadas de aire.
Ginny se miraba pálida, por un momento pensó en ir a despertar al señor weasley, pero no estaba seguro que hacer, así que por lo que pasó por su mente fue en subir las escaleras e ir por su varita para despertarla, así que se volteó y se dirigió hacia las escaleras, sin embargo algo lo detuvo. JIM - Ginny se despertaba con un salto,mencionando este nombre, los ojos estaban llenos de lágrimas.
Harry se quedaba helado, Ginny no lo había visto, volteaba a verla desde las escaleras, estaba petrificado, el corazón parecía darle vueltas, se volcaba entre sus demás órganos y sus ojos se abrían tan grandes. Harry sintió un sentimiento que jamás en su vida había sentido, sus ojos se le llenaban de lagrimas, su corazón parecía comprenderlo tan bien todo, pero su mente se negaba a creer. Jim, su corazón había captado perfectamente de quien se trataba. Ginny que se encontraba de espaldas de Harry, se quedó callada después de mencionar el nombre, las lágrimas caían de su rostro una tras otra, como si lloviera en su rostro, en fracción de segundos, como si alguien le dijera, volteó hacia atrás, y lo vio, sin moverse, paralizado, con los ojos cristalinos apunto de estallar, tenía la boca un poco abierta, como queriendo hablar, pero nada podía salirle en ese momento, Ginny lucía con miedo y algo salió de la boca de Harry.
¿quién es Jim? - la voz de harry estaba temblorosa.
Aagggggr - un gemido de dolor salió de la boca de Ginny, acompañado de una lluvia de lagrimas en sus ojos. Ginny sentía que estaba apunto de vomitar todos su sentimientos sin importar que Harry la viera, se sentía sumamente vulnerable y la desgarraba verlo a el de esa manera, como nunca antes, él estaba herido.
Jimy es, es - Ginny tenía la voz quebrada y miraba hacia abajo, Harry se encontraba destrozado al igual que ella, estaba apunto de confesarle algo sumamente importante, algo que el ya sabía, Harry no quería escuchar, sabía lo que diría, le rompería el alma, y parecía que a Ginny le desgarraba el corazón por cada letra que decía. Miraba sus ojos llenos de tristeza que no podía contenerse y antes que ella dijera algo, corrió y la abrazó, la cayó con un fuerte abrazo, tan fuerte que Ginny le mojaba la pijama con sus lágrimas.
No necesitas decírmelo - dijo Harry con su voz quebrada, se encontraba llorando, sus lágrimas recorrían sus mejillas como nunca antes, sujetaba tan fuerte a Ginny y ella a él, que por ese momento olvidaban cualquier otra cosa. Ginny no podía ver su rostro, no quería que lo viera llorar, sin decir nada, ambos sabía que era lo que sucedía, sin mencionar nada, tan solo los dos abrazados se comunicaban y parecía entender hasta el mas mínimo detalle, Harry podía entender claramente que era lo que ella sentía, lo que sintió todo este tiempo que se encontró sola, y se prometió a si mismo que jamás la dejaría sola, jamás. Los dos se encontraban en la misma sintonía y Harry la seguía abrazando, se negaba a soltarla, y ella a soltarlo, Ginny lloraba y no miraba que el también, tan solo por la mente de Ginny pasaba que el había comprendido, tal vez no sabía la verdad completamente, pero comprendía tan bien sus sentimientos y sabía que el se sentía igual que ella, su corazón se lo decía.
Ginny lloró y lloró, por todo lo que sufrió y por lo que sufre, lloró hasta no tener lagrimas, él seguía aferrado a ella, lloró hasta quedarse dormida entre sus brazos, como antes, suspirando. A la mañana siguiente la luz del sol le dio en la cara, estaba acostada en el sillón, tenía los ojos hinchados, y se encontraba sola, sola completamente, Harry se había ido, ya no estaba a su lado, temió que fuera un sueño, tan solo un sueño, pero aun en su corazón sentía la carga enorme de tristeza, y comprendió que aquella noche, la había pasado con el.
NOTA DE LA AUTORA: La canción que cantaba Ginny en el sueño, no es mía, se abran dado cuenta aquellos fanáticos al igual que yo es de John Lennon, "Beautiful boy" el se la escribió a su hijo Sean cuando se encontraba pequeño para demostrarle cuanto lo amaba.
La mañana desde la ventana lucía hermosa, ya pasaban más de las ocho de la mañana, volteaba a ver a su amiga y seguía completamente dormida, luego dirigió su mirada a la cama y no se encontraba Hermione durmiendo en ella, lo primero que se le cruzó por la mente fue que posiblemente ya había bajado a desayunar, con somnolencia bajó las escaleras con cuidado de no caerse, su pelo lucía un poco despeinado y traía consigo la vieja pijama que le había regalado Audrey un día que se había quedado a dormir en su casa, era tan solo un pantalón con figuras algo raras y una blusa delgada de tirantes algo ajustada. Lo primero que vio en la mesa desayunando era su padre, que se encontraba leyendo el diario el profeta y con un beso ella le daba los buenos días, al igual que su madre que se encontraba preparando el desayuno.
-Buenos días - dijo Hermione a Ginny, - parece que dormiste bien.
-Si, creo que he pasado una muy buena noche - le contestaba Ginny, Harry tan solo volteaba a verla con una sonrisa, ella no pareció notarlo-
-Aun no puedo creer que "el profeta" diga que no hemos podido solucionar el problema de los monos cantantes - decía molesto el señor Weasley mientras doblaba el diario - hace más de dos semanas que terminamos el caso.
-Papá, siempre ha sido así - intervenía Percy - tienen que tener una noticia buena para que compren el periódico.
-No es justos - contestaba el señor - tanto que nos esmeramos trabajando para que llegue un estúpido diario y nos ensucie la reputación.
-Ya cariño, sigue comiendo - se acercaba la señora Weasley mientras le daba un beso en la frente y le acercaba el pan tostado - Ginny, querida, siéntate ahorita te sirvo, ¿acaso Aundrey no piensa bajar?
-Aun sigue dormida - Contestaba Ginny con una voz un poco ronca -
-Tu amiga salió buena para dormir - dijo Ron metiéndose un pedazo de pan a la boca -
deberías de despertarla, no creo que mamá quiera prepararle algo mas tarde.
-Audrey en los fines de semana se levanta tarde, es su costumbre.
-Vaya costumbre que tienen los muggles, - decía la señora Weasley mientras le ponía a Ginny un plato de dos huevos con tocino.
-No todos tenemos esa costumbre - contestaba Hermione que se echaba a la boca un pedazo de fruta con miel a la boca - Ron hay veces que también duerme hasta muy tarde y entre semana.
-Ayy Hermione, no digas eso que.....
Un ruido que venía de afuera pareció llamar la atención de toda la familia, eran como ocho lechuzas y todas queriendo entrar por la ventana. Percy se levantó para ayudar a su madre que parecía no poder controlarlas todas al mismo tiempo, parecía que venían compitiendo por ver quien primero entregaba la carta. La señora Weasley pareció dominarlas mientras con una mano recogía las cartas, Percy trataba de detenerlas y salió al jardín para darles una pieza de pan a cada una, todos parecían cayados.
-Vaya - decía la señora Weasley mientras se acomodaba el cabello - creo que todos han recibido una carta.
Ron volvía a meterse un bocado a la boca, al parecer no le importaba mucho si había recibido una carta. La señora Weasley cargaba con un montón de cartas, mientras se sentaba para darle una a cada uno de los destinatarios.
-Bueno, veamos, esta carta es para Hermione, oh querida, es de la Universidad - la señora Weasley se miraba contenta, y Hermione había abierto los ojos de la felicidad, parecía impaciente por recibir la carta para abrirla - aquí tienes ábrela.
-ábrela - decía Harry que no había abierto la boca desde que Ginny había bajado las escaleras - veamos si te aceptaron.
Hermione abría la carta desesperada y echó un grito de felicidad cuando vio la carta.
-¡ME ACEPTARON! ¡ME ACEPTARON! - gritaba de felicidad mientras abrazaba a Ron
-En hora buena - decía Ginny -
-Sabía que te aceptarían - dijo Ron con tanta seguridad, parecía feliz por Hermione y Harry se limitaba a sonreír.
-Estaré con ustedes - decía contenta Hermione - aunque lógico, un año mas abajo. -No te preocupes, por el plan educativo que tiene la escuela, posiblemente tu que eres muy estudiosa, podrás alcanzarnos - decía Harry.
La señora Weasley parecía tan contenta que hasta en ese momento volvió a entregar las cartas.
-Esperen chicos, aquí hay mas cartas para ustedes - decía la señora Weaslye mientras volteaba a ver a su esposo que ya estaba en sentado en su sillón favorito terminando de leer el profeta.
-Esta es para ti Harry, y esta para ti Ron - dándoles a cada uno su respectiva carta - -Ahh, ya se - decía Ron - ya se de que se trata
-Si - decía Harry, abriendo la carta y echándole un vistazo - tenemos que estar en una semana en Londres, son para los últimos preparativos para los mundiales de quidditch, con eso de que jugaremos.
-¡Dios mío! Se me había olvidado - dijo la señora Weasley - tendremos que prepararnos, este año serán en Bulgaria . Arthur - le gritaba la señora Weasley a su esposo.
-Si Molly, ya tengo todo listo para ir a ver a Ron - contestaba El señor Weasley que seguía leyendo el periódico.
-Estamos orgullosos de que Harry y tu estén dentro de la selección nacional de quidditch - decía la señora weasley apunto de derramar una lagrima.
-Aayy mamá, sin tan solo soy suplente - decía Ron sin importancia -
-No importa querido, no importa, tu padre, yo y tus hermanos te iremos a ver.
-Claro, estaremos en primera fila - decía Hermione abrazando a Ron - aparte Harry también jugará.
-Mmm, creo que estas cartas son para ti Ginny - decía la señora weasley mientras leía de donde provenían y decía en voz alta.
-¿Para mi? - decía Ginny mientras dejaba de comer -
-Universidad de hechicería y magia de Londres, Universidad Autónoma para magos y brujas de Liverpool, Universidad Americana de brujería de Salem y UNIVERSIDAD DE OXFORD - esta ultima escuela parecía revolverle el corazón y el estómago a la señora Weasley de tal manera que parecía furiosa, ya que era una universidad muggle, todos parecían callados, hasta el señor Weasley había dejado de leer el diario y se acercó al comedor, Harry la miraba con sus grandes ojos verdes y Hermione parecía incrédula.
-¿Oxford? - decía Hermione rompiendo el silencio - ¿cómo pudo haber llegado una carta de Oxford por lechuza?
-No lo se - contestaba Ginny sin voltear a ver a los demás, sabía que tenía sobre ella todas las miradas, hasta la de Ron furioso - les di la dirección de Audrey, se supone que ahí debió de haber llegado -
-Oxford, no lo puedo creer -decía Ron enfadado - Oxford, mi hermana en Oxford y no en una universidad de magia.
-Cállate Ron - decía Hermione, - deja que tu hermana abra sus cartas, además aun no puedo creer que los de Oxford se hayan tomado la molestia de enviar una carta, si te la enviaron es porque lo más seguro es que hayas quedado, - decía Hermione con una sonrisa, a ella le hubiera gustado ir en Oxford, pero sabía que su educación no era la adecuada para estar ahí, al igual, lo que ella quería estudiar, no se encontraba dentro de la lísta de materias que impartían en esa universidad, todos volteaban a ver a Hermione con una mirada de enojo, así que volvió a romper el silencio:
-Señora Weasley ¿ sabía que Oxford está dentro de la lista de las mejores universidades de todo el mundo? - la señora weasley se miraba furiosa.
-Vamos cariño - dijo el señor Weasley con mucho amor mirando a su hija y comprendiéndola - ábrelas, queremos saber en cual te aceptaron.
Ginny miraba las cartas que se encontraban enfrente de ella, todos la observaban, esperaban que les dijera que había dentro de ellas, Ginny observó y tomó una carta que era de la universidad de América, la abrió y leyó la carta en voz alta:
-Universidad Americana de Salem: a Señorita Virginia Ann Weasley, queremos informarle que su solicitud fue recibida en esta universidad aproximadamente hace tres meses, después de estudiar sus calificaciones, llegamos a la conclusión de que usted está capacitada para pertenecer a nuestra institución - Ginny se quedaba callada, no siguió leyendo, la habían aceptado, eso era lo que quería saber, todos se encontraban callados.
-¡Felicidades cariño! - le dijo su padre con una sonrisa - fuiste aceptada.
-Felicidades Ginny - decía Harry muy serio, no se podría imaginar a Ginny tan lejos de el, no todo un océano tan grande de distancia, Harry lucía pálido y Ginny no sabía que decir.
-Pero no me imagino a mi hija, la mas pequeña tan lejos de su familia - le terminaba de decir su padre, dándole a entender que jamás le daría permiso para irse a estudiar a América.
-Lo sé - decía Ginny, Ron y Hermione tan solo volteaban a verse entre si, la señora weasley parecía enfadada. Ginny tomaba otro sobre y lo abría con mucho cuidado, y volvía a leerlo en voz alta:
-Universidad Autónoma para magos y brujas de Liverpool. Señorita Virginia Ann Weaslye, queremos informarle que su solicitud de ingreso ha sido aceptada - Ginny dejó de leer, tan solo necesitaba el resultado.
Los señores Weasley lucían mas felices, Ron ya no se encontraba tan enojado, parecía que la furia se le había ido, Hermione se preguntaba porque no había pensado en la universidad de Liverpool antes, pero cuando volteó a ver a Ron, supo la respuesta, quería encontrarse a su lado. Harry parecía confundido. Ginny tomaba el otro sobre que pertenecía a la universidad de hechicería y magia de Londres, todos parecían atentos, la leyó en voz alta y cuando terminó de leerla todos parecían felices, Ginny había sido aceptada también en esta universidad, pero todos sabían que si en Oxford había sido aceptada, Ginny entraría a esa universidad y se olvidaría de las otras por completo, la señora weasley trataría de convencerla para que entrara a la universidad de Londres, no quería que su hija se fuera tan lejos de ellos, las demás universidades eran demasiado retiradas y no quería ni pensar que su pequeña hija entraría en Oxford y se olvidara por completo de la magia y de su origen.
Ginny tomaba el último sobre, este parecía un sobre mas común que los demás, era blanco y no tenía un sello como los demás, el sello que contenía parecía de imprenta. Ginny prefirió leer la carta para ella misma, tenía mucha presión por todos, así que tan solo la leyó en voz baja, nadie la escuchaba, tan solo vieron como Ginny gritaba de la felicidad, nadie sabía porque, pero se encontraba completamente feliz, no podía comprender la felicidad, Ginny aventaba la carta y dejaba a todos con cara de signo de interrogación. Una última lechuza golpeaba la ventana, lo que hizo que se dirigiera hacia la ventana y la dejara entrar. Hermione tomaba la carta y la leía incrédula y ponía los ojos como dos platos redondos. La lechuza que había entrado traía un paquete un poco grande y lucía cansada, el paquete le pertenecía a Ginny que inmediatamente parecía saber de quien provenía, le daba un pedazo de pan a la lechuza y tomaba la carta que Herminoe acababa de leer incrédula y contenta subía las escaleras casi corriendo.
-¿QUÉ DECÍA LA CARTA? - decía la señora weasley muy preocupada a Hermione que aun no podía creerlo -
-Dios mío - decía Hermione sin darse cuenta del todo
-¿qué sucede? - decía Harry
-JAJAJAJAJA - reía Hermione
-¿Que sucede? ¿HERMIONE? - decía Ron
-Lo siento, es que no puedo creerlo, no de Ginny. Fue aceptada en Oxford, al parecer presentó un examen para pedir una beca, fue muy considerada al hacer eso - dijo esto último volteando a ver a la señora weasley que parecía muy pálida - le dieron a Ginny una beca del 90% por sus calificaciones, eso significa que tan solo pagará el 10% de la colegiatura original, ¿saben? Eso es casi imposible, casi nunca logran una calificación tan alta.
-Ya no sigas - decía la señora weasley que le faltaba aire cada vez mas -
-Señora weasley - decia Hermione - tiene que estar orgullosa de Ginny, nunca mas verá que alguien haya sido aceptado en Oxford de esta manera, ni yo tendría una beca tan grande, creo que en realidad Ginny quiere entrar a esa universidad, y es que aún no puedo creerlo que la hayan aceptado, y después de que se hayan enterado de que estuvo en Hogwarts.
-¿QUÉ? - decía Ron.
-¿CÓMO ES POSIBLE ESO? - decía Harry impresionado -
Ginny subía las escaleras contenta, tenía en una mano la carta y en la otra un paquete, llegaba hasta su habitación abriendo la puerta, su amiga se encontraba ya despierta, levantando las camas movibles para dejar un espacio en la habitación.
-¡ME ACEPTARON! - decía Ginny gritando y brincando - ¡me aceptaron!
-¡QUE! - decía Audrey incrédula - ¿ME ESTAS DICIENDO LA VERDAD?
-SII, CLARO QUE SI, - las dos se reían felices, sin notar que alguien desde el pasillo las observaba -
-Espérate - le decía Audrey- ¿ en qué te aceptaron?
-EN OXFORD - decía Ginny gritando de júbilo-
-AAAAAAA - gritaba Audrey - no es cierto, ¡felicidades Ginny ¡
-¿SABES QUE SIGNIFICA ESO? Que estaré con él, podré volverlo a ver, estaré con el.
-Lo se - dijo Audrey mientras su mirada lucía con unas cuantas lágrimas en sus ojos al igual que Ginny - estarás mas tiempo con él, no tienes idea de lo feliz que estoy con esta noticia.
-Y eso no es todo - Ginny agarraba el paquete que se encontraba en la cama - me acaba de llegar un paquete de...
-De AA..- Ginny callaba a su amiga, que se dio cuenta que estaba apunto de decir el nombre. - Bueno, de tu-ya-sabes-quien.
-Así es - decía Ginny mientras sostenía el paquete entre sus manos - pero no le digas así, el no se merece que lo llamemos de ese modo.
-Bueno que esperas para abrir el paquete.
Harry se encontraba afuera de la habitación de Ginny, iba a subir para felicitarla y preguntarle que universidad iba a escoger, sin embargo la plática de Ginny y su amiga fue mucho mas interesante, se había quedado afuera de la puerta escuchando lo que decían, y lo que había escuchado decir de Audrey lo asustaba, no entendía de que estaban hablando, aun no quería hacer conjeturas, no hasta terminar de escuchar toda la platica.
-No, no lo voy a abrir ahorita - decía Ginny agarrando muy bien el paquete. - si alguien llegara a entrar y ver de que se trata no tendría palabras con qué explicar cualquier cosa que este dentro. Pero ¿te confieso algo?.
-¿qué?
-Me muero por abrir el paquete.
-Aaay yo también - decía Audrey - quiero saber que tan grande se encuentra ya.
-Cálmate Audrey, bajaremos en la tarde a caminar al jardín, me llevaré el paquete y lo abriremos allá las dos y si es posible le contestaremos al maestro la carta.
-¿Qué te dijo tu mamá respecto a que habías quedado en Oxford?
-No tienes idea de la cara que puso, pero ¿sabes que Audrey?, por primera vez tengo que pensar en mi, aunque le parta el corazón a mi madre, tengo que inventar que voy a estar tomando en clases en Oxford, así mis padres no se darían cuenta que en realidad no estoy estudiando, ellos no saben mucho de estudios muggles así que aprovechare esto para irme a donde tu ya sabes, con él, estaré a su lado, quiero estar todo el tiempo posible con él, no quiero perderme ni un minuto de su vida.
Las chicas siguieron hablando, Harry estaba enojado, habían cambiado el tema varias veces, por ropa, maquillaje, casas, etcétera, etcétera, se había quedado parado a un lado de la puerta muy desconcertado, las palabras que había escuchado venir de la boca de las chicas hacía que le doliera de nuevo la cabeza, parecía que estas e unían en su mente repetitivamente: quien-tu-sabes-, un paquete, no abrirlo por el contenido, maestro, y lo que más le daba vuelta, Ginny enamorada de alguien que no era el, sin dejar atrás que Ginny mentiría a sus padres por irse con él, pero aun no podía creerlo, ¿acaso sería Ginny un mortifago? Pero ¿de quién?, en el último ataque de lord Voldemort algunos habían escapado y posiblemente había un pequeño grupo de seguidores de el-que-no-debe-ser- nombrado, pero ¿Ginny dentro de el? No su Ginny, no la que el conocía. Harry se levantaba, por su cabeza pasaban mucho mas cosas.
Creía que posiblemente después de que Harry había dejado a Ginny, ella se había podido unir a un mortífago en venganza suya. Miles de idea se le venían. Ginny con un hombre mayor que ella, Ginny enamorada de un mortifago que él no conocía, Ginny dejando la escuela y a su familia por irse a vivir con él, con quien-tu-ya-sabes, como dijo Audrey. Audrey había mencionado que no podía esperar ver cuanto había crecido, ¿se refería a Lord Voldemort? No, no de el, el había muerto, no podía ser él, y si así fuera, no creía que Ginny le estuviera ayudando, o bueno, eso quería creer el, creer que Ginny era una niña, una muy buena niña, que había salido de la casa de Gryffindor, de Hogwarts, que era una Weasley, eso quería seguir creyendo él, pero por su mente aún estaba el nombre de-quien-tu-sabes rondando por su cabeza.
Esa misma tarde Harry habló con Hermione, le contó todo lo que había escuchado, Hermione lucía incrédula, no creía del todo las ideas de Harry, aunque no se lo dijo, pensaba que Harry se encontraba un poco paranoico, no se imaginaba a Ginny como un mortifago, no en esos tiempos de paz, no podía imaginarse tampoco a Ginny queriendo a alguien mas que no fuera Harry, aunque realmente no entendía lo que pasaba realmente.
Esa noche la mente de Harry parecía estar a miles de kilómetros fuera de tierra, navegaba en un sinfín de ideas y posibles hipótesis. Harry trataba de cerrar los ojos, de dormir un poco, pero no podía, no después de lo que había oído. Volteó a ver el reloj con dificultad y marcaban las 2:30 de la noche, Hermione ya había entrado al cuarto de Ron desde hace una hora, dormía abrazada de él placidamente, al igual que Ron. Por un momento sintió que el sueño lo vencía y luego recordó a Ginny, y en lo que hubiera pasado si en verdad ella hubiera estado embarazada, ¿qué hubiera hecho?, cerró sus ojos y se quedó profundamente dormido.
Había entrado en un sueño profundo como pocas veces, se encontraba en Hogwarts, que parecía abandonada, caminaba entre sus pasillos solitarios, los cuadros parecían no tener movimiento, estaban solos, no había nadie, había una brisa que no dejaba ver a tres metros de distancia, tan solo tenía que llegar, pensaba Harry, no sabía a donde. Escuchaba una voz de lejos, una voz suave, dulce, como la de una niña a lo lejos, la niña cantaba una canción que a penas lograba escuchar.
Close your eyes Have no fear The mounsters gone He's on the run and your daddy's here,
Harry seguía caminando por los pasillos, se sentía mareado, el piso parecía moverse, subía las escaleras, su corazón parecía quererse escapar de su pecho de lo rápido que le trabajaba, tenía que llegar ahí, tenía que ver a la niña que cantaba.
Beautiful,
Beautiful, beautiful,
Beautiful Boy,
La voz se escuchaba con eco por todo el Castillo, hacía pausas. La mente de Harry parecía querer recordar en donde había escuchado esa canción, trataba con todas sus fuerzas recordarla, pero no podía saber, no podía.
Before you go to sleep,
Say a little prayer,
Every day, in every way,
It's getting better and better,
Harry había llegado hacia donde estaba el cuadro de la señora gorda, ella no se encontraba, se preguntaba en donde estaría, la canción provenía de la torre de Gryffindor, trataba de entrar moviendo el cuadro, cuando de la nada aparece la señora Gorda.
Pasa Harry, te están esperando desde hace mucho tiempo.
El cuadro se movía y Harry entraba, la voz parecía sonar mas fuerte, le urgía llegar hacia donde se escuchaba la canción.
Beautiful,
Beautiful, beautiful,
Beautiful Boy,
Harry se encontraba en la sala común, la chimenea parecía estar encendida y completamente sola, la voz provenía de una de las habitaciones y dejándose guiar por la canción caminó hacia las escaleras de caracol, la canción cada vez se escuchaba mas y mas.
Out on the ocean, sailing away,
I can hardly wait,
To see you to come of age,
But I guess we'll both,
Just have to be patient,
Yes it's a long way to go,
But in the meantime,
El corazón le dirigía y se agitaba cada vez mas, estaba mas cerca de quien fuera que sea. Entraba a la habitación de mujeres, la misma en la que alguna vez durmió Ginny, había alguien observando por la ventana, aun no podía ver quien era, la noche no estaba a su favor, ya que tenía que acercarse mas para ver a la persona que se encontraba.
Before you cross the street,
Take my hand,
Life is just what happens to you,
While your busy making other plans,
Ya no podía mas, sentía que todo se le venía encima, era Ginny, se encontraba enfrente de la ventana, viendo hacia fuera, era de noche, un rayo de la luna le daba directo al rostro de ella, su larga cabellera roja le tapaba un lado de su rostro, traía el uniforme de Hogwarts y no parecía percatarse de que Harry se acercaba, entre sus manos cargaba con un bulto, lo mecía y le cantaba cariñosamente. Harry se detuvo y observó con ternura la escena, parecía mecer a un bebé, a su bebé.
Beautiful,
Beautiful, beautiful,
Beautiful Boy,
Darling,
Darling,
Darling "JIM".
Ginny parecía haber terminado la canción, se percató de que Harry se encontraba ahí, y volteaba a verlo.
Shhh - decía Ginny tapando con su dedo la boca - está dormido, no lo despiertes. Harry se acercaba a Ginny cada vez mas, ella se miraba igual de joven que hace un año atrás, se acercaba a ella para poder ver al bebé que se encontraba completamente tapado, Harry con una mano con sumo cuidado le retiraba la cobija y al ver el rostro del bebé parecía quedarse frío, y el miedo le invadió, el bebé tenía cara de calavera. Harry gritaba aterrorizado y Ginny lo callaba para no despertarlo.
Harry se levantaba sobresaltado, tenía el rostro bañado de sudor frío, era tan solo un sueño, pensaba, tan solo un mal sueño, volteaba a ver el reloj y eran las 3:00 a.m. su corazón latía muy fuerte, y un frío viento muy violeto soplaba por afuera. Trató de recostarse pero era imposible, tenía primero tratar de encontrar la diferencia entre la realidad y sueño; sin embargo un presentimiento muy fuerte parecía invadirlo, un impulso lo hizo levantarse tan rápido olvidando que Ron y Hermione dormían en la cama de al lado. Harry se asomaba por la ventana, el viento golpeaba fuertemente los árboles y por la puerta de la madriguera parecía salir alguien, era una mujer delgada, traía una bata larga y blanca, se miraba pálida y el aire le daba directo a la cara, traía entre las manos una caja. Harry tomó sus anteojos para observarla mejor, era Ginny. Harry salió disparado del cuarto sin importarle si levantaba a alguien a esa hora. Bajó las escaleras lo más rápido que pudo, y salió por la misma puerta que Ginny, la de la cocina. Ginny se miraba ya retirada de él, tan solo se distinguía por la bata blanca, su cabello suelto que bailaba con el viento, Harry se detuvo por un momento en la puerta, pensando en seguirla o quedarse ahí. Pero luego vio bien a Ginny, que parecía como embrujada, iba a gritarle, pero entonces prefirió correr, ella no lo miraba. Ginny ya estaba muy retirada, perdida por una de las lomas que había alrededor del jardín de la madriguera, tomaba la caja y la abría, una luz reluciente color verde salía de ella que iluminaba el cielo. Harry corría con todas sus fuerzas para alcanzarla, temía que hiciera algo malo, la luz iba directo al cielo, Ginny parecía cada vez mas como embrujada, cuando de repente Ginny cae al suelo desmayada.
¡GINNY! - gritaba Harry desesperado llegando a ella. La caja caía al suelo cerrándose.
Harry llegaba hacia donde hacía tirada en el pasto Ginny, la tomaba y la abrazaba, trataba de ver que era lo que le sucedía
Ginny, Ginny, despierta - le decía mientras levemente le golpeaba en una de las mejillas, Harry parecía desesperado.
Dios mío, ¿qué hiciste? ¿qué fue eso? - Harry cargaba a Ginny entre sus brazos y se dirigió hacia la madriguera, con un esfuerzo grande, pues esta se encontraba a mas de 30 metros de distancia, llegaba a ella y la recostaba en un sofá mientras respiraba grandes bocanadas de aire.
Ginny se miraba pálida, por un momento pensó en ir a despertar al señor weasley, pero no estaba seguro que hacer, así que por lo que pasó por su mente fue en subir las escaleras e ir por su varita para despertarla, así que se volteó y se dirigió hacia las escaleras, sin embargo algo lo detuvo. JIM - Ginny se despertaba con un salto,mencionando este nombre, los ojos estaban llenos de lágrimas.
Harry se quedaba helado, Ginny no lo había visto, volteaba a verla desde las escaleras, estaba petrificado, el corazón parecía darle vueltas, se volcaba entre sus demás órganos y sus ojos se abrían tan grandes. Harry sintió un sentimiento que jamás en su vida había sentido, sus ojos se le llenaban de lagrimas, su corazón parecía comprenderlo tan bien todo, pero su mente se negaba a creer. Jim, su corazón había captado perfectamente de quien se trataba. Ginny que se encontraba de espaldas de Harry, se quedó callada después de mencionar el nombre, las lágrimas caían de su rostro una tras otra, como si lloviera en su rostro, en fracción de segundos, como si alguien le dijera, volteó hacia atrás, y lo vio, sin moverse, paralizado, con los ojos cristalinos apunto de estallar, tenía la boca un poco abierta, como queriendo hablar, pero nada podía salirle en ese momento, Ginny lucía con miedo y algo salió de la boca de Harry.
¿quién es Jim? - la voz de harry estaba temblorosa.
Aagggggr - un gemido de dolor salió de la boca de Ginny, acompañado de una lluvia de lagrimas en sus ojos. Ginny sentía que estaba apunto de vomitar todos su sentimientos sin importar que Harry la viera, se sentía sumamente vulnerable y la desgarraba verlo a el de esa manera, como nunca antes, él estaba herido.
Jimy es, es - Ginny tenía la voz quebrada y miraba hacia abajo, Harry se encontraba destrozado al igual que ella, estaba apunto de confesarle algo sumamente importante, algo que el ya sabía, Harry no quería escuchar, sabía lo que diría, le rompería el alma, y parecía que a Ginny le desgarraba el corazón por cada letra que decía. Miraba sus ojos llenos de tristeza que no podía contenerse y antes que ella dijera algo, corrió y la abrazó, la cayó con un fuerte abrazo, tan fuerte que Ginny le mojaba la pijama con sus lágrimas.
No necesitas decírmelo - dijo Harry con su voz quebrada, se encontraba llorando, sus lágrimas recorrían sus mejillas como nunca antes, sujetaba tan fuerte a Ginny y ella a él, que por ese momento olvidaban cualquier otra cosa. Ginny no podía ver su rostro, no quería que lo viera llorar, sin decir nada, ambos sabía que era lo que sucedía, sin mencionar nada, tan solo los dos abrazados se comunicaban y parecía entender hasta el mas mínimo detalle, Harry podía entender claramente que era lo que ella sentía, lo que sintió todo este tiempo que se encontró sola, y se prometió a si mismo que jamás la dejaría sola, jamás. Los dos se encontraban en la misma sintonía y Harry la seguía abrazando, se negaba a soltarla, y ella a soltarlo, Ginny lloraba y no miraba que el también, tan solo por la mente de Ginny pasaba que el había comprendido, tal vez no sabía la verdad completamente, pero comprendía tan bien sus sentimientos y sabía que el se sentía igual que ella, su corazón se lo decía.
Ginny lloró y lloró, por todo lo que sufrió y por lo que sufre, lloró hasta no tener lagrimas, él seguía aferrado a ella, lloró hasta quedarse dormida entre sus brazos, como antes, suspirando. A la mañana siguiente la luz del sol le dio en la cara, estaba acostada en el sillón, tenía los ojos hinchados, y se encontraba sola, sola completamente, Harry se había ido, ya no estaba a su lado, temió que fuera un sueño, tan solo un sueño, pero aun en su corazón sentía la carga enorme de tristeza, y comprendió que aquella noche, la había pasado con el.
NOTA DE LA AUTORA: La canción que cantaba Ginny en el sueño, no es mía, se abran dado cuenta aquellos fanáticos al igual que yo es de John Lennon, "Beautiful boy" el se la escribió a su hijo Sean cuando se encontraba pequeño para demostrarle cuanto lo amaba.
