CAPITULO 15 " INICIO DE CURSO"

Los pasillos de la universidad se encontraban llenos de estudiantes que gritaban, hablaban en voz alta, aventaban papeles, reían y escupían, la facultad de "sociología cultural" estaba tan llena de jóvenes  magos que no se podía caminar sin toparse con alguien en los pasillos. La euforia del inicio de clases era tan grande que hasta  Harry y Ron estaban contagiados. Era un domingo, todos llegaban  justo ese día de todas partes del mundo para poderse instalar en sus dormitorios, los edificios que estaban capacitados para los dormitorios de los estudiantes estaban llenos de familiares, de chicos con grandes cajas de mundanza, de baúles y cosas exóticas que iban a ocupar para todo el año. Las muchachas se escuchaban que reían y coqueteaban en vez en cuando con los chicos. Los chicos estaban desesperados por conocer a las chicas de nuevo ingreso y darles la bienvenida, al igual esperaban a los chicos para darles su novateada. Era un caos a tal grado que ni Harry ni  Ron podían pasar por el pasillo del edificio de los dormitorios para poder salir. Después de media hora de saludar a chicos y chicas lograron salir y dirigirse a su facultad que se encontraba a 120 metros de distancia.

Caminaban por las oficinas, Harry no dejaba de voltear a ver si encontraba alguien conocido, un rostro familiar.

- No llegará hasta mañana – dijo Ron a Harry –

- ¿Qué? – decía distraído volteando a ver a su amigo - ¿vendrá?

- ¿No recuerdas que Cho te dijo que no volverá hasta mañana?

- Aahh si – decía Harry un poco decepcionado, no era a Cho a quien buscaba.  Volteaba a ver a cada chica que fuera pelirroja. Había una chica que lograba ver desde el  piso de arriba, platicaba con unos muchachos y reía fuerte, se miraba hermosa, su larga cabellera le llegaba a la cintura, se encontraba de espaldas, el corazón de Harry se aceleró y luego la chica volteó, no era ella. Otra se encontraba en medio de la explanada, parecía perdida, volteaba a ver a todos lados, al igual que la anterior, su larga cabellera rojo opaco hasta la cintura, un poco regordeta, no era tampoco ella.  Volteaba a ver a otra, esta se encontraba  enfrente de algunos chicos jugadores de quidditch, que como siempre se encontraban tratando de conquistar a las chicas hermosas de nuevo ingreso, ella parecía reír fuerte, tenía la forma del cuerpo de ella, lograba ver una parte del rostro, pero la descartó cuando vio que su cabello era tan corto que le llegaba arriba de los hombros, se encontraba peinado en capas hacia arriba, Ginny no tenía así el cabello, no era ella, además esta chica parecía coquetear con el primero que se le pusiera enfrente.

- Yo a quien ando buscando es a Hermione – decía Ron levantando la cabeza para todos lados para ver si la miraba –

- ¿Acaso no es esa de allá? – decía Harry apuntando a una chica de cabello castaño  enredado?

- No, no es ella – decía Ron decepcionado – quedamos de vernos aquí hace mas de 20 minutos, me sorprende que no haya llegado.

- Ron – decía Harry volteándolo a ver – Sabes bien que Hermione es  muy puntal, tal vez se enojó y se fue.

- No lo creo – decía Ron volteando a ver a en la multitud

- Por cierto, ¿qué paso con tu hermana?

- ¿Ginny?

- Si – Harry se mostraba bastante interesado en la respuesta de Ron. – tu mamá no nos dijo siempre que fue lo que sucedió. 

- Bueno – decía Ron  volteando a ver a Harry y dejándo de buscar a su novia – después que llegamos a Bulgaria mamá y papá fuero a hablar con Ginny, pero eso tu ya lo sabes, discutieron, papá no quiso decir nada, mamá se miraba muy decepcionada, al parecer Ginny no quería venir a esta universidad, se aferró a ir a Oxford, mamá casi se muere, no quiso hablar del tema, tu sabes bien que Ginny pasó todo el verano allá y casi se muere cuando la mamá de Audrey le comentó que Ginny salía con un hombre mayor que ella. Papá habló con  Ginny, y ella le dijo que tan solo era la niñera de su hijo, que le cuidaba su hijo mientras que este se iba a trabajar, es un hombre viudo así que Ginny se ofreció a cuidarlo. Mamá no quiso hablar nada de la universidad de Ginny, tan solo papá le mandó dinero para la inscripción. Yo me encuentro decepcionado de ella, así que será mejor que cambiemos de tema.

- Esta bien – Harry sabía bastante bien que Ron se encontraba molesto porque Ginny se había ido a Oxford, y el se encontraba triste porque le hubiera gustado verla mas seguido, tenerla mas cerca.

Se había retrasado, por suerte pudo arreglar que en el dormitorio en el que iba a vivir todo el año, lo pudiera compartir con una amiga suya. Caminaba hacia su facultad, el viejo edificio de la escuela que fácil tenía  200 años lograba una especie de magia y de atmósfera completamente diferente a su vieja escuela. Caminaba entre las demás facultades que ya eran de muggles, les entregaban folletos de  clubs de duelos, de ajedrez, de próximas fiestas de bienvenida. Había chicos que se paraban para presentársele, y ella tan solo reía tímidamente, se le hacía gracioso todo esto, por lo general no estaba acostumbrada a esto, en Hogwarts siempre que la miraban los chicos, era para pedirle sus apuntes o los deberes, aquí los chicos parecían acercarse mas por otra cosa. Su facultad parecía un poco abandonada, ya no había muggles a sus alrededores. Una lápida grande decía "Facultad de Sociología Cultural", toda una paradoja, pensaba, buena estrategia para despistar a los muggles. En cuanto entraba al edificio por dentro se encontraba lleno de jóvenes, todos parecía hablar en voz alta, se encontraban felices por encontrar a sus compañeros  y contarles todo lo que habían hecho en el verano. Justo en el centro de la facultad había una explanada  rodeada de los salones de clase, no había el techo, entraba el sol justo en medio y  al igual había una que otra planta para adornar el lugar, al igual que bancas. Pudo ver desde lejos que se encontraba justo en medio de la explanada los dos hombres que más quería. Corrió para llegar hacia ellos y el joven pelirrojo abrió sus brazos para abrazarla.

- ¿qué bueno que llegaste? – le decía Ron – te extrañe.

- Disculpa por el retraso amor – decía Hermione mientras lo soltaba para después darle un beso en los labios – tuve que ir a arreglar que me cambiaran de compañera de cuarto, no tienes ni idea de que loca me había tocado compartir la habitación.

- ¿Y ya lo arreglaste?

- Si  - decía Hermione – ni te imaginas con quien me tocó compartirlo, te iras de espaldas.

- ¿Quién? – decía Harry interrumpiendo –

- Harry – decía Hermione  con una gran sonrisa  y con un grito de júbilo – disculpa por no saludarte – Hermione  se dirigía hacia él y lo saludaba con un gran abrazo muy fuerta.

- Ya, ya es suficiente – decía Ron separándolos- ahora me toca denuevo a mi.

- Esta bien – decía Hermione con una enorme sonrisa volviendo a abrazar a Ron. Alguien interrumpió con una voz.

- Heyyy Weasley – un tipo alto y robusto le hablaba a Ron  - ¡felicidades compañero! – y le daba la mano fuerte y orgulloso – jugaste fenomenal en los mundiales.

- Gracias  Richard – decía Ron orgulloso, mientras abrazaba con un brazo a Hermione –

- Y tu Potter, ni hablar, eres uno de los mejores buscadores através de los tiempos, en verdad estoy muy orgulloso de conocerte

- Gracias – decía Harry muy modesto –

- Ha pesar de que quedamos en tercer lugar en el mundial, estamos muy orgullosos por eso, además pusieron el nombre de Inglaterra en alto.

- No fue nada – decía Ron –

- Y ¿quien es esa chica tan hermosa? – preguntaba con respeto Richard mientras Hermione se sonrojaba –

- Es mi novia – decía Ron orgullos –

- Vaya, hasta en eso tienes suerte Weasley, apuesto que la conquistaste por ser un buen jugador.

- No, lo conozco desde que tiene 11 años – interrumpió Hermione mientras le daba la mano para presentarse – me llamo Hermione Granger.

- Mucho gusto Richard McClear, bueno los dejo, porque quedé de verme con mi novia en el restaurant de la esquina,  hasta luego.

Los tres caminaron por los pasillos, saludaban a todos aquellos que se acercaban a felicitarlos por el grandioso papel que hicieron en los mundiales, los estudiantes les entregaba folletos de fiestas, de presentaciones de clubs. Harry y Ron pensaban a asistir a una que otra fiesta, Hermione no pensaba dejarlos ir solos. Los chicos hablaban entre los pasillos y escuchaban las platicas de otros entusiasmados.

- ¿Ya viste a esa chica? Si que me sorprendió – decía un chico alto y un poco flaco, por lo visto era todo un galán.

- ¿Cuál,  la pelirroja con la que estábamos hablando? – decía el otro mas bajo y con el pelo castaño bien peinado?

- Esa misma.

Harry, Ron y Hermione pasaban a su lado viendo detrás a la chica de pelo corto pelirrojo de  buen cuerpo, la misma chica que Harry había confundido con Ginny. Ron tan solo la volteaba a ver, la chica estaba de espaldas y platicaba con un tipo alto de buen cuerpo con acento americano.

- Si – decía el chico flaco – creo que le daré su novateada, la meteré en la cama y le haré el amor hasta la mañana siguiente.

Los chicos reían, Hermione lucía enfadada, Ron tan solo se limitó a reír y decir con una gran sonrisa.

- Ya extrañaba los comentarios de estos chicos – Harry también sonreía. Los chicos pasaban a su lado cuando hicieron este último comentario.

- Bien esa pelirroja pudiera ser hermana de ese tal jugador de Quidditch, ese Weasley, se parece a él – decía este último chico de pelo negro bien peinado.

- Me vale  de quien sea hermana, esa chica está preciosa – decía el otro alto flaco –

Ron se quedaba perplejo, se le subió la sangre a la cabeza del coraje. Harry se quedó sorprendido y los tres voltearon a ver a la chica pelirroja de atrás, era Ginny, se miraba sorprendente, platicaba y reía con un tipo alto de pelo negro, ojos azul celeste pequeños, el mismo tipo de acento americano. Hermione tan solo reía con una gran sonrisa, parecía feliz y luego dijo:

- Chicos, les presento a mi compañera de cuarto, Ginny Weasley – y Hermione volvía a reír ante la cara de sopresa de su novio y amigo. Ginny que parecía muy metida en la platica volteó y vio a su hermano y rió. Tenía su  pelo cortado un poco más arriba de los hombros, bien peinado, con varias capas hacia fuera, sonreía, estaba mas maquillada de lo normal, sus labios ahora tenían un color terracoca que le daban una expresión de sensualidad en su cara, ya no mas de ingenua, su cuerpo lucía mas esbelto de lo costumbre, traía unos pantalones ajustados de mezclilla y una blusa de manga corta ajustada que le levantaba un poco el busto, entre sus manos traía un papel doblado que jugaba con el, parecía que el chico la ponía nerviosa.

- Ron – decía Ginny con una gran sonrisa mientras el se acercaba a ella.

- ¿Qué haces aquí? – Ron parecía molesto. Harry confundido y con la boca algo abierta sorprendido por la belleza de  la hermana de su amigo –

- Vine a visitarte, mañana entro a la  Universidad – decía Ginny –

-  ¿A Oxford? – decía Ron  molesto-

- No tontito, a esta universidad, estaré con ustedes y  Hermione

- ¿DE VERDAD? – la cara de Ron cambió y se encontraba feliz, la abrazó fuerte y se estaba contento

- Si Ron.

- ¿Mis papás ya lo saben? – le preguntó ron a su hermana

- Les acabo de enviar una lechuza.

- Que bueno que te decidiste por entrar aquí –decía Ron

- Si, que bueno – decía Harry con una gran sonrisa.

- Hola – decía Ginny tímidamente a Harry – ya me enteré lo bien que jugaron en el mundial, estoy orgullosa de ustedes.

- ¿En verdad? – decía Ron – me hubiera gustado que estuvieras ahí.

- A mi también, pero tenía que estar a un lado de Audrey, por cierto ¿ya se enteraron de quién va a  ser mi compañera de dormitorio?

- Nos lo acaba de decír – dijo Harry –

- Compartiré mi habitación con Hermione – decía Ginny volteándola a ver.

- Así es, - dijo Hermione volteándola a ver – prometo cuidarla y no dejar que entre ningún extraño – Hermione reía.

- Eso es bueno – decía Ron.

- Miren, les quiero presentar a  alguien, espero que te acuerdes de él – decía Ginny llamando a un joven alto como de 1.85 cm, muy guapo, de cuerpo atlético, nariz perfecta, pelo negro y ojos pequeños azul celeste, muy guapo, era el mismo con el que platicaba Ginny.

- Hola Ron – decía el joven alto y guapo – ¿te acuerdas de mí?

Ron trató de reconocerlo, pero no pudo.

- Acuérdate de él – decía Ginny con una gran sonrisa.

- No, no me acuerdo de ti – dijo Ron un poco serio.

- Tu tía Greta está casada con mi papá, soy Scott Richardson.

- Aaaa  ya me acordé – dijo Ron mientras le daba la mano - ¿cómo haz estado?

- Muy bien.

- ¿y que haces aquí? – le preguntaba Harry serio –

- Bueno, salí de el colegio en América y quise estudiar en la universidad, esta es una de las mejores, así que me vine para acá.

- Mucho gusto – decía Hermione – Soy Hermione.

- El gusto es mío, - el joven guapo de cuerpo atlético volteaba a verla  muy tatento dándole  la mano.

- ¿y cómo están mis tíos? – dijo Ron un poco interesados –

- Bien – respondió Scott – Un poco tristes, para el próximo año se vienen a vivir a Londres, porque  Samantha acaba de entrar a Hogwarts.

- ¿Samantha? – preguntó Ron un poco confundido.

- Si, mi hermana menor, tal vez no te acuerdes de ella.

- Es que Ron se encontraba en el primer año de Hogwarts cuando ustedes visitaron la madriguera. Es  hermana de Scott e hija de mi tía Greta, y  también está Connor, el es mas pequeño.

- Ahhh – decía Ron no muy interesado.

- Bueno, será mejor que los deje, tengo que ir a mi dormitorio a acomodar mis cosas – Scott se despedía de ellos y se retiraba.

- Bueno, - decía Ginnny – creo que yo también tengo que ir al dormitorio a acomodar mis cosas.

- Nosotros de acompañamos – dijo  rápidamente Harry - ¿verdad Ron?

- Bueno – dijo Ron levantando los hombros.

Caminaron por un rato, más gente se detenía a saludarlos y a contemplar las dos hermosuras que traían a un lado, supusieron que era hermana de Ron por el cabello rojo y le gritaban desde lejos : CUÑADO!!!, Ron tan solo se enojaba y  les devolvía el grito levantando su mano. Las chicas iban a un lado platicando de cosas de mujeres. Cuando llegaron a la habitación encontraron cajas y cajas de cosas, la mayoría de Hermione, y todas  eran de libros que se había hecho en un año. Ginny tan solo cargaba con dos cajas aparte de su viejo baúl. Observaban el cuarto, Harry se comportaba diferente, hasta Ron lo notaba, Ginny parecía no importarle  mucho la actitud de Harry que parecía querer  llamar la atención un poco siendo atento y dándole la razón a Ginny. Ambos varones se encontraban moviendo un mueble que Hermione desde hace más de media hora no sabía donde acomodar cuando escucharon un gran golpe que provenía de la habitación de afuera, el piso pareció moverse, por lo visto un mueble se había caído. Se escuchaban risas del otro extremo, risas nerviosas y salieron al pasillo para ver que era lo que ocurría. Los de otros cuartos apenas y asomaron la cabeza de sus cuartos para ver lo que sucedía.

- Wey ,  se calló esta cosa, jajajajajaja – una chica de escasos 1.55cm salía del cuarto despeinada y espantando el polvo de los lados.

- Tonta, te dije que lo movieras tantito jajajajaja – otra chica de casi el mismo tamaño salió del cuarto mientras tocía todo el polvo que seguía saliendo.

Ron, Ginny, Hermione  y Harry asomaban las cabezas para observar a las chicas. Una era chaparrita, la otra también, una tenía la piel apiñolada de mas, era morena, la otra también, una llevaba el pelo largo y lacio, la otra llevaba el pelo lacio y corto hasta los hombros y traía en su rostro unos lentes sumamente raros.

- ¿Son Gnomos? – decía Ron en plan de burla –

- Claro que no – contestaba Hermione – deben de ser latinas, por su acento.

- ¿Latinas? ¿en  Londres? – decía Harry extrañado.

- Ven, vamos a ayudarles – decía Ron inmediatamente dejando atrás a Hermione y a Ginny.

- JAJAJAJAJAJA  y ¿ahora como lo levantaremos? – decía la chica de cabello largo –

- No lo se, hay que pedir ayuda – decía la chica de cabello corto – HEY TU, PELIRROJO,  ¿puedes ayudarnos un momento?

- Si – decía Ron mientras se acercaba - ¿qué les sucedió?

- Que a esta mensa se le cayó el ropero al suelo completito. Necesitamos  la fuerza de dos hombres para poderlo levantar – decía la chica de cabello corto y de lentes.

Ron y Harry  con esfuerzos pero levantaron el ropero, las chicas les agradecieron, para eso ya estaban dentro también Hermione y Ginny un poco serias.

- Gracias muchachos por ayudarnos, pero ni siquiera nos hemos presentado – dijo la chica de cabellera larga y negra, su sonrisa parecía encantadora y de ojos negros con grandes pestañas, ha pesar de que era de estatura pequeña tenía buen cuerpo, su piel era morena, a Harry le recordaba a los dulces de Hagrid de café con leche – me llamo Silvia

- Y yo Paulina – decía la otra chica que se parecía mucho a la otra, morena de la misma tonalidad, era un poco mas gordita, pero esta se concentraba en su enorme trasero, de pelo negro, lacio hasta los hombros y llevaba unos lentes que a Harry se le hacían muy raros, eran ovalados  y de plástico, como muy modernos, pero no dejaban de ser raros, de color negro.

- Yo soy Ron, el es Harry, Hermione mi novia, y mi hermana menor Ginny.

- Hola

- Hola

- Hola.

- ¿son hermanas? – dijo Ginny viéndolas a las dos su gran parecido –

- No, para nada – decía Silvia mientras reía – somos amigas, viejas amigas.

- Si, desde hace mas de ocho años.

- No son de aquí ¿verdad? – decía Hermione un poco desconcertada –

- No, claro que no, se nos nota ¿verdad? – decía Paulina.

- Pues claro mensa  que se nos nota, nuestra pronunciación es pésima – contestaba Silvia.

- No lo decía por eso – contestaba Hermione – lo decía por sus  rasgos físicos.

- Somos de México – contestó Silvia.

- Si, del norte de México – rectificaba Paulina - ¿es tu color natural de cabello? – Paulina se dirigió a Ginny tocándole el cabello, parecía fascinada-

- Si – contestaba Ginny un poco tímida –

- ¡Que bonito cabello tienes! ¿eres pelirroja natural? – le decía Paulina –

- Si – le contestaba a Paulina que se acercó a ver a Hermione, por lo visto no le podía decir lo mismo, pues su cabello estaba enredado como siempre.

- Y tu ¡que bonito color de ojos tienes! – decía Paulina para no dejarla atrás, Hermione tan solo le daba una sonrisa de pocos amigos.

- Bueno, pues ya saben – dijo Silvia – seremos vecinas todo el año, para lo que se les ofresca aquí estaremos.

- Esta bien – decía Ginny con una sonrisa –

- Yo te conozco  a ti – le decía Paulina a Harry y este se hacía pequeñito y pensaba ¡no otra vez, oh no, otra vez y volteaba a ver a su amigo Ron desconcertado.

- Eres el chico que juega quidditch, mi ex novio me  torturaba   contigo siempre – decía triste Paulina agachando la cabeza – pero de hecho te me haces mas conocido.

- ¿si? – le decía a  Harry – bueno, juego quidditch.

- No, no en eso – contestaba Paulina – Ya se porque te me haces conocido, es que te pareces a John Lennon.

- ¿QUUEEE? – Harry se impresionaba, siempre le habían dicho que se parecía a otras cosas, o lo reconocían  inmediatamente por su cicatriz, pero que se parecía a John Lennon, nunca, todos voltearon extrañados y se miraban entre sí. De hecho Harry nunca había escuchado ni un disco completo de él o te los beatles, no en casa de los Dudsley.

- Discúlpala  - decía Silvia interrumpiendo – es una fanática de los beatles.

- Espera – decía Paulina – fíjate bien. Si le quitamos los anteojos, por su cabello despeinado se parece a John cuando los Beatles iban comenzando, como en el año 1963, si le dejas los anteojos redondos y te dejas crecer la greña mas larga te pareces  a John  en el disco de "let it be"

- Si cierto – reía Hermione con una risa burlesca, Harry tan solo se ponía rojo – te pareces un poco a él.

- ¿ven? – decía Paulina.

- Bueno, será mejor que nos vayamos – decía Harry inmediatamente – nos dio mucho gusto conocerlas.

- Igualmente –dijeron las chicas que los acompañaron a los cuatro para afuera.

Los chicos salían de la habitación y entraban a otra.

- Esas chicas si que están locas –decía Ron mientas se sentaba en la cama que sería de Ginny –

- Son un poco media excéntricas – decía Ginny.

- ¿Medio? – contestaba Hermione – yo diría que son demasiado excéntricas y parece que hablan demasiado y eso de que Harry se parece a John Lennon, fue lo que mas me causo risa.

- A mi me recordaron  y no lo se porque a los gemelos – decía Ginny con una sonrisa –

- ¿A los gemelos fred y George?, nada que ver- decía Ron mientras se levantaba y miraba a su novia - ¿qué tal si vas y me ayudas a guardar mi ropa en mi dormitorio Hermione?

- ¿ahorita? – decía Hermione sin entenderle todavía exactamente lo que Ron trataba de  decirle – aaaa,  ahorita, mmm, bueno , si.

- Yo voy con ustedes – decía Ginny apuntándose con ellos –

- Mejor tu y yo vamos a comer – dijo inmediatamente Harry a Ginny entendiendo la indirecta  perfectamente –

- Bueno – decía Ginny un poco resignada, aunque feliz de la vida.

Ron y Hermione tomaban el  pasillo por la izquierda, Ron la tomaba de la cintura, junto a él, como no queriéndose apartar de ella, ambos iban abrazados hacia el dormitorio de los chicos. Ginny y Harry tomaban a la derecha del pasillo, para salir.

- ¿a dónde quieres ir? – le preguntaba Harry a Ginny –

- Tengo hambre, que tal a comer.

- Te llevaré a un lugar que se encuentra cerca de aquí, justo en la esquina, es un merendero, hacen comida norteamericana.

- Perfecto – decía Ginny mientras caminaba junto a Harry.

Ambos se miraban felices, reían por cualquier cosa, el cielo amenazaba con una lluvia, pero eso no parecía importarle a la pareja que caminaban juntos, jugueteaban como antes. Harry hacía reír a Ginny con una que otra tontada que decía. Ella se mostraba feliz como pocas veces, no quería dejar escapar la oportunidad de estar a su lado. Iban a cruzar la calle y Ginny le tomó la mano a Harry y luego le dijo:

- Dame la mano, no vaya a ser que te arroye un auto – decía Ginny mientras le sonreía, Harry sonreía tal y como lo hacía Ron con Hermione cuando ella se preocupaba por él. Harry no la soltó hasta que entraron al merendero.

- Harry, que gusto me da verte – decía un joven mesero  que pasaba con una orden entre sus manos –

- A mi también – contestaba Harry –

- Vayan y busquen un buen lugar, en un momento los atiendo.

Ginny y Harry  escogieron   un lugar  al fondo en la esquina del merendero, se sentaron y vieron el menú y Ginny no pudo dejar de expresar lo que opinaba por el lugar.

- Es un muy buen lugar para comer, luce muy acogedor

- Así es -decía Harry echándole un ojo  a el lugar que estaba arreglado tipo los años 60's, la música que se escuchaba se le hacía agradable -  a mi me gusta mucho porque es un lugar muggle, aquí nadie me conoce por lo que soy, nadie se preocupa por mi cicatriz ni porque juego quidditch, aquí estoy tranquilo.

- Vaya, hasta que traes algo realmente hermoso – decía el mesero interrumpiendo la platica – dime que es tu novia, sino te diré  por primera vez Harry que eres un tonto. – Harry  rió, era Robert, el mesero, que desde hace un año se había vuelto amigo suyo.

- Es hermana de Ron – dijo Harry

- ¡Claro! Como no saberlo, si ese tono de rojo intenso de la cabellera tan solo lo deben de tener los Weasley – decía Robert mientras volteaba a ver a Ginny.

- Así es – decía Ginny con una gran sonrisa –

- Y mira que la chica aparte de ser hermosa tiene una preciosa sonrisa – Ginny se sonrojaba por lo que Robert le decía – eres un tonto si no la conviertes en tu novia Harry, y yo un suertudo por encontrarme una chica tan hermosa.

- Si pues Robert  pero deja de babear y toma la orden – decía Harry riendo y con un poco de celos.

- Bueno, ¿qué va a pedir la señorita? -  decía muy cortes el mesero –

- Mmm. Creo que voy a querer ..... una hamburguesa con doble queso, sin cebolla, una malteada de.... vainilla. .....con ... unas  papas fritas y sin olvidar una orden de cebollas fritas.

- Claro que es  una Weasley – decía Robert con una gran sonrisa - ¿y tu Harry?

- Lo mismo de siempre.

Robert se retiraba con la orden, por dos horas los dos rieron por un sinfín de cosas que decían y recordaban. Harry por primera vez en mucho tiempo se encontraba feliz, nunca  ella lo había visto reírse tanto cuando estaban juntos.  Ginny se la pasaba hablando  y contando las experiencias de sus hermanos gemelos de niños, de las travesuras que hacían, Harry la escuchaba atento y embobado cuando Ginny le contaba cosas de su familia, cuando imitaba a Ron cuando se enojaba, pensaba que lo imitaba a la  perfección, y luego recordó una vez que Ron le dijo que  Ginny siempre hablaba demasiado, pero nunca cuando estaba el, siempre se ponía nerviosa, ahora lucía segura de lo que decía y se ponía a hacer ruidos raros imitando a sus hermanos que lo hacían retorcerse de la risa. Había descubierto muchas cosas de ella que antes había ignorado, como ese lunar que tenía cerca de su boca, la había besado tantas veces que no se había dado cuenta que estaba ahí; de que cuando comía movía los pies, de hecho varias veces habían rozado los suyos; de que comía las papas fritas sin salsa de tomate; de que se comía la hamburguesa al revés porque decía que el pan de abajo estaba remojado y que no quería que se le desasiera su hamburguesa, de que cuando lo escuchaba jugueteaba con su cabello, de muchas cosas, de ese brillo en los ojos que le recordaban los tiempos de Hogwarts. Harry se sentía tan bien que no se habían dado cuenta  del tiempo que había pasado hasta que volteó a ver por la ventana y descubrió que ya se estaba metiendo el sol.

- Vaya, si que se nos ha pasado el tiempo – decía Harry viendo su reloj.

- ¿Tienes prisa? – le preguntaba Ginny seria –

- No, claro que no, me la estoy pasando muy bien contigo, tenía mucho que no me la pasaba así.

- Claro – decía Ginny con una sonrisa – pues, ¿desde hace cuanto tiempo que no nos vemos? – Ginny vio el brillo de los ojos verdes de Harry y recordó automáticamente de  cuando fue – ahhh si, ya me acordé, por cierto...

-  Si aquí lo traigo conmigo – dijo Harry llevándose la mano al pecho y retirándose un poco la prenda y sacándolo - ¿te parece bien si me ayudas a quitármelo? – Harry rió y Ginny supo  que era de broma, aunque la cara de Ginny lucía de espanto o de vergüenza mejor dicho – Ambas cosas me dieron mucha suerte en los mundiales.

- ¿Así lo crees? – dijo Ginny

- Sí así lo creo – dijo Harry seguro de lo que le decía viéndola directo a los ojos.

- Quise despedirme de ti, pero saliste demasiado rápido de la casa y ya no te encontré despues.

- Ron y yo nos adelantamos, disculpa que no haya podido ni siquiera decirte adiós.

- No tienes porqué disculparte, además yo no te agradecí por defenderme aquél día.

- ¿Te siguió molestando Colin después de eso?

- No, bueno, quiso disculparse conmigo pero no le di oportunidad.

- ¿Piensas volver con él? – dijo Harry serio y bajando la voz.

- Claro que no, no lo pienso dejar que vuelva entrar a mi vida.

- Eso me parece bien – dijo Harry con el medallón ya en la mano – Será mejor que te lo dé, al menos que me vuelva a quedar con él.

- Si verdad – dijo Ginny con una sonrisa en los labios.

Harry se acercó lentamente a Ginny que tenía la mano extendida, le tomó su mano y cariñosamente le abrió la mano, los dedos de Harry jugaban sobre la palma de Ginny. Harry parecía concentrar la mirada en su palma, como queriendo grabar en su mente  sus líneas. Extendió su mano y dejó el medallón en la mano. Vio como pasaba de dueño, miraba el  medallón como añorándolo, y luego con su mano le cerró el puño a Ginny y volteó  a mirar a Ginny: se mira hermosa, pensaba; su rostro le mostraba tanta tranquilidad que  le gustaría descansar sobre su pecho. Ella lo miraba callada y los ojos le brillaban, y luego recordó el beso, ese  beso que por tal vez 20 segundos los había unido de nuevo.

Había puesto su medallón con la mano con tanto cuidado, que  no podía quitarle los ojos de enzima a Harry, ¿cómo no pensar que me quiere? ¿cómo no pensarlo cuando  me besó de esa manera? Nunca antes he besado a nadie con tal deseo y con tanto amor, solo a él, pensaba Ginny, que por un momento agachó su cabeza creyendo que se quitaría esa imagen suya, pero cuando volvió la vista, él estaba ahí, viéndola con esa mirada penetrante, parecía el corazón de Harry se le aceleraba, pues,  su pecho se movía constantemente, el corazón de Ginny parecía que quería ir en la misma sintonía que el de Harry, pues se aceleró. No podía quitar esa imagen suya, la de aquel beso, la de pasar sus manos por su rostro, por su cuerpo, tan solo una vez,  pensaba, tan solo una vez mas. Si se tocaban, explotarían, pero ninguno de los dos estaban dispuestos a retirar la mano, no Ginny, no Harry.

Ahí estaban callados los dos viéndose directamente, esperando a ver quien daba el primer paso para comenzar, ambos se miraban excitados, Harry un poco mas, que torpemente movió su  pie y dio con el de Ginny debajo de la mesa, tan solo ella cerró los ojos dejando escapar un quejido, o un gemido, Dios sabe que era. Harry se sentía tan vulnerable que sería capaz de aventar la mesa que los dividía y besarla justo ahí y dejar salir todo lo que sentía. Ginny sin saber que hacía (o mejor dicho el impulso la  llevo a hacer eso), juntó su rodilla con la de Harry y el inmediatamente bajó su mano y se la llevó a la rodilla de Ginny, la puso ahí y luego volteó a verla directamente y sonrió, Ginny le devolvió la sonrisa y con su otra mano entrelazó la mano de Ginny y la suya, Ginny dejando el medallón en la mesa. Ambos entendieron perfectamente la indirecta.

- Ginny .... yo ....- Harry se disponía a hablar, se miraba nervioso pero no le retiraba la vista a Ginny

- Aquí tienen la cuenta chicos – dijo el mesero dejándoles una nota –

Harry y Ginny automáticamente se soltaron, ambos nerviosos y desviando las miradas, Ginny sacó de una pequeña bolsa una cartera de mujer (muggle) que apenas cabía que Audrey le había regalado  en su pasado cumpleaños, la abrió.

- No te preocupes, yo pago – dijo Harry

- Bueno – dijo Ginny que le había dado tanto calor, mientras que Harry sacaba unos billetes para pagar. Ginny cerraba su cartera y  algo salió de ella.

- Se te calló esto – dijo Robert mientras lo levantaba y lo colocaba en la mesa –

- Gracias – dijo Ginny lanzando su mano de la mesa para tomar lo que era  para que Harry no lo viera, pero Harry fue mas rápido –

- ¿Es una foto? – Harry sintió un  hoyo en el corazón sin saber porqué exactamente. Miraba sorprendido, era una foto de Ginny sosteniendo con sus manos un bebé que apenas podía sostenerse con sus pies – ¿quién es el bebé? – dijo Harry inmediatamente y muy serio.

- Es...  es ... –Ginny se mostraba un poco nerviosa – bueno , te lo diré, si ya lo saben mis papas, que no lo sepas tu – Harry se extraño por lo que decía Ginny.

- El verano estuve trabajando de niñera para... para pagarme algunos gastos – decía Ginny – me imagino que la mamá de Audrey te comentó que yo salí con un señor mayor que yo ¿verdad? – Ginny parecía cohibida.

- Así es – dijo Harry como esperando una explicación –

- Pues... pues... pase el verano en la casa de ese señor. El es viudo... y... necesitaba a alguien que le cuidara a su hijo, así que lo hice yo. Cuado mamá se enteró casi pega el grito en el cielo, porque la mamá de Audrey le inventó que yo andaba saliendo con mi jefe, pero no era cierto. Tu sabes, mi mamá se puso mas  tranquila y yo todo el verano me encariñé con el pequeño, de hecho este día lo había llevado al parque.

- Ahhh ahora comprendo – decía Harry observando la fotografía, vio al pequeño que traía un trajecito color azul y le recordó a él cuando estaba pequeño, del album de fotografías que le había dado Hagrid al terminar el primer año – creo que hub... serás una excelente mamá cuanto tengam... tengas tus hijos – Harry parecía decirse a si mismo "tonto despues de acabar de decir esto –

- Eso creo – dijo Ginny muy extrañada, agarro la foto y la guardó – bueno, ¿qué te parece si nos  vamos? Me imagino que Hermione y Ron ya se habrán desocupado.

- Por lo regular duran horas – Harry rió tras esto recordando la infinidad de veces que Ron lo había dejado afuera de su dormitorio encerrado con Hermione, dejándole como opción la cama de Cho. Y luego vio la cara de Ginny un poco asustada.

- Pues ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO? – ginny parecía confundida, era ingenua, no había comprendido la indirecta  y luego se cayó comprendiendo todo.

- Pues... tu ya sabes ....  –decía Harry muy tímido – lo que hacen todas las parejas ahora.

- Aaa – decía Ginny un poco sorprendida ¿lo que hacen todas las parejas? Ella no había hecho nada con Colin, es mas, no había permitido que la tocara demasiado, siempre lo controlaba, pero después de esto, comprendió que Harry hacia lo mismo con Cho "al menos era lo que todas las parejas hacen" y se  molestó – mejor vámonos.

Harry notó que Ginny estaba un poco molesta. Salieron del merendero, el le abrió la puerta, no había dicho ya nada cuando en eso alguien interrumpió.

- HARRY, HARRY – era  Johanna, la amiga de Cho, nomás eso le faltaba, pensaba Harry -  Hola Harry, ¿cómo estas?

- Bien  - decía Harry mientras la saludaba de beso

- Tenia ya rato que no te miraba, ¿Y Cho?, no la he visto – la chica de cabello negro volteó a ver a Ginny que se encontraba con los brazos cruzados y molesta, comprendió que posiblemente podría estar saliendo Harry con ella.

- Llegará mañana – decía Harry mientras se metía las manos en el bolsillo.

- Aaa bueno, - decía la chica - ¿todavía andas con ella? – un poco extraña volteaba a ver a Ginny y Harry comprendió.

- Si, todavía – Harry agachaba la cabeza y se soba la frente – aa mira, te voy a presentar a una amiga.

- Mucho gusto, Johanna – le daba la mano a Ginny algo temerosa –

- Ginny Weasley – le decía Ginny muy seria –

- ¿eres hermana de Ron? – le preguntaba la chica.

- Si. Harry – Ginny volteaba a ver a Harry muy seria – Si no te molesta si quieres yo me voy a mi dormitorio, así te puedes quedar platicando con tu amiga.

- No, yo ya me voy, tengo prisa  - dijo Johanna – me dio mucho gusto conocerte y Harry, nos vemos mañana en clases, bye

- Bye – Harry se despidió de la chica y por alguna razón sintió que había metido la pata con Ginny,  y para el colmo su amiga llegó en mal momento a preguntarle por Cho, la verdad es que quería quedarse justo en el momento en el que se encontraban adentro en el merendero.

- ¿No crees que es hermosa la noche? – dijo Harry con una mientras caminaba a un lado de Ginny que daba grandes zancadas y llevaba los brazos cruzados.

- El cielo esta nublado – tan solo se limitaba a decir Ginny sin voltearlo a ver

- ¿estas enojada? – decía Harry muy preocupado

- No  claro que no lo estoy – Ginny seguía caminando como si tuviera prisa de llegar a un lado.

- ¿entonces porque caminas tan rápido?

- Porque tengo frío – decía Ginny con un tono golpeado. Acto seguido Harry se quitaba la chaqueta la detenía, y se lo ponía en sus hombros.

- Y no quiero que te la quites – le decía Harry. Ginny agachaba la cabeza y los ojos se le llenaron de lágrimas y volvió a caminar. Harry parecía comprender a la perfección.

- Aquella tarde fue única – dijo Harry a Ginny tratando de sacarle platica.

- ¿Qué? – decía Ginny confundida y con la nariz roja - ¿de cual tarde hablas?

-  ¿Cómo que de cual? – Harry se detenía ya estaba afuera del edificio de los dormitorios – de la última vez que nos vimos.

- ¿la vez que golpeaste a Colin? – decía Ginny un poco molesta aún. Harry trataba de algún modo volver al tema en el que antes se encontraban sumergidos, pero no era momento, sin embargo continuó.

- La vez que nos besamos afuera en la casa de Audrey – decía Harry poniéndose enfrente de ella.

- Aahh , esa vez – Ginny agachaba la cara, comprendía tantas cosas, se sentía mal,  nunca había pensado en alguien mas, sin embargo la chica que acababa de conocer le recordó bastante bien que Harry ya salía con alguien, Cho, no importara lo que hubiera habido antes entre Harry y ella, tan solo era el pasado y Harry tan solo quería revivirlo. En todo este tiempo había comprendido que los hombres no se manejan por sentimientos, ni por amor, sino  por insitito, un instinto bastante fuerte que los impulsa a lo que sea, hasta engañar. Todo esto pensaba ella,

- Si tan solo fue un beso – dijo Ginny secamente, aunque fuera verdad, tan solo había sido un beso, pero que beso, además eso bastaba para decir lo suficiente.

- ¿QUÉ? ¿ESO TE PARECIÓ? – decía Harry como queriéndose molestar.

- Si , eso me pareció, solo un beso, nos dejamos llevar, sea por lo que haya sido.

- Comprendo – dijo Harry molesto – solo fue un sencillo beso.

- Pues ¿qué creías Harry? ¿QUÉ TODO IBA A VOLVER COMO ANTES? – decía Ginny muy enojada.

- CLARO QUE NO – Le contestaba Harry , y a Ginny le dolía su contestación.- NO ME PUEDES NEGAR QUE ESE BESO FUE DIFERENTE

- ¿Y QUE  SI FUE DIFERENTE? – Ginny ya estaba levantando la voz de mas. - ¿QUÉ NOS DICE QUE FUE DIFERENTE? EL HECHO QUE ESE BESO HAYA SIGNIFICADO ALGO PARA AMBOS, NO DEJA DE SER UN SIMPLE BESO

- ¿significo algo para ti? – dijo Harry mirándola directamente a los ojos, Ginny lo miraba con temor –

- PUES... PUES...CLARO QUE LO FUE – decía Ginny mientras el corazón se le aceleraba, le acababa de decir vilmente  lo que sintió, le admitió que haya lo que haya sido sintió algo, temía por lo que le fuera a decir, que se fuera a reír de ella.

- DIME QUE SIGNIFICO GINNY, DIME – Harry la tomaba de los hombros, se notaba algo desesperado.

- ¿QUÉ QUIERES QUE TE DIGA?

- QUE LO ADMITAS, DIME QUE SENTISTE  LO MISMO QUE YO – Harry la tenía tan cerca de ella que podía sentir su corazón palpitar tan fuerte como el de ella,  podía olerlo, su aroma natural, pues rara vez usaba perfume.

- PERO HARRY, NI SIQUIERA  SE  LO QUE SENTISTE- Ginny estaba confundida, temía por ella y por sus sentimientos, que no fueran iguales.

- Sentí esto. – Harry tomaba aire  y dirigió sus labios hacia los de ella fuertemente, como queriéndole quitar hasta su último aliento. Ginny cerraba los ojos y miraba luces, el estomago volvía a revolcarse. Harry la besaba, los labios de Harry jugaban primero con su labio inferior y luego  introducía su lengua dejándola que tocara la de Ginny, las manos de Harry se encontraban en la espalda de Ginny y las de ella  una en la cabeza de Harry y la otra en la espalda también. Harry  que tenía sus manos en la espalda la empujaba hacia el, no dejándola escapar, ella le correspondía el beso a la perfección, mejor que en los viejos tiempos. Ginny se encontraba tan excitada que no le importó que el bulto de los pantalones de Harry le topara  un poco mas debajo de su cintura, de hecho hasta le agradaba. Harry la seguía besando sin importarle nada mas,  sin importarle nada. Ginny jugaba con los labios de Harry de tal manera que con sus dientes tomó el labio inferior de  Harry  y lo mordió levemente y luego ye dio un pico en sus labios. Los dos se detuvieron demasiado agitados, su respiración estaba al tope, el la abrazaba fuertemente y la miraba directo a los ojos, ninguno dijo nada, el la miraba como deseando mas de ella, y le acarició una mejilla, y luego la abrazó, no le dijo nada mas, la abrazó tan fuerte y ella a él.

- No lo podemos  negar – le decía Harry a Ginny – abrazándola – No lo podemos negar

Ginny lo dejó de abrazar y levantó la cara para verlo, los  ojos de Ginny tenían lágrimas, se negaba a creer, lo soltó y salió, se le escapó de los brazos y se fue corriendo.

Nada la detuvo llegar a su habitación. Por lo visto Hermione no había llegado y que bueno porque le tendría que explicar la razón por la que se encontraba llorando. Estaba confundida, ¿qué diablos era lo que quería Harry? ¿de que diablos le servia besarlo si no lo tenía? No volvería a jugar su juego, no de nuevo, ¿qué si lo quería? Claro que lo quería, es mas, lo amaba, era la segunda  persona que mas amaba, pero ¿y eso que derecho le daba a ella? Ninguno, ningún derecho, le hubiera gustado tener el valor de contarle todo a sus hermanos para que fueran a golpearlo, así sacaría todo el coraje que sentía, la impotencia, pero eso no servia de nada, él seguiría con Cho y ella  tendría que salir adelante por  el bien que la estaba esperando. 

Caminó entre las cajas de Hermione, y trataba de volver a tomar mas aire, de calmarse, escuchó que tocaron su puerta, dudó por un segundo en abrirla, dejó que tocaran tres veces y luego la abrió:

- Sabía que serías tu.

Se preguntaba que había hecho mal, lo había dejado ahí afuera, solo,  y lo vio todo, ella tenía lagrimas en sus ojos, lastima que no quería explicarle exactamente que era lo que tenía, pero algo bueno  había sacado de todo esto, y se dio cuenta que ella todavía lo quería, lo suficiente como  para esperarlo, pensaba Harry. Caminó hacia los dormitorios, subió los escalones y tocó la puerta, se encontraba cansado, deseaba recostarse en su cama  y esperar  hasta mañana, pero no podía  hacerlo, sería capaz de hablar por  primera vez, si es que podía, tenía que contarle, todo este tiempo no le había dicho nada, absolutamente nada, tenía que darle un indicio. Tocó tres veces la puerta hasta que se abrió de golpe

- Sabía que serías tu.- Harry levantaba la cabeza cuando miraba a su mejor amigo Ron, que tan solo sacaba la cabeza despeinada y por lo que Harry podía ver no tenía camiseta, respiraba agitado, su rostro estaba rojo, como cuando se la pasaban practicando por horas quidditch – vamos por la cuarta...

- Tengo sueño, estoy cansado Ron – interrumpió Harry con  un rostro triste, pero una voz interrumpió.

- Ronnie, te estoy esperando – y Ron metía la cabeza a la habitación –

- Espera gatita  - le decía Ron a Hermione –

- ¿Ronnie? ¿gatita? – Decía Harry con cierta burla aguantándose la risa en la garganta –

- ¡Cállate Potter! – le decía Ron con voz fuerte y ya serio – ándale, vete a caminar por allá, yo te busco cuando terminemos – y le cerraba la puerta a Harry, y tan solo pensaba que eso era lo malo de estar con Ron, y lo peor del caso es que ahora eso iba a ser todos los días.

Caminó desbalagado por los pasillos que todavía habían estudiantes que limpiaban sus dormitorios, movían muebles y uno que otro que se quedaban a platicar en el pasillo, pero ya eran pocos,  ya que  en la mañana sería el primer día de clase para todos los estudiantes, con excepción de los de primer curso. Caminó hasta bajar a el último piso, llegó hasta la puerta de Ginny que se encontraba cerrada, quiso tocar pero no se animó, no era tiempo para hacerlo, además ¿qué le diría?, prefirió darse la vuelta y una puerta se abrió y logró escuchar.

- hey Lennon, pss, pss – era Paulina, una de las chicas que había conocido, estaba medio chiflada igual que su compañera, tan solo volteaba.

- ¿Me dices a mi? – decía Harry señalándose –

- No, le digo al otro tipo de gafas y de pelo negro que está detrás de ti – le decía Paulina – si, te dio a ti.

- Aaa – Harry se acercaba hacia la puerta de su habitación - ¿qué sucede?

- ¿Esperas a tu novia? – le dijo Paulina –

- ¿Qué? – Harry parecía confundido.

- Si, a la pelirroja. Déjame decirte que sea lo que le hayas dicho a una mujer no se le hace llorar. Además si buscabas su perdón, pues olvídalo, no está.

- ¿Hablas de Ginny? – dijo Harry - ¿a dónde fue?

- Vino un tipo con un bebé y se la llevo, creo que es su papá porque logré escuchar que la consolaba y luego la regañó.

- ¿escuchaste lo que le dijo? – decía Harry intrigado

- Mmmm, creo que le dijo algo así como que: será mejor que te alejes de él, tu lo prometiste, no es bueno para... para..... bueno , eso no lo escuché bien. – Harry se quedó pensativo, tratando de ver quién podía ser, su papá no lo era, tal vez el tipo que le dijo Ginny que había estado trabajando con él, tal vez, pero lo que le preocupaba era que estaba llorando ella.

- Bueno, Gracias – Harry se daba la vuelta y se disponía a vagar cuando devuelta lo volvió a llamar la chica.

- Heyy Lennon – decía la chica casi susurrando - ¿No quieres entrar? Estamos pisteando.

- ¿qué? –  decía Harry confundido al no entender exactamente  lo que quería decir.

- Si. Que si no quieres venir a tomarte unas cervezas con nostras.

- Bueno – Harry no la pensó mucho, entró a la habitación de las chicas mexicanas, de todos modos tenía que esperar bastante tiempo para que Ron desocupara su habitación.

Estuvo platicando con Paulina y Silvia, tomó varias botellas de cerveza, descubrió que las chicas no eran nada locas como creían, de hecho eran demasiado habladoras, siempre contando anécdotas del nuevo mundo (América). Las dos chicas le explicaban a Harry algunas costumbres de su país y Harry lucía interesado, le platicaron sobre su colegio en México, la manera en que utilizan la magia allá y sobre  chicos. Silvia  parecía ser muy coqueta, sin embargo no con él. Paulina parecía ser como Hermione, una cerebrito, pero no se la pasaba presumiendo su conocimiento. De hecho le recordaba a los Gemelos, pero con la diferencia que ellas no tenían ningún parentesco. Como tres horas y media después escuchó  que alguien llegaba a la habitación de a un lado, era Hermione y cuando la vio, corrió a su habitación despidiéndose de las chicas que muy corteses  le dijeron que cuando volviera a ocurrir lo mismo, no dudara ir a su dormitorio por una buena platicada y unas buenas cervezas.

Harry entró a su dormitorio, Ron se encontraba acostado en su cama y Harry parecía algo molesto.

- Te pasaste – le dijo Harry a Ron

- ¿Qué? – le preguntó Ron que se encontraba viendo hacia el techo y luego volteó a ver a Harry.

- Que te pasaste, tardaste demasiado, me dejaste afuera mucho tiempo, para la otra renta una habitación de hotel – le dijo Harry enfadado.

- Oyes, yo no tengo la culpa que Cho aún no haya llegado, además cuando tu no llegabas en las noches  yo no me quejaba porque no venías a dormir.

- Era diferente –

- No, no lo es – decía Ron – Hermione no estaba en la universidad

- Pues para la otra te vas para su cuarto – decía Harry tirándose a la cama –

- ¿Y Ginny? – decía Ron –

- En su cuarto – contestaba Harry .

- No, ¿qué en donde se quedaría Ginny? – rectificaba Ron

- Ginny – Harry suspiraba  y dejaba  soltar un simple aaaa. – Ron, ¿eres mi amigo?

- Siip – decía Ron  sabiendo lo que Harry le diría – somos muuuy buenos amigos, porque hasta el momento no te haz metido con ningún familiar mío.

- Ron – Harry volteaba a verlo –

- No me digas que tiene que ver con Ginny, porque ya sabes como te va – decía Ron sentándose en la cama.

- Espérate Ron – decía Harry haciendo lo mismo que Ron – no me dejas terminar.

- Te enamoraste de ella, ¿verdad? – decía Ron que mucho tenía razón, pero a Harry se le hacía una palabra muy fuerte que alteraría a Ron de tal modo que no permitiría que se le acercara a Ginny ni a medio metro. Lo conocía, tenía que darle por su lado.

- Mejor dicho, me estoy ilusionando – Dijo Harry no muy convencido en la palabra que quería decir y viendo la reacción de Ron.

- Bueno, no esta tan mal como me lo imaginaba – decía Ron calmándose un poco – al menos se que ella también se ilusiona cada vez que te ve.

- Lo se – dijo inmediatamente Harry –

- Pero, ¿y Cho? – preguntó Ron inmediatamente - ¿acaso no estas bien con ella?

- Si pero con Ginny es diferente, ella es mas, es mas – Ron parecía ponerse mas rojo de la furia, Harry tenía que pensar exactamente lo que iba a decir, de todos modos tenía que preparar el terreno con Ron si es que quería tener algo con Ginny – Ginny es mas bonita la cosa, ¿entiendes?, es tan buena gente que me agrada estar a su lado, es bonita y creo que se merece lo mejor. Quiero una chica así a mi lado.

- Pues yo te diría que la pienses mejor, porque si le llegas a hacer daño, ya sabes que tiene seis hermanos que esperamos golpear al siguiente, sea quien sea.

Ron quedó profundamente dormido, parecía que después de la sesión que tuvo con Hemione lo dejó tan cansado que ni siquiera un rinoceronte lo podría despertar. El no podía dormir, no podía olvidar ese beso, trataba de compararlos con los otros besos que se habían dado antes, pero ningún beso de ella se podría comparar, ninguno, cerró los ojos y le entraron unas ansias, y pensó que probablemente la cerveza que había bebido era la causa y le trajo un recuerdo, de aquellos que no se borran fácilmente.

FLASH BACK

Aquel día no se habían visto, los deberes habían sido demasiados por parte de Snape que ya eran las 9:00 p.m. y apenas Ron, Hermione y Harry acababan de llegar a la sala común de Gryffindor, ha pesar de que era temprano,  pocas personas se encontraban en ella. Harry levantaba la vista para buscarla pero no estaba, quiso preguntar por ella pero alguien mas le había ganado.

- Oyes Colin. ¿haz visto a Ginny? – le decía Ron –

- Hace rato que subió – contestó  Colin

- ¿Tan rápido se fue a dormir? -  preguntó Hermione –

- No lo creo – contesto Colin – traía un libro, parecía muy interesada en el, me imagino que lo está leyendo para tratar de dormir.

Los pocos que quedaron en la sala de Gryffindor  platicaban y bromeaban por un rato, Harry esperó por mas de una hora para ver si bajaba, pero se fue a la cama sin verla, parecía algo desesperado. Trató de dormir, volteaba a ver a su amigo Ron que ya se encontraba casi roncando,  los ronquidos de Neville no lo dejaban dormir, un calor insoportable lo invadía de la nuca hasta su cadera, se destapaba, le daba  frío, se tapaba, le daba calor. Estaba desesperado, necesitaba verla, se la imaginaba dormida, sola, quería ir a despertarla pero despertaría a las demás chicas y lo castigarían. Pero luego pensó bien y se dijo  estúpido así mismo, ¿para que diablos tenía la capa invisible?.

La tomó observó a Ron como pidiéndole permiso, pero luego recapacitó y se dio la media vuelta. Llevaba su capa  puesta tapándole  por completo. Subió unas escaleras de caracol que llevaban a los dormitorios de las chicas de  sexto curso, apenas  podía ver con la luz de la luna. Revisó las camas de las chicas buscándola, pero no se miraba nada, hasta que volteó y vio la cama de Ginny, estaba vacía ¿qué había ocurrido? Tal vez se sintió mal y fue a la enfermería. Bajó las escaleras casi corriendo, sin importar que  lo escucharan. Cuando llegó a la sala común Ginny estaba sentada en un sillón cerca de la chimenea que parecía aun no  consumir sus fuegos por completo. Estaba dormida, en esa vieja pijama rosa que apenas y le quedaba, su cabeza le colgaba un poco y en su mano tenía un libro con pasta vieja. Se acercó y se quitó la capa, la dejó a un lado suyo  y sin hacer ruido se sentó a un lado suyo, la observó por un momento, ella seguía tan dormida como al principio, se miraba tan dulce, tan inocente, y luego Ginny dejó soltar un suspiro. Harry tomó su rostro con una mano y se lo levantó

- ginny, ginny – decía Harry susurrándole al oído para no despertarla –

- mmmm – Ginny movía su cabeza y apenas abriendo los ojos lo miraba somnolienta - ¿Harry?

- Hey, preciosa, te quedaste dormida aquí – decía Harry con el mismo tono dulce que antes. Ginny se quedaba quieta, tan solo lo miraba –

- Estaba soñando contigo – le decía Ginny con voz ronca  y luego levantaba  la cabeza - ¿sigo en la sala común?

- Si

- Bajé porque no podía dormirme, así que trate de leer para que me diera un poco de sueño.

Pues si que lo lograste – decía Harry tomando el libro y poniéndolo en la mesa de a un lado. Y luego Ginny sin que Harry le dijera nada  se acomodó  entre sus brazos y puso su cabeza en el pecho de Harry, el tan solo la abrazaba. Ambos se recostaron sobre el sillón,  Ginny se  quedó callada por un momento y luego hablo.

- La vez del baño de prefectos....  - dijo Ginny no muy segura de hablar de ese tema.

- ¿Sí? – contestó Harry –

- ¿Lo disfrutaste? – Ginny levantaba su cabeza y volteaba a ver a Harry algo seria

- Claro que si – decía Harry con una sonrisa en sus labios y un poco sonrojado por la pregunta de Ginny - ¿y sabes que fue lo más importante?

- ¿qué? – dijo Ginny nerviosa

- Que fuiste tu. Yo no me puedo imaginar como  hubiera sido con otra persona mas que contigo Ginny, aun pienso en lo que pasó la semana pasada y se me enchina la piel  - decía Harry mientras Ginny se acomodaba para poderlo ver directo a la cara - ¿y tu? ¿lo disfrutaste?

- Bueno – decía Ginny – si me gusto pero es que no estoy segura si es así como se debe de sentir.

- Bueno – decía Harry agachando la cabeza, creía que ella no se la había pasado tan bien como él.

- Lo que paso fue que nunca he sentido algo como eso – decía Ginny como emocionada – nunca antes tantos sentimientos se me habían juntado a la vez, temía por equivocarme y me daba miedo lo que fuera a seguir – Harry tenía una sonrisa en sus labios y Ginny seguía hablando – y luego sentirte tan cerca de mi, verte sobre mi, fue algo sorprendente – Ginny se detenía  y lo miraba directo a sus ojos verdes esmeralda.

- Entonces sentiste lo mismo que yo – dijo Harry serio y mirándola también a sus ojos marrones.

- Creo que si – Harry se acercó y la besó, Ginny estaba sentada justo a lado de las piernas de Harry, que la besaba con ternura. Por primera vez Harry sentía que unos fuertes lazos lo unían a ella. Ginny se dedicaba a besarlo tiernamente, sin importarle nada. Cerraba sus ojos y miraba como unas luces de colores que hacían que su corazón se encendiera, sentía que el estómago de algún modo se movía involuntariamente. Sintió como Ginny le besaba el cuello cálidamente y cómo un impulso dentro de él hacía que la abrazara, quería sentirla mas y mas cerca y no se había dado cuenta que algo dentro de él se había levitado, y gracias a Ginny.

Ginny  lo miraba, no había nada mejor que él, pensaba. No sabía exactamente que estaba haciendo, porque lo besaba de tal manera, pero al menos su corazón si. Quería que ese momento fuera especial para ambos, así que sin notarlo subió sobre las piernas de Harry, ella ya respiraba agitada y enfrente de él que ya parecía también agitado. Sintió como algo creció debajo de sus dos piernas, no provenía de ella, sino de él y un impulso hizo  que la mano de Ginny se dirigiera hacia eso. Quería tocarlo, jugar con él. Harry la besaba y luego bajó lentamente a su cuello, haciendo que Ginny soltara un leve gemido  y sus manos se dirigían hacia el pantalón pijama de Ginny, calentaba sus manos dentro de este. Ginny respiraba agitada, excitada y Harry le desabrochaba la camiseta de la pijama y se llevó una sorpresa al darse cuenta que ella no llevaba ropa interior, estaba desnuda, frente a el. La tomó de la cintura y se recostó arriba de ella con cuidado de no lastimarla. Ginny abría las piernas para dejar que él se acomodara a la perfección, era como si dos piezas estuvieran ensambladas a la perfección. Ginny tomó de un extremo la pijama de Harry y se la retiró dejándolo desnudo de la parte de arriba.

- Quiero sentirte ...- le dijo Ginny – quiero sentir tu piel

- Yo también – Contestó Harry agitado

- Pero creo que aquí no esta bien – decía Ginny levantándose – alguien pudiera encontrarnos.

- Espera –dijo Harry levantándose y tomando la capa invisible, se taparon bajo esta capa - ¿así está mejor?

- Claro – dijo Ginny con una sonrisa para volver a besarlo.

Por un rato se conocieron, Harry acarició los rincones más incógnitos de Ginny, en donde antes no había estado sus manos (o sus dedos) y exploraba cada centímetro  mientras que Ginny tan solo daba unos pequeños gemidos de satisfacción. Ginny le había besado aquellas partes suyas que antes ni tenía idea que eran besables, mientras que Harry reconocía que de cierta manera eran mucho mas satisfactorio que los besos normales. Harry ya se encontraba apunto de estallar, a Ginny le temblaba de cierta manera la entrepierna  pidiendo mas  de algo que todavía no había obtenido. Harry  lentamente introdujo su miembro dentro de ella. Ginny dejó escapar un gran suspiro de un poco de dolor y un poco de placer, Harry se sentía bien dentro de ella, que de algún modo se movía como queriendo tocar cierto punto que se encontraba hasta muy adentro. Ginny por alguna razón se sentía mojada, al principio no entendía porque, pero con sus manos ayudaba a Harry para que estuviera cada vez mas y mas cerca de ella. Harry estaba dentro de ella, era como  si por cada entrada, por si cada salida pidiera un deseo profundo, de pertenecer a ella para siempre, deseaba  y creía que sus cuerpos se prenderían por el calor y se fundirían y formarían uno mismo. Eso era lo que el deseaba, entrar en ella y sentirse así para siempre. Ginny que lo miraba sudando y se encontraba un poco sofocada por el poco aire que había debajo de la capa, sintió  como por dentro de ella estaba apunto de venirse algo que solo una vez había conocido, sintió  que el aire el faltaba, lo contenía dentro de sus pulmones. Sus interiores  empezaban a contraerse de tal manera que no parecía tener el control de nada y luego vino, unas luces brillantes en su mente la cegaban, justo desde su entrepierna una especie de explosión se produjo que le recorrió  desde ahí,  hasta la espina dorsal como si fuera un rayo que hacía que se levantara y la cegara de todo, dejando su cuerpo electrizado por completo y luego  lo miraba, estaba él, Harry  que le sonreía, bañado de sudor y la abrazaba fuerte y la miraba de esa manera que tan solo se puede ver a alguien despues de amar a alguien, luego el caía sobre ella, sobre su pecho, ponía su cabeza en el pecho y los dos se quedaban tan dormidos y la mano de Harry no soltaba la suya, en toda la noche no lo hizo, las dos estaban entrelazadas, y ella lo dormía como a un pequeño entre sus brazos.

N.A: ¿qué les pareció, espero que les guste, prometo que el próximo capitulo será mejor, y es que los chicos entrarán a la universidad, un gran cambio para todos los  personajes ya que universidad y sus compañeros nuevos influyen de cierta manera. Por cierto los nuevos personajes como Silvia y Paulina no son mas que mi mejor amiga y yo, incluirme en el ff al principio no lo creía bueno, pero creo que era necesario personajes de colchón. Besos a todos, y gracias por seguir leyendo mi historia. Aah y no olviden escribirme.