ADVERTENCIA: quiero decirles que este capítulo es sumamente cursi, sobre advertencia no hay engaño
CAPITULO 17 PRINCIPIO Y FIN DE UNA RELACIÓN
La cabeza le pesaba enormemente, un rayo de sol que entraba por la ventana le daba justo en la cara. No quería despertarse, un TON, TON, TON, escuchaba, y una respiración le hacían ver que se encontraba con alguien. Algún pecho había tomado como almohada. Dudó tantito en abrir los ojos, pero se animó. Su mirada lucía borrosa y se encontraba por lo visto dormida sobre alguien, pues miraba un cuerpo que no era el suyo. Sentía las tibias directamente en su piel desnuda. Volteaba su cabeza para ver con quien se encontraba y resaltada sin poderlo creer.
- Hola amor, ¿cómo te sientes? – decía Colin. Si era Colin. Ginny brincaba sobresaltada y se daba cuenta que se acababa de despertar. Volteo a ver quien era (ya en realidad, jeje, era un sueño) y encontró a Harry sumamente dormido, con el cabello despeinado. El corazón de Ginny se aceleraba y se preguntaba que era lo que había sucedido. Se levantó poquito las sabanas que tenía encima y vio dos cuerpos desnudos por completo, el de ella y el de Harry. Se levantó inmediatamente creyendo que lo despertaría, pero nada. Volteó a ver su reloj de noche, eran las 6:24, miró a la cama de su compañera, no había llegado a dormir. Por lo visto Hermione se había quedado a dormir con su hermano. Tomó una sabana y se envolvió en ella dejando a Harry semidesnudo en la cama. Lo tapo con otra inmediatamente, y sintió como una revolución en su estomago estaba apunto de estallarle, unas nauseas y una acidez tremenda se dejaron venir. Corrió hacia el pequeño baño que estaba en su dormitorio, apenas alcanzó a entrar cuando vomitó todo lo que había tomado la noche anterior. Se sentía tan mal, un sudor frío y escalofríos le envolvían toda la piel. Se recargó sobre el escusado esperando volver a vomitar, en ese momento no tenía cabeza para pensar, pues esta le daba vueltas.
Escuchaba como alguien desde el baño vomitaba, su cabeza parecía una bomba, abrió los ojos y con su mala visión pudo ver que no se encontraba en su habitación. Se imaginó que sus lentes estaban en la mesita de noche y los tomó. Observó bien. Era la habitación de Hermione y de Ginny, que la primera por lo visto no había llegado esa noche, pues su cama seguía bien tendida como de costumbre, el reloj marcaban las 6:30 de la mañana, se miró y descubrió que se encontraba desnudo por completo, trató de recordar lo que había hecho la noche y lo único que se le vino a la mente fueron flashes de lo que había hecho. Había tomado cerveza, no se cuantos vasos, se acercó a Ginny, ella lo rechazaba, siguió tomando, bailo con Silvia y Paulina,.... un momento...... ¿BAILO? .... y luego el tequila..... uno .... dos.... tres.... cuatro .....cinco caballitos de tequila..... competencias de ver quien tomaba mas tequila... harry BAILANDO DE NUEVO, espera, ¿no estaba revolviendo los momentos? ¿bailando? Luego miró a Ginny subiendo las escaleras, ¿la besó? ¿O tan solo era su imaginación? No lo era pues estaba en su cama. La vio desnuda y luego ya no se acordaba de nada. Se levantó inmediatamente, sin embargo nunca debió de levantarse tan bruscamente porque inmediatamente sintió como el piso se le movía, se prometió no volver a tomar, luego pensó: pude haber pasado la mejor noche de mi vida y yo ni siquiera me acuerdo. Se cambió sin pensar en lo que haría cuando saliera Ginny, ella lo abrazaría, ¿habrían solucionado sus cosas? Y luego escuchó que la chica había abierto las llaves de la ducha. Esperó sentado en la cama a que ella saliera y luego despues de diez minutos un vapor salió de la puerta seguida de una chica envuelta en una toalla y con el pelo escurriendo de agua, lo vio y parecía que había visto un fantasma, no dijo nada, sin mirarlo a los ojos se sentó a su lado (como a 30 cm de separado) inmediatamente supo que ella estaba mal, al menos confundida, tenía la mirada perdida, creía que tal vez ella le diría lo que había sucedido esa noche, al menos el recordaba algo, el contacto con su piel desnuda. La chica seguía con la mirada perdida y luego dijo algo:
- Espero que tu me lo expliques, porque yo no recuerdo nada – La cara de Ginny lucía pálida, Harry miraba esa expresión de preocupación que no había cambiado en ella desde que tenía 11 años. Su cara limpia de maquillaje que dejaba ver el montón de pecas que tenía, tan solo en ese momento pensaba lo hermosa que se miraba, pero ese momento no era oportunuo para eso.
- ¿qué quieres que te diga? – Harry mantenía la cabeza agachada. Tenía que pensar bien las cosas que decía.
- Lo que sucedió anoche – Ginny inmediatamente le contestó.
- Aaahh, lo que sucedió anoche..... si.... me imaginé que de eso querías hablar – Harry no sabía que contestarle - ¿no recuerdas nada?
- No – Ginny movía negativamente su cabeza – Lo último que recuerdo fue que entramos al dormitorio y .. y...
- Al menos tu recuerdas cuando entramos - Harry interrumpía a Ginny mientras que miraba como esta se sonrojaba – yo no recuerdo ni como llegué aquí.
- Creo..... que yo te traje ... – dijo Ginny nerviosamente – no, mentira, yo no te traje, tu me seguiste cuando salí.
- ¿Yo te seguí? Aaahhh – Harry se quejaba por el dolor de cabeza y luego escuchaba como alguien caminaba por los pasillos, por lo visto muchos ya estaban despiertos para entrar a clases.
- Creo que será mejor que despues hablemos de este tema – Ginny se levantaba inmediatamente con temor – puede que venga Hermione y nos descubra y... y... yo todavía sin vestirme.
- Esta bien – Harry se levantaba despacio y luego volteaba a ver a Ginny – oyes... Ginny... teparecebien e....... em... ¿te parece bien que hoy nos veamos eeemmm, en el merendero a las cuatro para hablar de esto? – Harry se encontraba tan nervioso y Ginny lo miraba con ojos desorbitados.
- Creo que si – Ginny contestaba mientras se subía la toalla que estaba apunto de soltársele y de caérsele.
- Bueno,, este..... yo te estaré esperando ... bye – Harry se acercaba a Ginny sorpresivamente y le daba un leve beso en los labios y sin ver la reacción de Ginny salió lo mas rápido que pudo del dormitorio.
- Me besó – Ginny se tocaba los labios viendo como Harry se iba sin decirle nada, se había despedido de ella de esa forma y luego volteaba a ver la cama como si le fuera a hablar y contarle todo lo que esa noche había ocurrido, al menos esa noche había estado con el, pero ¿qué significaba beso que le había dado de despedida?
Cerró la puerta de Ginny aun con el corazón y el estomago saltándole, sin olvidar lo mal que se sentía por la resaca del tequila. Dios mío, pensaba, la había dado un beso en la boca antes de salir, pero lo único que quería era estar lejos de ahí, se moría de la vergüenza. Pasó por la habitación de Paulina y de Silvia, ellas tenían la puerta abierta, un raro olor salía de ellas, el estómago de Harry se revolvió y pasó lo más rápido que pudo para que no lo vieran, después de la vergüenza de haber bailado, sin embargo era tarde, una voz se dejó venir.
- eeey Lennon - Paulina se asomaba por la puerta, era demasiado tarde como para fingir que no la había escuchado, pues se pudo escuchar por todo el primer piso. Harry tan solo volteaba a verla. – Ven un momento.
- ¿Qué sucede? – Harry entraba en la habitación de las chicas, Silvia que se pintaba al estilo muggle (con las manos). - ¿por qué se levantaron tan temprano?
- No nos levantamos temprano – decía Silvia que dejaba de pintarse para voltear a ver a Harry – Acabamos de llegar hace menos de una hora, nos bañamos para a arreglar lo de nuestro horario de clases.
- ¿Acaso ustedes no tienen resaca? – decía Harry le lucia bastante mal
- Por favor – Paulina preparaba algo con varios ingredientes que tenía en una mesa - ¿no me digas que el tequila te hizo mal?
- Si – Contestaba Harry mientras Paulina se le acercaba con un vaso con una especie de jugo rojo –
- Tómate esto, te sentirás mejor – Paulina le daba el vaso –
- ¿es una especie de poción? – Harry tomaba el vaso con las manos inseguro de tomársela.
- Bueno fuera – decía Silvia que seguía pintándose –
- Es una receta muggle, no tiene nada que ver con la magia, es jugo de tomate con especies, es para la resaca – contestaba Paulina, y luego Harry inseguro le dio un trago al vaso. Sintió como la bebida le picaba en la garganta, sin embargo de dos tragos se la bebió. Al principio le había sabido malo, pero luego la sensación le cambió, esa cosa fuera lo que fuera sabía bastante bien. Le dio el vaso a Paulina.
- Yyyy, no me acordaba – Silvia dejaba de pintarse - le dije a Scott que iría a despertarlo, en un momento vengo.
Silvia salía deprisa y Paulina que observaba muy raro a Harry se sentó a un lado de él.
- ¿qué sucedió anoche? – Paulina le preguntaba a Harry – me preocupe cuando no te vi en la fiesta. ¿te regresaste solo?
- No me regrese solo – contestaba Harry que luego parecía taparse la boca y luego enrojeció – acompañé a Ginny a su cuarto
- ¿EN SERIO? – Paulina se mostraba bastante alegre – este.... mmm..... no necesitas contarme que fue lo que sucedió... me imagino....
- No – contestó Harry – no sucedió nada de lo que tu crees, ehhh
- Bueno, eso tendrás que explicárselo a Ron – La chica miraba como a Harry se le querían salir los ojos –
- ¿Porqué lo dices? – Harry parecía asustado –
- Bueno, resulta que yo me vine antes que Audrey, Silvia y Scott, yo creo que eran como las 3:30 cuando salí de la casa del Americano, apenas estaba dispuesta a dormirme cuando escuche que Hermione y Ron hablaban en el pasillo. El quería entrar al dormitorio de ella para asegurarse de que tu no estabas con su hermana – La cara de Harry se mostraba tan roja, y por un momento no quiso ni imaginar la cara que Ron habría hecho al verlos a los dos acostados durmiendo desnudos.
- ¿QUÉ , QUE?
- Hermione lo besaba para que no entrara y lo estaba tratando de convencer para que no abriera la puerta, le decía que mejor los dos se fueran a su dormitorio a, hacer.. bueno... lo que tu ya sabes.
- ¿Y que sucedió? – Harry estaba tan asustado del posible problema que tendría que enfrentarse con su mejor amigo.
- Pues que apenas si se podía sostener, la abrió y en ese momento yo salí y....
- ¿y que? – Harry se miraba desesperado.
- Bueno, el cuarto estaba oscuro de pura suerte .... y..... te hice un favor. Le dije que tu te encontrabas dormido abrazado del escusado de mi baño. Que habías vomitado y te habías quedado dormido. Creo que eso bastó para que se fuera con Hermione y se tranquilizara – Harry suspiraba – Te cuento esto para que no metas la pata, y si te pregunta en donde dormiste, le dices que en mi baño.
- Ok . bueno, gracias.
Harry entró con trabajos a su dormitorio, Hermione estaba abrazada de Ron completamente dormida, vestía (a diferencia de Ginny) una camiseta vieja de Ron que este dormía placidamente con la boca media abierta. Despues de despertarlos, Harry se encontraba acostumbrado a todo esto. Despues de un rato los tres salieron, Hermione a cambiarse a su dormitorio y Ron y Harry hacia clases.
Harry no se salvó de la burla de Ron que había dormido muy bien acompañado, por la señora de cerámica (escusado), : te pasaste toda la noche abrazado a ella, ¿verdad?, y ron dejaba soltar una risa. Los chicos que habían ido a la fiesta de anoche no dejaban de llamarlos.
- Oyes Potter excelente fiesta ¿no crees? – decía un chico y Harry asentía con la cabeza.
- Oyes Potter, esas tres amiguitas tuyas si que están muy bien – otro chico hablaba-
- Eeeyyy Harry bailas muy bien – Harry le dirigía una mirada asesina a quien decía esto, pero luego al ver que era una chica agachaba la mirada.
- Ehyy Weasley , ya te vimos, ehhh, - un chico alto y güero que le saludaba desde tres metros de distancia – por cierto Weasley, pensamos poner una colecta para la próxima fiesta, a favor de conseguir dinero para pagarte un cuarto de hotel para ti y para tu novia – Ron se enfureció tanto que cerró los puños y parecía salirle humo por los oídos, el otro chico parecía divertido, no lo había dicho con malicia. Al ver la actitud de Ron se prefirió alejar.
- Eeeyyy Potter, presenta a esas cuatro amiguitas tuyas que tienes – Otro chico le gritaba –
- Oyes Weasley. ¿ya supiste tu nuevo apodo? – un chico le gritaba desde arriba a Ron que no parecía voltear a verlo – será : EL CUÑADO , Si el cuñado jejejeje.
Y así desde que salieron de su dormitorio, entraron a clases, salieron de clases, estuvieron gritándoles y diciéndoles cosas similares, algunas les causaba risa y otras hacían que Ron en particular se enojara tanto y mas de cuando hablaban de su novia o de su hermana. Harry tan solo prefería guardarse lo que le sucedía con Ginny, sabía que no era buena idea contárselo, porque lo primero que haría Ron es ir con el al merendero y sentarse con ellos y esperar de que hablaban.
Harry en ningún momento se topó con Ginny, sin embargo cada vez que se acercaba mas a la hora, el estomago le daba vueltas, no dejaba de preguntarle la hora a su mejor amigo y voltear a ver a todos lados.
- ¿qué diablos te pasa Harry? – decía Ron volteando a ver a Harry – desde hace mas de tres horas que lo único que haces es preguntarme la hora.
- Lo siento Ron es que....
- Si te preguntabas a que maldita hora ibas a ver a Cho, ya no es necesario – su amigo le quitaba la palabra de la boca y luego con la cabeza apuntaba a un punto – aquí viene ella y será mejor que me vaya si no quiero yo tampoco meterme en un lío con tu novia, ahh y faltan quince minutos para las cuatro.
Ron se retiraba mas rápido que de costumbre. Harry miraba cómo su novia se acercaba con cierta furia que se podía notar hasta en su forma de caminar. Harry tan solo caminaba de un lado a otro con las manos en los bolsillos del pantalón.
- ¿QUÉ DIABLOS TE PASA HARRY POTTER? ¿ME CREES TONTA O QUE? – Cho lo miraba con una gran furia si es poco describirla, Harry tan solo se miraba calmado –
- ¿qué te sucede? – La voz de Harry sonaba tan normal –
- ¿CREES QUE NO ME HE DADO CUENTA LO QUE ESTA SUCEDIENDO? No es posible que juegues de esa manera - los ojos de la chica parecían cristalizarse por las lagrimas - TOOOODO EL MUNDO ME HA DICHO QUE TE ENCONTRO EN LA FIESTA DE AYER, ¿VISTE A HARRY? – Cho hablaba cínicamente e interpretaba cada frase que decía- ¡¡¡¡ aaaayyy que mal que no hayas podido ir a la fiesta de anoche Cho, Harry fue tan divertido.!!!!! ¡¡¡¡Harry bailo tooooda la noche con las chicas de nuevo ingreso!!! BAILO , SI , BAILO, YO NO BAILO, ME DECIAS.
- Cho ... – Harry trató de hablar pero la chica seguía tan aferrada a la discusión que no le permitió que hablara.
- Si y mientras yo de tonta creyéndote que me decías que no irías porque te sentías mal. Aaaah, pero me quedé en mi dormitorio porque, ¿cómo iba a irme sin mi novio? Harry, eso nunca lo creí de ti, no creí que fueras capáz de hacer me algo así
- Yo Cho ...
- Y TODOS ME PREGUNTABAN ¿PORQUE HARRY NO TE LLEVÓ A LA FIESTA DE ANOCHE? Y ¿sabes que me decían? – a Cho se le quebraba la voz – ¿sabes que me decían Harry? Que no me habías llevado porque preferías pasarte la noche con la tonta de la hermana de Ron. VARIAS CHICAS SE RIERON DE MI, ME DIJERO QUE ME VISTE LA CARA, HARRY, ME SIENTO HUMILLADA, ME DEJASTE EN VERGÜENZA AL NO LLEVARME ANOCHE, TODOS SE ENTERARON, HARRY, NO ME HAZ DADO MI LUGAR QUE...
- YA, SI – Harry se mostraba serio . YA CHO, YA NO ME GRITES MAS SI NO QUIERES HACER DE ESTO UN TEATRO Y QUE TODOS VENGAN A VER LA FUNCIÓN DE CÓMO ACABA ESTO - Cho se callaba y dejaba de gritar. – No es necesario que me grites, y de una vez te digo que a mi no me gusta llamar la atención mucho menos me interesa lo que digan los demás, si te hice pasar una vergüenza enfrente de tus amigos y compañeros te pido una disculpa, pero ya es hora de que te diga algo.
- Será mejor que nos demos un tiempo – Cho decía esto con lágrimas en los ojos –
- Exactamente – en verdad Harry tenía pensado decirle que las cosas eran mejor terminarlas de una vez, pero no quería llegar tarde a su cita (N/A: ¡que desgraciado!, es que ustedes pónganse en el lugar de ella, a ninguna chica le gusta que la traten así, por favor, por mas que odiemos a Cho, en esto si que hay que entenderla).
- Creo que será mejor que nos demos como mínimo tres semanas para que te des cuenta lo que valgo – Cho se mostraba mas calmada que antes y Harry no quería hablar de mas, no le convenía.
- Perfecto, bueno Cho, tienes mucha razón, así que será mejor que aquí dejemos las cosas de una vez, que tengo que irme – Harry se daba la media vuelta, prefería no mirarla porque si ella se soltaba a llorar el tendría que detenerse a consolarla y no había tiempo para eso, pero luego algo lo detuvo.
- Harry - Harry se detenía tan solo volteando la cabeza atrás – este, yo quería decirte,, si... bueno.... mis amigas.
- Si Cho.,,,, puedes decirles que tu me mandaste al diablo- decía Harry molesto.
- Bueno, Gracias.
Se le había hecho tarde, después de esa discusión Ron lo paró para que le contara lo que había sucedido, le habló por mas de diez minutos sin percatarse la hora. Cuando volvió a preguntar esta, ya habían pasado 20 minutos de las cuatro. Corrió con todas su ganas hasta llegar al merendero, miró a su alrededor y no vio nada, por lo visto ella se había ido y dio un suspiro de tristeza.
- Me imagino que haz de buscar a una preciosura de cabellera roja – decía Robert el mesero que se topaba con Harry –
- Si, ¿ya se fue? – decía Harry mientras agarraba aire –
- Demasiado tarde – decía serio Robert, pero luego dejaba escapar una sonrisa – Entro al baño, si quieres espérala en esa esquina de allá. Harry.
- Que – Harry volteaba a ver el mesero.
- Se ve preciosa como viene, no pierdas esa oportunidad.
- Gracias.
Harry tomaba asiento, se sentía nervioso, al menos tenía un obstáculo menos, Cho, ahora todo dependía de ella y un poco de él. La miró salir del baño, eso lo hizo sentirse mas nervioso aún y mas por la ropa que traía, una falda de tela liviana que le llegaba a las rodillas pegada al cuerpo dejando ver su buena figura, una blusa blanca con escote no muy prolongado, de su cuello el medallón, una chamarra ligera de mezclilla y no llevaba mucho maquillaje, tan solo llevaba pintado los ojos muy naturales, brillo en la boca y polvo en el rostro, pues sus pecas resaltaban bastante, se miraba como toda una chica de su edad Se sentó nerviosa y tan solo dejó escapar un Hola.
- ¿Quieres pedir algo? - decía inmediatamente Harry –
- Bueno, es que en verdad no tengo mucha hambre – decía Ginny con las manos debajo de la mesa –
- Si quieres pide algo ligero – Harry le daba una señal a Robert que se acercaba a la mesa –
- ¿Quieren algo del menú? – les preguntaba serio Robert, por lo visto sabía que algo ocurriría pues ambos se mostraban bastante nerviosos .
- Primero pide tu – Harry le decía Ginny mientras ella pensaba –
- Mmmm. Bueno , me traes una hamburguesa con salsa bbq,
- Sin cebolla ¿verdad?
- Así es, unas papas y un refresco, que sea coca cola
- ¿y tu harry? – Robert le dirigía una mirada
- Yo solo quiero una hamburguesa doble y un refresco del mismo – Harry volteaba a ver a Ginny regalándole una sonrisa.
- Bueno, yo volveré dentro de un rato, ya que terminen.... de.... hablar - Robert se dirigía a Harry y le decía susurrándole al oído – suerte muchacho.
Ambos por varios segundo se quedaron callados, Ginny volteaba a la ventana, no muy convencida en ser la primera en hablar, la tensión se notaba bastante.
- Tal vez no te había preguntado Ginny pero – Harry quería romper el hielo primero - ¿ que hacía Draco ayer aquí?
- Aaah . vino a despedirse, sabes, hemos sido muy buenos amigos.
- ¿Se va?
- Bueno, no precisamente, será maestro en Hogwarts de pociones.
- ¿en serio?
- Así es.
- A ver si no termina deseando ser maestro de DCAO.
- Si verdad? – Ginny se quedaba callada de nuevo, hasta que tomó aire y se animó hablar – Harry yo....
- ¿SI?
- Estuve tratando de recordar lo que pasó anoche y... bueno.... recordé varias cosas.
- ¿en verdad? – Harry se encontraba nervioso y sorprendido.
- Si y quiero pedirte disculpas, creo que fue mi culpa, no debí de tomar mucho anoche.
- No Ginny, no tienes porque disculparte, no eras la única persona que se encontraba en esa situación, yo también me encontraba tomado.
- En verdad Harry, disculpa por mi comportamiento de anoche, no debí de haberte provocado en el baño.
Espera, pensaba Harry ¿qué sucedió en el baño? No podía decirle nada, tenía que pensar bien lo que le iba a decir. Se quedó callado por un momento y sin saber exactamente a que le tiraba le contestó:
- No Ginny tu no me provocaste, yo también decidí que así se diera – Harry miraba a Ginny que se encontraba roja, exactamente no sabía que le decía, sin embargo eso sonaba bien.
- Lo malo es que no recuerdo que fue lo que sucedió cuando llegamos a mi cuarto – Ginny parecía mas preocupada aun con esto.
- Ginny, no paso nada – Harry se acercaba mas a ella - tan solo nos quedamos dormidos eso fue todo. – (N/A: mentiroso, mentiroso, estabas con efecto del tequila, es imposible que te acuerdes, es mejor que el hechizo oblimate (¿así se dice?)
- ¿estas seguro de eso? – Ginny le contestaba – entonces ¿por qué estábamos desnudos? – esto último Ginny lo decía bajando la voz.
- Si Ginny, recargaste mi cabeza en mi pecho y te quedaste sumamente dormida – Harry se ponía rojo – y de eso, pues, yo creo que pensábamos hacerlo pero siempre no paso nada.
- Aahh – Ginny se mostraba mas tranquila.
- ¿sabes? Acabo de hablar con Cho – Harry miraba que a Ginny se le salían los ojos – acabamos de terminar.
- Harry, dios mío, no me digas que es por mi culpa porque...
- Calma – harry le tomaba las dos manos – déjame terminar de hablar. Ella y yo quedamos en buen plan. Eran cosas que ella y yo ya traíamos desde antes, además yo tengo planes con alguien mas.
- ¿en serio? - Ginny parecía ponerse ahora pálida en solo en pensar quien sería.
- Si, ella es hermosa, creo que la cortejaré por un buen rato, y luego le pediré que sea mi novia.
- Me imagino que ha de ser una chica muy hermosa de verdad para que pienses así de ella – Ginny agachaba la vista triste.
- Así es, solo que hay un problema.
- ¿cuál?
- Que su hermano es exageradamente celoso y que es mi mejor amigo – Harry tenía una enorme sonrisa en la boca. Mientras ella se sorprendía y miraba a Harry con alegría.
- Creo que conozco a la chica, si quieres hasta te puedo ayudar – Ginny se sonrojaba y luego reía feliz a Harry.
- Sería perfecto – Harry también se encontraba feliz – pero, he decidido que lo mejor será que me vaya despacio con ella, quiero primero ganarme a su hermano, no como amigo, sino como cuñado. Quiero demostrarle que soy buen partido para su hermana y para eso primero tengo que cortejarla,
- Ayyy Harry – Ginny se sonrió con Harry – es con ella con quien tienes que quedar no con el hermano.
- Oyes, quiero que me ayudes, que me digas que tipo de flores le gusta, que le gusta hacer a ella, aunque bueno, todo eso yo ya lo se, mejor no te pregunto nada. No , ya en serio Ginny – Harry le tomaba ambas manos – quiero demostrarte que te quiero, que esta vez si va enserio, no quiero andarme escondiendo por los pasillos como en Hogwarts.
Ginny se mostraba seria, sabía que hablaba en serio, ella misma tenía que tomar sus propias decisiones, sabía que a los demás no les parecería buena idea que ella volviera con el, pero ella lo quería, le estaba pidiendo una nueva oportunidad, era su vida, tenía que retomarla.
- Ginny, tiempo es lo que nos sobra, y quiero demostrarte y demostrarle a tu familia que esto puede funcionar.
- Harry....
- No necesitas contestarme ahorita, tan solo dime si me darás una oportunidad de..
- Harry, claro que si, tu eso ya lo sabes, claro que si.
Ambos se encontraban felices, aun no serían pareja, sin embargo era un nuevo inicio para ambos, tal vez los dos juntos podían enfrentar lo que les esperaba, quien sabe, tan solo era cuestión de esperar.
Las cosas cambiaron a partir de ese momento. Las tres primeras semanas fueron muy intensas. Aunque no eran novios, ambos se conformaban con tenerse uno al otro, el la respetaba y se limitaba a tan lo tomarle la mano, acariciarle el rostro, mirarla con amor (conocida como mirada de tortolitos), decirle cosas al oído. Un beso en la mejilla era algo que los dos apreciaban demasiado, y era igual algo sumamente peligros, pues esas miradas que se echaban eran difíciles de esquivar. Los contactos físicos que también se limitaban cuando chocaban caminado provocaban en ellos una especie de corriente que les producía deseo y terminaban agitándose, cuando sus manos coincidían en otra parte del cuerpo se les erizaba la piel a tal grado que se sonrojaban. Preferían no quedarse solos y por lo regular cuando Harry invitaba a Ginny al cine o a cenar, invitaba a Ron y a Hermione para que se acostumbraran a verlos juntos. Cuando Hermione subía al dormitorio de Ron, Harry le prometía a Ron que estaría en el dormitorio de Paulina y de Silvia y aunque no se crea lo cumplía. Sin embargo Ginny, lograba aun escabullirse los fines de semanas con unos excelentes pretextos e iba a un lugar en donde la única persona que tenía conocimiento era Audrey.
- Creo que alguien esta enamorada – Paulina lo decía con ese tono de burla a sus demás compañeras –
- Por favor, eso es de toda la vida – Hermione interrumpía y después se echaba a la boca un pedazo de pie de manzana.
Las cinco chicas: Ginny, Audrey, Hermione, Silvia y Paulina se encontraban en un casa de té que se encontraba a dos manzanas de la universidad. Las cinco se habían hecho excelentes amigas para diferentes cosas, como por ejemplo:
Silvia, Paulina y Audrey eran inseparables si de fiestas se trataban, se preocupaban por no faltar a ninguna y divertirse a mas no poder.
Audrey y Ginny: Seguían guardando celosamente sus secretos, aquellos que no podían ser revelados estaban hemergéticamente seguros entre ellas dos.
Ginny y Hermione: También se guardaban uno que otro secreto, aparte de compartir el dormitorio, seguían siendo muy buenas amigas.
Silvia y Paulina: Estas dos chicas locas siempre arrancaban para todos los lugares juntas como mellizas, como se conocían de mas tiempo, eran un poco mas independientes.
Paulina y Hermione: estas últimamente se juntaban demasiado, la causa: los trabajos de la escuela, ambas eran igual de mataditas, y después de una larga pelea porque Paulina dejara de nombrarle Lennon a Harry, se convirtieron amigas de deberes, aahh y Paulina le sigue diciendo Lennon a Harry. Esta chica tiene una relación algo estrecha con Lennon (amistad, solo amistad, pues le guarda el gran secreto de Harry: que bailo con ella cuando estaba borracho).
- Desde que conozco a Ginny ha estado enamorada de Harry – Hermione decía esto tranquila.
- ¿en serio? – Silvia se mostraba asombrada
- Desde que tengo como 10 años – interrumpía Ginny –
- Como puedes aguantar tanto, yo con seis meses es suficiente – decía Audrey
- Es que no haz estado enamorada realmente – Hablaba Paulina.
- En eso estoy de acuerdo contigo – dijo Ginny – yo ya tengo mas de siete años y con decirte que con los primeros años estuve apunto de tirar la toalla.
- Y que bueno que no lo hiciste
- Ya vez ahorita los dos como están
- ¿cuándo se te declarará bien?
- hasta que Ron lo permita al parecer
- Chicas – Hermione hablaba – Tenemos que irnos en veinte minutos tenemos clases y apenas alcanzamos a llegar.
- Tienes razón hermi.
Las chicas se levantaba y se iban caminando hacia la universidad, mientras que seguían hablando de hombres y cosas que solo ellas podían hablar. Cuando llegaron al edificio que tenía una placa como "sociología cultural" (N/A: si algún maestro de sociología llega a leer este término, por favor, ya se, es una paradoja, pero fue el primer nombre que se me vino a la mente, y ya no me puedo echar para atrás) Audrey se dividió, por la razón del hechizo odiaba entrar a el. Las chicas se dividieron en dos bandos. Hermione y Paulina entraban por el pasillo derecho (tenían una asignatura juntas) y Silvia y Ginny tomaban el de la izquierda.
- Tienes idea de lo raro que es no llevar una clase con Paulina – decía Silvia mientras caminaba rápido – siempre he tomado clases con ella.
- Me imagino, pero Silvia, llevamos diez minutos de retrazo – Ginny no parecía tomarle un interés , se preocupaba por llegar a clases –
Cuando llegaron se topó con un salón vacío.
- ¿qué sucede? – preguntaba Silvia - ¿en donde están todos?
- No hay clases - dijo una chica alta con el extraño cabello pintado de morado – el profesor contrajo un resfriado, así que nos dejó una hoja con deberes – la chica les repartía una hoja a cada una.
- Gracias - contestaba Ginny mientras le echaba un ojo a la hoja.
- De nada - La chica de cabello morado se retiraba –
- Maldición, ni siquiera ese viejo enfermo nos deja sin hacer nada – Silvia doblaba la hoja y la metía entre sus libros.
- Aayyy ya se, creo que deberíamos de ir a la biblioteca a.....
Algo jaló súbitamente el brazo de Ginny sin dejarle siquiera que terminara de decir la frase y con lo que se topó fue con lo último que se imaginó. Un chico delgado y desarreglado, con el pelo castaño claro despeinado y descuidado, al parecer ni siquiera se había preocupado por pasar un cepillo por la cabeza, parecía no haberse cambiado la ropa en varios días, mostraba unas ojeras enormes y su impresión daba que se encontraba bastante paranoico.
- ¿Colin? – Ginny lo miraba sorprendida, ya hace mas de un mes que no lo miraba
- Si, soy yo, aunque no paresca ¿cómo estas preciosa? Por lo visto muy bien, yo mira que no me encuentro nada bien – el chico tenía una risa poco creíble y Silvia lo miraba asustada.
- Ahhh - decía Ginny tratando de soltarse de él – creo que será mejor que me sueltes.
- Vine a hablar contigo de algo muuuy importante Ginny – Colin seguía sujetándola.
- Bueno pues, ahora no puedo, tengo cosas que hacer, que te parece si...
- Si vienes conmigo a hablar de ese tema al menos que quieras que tu nueva amiguita se de cuenta de la clase te tipa que eres – Colin parecía sujetarla mas fuerte.
- Suéltame Colin – La voz de Ginny sonaba golpeada –
- Ginny ¿quieres que busque a alguien? – Silvia que se mostraba nerviosa y buscaba entre su mochila su varita - ¡diablos! La había vuelto a olvidar.
- Por favor Silvia – Decía Ginny mientras con una mirada le pedía ayuda a su amiga.
- Si, anda Silvia, ve por alguien mas para que se entere de la clase de persona que es Virginia. – Silvia salía corriendo esperando encontrar a alguien.
- TU...... VIENES ..... CONMIGO .. – Colin parecía sujetarla lo suficientemente bien torciéndole su brazo y colocándolo en su espalda, causándole dolor a Ginny – Camina y sonríe al menos que quieras que te destroce el brazo.
- ¿qué diablos quieres? ¿eh? – decía Ginny mientras con la otra mano que metía en su bolsa para sacar su varita.
- ¿Buscas esto? – Colin le había sacado su varita – me crees tan tonto como para dejártela.
- ¿Sabes que quiero Ginny? ¿Tienes idea? Quiero que me devuelvas mi vida, ya es hora que me la devuelvas
- No te entiendo – Ginny se mostraba nerviosa y asustada, deseaba que en el camino se encontraran a alguien, quien fuera, pero todos estaban en clases –
- Si mi vida, ¿Sabes? Me encontraba meditando en mi casa cuando descubrí lo que me hicieron, lo que me hiciste y las consecuencias que estoy teniendo – Colin sacaba a Ginny de la facultad, al menos alguien los vería, sin embargo estos doblaban justo atrás del edificio, al lado de unos arbustos lo suficientemente grandes como para que no los vieran. La aventó hacia la pared, golpeando fuerte y luego la volvía a sujetar.
- ¿POR QUÉ ESTUPIDO ME CREES? EHHE DIME MALDITA SEA, ¿POR QUÉ ESTUPIDO ME CREISTE? – Colin se encontraba escasos cinco centímetros de su rostro, le gritaba tan fuerte que Ginny empezaba a temblar. La sujetaba fuertemente de los brazos - ¿QUES QUE NO ME DARIA CUENTA? ¿ESO CREISTE? ERES UNA MALDITA DESGRACIADA.
- DEJAME – Ginny trató de empujarlo pero Colin era mas fuerte que ella. Y la sujeto fuerte.
- SE LO QUE ME HICISTE TU Y ESE MALDITO VIEJO, SE DEL HECHIZO QUE ME HICIERON, SIN TAN SOLO HUBIERAS CONFIADO EN MI, YO NO HUBIERA DICHO NADA, NADA, PERO TODO ES DIFERENTE. – Ginny lo miraba atónica, sorprendida –
- SI COMO ESCUCHAS GINNY, RECUPERÉ MI MEMORIA, SE TU MALDITO SECRETO Y ¿SABES? TU SECRETO YA NO ESTA A SALVO- ¿sabes que preciosa? – Colin se acercaba y le susurraba al oído – hay un tipo que lo quiere, anda detrás de él, jejeje, ¿tienes idea para qué? Yo si, quieren traer a la vida al gran señor. Solo basta que yo les diga que existe para que empiece la cacería humana.
- MALDITO, ESTAS ENFERMO, ESTAS LOCO, NO SABES SIQUIERA DE LO QUE HABLAS – Ginny luchaba por safarse de él, sus ojos ya estaban cargados de lágrimas y de temor.-
- ¿ACASO TAMBIEN TIENES MIEDO QUE TU HARRY SE ENTERE? DIME GINNY, ¿QUÉ HARIA SI TU HARRY POTTER SE ENTERARA DE LO QUE LE HICISTE, SI TU FAMILIA SUPIERA LA CLASE DE MALDITA PERRA GOLFA QUE ERES, QUE LOS TRAICIONASTE...
- CALLATE – Ginny lágrimas en el rostro, empujó con toda su fuerza a Colin, quitándose lo de enzima y tirándole un golpe justo en la ceja del golpe, acertándole y haciendo que apenas el chico se tambaleara un poco. Ginny trató de correr, pero apenas llevaba un metro cuando el chico la tomó de un brazo, la jaló y le tiró un golpe tan fuerte en la cara que la tumbó. Ginny apenas pudo ver que alguien de gabardina negra se acercaba y le quitaba de enzima a Colin, tirándole un golpe en el estómago y otro en la cara. Lo sujetó fuertemente del cuello y lo puso sobre la pared, sea quien fuera el que tenía a Colin era demasiado fuerte pues con una sola mano parecía levantarlo de cuello dejándolo sin respiración.
- TIENES IDEA DE LO QUE ODIO QUE TRATEN MAL A UNA MUJER , EH, MALDITO DESGRACIADO, - el chico le volvía a dar otro golpe a Colin y luego de la parte trasera de su pantalón sacaba una navaja, cosa extraña que a Ginny no le asustó – FIJATE BIEN IDIOTA, - el hombre le puso la navaja en el cuello de Colin tan cerca que parecía salirle sangre ya – AHORITA TU ESTUPIDA VARITA NO TE SIRVE DE NADA, ¿SABES PORQUE? Porque te paso esta por tu asqueroso cuello y en cinco segundos te desangras y mueres.
Silvia corrió por los pasillos de la escuela sin encontrar a nadie para ayudarla. Vio un grupo de chicas en los que se encontraba Cho, la ex de Harry, pero prefirió no decirle nada, no le serviría de nada pedirles ayuda. Dobló en un pasillo y se topó directamente con Harry, asustándola y dando un leve grito.
- ¿qué te pasa Silvia? – Harry la miraba extrañado tan sereno –
- Harry..... harryy - Silvia apenas y podía agarrar aire –
- Agarra aire, tranquilla
- Ayyy Harry, vern.... ven ….. es GinNY
- ¿GINNY? ¿QUE LE OCURRE?
- Aayyyy , espera,...... – Silvia tomaba aire – llegó un tipo...... Ginny..... la sujeto del brazo..... se la llevó a fuera..... Colin – fue lo único que logró decir, asustado corrió por el pasillo. Por un segundo pensó en avisarle a Ron que se encontraba en clases, pero eso sería perder el tiempo.
- HARRY – escuchaba una voz, pero no tenía tiempo para voltear, era Cho.
Alguien le seguía detrás de él. Bajó las escaleras y dobló a la izquierda.
- Es por aquí – le gritaba Silvia que se encontraba del lado derecho. Siguieron corriendo hasta salir de la facultad. No había nada a su alrededor. Harry temía que se la hubiera llevado, en su rostro se podía notar la desesperación y angustia, el corazón se le amarraba,
- Tienen que estar por aquí, tienen que estar por aquí.
Cuando en eso ven en un extremo al lado de la facultad, apenas lograban ver, pues unos arbustos les impedían ver claramente. Ginny se encontraba tirada en el suelo, un sujeto de gabardina negra se encontraba levantando de la garganta a Colin y con la otra mano sujetaba algo. Era un tipo flaco, algo musculoso, de cabellera platinada y sumamente corta, se miraba demasiado entusiasmado por hacerle algo a Colin. Lo dejó caer, este caer casi inconsciente, luego Harry corre, el tipo se agacha para ver a Ginny.
- ALEJATE DE ELLA – Harry se acerca sacando su varita, mientras que el tipo levanta las manos para que vea que no le iba a hacer nada malo a Ginny. Colin se encontraba tosiendo con el cuello rojo y unas cuantas gotas de sangre, sin poder hablar.
- Si tratas de despertarla con un simple hechizo no funcionará – decía serio el tipo de la gabardina negra. Harry lo miraba receloso. Silvia acababa de llegar.
- Hablaré a los de seguridad – Silvia volvía a partir corriendo –
- La chica fue golpeada, por ese maldito cabrón - apuntaba a Colin – tienes que esperar a que ella despierte, yo solo la ayudé.
- Gracias – decía Harry que miraba con odio a Colin. Miró a Ginny y notó el golpe que llevaba ella en el rostro y luego vio su brazo amoratado. Se dio la vuelta y miraba como Colin se retorcía como sabandija al no poder respirar bien, deseó tirarle un golpe, pero no pudo, al parecer Silvia había encontrado demasiado rápido a uno de los guardias.
- Esperen, creo que ya esta despertando – decía Hermione mientras la observaba
- ¿Cuánto lleva así? – preguntaba asustada Audrey –
- Mas de una hora – contestaba Silvia
- Creo que será mejor que la llevemos al doctor – dijo Harry acercándose a la cama.
- No, - dijo Audrey – recuerden lo que dijo la profesora Charlotte, tan solo es cuestión de tiempo.
- Aaayy, esto me esta preocupando, sino despierta en cinco minutos yo la saco de aquí – dijo Ron con cara de preocupación.
Ginny se encontraba ya en su dormitorio, alrededor suyo al pendiente estaban Harry, Hermione, Ron, Audrey y Silvia (que metiche esta tipa, verdad?). Tenía mas de una hora sin despertar, al parecer había recibido un golpe muy fuerte, los chicos se habían propuesto a llevarla al doctor, tan solo esperaban una señal. Se separaron un poco para darle un poco de aire, pues tenía un color pálido en sus mejillas.
Un grito sin sonido hizo que a todos se le enchinara la piel y voltearan a ver a Ginny. Trataba de gritar pero no podía no salía nada. Harry corrió a su lado, Ginny se miraba tan mal, sus ojos estaban inundados de lágrimas, era como si un nudo en la garganta le impidiera soltar todo lo que tenía.
- GINNY, GINNY, MIRAME GINNY – Harry la tomaba y la levantaba, temía que se fuera a ahogar, tenía la mirada perdida y luego un gran grito salió de ella, un grito de dolor y de sufrimiento que a todos los hizo temblar.
- Ginny, hermanita ¿qué te sucede? – Ron se acercaba a ella para ayudarla, estaba muy asustado por lo que le ocurría.
- DEJENME , POR FAVOR, DEJENME – Ginny gritaba tratando de levantarse con su cara llena de lágrimas – POR FAVOR SE LOS SUPLICO.
- Ginny soy yo Harry – Harry y Ron trataban de detenerla pues trataba de safarse.
- POR FAVOR RON, DEJAME IR, TENGO QUE IR A VERLO, USTEDES NO ENTIENDEN
- ¿a quien tiene que ir a ver? – preguntaba Silvia asustada- ¿no me digas que al estúpido de Colin?
- NO,, A EL NO,,,,- gritaba Ginny -- USTEDES NO ENTIENDEN POR FAVOR, CORRE PELIGRO, DÉJENME IR A VERLO, LO NECESITO, por lo que mas quieran – Ginny se soltaba y Audrey se acercaba.
- A ver, ustedes dos – mandaba Audrey, - Tu Ron, ve por unas toallas y por una charola de agua. Harry, Tu por un vaso de agua, Hermione, trae algo de... de algo para que se calme – y luego mientras que todos hacían caso, bajaba la voz y sujetaba fuerte la mano de Ginny en plan de apoyo.
- Audrey – lloraba Ginny, y Audrey le acariciaba la cabeza.
- Ginny ¿qué sucede? nos estas asustando a todos – Audrey tenía lagrimas en los ojos.
- Audrey, es Jim, está en peligro, por favor, ayúdame a levantarme, tengo que ir con el, te lo suplico.
- Ginny, ahora no, todos se darán cuenta.
- ME VALE UN CARAJO QUE SE DEN CUENTA, ESTA EN PELIGRO. Por favor ayúdame. Mi bebé ..... aaaahhh – Ginny había tratado de levantarse pero no podía. – Audrey tienes que ir con Dumbledore, habla con él, dile que Jim está en peligro, por favor Audrey, por favor ayudame – Ginny se encontraba tan desesperada y Audrey tan confundida, Silvia miraba confundida e incrédula.
- Tienes que prometerme que lo que acabas de escuchar no dirás absolutamente nada – Audrey le decía a Silvia con un tono amenazador.
- Lo prometo – decía Silvia.
- Audrey – Ginny tomaba a su amiga del brazo – Dile a Dumbledore que lo están buscando, están buscando a James.
- Si Ginny – lo diré.
Cada chico llegó con lo encargado, Audrey salía sin dar explicación alguna de a donde iba. Silvia se encontraba tan confundida que trataba de atar cabos con la poca información que tenía, observaba a Ginny incrédula, por supuesto pensaba guardar bien su secreto, pues sabía que era de suma importancia para ella y para todos.
Dos días despues por suerte y ya era fin de semana. Ginny se pudo deshacer de sus amigos, hasta de Harry, recibió una visita muy importante, nada mas y nada menos que de Dumbledore que le prometió buscar a Colin y se aseguró que James estaría bien. Esa platica que habían tenido de algún modo hizo sentir confortable a Ginny, sin embargo no quería separase de su pequeño pedacito de cielo, no hasta que alguna señal le diera la pista que todo volvería a la normalidad.
Ya era octubre, Harry se encontraba feliz, la temporada de quidditch ya empezaba, los entrenamientos eran de esperarse. Hace ya mas de una semana que Ginny había sufrido el percance que tuvo con Colin, Harry la notaba diferente, preocupada, algo le decía que lo que ella había dicho cuando despertó era verdad y no deliraba como decía Ron. Ella se encontraba algo alejada de ellos, con excepción de Audrey que no parecía separase de ella, su relación no parecía caminar mucho, se había quedado estancada, Harry esperaba que ella mejorara y que Ron dejara de preocuparse con ella para empezar de nuevo. Por otro lado otra cosa preocupaba a Harry, esa era Cho que desde hace mas de una semana parecía pegársele como chinche en las clases y le provocaba seguido.
- ¿cómo te sientes? – le preguntaba Audrey a su amiga Ginny
- Mas tranquila – Ginny tocaba su medallón y luego bebía un poco de jugo-
- Me da gusto. Sabes, habrá una fiesta este fin de semana, me preguntaba si querías ir con nosotras.
- No lo se Audrey, creo que este fin de semana no estaré, prefiero pasar el fin de semana con James.
- ¿James? ¿quién es James? – Hermione llegaba justo a la mesa de la cafetería en donde se encontraban estas dos chicas –
- ehhh ¿james? – Ginny se mostraba nerviosa –
- Es el niño que Ginny cuida los fines de semana – rápidamente Audrey contestaba –
- Si, ese niño – decía Ginny.
- Ahhh, por cierto ¿van a ir a la fiesta del fin de semana? – Hermione se sentaba a un lado de Ginny.
- Estoy tratando de convencer a Ginny – Audrey volteaba a ver a Hermione como pidiéndole ayuda.
- Sería estupendo que todos fuéramos a la fiesta – decía Hermione mirando a Ginny.
- ¿Piensas ir Hermione? – Ginny miraba a su amiga soprendida.
- Claro que si, pero si tu vas – Hermione le contestaba a su amiga mientras sacaba un libro de su mochila.
- No estoy segura si quiero ir – El tono de Ginny sonaba sin entusiasmo.
- Anda Ginny, nos la pasaremos excelente, además no creo que dejes que Harry vaya solo a la fiesta y mas con lo que te tengo que contar – Audrey miraba como Ginny se mostraba algo preocupada tras lo que acababa de decir.
- ¿qué sucede? – Ginny temía de lo peor, pero luego Audrey habló
- Bueno pues, creo que tienes competencia, es solo una teoría y nada mas. Silvia me comentó que Paulina ha estado yendo muy entusiasmada a los entrenamientos de quidditch, al parecer un jugador le gusta – Audrey miraba a Ginny. En verdad no tenía nada en contra de Paulina, pero si le decía esto era porque quería que su amiga se levantara de la gran preocupación que tenía enzima - ¿sabes? Últimamente he notado que Paulina se esta acercando mucho a Harry y le sigue llamando Lennon.
- Aaay por favor Audrey, no preocupes a Ginny de esa forma – Hermione interfería algo molesta – tus comentarios no son nada acertados. Para empezar si Paulina va con mucho entusiasmo a los entrenamientos es porque Scott acaba de ingresar al equipo de la universidad.
- ¿En serio? – preguntaba Ginny respirando –
- Si, es por eso que Paulina va al campo de quidditch, es para ir a ver a Scott, además como que Harry ha encontrado una buena amiga en Paulina, aunque suene raro, creo que a Paulina le gusta Scott, lo he notado en clase, además noto que los dos se sonrojan cuando se hablan.
- ¿En serio? – Audrey miraba sorprendida – aaay que bonito, tendremos otra pareja mas en el grupo.
- Bueno – Hermione volvía a hablar mientras miraba a Ginny sin hacer caso al comentario de Audrey – No es Paulina la que te debe de preocupar sino Cho, ella ha estado yendo al campo, tienes que ir tu también. Yo se que Harry te quiere mucho, pero será mejor que te ahorres problemas.
- Tienes razón – Ginny miraba confundida – creo que he descuidado a Harry esta semana.
- Si, tienes que hacer algo para que todo vuelva a la normalidad.
- Iré ahora a ver a Harry – la voz de Ginny se escuchaba decidida
- Si quieres yo te acompaño – Hermione sacaba una manzana de su mochila y la mordía –
- Yo quisiera pero tengo tarea que hacer – Audrey se levantaba – además será mejor que me vaya, creo que olvidé hacer algo sumamente importante, pero no recuerdo que.
Ginny y Hermione partieron al campo de quidditch justo a las cinco de la tarde. Ya estaba empezando a hacer frío, así que se fueron bien abrigadas. El campo de quidditch se encontraba a quince minutos de la "ciudad universidad", se encontraba también en el centro de Londres. Aparentaba ser un campo de fútbol, tenía el mismo hechizo que la universidad. Cualquier muggle que tratara de acercarse le recordaba algo sumamente importante que hacer. El campo quidditch, tenía un campo de protección, un gran hechizo que impedía que tanto como las pelotas, jugadores y la snich salieran fuera del campo. Por fuera cualquier muggle que pasara podía observar que un par de muchachos jugaban fútbol. Había gradas a su alrededor y todo ese espacio en donde jugaban no era muy grande, pero era el lugar mas cerca de la universidad en donde se podía entrenar.
Ginny caminó entre las gradas, miraba a Ron y a Harry jugar, Scott también jugaba, era el nuevo golpeador, y en una grada sentada sola estaba Paulina entusiasmada viéndolos jugar. Del otro extremo estaba Cho sentada con dos muchachas, una de ellas era la chica que Harry le había presentado en el café el primer día que había llegado.
- TU PUEDES HARRY , MUY BIEN, ASI SE HACE, - gritaba Cho – Excelente jugada – miren chicas esa jugada yo se la enseñé.
Ginny sentía como le hervía la sangre en la cabeza. Tomó lugar junto con Hermione cerca del campo y empezaron a observar. Ginny tenía escasos cinco minutos de haber llegado, ni siquiera Cho se había percatado de que Ginny se encontraba ahí. Harry estaba burlando una bludger cuando vio sentada a Ginny y a Hermione e inmediatamente desvió su vista hacia donde estaban las chicas y les regaló una sonrisa, por lo visto se encontraba tan feliz de ver a Ginny que estuvo apunto de darle la bludger.
- MALDICIÓN POTTER, PON ATENCIÓN – le gritaba el entrenador y Harry se tomaba bien de su Saeta de Fuego para perseguir la snich – WEASLEY PROTEGE BIEN ESOS AROS.
Harry tomaba la snich y luego después de que todos bajaban para escuchar las instrucciones del entrenador.
- BERTHMAN LA PROXIMA VEZ QUE VUELVAS A HACER ESO, TE SACO DEL EQUIPO. POTTER, DEJA DE ESTAR VIENDO A LAS CHICAS ESAS SI NO ES QUE QUIERES QUEDAR INCONSCIENTE. WEASLEY ESA TÁCTICA TUYA ES DEMASIADO MALA, ¿QUIÉN DEMONIOS TE LA ENSEÑÓ – gritaba desesperado el entrenador.
- El entrenador de la liga nacional McGregor señor – decía Ron con la cabeza abajo.
- Pues hazla cuando juegues en la nacional, no en mi equipo, es terrible. Richardson, ese tipo de jugadas americanas no me terminan de convencer, sino te metes en la cabeza mis jugadas, te sacaré del equipo.
- Si señor – Scott se mostraba cansado y algo triste.
- Tienen cinco minutos para descansar y tomar agua que volveremos a empezar.
- Maldito viejo – Ron decía esto cuando ya se encontraba lejos de que los escuchara – ¿que diablos sabe de jugadas?
- Por algo es nuestro entrenador – le contestaba Harry
- Si, pero esas jugadas son mas viejas que el propio quidditch. Además no me agrada la idea de lo que dijo de las jugadas del entrenador McGregor.
- A mi tampoco. Mira, aya esta Hermione y Ginny – Harry traía una enorme sonrisa al ver a Ginny en los entrenamientos como en los viejos tiempos.
- Si, y también esta Cho – Ron apuntaba con la cabeza a Cho que se encontraba con una mano llamando a Harry.
- HARRY, HARRY - gritaba Cho –
- SSI, HOLA CHO – gritaba Harry y la saludaba con la mano sin siquiera voltear a verla, el iba con sus amigas.
- Ho.. la - decía Ginny tímidamente a Harry.
- Hola – Harry seguía con esa estúpida sonrisa en sus labios.
- Hola amor – Ron se acercaba Hermione con el propósito de abrazarla.
- Ni lo pienses Ron – Hermione se hacía un lado viendo a su novio bañado de sudor - estas bañado de sudor. – inmediatamente Ron con la túnica de entrenamiento se limpiaba el sudor de la frente y se volvía a acercar a Hermione.
- ¿YA? – decía ron mientras Hermione lo miraba con una sonrisa y le daba un leve beso en los labios-
- Que bueno que vinieron me da alegría verte aquí – Harry se sentaba a un lado de Ginny – y mas alegría me da verte ya bien.
- Si, ya se, quise venir a verte, además me enteré que Scott entró al equipo - Scott se acercaba junto con Paulina que se miraba algo alegre –
- Si, es un buen jugador – Harry no se mostraba celoso de el como antes – me preguntaba si querías ir conmigo terminando el entrenamiento conmigo a cenar?
- E hhh.. si claro – y luego Ginny miraba a Ron buscando una mirada de aprobación –
- No te preocupes por Ron – reía Harry- yo ya me ocupe para tenerlo bien entretenido – Ron se encontraba con Hermione dándole un beso en la boca.
- Si yo también te quiero – Ron le decía a Hermione mientras la miraba dulcemente.
- Entonces espera a que termine mi entrenamiento y nos iremos de aquí juntos ¿esta bien? – la mirada de Harry se mostraba de complicidad y hasta que el entrenador volvió a llamarlos dejó de verla.
- POTTER, WEASLEY, RICHARDSON, DEJEN A ESAS CHICAS ENPAZ Y REGRESEN AL CAMPO. – gritaba el entrenador.
Después de dos horas y media de entrenamientos, el entrenador los dejó partir, todos lucían cansados con excepción de Harry que parecía tan entusiasmado que sería capaz de volver dos horas a practicar si no fuera porque tenía una cita con Ginny, su primera cita formal. Se metió a las regaderas, solo dos chicos mas del equipo hicieron lo mismo, los demás se fueron a descansar. El campo lucía solitario con excepción de Cho y sus dos amigas, Scott y Paulina que esperaban a que Harry saliera para retirarse, no querían dejar sola a Ginny mientras Harry se bañaba. De repente Ginny no miraba a Cho, las dos otras chicas estaban pero no Cho.
Harry se acababa de bañar, estaba envuelto en la toalla y abría su casillero para sacar su ropa, pero no estaba.
- ¿buscas esto? – una voz familiar hacía que Harry volteara a un extremo de la pared. Ahí estaba Cho, con su ropa.
- ¿Qué haces aquí? – Harry se mostraba enojado – es un vestidor para chicos.
- Eso no me dijiste hace un año cuando lo hicimos en las regaderas – la voz de Cho se escuchaba sensual y retadora.
- ¿Me puedes dar por favor mi ropa? – Harry estaba aun mas serio que al principio
- ¿La quieres? Pues quítamela – Cho retaba a Harry para que se acercara a ella.
- ¿QUÉ DIABLOS TRAMAS? – harry ya estaba enojado, que enojado, mejor dicho furioso.
- ¿cómo que qué diablos tramo? – La voz de Cho se mostraba asustada y preocupada – ya pasaron mas de tres semanas, las mismas que acordamos y no me haz buscado.
- Cho...
- Tengo que hacer algo para recuperarte – ella se acercaba para abrazarlo – te haz apartado demasiado de mi, ¿acaso no te acuerdas de nuestros viejos tiempos?
- Mira Cho ...- pero alguien los interrumpía, era un chico que los miraba y se retiraba y Harry volvía a tomar aire – Mira Cho, será mejor que te vayas, o me meterás en un problema con...
- ¿LA WEASLEY? – Cho ya se miraba con lágrimas en los ojos.
- Con ella y con mi entrenador.
- DIABLOS.... ¿QUÉ TE SUCEDE? ¿QUÉ NOS HA PASADO? ¿por qué las cosas ya no son como antes? – De los ojos de Cho salían lágrimas.
- No lo se, pero creo que lo nuestro ya no va a funcionar y eso tienes que entenderlo Cho.
- Creo que yo he tenido la culpa de todo, si es eso – Cho se sentaba en una de las bancas tapándose los ojos –
- No, tu no haz tenido toda la culpa, también yo, Mira Cho, desde al principio debí de decirte esto....
- Sólo contéstame esto Harry es lo único que te pido – Cho miraba a Harry con el corazón destrozado – solo esta pregunta: ¿me quieres?
Harry dudó un momento en contestar la pregunta, pero luego la vio sentada, sufriendo por culpa de él, no le podía negar nada, ¿qué si la había querido? Claro que si, estuvo a su lado por un año, vivió cosas con ella que nadie le podía quitar, nadie, compartió sentimientos con ella, y ¿le dolía verla así, sufriendo? Claro que le dolía –
- Harry, CONTÉSTAME – Harry miraba a la chica desesperada –
- Si, si te quiero Cho – Harry se sentaba a un lado suyo- cómo no quererte si fuiste parte de mi vida estos últimos meses. Sin embargo, no eres la persona por la cual yo quiera seguir, no quiero hacerte daño, yo quiero a alguien mas, y quiero darme la oportunidad de estar a su lado, de ver las cosas de otra perspectiva.... Cho... yo.
Pero no terminó de decir nada cuando la chica se levantó y lo dejó ahí sentado, junto a su ropa. Harry se sentía mal, no quería verla sufrir, pero ¿qué podía ser? No pensaba arriesgar su felicidad de ese modo. El quería estar con Ginny, era lo único que entendía, que a su lado iba a ser mas feliz, con ella se sentía completo, eso era todo.
Ginny vio como salía Cho de los baños, se mostraba furiosa y luego le miraba a Ginny con una mirada súbita llena de odio, se daba la media vuelta y se iba. Pareció comprender bien lo que acababa de suceder y leve dolor en el pecho le produjo esto.
- Creo que Harry no tarda en llegar - Ginny volteaba a ver a Scott y a Paulina que se miraban algo desesperados - ¿por qué no se va? Si quieren.
- ¿Estás segura? – decía Paulina.
- Ya todos se fueron, además está muy obscuro como para que tu te quedes sola – Scott miraba a su prima política muy serio.
- No hay problema, les aseguro que Harry no tardará.
- Bueno si insistes, creo que será mejor que nos vayamos Scott.
- Bueno tienes razón. Nos vemos después Ginny – Scott al igual que Paulina se despedían con un beso en la mejilla.
- Bye
Ginny debió de haber esperado unos cinco minutos mas sentada en las gradas, el campo estaba completamente desierto. Luego vio una figura que salía de los vestidores. Era Harry, vestido con un pantalón de mezclilla que le quedaba un poco grande, un suéter verde que Ginny podía notar que era uno de los que su madre hacía. Su pelo lucía aun mojado, acomodándose los anteojos y luego observó a Ginny, estaba sentada y se dirigió hacia ella.
- ¿Estas listo? – preguntó Ginny percatándose que posiblemente estaba molesto por la vista que le había hecho Cho.
- Si, vamos – Harry estaba callado y luego volteó y le sonrió a Ginny - ¿tienes idea en lo que nos iremos?
- Me imagino que en polvos flu – Ginny caminaba a su lado –
- No, a donde vamos no hay chimenea, nos iremos en auto.
- ¿En auto? - le contestaba sorprendida.
- Así es, pero antes será mejor que te pongas esto – Harry sacaba una pañoleta y le tapaba los ojos con ella.
- ¡HARRY! ¿qué piensas hacer?
- Te aseguro que nada malo.
- ¿En donde conseguiste el auto? – pregunto Ginny
- Un gran amigo que me debía un favor me lo prestó.
Harry manejó alrededor de media hora, Ginny no se tenía ni la menor idea a donde la llevaba, pues seguía con la pañoleta tapándole los ojos. Llegaron a un lugar que por lo que podía sentir Ginny no eran las afueras de la ciudad, pues aún la calle estaba pavimentada. Una casa posiblemente era, pero después que el la dirigió hacia un pasillo largo quitó esa publicidad.
- Harry ¿a dónde me llevas? – Ginny iba siguiendo a Harry que la tomaba de la mano y le dirigía.
- Espera es una sorpresa – Harry seguía caminando hasta llegarla en un lugar que Ginny sintió que el espacio era enorme. Harry le soltó la mano cosa que le causo algo de temor a Ginny.
- ¡HARRY! (harry, harry, harry, arry , arry , arry ) – Ginny lo llamaba y el eco parecía ser muy notorio. No había duda, estaba en un lugar con un enorme espacio. También se encontraba completamente oscuro.
- Lumus – escuchó Ginny venir de Harry e inmediatamente sintió como una luz penetrante como la del día entraba por la pañoleta que llevaba puesta. Harry tomó su brazo y la llevó caminando sin decirle nada. Ginny pudo notar que caminaba sobre césped.
- ¿Ya me puedo quitar la pañoleta?
- Claro que no, espera solo un minuto.
Ginny se encontraba desesperada, por su cabeza pasaba varias ideas de en donde podía estar, sin embargo ninguna era acertada, hasta que Harry le permitió que se quitara la pañoleta que envolvían sus ojos marrones.
Se encontró completamente sorprendida del lugar en donde se encontraba. Era enorme, había recordado estar ahí cuando tenía 13 años junto con él. Estaba en un estadio deportivo, el mismo en el que había sido el mundial de quidditch hace cinco años. Se encontraba justo en medio del campo. Este estaba iluminado con reflectores tan grandes que parecía ser las doce del mediodía, era apantallante estar ahí, lógicamente estaba vacío, lo que le hacía mas atractivo; el estadio gigantesco para ellos dos solos, y justo en medio estaba Harry parado, había colocado una cobija en el centro con una canasta que lo mas probable era que tuviera comida.
- ¡HARRY! – Ginny parecía impactada - me dejas sin habla.
- Es un día de campo justo en medio de mi ligar favorito, el campo de quidditch.
- Un día de campo a las 9:00 de la noche – Ginny iba con el y se sentaba sobre la cobija – Es sorprendente.
- Si verdad – Harry sacaba una botella de la canasta – es el mismo estadio al que nos trajo tu papá hace años en el mundial. ¿lo recuerdas?
- Claro que lo recuerdo – Harry trataba de abrir un vino con un destapacorchos –
- ¿qué haces? – Ginny miraba curiosa –
- Trato de abrirlo
- Espera – Ginny sacaba su varita –
- No, déjame lo intento así – Harry lograba destapar el vino y luego sacaba dos copas y servía el vino – Toma.
- Gracias.
- Vamos a brindar por nosotros – la pareja chocaban las copas y bebían un poco.
Pasó una hora, los dos estaban acostados viendo las estrellas, el vino se había acabado y Ginny tenía una risita que no había duda que era por el vino. Harry no dejaba de hacerle cosquillas ni de abrazarla.
- Estas borracha – Harry estaba sobre ella con una gran sonrisa.
- Claro que no tontito – Contestaba Ginny.
- Lo estas
- No.
- Si, tienes ese brillo en los ojos
- ¿De que brillo hablas?
- Del brillo que tienen tus ojos cuando me vez – Harry se ponía serio
- Estas loquito – Ginny reía –
- ¿con que estoy loco? Eeh – Harry le hacía cosquillas a Ginny-
- jajajajaja si estas loco, aaayyy Harry, me rindo me rindo jajajajaja .
- ¿te rindes?
- Si me rindo – Ginny tomaba aire, Harry seguía sobre ella y la miraba fijamente.
- ¿Quieres saber como veo mi futuro? – le decía Harry a Ginny.
- ¿Cómo? – esta pregunta salía de la nada de la boca de Harry desconcertándola algo.
- Me imagino una casa como la madriguera, la casa perfecta.
- Jajajaja, la madriguera no es una casa perfecta, aunque con uno que otro arreglo podría serlo – Ginny miraba con una gran sonrisa.
- Entro cuando llego de trabajar, hay dos pequeños en la sala, uno de 10 y el otro de 7 años que me reciben. Otra pequeña llega, parece que soy el centro de su mundo. ¿sabes como es ella?
- ¿Cómo? – preguntaba Ginny.
- Una niña de cabello rojo brillante como el tuyo y como los ojos de mi madre – Harry le acariciaba el cabello a Ginny, ella sencillamente estaba callada, con ganas de llorar. – quiero que sea igual que tu, pero con los ojos de mi madre.
- ¿Qué tienen mis ojos? – Ginny le preguntaba alegre.
- Tus ojos son hermosos Ginny, pero soy tan celoso que no me gustaría que nadie mas tenga esos ojos que son solo míos – Ginny reía con los ojos cristalizados casi con lágrimas apunto de venirse.
- Y luego quiero entrar a la cocina y verte a ti, esperándome para amarte – Harry le daba una mirada de un amor incondicional, mientras que Ginny quería llorar, porque ha pesar de que quisiera que esto pasaba, en el fondo sabía que no sería así. Harry se acercó a ella y la besó como nunca antes, tan apasionadamente, si ese beso pudiera hablar diría lo que muchos no pudieran decir con palabras.
Ya pasaban las 12 de la noche, Harry se encontraba acompañando a su dormitorio a Ginny. Estaban afuera de su dormitorio aun hablando.
- Si tan solo te hubieras visto bailando – Ginny reía divertida –
- No me digas mas que me apenas – Harry estaba rojo de la vergüenza –
- Bailas bien.
- No te burles, soy dos pies izquierdos, además no me gusta bailar.
- Es verdad bailas bien, me hubiera gustado bailar contigo – Ginny le tomaba la mano a Harry –
- No soy tan bueno en eso – Harry agachaba la cabeza.
- Pero para otras cosas si – Ginny lo miraba pícaramente. - ¿crees que se me ha olvidado?
- Claro que no se me ha olvidado – Harry tomaba de la cintura a Ginny – Si han sido uno de los mejores momentos de mi vida, además tu eso ya lo sabes.
- Si pero no sabía que venía de tu boca – Ginny se acercaba y lo besaba.
- Mmm ese beso si me gusto – Harry volvía a besarla mientras que ella lo envolvía con sus brazos.
El beso parecía cada vez ser mas ingenioso. Ella le mordía el labio inferior despacio y lo acercaba a ella, él la observaba y miraba una sonrisa maliciosa en ella, separaba sus labios y volvió a acercarse para besarla, pero ella se hizo para atrás desatinándolo y luego ella se reía. Miraba con Harry cerraba los ojos para besarla, se acercaba a ella y no encontraba nada, ella reía divertida y luego lo besaba y se hacia para atrás.
- ¿aa sí? , ¿con que quieres jugar? – Harry miraba que Ginny lo provocaba haciéndose ella a un lado. Ella tan solo reía con una risa juguetona y se daba la media vuelta para entrar, Harry la jalaba del brazo y la atraía hacia ella excitado y con la respiración agitada, ella también respiraba agitada y la besaba dejando que sus labios indagaran todos los rincones de su boca, las manos de Ginny acariciaban todo el cuerpo de Harry sin olvidar ese rincón que ahora se encontraba levantado y sumamente firme. Harry la acariciaba por completo y luego la tomaba de la cintura y ella apoyaba sus caderas sobre las de él.
- Espera – Harry la tomaba de la mano y la dirigía hacia su habitación (la de Ginny).
- No, Hermione está dentro.
- No, Hermione esta con Ron , ella me dijo que estaría ahí con el
- ¿Estas seguro?
- Si – Harry abrazaba a Ginny con tal desesperación, al igual que él , ella se encontraba igual. Harry le acariciaba mientras le besaba. Abrieron la puerta y a ciegas entraron. Ginny dejó caer el abrigo que traía al suelo mientras que en dos segundos Harry se quitaba los lentes y los dejaba sobre una cómoda. Se regresaba con Harry y en completa obscuridad la acostaba sobre la cama y se ponía enzima de ella, se besaban como no queriendo dejar que se les escapara el aliento. Harry recorría todo su cuerpo con sus manos hasta toparse con sus piernas y mientras le levantaba la falda para poder tocar sus muslos de la pierna, y agachaba la cabeza para besar su pecho, Ginny le acariciaba la cabeza extasiada despeinando su negra cabellera. No resistían mas, creerían que se consumirían si no hacían algo. Entonces la mano de Ginny se dirigió hacia la entrepierna de Harry y sin decir nada le bajó la bragueta del pantalón. La luz de la luna le daba en el rostro de Ginny dejando que Harry mirara sus gestos de placer. Entonces Harry se acercó mientras que Ginny abría sus piernas para dejar que él se acomodara y justo en ese momento la luz se prendió.
Los dos se quedaron congelados volteando a ver al lado, la luz de la lámpara de noche de Hermione se había encendido, o mejor dicho la habían encendido. Ahí estaba Hermione con los ojos hinchados que apenas podía abrirlos , por lo visto la habían despertado. Observaba incrédula a Ginny con la falda levantada y la blusa desacomodada que dejaba ver su sostén color morado. Harry estaba enzima de ella con el cabello mas despeinado de lo usual, sin lentes y Ginny tenía las piernas abierta.
- ¿GINNY, HARRY? – Hermione estaba impresionada
- Ehhh, creo que – Ginny se ponía roja de la impresión y Harry también que se volteaba al otro lado para poderse subir la bragueta de su pantalón –
- Crei ... imos que... es tabas con Ron – Harry tartamudeando de la vergüenza hablaba –
- ¿Yo con ese idiota? Claro que no – a Hermione se le inundaban los ojos de lágrimas, al parecer Ginny comprendía la razón de su hinchazón en los ojos. – Pero no se preocupen, yo me voy a dormir al sillón del pasillo para dejarlos en paz. – Hermione tomaba una almohada y una cobija y se paraba indignada para salir.
- Hermione espera – Harry la detenía –
- No Harry, te debo demasiadas, es hora que a mi me toque dormir en el pasillo – Hermione tenía un enorme nudo en la garganta, su voz se le doblegaba y Harry volteaba a ver a Ginny preocupado.
- Hermi, por favor espera – Ginny se paraba y se bajaba la falda – Creo que será mejor pospongamos esto para otra ocasión – le decía a Harry
- Claro no hay problema – y Harry salía del cuarto.
- Harry espera – Ginny lo seguía y salía con el al pasillo – quería decirte solo que he pasado una noche excelente contigo, gracias.
- Ginny – Harry la miraba con amor – no tienes porque darme las gracias, de hoy en adelante todo será así, solo tu y yo. – Ginny se acercaba y lo besaba.
- Creo que todavía me encuentro.... – harry hablaba despacio y la miraba con deseo.
- Yo también ... – Ginny lo abrazaba.
- Espera, mira, - Harry la tomaba de la mano y la dirigía por el pasillo y cuando estaban apunto de subir unas escalera los dos tomados de la mano se toparon con alguien mas.
- Vaya hasta que llegan – rea Ron que se encontraba rojo de lo enojado – Tu niña ve a tu cuarto y Harry ..
- RON – le gritaba Ginny – NO SOY NINGUNA NIÑA, NO ME PUEDES MANDAR
- CLARO QUE SI, SOY EL UNICO FAMILIAR CERCA DE TI, APARTE SOY MAYOR QUE TU, VE A TU CUARTO,
- NO
- QUE SI – Ron se encontraba con los brazos cruzados.
- RON – decía Harry interrumpiendo – Tu hermana ya esta grande para saber que es lo que le conviene.
- HARRY NO ME DIGAS QUE LE CONVIENE A MI HERMANA, QUE PARA ESO ESTOY YO.
- ¿CÓMO DIABLOS SABES LO QUE ME CONVIENE CUANDO NI TU MISMO SABES LO QUE TE CONVIENE? PORQUE SI LO SUPIERAS NO FUERAS TAN TONTO COMO PARA HACER LLORAR A HERMIONE – Ginny miraba asustada a su hermano que ahora tenía un rostro aparte de enojo de susto, el no tenía nada que decir mas.
- Eso no te incumbe Ginny - le contestaba Ron
- Entonces a ti tampoco te incumbe mi vida, yo ya tomé una decisión te guste o no, y si realmente me aprecias tantito la respetarás y esa es estar con Harry, te guste o no, y NO CREO QUE QUIERAS PERDER A TU HERMANA Y A TU MEJOR AMIGO – Ginny se miraba tan enojada que Ron se quedó callado y Harry la miraba igual asustado.
- Creo que tu hermana ya tomó la decisión – decía Harry sin mas que decir.
- ¿TU QUE SABES DE HARRY? ¿QUÉ SABES SI TE CONVIENE? Perdón Harry eres mi amigo pero ella es mi hermana.
- ¿QUÉ, QUÉ SE? SE QUE ESTE ÚLTIMO MES RON, HARRY HA HECHO TODO LO POSIBLE POR TRATARTE DE CONVENCER QUE PUEDE SER BUENO CONMIGO, QUE LA RELACIÓN PUEDE FUNCIONAR, PERO TIENES LA CABEZA TAN HUECA QUE NO ENTIENDES NADA.
- Espera Ginn – Harry la interrumpía y la calmaba. – Ron, Ginny y yo hemos decidido andar, ósea, ser pareja, si tu tuviste la misma oportunidad con Hermione, ya es hora que nosotros también intentemos, tu haz tenido la oportunidad de estar a su lado, dánosla a nosotros.
- MMMM . – Ron miraba enojado a la pareja – Aaaay no se, será mejor que me suba a dormir, mañana arreglaremos esto y será mejor que subas rápido Potter.
- Creo que lo convencimos – decía Ginny con una sonrisa –
- ¿Lo crees? – Le preguntaba Harry
- Claro, hasta crees que Ron dará su brazo a torcer, el nunca admite que pierde algo.
- Bueno, será mejor que suba si es que no quiera que me arranque la cabeza cuando entre.
- Esta bien – Ginny se despedía de un beso del que ahora ya era su novio y luego se diría a su cuarto, abría la puerta y miraba a Hermione sentada en la cama, no podía levantar la cabeza de la vergüenza que tenía.
- No te preocupes – le decía Hermione limpiándose las lagrimas de su rostro – en verdad, además fue mi culpa.
- No, yo debí de haber detenido todo afuera – Ginny seguía sin levantar el rostro.
- Fue culpa mía, yo le dije a Harry que estaría con Ron para que ustedes pudieran irse al estadio.
- ¿Tu sabias? – la voz de Ginny se escuchaba sorprendida
- Si, por eso insistí en que fueras a acompañarme al entrenamiento – Hermione lucía un poco demacrada y Ginny simplemente sonreía un poco.
- ¿Qué sucedió? –Ginny le pregunto esto a Hermione con algo de temor.
- Ron y yo rompimos – y Hermione se echaba a llorar, Ginny se acercaba para agrazarla.
- QUE?? ¿Qué sucedió?
- Nada que tienes un pleno idiota como hermano.
- No es algo nuevo que me digas, eso ya lo sabía, lo acabo de ver.
- ¿Te dijo algo? – Hermione inmediatamente preguntó
- Me dijo que no me metiera en lo que no me incumbía, eso es todo, pero si de algo te sirve, lo vi un poco preocupado.
- Un poco, je, como no.
- Será que lo vi furioso porque me encontró con Harry en el pasillo.
- ¿Ya son novios tu y Harry? – Hermione se limpiaba las lágrimas que había derramado.
- Creo que si. Al menos ya le dijo a Ron lo de nosotros.
- Que bueno que estas feliz. No debería de llorar – Hermione se rompía a llorar – estoy arruinando tu felicidad.
- Hemione – Ginny la abrazaba – tal vez se puede solucionar, sea lo que haya pasado yo se que mi hermano te quiere demasiado y no creo que pueda estar sin ti.
- Pues yo digo que si puede estar sin mi y ahora lo comprobé
- ¿qué sucedió?
- Terminando el entrenamiento insistió esperar afuera del campo de quidditch para ver a donde iban ustedes, no se porque diablos si Harry es su amigo no le tiene confianza. Le insistí que nos fuéramos hasta que llegó Paulina y Scott, nos invitaron a un Bar que se encuentra a la vuelta de aquí y lo convencí para que fuéramos. Ahí estaban otros chicos que no conozco amigos de Ron y de Harry. Nos pidieron a mi y a Paulina que nos sentáramos en otra mesa separadas de ellos, yo me enojé con Ron y me aleje de ellos. Entré al baño y cuando salí el platicaba muy cerca de una tipa muy vulgar – la descripción que Hermione hacía de la tipa era de repugnancia – Me enojé demasiado, no quise ir a reclamarle nada porque a mi y a Paulina nos habían excluido del grupo. Justo enfrente de mi me encontré al joven que el otra vez te salvo de Colin y le sonreí.
- ¿Viste quien me ayudó? – Ginny se mostró interesada.
- Ya te había dicho que si, entre Harry y el te trajeron.
- Solo es que no lo recuerdo – Ginny se encontraba confundida tras esto. – Es que no lo he visto aquí en la escuela para agradecerle.
- Y no lo verás, el no es alumno Ginny, el vive cerca de aquí. Bueno déjame te sigo contando. Le sonreí y se acercó a preguntarme por ti. Paulina lo invitó a que se sentara con nosotras, después de lo que hizo por ti era lo menos que podíamos hacer. Paulina se paró un momento y Ron me vio con el, se puso tan celoso que me recamó ahí mismo. Yo no aguanté la vergüenza y me salí del bar, creí que Ron iría tras de mi, pero la única persona que me siguió fue Frank.
- ¿Quién?
- Frank, el que te ayudó se llama Frank. Salió tras de mi cuando me vio con los ojos humedecidos.
- Al parecer ese tipo ha de ser bastante humanitario – Ginny decía este comentario por la ayuda que le había dado a ella.
- Creí que golpearía a Ron en ese momento cuando me gritó al igual que a Colin, hubiera sido divertido.
- Si y tu de lugar de estar llorando estuvieras curándole el ojo a Ron – Este comentario de Ginny hizo que Hermione dejara salir una leve risa.
- Salí del bar y el se ofreció a acompañarme para que no me pasara nada, yo por supuesto no acepté, pero insistió demasiado. Cuando menos pensé los dos estábamos caminando por la calle platicando. Es buen tipo, me hizo sacar una que otra risa. Pasamos por un café al merendero, eso fue todo. Como nos vinimos caminando, llegué un poco tarde aquí y Ron me estaba esperando afuera de la habitación. Me dijo que cómo era capaz de venirme con ese tipo. Me inventó no se que tantas cosas, me gritó y despertó a medio pasillo. Me dijo que temía que yo hubiera hecho algo con él, pero yo Ginny, ni siquiera permití que pagara mi café, no tuve ni el menor contacto con él, y este idiota – a Hermione se le rompía la voz y luego tomaba aire – y este idota creyendo otra cosa. Se dio la vuelta tan enojado que ni siquiera se dio cuenta que de su chamarra salió una servilleta, me dio curiosidad porque tenía algo escrito. ¿sabes que era? ERA EL TELEFONO DE ESA MALDITA GOLFA DEL BAR, y todavía tiene el descaro de reclamarme algo así. Le aventé la servilleta en la cara y le dije que a m no me volviera a buscar y ¿SABES QUE ME DIJO? Que no lo haría, me dijo que ni pensara verlo cerca de mi – Hermione se echaba a llorar desesperada, Ginny la consolaba, y así estuvo a su lado hasta que Hermione se cansó y se quedó profundamente dormida. ¿qué le podía decir ella?, era su hermano, se sentía avergonzada por la actitud de Ron.
Subió las escaleras hasta llegar a su habitación, aunque quería seguir con Ginny sabía que tenía que hablar con Ron que se encontraba demasiado molesto por dos razones, una, porque él empezaría a salir con su hermana y otra, porque se había pelado con su mejor amiga y novia, Hermione. Abrió la puerta esperando que le llovieran reclamaciones y golpes por parte de Ron, cerró los ojos apretándolos esperando recibir lo que fuera, pero no recibió ni un golpe, ni un grito, ni siquiera un almohadazo, vio a Ron acostado en la cama volteado, eso le preocupó a Harry. Se sentó en su cama y pensó si realmente debería de hablar.
- ¿Quieres que hablemos? – fue lo único que salió de Harry, esperaba que le dijera algo, fuera lo que fuera, pero lo único que hizo Ron fue taparse de pies a cabeza con la cobija. Harry entendió, se quitó los zapatos, dejó los anteojos a un lado y apago la luz, trató de dormir, pero en lo único que pensó fue en la chica de ojos marrones y pelo rojo que acababa de besar.
- JAJAJAJA, debería de ponerse un letrero "la gran perdedora del año" – Paulina decía esto después de que Cho pasaba mientras ella le tiraba una mirada súbita-
- Creo que te escuchó – dijo Audrey algo seria –
- Me vale – decía Paulina mientras se echaba a la boca un pedazo de pan con mantequilla.
Audrey, Silvia y Paulina se encontraban en la cafetería de la escuela desayunando y riéndose de cualquiera que pasaba.
- Hola chicas – Ginny llegaba sentándose a un lado de Audrey - ¿y tu? ¿qué no se supone que tu vas en otra facultad?
- Ya lo se, pero me gusta la comida de esta facultad – decía Audrey contestándole a Ginny - ¿acaso no quieres que te visité? – y ponía una cara de niña regañada.
- Si, me gusta que me visites, pero se me hace raro verte aquí sentada.
- Yo ya me estoy acostumbrando – decía Silvia que también estaba entretenida desayunando.
- Ya vez, ellas si me quieren – Audrey hacía muecas infantiles chistosas mientras que Ginny tan solo la abrazaba.
- Aayy yo también te quiero, si tuvieras en la sangre magia, tenlo por seguro que yo sería la mas feliz porque estuvieras aquí con nosotras – el comentario de Ginny por primera vez no había sido acertado, vio como Audrey agachaba la cabeza e inmediatamente Ginny recordó que un punto débil en Audrey precisamente ese, pues su madre cuando estaba chica la presionaba en cada momento para que hiciera presencia de su magia, magia que ella nunca había tenido por los orígenes muggles de su padre y abuelo materno.
- Eessteee ...eemm.¿ y Hermione? – preguntaba Paulina a Ginny –
- Se estaba terminando de cambiar cuando yo venía en camino – dijo Ginny mientras agachaba la cabeza –
- Me preocupe mucho por lo que paso anoche – decía Paulina mientras dejaba su plato a un lado - Ron y Hermione se pelearon en el bar.
- ¿En el bar también? – Silvia decía sorprendida, Ginny tan solo abría mas los ojos –
- ¿Qué sucedió anoche? – Audrey se miraba desconcertada –
- Estuvieron discutiendo anoche afuera, Ron tenía unos gritos que fácil se escuchaba hasta el sexto piso de los dormitorios – dijo Silvia –
- Chicas – Ginny interfería mientras miraba desde lejos que Hermione entraba a la gran sala del comedor de la escuela – Les diré rápido porque ahí viene Hermione. Ron y ella ayer terminaron, por favor no digan nada.
- ¿QUÉ?
- ¿CÓMO QUE TERMINARON?
- NO LO PUEDO CREER, SE MIRABAN TAN ENAMORADOS.
- Por favor, yo también dije lo mismo. Anoche tuvieron una fuerte discusión, ella no esta bien – las tres chicas se miraban compasivas – Les pido por favor para que también la apoyen, ella necesita de nosotras.
- Claro – Paulina decía comprendiendo a Ginny – yo he pasado por eso, es mas, todas hemos pasado por eso en algún momento.
- No creí que esto fuera a pasar – decía Audrey con la mirada perdida – se miraban que eran el uno para el otro.
- Anoche Hemione no durmió bien, volvió a tener las mismas pesadillas de siempre, tuve que estar al pendiente toda la noche y luego se levantó para vomitar a las tres de la mañana.
- Shhh, cállense, ahí viene – Dijo Silvia mientras trataba de aparentar que todo estaba bien – Essste, eeehhh, creo que el lunes tenemos examen de teoría de la magia moderna.
- Si ¿verdad? – decía Audrey mirando a Hermione que se acercaba – Tendré que estudiar duro. ¡HERMIONE QUE GUSTO ME DA VERTE! – Audrey le mostraba una sonrisa que dejaba ver toda la dentadura blanca que tenía, mientras Hermione apenas y mostraba una media sonrisa –
- Hola chicas – Hermione se sentaba a un lado de Silvia –
- Que bien se te ve esa blusa rosa Hermione – le decía Paulina mirando a Hermione tratando de levantarle el ánimo (que ánimo, si ni siquiera trae ánimo)
- Si y por lo visto te pintaste los ojos medio rojos para que te combinara con la blusa, se te ven super – Audrey le cerraba el ojo a las chicas como mostrándoles todo esta bajo control, mientras que Hermione agachaba la vista todas se volteaban a ver, Ginny le daba por debajo de la mesa un pisotón a Audrey que aun no sabía cuando cerrar la boca.
- Ahora no me maquille Audrey – le contestaba Hermione agachando la cabeza y admitiendo algo por primera vez en mucho tiempo – si tengo los ojos rojos es porque estuve llorando toda la noche – se le llenaban los ojos de lágrimas y luego tomando aire notoriamente dijo:
- Anoche termine con Ron – parecía que Hermione se quitaba un peso de enzima al decirles esto a ellas, pensó que sería mas difícil decirlo –
- ¿En serio? – mencionaba Silvia.
- Que bueno, no te merecía – decía Paulian
- Nunca te llegó a tu nivel – Audrey decía esto último.
- El no te merece Hermione, eres demasiado para él – volvía a hablar Silvia.
Todas trataban de levantar la moral de Hermione que en ese momento se encontraba en el suelo, lo hacían con comentarios clásicos de las chicas, con excepto Ginny que se encontraba callada observando como su amiga dejaba caer unas cuantas lágrimas, que ya no eran tan constantes como en la noche.
- Míralo por el lado bueno, no te tienes que preocupar ya por el mal aliento – decía Silvia tratando de alivianar el mal rato y tratando de robarle una sonrisa –
- Tampoco gastarás en anticonceptivos – decía Paulina con una gran sonrisa – mucho menos te preocuparas en depilarte cada tercer día las piernas.
- Y si quieres un día no te bañes y nadie notará tu mal olor – Audrey decía esto con carisma mientras que salían unas apagadas risas de Hermione.
- Eso lo he hecho yo, no me baño los domingos y nadie lo nota – decía Silvia como si fuera lo mas sencillo del mundo.
- Podrás hacer nuevos amigos y conocer mas chicos - Ginny decía entusiasmada y con una gran sonrisa –
- Y puedes tener una que otra aventurilla sin llegar tan lejos – Paulina se acercaba a las chicas bajando la voz – es mas, este sábado hay otra fiesta en la casa del americano.
- No chicas, yo no voy a otra fiesta de esas - Hermione se hacía para atrás – la resaca del tequila fue horrible,
- Pues no vuelvas a tomar tequila y ya Hermi – decía Paulina – es mas, si quieres yo me encargo que ni toques la botella.
- No, yo no voy, además lo mas seguro es que Ron vaya y lo que quiero es quitármelo de la cabeza.
- YA SE – Audrey interrumpía - ¿qué les parece si vamos a un antro (N/A: Para aquellos que no conozcan este término, antro es una discoteca) conozco un muy bueno, de hecho conozco el de la puerta, puede dejarnos pasar sin pagar.
- Me parece una buena idea – decía Silvia –
Ginny notó el gran peso de una mirada que recaía en ella, volteó hacia la entrada de la cafetería y ahí se encontraba entrando Harry acompañado de Ron. Harry no le quitaba los ojos de enzima y cuando volteo Ginny, le sonrió y luego Harry le dijo algo a Ginny desde esa distancia, Ginny logró leer sus labios un dulce: te quiero. Se sonrojó y le regresó un: yo también. Los chicos se sentaron en una mesa apartada de la mesa de donde se encontraban las chicas, en la mesa estaban cinco chicos mas en los que se encontraba Scott Richardson y otros dos que la noche anterior habían estado en el bar.
- Anda Hermione vamos – le decía Paulina – no pensarás que te dejaremos sola este fin de semana.
- No lo se – decía Hermone no muy segura –
- Anda Hermi anímate – decía Ginny apoyando a su amiga-
- Mira el transporte no te preocupes, yo lo consigo – dijo Paulina –
- ¿Cómo? – preguntó Hermione
- Scott acaba de comprar un auto, no es muy bonito pero te aseguro que si nos lo presta – menciono Paulina con cierto brillo en los ojos
- Hasta crees que nos lo prestará – Silvia se miraba incrédula -
- Si ayer se lo prestó a Harry, lo mas seguro es que a nosotros también – dijo Paulina
- ¿Era de Scott el auto? – Ginny preguntaba asombrada
- Así es, pero si se lo prestó fue porque Harry le hizo el favor de firmarle la revista de corazón de bruja en donde salió él para la hermana de Scott que va en Hogwarts.
- ¿Harry hizo eso? – Hermione estaba sorprendida tras esto – Harry odia firmar todo lo que tenga que ver con fotos. Ginny, Harry te ha de querer suficiente, mira que para ver hecho eso. – Ginny se ponía roja.
- ¿Seguro que era para la hermanita menor de Scott el autógrafo? – Audrey reía – a mi se me hace que era para él.
- Claro que era para la hermanita de Scott – decía Paulina algo molesta – yo misma vi cuando se la envío
- Bueno pues, cambiando de tema ¿qué dices Hermione? ¿vamos este sábado a bailar? –decía Silvia y se le miraba emocionada –
- No lo se, mmm, bueno, tal vez – Hermione contestaba sin ánimos – pero si vamos las cinco si voy.
- Claro – decía Paulina emocionada –
- Chicas – Ginny interrumpía – Yo no puedo ir.
- Aayy Gin no empieces, vamos a ir todas - dijo Audrey en tono de protesta
- Si Ginny, tienes que ir – Paulina abría la boca para decir esto y luego desviaba sus ojos hacia atrás donde se encontraba sentada Ginny.
- ¿a dónde se piensan llevar a mi novia? – esa voz era conocida, las chicas desviaban su mirada y Ginny volteaba hacia atrás cuando vio que un chico de cabello negro y de anteojos se sentaba justo a su lado y la abrazaba.
- ¡Harry! – Ginny le daba la bienvenida con una sonrisa.
- Hola linda – le susurraba al oído a Ginny y luego le daba un tierno beso en los labios, todas miraban atónicas.
- Ginny , ¿por qué no nos dijiste que tu y Harry ya eran novios? – decía Audrey molesta pero contenta a la vez.
- Si, ¿por qué no le dijiste? Se supone que debes de estar feliz – Harry la miraba a todos en plan de burla y luego volteaba a ver a Ginny con una mirada dulce y le volvía a dar un beso en la boca.
- Lo ciento, pero lo consideré como algo personal – Ginny miraba directo a los ojos a Harry – además no me han dejado hablar.
- Bueno pues, ¿a dónde pensaban llevarse a Ginny? – Harry actuaba como si estuviera molesto, pero en realidad no lo estaba –
- Es que vamos a salir el sábado – decía Hermione –
- Yo ya tenía planes para nosotros el sábado, pero si prefieres podemos posponerlos – Harry miraba a Ginny –
- No – inmediatamente hablaba Paulina – salgan ustedes, creo que será mejor que aprovechen el momento juntos, nosotras cuatro saldremos.
- Así es – dijo Silvia.
- De todos modos no pensaba salir con ustedes, quería quedarme con Harry – Ginny soltaba risa y se recargaba en Harry –
- Creo que por este fin de semana les he ganado a Ginny – Harry miraba triufal a Ginny se acercaba y le daba un beso y se levantaba – Bueno, será mejor que me retire para dejarlas hablar, Hermione me preguntaba si podía hablar contigo.
- Claro Harry – Hermione se levantaba, sabía perfectamente de que se trataba –
- Bueno, nos vemos mas tarde – Harry se volvía acercar a Ginny y le decía al oído – Te buscaré despues de clases para ir a comer al merendero.
- Esta bien – Ginny vio como la pareja se retiraban y salían, Hermione trataba de caminar lo mas tranquila posible, cuando pasaron junto a la mesa en donde Ron se encontraba el como siempre levantó la voz para demostrar que se encontraba feliz, pero cuando Hermione paso siquiera mirarlo detrás de Harry, Ginny pudo notar con simplemente la mirada de Ron demostraba que él se moría de la tristeza y se levantaba para poderla observar mejor.
Caminaron hacia fuera de la cafetería, Hermione sentía una ansiedad horrible en el pecho.
- Creo que aquí no nos molestarán – Harry miraba terrible a Hermione – Me preguntaba si querías hablarme de lo que sucedió anoche.
- Pensé que Ron te había contado lo sucedido – dijo Hermione con lágrimas en los ojos y con los brazos cruzados.
- Si lo hizo – dijo Harry – Hermione, recuerda que somos amigos, ¿crees que deba creerle solo a Ron?
- Aaaay Harry – Hermione se soltaba a llorar y abrazaba a Harry – Es que si supieras lo mal que me hizo sentir Ron.
- Me he de imaginar, por algo soy su amigo – decía Harry mientras le acariciaba el cabello - el tan solo se limitó a contarme una parte. Además si vengo contigo es porque quiero que arreglen las cosas.
- Es que eso no se podrá - decía Hermione limpiándose el rostro –
- Hermione cuando ustedes dos se pusieron de novios, mi gran temor era perderlos como amigos, sin embargo si tu no quieres hablarle a él, yo no pienso obligarte, te respeto, se lo testarudo que es Ron.
- No tienes idea de lo mal que me siento que tengas que dividirte como amigo – Hermione lo miraba compasiva y Harry le quitaba las lágrimas de los ojos – trataré de que las cosas no empeoren.
- ¿A que te refieres con eso?- preguntaba Harry confundido.
- Si las cosas no cambian a como siguen y si no pasa nada, yo, algún día Harry tendré que hablarle, no podré estar todo el tiempo así, pero si de algo estoy segura es que yo no seré la primera en dirigirle la palabra.
- Eso mismo me dijo él – dijo Harry tras soltar a su amiga –
- Pues yo no seré la primera, al menos no saldrá ni una palabra por parte mía.
Llegó el fin de semana. Audrey, Silvia, Paulina y Hemione se las habían arreglado para conseguir un auto. La verdad era que las cuatro se miraban muy bien, pero la que misteriosamente resaltaba era Hermione, que llevaba triste la falda que Ron había dicho que era suya, unas zapatillas negras y una blusa roja que le asentaba el pecho bastante bien, tras una lucha de una hora con su pelo pudo alaciarlo y enchinar un poco las puntas, con un poco de maquillaje nocturno obscuro y con solo brillo en la boca salió de la habitación de Silvia y Paulina que era en donde se estaban cambiando. Ni cuenta se habían dado, pero en el pasillo detrás de ellas venían Ron y Harry, que a este primero casi se le salía los ojos al ver a las cuatro muy bien arregladas y a Hermione con "su falda favorita puesta" .Salieron las cuatro del edificio de los dormitorios haciendo un relajo. Cuando Harry y Ron entraron al dormitorio de Ginny, Ron inmediatamente preguntó a donde iban las cuatro chicas. Ginny se limitó a contestarle a su hermano:
- Salieron a bailar, quedaron de verse con unos amigos de Audrey en un Antro – Ginny continuó buscando un abrigo –
- Aaaa y ¿no van a ir a la fiesta del Americano? – Ron preguntaba tratando de simular su interés –
- No Ron, no piensan ir.
Toda la noche Ron se encontró tomando cerveza de mantequilla, que para novedad habían podido llevar un gran barril de esta después de mucho tiempo de no beberla. Harry y Ginny ambos estuvieron como tortolitos siempre y cuando Ron los dejara, porque por lo regular no dejaba de llamarle la atención a Harry.
- POTTER, DEJA DE BESAR DE ESA FORMA A MI HERMANITA
- Aaaayyy Ya Harry, no la abraces tanto
- Si siguen así le diré a mamá lo que sucede
Harry y Ginny se habían cansado de estar recibiendo regaños por parte de Ron, que cuando ya se encontraba algo mareado por mezclar cerveza de mantequilla y cerveca muggle, ambos lo dejaron sentado y se fueron a otro rincón.
Audrey, Silvia, Paulina y Hermione se la habían pasado muy bien dentro del antro, habían conocido a chicos bastantes buenos según Audrey. Hermione había estado tan contenta porque por diez minutos había dejado de pensar en Ron. Salieron del antro justo a las 3:00 de la mañana, querían seguirle (y como no, cualquiera que se este divirtiendo como ellas, querría seguirle). Convencieron a Hermione para llegar un rato a la casa del americano. Se bajaron del auto, la fiesta parecía que pronto llegaría a su fin, pues afuera de la casa quedaban menos de la mitad de los muchachos que habían ido, sin embargo dentro de la casa se miraba que traían un escándalo.
Lo primero que miraron fue en un rincón escondidos Ginny y Harry besándose apasionadamente. Algunos chicos amigos de Ron y Harry que miraban de pies a cabeza a las chicas. Audrey apenas podía sostenerse, le venían matando las zapatillas, Silvia y Paulina parecían haber bebido bastante, pues reían y bromeaban entre si (si tan solo se tomaron cuatro bebidas cada una, son universitarias no tienen para mas). Hermione era la mas calmada, pero no despegaba la sonrisa de su boca, estaba conociendo lo que era ser soltera.
- Hola, creí que no iban a venir – Scott saludaba a las chicas, en su mano traía un tarro de cerveza de mantequilla-
- Pues aquí estamos, cerraron el antro y tuvimos que salirnos, fuimos las últimas en salir – decía Silvia mientras observaba el vaso de Scott.
- ¿No me digas que trajeron cerveza de mantequilla? – Hermione parecía emocionada.
- ¿Te gusta la cerveza de mantequilla? – le preguntaba Scott.
- Me encanta
- Trajeron un barril, pero queda poca, si quieres puedes agarrar, adentro en la cocina queda poca –
- Gracias – Hermione caminó hasta la puerta principal en donde varios chicos se encontraban en la sala riendo y bebiendo, otros se encontraban entre los pasillos y las escaleras platicando y riendo. Eran en total como unos veinte. Caminó hasta la cocina con una gran sonrisa. Cuando cruzó el marco de la puerta de la cocina jamás creyó toparse con algo así. Sintió como un balde de agua fría le caía y la empapaba de pies a cabeza, el corazón le explotaba y la cabeza parecía que en cualquier momento se le soltaría de su cuello por la gran presión que sentía. Abría los ojos y no podía creer lo que miraba. Una chica de cabello largo y casi tan negro como el de Harry, algo mas delgada que ella, con facciones duras, la reconoció inmediatamente, era la misma chica del bar, pero a ella no era eso la que la preocupaba, sino con quién estaba la chica, era un tipo de cabellera roja, era Ron que la besaba apasionadamente mientras la chica le acariciaba el cuerpo. Sintió como sus sueños se venían abajo. Pensó un momento en darse la vuelta e irse, pensó en reclamarle, pero ¿qué le tenía que reclamar? Quería que el se sintiera tan mal como ella, pero sabía que eso no era posible. Atravesó el pasillo y justo cuando pasaba por un lado de ellos de su boca no salió mas que un con permiso, y cruzó la cocina con los ojos húmedos y sin corazón ya, salió por la puerta trasera de la cocina que daba hacia el patio trasero y no quiso saber mas. Corrió hasta no saber en donde se encontraba, sintió como parte de ella se perdía.
Había estado mas de cinco minutos besando a esa chica que había conocido en el bar, era verdad, esa chica le llamaba la atención bastante, además besaba muuy bien, algo diferente a Hermione, sintió que alguien llegaba, pero no le dio importancia, creía que tan solo eran sus imaginaciones, pero cambió de parecer cuando esa persona pasó por un lado suyo y dijo: con permiso, esa voz, esa voz el la conocía, dudo por un momento, pero, era Hermione, se separó inmediatamente de la chica y salió por la misma puerta que Hermione y lo primero que vio fue a Harry y a Ginny besuqueándose de manera bulgar pensaba Ron.
- EYY, USTEDES DOS, DÉJENSE DE TOCAR – gritaba Ron mientras que a Harry se le afiguraba que Ron se les echaría enzima para separarlos, pero el tomó otra ruta distinta-
Ron vio a Audrey, Silvia y Paulina, lo que temía, si ellas estaban lo mas seguro es que Hermione era la que acababa de pasar. Las chicas lo miraban con odio y muy enojadas.
- ¿Dónde esta Hermione? - les preguntaba Ron mientras levantaba el cuello para buscarla –
- Mejor debería de preguntarte yo. ¿qué le haz hecho a Hermione? – decía Paulina seria y molesta.
- Yo... no .... le ..... he .. hecho ... nada – Ron se encontraba serio y molesto al ver la actitud de la chica.
- Si como no - la voz de Paulina sonaba cínica y golpeada – sabes Ron, creí que eras humano y que tenías sentimientos, ahora veo que no, ni siquiera te importa ni la mujer que estuvo a tu lado, ni a la amiga que tuviste por tanto tiempo. – la chica se hacía a un lado.
Ron salió a la calle y no logró ver nada, la neblina de octubre ya empezaba a salir tapando su visibilidad mas aya de la esquina.
