CAPITULO 19.
FLASH BACK A HOGWATS
Scott había manejado por bastante tiempo ya, por lo visto no era a un hospital a donde la había llevado, sino al Hospital San Mungo de enfermedades y heridas mágicas. Ron parecía que le habían comido la lengua, Harry no dejaba de preguntarse que quien diablos había podido hacerle hecho eso a Hermione y Ginny iba sentada a un lado de Harry tomándole fuertemente la mano preocupada de mas.
Llegaron, los señores Granger se encontraban dentro del cuarto de Hermione, Silvia que no se había movido ahí desde la noche se encontraban algo cansada y parada a un lado de la puerta.
- ¿Cómo esta Hermione? – preguntó Harry con preocupación –
- Ya despertó, le hicieron varios exámenes y pruebas, al parecer se calló y se golpeó fuerte la cabeza, pues no recuerda nada de lo sucedido desde hace como dos días – decía Silvia muy seria.
- Scott dijo que la habían hechizado - dijo Ginny mirando a sus compañeras –
- Parece que si, el doctor no ha confirmado nada, nosotros acabamos de entrar a verla, se nota de inmediato que esta confundida – terminó de decir Silvia –
- ¿Podremos entrar a verla? – preguntó Harry –
- Creo que si, nada mas que salgan sus padres – dijo Silvia tallándose los ojos por el sueño – Hola Ron.
- Hola – Ron se encontraba callado, desde que había llegado no había dicho nada, pero su rostro decía mas que mil palabras, se encontraba destrozado y preocupado pero por una extraña razón no decía nada, volvía a ser el Ron de antes, el Ron inseguro.
Harry y Ginny se apartaban del grupo, Ron estaba hablando de Scott, Paulina y Silvia se sentaban en unas sillas cerca y Paulina recargaba su cabeza sobre el hombro de Silvia, ambas chicas parecía que el sueño las vencía. Harry tomaba de la mano a Ginny que lucía preocupada.
- Ya entraremos a verla – dijo Harry mientras le apretaba la mano cariñosamente-
- Es que no solo me preocupa Hermione, sino Ron – Ginny volteaba a ver a su hermano, lo conocía tan bien, esa no era su reacción, o no al menos la que Ginny esperaba ver.
- Creo que se ve algo confundido – decía Harry también volteándolo a ver –
- No lo se, pero me preocupa su apariencia – decía Ginny sin quitarle la vista a Ron –
- Hey Ginny, - Harry la tomaba de la barbilla y hacía que lo mirara a la cara – Hermione y Ron van a estar bien, ya veras.
- Eso espero – Ginny miraba a Harry preocupada y el se acercaba a abrazarla –
- Si a ti te ocurriera algo así no sabría como reaccionar – Harry le decía esto a Ginny en el oído – es lógico que Ron se vea así.
- Creo que si – Ginny lo miraba triste y luego volvía a recargase en su hombro –
Después de una hora les fue permitido entrar a los demás, sin embargo la enfermera les había pedido que entraran de dos en dos. Ron se quedó sentado en la silla, al parecer no quiso moverse. Ginny le dijo a Ron que entrara con Harry a verla, pero este se negó así que Harry y Ginny entraron juntos.
- Se acaba de dormir – decía la enfermera que se encontraba acomodando una especie de suero a Hermione de color azul eléctrico – solo no la molesten – y luego la enfermera se retiraba.
- Pobre Hermione – decía Ginny mientras se sentaba a un lado de ella sobre la cama.
Hermione lucía un poco demacrada, sin embargo parecía dormir lo suficientemente bien y eso fue lo que le tranquilizo a Harry, al menos no tendría las pesadillas de siempre. Harry se sentaba a un lado y le tomaba la mano a Hermione cariñosamente, pudo notar que las yemas de su dedo estaban algo negras, como quemadas, se le hizo extraño y luego le quitó algunos mechones de su rostro.
- ¿Crees que este bien? – dijo Ginny volteando a ver a Harry –
- No lo se, solo espero que.....
- Ella estará bien – una voz joven se escuchó, era un joven medimago que en ese momento entraba – ya verán cono dentro de unas horas ella despertará, tan solo necesita descansar.
- ¿Sabe que fue lo que hizo esto a Hermione? –dijo Harry preocupado –
- Claro que lo se – contestó el doctor – No se de quien fue la idea de traer aquí a Hermione, pero fue estupenda. Anoche me llegó una lechuza de emergencia diciéndome que Hermione estaba aquí - Harry y Ginny se volteaba a ver algo desconcertados y luego el doctor volvió a hablar:
- Yo fui el medimago que atendió hace mas de un año a Hermione – Los dos chicos parecieron comprender - tras el ataque de-quien-ustedes-saben. Anoche cuando llegué le hice un chequeo genera. Al parecer son varias razones las de su desmayo, una de esas es muy personal, otra es que un golpe fuerte hizo que perdiera el reconocimiento.
- ¿Alguien trato de hacerle daño a Hermione? – preguntó Ginny asustada.
- No, fue un golpe que lo mas seguro es que se lo haya dado cuando cayó - agrego el doctor.
- Otras cuestiones que note fue que ella se encontraba deprimida, este tipo de cosas ocurren cuando el paciente esta susceptible y los sentimientos están a flor de piel. Y por último, creo que Hermione se puso algo que no le correspondía – el doctor sacaba un medallón de su bolso y se los enseñaban - ¿Lo reconocen –
- Es mío – dijo inmediatamente Ginny mientras que Harry miraba desconcertado – ayer lo olvidé.
- Me imagino que ha de tener un permiso especial para tenerlo señorita – dijo el doctor algo molesta – o mejor dicho señora - Harry volteaba a ver a Ginny confundido.
- Señorita – repuso Ginny con tono algo molesto – y ¿a qué permiso se refiere?
- Esta clase de medallones no se permiten tener en este país, se necesita un permiso especial y de mucho cuidado – el doctor parecía comprender que Ginny no estaba informada de eso, Harry seguía sin comprender –
- Es solo un medallón, eso es todo - dijo Harry con algo de lógica –
- No lo es así - el doctor miraba el rostro de Ginny asustada – este tipo de medallones contienen una magia demasiado fuerte y distinta a la que conocemos, a tal grado que solamente "pueden usarlo el origen de la persona que esta conectado el medallón" y por lo visto la señorita Granger no tiene absolutamente ningún lazo con usted –y miraba a Ginny –
- ¿A que se refiere con que solo el origen del que esta conectado? – preguntaba Harry molesto – yo use ese medallón por bastante tiempo y no me sucedió lo mismo que a Hermione –
- Me imagino que usted se lo habrá regalado a la señorita - decía el doctor mientras que Harry y este volteaban a ver a Ginny que se miraba pálida –
- No, yo no se lo di – Harry estaba molesto, no con el doctor sino porque no parecía comprender, o mejor dicho algo que había estado ocultando Ginny que era importante, a tal grado que había lastimado a su mejor amiga –
- Me imagino que un ser muy querido debió de habérselo regalado. El medallón tiene un hechizo de autodefensa tan bien desarrollado que actuó con la esencia de Hermione, no la reconoció y lo que sucedió fue que tan solo le dio una descarga eléctrica que le causo un desmayo, pero ella estará bien.
- Eso es lo importante en este momento – Ginny parecía asustada y luego extendía la mano hacia el doctor – ¿me podría devolver el medallón?
- Lo siento señorita, pero no puedo dárselo hasta que usted me traiga un permiso firmado para poderlo traer con usted, o una nota firmada de el mago que lo elaboró – decía el doctor mientras volvía a guardar el medallón a su bolso.
- Pero es importante para mi – decía Ginny en un tono de molesta y asustada –
- Pues con mas razón usted traerá mas rápido lo que le pido, así nos sacará a todos de duda, entiéndalo, no es por molestar, el sistema es así.
Ginny agachaba la cabeza, mientras que Harry hacía que su mente trabajara para ver que era en realidad lo que sucedía, ¿qué diablos era ese medallón en verdad? Y luego recordó la vez que le había quemado la palma de la mano cuando trató de quitárselo y ese sentimiento que le invadía que jamás había sentido, eso le preocupaba a el, y temía por lo que Ginny le estaba escondiendo, no quería pensar mal de ella, pero eso lo orillaba a esas ideas.
Despues de unos minutos Ginny salió sin decir nada del cuarto.
- Espera – dijo Harry deteniéndola del brazo –
- Harry, por favor ¿qué sucede?
- ¿Quién diablos te dio ese medallón? ¿en donde lo conseguiste? ¿a dónde vas?
- Son muchas preguntas a la vez – Ginny le contestaba en el mismo tono que Harry le había preguntado, un tono golpeado y molesto.
- Por favor Ginny, contéstamelas
- Bueno, pero suéltame – Ginny tomaba aire – pareces que no confías en mi
- Y tu pareces que me guardas algo y muy importante – decía Harry molesto. - ¿quién te dio el medallón?
- Te lo diré si prometes que no preguntarás mas y me dejarás ir en este momento por la hoja que pidió el doctor para recuperarlo.
- ¿Por qué te urge tanto? – Harry se encontraba enojado y por lo visto celoso –
- Porque significa demasiado para mi – dijo Ginny mirándolo con un poco de temor.
- Te lo dio Colin ¿verdad?– Harry parecía resignado, pero dolido –
- No, no me lo dio Colin – Ginny volvía a tomar aire – lo siento pero me tengo que ir, tan solo te lo diré quien me lo dio para tu que estés tranquilo.
- No creo estarlo, no después de lo que acabo de escuchar adentro, Ginny estoy confundido,
- Me lo dio Albus Dumbledore – Ginny miraba la expresión de sorpresa de Harry y luego se acercaba y le daba un beso en la mejilla a Harry que aun estaba sin poder hablar y luego le dijo – No me esperes, yo volveré a la universidad sola – Ginny se iba de nuevo dejando a Harry con un montón de ideas revueltas en la cabeza.
Ginny se había ido, Harry trataba de comprender hasta cierto punto ¿por qué Dumbledore le había regalado ese medallón?.Un montón de imágenes se le saltaron a la mente: "la noche de la madriguera cuando Ginny se desmayó en el jardín" "Ginny saliendo con Colin", "Harry con el medallón puesto todo el mundial de quidditch", "el sentimiento que le saltó en duda a Harry y cuando le quemó la mano", "el ataque que Colin le había hecho a Ginny" ¿por qué razón Colin le había hecho daño a Ginny?, si se supone que el medallón ha de ser para protegerla, y mas por que Dumbledore lo hizo; ¿por qué no la protegió? ¿por qué Colin se aferraba tanto a Ginny? ¿qué había hecho Ginny? Y Ginny y la amistad de Malfoy, nunca le había parecido, ni siquiera él era tan amigo de Draco que habían compartido entrenamiento de quidditch para el mundial. Y luego recordó cuando Colin maltrató a Ginny en las afueras de la universidad, cuando ella estaba tirada en el suelo y aquél tipo raro había golpeado a Colin, Harry también lo hubiera hecho pero dos sujetos de seguridad se lo llevaban y luego recordó que antes de que Colin se fuera, le dijo algo a Harry con voz ronca y difícil de entender por la causa de una garganta que aquel tipo platinado le había lastimado.
- Harry, aléjate de Ginny, al menos que quieras que te maten – Colin apenas y podía hablar, Harry no le hizo caso por la tonta amenaza que podía resultar eso, pero eso ahora le preocupaba. ¿qué demonios estaba ocurriendo?
- Hermione se pondrá bien – decía Scott a un lado de él observando la mirada perdida de Harry y sosteniendo una taza de café –
- Ehhh, aah si , estoy seguro de eso – decía Harry y el muchacho de ojos pequeños se sentaba a un lado –
- ¿Quieres café? – Scott le acercaba la taza de café a Harry –
- No gracias.
- Se que ustedes están acostumbrados a tomar té para todo, yo estoy acostumbrado a tomar café, al menos me quita el sueño y me da energías.
- Bueno, dame un trago pues – Harry le quitaba el vaso y bebía un poco, al principio no le gustaba, pero no tardó en encontrarle el sabor.
- ¿Y Ginny? – preguntaba Scott volteando a todos lados – se me hace raro verte sin ella.
- Tuvo cosas que hacer, volverá a la universidad ella mas tarde – Harry tenía la vista hacia enfrente sin ver a Scott.
- Mujeres – y luego Scott suspiraba y movía la cabeza como no entendiéndolas –
- ¿Acaso tu y Paulina aun no andan? – pregunto Harry volteándolo a ver y luego Scott tenía cierto brillo en los ojos volteándola a ver cayéndose dormida en el hombro de Silvia –
- Claro que no - dijo Scott algo resignado – parece que si le gusto a ella, pero ...
- Claro que le gustas – dijo Harry entusiasmándolo – ella me lo dijo a mi.
- Si, lo se, pero parece tener miedo, no esta segura, aunque yo le dije a ella que la esperaré lo que fuera.
- Espero que no tarde amigo – dijo Harry pegándole en el hombro – además me imagino que ha de ser difícil y mas si Silvia no se le separa ningún momento.
- Eso crees tu – dijo Scott y luego volteaba a ver a Ron que se encontraba cerca de la puerta de Hermione dudando en entrar o en no entrar y luego se acercaba a ellos.
- ¿Creen que Hermione se recupere? – preguntaba Ron con el rostro pálido – creo que todo esto es mi culpa.
- Hermione estará bien – dijo Harry
- Y no, no es tu culpa Ron – decía Scott mientras sorbía un poco de café –
- Claro que lo es, ayer fui a verla a su dormitorio – decía Ron asustado – ella y yo hablamos.
- ¿Hablaron? Y porque no me dijiste nada anoche – decía Harry confundido –
- Estabas dormido como un rinoceronte ayer – dijo Ron y luego Harry agachaba la cabeza –
- Es que estaba cansado – dijo Harry-
- ¿De ir al cine? – Ron miraba a su amigo ingenuamente, aunque Ron se había imaginado que posiblemente había estado haciendo otras cosas con Ginny, no quiso pensar demasiado en eso, ahora lo que le preocupaba era su Hermione –
- Bueno y que sucedió anoche – Scott interfería - ¿discutieron?
- Le rogué a Hermione que volviera conmigo – Ron se sentaba del otro lado de Harry, se encontraba triste y decepcionado, con la mirada casi muerta –
- Y como te veo, ella te mando mucho a la....
- Creo que tal vez por esa razón ella se encuentre también deprimida – interrumpió Harry dándole un poco de ánimos a su amigo – Hermione te quiere, pero es solo que se encuentra confundida, nunca antes le había tocado verte con otra chica.
- Te equivocas, Recuerda que en el colegio anduve saliendo con Parvati casi un año – dijo Ron inmediatamente – ella había estado celosa y ni siquiera sabe lo que sucedió entre Parvati y yo. Además, ella anoche me dijo que quería que las cosas volvieran a ser como antes.
- ¿Entonces?
- Si, pero antes, como cuando éramos amigos, nada mas como eso – Ron se echaba para atrás con el corazón destrozado.
Había estado caminando un poco. Cuando salió del hospital se dirigió hacia un pequeño comercio en donde vendían polvos flu, cargaba en una pequeña bolsa con algunas monedas del mundo mágico, apenas y eran tres galeones, era poco, pero siempre cargaba con ellas. Viajo por medio de polvos flu y luego de aparecer en Las tres escobas y saludar a los chicos de ahí partió hacia Hogwarts, creyó que posiblemente no la dejarían entrar pero trataría.
Estuvo caminando por un rato y por una colina, justo atrás se encontraba el Castillo, después de que un viejo le subió en una pequeña balsa y la llevo remando hasta Hogwarts, ella paseaba por esos viejos jardines que le causaban una nostalgia tremenda. Y cuando se acercó a una de las puertas, se topó con alguien que desde ha ce mas de cuatro meses no miraba, era Hagrid.
- ¡¡GINNY!!! – Hagrid la miraba con alegría –
- Hagrid ¿cómo haz estado? – y Hagrid la abrazaba con cariño –
- Bien, pero, que linda te encuentras - decía Hgrid haciendo que Ginny se sonrojara un poco – me alegra verte como no tienes idea
- A mi también – decía Hagrid mientras miraba alegre a Hagrid –
- ¿y que te trae por estos rumbos? – preguntaba Hagrid curioso –
- Vine a hablar con Dumbledore – decía Ginny mientras se retiraba unos mechones rojos de su rostro – me imagino que podré hablar con el.
- Claro que si, el se podrá muy contento cuando te vea – decía Hagrid mientras abría una puerta para entrar al castillo – me imagino que estarás mas tiempo, en media hora tengo clase con los de tercer curso – decía Hagrid dejando pasar a Ginny – me gustaría tomar una taza de te contigo en mi cabaña.
- Claro - decía Ginny con una gran sonrisa –
- Oyes – Hagrid se agachaba y bajaba la voz – me preguntaba si ... pues... me podrías decir cómo se encuent........
- ¿qué hacen ustedes aquí? – era el nuevo conserje de Hogwarts, un tipo igual que Flitch (disculpen si así no se escribe), había ocupado el lugar del antiguo conserje desde que este había sido atacado en el último enfrentamiento de Voldemort –
- Disculpa Bernald, pero la señorita viene a visitar al señor Dumbledore, es antigua alumna de aquí – decía Hagrid mientras miraba a Berndald que era igual o tal vez peor que Flitch –
- A mi no me importa si ella fue alumna o no, órdenes son órdenes y ella no puede pasar – decía Bernald furioso –
- Esta bien, no se preocupen, esperaré afuera en el jardín – decía Ginny tratando de evitar un problema.
- Iré yo a avisar a Dumbledore que estas aquí – decía Hagrid mientras Ginny aceptaba –
- Esta bien Hagrid, no te preocupes – Hagrid se iba molesto por la actitud de Bernald mientras que este no le quitaba los ojos de enzima a Ginny, vigilándola hasta la puerta que daba al jardín, e incomoda Ginny se salía.
Observaba las pocas flores que quedaban, la mayoría estaban ya muriendo por el otoño. El frío viento le pegaba a Ginny en la cara haciendo que su nariz quedara roja, Miraba sorprendida el jardín, Hagrid estaba haciendo un buen trabajo con el. Observaba algunos lugares en donde antes había jugado con sus hermanos a guerras de bolas de nieve, y otros lugares le daban la impresión de ser nuevos, aunque siempre habían estado ahí. Observaba el rincón donde un día a escondidas Harry y ella se habían besado apasionadamente y luego otros recuerdos se le vinieron a la cabeza, una banca en donde estaba rallado justo abajo el nombre de los tres chicos desde el primer curso, decían los nombres de Hermione, Harry y Ron. Ella trató de poner el suyo cuando iba en tercero, pero Ron se lo impidió como siempre. Recordaba cuando tenía seis meses de estar esperando a James paseaba por esos rumbos frotándose su vientre mientras nadie la miraba y esperando la vista como de cada fin de semana de Draco para platicar con él.
- ¿Cómo se encuentra James? – una voz tan conocida que le hacía sentirse tan segura y contenta de escucharla venían justo detrás de ella –
- Se encuentra mejor – Ginny le decía a su ex – director - ¿Cómo esta profesor?
- Bien, pero me preocupa James, ayer recibí una lechuza por parte de Remus de que no se encontraba bien – Albus miraba arriba sus gafas de media luna –
- Ayer estuve toda la noche con él, me costo dejarlo ahora en la mañana, pero el se encontraba tranquilo, pero mi visita es por otra cuestión – dijo Ginny tomando aire.
- ¿Ocurre algo malo? – decía Dumbledore con la mirada serena –
- No es tan malo, - Ginny tomaba aire y luego comenzaba a hablar – Hermione ayer en la noche se desmayó en el cuarto de los dormitorios y quedó inconsciente, se pegó en la cabeza y parece no recordar algunas cosas.
- Por las Barbas de Merlín y ¿cómo se encuentra?
- El doctor dice que bien, pero..... creo que yo tuve la culpa – Ginny miraba a Dumbledore asustada y preocupada – olvidé mi medallón ayer en la tarde y ella se lo puso y....... creo que algo sucedió ...... y ..................
- Quieres que te explique, ¿no es así? – dijo Dumbledore –
- Así es
- Hermione estará bien, no es nada malo, pero lo del golpe en la cabeza espero que no le traiga consecuencias. Ginny ¿recuerdas cuando te mandé el medallón el verano pasado a tu casa?
- Si, recuerdo, - decía Ginny mientras agachaba la cabeza. Venía en un paquete junto con las cartas de varias universidades –
- ¿Recuerdas la nota? – preguntaba Dumbledore - ¿recuerdas lo que decía?
- Si, decía que dependiendo el color de la piedra sería cómo se encontrara James, rosa: feliz, azul cielo: calmado, verde: enfermo y así sucesivamente.
- Si, y también te dije que no te lo quitaras y que no permitieras que nadie mas se lo pusiera – Ginny agachaba la cabeza tras esto que le decía Dumbledore – y que si no lo usaras que lo guardaras en la caja de madera en el que venía.
- Lo siento – decía Ginny – creo que no seguí las instrucciones.
- No pasa nada Ginny, es tan solo por precaución – Dumbledore la miraba sin estar molesto –
- Bueno y ¿por qué reaccionó de esa manera el medallón?
- Por el viejo hechizo, veras Ginny, este hechizo se hizo hace mas de trescientos años en América, para ser exactos en México, es un hechizo que hizo una joven bruja para su amado, un marino que era un español y lo hizo sobre una pulsera con una piedra del humor muggle para que donde quiera que estuviera el supiera como se encontraban ella y su hijo. La joven bruja le puso un hechizo para que nadie mas lo pudiera usar porque por las esencias de la bruja y de su hijo podrían descubrir su secreto, porque el marinero era un hombre casado. – Ginny miraba sorprendida a Dumbledore -:
- Ginny, ese medallón lo hice para que tu no estuvieras preocupada por James en cualquier momento que estuvieras separada de él, lo hice para que pudieras entrar a la universidad, para que te prepararas – Ginny miraba callada a Dumbledore - utilice las esencias de James para hacerlo, y utilice un conjuro de grupos americanos para reactivarlo y proteger que nadie lo tocara, el medallón tiene contenida tanta energía que lo mas seguro es que le hubiera causado a Hermione una descarga eléctrica que tan solo hizo que se desmayara, es por eso que te lo di en el cofre de madera, porque este está protegido para dormir su energía mientras no lo usas.
- La caja – Ginny no decía nada, recordaba que el cofre en donde venía Harry lo tenía, ella realmente no le había tomado mucho interés a ese cofre – ¿qué sucede si el medallón se lo pone otra persona y fuera inmune a la protección?
- Eso no suele suceder, al menos no en ti, y si el medallón no estuviera protegido, lo mas seguro es que inconscientemente absorbiera las energías de la otra persona, entonces la persona que lo usara con el tiempo iba a tener imágenes tuyas, o de James, por eso te digo que es peligroso que caiga en malas manos.
- Harry - fue lo único que salió de la boca de Ginny – por accidente cuando el padre de Audrey murió Harry tomó el medallón, el se lo puso – Ginny estaba aterrada y los ojos parecían cristalizarse por algunas lágrimas –
- Ginny – Dumbledore la miraba con ternura – es normal que a Harry no le haya ocurrido nada, James tiene esencia de Harry, recuerda que James viene de ti, y de Harry, por lo tanto no le sucedió lo mismo que a Hermione.
- Pero........ Profesor..........
- No sucederá nada malo, ya verás Ginny, ya verás, estate mas tranquila, ahora por lo único que te tienes porque preocupar es por James.
- Lo se, creo que tal vez lo he descuidado un poco – Ginny agachaba la cabeza ante Dumbledore.
- Ginny, es común a tu edad, tuviste muy chica a James, además solo basta con que cargues el medallón, tu sabes que por medio de este siempre sabrás como se encuentra.
- Pero en este momento ni siquiera lo tengo – dijo Ginny con la misma expresión – el doctor de Hermione no me lo quiso dar, dijo que era peligroso y que lo mejor era que llevara una carta de ...
- Tiene razón el doctor, si alguien llegara a caer en malas manos no tienes idea de lo que pudiera suceder, espero que no suceda – Dumbledore sacaba un pergamino y una pluma y firmaba una nota – espero que esto te sirva
- Gracias – Ginny tomaba el pergamino y lo guardaba en la bolsa de su abrigo.
- Espero que te lo den y por favor Ginny, cuídalo mas, y también a James. Será mejor que me retire, tengo cosas que hacer – Dumbledore se daba la vuelta.
- Gracias profesor Dumbledore – decía Ginny viéndolo partir –
- Ahhh, se me olvidaba – Dumbledore se volteaba a ver a Ginny – el profesor de Pociones, Draco se enteró que estas aquí, dijo que lo esperaras despues de clase en el lugar de siempre, quiere saludarte.
- Claro – decía Ginny con una media sonrisa en los labios.
- Ahh y otra cosa Ginny, Salúdame a Harry – la mirada de Dumbledore le daba entender perfectamente a Ginny que Dumbledore sabía que ellos salían de nuevo –
Caminó por un rato hasta llegar al punto de reunión en donde su último año en Hogwarts se había estado reuniendo con Draco todos los fines de semana, sin embargo aún faltaba mas de una hora para que las clases terminaran. Caminó justo por las orillas del castillo entre bancas viejas y un jardín bien arreglado, hasta que se paró justo debajo de donde estaba la torre de Gryffindor, llevó su vista hacia arriba y observó a una joven de escasos 16 años de cabello rojo, no tanto como el suyo, observando por la ventana, se miraba triste y sola y luego no pudo impedir que los recuerdos se le vinieran sobre ella.
- Aun no puedo creer que Dean me haya invitado al baile de graduación a último momento, creí que llevaría a una de séptimo año y no a una de sexto –decía MaryAnn mientras se acomodaba su negra cabellera
- ¿Y que le dijiste? – le preguntaba otra chica de sexto año.
- ¿Crees que me perdería el último baile del año? Claro que le dije que si – respondía la joven mientras que volteaba a ver a su compañera de cuarto que estaba con la mirada perdida hacia la ventana con los ojos llenos de lágrimas - ¿Irás con Neville, Ginny? ¿GINNY?
- Ahh, ¿qué pasó MaryAnn? - la chica de cabellera roja volteaba hacia el par de chicas.
- ¿Qué tanto vez hacia fuera? – MaryAnn se acercaba a observar por la ventana – Ahh, mira, ahí esta Harry. ¿no me digas que aun sigues enamorada de el? Y esta con una chica, ¿qué no se supone que esa chica el año pasado se graduó?
- A ver – decía la otra chica acercándose a la ventana – ahh era la buscadora de los de Ravenclaw Cho Chang, las malas lenguas dicen que Harry le envió una lechuza a Cho para que viniera exclusivamente al baile con él, con eso de que la chica asiste a la universidad de Londres, pues ya sabrás lo popular que es. Pero es una creída. Que no te afecte Ginny.
Las chicas seguían platicando de lo que se podrían esa noche, de cómo se arreglarían el pelo y de lo que harían, Ginny estaba ida, así que salió del cuarto de las de sexto. Ya desde hace casi un mes Harry la había estado negando, ni siquiera le hablaba ni mucho menos se le acercaba, cuando ella trataba de acercársele él se alejaba como si ella oliera horrible, y fue cuando ella comprendió, se había burlado de ella, había jugado con sus sentimientos, se encontraba destrozada, pero aún no quería creerlo, se aferraba a seguir creyendo que el la quería, y se imaginaba que él aun le dirigía miradas de amor, aunque estas de mucho no fueran ciertas. Aparte de tener que estar cargando con el corazón roto, otro problema se le avecinaba, auque ella no lo consideraba problema, sino un regalo ha pesar de que no sabría que hacer con él. Desde hace mas de seis semanas se la había pasando vomitando y desmayándose, se le antojaban cosas extrañas y lo peor del todo, su menstruación no había llegado como cada mes, era extraño y temía al principio por los resultados, pero ahora comprendía lo que le sucedía porque lo sentía, estaba esperando un hijo, ha pesar de que este fuera tan pequeño como del tamaño de una semilla, ella juraba que lo sentía y ya lo amaba. A veces le cantaba a escondidas en la noche una vieja canción que había escuchado que su padre le cantaba a Ron de pequeño, era de John Lennon, y se imaginaba que Harry y ella tendrían una pequeña cabaña en el bosque y los tres eran felices, pero estos sueños siempre se rompían cuando Harry le daba la vuelta para no toparse con ella. Nunca se imaginó que Harry fuera ese tipo de hombres, pero eso no debería de importarle a ella, había otra cosa que le preocupaba: su familia.
- ¡GINNY! ¡GINNY! – era Hermione que corría tras de ella – oyes Ginny
- ¿Qué sucede? – decía Ginny observando a la chica que últimamente se había dedicado a seguirla y a levantarle el ánimo –
- Neville quiere saber si irás con él, sigue aferrado a ti, dice que si no vas con él no ira al baile de su graduación – Hermione trataba de convencer a la chica pelirroja.
- Ya te dije Hermione que no tengo ganas – era de saberse, Neville como buen amigo estaba preocupado también así que se aferraba a ella con el único fin de que ella estuviera contenta – no pienso ir
- Por favor, anda vamos – Hermione le mostraba una sonrisa – anda, prometo que nos la pasaremos super
- Es que ya sabes que no quiero toparme con ...
- Ya lo se, pero no puedes quedarte encerrada por su causa – Hermione se miraba Severa – Ginny, a los hombres la única manera que se les puede hacer daño es mostrándoles que no los necesitas, que eres independiente y que eres feliz sin ellos, anda ¿ vamos? ¿siiiiiii? Anda, please
- MMM, no Hermione - volvía a repetir la chica – además ni siquiera tengo túnica ni vestido
- Ese no es problema.
Claro que no había sido problema, desde inicios del año Hermione había comprado dos vestidos como opción para su graduación, aunque la carta de Hogwarts decía claramente túnicas ella no quería dejar su sueño de ponerse un vestido de noche como siempre había soñado. Uno era negro de tirantes anchos y un escote en forma de "v" muy elegante, con un suave y fino bordado de hilo de plata, era pegado al cuerpo y de la cintura para abajo caía en "A" , este lo llevaba Hermione, que desde cuatro horas antes del baile se había encerrado en su cuarto para primero alaciarse el cabello para que no se le esponjara, luego se lo enchinaba con rulos delgados y bien formados sin volumen y luego por último se levantaba todo el cabello con un chongo (o moño como otros conocen ) muy a la griega, dejándose unos delgados mechones enchinados sueltos, en realidad se miraba muy bien, había logrado verse sofisticada y sexy a la vez, sin contar de su maquillaje que era algo atrevido pero se le miraba tan bien que nadie se dudaría a decir que no parecía una estrella de cine.
Hermione le prestó el otro vestido a Ginny que se había lavado el rostro y se había levantado el orgullo y trataba de mejorar su estado de ánimo. El vestido era blanco de tela delgada, fresca y elegante, con un escote caído como cascada que dejaba ver un poco los grandes atributos que Ginny siempre había escondido tras sus uniformes del colegio, era pegado al cuerpo y largo y con doble fondo de tul blanco con bordados de hilos blancos que le daban cierta elegancia y mistisismo. Hermione había hecho un buen trabajo con el rostro de Ginny, le había sacado un poco la ceja al modo muggle (con pinzas y una por una), le había puesto un maquillaje especial para taparle las pecas, puso sobre sus ojos algo de sombras obscuras que le resaltaban la mirada y sus labios los pintó de un color ojo quemado que le hacía resaltar su rostro de tal manera que no resultaba fácil reconocer a la Ginny de antes. Su pelo Hermione le había colocado unos tubos tan grandes que tan solo se onduló un poco y luego lo acomodaba de tal manera que tan solo su cabello lucía con grandes ondas bien acomodadas (N/A: No me gusta referirme de este modo, pero si vieron Moulin Rouge y vieron el pelo de Nicole Kidman ondulado, algo así me lo imagino, espero que ustedes también). Ginny se miraba al espejo, no era duda que era otra, le recordaba a aquella chica que había visto en una película muggle de a finales de los años cuarentas, se miraba y no era ella, eso le hacía sentirse mejor, por primera vez, no sería Ginny, sino Virginia.
Tenían media hora de retraso, los chicos ya la estaban esperando afuera. Ginny decidió bajar un rato después de Hermione, Así no tendría que ver al-chico-que-vivió. Ya cuando salió Hermione, (hay que confesarlo, Hermione se miraba hermosa) se paró en el espejo largo que tenía Hermione en los dormitorios, las demás chicas ya habían bajado y se miró en el. Vio en el espejo a una chica madura, no aparentaba su edad y luego se llevó las manos a su vientre, y le hacía unos pequeños cariñitos con sus manos, se miró preguntándose si se le notaría el vientre, pero aun estaba tan delgada que nadie sabría de su estado.
Hermione bajaba las escaleras con ese gran vestido negro y largo, Ron que estaba esperándola con su incondicional amigo Harry, ambos iban algo guapos, aunque Harry iba algo descuidado, su túnica ha pesar de ser nueva, no se había tomado la molestia de por primera vez ponerse algo en el cabello para que se le acomodara, sin embargo el que si lucía muy bien era Ron, que por primera vez su madre le había regalado una túnica que según Ron era la mas decente que había tenido, era negra y con solapa del mismo color, Harry decía que parecía smoking, pero Ron no entendió.
Hermione hacía una salida triunfal ya que todos voltearon a verla, Ron se quedó con los ojos como platos, y con la boca abierta, sorprendido por como iba vestida Hermione, realmente era una sorpresa, pues las demás chicas llevaban túnicas de diferentes colores, pero realmente no se miraban como Hermione igual de hermosa. Hermione sonrió al ver a Ron que se miraba muy bien y el se acercó a ella para darle la mano para ayudarla a bajar como toda una dama. Para ellos no había nadie mas ha pesar de que la sala estuviera llena de chicos y chicas que irían al baile.
- ¿En donde diablos decía que tendríamos que traer vestidos? Decía túnicas, eso no se vale - decía Parvati al ver lo bien que lucía Hermione.
- Heer miiioneee , luces..... wow - Ron tomaba aire y empezaban a sudarle las manos – luces hermosa.
- Gracias Ron, tu también – Decía Hermione con una gran sonrisa en los labios. Bajaba con cuidado y todos parecían observarla, los chicos con los ojos casi salidos y las chicas la miraban con envidia sin saber que aun no había pasado lo mejor.
- Hermione, luces hermosa – decía Harry con una gran sonrisa al casi no conocer a su mejor amiga –
- Gracias Harry, y tu debiste de ponerte algo de gel en el cabello – decía Hermione cariñosamente despeinando la cabellera mas a Harry.
- Bueno si ya estas lista, entonces vamos – decía Harry mientras se encaminaba –
- Espera Hermione lo detenía – falta Ginny, ella vendrá al a baile. – Hermione notó como Harry se encogía, por lo visto no le parecía la idea de que Ginny fuera con ellos – No te preocupes Harry, ella tiene pareja.
- Creo que mejor los espero afuera, iré por Cho – Harry se volteaba para salir por detrás del cuadro de la gorda, pero luego un silencio hizo que harry volteara para atrás, no quería hacerlo pero algo lo obligaba y un gran temor que le erizó la piel desde la columna hasta la nuca y luego un calor que le invadía en la cabeza, era ella.
Todos habían volteado a verla, ¿quién era esa chica que venía bajando de las escaleras y se quedaba en el último escalón? Una especie de silencio y de admiración de todos los hombres se dejó venir. La temperatura subía en la sala común, una especie de angel se encontraba ahí. Harry no podía creerlo, ¿era ella? Tenia que serlo, esa roja cabellera tan solo le pertenecía a Ginny que se encontraba parada con un vestido blanco pegado al cuerpo que le dibujaba finamente su figura y sus curvas, el escote era lo que también llamaba la atención, no era grande, sin embargo el modo en que caía el cuello sobre sus pechos parecía como si le pidieran tocarlos. Pero luego subió hacia el rostro de Ginny, un rostro calmado, sereno y sexy a la vez, su rostro estaba tan hermoso, sin pecas que la hacían lucir seis años mas grande, su cabello largo y suelto ondulado y acomodado finamente alrededor de su rostro y luego unos guantes de satín blanco largos hasta los codos que la hacían lucir mas fina y elegante. Se miraba radiante y Harry no podía cerrar la boca. Ginny bajó las escaleras y alguien le dio un codazo a Neville,
- iras con ella ¿verdad Neville? – le preguntaba Seamus sin quitarle los ojos de enzima a Ginny–
- No, yo iré con Ginny – decía Neville que estaba mas nervioso que cuando Snape lo regañaba -
- Neville, es ella, Ginny – decía Seamus, y luego Neville se acercaba nervioso y con la boca abierta, temblando de arriba abajo y luego Ginny tan solo se limitaba a darle una sonrisa. Pero era verdad, ni siquiera le había dado una mirada a Harry lo que este hizo que se sorprendiera.
En cambio Harry parecía detenerse, algo lo impulso a esconderse y dejar de verla, porque Ron le tiraba una mirada asesina y amenazadora al notar la forma en que miraba a Ginny, pues claro Harry desde que la vio sintió como una parte de el se elevaba y como subía la temperatura corporal en su cuerpo, luego unos celos lo invadieron cuando Neville la tomó del brazo, quería ir tras ella y alejarla de todos, y de decirle todo lo que sentía, pero luego recordó lo que le dijo Dumbledore ( recuerden los primeros capitulos, la profecía), no debía de tocarla.
Caminaron hacia los jardines del colegio en donde sería la fiesta. Neville caminaba torpemente por los pasillos del castillo que los llevaría hacia fuera, el pobre no podía dejar de pensar la suerte que tenia al haber asistido baile con Ginny, pues sabía que era la envidia de todos, pues se miraba hermosa.
- Vaya, vaya, Neville, ¿Cuánto dinero te costó traer al baile una chica de universidad? – Era Malfoy que parecía que sus ojos se salían al ver a Ginny –
- Hola Malfoy – le contestaba Ginny con una sonrisa, y este se sorprendía al ver que la chica sabía su nombre.
- ¿Me conoces? Claro, he salido con muchas chicas universitarias – le decía Malfoy a sus dos gorilotas que lucían igual de atontados –
- Claro que te conozco, soy Ginny Weasley, a la que le dices pobretona – decía Ginny dejando con mas la boca abierta a Malfoy y luego Ginny se daba la vuelta y se iba.
El jardín lucía hermoso, grandes mesas redondas estaban alrededor, con unos arreglos de centro con una vela flotante y flores que cambiaban de color de blanco a amarillo a su alrededor. Las mesas estaban puestas muy elegantes y por cada mesa había una cámara fotográfica. Grandes esculturas de hielo que cada minuto cambiaban de posición, hadas y luciérnagas por todo el ambiente para dar luz a la noche de color amarillo y azul eléctrico, una mesa mas grande que era la de honor en donde se sentarían los maestros y el director, y justo en medio la pista de baile y una pequeña tarima ( N/A: para los que no conocen es como un escenario portátil) en donde aún un grupo famoso se presentaría. El jardín ya se estaba llenando de chicos y chicas que se graduarían, los hombres que pasaban y volteaban incrédulos a la hermana menor Weasley.
Todo por una hora parecía estar bien, platicaba con Seamus y con Parvati que se notaba celosa de Hermione, esta era la pareja mas cariñosa del baile, Malfoy no le quitaba los ojos de enzima a Ginny y cuando ella volteaba a verlo, le sonreía y ponía su cara de galán que a Ginny le parecía estúpida, pero otros ojos la miraban y la penetraban con esa misma vista, a lo lejos Ginny lo pudo notar, sus miradas chocaron por un instante y al menos había hecho que él se fijara en ella, pero esa mirada le decía mas que mil palabras, el la necesitaba o al menos eso entendía ella. Se dirigió a hacia él que parecía temblar al ver que se acercaba, los pasos de Ginny eran seguros y constantes, algo le impidió llegar hacia el.
- MIREN, EMPEZARÁN A CANTAR, NO PUEDO CREER QUIENES SON – decía una chica casi histérica y empezando a brincar. Todos llegaban a lo que era la pista de baile para ver quienes era, y le impedían el paso a Ginny.
- ¿qué no ellos son muggles? – decía un chico celoso al ver el grupo que se presentaba –
- AAAA, SI SON ELLOS – otra chica volvía a gritar histérica.
- OOOO DIOS MIO, NO ES VERDAD, ¡¡¡¡¡¡SI ,SON ELLOS!!!!!!! - eran los Backstreet boys (N/A: Sorry por esto, pero fue el único grupo de 1998 famoso que se me vino a la mente, y por si no lo sabían ellos cantaron primero en Europa y triunfaron primero ahí antes que en América).
- AAAAAAA, NICK- gritaba una chica justo en el oído de Ginny – NIIICK TE AMMMO
- AAAAAA- gritaba otra a los chicos que apenas se acomodaban para dar su show.
- Creo que Dumbledore les hizo un simple hechizo para que pudieran tocar aquí – decía Neville cuando Ginny volvía a su lado –
- No sabía que hacían conciertos para el mundo mágico – decía Parvati mientras se paraba de puntitas para verlos mejor –
- Creo que tres de ellos vienen de familia de magos, creo que son el par de primos y el de tatuajes - decía Dean despreocupado-
- son guapos – y luego hubo silencio en el lugar.
- HOLA A TODOS LOS FUTUROS ENGRESADOS DE HOGWARTS, AQUÍ ESTAMOS PARA HACERLES MEJOR SU FIESTA, NOSOSTRO SOMOS LOS BSB, ASI QUE AQUÍ EMPEZAREMOS CON ALGO CALMADO: All i have to give , para todas las chicas.
La canción empezaba con las notas de una guitarra y era acompañada por la excelente voz de un chico de cabello amarillo. Algunas chicas se ponían cerca del pequeño escenario montado y empezaban a corear la canción que ya era muy conocida, otras optaron por parase sobre la pista de baile empezar a bailar la canción calmada como Ron que miraba a Hermione con gran amor, se notaba que estaba tan atontado que ni siquiera el hecho de que Neville estuviera bailando con Ginny hacía que se despegara de su Hermione.
Varias canciones mas siguieron, otras mas movidas que las primeras, el ambiente empezaba a sentirse a los alrededores del jardín que era llenado por las notas musicales. Pequeño concierto que daban de escasos 50 minutos que llenaba de alegría a todos, hasta Malfoy que Ginny se burlaba de el al darse cuenta que él se sabía las letras de las canciones. Parvati, su compañera de sexto año MaryAnn y otras mas parecían olvidar que traían pareja, pues saltaban y gritaban para llamar la atención de los chicos del grupo. Ginny parecía no hacerles mucho caso, tan solo miraba con alegría al chico del grupo, un latino muy guapo que varias veces había dirigido su mirada para cantarle unas estrofas y luego le guiñaba el ojo haciendo que Ginny se sonrojara, ni siquiera se había dado cuenta que Cho era una de las que se encontraba brincando y sola, Harry estaba parado a una orilla solo, y Ron abrazaba de la cintura a Hermione alegres como tortolitos. Justo en la última canción, antes que hicieran su despedida espectacular, alguien parecía irse de la multitud de chicas histéricas y emocionadas, era Harry, que se apartaba y caminaba hacia el otro extremo jardín solitario, caminaba pensativo y Ginny trataba de aprovechar la oportunidad ¿de qué? De decirle su estado, aunque estaba segura de lo que le diría, no le importaba lo siguió sin que él se diera cuenta. Hasta cuando ya se encontraba un poco retirado del ruido abrumador el se detuvo y dejó escapar un suspiro lleno de sentimiento reprimido.
El cielo era hermoso y desde el lugar en el que él se encontraba alcanzaba a verse el lago y en él, el reflejo de la luna.
- ¡Harry! – una voz dulce tierna hizo que a Harry se le escalofriara la piel a tal grado que su respiración parecía irse –
- ¡Ginny! ¿qué haces aquí? – decía Harry con una gran tensión que se le acumulaba en la frente.
- Quería verte – decía Ginny mientras se acercaba poco a poco hacia donde estaba el – desde hace tiempo quería hablar contigo, pero parecía no importarte mucho lo que yo ....
- No te acerques, por favor – decía Harry poniendo sus manos entre ellos, mientras Ginny se detenía con una mirada triste.
- Si así lo quieres – decía Ginny que agachaba la cabeza – creo que será mejor que me vaya – Ginny se daba la media vuelta con los ojos humedecidos
- ¡Espera Ginny! – y ella se detenía en seco si voltear – Espera ... no quise.... no quise ser grosero contigo.
- ¡Harry! ¿qué te ha estado ocurriendo? – decía Ginny mientras se regresaba y miraba a Harry con un extraño comportamiento, tal vez él no quería acercarse a ella porque temía perder el control, pensó Ginny, el se negaba, pero juraba que sus ojos verdes sin anteojos le llamaran para que se acercara - dímelo por el amor a Dios, dime, que es lo que ocurre
- Por favor Ginny, procura mantener tu distancia - decía Harry tartamudeando . esto no es bueno para los dos.
- ¿Así lo crees? – decía Ginny mientras se acercaba despacio a Harry que aunque quería que no se le acercara, no parecía quererse mover del lugar en donde se encontraba, lucía tieso sin moverse, la respiración de Harry notoriamente se aceleraba y luego la mirada de Harry parecía acceder y perderse en ella y Ginny se daba cuenta de eso, pero ya era demasiado tarde, Ginny estaba a escasos cinco centímetros de su rostro - dime Harry que no sientes lo mismo que yo, dije Harry que no me necesitas y te juro que me iré.
Pero Harry ni siquiera podía hablar, miraba su rostro tierno ha pesar de ese maquillaje que le tapaba su rostro aun inmaduro y joven, y luego se culpó por encontrar una lágrima sobre su mejilla, trató de alejarla pero su cuerpo no le respondía y luego Ginny hizo algo que Harry temía que hiciera. Se acercó a él a tal grado, que con su nariz bien perfilada acarició muy cariñosamente una de sus mejillas, y Harry dejaba escapar un profundo suspiro, estaba a su lado, como decirle que se apartara, y luego una mano de Harry instintivamente fue hacia la mejilla de Ginny, y luego lo que tanto espero por días, la tenía enfrente, en nada mas podía pensar mas que en ella, en esa mirada triste que ahora ella le dirigía, escondiendo un secreto y luego vino , ella llevo sus labios hacia los suyos, y luego Harry pensó ¿cómo pude vivir sin esos labios tanto tiempo? Fueron esos labios suaves de los que el ya estaba acostumbrados, un beso suave y necesario que parecía tener tanta energía, que le causaba una explosión dentro de su corazón y su estómago similar a cuando ellos se encontraban en la intimidad. Luego ella se separaba para tomar algo de aire y despues el no pudo contenerse y la llevó hacia él, besándola mas apasionadamente, sus labios parecían encontrarse y ensamblarse a tal grado que no hay palabras para describir que labio besaba a que labio, o si sus lenguas llegaban a tal punto, no había ni existía palabras ni explicación para ese beso que tanto necesitaba y luego sin saber como lo tenía abrazado a ella. Todo parecía ir a la perfección, pero luego una explosión que se escuchaba a lo lejos y uno gritos de júbilo por las chicas que miraban el final de la presentación hicieron que él recordara la razón por la cual no podía esta con ella y sin explicarlo como la tomó de los brazos y el temor hizo empujarla despacio para atrás.
- ALEJATE DE MI – decía Harry asustado y molesto – NO QUIERO QUE ME VUELVAS A TOCAR, NO QUIERO QUE NI TE ME ACERQUES
- ¡Que sucede Harry! - Ginny se miraba confundida
- ALEJATE, NO ENTENDERÍAS. NO VUELVAS A BUSCARME, GRACIAS A DIOS QUE YA NO ESTARE CERCA DE TI. – a Harry le dolían mas estas palabras que a Ginny, pero el hecho de pensar que Ginny estaba en peligro hacía que se alejara de ella. Y luego Ginny parpadeaba varias veces por causa del montón de lágrimas que caían.
- Tu no eres Harry, no eres el, Harry jamás actuaría de esa forma , ¿QUIÉN ERES? TE EXIJO QUE ME DIGAS – Ginny iba hacia el y lo tomaba de la túnica jalándosela gritándole enojada - ¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ LE HAZ HECHO A HARRY?
- Claro que soy HARRY, SOY SOLO HARRY – gritaba y luego secamente le quitaba las manos de su túnica y las aventaba, el brillo en los ojos verdes esmeraldas parecía haber desaparecido, Ginny lloraba y un valor dentro de Harry hacía que no se comportara compasivo con ella - Discúlpame Ginny, pero alguien me espera. – Harry se iba y luego la voz de la chica lo volvía a detener.
- ESPERA – Ginny se llevaba las manos a su vientre llorando y sin valor,
- ¿QUÉ? – decía Harry sin voltear –
- Olvídalo, no vale la pena decírtelo – y Ginny salía corriendo hacia el castillo desesperada. ¿tanto asco ahora le causaba como para haberla rechazado de ese modo?
- Son una tonta, soy una tonta – se paraba y y lloraba en una esquina del castillo. Siguió corriendo con la mirada nublada por el llanto, quería llegar hacia la torre de gryffindor , pero justo en ese momento alguien le jalaba del brazo y la ponía sobre la pared y ella tan solo pudo ver un rostro afilado y delicado, como no reconocerlo.
- Suéltame Malfoy – decía Ginny sin fuerzas para safarce –
- ¿No me digas que te volvió a hacer llorar Potter? – decía con un tono cínico o tal vez siempre ese había sido su forma de hablar que no parecía notar diferencia.
- Déjame en paz – decía Ginny llorando si poderse controlar y luego sin saber porque mientras luchaba para quitarse los brazos de Malfoy, cansada y derrotada sin saber que hacer se hecho a llorar mas fuerte sobre el chico y lo abrazó fuerte. Draco se quedaba desconcertado, la chica colgaba de su cuello y le mojaba la túnica y el no sabía que hacer, nunca le había ocurrido algo así, al principio le dio repugnancia el hecho que la chica llorara sobre él, y luego un sentimiento de tristeza y sentimiento le invadían a tal grado que torpemente le dio unos golpecitos para calmarla. Y luego la chica se despegaba de él, le dirigía una mirada extrañada y pensativa ¿abrace a Malfoy? Y luego el la miraba aterrorizado y apunto de amenazarla para no dijera que la consoló, pero ni siquiera pudo decir esto cuando la chica cayó desmayada sobre él.
- Weasley, Weasley, maldición – Draco le daba unas palmaditas en el rostro para que esta despertara pero le era imposible, trató de levantarla – Weasley, Ginny despierta , aaah, ¿qué diablos comes?
Draco la ponía sobre su hombro y trató de caminar pero apenas y podía dar unos pasos y Draco estaba cansado, estaba acostumbrado a que siempre tenía sirvientes que le cargaran lo mas pesado, hasta sus maletas que llevaba a la escuela, y luego recordó un hechizo para hacerla levitar y encaminarla hasta enfermería.
- Mobilicorpus - decía Draco mientras Ginny levitaba en la nada. Lo más rápido que pudo corrió a un lado del cuerpo flotante de Ginny hacía un pasillo que daba la enfermería.
Entraron a la enfermería, nadie parecía estar en ella, y la puso sobre una camilla.
- Weasley, Weasley, maldición, Weasley despierta – decía Draco mientras le daba unas palmaditas en las mejillas - ¿qué diablos te sucede? – y cansado se paraba y ponía sus manos sobre la cintura dejando escapar un suspiro de cansancio.
- Señor Malfoy, ¿qué hace usted aquí? –decía Pomfrey entrando y dirigiéndole una mirada severa si ver a Ginny –
- Es ella – Draco apuntaba hacia Ginny que estaba recostada sobre la cama, aun desmayada –
- Dios mío, ¿qué sucedió? – decía Pomfrey corriendo hacia la camilla en donde estaba Ginny
- Aaaay no lo se, se desmayo, calló enzima de mi cuando estábamos en el pasillo – decía Draco hablando casi a la fuerza-
- Tiene suerte que haya venido de paso - decía Pomfrey mientras levantaba la cabeza de Ginny para poner una almohada bajo de esta - ¿tienes idea de lo que causo su desmayo?
- Claro que no tengo idea – decía Draco algo prepotente – si tuviera idea de lo que le ocurre a Ginny no la hubiera traído y yo la hubiera ayudado.
- Cállese señor Malfoy y espere aquí, cuide a la chica – Pomfrey se levantaba y mientras que Draco se quedaba renegando cruzando los brazos y mirando tiernamente a la chica, luego regresaba para darle algo a la chica – Creo que esto ayudará
- ¿Qué es? – decía Draco mientras miraba curioso –
- Es alcohol.
- ¿Así de simple?
- Así de simple, es para levantarla – decía Pomfrey mientras mojaba una mota de algodón y la pasaba si éxito por la nariz de Ginny
- Creo que eso no funcionará – decía Draco aun con los brazos cruzados.
- Espera – Pomfrey se quedaba pensando y luego sacó una pequeña lamparita y empezaba a revisar los ojos de Ginny. – No creo que sea posible.
- ¿Qué? – decía Draco curioso
- No sea metiche señor Malfoy, hágase a un lado – Pomfrey lo movía y tomaba un pedacito de hoja color azul – Espero que me equivoque – abría la boca de Ginny y colocaba el pedacito de hoja color azul debajo de la lengua.
- ¿Para que es eso? – preguntaba con mucha curiosidad Draco –
- Será mejor que se vaya y me deje con la señorita Weasley –decía Pomfrey
- ¿ Y si le ocurre algo que me echen a mi la culpa? Claro que no, mejor me quedo aquí a un lado –
- ¿Qué sucede Pomfrey? – una voz seca se escuchó en la enfermería, Draco sonrió-
- La señorita Weasley se desmayó – le informaba Pomfrey a el profesor Snape – El señor Malfoy la trajo
- ¿Desde cuando tan cordial? – volteaba Snape a ver a Draco que se quedaban callados al ver la expresión de Pomfrey –
- Dios santo – decía llevándose las manos a la cara – esta pequeña, ¿cómo es posible?
- ¿Qué sucede Pomfrey? – le preguntaba Snape con una leve preocupación –
Pomfrey miraba a Ginny incrédula y luego miraba a Draco con coraje.
- Es tan pequeña, ¿cómo es posible? – y luego le dirigía otra mirada a Draco y con voz casi reclamadora le dijo – Eres el padre, ¿verdad? Tu eres el padre.
- ¿YO? – decía Draco sin entender ni siquiera una palabra.
- ¿Qué sucede Pomfrey? – preguntaba confuso Snape –
- Que esta niña esta embarazada y la ha traído el señor Malfoy – decía Pomfrey molesta y consternada
- ¿QUUUEEE? - Malfoy renegaba y su rostros mostraba unas muecas de enojo
- Señorita Pomfrey, no llegue a esas conclusiones tan rápido
- Yo no soy el padre de... ¿Qué la Weasley esta embarazada? – decía incrédulo y con una sonrisa en los labios burlesca
- Señor Malfoy – decía Pomfrey molesta – diríjase con respeto hacia la señorita Weasley – y Draco dejaba escapar una risita burlona –
- Será mejor que le diga al Profesor Dumbledore sobre esto, lo mas seguro es que la expulsen – y volteaba a ver a Ginny que seguía desmayada –
- Apuesto que es de Potter –decía Draco con una sonrisa en los labios –
- Señor Malfoy, le prohíbo que diga cualquier cosa sobre este caso, hasta nuevo aviso – decía Snape volteando a ver a su alumno favorito con una mirada severa – iré a hablar con Dumbledore – y Snape salía de enfermería
- Ya oyó señor Malfoy, mantenga la boca cerrada – decía Pomfrey mientras ponía cómoda a Ginny.
La cabeza le dolía y abría sus ojos, había un escándalo por todas partes, estaba en la enfermería y había varias personas, pero apenas y podía fijar la vista. Llevaba su mano hacia la cabeza ¿qué le había pasado? Lo único que recordaba era que corría por el pasillo y que Malfoy la detenía, se había vuelto a desmayar y luego volteaba a ver a su alrededor. Estaba Pomfrey, varios gritos se escuchaban, algunos de dolor, otros de temor, y luego notó a un lado a Dennys Creevey, estaba en la camilla de a un lado y parecía no moverse, parecía no tener vida, ¿qué ocurría?. Pomfrey la pobre se miraba que corría a un lado, el profesor de encantamientos entraba con dos chicos levitados y los ponía sobre la cama, era un caos total. Ginny se levantaba como podía y sin que la vieran y salía caminando desconcertada por la puerta de la enfermería. Se topó con una compañera de Ravenclaw que estaba histérica y traía la mitad de la cara chamuscada y corría desesperada para llegar a la enfermería.
- ¿QUÉ OCURRE? – Ginny detenía a la chica que parecía no entenderle –
- MORTIFAGOS POR TODOS LADOS, MORTIFAGOS ATACARON A MI HERMANITA , DIOS MIO, QUE DIOS NOS AMPARE, ERAN DEMENTORES , si dementores por tordas apartes y yo corrí y saque la varita y luego trate de defenderme ......
La chica parecía desesperada y la dejaba ir, se iba sola hablando y otros chicos corrían por los pasillos y luego se quedaba sola en un pasillo. Caminaba despacio, no sabría con lo que se encontraría en ese momento, los cuadros estaban vacíos, no había nadie en ellos, los personajes se habían escondidos, estaba sola, las zapatillas retumbaban y caminaba con cautela y con volteando a todas partes. Llegó como pudo hacia el lado den donde se encontraba la torre de Gryffindor, volteaba al suelo y había sangre en el suelo derramadas y tras esta unas pisadas de unos zapatos; el miedo la invadía y luego sintió una presión en su pecho y su mente se le nublaba, corrió con cautela y se escondió tras una estatua, volteaba a ver y dos dementores en el fondo del pasillo parecían venir hacia donde estaba ella. La piel se le enchinó y no gran temor la envolvían, ¡ Su varita! Pensaba, pero esta estaba en su cuarto, no la creyó necesaria para el baile de graduación, además no tenía en donde cargarla. Se acercaban a ella, el frío se volvía mas cada vez,
- Piensa en algo hermoso Ginny, piensa en algo hermoso – Ginny empezaba a sudar frío y lo primero que paso por su mente fue una pequeña casa en un lugar tropical junto a un río o una playa y ella estaba con su pequeño bebe y Harry a un lado de ellos. El cargaba al bebe y se miraba feliz y ella cocinaba para los dos y el se acercaba a besarla y le decía que no había nada mas importante que Jimmy y ella.
Y luego una calma invadió el cuerpo de Ginny, ese fue el aviso de que los dementores se habían ido. Siguió caminando con cautela con el corazón hecho nudo hasta llegar al cuadro de la señora gorda que estaba casi escondida tras su silla, temblaba, pero al reconocer a la pequeña Weasley salía.
- Grajeas sabor cartón – decía Ginny que sin decir nada el cuadro se habría. Entraba con el deseo de saber que ahí estuvieran sus amigos y su hermano, al igual que Harry. Entró y gran grupo de chicos estaban en la sala común de gryffindor.
- ¿QUÉ HA SUCEDIDO? – preguntaba Ginny a Parvati que estaba mas calmada y lloraba, se miraba muy nerviosa –
- Oooh Ginny, ¿qué haces aquí? Neville salió a buscarte – decía Parvati y soltaba unas lágrimas –
- ¿CÓMO QUE SALIO A BUSCARME? – preguntaba asustada Ginny.
- Despues de que terminó la presentación del grupo, un par de minutos después se escuchó un ruido, nadie creyó que fuera de verdad, y en el cielo apareció la marca tenebrosa.
- ¿¿QUE??? ¿CÓMO ES POSIBLE??
- Si Ginny, de la nada salieron como cincuenta demetores y mortífagos colgados de escobas, reían y tomaron a varios compañeros – Parvati empezaba a llorar – varios dementores nos siguieron, fue horrible Ginny, horrible, tratamos de ahuyentarlos, pero mas peleábamos mas aparecían y luego Dean me jaló, me dijo que corriera, no podía creerlo y las piernas se me hicieron como de goma, era una gran serpiente, gigante, por suerte no nos ha ocurrido nada, tuve suerte Ginny, mucha suerte.
Ginny no decía nada, todos parecía estar nerviosos y por cualquier ruido por mas insignificante que fuera gritaban y varias chicas lloraban, y se acercó a un grupo que parecía discutir.
- ¡SAQUENLO, EL NO ES DE AQUÍ! – gritaba un chico
- vamos amigos, no van a querrán que un demetor me ataque – decía un rubio platinado nervioso que se encontraba acorralado en una esquina
- CREO QUE SERIA EXCELENTE QUE LE PASARA ALGO, DESPUÉS DE TODO LO QUE NOS HAZ HECHO
- SII, ADEMÁS EL NO ES UN GRYFFINDOR
- Vamos, por favor no me saquen – la voz de Malfoy por primera vez sonaba preocupada y Ginny juraba que posiblemente estaba apunto de llorar.
- ¿Malfoy? ¿qué haces aquí? – decía Ginny impresionada –
- Ginny, diles a estos buenos chicos que no me saquen – decía Draco escondiéndose tras Ginny.
- ALEJATE DE ELLA MALFOY, ADEMÁS TENGO ENTENDIDO QUE TU PADRE ES UN MORTIFAGO - gritaba Seamus lleno de coraje.
- MI PADRE MURIÓ HACE SEIS MESES POR EL SEÑOR T...... POR EL-QUE-NO-DEBE-SER-NOMBRADO – gritaba Draco con un gran dolor y agachaba la cabeza y Ginny parecía compadecerse de el por unos segundos, pero luego recordó quien era, el que siempre le había ofendido y le había llamado pobretona. Un gran silencio invadió por unos segundos.
- ¿Qué ha ocurrido? – preguntaba Ginny
- Que con trabajo hemos traído un grupo de chicas a la torre burlando a los dementores y a hasta un basilisco al parecer, y que este cobarde iba entre el grupo de las chicas metido, no nos dimos cuenta hasta que entró junto con las chicas a la sala. – decía Seamus
- MALFOY VETE A TU SALA – gritaba un chico de baja estatura.
- ESTÁN LOCOS, NO LLEGARÍA CON VIDA, ESTA EN EL OTRO EXTREMO DEL CASTILLO – Draco gritaba.
- Mejor así, no nos desharíamos de un humano, nos desharíamos de un Shlyteryn – decía un chico alto de pelo ondulado, tomándolo de un brazo para sacarlo.
- NO LO HAGAN – gritaba Draco que volteaba a ver a Ginny buscando una mirada compasiva que no encontraba. Y luego volvía a verla y le decía entre dientes: sé tu secreto. Y con la mano Draco se dibujaba una gran panza y señalaba a Ginny, dándole a entender que sabía que estaba embarazada. Ginny se sorprendía y luego Draco llevaba su dedo índice hacia su boca dándole a entender que no hablaría.
- ESPEREN - decía Ginny deteniendo al grupo de compañeros que traía a Draco – NO LO SAQUEN
- ¿CÓMO QUE NO? – decía el chico mas alto retando a Ginny
- NO LO SAQUEN, ESPEREN, EL SALDRÁ EN UN MOMENTO PERO CONMIGO.
- ¿No me digas que piensas salir? – Decía Seamus tomando el papel de su hermano Ron que no parecía encontrarse en la sala en ese momento – estas loca Ginny, no te dejare hacerlo
- Si tu permiso o con tu permiso lo haré Seamus, si ustedes no salieron alguien tiene que ayudar afuera.
- Vaya , por lo visto alguien si es mas valiente que ustedes y es una chica – decía Malfoy cínico y peinándose su platinada cabellera.
- CALLATE MALFOY – decía Seamus
- Saldré, alguien me acompañará y será él, no lo saquen al menos que quieran que me dure poco – decía Ginny.
- Esta bien – decía Seamus – por lo visto no creo hacerte cambiar de parecer –
- Así es - y Ginny miraba como los dos sujetos soltaban a Malfoy, por lo visto no tenía otra opción.
Ginny dio una mirada a toda la sala común, no estaba ni Hermione, ni Harry ni Ron, lo mas seguro es que aun se encontraban afuera y luego estaba en una esquina con los brazos cruzados y algo preocupada Cho.
- ¿DONDE ESTA HARRY? - Preguntaba Ginny desesperada – que diga ¿dónde esta Ron y Hermione –
- ¿Eres Ginny? – le preguntaba Cho sorprendiendo a Ginny, por lo visto no la conocía ella –
- Si ¿por qué? – Ginny lucia pálida
- Aayyy tu hermano salió a buscar a Hermione y Harry vino a dejarme aquí para asegurarse que estaría bien y luego te buscó a ti y no te encontró, volvió por ti –y la cara de Cho parecía ponerse pálida al descubrir que Harry no había vuelto, que todavía seguía buscando a Ginny – Dijo que iría a buscar la hermanita de Ron
- ¡Harry!- Ginny se llevaba la mano a la boca preocupada y agachaba la cabeza "la hermanita de Ron" y luego pensada de nuevo "su hermano afuera" "Neville solo salió a buscarla también"
Ginny corrió y subió las escaleras de caracol que llevaban a su dormitorio sin percatarse que alguien la seguía, buscaba entre su cajón y ahí estaba, su varita, ¿cómo era posible que la hubiera dejado? Tan solo había perdido tiempo, se quitaría el vestido, pero no había tiempo para eso.
- estas loca si piensas salir – decía una voz fría y reconocible, era Draco
- Quítate de mi camino Malfoy – decía Ginny con voz firme y con la varita en mano – o no respondo.
- ¿A caso no lo entiendes Weasley? No puedes enfrentarte a eso tu sola, te van a matar
- y eso a ti que te importa. - Decía Ginny desviando la mirada –
- Oyes, llevas una vida mas dentro de ti - Draco por primera vez parecía hablar con sensatez - ¿tienes idea de lo que resultaría que te atacaran? ¿acaso vale la pena tanto Potter como para arriesgarte y arriesgar a la criatura que esperas?
- Es su padre, no lo quiero dejar sin padre antes que nazca – decía Ginny mientras se le cristalizaban los ojos por lágrimas que estaban apunto de caer – no le quitare ese privilegio a mi hijo de conocer a su padre.
- No te corresponde salvarlo a ti Ginny, el puede salvarse solo como muchas veces lo ha hecho, tu solo te expondrías y le serías un estorbo – Draco miraba a Ginny y por lo visto no la dejaría pasar –
- No solo Harry esta fuera, también mi hermano, necesito irlos a ayudar, jamás me perdonaría no poder hacerlo – unas lágrimas rodaban por su mejilla – Y SI NO TE QUITAS MALFOY, NO RESPONDO.
Malfoy se hizo a un lado del camino para dejarla pasar mientras Ginny aun estaba parada si moverse.
- Anda Weasley, sal, vete, es tu vida, tu haz lo que quieras, pero lo único que veo es que no te interesa la vida que estas llevando dentro de ti – decía Draco mostrándole el camino con la mano
- Tu que sabes de llevar una vida en dentro, quiero bríndale un mejor lugar para vivir a mi hijo, quiero que cuando nazca conozca la misma libertad que yo conocí, no puedo traerlo a un mundo de odio y rencor, lleno de maldad, ¿cómo decirle a mi hijo que no luche por su vida futura? - Draco se quedaba callado tras lo que le decía Ginny que pasaba ahora por su lado y se detenía para decirle algo – Y no te preocupes Malfoy, puedes quedarte aquí dentro, junto con las demás chicas.
Ginny bajaba las escaleras de caracol, iba decidida a luchar con lo que se encontrara, todos la miraban callada y la puerta detrás del retrato de la señora gorda se había, del otro lado se mostraba obscuro y silencioso, salió y se cerró la puerta, era demasiado tarde para regresar, además no lo haría. Salió caminado y el frío le llegaba hasta el tuétano de los huesos. Caminó despacio al principio vigilando no toparse con algo y ya que estaba segura caminó mas deprisa. Dio con un pasillo y después de revisar que no había nada corrió con todo lo que pudo y al llegar al final se topó con lo inesperado, era un dementor de mas de dos metros de largo, retrocedía asustada llenándole la mente con las pesadillas mas horribles. Como podía se hacia para atrás y sacaba su varita.
- Expecto Patronum – gritaba Ginny mientras que de su varita una nube en forma de león salía y espantaba al dementor, pero ese no era el único, tras de ella había fácil unos cinco mas.
- Expectro Patronum – Volvía a gritar Ginny apuntando hacia uno
- Expecto patronum
- Expecto patr............. – pero no pudo hablar mas, el miedo la había invadido, sin saber como, ni poderse explicar, un dementor había logrado tocarla, un frío invadió desde los pies hasta la cabeza recorriéndole la columna vertebral, sintiendo que se desmayaría y entre cuatro dementores la rodeaban. Por su mente pasaba los momentos mas espantosos de su vida. Recordaba su primer año en Hogwars, el diario, a Tom, el momento en que se defendió, el frío de la cámara, la sensación de que poco a poco se iba muriendo, era la misma esa vez y una voz muy lejana se escuchaba a lo lejos.
- Piensa en tu hijo, piensa que lo tendrás en tus brazos dentro de poco, EXPECTO PATRONUM – gritaba Malfoy haciendo que un dementor se hiciera a un lado.
- EXPECTO PATRONUM – Volvía a gritar malfoy dos veces mas.
- ¿Te encuentras bien? – decía Draco mientras le daba la mano a Ginny para que se levantara –
- ¿La verdad? No – decía Ginny temblando
- Creí que te serviría esto, perdón, lo saque de tu cajón de la mesita de noche de a un lado de tu cama, vine exclusivamente a traerlos, creí que te servirían – y el joven sacaba de su túnica un pedazo de chocolate y se lo daba a la joven –
- Yo no tengo chocolate en mi mesita de noche – decía Ginny
- Bueno pues, lo importante fue que te lo traje ¿no?- decía Malfoy haciéndola que caminara – anda vámonos, no queremos dejar a ese niño sin padre, ¿verdad? Y Draco le mostraba una sonrisa que a Ginny le parecía raro que el se comportara de esa manera, y luego recordó lo que dijo dentro de la sala común, que el –que-no-debe-ser-nombrado- le había matado a su padre, posiblemente esa era la causa por la que se comportara de esa forma, mientras ella se llevaba a la boca un pedazo de tableta de chocolate.
Caminaron despacio y con cautela, estaban a punto de llegar al jardín que se encontraba destrozado y todo estaba regado por todas partes, ya no había mesas y no había mas hadas ni luciérnagas que alumbraran la noche, todo parecía haber desaparecido. Ginny caminaba despacio de un extremo al de Draco
- Creo que llegamos tarde – decía Ginny triste buscando rastro alguno de sus amigos y de su hermano.
- No lo creo – decía draco asustado y temblado, ese ruido ya lo conocía Ginny, ha pesar de que todo el tiempo había estado inconsciente, lograba sentir sus vibraciones a través del frío suelo de la cámara de los secretos.
- ¡CORRE! – gritaba Ginny jalando a Draco - ¡MALDICIÓN CORRE DRACO! – los dos corrían, era un basilisco de más de siete metros de largo que parecía descubrirlos y olerlos, y en pocos segundos iba tras de ellos.
- AAAAAA – gritaba Draco.
- NO GRITES, NO GRITES. – le decía Ginny mientras ella lo dirigía tratando de buscar un lugar mas seguro – piensa Ginny, recuerda lo que te contó Harry, cómo lo venció –
- GINNY, GINNY, CUIDADO – gritaba Draco que estaba apunto de chocar contra un muro de los del colegio, tomó la mano y tras de él arrastrándose por el suelo y tomando una velocidad fuera de común de una bestia de esa magnitud seguía con insistencia la pareja tirándoles una mordida que estuvo apunto de arrancarle un pie a Draco.
- Cállate Draco, cállate, - Ginny sin saber como pero logró esconderse tras unas ramas junto con Draco que temblaba y ella tan solo lo calmaba para que dejara de moverse –
- No lo mires a los ojos - le dijo Ginny cerrando los ojos y temblado rezando para que el basilisco no los encontraba, pero Draco le temblaba la barbilla con tanta insistencia que se imaginó que tenía los ojos tan abiertos, que ella los abrió y así era, los ojos de Draco estaban abiertos y apunto de toparse con los del basilisco, y ella sin pensarlo le tapó los ojos con una mano suya esquivando su mirada. Draco estuvo apunto de morir por no poderse controlar, pero eso ya no importaba, se quedaron por mas de dos minutos sin moverse y draco no dejaba de temblar.
- Ven vamos – decía Ginny levantándose para caminar –
- Estas loca de remate, yo no me muevo de aquí– decía Draco aferrándose a quedar en el arbusto
- Haz lo que quieras, yo me voy a buscar a mi hermano- Ginny se iba con paso firme hacia ¿dónde? Quien sabe, lo iría a buscar.
Corrió lo más rápido que podía, los tacones de los zapatos se encajaban en el pasto, lo que hizo que en un impulso se los quitara y empezara a correr descalza sobre el pasto mojado y lleno de barro. Se paraba en seco y buscaba algo, no parecía haber rastro alguno, hasta que vio luna luz que provenía del bosque prohibido, muy adentro de este se escuchaban apenas unos gritos y Ginny corrió hacia allá. Tan solo unas pocas veces se había internado al bosque, una había sido en quinto y otra ese mismo año cuando Harry y ella se miraban a escondidas.
Corrió burlando algunos troncos y ramas que iba encontrando en el camino, algunas de estas se encajaban en sus desnudos pies sin importarle nada. El bosque estaba oscuro y no se lograba ver ni en cuatro metros de distancia. Siguió corriendo buscando algo, hasta que en lo lejos podía ver algo. Era una sombra, o eso parecía. Era un hombre que parecía flotar en el aire, sus pies habían desaparecido, estaba tapado con una túnica negra hasta la cabeza y sostenía una varita con algo que no podría llamársele manos, su rostro no se notaba, estaba luchando contra algo, contra alguien, contra tres chicos alcanzó a distinguir cuando se encontraba mas cercas.
Uno estaba tirado parecía no tener vida, era Neville, y un grito estrenduozo de dolor despues de un avada kevadra se escuchaba, y Ginny corrió con mas ganas hasta detenerse, nadie había notado su presencia, lo que sus ojos miraban no parecía ser real del todo, ese grito venía de su hermano Ron que estaba tirado en el suelo, las lágrimas de Ginny se dejaron caer y luego vio que esa sombra se desaparecía, se perdía entre las tinieblas, Ron estaba tirado, pero no era él el que le preocupaba sino Hermione, que estaba tirada en el suelo, con los ojos blancos y aparentemente si signo de vida alguno.
- Mírame Hermione, por favor, mírame, respóndeme, anda hermi ¡¡POR FAVOR!!!! – la voz de ron se quebraba y Harry trataba de levantarla,
- No, por favor, despierta – ron insistía y Ginny miraba desde lejos lo sucedido, - fue mi culpa, fue mi culpa, esa maldición era para mi, ¿por qué te interpusiste, porque?
- Ron cálmate, por favor, Ron, mírame. – decía Harry con la mirada perdida y con el corazón destrozado – Hermione, Hermione, por favor responde. Ron llévatela al castillo.
Ginny miraba la escena callada, aun no se habían dado cuenta de su presencia y sin saber exactamente como, un instinto y miedo acompañado de un frío aire hizo que volteara hacia atrás y ahí estaba, era lo más horrendo hasta el momento con lo que se había topado, se estaba empezando a materializar.
- De vuelta nos vemos Ginny – era una voz rasposa y la cara de Ginny se deformaba por el miedo. Su rostro era horrendo, sus ojos eran completamente negros, sin espacio alguno blanco, la piel era escamosa, como la de un reptil, pero tan blanca como la nada, su nariz tan solo tenía dos orificios que no le servirían de mucho, parecía salpicar cada vez que hablaba con su saliva negra que manchaba unos dientes picudos y diminutos como de una piraña; no caminaba flotaba y parecía que cada vez que se acercaba crecía – por fin te hizo caso Harry, ¿no es así? Eso nos traerá ventajas a todos en un futuro, mmmm eso me agrada.
- Waddiwasi – Ginny había apuntado a un tronco que con gran fuerza había salido volando en contra de Voldemort, pero cuando este lo tocó el tronco caía destrozado como si hubiera caído desde cien metros de altura. Ginny al ver esto empezó a temblar.
- Cinco años sin vernos y ¿es así como me recibes? – decía Voldemort caminando hacia Ginny que se encontraba temblando y sosteniendo su varita, volteaba a ver a Ron y a Harry pero estos se encontraban tan lejos que no alcanzaban a escucharla – no, no, no, Ginny, eso no es bueno, y mira que tu noviecito te haya dejado sola tampoco lo vez, ¿crees que un simple tronco me destrozaría? No conoces mi poder.
- Aléjate de mi – decía Ginny temblando –
- ¿Acaso eso te enseña Hogwats? ¿a aventar troncos? – una risa maliciosa salía de lo que parecía una boca sin labios y machada por la sustancia viscosa negra que tenia por saliva – eso no te servirá de nada Gi...
- Crucius – gritaba Ginny hacia Voldemort, haciendo que este tan solo se sacudiera sorpresivamente hacia atrás, retrocediendo lo que sería unos paso . Crucius – Volvía a gritar Ginny con mas ganas, nunca antes había hecho esa maldición, el cuerpo de Voldemort parecía hacerse tres pasos mas para atrás aturdido, era lo único que lograba.
- Impedimenta – Vodemort diría este hechizo hacia Ginny, flotando y haciéndose cincuenta centímetros mas alto de lo que era, la capucha que tapaba su horrible cabeza que tenía unas especies de escamas en lo que el cuero cabelludo había sido antes, era hecha abajo, y luego volteaba a ver a Ginny, aturdida en el suelo, mirándolo con gran temor y Voldemort algo molesto se acercó a ella.
- Tiembla Ginny, no tienes idea de la gran excitación que me da verte temblar de miedo por mí. No ya duda que sigues siendo una niña, tus maldiciones son niñerías sobre mí.
Ginny temblaba al ver el rostro demasiado cerca de ella, su mirada penetrante con esas pupilas negras le aterraba de tal manera que no podía ni moverse. Pero recordó que aún tenía su varita en mano y dejó que se acercara un poco mas hacia ella y temblando mientras el se acercaba cayéndole unas cuantas gotas de saliva negra y asquerosa sobre su rostro, puso justo la varita en su rostro y gritó fuertemente:
- Cunjunctivitus, maleficio – Un gran ataque de conjutivitis le atacaba al parecer a los ojos de Voldemort saliéndoles de estos una especie de mezcla espesa blanca que podría ser push, Ginny inmediatamente se levantaba aun aturdida y miraba directo a Voldemort como se tallaba los ojos con dos manos que no parecían ser las de un humano y si esperar a mas, volvió a gritar fuertemente – INCENDIO – de la varita de Ginny salió una enorme llama de fuego casi azul que llegaba hasta Voldemort aturdiéndolo aun mas de lo que parecía.
- TUPEFYS - ella lanzaba un hechizo aturdidor mientras notaba como Voldemort iba perdiendo poder.
- EXPELLIARMUS - Ginny parecía saber exactamente lo que hacía, le quitaría la varita a Voldemort, pero justo en ese momento Voldemort parecía aferrarse tan bien a ella que esta no parecía soltársele y Ginny volvía a gritar fuertemente – ACCIO VARITA - sin embargo algo súbito paso, Voldemort estaba parado frente a ella aferrándose aun mas con su varita que tenía en su mano no humana derecha, pero inmediatamente Voldemort levantaba su mano izquierda y como si fuera un imán sin mencionar absolutamente nada, Ginny sintió como por su cuello como una soga invisible la ahorcaba y era jalada hacia la otra mano de Voldemort apretándola del cuello con esta impidiéndole que pudiera respirar.
Estaba tan cerca de él, su mano escamosa le apretaba el cuello a Ginny como si pareciera tener un ratón en su mano y Ginny ni siquiera podía hablar, trataba de levantar su mano en donde llevaba la varita, decir algo, si fuera posible cualquier hechizo que se le viniera en mente, sintió como le faltaba el aire inmediatamente, la presión en su cabeza parecía retumbarle a esta, la sangre se le acumulaba en su cerebro y luego no escuchaba nada, no podía escuchar mas que a si misma queriendo respirar. Sintió como le era arrebatada su varita de la nada, estaba indefensa. Voldemor la levantaba a mas de medio metro del suelo, dejándose que se ahogara poco a poco, trataba de safarce llevándose las manos a el cuello y quitar las suyas, le aventaba de patadas pero estas no eran suficientes y luego pareció escuchar algo que sería como un eco, una voz molesta y unos ojos negros penetrantes que ya no le causaban nada por la falta de aire la miraban con lo que podría ser una mirada de enojo.
- Querida Ginny, eras mi favorita, no te quería ni tocar ni un solo pelo de tu hermosa cabellera roja, pero tu lo haz querido así – Dijo Voldemort que miraba como la chica estaba morada por falta de aire y luego Ginny sintió como algo puntiagudo que podría ser la varita le era puesto sobre su estómago - Crucios – le susurraba al oído a Ginny sin ver antes como una explosión sin fuego hizo que Ginny saliera disparada hacia un árbol estrellándose hacia él.
Parecía ya nada importar, todo corría en cámara lenta, no pensaba mas en ella, no pensaba mas en Harry ni en Hermione, ni en Ron, ahora era otra cosa lo que le importaba, su bebé. Un pulsante dolor que parecía contorsionarle los intestinos a tal grado que parecían cobrar vida dentro de ella, Sus tripas parecían hinchársele y crecía que le creían y se le desacomodaban dentro de su estómago, aplastándole todo aquello que tuviera cerca, los riñones, el hígado y todos los demás que tenía dentro. Un grito de dolor dejaba escapar y luego llevaba sus manos hacia su vientre, creyendo que si lo sujetaba fuerte podría impedir que llegara hacia su bebé, eso era lo único que le importaba, su hijo. El dolor era insoportable, nacía desde su esófago ahora y terminaba justo en su cintura, al parecer su fuerza de voluntad hacía que llegara mas abajo.
- AAAAAAAAggggg – Un grito de dolor se escuchaba por todo el bosque prohibido, haciendo que alguien de ojos color verde se percatara de lo que sucedía del otro lado de este y corriera al temerle que fuera su la hermanita menor de su mejor amigo, su Ginny.
- Gracias Ginny por tu varita – decía Voldemort mirando y acercándose a Ginny con lo que podría ser una sonrisa y un hilo de saliva negra parecía caerle de su boca - ¿Sabes? A pesar de que mi varita es muy buena, existe un problema , es igual a la de Harry, por lo que sabrás, es así mas difícil matarlo, que extraño ¿no? ¿quién diría que de la propia varita de Ginny Weasley saldría el poder para matar a Harry Potter? Ni yo lo sabría, Gracias –
Ginny lo miraba con odio, sin embargo el rostro de ella se seguía desfigurando por el agudo dolor de su estómago, era cada vez mas fuerte y mas aun cuando Lord Voldemor se acercaba a ella.
- MALDITO HIJO DE P........AAAAAAAAAA - volvía a gritar Ginny por el gran dolor.
Lord Voldemort se alejaba y luego desde la oscura noche, a Ginny parecía calmársele el dolor, podía ver que desde unos troncos muy retirado alguien los esquivaba y corría hasta donde estaba ella, se encontraría con Voldemort, una desesperación hizo que se levantara como pudo, era Harry, se toparía con el Voldemort estaba mas cerca de él que ella. Corrió sus pies descalzos que se enterraban por el barro casi seco, las ramas le lastimaban las plantas de los pies causándoles un gran dolor que en ese momento no tomaba en cuenta por la gran preocupación. Estaba aturdida, el miedo hizo que cualquier sonido no entrara por sus oídos, no podía escuchar muy bien, si embargo vio como Harry llegaba hacia un lugar que estaba un poco despejado de árboles, Voldemort flotaba casi inmediatamente hacia donde estaba Harry. Ginny seguía corriendo, miraba todo en cámara tan lenta, que no creía alcanzar a llegar. Ella pudo ver el rostro de gran preocupación de Harry al verla correr tras Voldemort, la vio y no veía a el ha pesar de que estaba enfrente, pero ¿acaso tan mal lucía para ver cómo Harry temiera por ella? . Algo le decía, pero ella no escuchaba, seguía corriendo, al parecer por lo que sus labios decían, le pedía que se hiciera atrás. – Ginny, no te acerques, por favor - Pero ella no escuchaba, fue entonces cuando por un segundo, un simple segundo sus oídos escucharon antes de tiempo, o era acaso que su mente trabajo tan rápido que supo lo que venía.
Voldemort levantaba su mano en la que tenía la varita de Ginny, algo parecía decir, Ginny estaba tras de él (voldemort) desesperada sin saber que hacer, sin poderlo ayudar, miró cómo Harry le insistía que se alejara y luego unas palabras que provenían de Voldemort hicieron que la noche fuera mas fría que antes.
- AVADA KEDAVR............. – una piedra golpeaba la cabeza de Voldemort desconcentrándolo y no dejándolo que terminara, una simple piedra que ni siquiera le causaba dolor alguno, una piedra que venía de atrás y supo inmediatamente de quien se trataba. Volteó a verla, era ella, no se pudo defender con mas que una simple piedra, ¿había impedido que matara a Harry con una simple piedra? Ella estaba temblando, con una gran sonrisa, sabía bien lo que le había hecho, había impedido que le tirara una maldición imperdonable a Harry, ella parecía derrumbarse, no creería que aguantaría mas. Entonces vió su horroroso rostro deformado por la ira y luego la miró, - EXPELLIARMUS – gritó Voldemort haciendo que Ginny saliera volando por los aires y cayera sobre unas raíces de árboles lastimándose gravemente. Todo había ocurrido en cuestión de segundos, Harry ni siquiera pudo hacer nada para detener el hechizo que Voldemort le había hecho.
Ginny caía e inmediatamente sintió como un líquido salía por sus piernas machándola, temía que fuera algo, ese líquido era sangre que ahora ya estaba empapada de esta desde la cintura hasta no se donde, pensaba. No podía levantarse, la vista se le nublaba, escuchaba ecos de cómo se tiraban maldiciones y rezaba para que todo saliera bien, y luego un rostro familiar estaba sobre ella mirándola, el rostro increíblemente estaba deformado de temor hacia lo que le pasaba a ella, pálido como siempre.
- Cre-e- í qqque ....no ve-n-nndría-as – logró decir entre sollozos Ginny –
- ¿Cómo crees que te dejaría enfrentártele tu sola? Eres mujer, eres mas débil – decía Malfoy que miraba a la chica que temblaba y se asombraba al ver lo que le sucedía.
- DDDDra—c-ooo , ttteeee-nnngo frío - lograba decir Ginny tras unas palabras casi sin aliento. Draco miraba el vestido blanco de Ginny manchado de sangre desde la cintura hacia abajo, la tocaba y miraba asustado cómo sus manos se llenaban de sangre y luego miraba a Ginny que seguía temblando. Se quitaba su capa sin decir nada y se la ponía sobre ella.
- Tengo que llevarte a la enfermería – le decía Draco mientras intentaba tomarla.
- Ddeeeejame deeeejame - gritaba Ginny – essstoy biiiien .
- ¿Cómo que estas bien? Ginny pero si.....
- NO LO ENNNNN TIEEEEEE NNNDESSS MALFOY – unas lágrimas salían de los ojos de Ginny – HHHAAA RRRY , PORRR FAVOR, AAYU DA LO
- Pero, tu, Ginny – decía Malfoy – estas grave
- AAAA, MMMAAALDICI´ -OONN , AYÚDALO, YYO ESSTARE AAAQUI – Ginny se había esforzado mucho para que estas palabras le salieran de la boca, miró a Draco confundido y luego la dejaba tirada y se iba por el rumbo en donde se escuchaba que se encontraban. Ginny no supo nada de ella, perdió el reconocimiento, se quedó ahí tendida por bastante tiempo, o al menos eso parecía, que había sido olvidada.
