- Señorita, le he dicho que no puede estar ahí – una voz de un joven hacía que Ginny saliera de sus pensamientos, se encontraba parada justo en el límite del bosque prohibido y luego volteaba a ver al joven con la insignia de prefecto, lo miró aun ida por unos cuantos segundos, estaba devuelta en Hogwarts, después de unos cuantos meses que se había graduado – Yo... lo siento – dijo Ginny haciéndose a un lado.
- Disculpe pero ¿usted que hace aquí?- preguntó el joven a Ginny notando su confusión.
- Yoo, yo... tan solo ...
- Me esta esperando señor Robinson – una voz masculina salía detrás del joven haciendo que este volteara a verlo y le arrancara una sonrisa a la joven de cabellos rojos –
- Lo siento profesor Malfoy, creí que no era visita – decía el joven disculpándose con Ginny y con Draco –
- Retírate – decía Draco mientras esperaba que el chico se fuera para ser propio darle un afectuoso saludo a su amiga.
- Quien diría que ahora serías tu la que vendrías a visitarme y no yo como en los viejos tiempos – Draco le mostraba una media sonrisa a Ginny arqueando una de sus cejas,
- Sabes bien que esa táctica de conquista conmigo no funciona – decía Ginny devolviéndole la sonrisa y luego caminado abrazando fuerte a Draco sorprendiéndolo y luego este le daba unas torpes palmaditas en la espalda. Aun no se acostumbraba a ser afectuoso – no tienes idea del gusto que me da verte.
- Yo también – decía Draco separándose - ¿y que te trae por estos rumbos?
- Pues ya vez – le contestaba Ginny mientras ambos se alejaban del bosque –
- Creo que estabas recordando ese día ¿no es así? - Draco miraba el rostro y de Ginny , aun tenía la mirada perdida –
- Así es ¿quién diría que las cosas fueran a cambiar despues de eso? – decía Ginny agachando la cabeza – muchos de mis sueños se fueron ese día.
- Aaaah, por favor Ginny - Draco le levantaba el rostro –no digas eso, además creo que ya tienes lo que mas quieres, James, además sabes bien que si eso nunca hubiera ocurrido tu y yo no fuéramos amigos.
- Tienes razón – decía Ginny con una risa levemente dibujada en su boca, pero la mirada aun estaba triste – ¿quién diría que sería amiguísima de Draco Malfoy? Además nadie creería que eres el padrino de mi hijo.
- Si algún día le dices a Potter de James, déjame a mi decirle que yo soy su padrino ¿si? – decía Draco un una sonrisa traviesa – anda. Tu sabes bien que el y yo aun no nos llevamos bien, existe respeto y nada mas, además también, me gustaría ver la cara que pone tu hermano Ron, pero de él tendría que sacar mi varita.
- Jajajaja – reía sin ganas Ginny sentándose en una banca – Draco..... aun no se si debo de decírselo.
- Es algo que tienes que meditar muy bien - dijo Draco mientras miraba Ginny incrédula –
- Oye ¿eres el mismo Draco Malfoy que me molestaba de niña? –Ginny decía esto con gracia tras el comentario de Draco – yo recuerdo que el eras un cabeza dura.
- Oye – decía Draco no muy molesto, no muy contento - ¿acaso no puedo tener cinco minutos al día de sensatez?
- Claro que no, no Draco Malfoy – decía riéndose Ginny – aaaa, ¿quién diría que seríamos amigos?
- Si, ya lo se, hasta eso debo de agradecerle al Potter – Dijo Draco mirando hacia enfrente –
- ¿Por qué? ¿lo dices por la promesa? – dijo Ginny levantando la vista hacia Draco –
- Así es, ¿recuerdas que te conté que Harry antes de irse en la misma noche de ataque con tu hermano me hizo prometerle que te estaría al pendiente tuyo?
- Ajá,
- Bueno pues, no pensaba cumplírselo, temía demasiado por mi, Ginny, pero luego recordé cuando te vi tirada justo debajo de uno de los árboles del bosque prohibido y quería saber cómo te encontrabas, luego Dumbledore me dijo que estabas en peligro tu y el bebé, ya sabes, el embarazo riesgoso y algo me obligaba a venir cada fin de semana a verte.
- Odiaba que vinieras - dijo Ginny mirando directamente a Draco.
- Vamos, ¿no lo dirás en serio?
- Claro que si. Odiaba que vinieras los fines de semana con esa pose y te sentaras a un lado mío como si fuéramos grandes amigos y bueno...... recuerdo que después de el tercer de semana continuos te pregunté que cómo te había ido en la semana, y ese día platicamos por 15 minutos.
- Aaa si, lo recuerdo, pero ¿qué no fueron 20 minutos? – decía despreocupado Draco.
- No, no creo que haya aguantado tanto en aquel entonces, lo hubiera recordado - decía Ginny tan tranquila, como si estuvieran hablando del clima -
- Y luego esos quince se hicieron media hora – decía draco –
- Y luego una hora, y luego recuerdo esperar los fines de semana para poder platicar con alguien sensato - rió Ginny no creyéndoselo –
- Si, esas tardes de día de campo eran realmente buenas, ¿recuerda de cómo nos burlábamos de ese chico de quinto grado que tenía acne en toda la cara?
- No se como pude hacer eso contigo – decía Ginny riéndose – yo nunca me burlaba antes de las personas.
- Eran las hormonas que tenías de mas a causa del embarazo. Pero vaya, ¿acaso no era divertido?
- Jajajaja claro si por su puesto - decía Ginny recordando eso – Y luego recuerdo aquella vez que un chico de Slytherin se burlaba de mi porque decía que caminaba como pato y tu de lugar de defenderme te reíste por mas de tres semanas.
- Jjajajajaja,. Es que del modo en que lo dijo, aparte era verdad – Draco dejaba salir una risa que por primera vez solía ser tan normal, sin cargada de odio o de rencor como de costumbre –
- Claro que era verdad, pues con tremenda panzota de siete meses como no iba a caminar así, tuve que aguantar burlas todo el tiempo que estuve embarazada excusándome que tenía hongos en los pies y que me impedía caminar bien.
- JAJAJAJAJA – Draco seguía riendo y en eso pasaban un grupo de tres chicas de sexto año y miraban coquetamente al Draco y soltaban una risita, y luego decían: ahhh ¿no se ve adorable?
- Oyes, yo tan solo pocas veces te llegue a ver con un gran vientre – Malfoy se secaba una pequeña lágrima que le salía de un ojo tras la risa. Era raro porque cuando Malfoy solía reírse demasiado, un par de lágrimas solía escapársele y eso pocas personas lo sabían –
- Pues claro, recuerda que el Profesor Dumbledore utilizó un hechizo en mi uniforme para que me viera delgada, nadie sabía mi estado excepto tu, los maestros y ..... Colin
- Maldito estúpido – decía Draco recordado a Colin con coraje - aun recuerdo la noche en que Dumbledore me avisó que te había raptado, salí corriendo y cuando lo encontré lo golpee tan fuerte que casi pierde el reconocimiento, lástima que Dumbledore haya usado un hechizo desmemorizador sobre él, me hubiera gustado que tan solo hubiera recordado la paliza que le metí - Draco miraba como Ginny bajaba la vista - Y mas coraje me dio de golpearlo cuando me entero que ustedes dos se hacen novios.
- Draco yo ya te explique eso – Ginny trataba de justificarse – Colin no recordaba nada después que tuve a James, de lo único que podía recordar fue un beso que me había dado, el pobre ni si quiera se acordaba que me lo había dado a la fuerza. Dumbledore prefirió que él creyera que había algo entre el y yo, y me dijo que despues se solucionarían las cosas, pero el Colin que yo conocí esos días, era el mismo Colin que yo conocí en segundo año.
- Pues claro que lo era, Dumbledore se encargo de que así fuera, la verdad no se como lo pudiste aguantar tanto tiempo.
- Tan solo lo llegué a estimar, era raro porque tal vez se podría decir que lo llegue a querer, claro, no tanto como quien tu sabes, pero bueno, que se puede hacer.
Cuando Ginny le faltaban pocas semanas para aliviarse, se había quedado en Hogwarts en las vacaciones de diciembre. Sola la escuela Colin se había aprovechado para espiarla mientras Ginny se bañaba, y quien iba a creer que se iba a encontrar con una chica de gran barriga. Lógico que Colin reaccionó de la manera mas violenta jamás imaginada. Después de eso y de que Ginny fuera llevada a la cabaña a las afueras de Londres con el Medimago y ex compañero del Profesor Dumbledore Athos Oldman. Draco había encontrado a Colin merodeando cerca de una gasolinera muggle, tal vez Malfoy se había aprovechado de la situación, pero sacó todo su enojo al verlo golpeándolo de tal manera que hasta el propio Hagrid se limitó a darle una palmadita a Draco y una mirada de: lo haz hecho bien. Después de eso todos decidieron que lo mejor era borrarle la memoria a Colin tratando de salvar el secreto de Ginny, sin embargo quién iba a creer que un simple ataque de histeria y una visita extraña que tuvo Colin pudiera haber hecho que este recordara gran parte de lo sucedido en ese día.
Después de platicar por un rato, Ginny partió con un pedazo de pergamino con la firma de Albus Dumbledore, suficiente para que le devolvieran el medallón. Pensaba regresarse a la universidad, pero después de pensarlo bien, fue de nuevo al hospital a ver a Hermione.
- Señorita, me imagino que también vienen por su medallón – dijo el medimago con una gran sonrisa, mientras salía del cuarto de Hermione.
- Así es, mire, aquí tiene el pergamino – dijo Ginny entregándoselo –
- Bueno, tan solo falta ver si todo esta correcto y yo se lo entregaré – el doctor se daba la vuelta, pero luego Ginny le volvía a hablar.
- Disculpe...
- ¿Sí? - le preguntaba el médico joven.
- ¿cómo se encuentra Hermione?
- Aaa,, ella se encuentra muy bien, creo que lo mas posible es que mañana en la mañana ya la demos de alta, además justo este momento acabo de darle una buena noticia, creo que como buena amiga que es suya, querrá compartirla con usted, puede entrar a verla – y el medico se iba con el pedazo de pergamino en la mano.
- Gracias – Ginny esperaba que el doctor se fuera, luego inmediatamente entraba a la habitación en donde se encontraba su amiga, con diferencia de que ahora ella estaba despierta, tenía un rostro asustado y los ojos cristalinos como si estuviera apunto de llorar.
- Hola – fue lo único que salió de Ginny en ese momento al ver a Hermione triste-
- Ginny – Hermione miraba a Ginny apenas calmándose y luego mostrándole una leve sonrisa - No te preocupes yo ya estoy bien, dice el doctor que posiblemente mañana salga ya del hospital.
- Si , me lo acaba de decir, ¿y los chicos? ¿estas sola? – preguntaba Ginny volteando a ver a su alrededor –
- Los mande a que descansaran, Scott, Paulina y Silvia los mande a que se dieran un baño y a la cama al igual que a mama y a papa, ellos tienen que cuidar a Mathilda y a Kevin (los hermanos menores de Hermione), a Harry lo mandé a que fuera a comer. Además creo que tiene entrenamiento en la tarde.
- ¿Vino Ron a verte? – Ginny le preguntaba aun callada, esperando una respuesta de Hermione –
- si, si vino, pero no quería entrar al cuarto y bueno ........ creo que se decidió a entrar, yo no quería hablar con el, creo que no era el momento y me hice la dormida.
- Aaaaa - ambas se quedaban callada.
- Ayer ¿se divirtieron tu y Harry en el cine? – Hermione cambiaba inmediatamente el tema.
- Eehhh??? Ah , si, bueno , no fuimos al cine - se apresuró a decir Ginny poniéndose roja –
- Me imagino en donde terminaron – Hermione miraba el color rojo que le salía a Ginny y luego un brillo en los ojos le invadían, no tardó en darse cuenta -
- Oyes, no seas mal pensada
- Pero fue así ¿verdad? – Hermione lucía una sonrisa pícara y luego se acomodaba tratándose de sentarse sobre su cama –
- Aaah ya Hermione, no seas metiche, estas igual que Audrey. Oyes por cierto, el doctor me dijo que te había dado una buena noticia, ¿cuál es? – Ginny no esperaba ver como el rostro de Hermione se contorsionaba triste por su comentario y luego volteaba la chica a otro lado a ocultar su mirada de desacuerdo - ¿qué? ¿sucede algo malo?
- No... es que ... tan solo no se que hacer Ginny..... no esperaba que me dijeran eso .... – sin pensarlo ni siquiera de los ojos de Hermione empezaron a salirle lágrimas tan constantes que Ginny se asustaba.
- Vamos Hermione, no creo que sea algo malo, no por lo que me dijo el doctor – Ginny trataba de consolar a su amiga.
- Tal vez no lo es para él que no lo tendrá, pero si para mí. – Ginny se quedaba pasmada y si moverse siquiera tras el comentario que decía su amiga - ¡¡Si Ginny, estoy embarazada!!!!!! - tras decir esto otro par de lágrimas de tristeza salían de los ojos de Hermione, y luego Ginny parecía poderse mover soltando una sonrisa de júbilo.
- ¿DE VERAS? - Ginny miraba sorprendida a Hermione - ¿SERE TIA POR PRIMERA VEZ? – y luego la sonrisa de Ginny se borraba, miraba a Hermione lo mas triste, - ¿qué sucede? ¿acaso no estas contenta?
- ¿Cómo quieres que lo este Ginny? , me traen al hospital por un desmayo que ni siquiera es por esa causa, me hacen unos sencillos análisis de rutina, salgo positiva, espero un hijo y si, es de tu hermano, pero.....
- vamos Hermione, Ron se encontrará feliz – ginny trataba de darle ánimos – aunque primero creo que te tienes que reconciliar con el.
- No es Ron en parte Ginny, no lo es él, yo no quiero ser madre aun, no es el momento,
- No puedes decir eso Hermione, no puedes pensar así -Ginny se ponía seria y luego miraba a Hermione con severidad – es tan solo que tienes miedo, pero después veras que te acostumbrarás, no hay escuela mejor que la vida de cómo ser madre, ya que lo empieces a sentir, cambiarás de parecer...
- No Ginny, es que no es eso, entiéndelo, no quiero, es que no quiero un niño, no es el momento.
- Hermione, no pienses así – Ginny se miraba molesta con su amiga tras ese comentario –
- No es el momento de ser madre, yo tengo mis planes, tengo una vida mas por hacer, quiero terminar la universidad, graduarme, trabajar, tener una casa, un trabajo seguro, viajar sin tener una responsabilidad, vaya, tener una relación estable, no lo que tengo con Ron, bueno, lo que tenía – Hermione tenía sus razones para no tener un hijo en ese momento, se encontraba muy triste tras la noticia, y luego aun mas cuando recordaba que en ese momento se encontraba sola. Ginny tan solo mostraba su desacuerdo con silencio – No creo que sea el momento adecuado para traer un hijo, ni siquiera tengo un techo seguro que darle, mucho menos un padre........ - Hermione dejaba escapar aun mas lágrimas.
- Hermione....... mi hermano querrá casarse contigo, es lo mas seguro, el te quiere y cuando se entere de que esperas un hijo suyo lo mas seguro es que quiera formar una familia – Ginny trataba de hacerle entender ver las cosas a Hermione, jamás había creído ni imaginado su actitud frente a esa situación.
- No Ginny, no, así no son las cosas, yo no quiero que Ron se case conmigo a la fuerza, tan solo porque espero un hijo suyo, no quiero que este a mi lado por compromiso, además él esta rehaciendo su vida y...
- Ayyy Hermione, por una semana que llevan separados..... no puedes decir eso, ¿crees que en una semana pueda olvidar todo el tiempo que ha pasado a tu lado? Y no me refiero a la relación que han llevado juntos, hablo desde que se conocieron, quieras o no, eres parte de su vida, como Ron de la tuya – Ginny miraba como Hermione se quedaba callada y se calmaba – Verás como las cosas cambiarán con ese pequeñín que llevas dentro..... tal vez aún no lo sientas, pero si tienes los síntomas de mareos y nauseas es porque te esta avisando: aquí estoy mamá,..... aún es muy pequeño para poderse mover y que lo sientas.... pero verás que cuando lo sientas, que será dentro de muy poco, lo empezarás a querer y será parte de tu vida..... y luego empezarás a sentir no solo su cuerpo, sino su alma, de cómo él empieza a ser, su carácter empezará a formarse junto con su cuerpo -- Ginny no podía evitar en pensar en su hijo y recordar cuando lo esperaba con ansias el nacimiento de su pequeño, el había sido un bebé muy activo desde su vientre, se movía demasiado, sin embargo cuando Ginny llevaba su mano a su grande vientre y le pedía que se calmara porque le dolía cuando se movía en los últimos meses, el pequeño parecía comprender y se calmaba –
- Hermione, un hijo es lo mejor que te puede pasar,..... cuando nazca te sentirás tan completa y tan vacía, ya no estará dentro de tu cuerpo, pero si estará dentro de tu corazón y empezará a respirar y a ser mas independiente poco a poco y te sentirás orgullosa por cada logro que vaya teniendo.
- Ginny, ¿cómo puedes hablar así? – decía Hermione impresionada – cualquiera juraría que haz pasado por esto – Ginny se quedaba callada, lo único que quería era concienciar a Hermione y luego la miraba algo sería y con un poco de temor.
- Es así..... Hermione..... yo cc reo que es así como se siente .....-
- Pues me imagino que en el momento que seas una madre, serás una estupenda, como tu mamá.
- Espero que así sea – ginny miraba callada a su amiga y luego Hermione volvía a hablar
- Ginny ¿te puedo pedir un favor? –
- Si, ¿de que se trata?
- De que no digas nada, no digas que estoy embarazada, a nadie, ni a Ron, ni a Harry, mucho menos a Audrey, ella siempre termina metiendo la pata, a nadie le digas, al menos no hasta que sepa que hacer. – Hermione miraba como Ginny no volvía a decir nada, tan solo aceptaba moviendo la cabeza.
Ginny había viajado de regreso a la universidad, había viajado hacia Londres por polvos flu, pero un extraño desvío hizo que llegara a las afueras de Londres. No hubo ningún problema, tomó el tren subterráneo de los muggles y continuó a su camino. En la universidad hace años que habían desconectado la chimenea principal de la red flu cuando un gran grupo numeroso de estudiantes se habían quedado atorados en la chimenea por mas de 10 horas, desde entonces no se utilizaba.
Ginny iba sentada en una silla del vagón del tren subterráneo, su cara iba un poco sucia con hollín y un poco despeinada, la verdad no tenía humor de nada, parecía ir ida y perdida y cómo no despues de ir a Hogwarts, de enfrentarse a un gran fantasma del pasado, y luego Hermione, le había sorprendido la noticia de que iba a ser mama, pero lo que mas le sorprendió fue la actitud de ella, de temor, no quería tener a su hijo, estaba llena de inseguridad. Ginny sintió esa misma inseguridad, pero jamás dudo tantito en no tener a James. en ese momento al menos traía consigo devuelta su medallón, con un tenue color rosado Luego, una mirada firme y penetrante la sacaron de sus pensamientos, eran unos enormes ojos verdes que la miraban constantemente.
- Hola – dijo Ginny regalándole una sonrisa al pequeño de tres años de cabeza negra que no le quitaba los ojos de enzima –
- Hola – y luego el pequeño se aferraba a la falda de su madre timidamente–
- ¿Esta ocupado este lugar? – decía la joven madre a Ginny señalando el lugar de a un lado de ella –
- Claro que no - contestaba Ginny poniéndose derecha y dándole paso a la señora –
- Aaahh gracias – la señora se sentaba y el pequeño de tres años se quedaba parado, recargado a un lado de su madre y miraba con insistencia al Ginny tímidamente – Esta algo celoso por la llegada de su hermanito – decía la joven a Ginny que le dirigía una mirada al vientre de la joven, una pequeña de apenas seis meses.
- Aaaa, suele suceder – dijo Ginny sin quitarle los ojos al pequeño, era verdad, se parecía bastante a su James - ¿sabe? Su hijo se parece a mi hijo mucho.
- ¿De verás? – la joven miraba sorprendida a Ginny – creí que deberías de estar en la universidad, pareces de menos edad.
- Así es - decía Ginny que aun aparentaba sus 18 años – voy en la universidad, pero tengo un pequeño que en diciembre cumple el año.
- Alan va para los cuatro también para diciembre –decía la joven mientras le frotaba la cabecita a su hijo –
- ¿Alan? Mi hijo también se llama igual – decía Ginny sorprendida –
- Le puse igual que su padre, aunque a mi me gustaba mas el nombre de Gordon, ¿así se llama el padre de tu hijo? ¿cuál es el nombre completo?
- Se llama James Alan P.... , James Alan, y bueno..... no se llama igual que a su padre, pero le puse el nombre de su abuelo paterno.
- Me imagino que el abuelo ha de quererlo mucho, a mi Alan lo tratan muy bien sus abuelos - decía la joven extraña.
- Bueno.... el señor murió hace mucho tiempo – Ginny prefirió no hablar mas, su hijo no tenía muchos privilegios que los demás niños, pero al menos estaba seguro, era lo único que confortaba a Ginny.
Habló un poco con la joven madre y luego después de un rato mas se bajó con su hijo. Ginny aun le quedaba mas de la mitad del viaje en tren subterráneo, y volvió a sus recuerdos, no pudo evitar que estos la invadieran de nuevo, aunque no fuera los mismos, parecía que otros la invadían, el temor de perder a su hijo.
FLAS BACK
Un frío la despertaba y una desesperación la invadía, recordaba todo, había sido atacada por Lord Voldemort, se había sentido mojada por completo, no se había dado cuenta ya hasta tarde, cuando no se podía levantar que no era de agua, sino de sangre, sangre que provenía dentro de ella. Lograba abrir los ojos, era la enfermería de Hogwarts, el ambiente era mas calmado y sentía la presión en su pierna y en su cintura de lo que era una venda que la envolvía, se llevaba las manos a su vientre, como queriéndose asegurar de que todavía estuviera dentro de ella, cuando una voz familiar le levantaba el ánimo.
- mi pequeña – y dejaba salir unas lágrimas - he estado todo el día contigo, estarás bien, te llevaré a casa.
- ¿mama? - Ginny miraba a su madre, ¿qué hacia ahí? no logró decir nada -.
- Shhh no te esfuerces, hablaré con el profesor Dumbledore para poderte llevar a casa lo más rápido posible.
- Creo que no será conveniente mover a Ginny en estos momentos Molly – era la voz de Dumbledore detrás de ellas - ¿cómo te sientes Ginny?
- Necesito hablar con usted – apenas podía habar Ginny –
- Si Ginny, lo haremos, pero ahora con la que debo de hablar es con tu madre, tengo que explicarle las razones por las cuales tienes que quedarte aquí - Dumbledore le guiñaba un ojo y salía con su madre.
Los minutos para Ginny nunca habían sido tan eternos como aquella vez, quería saber que era lo que le ocurría, porque había estado sangrando demasiado, se había desangrado y temía que James ya no estuviera con ella, pero cuando Dumbledore le explico lo sucedido, tan solo lloró de la desesperación y angustia y luego respiraba tranquila.
En el ataque de Lord Voldemort, justo en la última maldición que le echó a Ginny, cuando la hizo que se estrellara en aquel árbol, ella se había lastimado gravemente una de sus piernas, una rama de árbol se le había encajado justo en la arteria principal de la pierna, la mas importante, junto para esto, había tenido una razgura en la placenta del bebe, lo que hacía mas delicado su embarazo y mas delicada la placenta, esta podría romperse de nuevo con otro movimiento brusco haciendo que el bebé falleciera.
Ginny tuvo que quedarse todo el verano en Hogwarts, Dumbledore le dio una explicación a Molly por la cual Ginny no podía dejar el colegio, una era porque Ginny no se encontraba apta para hacer un viaje, aunque estuvieran dentro del mundo mágico, no era tan fácil soldar una arteria y salir caminando como si nada hubiera ocurrido, esto tenía que tomar tiempo para que soldara, y la otra era por seguridad. No todos los mortífagos habían sido capturados, y era lógico que temieran por un segundo ataque, no de Voldemort, porque este ya había sido eliminado, sino de sus cómplices, había al raro dentro del todo, y Dumbledore temía por la seguridad de Harry, Ron y de Hermione, pero por la que mas temía y mas por su estado era por Ginny. Dumbledore prefirió no decirle a Molly sobre el estado de su hija, era lo mejor por el momento.
Ginny había pasado dos semanas durmiendo en la enfermería, tan solo se habían quedado pocos chicos que aun no lograban despertar, otros que no habían tenido remedio, habían sido mandados al Hospital de heridas magias san mungo, era posiblemente en donde Hermione podría estar, ella había quedado en coma después de que una maldición (avada kedravra) le pasara rozando por un costado suyo.
El colegio se miraba tan solo, ni siquiera peeves parecía tener ganas de estar maldiciendo y haciendo sus bromas, parecía haber madurado o al parecer extrañaba al viejo Flitch y a la señora Norris que el primero fue besado en la noche de la graduación por un dementor. En los jardines Hagrid parecía empeñarse a arreglar algunos arbustos y a tratar de que todo pareciera como antes, sin embargo a dos semanas no había podido lograr nada, al igual la sangre de los pisos de pasillos parecía aferrarse a no borrarse fácilmente. Ginny que por primera vez se le permitía una dar un paseo por el castillo, tuvo que hacerlo sobre una silla flotante (tipo silla de ruedas) porque no se le permitía caminar. Aun se encontraba vendada de su pierna hasta su cintura, la herida parecía haberse cerrado, pero Pomfrey había insistido que llevara esos molestos vendajes.
No parecía dudar ni siquiera unos segundos su destino, torpemente sin saber cómo hacer que su silla flotante pudiera doblar adecuadamente a la derecha tomó el camino hacia la torre de Gryffindor. Nunca se había encontrado tan sola en ese castillo. Después de una gran lucha con su silla llegó frente a la señora gorda que se encontraba sorprendida al verla. No había palabra clave, así que dijo la última del curso, la dejó pasar y se encontró con una sala algo desolada, los elfos domésticos parecían haber olvidado limpiarla, un sentimiento de tristeza invadió a Ginny, parecía como si los chicos no tardarían en entrar por el retrato y se imaginaba que alguien estaba apunto de entrar, hasta esperó que alguien llegara, pero no fue así.
Aun con mas trabajo subió hacia donde estaban las escaleras de caracol y se dirigió hacia los dormitorios de los chicos de séptimo año, un nudo en la garganta apenas y le permitía respirar y con valor entró a el. Los ojos se le empañaron al ver el dormitorio, recordó la primera vez que entro en primero para buscar el diario y luego supo inmediatamente cual era la cama de Ron y de Harry. Parecía que tan solo habían tomado las cosas mas importantes con gran prisa, pues Ron había olvidado tomar su poster de los Chuddley Cannons que ahora estaba a medio pegar y que de una esquina colgaba. Unos libros de adivinación estaban tirados en el suelo, y otro mas que Ginny levantaba con mucho sacrificio y reconocía la torpe letra de Ron dejándole un recado a Harry al parecer.
Harry:
¿Cuándo diablos vas a reconocer que te gusta mi hermana? Te he
visto como te le quedas viendo, o al menos que te guste
Myrtle la llorona, o Neville Longbotton. No ,prefiero que te gus-
Te nEville o myrtle, si , que así sea.
Ginny soltó una leve risa de sus labios, sin que su rostro dejara esa expresión de añoranza y de tristeza, temía no volverlos a ver. Y volvía a ver hacia el suelo, pero algo llamó la atención, unas gafas redondas tiradas en el suelo; con trabajos las tomaba, eran las gafas de Harry, tenían un vidrio quebrado y luego Ginny recordó que la última vez que lo había visto no las había llevado puestas, y se preguntó como se habían roto, y se imaginó que ni siquiera había tenido el tiempo de tomarlas o buscarlas, o de repararlas, pero ¿de que servían arreglarlas sino tenía ni siquiera dueño?
- esas gafas ya no son necesarias – Ginny escuchaba esta voz que provenía de la entrada de los dormitorios, he inmediatamente la reconocía –
- Profesor Dumbledore, creí que estaba ocupado.
- ¿Cómo te encuentras de tu pierna?
- Mejor, pero la señora Pomfrey insiste que siga vendada
- Tiene que soldarse la herida Ginny – decía Dumbledore y se acercaba a ella mientras Ginny agachaba la cabeza para mirar las gafas que tenía en su mano – El tiene unas nuevas. – Dumbledore se refería a Harry y Ginny entendía a la perfección.
- ¿Cómo esta él, se encuentran bien Harry, Ron y Hermione? ¿en donde están? ¿por qué se los llevó? – decía Ginny con gran preocupación.
- Calma, Ginny, calma, Harry y Ron se encuentran bien, están en un lugar a salvo, de Hermione no puedo decir lo mismo, pero tenemos gran esperanza para que pronto despierte –
- Dios mío – Ginny no podo evitar que unas cuantas lágrimas salieran por su amiga - ¿por qué se han ido? Se supone que quien-usted-sabe ya esta muerto.
- Ginny, los tiempos buenos de Voldemort, no fueron estos, sino los mismos que James y Lily Potter se enfrentaron, lo único que ha logrado en este tiempo Voldemort ha sido sembrar y cultivar un odio e ideales en los mortifagos para que continúen su trabajo, ahora ya no nos preocupamos mas por Voldemort, ahora hay que preocuparnos por lo que sigue, por los mortífagos que escaparon, eso es lo que mas me preocupa, Ginny, estos juntos pueden llegar a superar la fuerza de Voldemort.
- Harry esta en peligro, ¿no es así? – dijo Ginny levantado su rostro hacia Dumbledore comprendiendo la razón por la cual el había partido –
- Así es Ginny. La única razón por la cual Voldemort atacó en el colegio, ha sido Harry, no mas, por eso lo tuvimos que alejar junto con tu hermano, porque no solo tu corrías peligro, sino todos los alumnos, y hubiera sido muy egoísta por mi parte dejar a Harry aquí sin tomar en cuenta a los demás,
- Comprendo – Ginny agachaba la vista y miraba los anteojos de Harry que ahora ella tenía en sus manos. - ¿mi hermano esta bien?
- Así es, todo esta bien por el momento, el pronto te pondrá mandar una lechuza, solo esperemos que las cosas vuelvan a su normalidad, el se encuentra a lado de Hermione, no se ha querido separar de ella – Dumbledore se sentaba justo en la cama que había sido de Ron y quedaba en frente del rostro de Ginny -
- Como no se va a separar de ella, si han estado juntos por siete años – Ginny volteaba a ver a Dumbledore con una mirada triste y vacía .
- Ginny, esperemos que Hermione pronto despierte, pero ahora, lo que mas me preocupa eres tu.
- ¿yo?, ¿ y yo porque? .- decía Ginny extrañada – No dirá por mi embarazo ¿verdad?
- Así es Ginny, es por esa razón. Eres aun muy pequeña para tener un hijo, por lo visto tu y Harry no tomaron las medidas adecuadas todo este tiempo – Dumbledore notaba que Ginny tomaba en sus mejillas un color rosado apunto de ponerse rojo –
- Yo.... este... – Ginny tartamudeaba un poco al notar el comentario del profesor – yo quiero tenerlo, no me importa las consecuencias, es mío, es mi hijo y no me importa tener que decirle a mi familia la noticia que...
- Eres muy valiente, pero precisamente eso es lo que no quiero que hagas. Me halaga saber que deseas tener a ese niño, y veo que serás una buena madre – Dumbledore había notado que Ginny últimamente había pasado su tiempo tejiendo unas chambritas para la llegada de su hijo – No me gustaría decirte esto Ginny, no quiero que te encuentres mal por lo que te diré, pero es tan solo para tomar las medidas adecuadas.
- ¿a que se refiere? – Ginny se encontraba un poco asustada
- Hace tiempo encontramos entre unos documentos unas escrituras que posiblemente por lo que hemos visto, son reales,
- ¿De que documentos habla? – Ginny interrumpía a Dumbledore
- Espera...... son unas profecías que realmente no nos esperábamos que sucedieran, pero han sido bastante exactas. Tardamos mucho tiempo en traducirlas, pero cuando lo logramos, comprendimos muchas cosas.
- Y bueno... ¿de que hablan esas profecías? - Ginny parecía un poco inquieta
- De Harry, de su nacimiento, de la forma trágica que perdió a sus padres. De su cicatriz, de los enfrentamientos con el mago tenebroso, por decirlo así de Voldemort, de la relación temprana que tendría con una chica de cabellos de fuego, osease tú. – Dumbledore guardaba silencio por unos segundos y tomaba aire.
- ¿Habla de mí? – decía Ginny aun mas sorprendida –
- De ti, de Harry y de el bebe que esperas, eso es lo que ahora importa. Ginny..... espero que comprendas, pero..... hace unas semanas atrás yo hable con Harry, aun no sabíamos con que exactitud estas profecías podrían ser ciertas, nos aventuramos a averiguarlo tomando nuestras propias medidas y una de ellas era alejarte de Hogwarts, llevarte lejos.
- Pero ¿por qué a mi? ¿qué tanto tengo que ver con todo esto? – Ginny parecía mas asustada aun que al principio.
- Eres tu y el bebé.... tal vez aun no comprendas, pero el hijo que esperas es aun mas valioso que Harry para los mortífagos, tu eras un punto bastante vulnerable para Harry si ellos se hubieran enterado de que eras especial para Harry y mas si hubieran sabido de tu embarazo.
- Aun no logro comprender con exactitud, ¿Harry sabía de mi embarazo? ¿cómo es posible eso? Si yo ni siquiera la última vez que hable con el en mi dormitorio estaba segura.
- Harry no supo nada, no hubo tiempo de eso. Pero déjame terminar, Harry no permitió que te alejáramos, el prefirió alejarse de ti estas últimas semanas, para que tu estuvieras segura.
- ¿eso hizo el? Y yo que creí que no quería saber nada de mi, creí que tan solo había jugado conmigo – dos lágrimas por cada ojo de Ginny salieron inmediatamente.
- También quería evitar que algo pasara entre ustedes dos, sabes a que me refiero Ginny – la mirada de Dumbledore era severa – pero por lo visto, ustedes se me adelantaron – Ginny volvía a enrojecerse
- Profesor Dumbledore........ yo...
- No tienes porque justificarte Ginny, las cosas ya fueron hechas y no hay vuelta de hoja, ahora lo que importa es tu seguridad y la del pequeño que esperas.
- Pero.... y¿ Harry?
- Temo que por el momento no podrás decirle nada, no por un largo tiempo, si tu mandas una lechuza, lo mas probable es que lleguen a interceptarla , aparte no es buena idea que Harry sepa de tu estado, espero que lo entiendas.
- No, no lo entiendo - Ginny parecía renegarle, no lograba comprender porque tenia que guardar el secreto.
- Ginny, hay algo que aun no te he dicho, y espero que lo comprendas. En las profecías hablaba sobre la lucha que tuviste con lord Voldemort, habla del ataque y del peligro que correrá tu hijo con esto, esperamos que eso no sea cierto, pero si así lo es, si el pequeño corre peligro.
- James – tan solo se limitó a decir Ginny
- ¿qué?
- Se llamara James si es hombre.
- Bueno, James.... .. creo que es la fuente de vida que ocupan los mortífagos
- ¿A que se refiere con fuente de vida?
- Es algo de lo que no hable con Harry, pero si puedo hacerlo contigo, James vino al mundo para jugar dos papeles importantes, dos opciones que o traerá vida y paz a este mundo, o terminará por matarnos a todos, James es lo que necesitan para resucitarlo,
- No es cierto, eso no es posible y usted lo sabe – Ginny empezaba a temblar y empezaba a hablar demasiado rápido - usted sabe que no se puede resucitar a nadie, no se puede hacer eso y mas aun a alguien que lo único que ha traido al mundo es temor y muerte.
- Ginny, las artes oscuras tienen demasiados misterios que ni con todo mi tiempo de vida he logrado descifrar a un 100%, pero tenlo por seguro que con el tiempo que tenga de vida, trataré de averiguarlo.
- Se lo que querrá hacer con el, no me pida que me deshaga de él, porque no lo haré, no lo haré – decía Ginny llorando y haciéndose torpemente para atrás - James solo vendrá a jugar un solo rol en esta vida, vendrá como el hijo que espero con mucho amor y esperanza y si tengo que dar mi vida por é lo haré, pelearé hasta la muerte por defenderlo.
- No Ginny, aun no entiendes – Dumbledore se acercaba a ella – es precisamente a lo que te ayudaré, a protegerlo, el es una pieza importante para le futuro, así lo creo, aun no sabemos que papel jugará el en un futuro, pero lo único que tenemos que hacer es mantenerlo alejado de todo aquello que pertenezca al mundo mágico, y de los mortífagos, aun así del propio Harry, el siempre suele meterse en problemas, y lo que tenemos que hacer es alejarlo de los problemas. Nadie tiene que saber de tu estado, escúchame Ginny, nadie. Después nos la arreglaremos para que tu puedas llevar una vida tranquila junto al pequeño que llamarás James, pero por le momento todo tiene que seguir normal, como si nada, tenemos que hacer todo lo posible por no llamar la atención y verás como las cosas se solucionaran es cuestión de tiempo.
FIN DEL FLASH BACK
Ginny caminaba después de haberse bajado del tren subterráneo, la estación quedaba a pocas cuadras de la universidad, un estruendoso ruido proveniente de su estomago le recordaba que no había comido nada, así que se dirigió hacia el merendero y oh sorpresa, se encontró dentro de ellos comiendo a Harry, Scott, Paulina, Silvia y Ron que era el único que seguía comiendo.
- ¡GINNY, GINNY, AQUÍ! – decía Silvia mientras levantaba la mano para que se acercarla.
- Hola chicos – decía Ginny mirando a todos que se encontraban satisfechos, y en la mesa se encontraban restos de comida –
- ¿En donde haz estado?- preguntaba Ron echándose una papa frita a la boca y luego sorbía un poco de refresco de cola – creí que te quedarás en el hospital.
- No, tengo cosas que hacer para mañana – decía Ginny mientras le echaba una mirada a Harry que trató de evitarla, por lo visto estaba molesto.
- Anda siéntate- Scott se levantaba y le dejaba el lugar justo a un lado de Harry y luego retiraba una silla de otra mesa para sentarse –
- Gracias.
- Nosotros ya comimos, pero ¿no quieres pedir algo? – dijo Scott refiriéndose a Ginny.
- Creo que si, tengo mucha hambre – Ginny volteaba y miraba a Harry con una sonrisa tratando de ser amigable, pero este trataba de ignorarla –
- Si, yo también quiero pedir otra orden de cebollitas – decía Ron levantando la mano –
- ¡ROBERT! - llamaba Paulina al mesero con entusiasmo, aun se le notaba unas ojeras debajo de sus ojos - ¿PUEDES TRAERNOS LA CARTA DE NUEVO?
- Por cierto Ginny, me llegó una lechuza de mamá - decía Ron mientras hacía a un lado el plato vacío y se chupaba los dedos –
- ¿ Y que te ha dicho? ¿se encuentran bien? – decía Ginny tratando de ser amable-
- Pues por lo que decía en la carta, no lo esta del todo, quiere que vayamos mañana a primera hora a casa – dijo Ron esto último haciendo que Silvia volteara a ver a Ginny extrañada
- ¿a casa? ¿para que?
- No lo se, dice que es urgente, es una reunión familiar, tu sabes, lo mas seguro es que el negocio de Fred y George no haya resultado y se hayan ido a la quiebra, posiblemente hayan metido a papa y a mama en problemas.
- Pero tengo entendido que les iba muy bien - interrumpió Harry hablando por primera vez desde la presencia de Ginny –
- ¿Tus hermanos tienen un negocio? – decía Paulina sorprendida
- Una tienda de sortilegios , ya sabes, artículos de broma y todo eso – dijo Ron volteando a ver a Paulina –
- Wow, eso es bueno, no creí que tu familia fuera gente de negocios – dijo Silvia volteando a ver a Ginny.
- Ya vez – le dijo Ginny a Silvia y luego volteaba con su hermano – Pero Ron, yo no puedo ir mañana en la mañana, tengo que entregar un trabajo que ni siquiera he empezado.
- ¿Es el de Historia de la magia en Africa? – decía Scott
- Así es.
- Pues no lo se Ginny, pero mama nos quiere a los dos mañana a las 12 de medio día y ya sabes que cuando mama dice algo, se tiene que hacer.
- Pues lo siento, pero no puedo, además mañana sale Hermione del hospital y lo mas seguro es que necesite ayuda.
- Lo se, quien mas que yo quisiera estar aquí cuando ella salga, pero llegaré pasado mañana – decía Ron un poco triste –
- Pues dile a mamá y a papa que los quiero, pero que no podré ir – Ginny tomaba la carta que en momentos antes Robert el mesero había dejado y se ponía a leerla. Ron tan solo volteaba a ver a Harry levantando los hombros, mientras Harry se mostraba aun molesto con ella-
- Por cierto Ron, si faltas mañana también te perderás del entrenamiento de quidditch, y pues ya sabes el entrenador se pondrá furioso – dijo Scott – pues ya sabes que el próximo mes será...
- ¿qué será?- preguntaba curiosa Paulina.
- Se hará un pequeño torneo de Quidditch con varias escuelas de diferentes países – contestaba Scott - tendremos visitantes de diez diferentes países
- ¿en serio? – decía Ginny interesada mientras Silvia codeaba a Paulina y le susurraba: Chicos nuevos.
- Si, vendrán chicos de diferentes partes del mundo – decía Ron volteando a ver a las dos chicas mexicanas como le brillaban los ojos - de Perú, Argentina, Estados Unidos, Alemania, Australia, y creo que también México,
- ¿No es ahí de donde ustedes vienen? – pregunto Harry a las chicas y luego vio como el rostro de Paulina se deformaba de lo feliz a lo triste y el brillo en sus ojos desaparecía, como si algo malo fuese a ocurrir.
- ¿Vendrán jugadores de quidditch de México? – preguntaba Silvia preocupada, pero no por ella, sino por Paulina por lo visto –
- Bueno no vendrá la selección – selección, sino una universidad, no estoy seguro de cual, pero serán estudiantes los que vendrán, - dijo Ron
- Calma Paulina, no creo que el venga – le decía en voz baja Silvia a su compañera tratándola de calmar –
- ¿Qué venga quien? – preguntaba Harry –
- no, nadie, no , creo que será mejor que me vaya, - y Paulina se levantaba un poco desesperada y se iba.
- Que extraño ¿qué le ha ocurrido? – Ron se dirigía a Silva para que le respondiera.
- No es nada, es que el ex-novio de Paulina era un muy buen jugador de quiddich, creo que teme que venga – decía esto volteando a ver el rostro de Scott desconcertado, pues sabía bien que Scott quería a mas que una amiga a Paulina.
- Por lo visto todavía le altera un poco el pensar en el – decía Ron mientras Ginny le echaba una mirada fulminante a su hermano dándole a entender que ahí estaba Scott. - este... bueno ... yo creo que mejor me voy, mañana tengo que irme a primera hora, nos vemos después.
Diez minutos despues le llegaba una hamburguesa a Ginny, Ron se encontraba tan lleno y tan cansado que prefirió retirarse y dejarle las cebollitas que había pedido a su hermana, Silvia y Scott se iban también. Harry trató de irse, pero Scott le hizo una seña para que no dejara sola a Ginny y no le quedaba otra mas que quedarse a un lado de Ginny.
- Por lo visto regresaste al hospital - le dirigía Harry una mirada al medallón de Ginny hablándole por primera vez en buen rato.
- Así es, regrese por él – Ginny se sentía un poco culpable y miraba algo triste su hamburguesa y luego le daba una mordida –
- ¿Y como esta Dumbledore? – el tono de Harry lucía molesto aun –
- Muy bien, ten mando saludos – Ginny se tapaba la boca mientras seguía masticando un bocado de hamburguesa sin levantar la vista, pues los ojos de Harry se encontraban sobre ella con cierto enojo.
- ¿acaso le dijiste a Dumbledore de lo nuestro?
- No – negaba Ginny con la cabeza mientras tomaba un poco de refresco para pasar el bocado – no le dije nada, tu sabes, el siempre lo sabe todo, bueno , al menos así lo creo. ¿sigues molesto conmigo?
Harry se quedaba callado, Ginny lo miraba triste y luego vio su rostro, no podía enojarse con ella, la amaba tanto y miraba como justo al un lado de su boca una mancha de ketchup, sus ojos marrones la delataban, ella lo quería demasiado. Luego se levantó un poco y con el dedo le retiraba el ketchup y se lo llevaba a la boca, y la volvía a mirar.
- no, como crees – Harry accedía a ella que ahora lo miraba con una gran sonrisa y con ese brillo especial en los ojos.
- ¿quieres un poco? – decía Ginny como niña chiquita y le acercaba la hamburguesa y Harry se limitaba a darle una mordida a esta y luego con la boca llena le sonreía - ¿sabes en que estaba pensando?
- No – Harry tan solo movía la cabeza negativamente.
- En que mi hermano no estará una noche en la ciudad, tendremos una habitación por una noche para los dos –
- Me parece perfecto, además no tendremos a tu hermano espiándonos – Harry tomaba el refresco de Ginny y le daba un sorbo, mientras una mirada pícara, delatadora y traviesa recorrían el cuerpo a Ginny y luego se acercaba a ella y la rodeaba con un brazo. – te extrañe.
- Yo también – Ginny se acercaba y le daba un tierno beso en los labios.
Había sido la primera noche que Hermione volvía a pasar en el dormitorio, el día anterior acababa de salir. Les insistió a sus padres que estaría mejor en los dormitorios de la universidad. Había estado algo triste, todos la habían recibido bien, hasta los chicos de los cuarto continuos, sin embargo alguien faltaba, Ron. Aún no sabía como habían quedado, si ni siquiera había recordado que había ocurrido con exactitud. Esa noche. Audrey había dormido justo en la cama que era de Ginny que esta chica ahora habían aprovechado la ausencia de su hermano para disfrutar de una "noche romántica" al lado de Harry. Ginny había insistido que Audrey se fuera a dormir a su dormitorio para que estuviera atenta de Hermione y así había sido.
- Hermione, ¿estas dormida? – decía Audrey entre las colchas de la cama de Ginny
- Estaba Audrey – Hermione abría sus ojos y miraba el reloj de noche mostraba que eran las 6:15 de la mañana –
- Lo siento, pero creo que ya no podré dormir mas – Audrey se sentaba en la cama y volteaba a ver a Hermione - ¿dormiste bien?
- Eso creo, al menos no soñé nada – Hermione volteaba a ver a Audrey – ¿ y tu?
- Esta cama es mas cómoda que la que yo tengo en mis dormitorios, eso no se vale, ustedes tienen mejores camas – Audrey se quejaba como es de costumbre – oyes, ¿crees que Ginny haya dormido bien?
- Por favor, ¿con Harry a un lado? No lo creo
- Estuviera chistoso que Ron fuera llegando justo en este momento a su habitación y los encontrara juntos en pleno......
- ¿acaso quieres que haya una masacre? – Hermione volteaba a ver a Audre y luego volvía a poner su cabeza sobre la almohada.
- Bueno , tal vez no pero....
En eso se escuchaba que trataban de abrir la puerta de la habitación, Audrey se tapaba y se hacía la dormida y Hermione echaba un vistazo a ver quien era.
- ¿Ginny? ¿qué haces despierta a esta hora? – preguntaba Hermione a la chica de cabellos rojos que acababa de entrar
- ¿Dormiste bien Hermione? – preguntaba Ginny
- Si, pero ¿qué haces aquí? –
- Nada, tan solo vine por mi ropa, tengo que bañarme, en menos de dos horas tendré clases,
- Creí que te pasarías toooooda la mañana con Harry – Audrey se retiraba las cobijas del rostro, para sorpresa de Ginny ella estaba despierta,
- ¡¡Audrey!! – Ginny iba a abrir un cajón para sacar algunas prendas suyas –
- Sorry, pero eso sería buena idea, además para que te quieres bañar allá? Aquí esta desocupado el baño, puedes hacerlo.
- Auuudrey – Hermione interrumpía.
- Claro que no me bañaré aquí – Ginny se metía a su baño y sacaba su shampoo – ustedes también se tiene que bañar y además tan solo las retrasaría.
- Ooooh , claro que no – Audrey se levantaba de la cama – pero bueno, ya sabes chica, cuidado de que no se te caiga el jabón, cuando te metas a bañar con Harry – y Audrey le guiñaba un ojo, Ginny se limitó a desaparecer inmediatamente.
- ¿cómo que no se le caiga el jabón? – preguntaba Audrey –
- Aaaa, olvídalo Hermione.
Eran las cuatro de la tarde, Audrey había insistido no dejar que Hermione se levantara para ir a clases, fue casi imposible, pero Hermione se había quedado, y Audrey se había quedado también a su lado y fue cuando recibieron visitas de dos chicas una de ellas parecía no estar muy de buen humor.
- Hermione, no, no te levantes, me imaginé que haz de querer la tarea, así que le dije a Silvia para que me acompañara a traértela – decía Paulina mientras le dejaba unos pergaminos enrollados en el escritorio de Hermione – aquí están,
- Gracias Paulina – decía Hermione mientras se sentaba en su cama
- Oyes, esta enferma, eso la justifica para no hacer tareas – decía Audrey en todo reclamador y luego le daba una sonrisa a la compañera de su amiga –
- Claro que no Audrey, además no me quiero retrasar – y Hermione se levantaba de la cama
- No, no te levantes, será mejor que estés acosada – Silvia se acercaba a Hermione
- Oigan, no tengo nada, además quiero ir al baño
- Bueno, si es así, pasa – Silvia le daba el paso – por cierto, todos han estado muy preocupados por ti,
- ¿todos? – volteaba sorprendida Hermione
- claro, ya se corrió el rumor por toda la escuela que te desmayaste y que internaron, todos se han acercado para preguntarnos que, que tenías, dicen que esperes que te recuperes.
- Si, hasta Joshua parecía enrojecerse cuando se acercó a nosotros - comentó Paulina
- ¿Joshua? ¿quién es ese chico? – preguntaba Hermione
- un chico de quinto semestre, aah ¿apoco no sabías que le gustas? Desde que llegaste te echó el ojo, pero Scott le dijo que eras novia de Ron, bueno en aquel entonces, y el se alejó, es un poco guapo, pero tímido.
- Orale – Hermione siguió su camino hacia el baño.
- ¿Joshua? Eso me suena que Hermione es popular en la escuela, ehh - Audrey miraba a las chicas – por lo visto a todo el mundo les cae muy bien.
- no a todos, uuuy si supieras con quien nos encontramos hace como una hora.
- ¿a quién? – Preguntaba Audrey sin darse cuenta que desde el baño Hermione podía escuchar lo que las chicas hablaban
- a la ex de Harry – dijo Silvia
- ¿Cho? – decía Audrey
- si, y no estaba sola, estaba con su amiguita, esa tal fulana, una de pelo negro
- Mónica – Audrey mencionaba el nombre con asco.
- No tienes idea del estúpido comentario que dijo- Paulina toma asiento a un lado de Audrey.
- ¿Qué dijo? – Audrey lucía interesada.
- Lo bueno es que Hermione esta en el baño – Silvia no sabía que Hermione escuchaba lo que sus compañeras decían - Bueno pues, resulta que íbamos caminando por los jardines de la universidad y este chico Joshua se había acercado para preguntarnos por Hermione y luego Mónica se volteó a nosotras y nos dijo que Hermione tan solo se había desmayado para llamar la atención de Ron, para hacerle creer que estaba embarazada y el no la dejara, que tan solo era puro teatro de Hermione.
- ¿eso dijo la estúpida esa?
- Así es, por supuesto que Paulina y yo la defendimos. Y bueno Paulina le hecho un maleficio y creo que te pasaste Paulina – Silvia volteaba a ver a Paulina que se estiraba y levantaba una ceja.
- Claro que no me pase, además Hermione no sería capaz de hacer eso, tu y yo la vimos desmayada, lucía pálida, Hermione no es la clase de chicas que tratan de engañar a los chicos, y si así fuera, si estuviera embarazada no usaría esa táctica que Mónica dice, y esta tipa bien merecido que se lo tuvo lo que le hice.
- Pues ¿qué le hiciste? – preguntaba algo asustada Audrey
- Le eché un simple maleficio que le aflojó los dientes, lo hice por habladora, la maldita tendrá que comer puras papillas durante una semana, si no lo hace así se le irá cayendo un por uno y creo que no podrá ni cerrar la mandíbula, mucho menos sonreír – Paulina dejaba escapar una risita –
- Jajajaja, ese es bueno, lástima que yo no pueda hacer magia – decía Audrey.
- Y si la dejo le sigue – Silvia le echaba una mirada moleta a Paulina – estaba apunto de echarle otro maleficio para hacerle la lengua grande ¿te imaginas? El ministerio de magia ahí si que te arrestaría.
- Aah, vamos Silvia, tan solo me estaba divirtiendo un poco.
- Si, pero de que manera, esa no es la manera de hacerlo, además desde que te enteras........ bueno.... desde que tu sabes.... haz andado de un genio – Audrey miraba curiosa tratando de descifrar lo que acababan de decir las chicas –
- ¿Desde cuando? – preguntaba Audrey
- Bueno, ya, no quiero seguir hablando, me muero por contarle a Hermione lo que le hice a esa fulana,
- No – l e dijo Silvia a Paulina – ni se te ocurra, eso no es algo que Hermione quiera escuchar.
- Pero se reirá tanto – decía Audrey –
- A nadie le gusta escuchar las malas cosas que se hablan a escondidas de uno.
Silvia tenía razón. Hermione había escuchado todo desde el baño, temía que Ron pensara lo que Mónica les había dicho a las chicas. Era triste reconocerlo, estaba embarazada, y no era nada bueno para ella, y luego unas nauseas hicieron que subiera la tapa del escusado y se pusiera a vomitar el pollo con arroz que apenas hace una hora y media le había llevado Audrey para que comiera.
UNA HORA DESPUES
- ¿Cómo esta Hermione? – le preguntaba Harry a Audrey
- esta descansando, pero hace rato vomitó todo lo que comió – contestaba Audrey mientras Ginny miraba no sorprendida a su amiga.
- Gracias por cuidarla – dijo Ginny que se encontraban en el pasillo del edificio de los dormitorios –
- No es nada, ¿cómo te fue en clases?¿te dejaron mucha tarea? – Audrey le preguntaba a Ginny-
- Eee.... bueno ...... algo así – Ginny y Harry se echaban unas miradas de complicidad, la verdad era que Ginny ni Harry habían ido a clases.
- Bueno, será mejor que yo me vaya, así que cuida a Hermione, al rato Harry – Audrey se alejaba.
- Hasta luego Audrey – Harry le abría la puerta del dormitorio a Ginny –
- Esta dormida – decía Ginny mientras miraba a Hermione en el quinto sueño – creí que estaría despierta,
- Si, así es – Harry hablaba en voz baja para no despertar a Hermione y luego Ginny aprovechaba para abrazar a Harry –
- Aaah, esta noche te extrañare – decía Ginny con voz infantil – en verdad, dormí tan rico a tu lado.
- Yo también. Ojalá que Ron se pudiera ir todas las noches – Harry agarraba a Ginny de su cintura – deberíamos de repetir lo de anoche otra vez.
- Estoy deacuerdo, aunque ahorita estoy un poco cansada
- ¿estas cansada? Uuuy y yo que podría aventarme ahorita mismo otro round
- oyes, ocho veces dejan cansado hasta a un rinoceronte – Ginny le coqueteaba a Harry.
- Sssshhhh, no hables fuerte, nos puede escuchar Hermione – Harry reía sin soltar a Ginny
- ¿quieres que caye?, conozco una forma muy buena para que me hagas guardar silencio,
- ahhh si? Cual es?
- Esta – Ginny se acercaba a el y empezó a darle un pequeño beso en los labios que fueron bienvenidos por Harry que se aferraba a ella y no parecía quererse separar de su cintura ni de su boca, y poco a poco fueron aumentado su densidad del beso, la temperatura parecía subir poco a poco en la habitación, a tal grado que del otro lado de la cama, entre sueños Hermione se hacía a un lado las cobijas que la tapaba. A la pareja no le importaba mucho, una gran sed de pasión los estaba envolviendo y parecían tener el piloto automático desde hace varias noches, pues un sencillo roce de cuerpos ponía la piel de Harry erizada de tal forma que cada vez quería tener un contacto mas cerca de ella, y sin saber como, los dos estaban tirados en el suelo, del otro lado de la cama de Ginny, a simple vista habían desaparecido.
- Harry, Harry. Cálmate – decía no muy segura de querer eso Ginny – Hermione esta durmiendo del otro lado.
- ¿estas segura que quieres que deje de hacerlo – Harry dejaba de besarle el cuello y le decía con una voz sensual tras una respiración agitada –
- Ohh si Harry, será mejor que así sea – Ginny trataba de acomodarse el suéter.
- Bueno – Harry se hacía a un lado aun bastante agitado,
- Ooh no, mejor no, ven para acá – Ginny lo tomaba y Harry gustoso a la invitación se volvía a incorporar sobre el cuerpo de Ginny, de todas formas no parecía que Hermione se levantara –
Harry parecía tan gustoso que empezaba no a besarle el cuello, sino irse poco a poco mas abajo, un poco mas abajo, justo en su pecho, mientras que sus manos jugaban un poco debajo de el pantalón de Ginny. Sin embargo alguien acababa de abrir los ojos, era Hermione, ella tenía un sueño bastante sensible y al escuchar las respiraciones agitadas la hizo suponer que era Ginny y Harry, estuvo apunto de levantarse y decirles algo, pero creyó que posiblemente una mirada sería mas que suficiente y volteaba, no los podía ver, se encontraban en el suelo, del otro lado de la cama de Ginny, Hermione no se pensaba levantar y luego escuchaba algo.
- ooh si Harry, sigue haciendo eso – era la voz de Ginny casi susurrándole y Hermione trataba de no imaginarse lo que estaban haciendo y luego se lograba ver como levantaba Harry su negra cabellera.
- ¿quieres que continúe? – preguntaba Harry
- ooh si continua, por favor Harry – volvia a decir Ginny y luego Hermione se ponía tan roja y empezaría a rezar para que se detuviera y no tuviera que se ella la que les interrumpiera, y alguien la escuchó, pues tocaron la puerta tan fuerte y que desconcentró a la pareja, Hermione se hizo la dormita inmediatamente.
- No abras la puerta – dijo Ginny trayendo consigo a Harry de nuevo.
- Bueno – y luego se escuchaba como la pareja volvía a besarse y Hermione echaba una maldición llena de furia. Pero quien fuera que estuviera tocando la puerta, lo hacia con mucha insistencia.
- Aaah, ¿quién diablos esta tocando? Tendré que levantarme – dijo Harry levantándose y acomodándose su suéter – No es posible que Hermione sigua dormida – Harry abría la puerta y se quedaba callado al ver quien estaba del otro lado de la puerta.
- Potter, ¿por qué tardaste tanto en abrirme la puerta? – decía la persona que estaba del otro lado de la puerta y Ginny inmediatamente se levantaba del suelo y se acomodaba la ropa al reconocer la voz, y del otro lado a Hermione se le erizaba la piel al saber de quien ese trataba.
- Ron , te esperábamos desde temprano - mentía Harry dejando pasar a su amigo y cruzando los dedos para que Ginny estuviera sentada y bien acomodada en la cama, y así era.
- Ginny, ¿por qué respiras tan agitada? ¿y ese color en las mejillas? ¿no me digas que todavía Harry te hace sonrojar? – la voz de Ron sonaba un poco cínica, como si no supiera lo que estaban haciendo –
- Este... ehh.. hace un poco de calor ¿no?, creo que abriré la ventana – decía Ginny levantándose y dirigiéndose hacia ella –
- Estamos a 10 grados, si la abres alguien agarrará un resfriado – decía Ron molesto y con un tono golpeado y luego Ginny se alejaba de la ventana seria y se volvía a sentar en la cama. En cambio Hermione parecía temblar del otro lado, ahora era ella la que respiraba agitada pero no excitación, sino de nerviosismo y la sangre se le acumulaba en el cerebro y un impulso hizo taparse con las cobijas toda completa –
- Por cierto Potter, ¿QUÉ DIABLOS ESTABAS HACIENDO EN MI HABITACIÓN TODO ESTE TIEMPO? – volteaba Ron Rojo de furia a ver a Harry.
- Ron, cállate, por si no lo sabías Hermione esta dormida – decía Ginny tratando de calmar a su hermano y Ron volteaba a ver a la cama, tan solo salía de la almohada unos pelos castaños despeinados y una mirada dulce parecía perderse en donde estaba Hermione y luego volteaba a ver a Harry y la mirada de dulce cambiaba a una llena de furia y en voz baja pero fuerte y golpeada se dirigía de nuevo a Harry.
- ¿de que hablas? – preguntaba Harry haciéndose el inocente –
- ¿cómo que de que hablo? Por favor Harry. Acabo de subir a nuestro dormitorio a dejar mi maleta y por casualidad entre al baño – Ron se había acercado tanto a Harry que Ginny temió que le fuera a tirar un puñetazo a este.
- Recuerda que usa lentes - fue lo único que se logró escuchar de Ginny –
- ¿QUÉ? – volteaba Ron a ver a su hermana - ¿y eso que importa? – y luego se dirigía a Harry de nuevo
- ¿RECUERDAS CUANDO TE DIJE QUE NO TE METIERAS CON MI HERMANITA? TE DIJE QUE NO LE HICERAS DAÑO, PERO COMO NO DEBÍ DE PENSAR ANTES .. SI... LA MALDITA ZORRA DE CHO, ESO FUE. ME VOY DOS DIAS, DOS DIAS POTTER Y TU METES CON TODO EL DESCARO A CHO A LA HABITACIÓN Y LUEGO....
- ¿¿QUUEEE?? – decía Ginny mirando confundida.
- Sssh despertarán a Hermione – decía Ron volteando a ver a Ginny – lo siento Ginny, pero se supone que no deberías de escuchar esto, pero me da tanto coraje que..
- ¿DE QUE ESTAS HABLANDO RON? – Harry se encontraba molesto y más porque le estaba levantando falsos justo enfrente de la chica que mas quería.
- DE QUE ENCONTRE UNA MALDITA PRENDA DE ALGUNA ZORRA EN TU CUARTO – decía Ron sacando lo que era un bikini de mujer de encaje negro de su bolsa del pantalón y Ginny miraba desorbitada. Hermione escuchaba desde su cama y aunque quería levantarse no podía, no quería aun hablar con Ron.
- Oyes, eso puede ser de Hermione – decía Harry inmediatamente identificando la prenda como dueña destinada Ginny -
- No, Harry, Hermione no usa de estas prendas, las de ella son aun mas sexys... digo distintas – Ron seguía viendo con coraje a Harry mientras Hermione estaba apunto de hacerse la despierta. Ron ya había tomado del suéter a Ron - aparte yo no he metido a ninguna chica al dormitorio y ...
- Son mías – se escucho una voz que hizo que a Ron se le desorbitaran los ojos y que volteara a ver a su hermana mas chica. Ginny estaba segura de lo que en ese momento pasaría, pero sería valiente.
- ¿QUÉ... ? ¿QUÉ? – Decía Ron tartamudeando –
- Si, Ron, son mías - decía Ginny mientras lo primero que hizo Ron fue tirarle un golpe a Harry directito al rostro de Harry, justo en la mejilla, ya que por la altura de Ron, fue el único lugar en donde le dio, Harry no pudo esquivar el golpe.
- ¡¡¡¡RON!!! – gritaba Ginny al ver como su novio se daba una vuelta por el impulso del golpe de Ron y se golpeaba con la puerta que impidió que se cayera. Justo en ese momento, Hermione no pudo mas y ya se hallaba levantada observando cómo Harry chocaba en la puerta. Harry le regresaría el golpe pero Ginny ya se hallaba justo entre Ron y de él, enfrentándose a su hermano.
- ¡¡QUÍTATE GINNY!! – dijo Ron
- NO, NO LO HARÉ – Decía Ginny firme y enojadísima
- ¿QUÉ DIABLOS SUCEDE AQUÍ? – una voz de la que antes estaba dormida se escuchaba en el cuarto, Ron volteaba a ver a Hermione e inmediatamente sus ojos se perdían el ella, y esa mirada que antes era de furia, miraban con añoranza a Hermione. Ginny aprovechó, para hacer a un lado a Harry, no quería que lo siguiera golpeando, mucho menos que se enfrentaran.
- Disculpa que te haya levantado – decía Ron mientras que ahora Hermione parecía ser la que se encontraba molesta – es QUE ESTOS IDIOTAS,
- NO SOMOS NINGUNOS IDIOTAS, RON ¿QUÉ TIENES EN LA CABEZA? – decía Ginny mientras miraba con coraje a Ron y luego miraba con ternura a Harry viendo que no lo haya lastimado su hermano –
- ¿Por una tonta prenda íntima me golpeaste? – decía Harry molesto –
- ¿te duele? – le preguntaba Ginny con una dulzura a Harry.
- Poco – le contestaba Harry que en verdad no sentía el dolor de la furia que sentía. Se pararía para golpear a Ron , pero sabría que esa no sería la forma correcta –
- NO FUE POR UNA TONTA PRENDA ÍNTIMA, FUE PORQUE TE ACOSTASTE CON MI HERMANA, FUE POR ESO - le gritaba Ron
- ¿ACASO CREES QUE POR UNA PRENDA ÍNTIMA MIA QUE ENCONTRASTE EN TU CUARTO SIGNIFICA QUE ME HE ACOSTADO CON HARRY? – decía Ginny furiosa.
- Además ahora Ginny se fue a bañar a nuestro dormitorio porque se le hizo tarde y Audrey durmió aquí - decía Harry molesto –
- Eso es cierto – Hermione volvía a hablar – Audrey durmió anoche aquí en el dormitorio.
- Pero ese no es el caso – le decía Ron a Hermione y luego volteaba a ver a Harry ya Ginny – EL CASO FUE EN DONDE LA ENCONTRE,. BUENO FUERA QUE ESTUVIERA EN EL BAÑÓ, LA ENCONTRÉ SOBRE LAS SÁBANAS DE "MI CAMA" QUE NI SIQUIERA TUVIERON LA DECENCIA DE TENDER BIEN.
Harry y Ginny se miraban entre sí, aun mas rojos de cuando escasos minutos Ron acababa de tocar la puerta, era verdad, Harry había juntado las dos camas individuales la noche anterior, según Harry para "tener mayor movilidad" y en la tarde la había puesto en su lugar, ahora faltaba que Ron en ese momento le reclamara por la mancha de helado de chocolate en sus sábanas y que ni siquiera se había molestado por cambiarlas.
- DIOS MIO, CUANDO MAMA SEPA QUE TE ACOSTATE CON HARRY, VERÁS LO QUE SUCEDERÁ, TE DIJE HARRY QUE SI TE METIAS CON GINNY TE IBAS A ENCONTRAR CON SEIS TIPOS QUE TE DESTROSARÍAN.
- NO RON. TU NO DIRAS NADA – decía Ginny gritándole molesta y llena de furia, sorprendiendo a Hermione y a Harry, por lo visto había sacado el mismo carácter de Molly Weasley, su madre – ES MI VIDA, ES MI DECISIÓN, YO EN NINGUN MOMENTO ME METI CONTIGO NI CON Hermione RESPECTO A ESO. FUE TU VIDA Y TU DESCIÓN, NO LA MÍA, AHORA DÉJAME TOMAR MIS PROPIAS DESICIONES.
- SI, PER YO SOY HOMBRE, ES DIFERENTE – decía Ron rojo del coraje.
- Ginny tiene razón - Hermione interrumpía apoyando a Ginny
- ¿Ahora tu también los apoyarás? – Ron le decía con ternura a Hermione – Perfecto, todos pónganse en contra mía,
- Tienes suerte de que yo no tenga hermanos mayores Ron, porque sino imagínate como te hubiera ido – decía Hermione hablándole con sensatez a Ron.
- Ron- Harry se acercaba a el, ahora tenía menos probabilidades de que le soltara un golpe, pues se miraba mas calmado y claramente Ron miraba con la mejilla de Harry empezaba a tomar un color rojo oscuro justo en donde le había tirado el golpe.
- Escúchame Ron. Tal vez esto no te paresca justo, pero amo a tu hermana con todo el corazón. Tal vez jamás debí de fijarme en ella, pero eso me fue imposible, si ella me la hubiera topado en la calle con otro apellido hubiera sido igual, me hubiera enamorado perdidamente de ella. Yo tan solo estoy enamorado de una gran chica que es grandiosa, y que la considero como la mejor mujer del mundo, y esa resulto ser tu hermana, la cual como mujer que amo prometo protegerla - Harry ya no miraba a Ron, ahora miraba directo a Ginny, le hablaba a ella, y esa mirada que se perdían en la chica de cabellos de fuego parecía ser tan sincera que hasta Ron en ningún momento dudo que la quisiera tanto - y no hacerle daño, y como hermana tuya Ron, prometo que esto no dañará nuestra amistad.
Ginny miraba orgullosa a su Harry y le sujetaba la mano fuerte para no separase de él.
- Lo acabas de hacer Harry, acabas de dañar nuestra amistad – decía Ron triste –
- No empieces Ron - decía Hermione que hablaba no como la novia o mejor dicho la ex – novia, sino como la amiga – tu sabrías que esto sucedería, además eso es común entre los jóvenes de esta edad, ellos se quieren y están en su derecho de hacerlo.
- Si, pero no me imagino a mi hermanita ni a Harry, tu sabes... juntos –
- Pues no te los imagines – decía Hermione bruscamente - ¿cómo crees que se sentía Harry cada vez que tenía que dormir afuera en el pasillo cuando tu y yo estábamos dentro de la habitación – Hermione tenía los brazos cruzados e inmediatamente se arrepentía por el ejemplo que le ponía.
- Aaaaggg – decía Ron por lo que Ginny comprendió un "esta bien" – pero no quiero escucharlos hablar de eso, es mas Harry, no quiero que lo vuelvan a hacer,
- Oyes – decía Ginny molesta –
- Si así lo quieres, así será Ron – decía Harry tras una mirada asesina de Ginny, y este le regresaba una mirada de: "ohh, tu espera"
- No quiero que comenten nada de nada de sexo y mucho menos dormiré en el pasillo como tu lo hacías Harry – decía Ron – aah y otra cosa Potter, si me vuelvo a enterar de que tu y mi hermana hicieron de la suya, le mandaré una carta a mamá y ahí si se meterán en problemas, y sin olvidar otra cosa "terminando la carrera te casarás con mi hermana".
- RON, NO TE ADELANTES A LOS HECHOS – aún mas furiosa que antes le contestaba Ginny, aunque ella hubiera querido eso, pero le molestaba que fuera por orden de su hermano – A TI NADIE TE HA PEDIDO QUE TE CASES CON HERMIONE
- Es diferente - inmediatamente intervenía Hermione –
- Bueno, bueno. Esta bien. todo lo que tu digas, pero de una vez te digo Ron, que por ningún motivo pienso alejarme de tu hermana, a eso me refiero a que ella y yo seguiremos siendo novios.
- Uuy si la terminas, te mato – decía Ron con una mirada desafiante a Harry
- ¡¡¡¡RON!!!! – gritaba Ginny.
- Esta bien Ginny, esta bien, así quedamos - y Ron se hacía para atrás un poco cruzando los brazos – aah y por último , llegando Potter, quiero que cambies las sábanas de mi cama.
- Esta bien Ron.
El silencio reinó por casi un minuto completo, Ron y Harry se echaban una mirada tan desafiante que Ginny corrió para tomar algo para ponerle a Harry en la mejilla, mientras le preguntaba a su hermano la razón de la visita a la madriguera y Ron mas furioso que serio le contestaba.
- Ni sabrás lo que paso, parece que los Weasley se están volviendo locos, mamá está histérica por lo que esta apunto de suceder y por lo que sucedió – decía Ron tirándole una mirada casi asesina a su amigo – todo parece que se viene como una avalancha.
- ¿Qué ha sucedido? – decía Ginny mientras le ponía un hielo a Harry que había tomado de una nevera pequeña que tenía Hermione y Ginny en la habitación –
- Pues un sinfín de cosas, la verdad no se ni de donde empezar - Ron le echaba una mirada a Hermione que se encontraba sentada como si nada a un lado suyo-
- ¿qué le han sucedido? – decía Ginny mientras le frotaba en lo hinchado a Harry-
- que todos se han vuelto locos en esa casa, por suerte nosotros dos que estamos lejos no nos ha alcanzado la locura, primero, empezaré por lo que no es tan peor, Fred y George abrirán otra tienda.
- Eso es bueno - dijo Harry que hablaba por primera vez después de que habían discutido –
- Claro que no es bueno – decía Ron dándole la contra a Harry – papá esta asustadísimo, quieren abrir una tienda de sortilegios pero para muggles, mi madre ya les dijo que los desheredaría pero a ellos nos les ha importado.
- Bueno, es que no existe una fortuna Weasley – decía Ginny mientras se limpiaba la mano el agua del hielo en su ropa –
- Pero eso no es todo, Fred esta saliendo con una tipa no muy buena, además ni me creerán quien es.
- Déjame adivinar – decía Hermione –
- No creo que adivines, es Pansy Parkinson (n/a: sino se escribe así, línchenme, pero yo creo que ustedes entienden a quien)
- QUUUEEEEE – decían los tres chicos.
- Yo también reaccioné de la misma manera , Fred tan solo sale con ella porque dice que es una chica fácil, pero ya lo amenacé si llega a quedar dentro de la familia.
- ¿cómo que Fred sale con esa tipa? – decía Ginny incrédula –
- Y eso no es todo, será que mejor te sientes Ginny – Pero en ese momento alguien tocaba la puerta, y sin decir a mas, esta se abría y una cabeza platinada se asomaba –
- Pasa Audrey – decía Ginny –
- Sorry, es que he olvidado mi mochila – decía Audrey mientras saludaba a Ron –
- Continúa – decía Harry
- Bueno. Percy y Penélope se casarán en un mes – Ron soltaba así la sopa haciendo que Audrey volteara a verlo y se quedara parada escuchando a un lado de la cama.
- Vaya hasta que se han decido – decía Hermione.
- ¿tendremos boda? – preguntaba Audrey –
- Cállate Audrey , y ni siquiera saben porque tan rápido –decía Ron – Penélope tiene tres meses de embarazo.
- ¿QUUUEEE??? Jajajajaja – Ginny reía y Harry se miraba atónico, Hermione se quedaba callada y agachaba la cabeza. Audrey tan solo mostraba una sonrisa.
- Cállate Ginny que si tu sigues así serás la siguiente – Ginny definitivamente dejo de reír y Audrey le tiraba una mirada a Ginny que si alguien las hubiera visto las hubiera descubierto.
- HEY – decía Harry en protesta –
- Ya pues ¿me van a dejar seguir hablando? Y eso no es lo peor – los otros cuatro chicos se quedaban callados y luego se miraban entre si.
- Seré tía – decía Ginny mirando a Hermione y esta seguía con la mirada perdida-
- Ginny, guarda silencio, eso no es lo peor. Resulta que hace una semana acaba de llegar Bill de Egipto con un niño de dos años de edad diciendo que es su hijo.
- ¿QUUUEE? – volvía a repetir Ginny, esta mas sorprendida aún.
- Si, mamá le dijo que estaba loco, y Bill dijo que era hijo suyo. Bill se ha casado desde hace mas de tres años y medio y no quiso decirle nada a mamá porque es una muggle, tu sabes cómo se pondría mamá con eso.
- ¿qué tiene tu madre con los muggles? – le preguntaba Audrey algo molesta –
- No con los muggles, pero sabe de los problemas que hay en un matrimonio de un muggle y de una persona del mundo mágico, es que mi mamá lee corazón de bruja, tu sabes..
- Espera, y como ha reaccionado mamá – decía Ginny con interés –
- UUUY no tienes ni idea. Dice Fred y George que estuvo llorando por dos días, se encerró en su habitación y dice que parecía como si un torbellino dentro del cuarto hubiera pasado.
- ¿tanto le molesta a tu mama que el niño sea mitad muggle? – decía Harry sorprendido.
- No es eso, es que mi mamá dijo que cómo era posible que le hayan quitado el privilegio de ser abuela por primera vez, que como era posible que Bill no le hubiera llamado para contarle de su matrimonio, y lo peor no es ahí, sino que la esposa ha muerto dos meses después que el bebé había nacido, la abuela materna se había hecho cargo de él y nosotros ni en cuenta.
- Y ¿esta seguro que es hijo suyo?
- Tan seguro como que es pelirrojo y pecoso – decía Ron aun mirando con un poco de rencor a Ginny – se llama Arthur.
- No lo puedo creer –decía Ginny – ¿Bill como padre?
- Bueno al menos ya eres tía, desde hace dos años lo eres – decía Audrey- ¿y ya lo conociste Ron?
- Claro, esta en casa, es un niño curioso, se parece a Percy, aunque mamá insiste que es igual que cuando yo era pequeño, yo no lo creo así. Además es tremendo, yo no aguanto a los niños, es mas, nunca me han gustado, de pequeño no solía ni aguantar a mis hermanos, mucho menos a niños que ni son míos, de hecho si fuera por mi, no quisiera tener hijos nunca.
- No digas eso – Ginny miraba como Hermione se asustaba y los ojos le empezaban a brillar por lo que posiblemente fueran unas lágrimas, Harry se percataba de eso, y parecía comprender lo que sucedía – un hijo es una bendición que...
- Aaayy Ginny no empieces, esas son bobadas, los niños tan solo estorban, los primeros meses se la pasan chillando y manchando todo lo que ven, se la pasan vomitando leche hechada a perder, aparte que cuestan mucho, son patéticos y hay que hacerles cariñitos para que no te odien en la adolescencia, mejor cómprate un gato, es mas independiente y no tienes que cambiarle el pañal y lo mejor, duran menos de 15 años y no te andan pidiendo dinero para que les compres un carro, mucho menos te salen con domingo siete embarazando a sus novias.
Ginny se quedaba callada, y miraba como Hermione se levantaba y entraba directo al baño como si nada hubiera ocurrido, pero Ginny comprendía lo que ocurría, era muy cruel por parte de Ron lo que acababa de decir, pero le había prometido no decirle nada a su hermano. Además sabía que estos eran punto menos al bebé de Hermione, eso significaba que ahora mas que nada Hermione no iba a querer tener el bebé
- Vamos Ron, no estarás hablando en serio – decía Harry
- Claro que si estoy hablando en serio ¿no me digas que tu si piensas tener hijos?
- Claro que si, quiero tener tres hijos, pero será cuando termine la universidad, no ahora, ya que pueda darles un buen futuro.
Ginny se había parado y le había tocado la puerta del baño a Hermione, los chicos parecían discutir respecto al su futuro.
- Hermione, ¿te encuentras bien? – decía Ginny mientras tocaba la puerta del baño
- Si Ginny – decía Hermione desde adentro y en eso se acercaba Audrey con una mirada de preocupación y le susurraba a Ginny asustada y sin que los dos jóvenes escucharan.
- Hermione esta embarazada ¿verdad? – decía Audrey mientras Ginny no podía negarlo, pero tampoco aceptarlo, no en ese momento – lo se, la he visto, mi madre dice que cuando una mujer esta embarazada su mirada luce diferente, no creí que fuera verdad, pero ahora que he visto a Hermione lo he comprobado, además el estúpido comentario de tu hermano le ha roto el corazón.
La chica pelirroja miraba incrédula a Audrey, era mas lista de lo que parecía.
El cielo estaba tan nublado como era de costumbre todos los días en Londres, mas aún que la estación de otoño se hacía notar mas desde esos días. Eran escasos ocho de la mañana del sábado. Ya empezaba a hacer frío, pero a ella no parecía importarle tanto, pues estaba a un lado de la personita que más quería. Un golpe en el rostro hizo que abriera sus ojos.
- ahora no Jim, deja dormir mas a mamá – decía la chica pelirroja mientras volvía a cerrar los ojos. Y luego un grito acompañado de una risa volvía a hacer que la chica de ojos marrones volviera a abriros ojos. Ahí estaba el pequeño de no mas de 10 meses de edad, levantado sobre su madre, con sus ojitos algo hinchados por apenas haberse levantado, sus ojos color azul índigo parecían brillarle del gusto porque su mami había dormido con el. Su pelo negro se encontraba tan despeinado que esta vez si le ganaba a su padre en algo.
- Ok, ok, te daré desayuno – y Ginny se levantaba, el pequeño le regalaba una gran sonrisa y le daba los brazos para que lo levantara y ella con un gran cariño lo tomaba y lo ponía sobre su cintura y se ponía unos viejos zapatos de noche – Jim ¿tienes hambre? – decía su mamá cariñosamente impidiendo que el pequeño se llevara el dedo gordo a la boca de costumbre. Ginny se había preguntado de donde diablos el niño había aprendido la maña de chuparse el dedo pulgar de su mano, Snape le había dicho que con una sencilla poción dejaría de hacerlo, pero Ginny se había negado, era muy chico para eso, ella trataría de quitarle esa costumbre de otro modo.
Ginny caminó por la pequeña casa, pasó por un pequeño pasillo y fue hacia la cochina que era el lugar mas grande de la casa después de la sala. Al menos era el único lugar de la casa que había podido mantener con un ambiente hogareño. Desde que había entrado a ala universidad había visto menos a James, había veces se que lograba escabullir de su hermano y de sus amigos para dormir una noche en la cabaña en la que vivía James bajo la supervisión de Lupin y de Snape. Esta cabaña pertenecía dentro del territorio detrás de una gran mansión que hace poco había comprado el padrino de James: Draco Malfoy.
Ponía al pequeño sobre una silla especial que tenía para comer. Mientras ella se acercaba a la estufa y la pendía para poner un sartén, ella se acercaba y miraba con orgullo a su pequeño, ya estaba grande, era un poco mas independiente que hace unos meses atrás. Ya había logrado decir una que otra palabra, una que era mama, aunque no podía aun cortar las frases, los dientes del frente ya le habían salido, y era todo un remolino si lo dejaba en la andadera (n/a: es una especie de carrito en donde los bebes aprenden a caminar), uno tenía que andar cuidándolo, aunque era un niño que en realidad no daba mucho problema, tan solo era un niño demasiado curioso y cada día se parecía mas a su padre, no había duda. Algunas veces Ginny penso en decirle a Harry lo de James, sabía que la perdonaría y que se enamoraría de su hijo como ella lo estaba, pero luego que pensaba bien las cosas, la verdad no quería decírselo aun, es mas, no tenía planeado decírselo.
El pequeño James jugaba con una dona de plástico roja, un juego muggle para bebes, se lo echaba a la boca y miraba un poco desesperado y hambriento a su madre. Fue despues cuando Ginny llegaba con un huevo que había freído en mantequilla y había dejado la yema no tan cocida para que el pequeño pudiera pasarla.
- ¿sabes James? Ahora vendrá tu tía Audrey a visitarte, iremos al parque – decía Ginny al pequeño mientras le daba una cuchara de huevo- ojalá que no llueva y nuestros planes se lograrán
- Buenos días Ginny – decía Severus entrando a la cocina ya bañado e ignorando al pequeño con el mismo aspecto de años atrás cuando le daba clases a Ginny en Hogwars, se dirigía hacia el refrigerador.
- Buenos días profesor Snape – decía Ginny mientras le daba otra cuchara al pequeño que cuando vio a Severus sus ojitos azules le brillaban y empezaba a levantar sus manitas para llamar la atención de este, mientras como siempre Severus ignoraba al pequeño. Era raro para Ginny, pero nunca había visto que Snape le dedicara una sonrisa a James o algún cariño, siempre se había mostrado indiferente hacia el pequeño, pero James tan solo lo miraba y se le deshacían los ojos, era como esa figura paterna que no tenía o tal vez la figura del abuelo, quien sabe, pero Ginny se divertía bastante ver a Snape algunas veces logró ver como este le dirigía una mirada de ternura a James, y esto era tan raro, nunca creyó que Snape fuera capaz de mostrar cariño por algo.
- Venga a tomarlo – decía Ginny dejando a un lado el plato - ¿qué no ve que el James quiere que lo cargue?
- Pues para eso estas tu – decía Snape con un tono golpeado –
- Anda, no le diré a nadie – decía Ginny con gracia –
Snape se dirigía al pequeño James que ya estaba acostumbrado a la frialdad de Severus, sin embargo el era feliz en sus brazos. El lo tomaba y lo cargaba y el pequeño dejaba soltar una risita de júbilo y apoyaba su cabeza sobre el hombro de Snape como si fuera su costumbre. Snape se encontraba molesto pues Ginny lo miraba con una gran sonrisa y luego el pequeño agarraba con una manita el rostro rasurado de Snape y parecía balbucear algunas sílabas que Ginny decía que eran cariñitos que James solía decir.
- ¿y tu? ¿qué tanto me dices? – le decía Severus en un tono golpeado a James que cualquiera otro se hubiera sentido mal, excepto Jim, que le daba risa al escucharlo hablar – anda, vete con tu madre, y dile en tu idioma que te cambie el pañal que ya hueles a podrido – y le daba el pequeño a Ginny que lograba ver ese brillo especial en los ojos de Snape por el pequeño, por lo visto le recordaba a una persona, no era ningún Potter, sino a cierta chica pelirroja de apellido Evans.
- Anda vamos – decía Ginny al pequeño.
Un rato después Ginny había alimentado al pequeño, bañado y cambiado, al igual que ella, al pequeño le había puesto un pequeño overol de mezclilla acompañado debajo de este un suéter de cuello de tortuga color verde, el pequeño andaba muy bien tapado para la fría mañana. Le había puesto un gorro negro tejido que su padrino Draco le había comprado y una chamarra por último color verde.
- Ohh, pero que guapo te vez James, ahora iremos al parque, esperaremos a Audrey para irnos, ok – le decía Ginny cariñosamente. Solía hablarle, ha pesar de que el pequeño no parecía comprenderle del todo, pero eso era bueno.
Se escuchaba que tocaban la puerta de la cabaña, Ginny tomaba en brazos a James para ir a abrir la puerta.
- No se preocupe profesor Lupin, es Audrey, quedamos en vernos ahora en la mañana para ir la parque.
- Dudo que sea ella, siempre se levanta tarde, es una floja – decía Lupin mientras daba la media vuelta.
- Si james, ya nos vamos a ir – decía Ginny mientras procuraba ver al pequeño y abrir la puerta al mismo tiempo – deja que mamá abra la puerta.
Ginny abría la puerta mientras se subía el pequeño a su cintura que estaba apunto de resbalársele y se detenía justo cuando miraba una imagen de un hombre. Se quedó callada, pasmada sin decir nada. Los ojos del hombre que se encontraba salidos como platos incrédulo a lo que había visto y había escuchado. Ella no sabia que decir, no sabía ni que hablar y la única persona que rompía el silencio era James que justo en ese momento se tiraba al llanto un poco molesto porque quería bajarse.
- ¿quién dijiste que eras? – le dijo el hombre que Ginny tan bien conocía y tartamudeaba al querer hablar - ese, ese es ¿tu hijo?
- yo... – Ginny no logró decir nada. Una voz que venía de adentro de la casa hizo que Ginny se hiciera a un lado.
- Vete Ginny, yo le diré todo, vete al parque, regresa despues – Ginny no podía ni hablar, tomaba al pequeño bien entre sus brazos y sin decir nada con el corazón queriéndosele salir, preguntándose como había llegado ahí, salía casi corriendo, huyendo con su pequeño en brazos.
- Dime que diablos esta sucediendo Remus – le decía el hombre confundido y aparentemente furiosos – no debiste dejarla ir.
- Pasa es hora de que te diga toda la verdad, es muy necesario – Remus dejaba entrar a Sirius que lucía tan pálido y cerraba la puerta fuertemente para que nadie mas lograra entrar en bastante tiempo.
CONTINUARA.....
