Capitulo  20

UN NUEVO NIÑERO

Estaba paralizada, sentada en una banca de un parque  viendo hacia la nada, entre sus brazos traía a su  pequeño que luchaba  por  bajarse y deshacerse de su madre para ir a jugar con  algunos niños que se encontraban en algunos juegos del parque. Se preguntaba que era lo que iba a suceder ahora que Sirius la había visto, ni siquiera se dio la oportunidad de decir algo, de defenderse, no pudo hacerlo, temía porque sabría que Sirius iría corriendo a contarle a Harry lo que acababa de ver.

- Tu no puedes Jim, aun estas muy pequeño para ir a jugar, son juegos de niños grandes– decía la joven madre mientras el pequeño le dirigía una mirada y le señalaba el lugar en donde se encontraban los demás niños -  anda James, bueno, tan solo caminaremos hacia allá.

Ginny tomaba de las dos manos a pequeño, al menos ya daba pasos el solito apoyado de las manos de su madre y se dirigía casi rápido hacia el lugar en donde estaban los niños con pasos un poco torpes y  luego después de que Ginny  lo sentaba en un columpio sobre sus piernas y sin ánimos empezaba a impulsarse.

No podía dejar de pensar, no sabría lo que  vendría después de eso, ¿y si regresaba y le explicaba todo a Sirius? Le pediría que no dijera nada, le preocupaba la seguridad de James, o tal vez perder  de nuevo a Harry, ¿qué  haría Harry?¿y si no lo aceptaba? ¿si no le creería? Y luego el pequeño James insistía en bajársele de las piernas de Ginny, quería ser mas independiente ahora.

- No James, cuantas veces te tengo que decir, no puedes caminar sin mi, aun  no – Ginny  lo logró sujetar de una manita, el  pequeño ya estaba parado  a un lado suyo y  trataba de caminar hacia los demás juegos.

-  ¿acaso aun no  camina? – Ginny escuchó la voz de n hombre que venía justo de detrás de ella,  volteó y  vio a alguien que inmediatamente tuvo la sensación de que lo conocía.

- Aun no,  es muy pequeño para caminar – de contestó Ginny al hombre que  aparentaba tener unos 28 años de edad, de pelo  platinado ondulado y muy cortito, con rostro  afilado, que  le recordaba a su ahora amigo Draco Malfoy, con la diferencia que  este tenía los ojos  castaños y su rostro lucía con una que otra cicatriz que  revelaba algunas peleas que habrá tenido  tal vez en la calle. Su ropas eran obscuras y su mirada era algo fija, fría y segura –

- No sabes quien soy, ¿verdad? – se acercaba mas el  hombre mientras Ginny miraba algo desconfiada  y tomaba a James que se molestaba un poco porque quería  irse –

- No, creo que no – le contestó al hombre algo nerviosa y cohibida –

- Si, era de esperarse,  estabas  casi inconsciente cuando ten ayude – dijo acercándose mas a ella – son Frank  Lasswell, el mismo que te ayudo a quitarle a ese idiota.

- Ooh claro, mucho gusto, soy  Ginny Weasley, la verdad es que no tuve tiempo para agradecerte por tu ayuda – dijo mientras subía a James sobre su cintura bien, pues  se le resbalaba y le daba la mano –

- No te preocupes, ¿no te ha vuelto a  molestar? No creo que lo vuelva a hacer,

- ¿quién? Aaahh, Colin,  bueno...... no..... creo que le  metiste un buen susto

- se lo merecía el estúpido – Ginny podía observar que el hombre  tenía un carácter  tal vez algo violento, salvaje y aventurero,  se notaba  que siempre se metía en problemas   - cuando quieras te vuelvo a ayudar.

Ginny tan solo sonrió  y se limitó a mirar a James que estaba mas calmado observando algo impresionado a  Frank.

- No hay duda, esa  mirada del pequeño es igual que la tuya,  cuando te conocí no me imaginé que tuvieras un hijo – dijo  el hombre mientras miraba a Ginny como esperando una respuesta alo que le decía.

- Ehhhh.......... este ......... – Ginny  inmediatamente  se puso algo roja, no quería mentir, no le gustaba decir que James no era su hijo, pero recordaba las palabras que siempre le decía  el profesor Lupin: respecto a la seguridad. – No es mi hijo.

El pequeño parecía haberse dado cuenta de lo que decía su madre, pues ahora empujaba con fuerza y molesto queriéndose bajar  de los brazos de Ginny.

- Soy su niñera – no  muy segura dijo esto sosteniendo al pequeño – James, no empieces, no te puedes bajar .

- Espera –  hombre le quitaba de los brazos a James y lo sacudía un poco hacia arriba algo divertido para que se despejara el pequeño que soltaba una  risita de alegría – los niños suelen enfadarse a esta edad demasiado.

- Eso ha de ser – Ginny  tomaba de nuevo al pequeño y luego  el hombre volteaba a ambos lados  viendo que nadie lo viera y sacaba su  varita, mencionaba unas  palabras y  sacaba una pequeña paleta de fresa y se la daba – creo que eso bastará.  Eres  mago por lo visto.

- Así es,  soy mago – decía Frank mientras miraba como el pequeño  se llevaba a la boca la paleta  y la agarraba no del palito, sino del dulce feliz y calmado - ¿te extraña?

Frank había notado que  Ginny miraba extrañada.

- Si, bueno, tal vez no, lo que pasa es que no se me haces conocido

- Ahh, chica popular, déjame adivinar, eres de Howgarts ¿no?

- Así es.

- Fui a ese colegio por dos años, aaah lo recuerdo... dijiste ¿Weasley?

- Si, ese es mi apellido,

- Entonces no me equivoco de chica . dijo casi en un susurro,

- ¿A que te refieres con eso? – dijo Ginny tal vez un poco molesta

-  Como no notarlo antes, el cabello rojo y  las pecas, clásico de los Weasley – dijo Frank,  mientras a Ginny no parecía  caerle muy bien – Conocí a tu hermano Bill, es tu hermano ¿verdad?

- Si, es mi hermano

- Lo conocí en la estación de King's Cross, tu debiste de ser una bebé, pero   en el segundo año me expulsaron. Después me fui a Bulgaria a un colegio de magia, estuve en Drumstrang.

- Así que eres mago y conociste a mi hermano.

- Ajá.

- ¿por qué te expulsaron de Hogwatrs?

- Porque  les hice una pequeña broma al maestro de pociones y a la de transformaciones que no olvidaran en años, eso fue todo.

Ginny se quedó  callada y tomó un leve color  rojo en sus mejillas cuando el  hombre la miraba con insistencia directo a  los ojos,  tenia una mirada  penetrante  e insistente.

- Bueno creo que será mejor que  nos vayamos, te estamos quitando tu tiempo

- Claro que no, tan solo vine  a caminar – dijo  Frank mientras daba un paso al frente de Ginny, notando que ella se sentía un poco incomoda porque invadía su espacio.

El pequeño  James  dejaba caer la paleta que lo había mantenido  cayado por un buen rato,  Ginny se sentía mareada  y un poco incómoda por la situación, no sabía  porque razón en el estómago se le hacía un nudo.

- Es que... ¿cómo es posible?... no lo puedo creer – Sirius  miraba a su amigo con  asombro- es que me es  casi imposible que todo esto  haya pasado sin que  nadie se haya dado cuenta.

- Bueno pues...  yo también creía lo mismo. Se me hacía casi imposible, pero... creo que Dumbledore lo ha sabido manejar a la perfección toda la situación....

- ¿Y Harry? ....  Sirius miraba a Lupin con cierta furia en su mirada – dime ¿y  Harry? ¿crees que se merezca esto? ¿qué culpa ha tenido el chico? Ni siquiera le han dado la oportunidad que se haga responsable de sus actos... y claro.. como lo va a hacer si ni siquiera han tenido la bondad de hablar bien con el... ni siquiera Ginny  que ahora es  su novia.

- ¿Ginny? – No era  algo que a Lupin le sorprendía darse cuenta de que la joven  había vuelto con Harry – pero... ¿acaso  esa  chamaca no comprende? No debería de andarse arriesgando de ese modo.. luciéndose  con Harry... dios...

- ¿vez? ¿cómo crees que me he sentido cuando dijo que ese niño era suyo?  Inmediatamente se me vio la imagen de  Harry con cara de  estúpido por el amor... Harry me había avisado que ahora estaba con Ginny, en su carta se podía  notar que era feliz.... pero después que recibí  tu carta, diciéndome que me necesitabas, no creí que  me encontraría con esto.... lo último que se me hubiera ocurrido sería que ese niño es de Harry..

- Por favor, tan solo es cuestión que lo veas y notarás su gran parecido – Lupin  notaba como a su amigo le brillaban los ojos con una gran intensidad por la furia que llevaba dentro.

- No.. no lo ví y no  me interesa verlo, ni a el ni a su madre- Sirius y Lupin guardaban  silencio por unos segundos, hasta que el mismo Lupin volvió a hablar.

- Cambiarás de parecer cuanto te cuente   todo.. ya te conté gran parte de lo que pasó cuando  Ginny estaba en Hogwarts, ocultando su embarazo, pero aun no te he contado cual fue la razón por la cual  ocultamos al pequeño.

- Me imagino que ha ser Harry – dijo Sirius sin rodeos y con una mirada desafiante –

- No, no lo es del completo.. ¿tienes conocimiento de los documentos que encontró hace tiempo Dumbledore? Las profecías.

- Si, si lo  se.

- Se están cumpliendo – Lupin se detuvo por unos segundos para pasar saliva.

- Aaayyy por favor  Remus. ¿cómo pueden creer en eso? Lo único que me he percatado de lo que ha pasado es de el ataque de Voldemort  y..... – Sirius guardó silencio un momento y  la primera imagen que se le vino fue  la misma que hace menos de una hora acababa de ver: Ginny con el pequeño.

- ¿ves? – dijo Lupin levantándose -  es  la segunda, el embarazo de  la mujer de fuego,  Dumbledore lo notó  demasiado tarde, ella ya estaba embarazada cuando descubrió quien era.

- Bueno son dos profecías,  y  tal vez...

- Son mas de dos... – dijo Lupin – James  ha nacido con la marca de Harry.

- ¿LA CICATRIZ? – dijo  incrédulo Sirius - ¿QQQQUUUUEEEE????  NO ESO NO PUEDE SER... LAS CICATRICES  NO SE HEREDAN.

- Sirius,  el pequeño tiene  su cicatriz, parece como si hubiera sido una marca de nacimiento. En el mismo lugar, de  la misma forma, tan solo que el no la lleva siempre.

- Esss  quee.... no... eso no puede ocurrir – Sirius se negaba y no escuchaba lo que Lupin decía con claridad -¿dices que no la lleva siempre?

- No... tan solo cuando hay alguna manifestación de magia negra a su alrededor.. no sabemos con exactitud  que tan cerca puede llegar a sentirla, pero   el pequeño no esta bien Sirius.

- Heredó la cicatriz ....  -Aun lucía incrédulo Sirius y miraba atónico una foto que estaba de James en el escritorio que estaban sentados – ¿cómo pudo haber ocurrido?

- No sabemos con exactitud. Tal vez fue el hecho de que Ginny se haya enfrentado a el-que-no-debe-ser-nombrado y...

- Voldemor Remus, se llamaba Voldemort, ya no hay que temerle mas, el ya no existe..

- Lo siento Sirius, es la costumbre, pero como te decía Dumbledore cree que  haya sido la maldición Crucios  misma que le fue hecha a Ginny cuando estaba embarazada y que casi hacía que perdiera a al pequeño.

- ¿crees que haya sido eso?

- Eso y que Harry es el padre – Lupin  se levantaba y tomaba un libro de un estante y lo abría. Justo dentro había una hoja suelta que no pertenecía al libro y luego con voz un poco temblorosa leía para  Sirius:

- "El elegido llevará la marca del niño que vivió, mas no será  el, sino su fruto que será de su sangre  y de una sangre limpia"

- ¿Son las profecías? – decía Sirius señalando el papel que estaba en las manos de Lupin - 

- No – contestaba Lupin  todavía con el pedazo de hoja entre sus dedos – es  tan solo unas anotaciones que yo mismo hice y  eso no es todo:

- " Resaltará su marca  cada vez que la magia oscura esté  penetrada en el aire"    "Con su sangre levantará de las profundidades al  mago mas tenebroso de los tiempos"

- No creo que eso sea cierto – Dijo Sirius cruzando los brazos –

- Se nota que no haz notado su cicatriz, tan solo ha ocurrido dos veces, el día que nació y hace una  semana. Por eso te he pedido que vengas a  apoyarme, no creo que Snape pueda el solo.

- ¿Qué es lo que harás? – decía Sirius  con curiosidad.

- Veré  que es lo que ha ocurrido, buscaré indicios de algún ataque que se haya hecho.

- Últimamente no ha habido ningún ataque, lo se por el propio ministerio, me mantengo bien informado.

- No confíes en el  ministerio, entre  Snape y yo hemos descubierto  algunas irregularidades  dentro  de este, creemos que el último   ataque fue  hace  unos  días sin embargo aun no encontramos nada.

- Y ¿por qué   Snape no es el que va a buscar? – Sirius parecía algo molesto por el hecho de quedarse con su ex compañero de Hogwarts.

- Porque el tiene que quedarse aquí. El es  el único que puede preparar una poción  para el  niño, además pronto será luna llena y   yo en estos días suelo ocultarme.

- ¿Una poción? ¿para que diablos?

- Para ayudar  a cesarle el dolor a James – Dijo Sirius tristemente – te dije que ese niño no es muy sano, aunque cuando  no sucede nada es demasiado activo. Yo diría que es de más, sin embargo hay algo que no te he comentado.. ni Ginny lo sabe pero...   si los ataques  a muggles o a brujos comienzan y no los podemos controlar... es niño no resistirá mas..... creemos que por lo mucho llegue a resistir  hasta los dos años de vida si es que nos va  bien.

Sirius guardó silencio. Vio como a su amigo le brillaron los ojos a causa de unas posibles lágrimas que pudieran salirle por la tristeza, en verdad  el se había encariñado con el pequeño. Luego Remus volteaba a otro lado para ocultar sus ojos cristalizados.

- Creo que  con mas razón deberían de decirle a Harry de la existencia de.. ¿dijiste James? –

- Si, se llama James – una leve sonrisa apareció en el rostro de Lupin – Pero  te diré algo, eso no nos pertenece a nosotros, sino a Ginny decírselo.

- ¿Y cuando se lo dirá? Remus ¿cuándo? -  Sirius levantaba la voz  en protesta- ¿cuándo le lleve el cuerpo de  el que fue su hijo?

- No digas eso – Inmediatamente se escuchaba una voz que le  era familiar, volteaban y ahí estaba Snape. - ¿Tu que sabes Black si ni siquiera conoces bien lo que ha ocurrido?

- Para eso yo se lo estoy  contando – decía Lupin  con voz calmada y determinante  con el propósito de que no se llegara  a hacer mas grande el asunto. Sirius  parecía mas enojado –

- No se porque Dumbledore  te pidió a ti que viniera, en cambio yo tenía mas derecho por ser el padrino de Harry – dijo Sirius levantándose para quedar en el mismo nivel que Snape.

- Tal vez yo no hubiera venido, pero de algo si  estuviera seguro es que  hubieran visto a un hombre lobo en la ciudad muggle de Londres- Dijo Snape con algo de sarcasmo - ¿acaso  tu hubieras podido  realizar la pócima para Lupin?

- Desgraciado -  Sirius caminó con furia hacia Snape pero   intervino Lupin  rápidamente –

- No te llamé para que vinieras a  discutir con Severus – decía Lupin  justo en medio de los dos.

- ¿Severus? ¿desde cuando tan amigo suyo? – dijo Sirius sentándose en silla sin voltearlo a ver.

- Juraría que estas celoso – dijo Snape con cierta risita burlona –

- AA MI NO  ME ---

- YA POR FAVOR – decía Lupin tomando orden – NO ES MOMENTO PARA DISCUTIR  ¿ACASO NO SABEN LA GRAVEDAD DEL ASUNTO?

Los  dos se quedaban callados y luego Sirius volvía a hablar.

- No se cual es la finalidad de  que  le mantengan a Harry todo esto oculto

- Desde que conozco a Potter lo único que ha hecho es  meterse en problemas – contestó Snape mientras  Sirius amenazaba con levantarse de su silla e irlo a golpear hasta que una mirada de severidad por parte de Lupin lo calmaban y  volvía a hablar.

- Entiende Sirius, James es blanco para los mortífagos que quedan, bastaría con averiguar un poco a Harry para encontrarlo. Por eso  es que ....  – Lupin prefirió guardar silencio, estaba a punto de decir su desacuerdo ante la pareja de Harry y Ginny- ... por eso es que tenemos que tomar medidas... hemos hecho lo que  tuvimos a nuestro alcance con Ginny, para la sociedad muggle y del mundo mágico, ella tan solo es una bruja , hija del secretario del ministro de magia que estudia la universidad en Londres.

- No se para que le das tanta explicación – decía Snape  mientras le echaba una mirada casi asesina a Sirius.

- Porque  no confío en nadie mas  - dijo Lupin mientras miraba a Sirius – espero que me ayudes, tan solo son tres meses los cuales  yo me iré

- No lo se Remus, no me gustaría mentirle a Harry, me siento mal con el hecho de que me hayas confiado ese secreto y ocultárselo al muchacho –

- Te dije que no deberías de confiar en tu amigo – dijo Snape mientras Sirius se miraba aun mas molesto.

- Me quedaré – dijo Sirius.

- Perfecto..  mira,  ese niño te caerá muy bien. Es buen muchachito, no da nada de lata. Tan solo son  una que otra cosa las cuales tienes que estar atento.

- Claro  - dijo Sirius pensando un poco - ... pero...  una cosa.. ¿por qué crees que James está  en peligro mas ahora que  antes?

- Porque hace  semanas atrás alguien atacó a Ginny.

- Estúpido muchacho de la cámara – dijo Snape -  no se como Dumbledore  pudo haber confiado  en él  después de que le borró la memoria.

- Pues en ti lo hizo – dijo Sirius  mirando de reojo  y entre dientes

- Lo se, pero creyó que no causaría peligro. Antes de que James naciera este joven amigo de Ginny se percató de su estado y Dumbledore  por seguridad le borró la memoria.  Por equivocación y mala elección Ginny terminó siendo su novia y ahora que ha  terminado con el en este verano pasado ... por motivos que tu haz de saber -  Remus se refería a la relación de Ginny y de Harry -  creemos que alguien  le ha ayudado a recobrarla y le dijo a Ginny, aun no sabemos si fue por dolido o por venganza de que andaban buscando a James para... traer con  vida  al –que-no-debe-ser-nombrado.

- Patrañas – dijo Sirius –

- Entonces ¿cómo pudo haber sabido ese chico lo de mas profecías?

- No lo se, pero creo que las cosas son mas complicadas de lo que parece, creo que deberíamos de....

- Aquí estas, hasta que  encuentro a alguien– una voz femenina se escuchaba  detrás de Sirius, justo en donde estaba la  puerta, parada y asomaba su  platinada cabellera con una gran sonrisa.

- Audrey ¿sabes para que son las puertas? – Lupin miraba tras unos anteojos que rara vez  se ponía –

- Muchacha entrometida – dejó escapar Snape.

- Lo siento lo que pasa es que ......-  Audrey se quedaba callada y miraba al señor que estaba sentado frente a Lupin y le sonreía dejando un poco embobado al hombre de ojos  azules - .... es que.. quedé de verme con Ginny aquí para ir al parque, pero llegue  tarde y bueno.....  abrí la puerta ... tu sabes... como   Fred y G...

- Si Audrey , si,  Ginny se fue hace un buen rato, anda vete, me imagino que te ha de estar esperando en el parque. – Lupin le hacía  señas con la mano para que se retirara pero la chica no  parecía moverse del marco de  la puerta y volteaba coquetamente con Sirius que  estaba algo embobado.

- ¿Acaso no me piensa presentar  a ese apuesto hombre? – decía Audrey sin descaro y con una gran sonrisa.

- No, anda vete.

- Sirius Black.- se escuchaba y luego  le daba la mano para presentarse – mucho gusto.

- Sii..ssiriuuss ¿Black? – decía Audrey asustada entendiendo quien era y haciéndose para atrás, Sirius bajaba la mano algo decepcionado – emmm este... creo que me iré  necesito buscar a Ginny.

- Audrey – la detenía Lupin – no, espera.

- ¿Sí? – decía algo preocupada Audrey.

- Mejor espérame afuera, tengo que hablar contigo.

- Esta bien. – Se daba la media vuelta  y cerraba la puerta

- ¿quién era?

- Audrey, la amiga entrometida de Ginny.

- Creo que la asusté

- No, no es eso, es que sabe que eres el padrino de Harry.

- A esa chica, nada la asusta – terminó de decir Snape.

- Apuesto a que ha de tener  herencia de alguna veela – dejó escapar Sirius tras un suspiro mientras Snape hacía un gesto como si algo apestara dentro del pequeño cuarto.

Una semana después parecía que todo era un caos completo,  la  facultad de sociología cultural  se estaba preparando para recibir a un centenar de estudiantes  que vendrían de  todas partes del mundo para el campeonato universitario de quidditch, el ministerio de magia estaba involucrado para la seguridad, ya que las instalaciones de la universidad  se encontraban justo en el centro de Londres.  Los preparativos  se miraban por todas partes de la universidad un caos,  los  estudiantes no dejaban de hablar de  los próximos partidos de quiddich, las  chicas no  querían perder la oportunidad de  conocer a chicos y los chicos igual.

Sin embargo algo raro estaba ocurriendo en los últimos días. Hermione se miraba  demasiado rara  e ida. Su rostro parecía pálido y ahora volvía a parar  mas tiempo en la biblioteca como en los viejos tiempos, Harry creía que era  por causa de Ron, ambos  no daban su brazo a torcer. Por otra parte Ron parecía disfrutar su soltería; cada noche  después de los  cansados entrenamientos de quidditch el se iba con Scott y otros compañeros a un bar que estaba muy cerca  de  la universidad a disfrutar de lo que Ron decía que era su juventud.

Los tres chicos  extranjeros de América que últimamente  Harry se había hecho amigos suyos  también sufrían  de cambios. Scott parecía algo triste porque Paulina   no le hacía caso, parecía que esta chica tenía  sus propios problemas como para preocuparse por lo de los demás, estaba así desde  que le habían comentado de que México asistiría a Londres para participar en  el campeonato entre universidades. Scott se unía al grupo de los solteros y se iba también al bar, pero al igual estaba emocionado porque llegarían viejos  compañeros suyos de América.

Silvia no dejaba de quejarse en todo momento del  horrible frío de Londres, parecía afectarle y era ya clásico  escucharla mencionar la ya trillada queja, y en su rostro  se dejaba ver una nariz roja por los  helados vientos.

Ginny parecía mas concentrada en los estudios,  no era raro verla metida también en la  biblioteca con un pesado libro de historia y la cabeza metida en este.  Audrey, ella...... ella seguía siendo  Audrey.

Sin embargo alguien se miraba demasiado contento entre los jóvenes que se escuchaban hablar  de quidditch y de chicas.

- Es una lástima que no vengan muchas chicas, en verdad, me hubiera gustado conocer a una alemana – decía un chico  algo robusto y bigotón para su edad.

- Tengo entendido que tan solo son dos equipos de  quidditch tienen a chicas, uno es el de Australia y otro es el de México – contestó un chico alto  de color

- Pero, ¿qué no México nunca ha aceptado a una mujer en su equipo?

-  No  el equipo  de la selección nacional, en el de la universidad  si ha aceptado, de hecho tienen a  una  mujer  como  guardian.

-  Te equivocas – le dijo el otro chico – Esa mujer es tan buen guardian que quedó  en la selección nacional mexicana, de hecho es la primer mujer que entra, tu sabes, los mexicanos son algo machistas y bueno, era muy difícil que una mujer entrara, creo que ha de ser muy buena para que haya quedado.

- ¿Y como sabes tanto? – pregunto el chico robusto-

- Ahh, pues me mantengo  bien informado, hay una  revista que sale cada mes y que habla de quidditch y de varios equipos de............

Harry caminaba , por todas partes se escuchaba que hablaban de quidditch, era la novedad, sin embargo sabía que estaba prohibido hablar fuera de la facultad de todo aquello que tuviera que ver con la magia. Las cosas últimamente no eran muy buenas, sus amigos  parecían separarse cada vez mas de él, tal vez creía que era momentáneo, después de casi  ocho años de amistad era común que  cada quien buscara cosas distintas.

El se sentía raro  últimamente, tenía una gran ansiedad por siempre andar cerca de su novia,  era  distinto, con lo que había tenido con Cho (en esa relación ambos eran mas independientes de lo que se creía), ella siempre había sido la chica perfecta, linda, carismática,  una excelente jugadora de quidditch y sobre todo buena amante, muy a pesar de las cosas, creyó que la amaba, y que estaba enamorado de ella por mucho tiempo,  pues cada vez que la miraba  sentida  algo raro , pero  lo que al final de cuentas descubrió fue que sentía una fuerte atracción por la  joven de apellido oriental.

Sin embargo lo de Ginny era distinto, completamente distinto, por una extraña razón  se sentía muy unido a ella, fuera de Voldemort y de los ataques que ambos tuvieron, era algo distinto que  creía saber y que prefería ignorar  y olvidar,  quería empezar de cero, olvidar lo que sentía en Howgarts que era totalmente distinto a lo que sentía por ella ahora, olvidar a Cho (aunque esto no era algo tan fácil  como  parecía) olvidar lo que Ginny tuvo con Colin, cada vez que  el se le atravesaba por la cabeza sentía unos celos  terribles al joven y muchas veces había estado tentado a preguntarle a Ginny hasta donde había llegado con él, pero siempre se terminaba arrepintiendo, temía que terminaran peleándose y  perderla, creía no soportarlo.

Ahí estaba él, acababa de salir de una clase de la que ni siquiera había puesto el mínimo interés, sin embargo fue el primero en salir de la  aula  algo urgido. Salió del pasillo y observó  desde arriba hacia la explanada de la facultad que estaba llena de jóvenes y una voz le interrumpió.

- Oye, ¿haz visto a Ron? – decía una chica  algo pequeña, encogida por el frío del que no estaba acostumbrado –

- Salió a mitad de la clase, ya no volvió, ¿para que lo quieres Silvia?

- Es que.. no lo se... Paulina y Audrey traen una loca idea, no se si  pueda decírtela..

- ¿Loca idea? ¿ustedes? Que raro – dijo Harry con una sonrisa –

- Ayy Harry, no es mi idea, es mas de Audrey que nuestra.

- ¿de que trata?

- Parece que  no te haz dado cuenta, pero se trata de Hermione.

- ¿Hermione? ¿qué le sucede?

- Oyes  ¿qué diablos te pasa? – Decía Silvia molesta – tu conoces mas a Hermione que  alguna de nosotras, creí que  tu sabrías con exactitud que es lo que sucede.

- Aah,  es lo de Ron. Creo que son sus problemas, además no hay nada que solucionar, es cosa entre ellos, yo ya desistí  los dos son demasiado testarudos y orgullosos, por eso ni le muevo , porque los conozco.

-  No, no me refiero a lo de Ron, o tal vez,  lo que sucede es que ella ha estado muy mal,  tal vez es física o emocional , pero  creo que hay que apoyarla porque.... .. ¿Harry? ......  Harry 

Harry parecía no ponerle atención a la chica  de piel apiñolada. Pues estaba mas atento a ver a  otra chica que le llamaba bastante la atención, la chica estaba al fondo del pasillo y  hacía ademanes algo  exagerados para llamar la atención mientras platicaba con un chico.

- ¿No es esa tu ex novia? – preguntaba Silvia con algo de coraje

- ehhhh??

- Aggggr,.  Mejor me voy creo que andas en al luna... – la chica se daba la vuelta – quien diablos entiende a los hombres  todos son una bola de.....

Con tan solo una mirada  hizo que Cho se alborotara porque él le había visto. Harry se limitó a darle una gran sonrisa, tal vez no se dio cuenta del todo pues estaba demasiado contento.

Dio unos pasos y bajó por las escaleras que daban directo a  el piso  de abajo en donde estaba la explanada llena de chicos y no pudo impedirlo. Tenía como una especie de radar conectado a su mente, involuntariamente recorría toda la escuela entre chicos y las buscaba con la mirada. Ahí estaba, con su roja cabellera  mas debajo de los hombros.  Lucía hermosa y una sonrisa se dibujaba en él. Parecía explicarle algo a un chico, pues tenía  un libro abierto y lo miraba sin dejar de hablar, en cambio el chico sin que ella se diera cuenta la miraba con asombro y no parecía ponerle atención.

- Nunca creí verte  así -  escuchaba una voz Harry  bastante familiar y sin dejar de verla  le contestó –

- ¿cómo?

- Jajajaja, ayy Harry,  la verdad me sorprende que  estés así y mira de quien es.

- Ay ya  Ron, ¿qué  tiene de malo? Si,  quiero a tu hermana y que.

- Es que si vieras la cara que haces cada vez que la vez – Ron trataba  de no soltar una risita al ver una mirada fulminante por parte de su amigo.

- Mmmjj,   ¿en donde diablos te habías metido? – preguntó Harry mientras le echaba un último vistazo  a  Ginny –

- AA,  es que ese viejo me enfadó con toda esa estúpida teoría –

- No, no era eso, te vi hoy en  la mañana,  te mirabas  demasiado mal,  creo que ayer se te pasaron las copas.

- Si sabes, entonces ¿para que preguntas? Salí porque el dolor de cabeza era insoportable y quería un gran vaso de agua.

- Creo que estas saliendo demasiado.

- ¿y que? ¿acaso hay alguien que me detenga?. No Harry,  ya no hay nadie – Ron decía esto último con nostalgia y tristeza.

- ¿por qué no vuelves a buscarla y  poner las cosas en claro? .

- Porque ya lo hice una vez y no funcionó  me mando mucho a la....  bueno , tu ya sabes,  además tu haz visto como ella me trata ahora,  no le intereso.

- Yo no diría eso además deberías de buscarla, ella luce distinta como si no tuviera vida.

En ese momento una chica se despedía del chico al que le acababa de explicar unas cosas y caminaba hacia donde estaban ellos.

- Hola – la chica pelirroja se acercaba y unos ojos verdes  inmediatamente brillaban con tal intensidad que  no pudo resistirse a ellos y le dio un leve  beso en los labios – mmm  me da alegría verte – le dijo solo al chico de cabellos negros.

- ¿Sí? – le susurraba a Ginny mientras la tomaba de la cintura  y la abrazaba.

- Oigan. Dejen de hacer eso.

- Si, no hay que comer pan enfrente de los  pobres – dijo Ginny en son de broma mientras su hermano cruzaba los brazos-

- ¿Con quien hablabas? – Harry le decía con tal sutileza que no parecía reclamo.

- Con Joshua, quería que le explicara cómo sería el trabajo final de la clase que acabamos de tener –

- ¿Celoso Harry? – decía Ron para molestar  a Harry mientras dejaba escapar una risita burlona.

- No tiene porque esta celoso, aparte Joshua no anda detrás de mi, sino de Hermione, - Ginny miraba como su Hermano tomaba en su rostro desde un color rojo hasta morado del coraje.

- ¿Quieres que te lleve a comer? – decía Harry ignorando a Ron que se encontraba ocupado  dirigiéndole una mirada asesina al chico con el que  acaba de platicar su hermana.

- Creo que no puedo –  decía Ginny  algo triste – tengo que pasar a la Biblioteca,  es tan solo un reporte lo que tengo que hacer, no tardaré mucho, si gustas me podrías esperar en el merendero.

- ¿y si mejor te ayudo? – preguntó  Harry con unas ganas tremendas de seguir a su lado.

- No quiero que te aburras

- No lo haré  - le contestaba el ojiverde – contigo no me puedo aburrir

- Mejor quédate con mi  hermano – y  acercándosele al oído de Harry le dijo – tengo que hablar con Hermione, ella está ahí.

- Esta bien  te acompañaré tan solo.

Ron aún miraba con coraje al joven que ni siquiera se daba cuenta de lo que sucedía y Harry  con tan solo  darle un leve golpe a Ron le daba entender que caminara. Harry tomaba de la mano a Ginny y la acompañaba hasta la biblioteca en donde la dejaba y  casi se aseguraba que entrara a ella.

Una enorme biblioteca que se encontraba justo en el sótano de la facultad,  era  tal vez  cinco veces mas grande que la de Hogwarts, con grandes estantes de casi dos pisos de altura con un montón de libros escritos, tanto como mágicos como  libros muggles, todos tenían un seguro especial, no era fácil abrirlos y  hojearlos.

Caminó buscando entre las mesas en donde podría estar su amiga, hasta llegar a una, un montón de libros la tapaban como siempre, estaba sentada escribiendo en un pergamino y tenía los dedos manchados por la tinta, lucía  tremendamente mal.  Tenía unas ojeras y su arreglo personal no parecía preocuparle mucho.

- Hola, perdón por la tardanza, es que me encontré a Harry y a Ron afuera y ...

- No te tienes porque preocupar Ginny, en verdad, esto aquí  desde hace mas de tres horas. 

- ¿En serio? ,  espera... ¿faltaste a clase?

- Esto es mas importante de lo que crees  - decía Hermione  mientras cerraba de golpe un viejo libro  y lo ponía  sobre un montón de libros.

Ginny echaba un vistazo a los títulos de los libros "la mujer y  la anatomía" "9 meses y cómo combatirlos" "medimagia general".

- ¿Qué es lo que haces? – le preguntaba la pelirroja mientras la castaña hacía un leve gesto en la  boca  sin contestar y luego  Ginny miraba una página de uno de los libros que estaba  abierto, mostraba información de los tipos de abortos que había y de cómo  les sucedía a las brujas.-  Hermione, pero ... ¿qué significa todo esto?

- Pues ya vez ....  decía Hermione no muy preocupada o conciente de lo que pensaba hacer, mientras Ginny parecía  aterrada.

- No, es que no puede  ser. No puedo creer que pienses de esa manera – y  luego  miraba a  Hermione desesperada – cuando me dijiste que no sabías que hacer pensé  que  buscarías otra solución,  no esta.

- Tengo que buscar todas las soluciones posibles Ginny – Hermione contestaba algo fría  y luego volvía a  incorporarse a otro libro.

- Pero... es que... no... no  Hermione.. no puedo cree que pienses así.. .. ¿piensas abortar?

- No tengo salida Ginny – Hermione se detenía por un momento  sin mirar a Ginny y luego volvía a sumergirse en la página del libro.

- ¿qué estas diciendo? –

Inmediatamente Ginny se imaginó cuando  hace año y medio   exactamente le ocurrió lo mismo, en cambio ella, con un año menos de edad de Hermione, con una familia de la cual se supone que la protegía, con una relación   que parecía derrumbarse y con un año menos que ella, se estaba enfrentando al mundo  tal  y como era, sin contar que se había atrevido a enfrentarse al- que-no-debe-ser-nombrado  para ayudar al padre de su hijo, y en ningún momento había pensado en el aborto,  ella no se podía arrepentir de su  decisión,  y mas cuando miraba  a James o pensaba en él.

- Tu no entiendes Ginny, no entiendes en la situación en la que me encuentro, tengo que hacerlo, no tengo otra opción

- Te estas cerrando Hermione, estas mal, no, es que no puedo creer que pienses de esa manera, no puedes acabar así de fácil con una vida que apenas va comen.....

- No Ginny, tu no sabes nada- Hermione en ese momento volteaba  con los ojos humedecidos y confundida, la verdad es que ni ella misma sabía que hacer, tan solo  leía los libros para encontrar una sencilla solución, la que fuera.

- Tu no sabes nada de nada Ginny, no tienes ni la menor idea de estar en mi lugar. Estoy entre la espada y la padre, ¿te imaginas lo que sucederá en dos meses mas? ¿crees que le pueda dar un buen futuro a lo que estoy esperando? Ni siquiera llevo un año de la universidad, traeré al  mundo un niño  que ni siquiera tiene padre seguro, mis padres Ginny, ¿te imaginas lo que dirán mis padres cuando se enteren? ¿cómo lo alimentaré?  Ni siquiera tengo trabajo, mucho menos un hogar, cuando en la universidad se enteren que estoy embarazada me expulsarán de los dormitorios, tendré que buscar un lugar en donde quedarme,  ¿me dices que  me estoy cerrando? – Hermione  tenía los ojos cargados de lágrimas,  Ginny entendió que le dolería  deshacerse del   pequeño y lo único que pudo decir ella fue una simple palabra.

- RON

- ¿QUÉ? – Hermione  le miraba con dos lagrimas ya en las mejillas.

- Dile a Ron a ver si te piensa ayudar, pregúntale que, que  opina

- Estas loca, no lo pienso hacer

- Si, porque sabes lo que hará,  querrá casarse contigo, lo apuesto

- Así es, y esa no es la manera de solucionar las cosas,

- ¿Entonces cual? ¿se lo ocultarás? Ron cometió un error  al haberse metido con una zorra, pero  ¿crees que ese es el precio  por haberte engañado? No Hermione, no  seas así,  dale la oportunidad que el también decida, te apuesto a que  no tendrás que preocuparte por darle un  techo al  bebé.

- Eso es precisamente lo que no quiero, no quiero  que el  esté conmigo tan solo porque estoy esperando un  hijo suyo, no quiero obligarlo  a estar conmigo

- ¿OBLIGARLO? por favor Hermione

- shhh,  ¿acaso no pueden guardar silencio? Si siguen hablando fuerte, mandaré a que las saquen – decía justo una  de las señoras que trabajaba y Ginny  siguió hablando, con la diferencia que tan solo susurraba.

- Por favor Hermione. No cometas una locura de la cual lo mas seguro es que te arrepentirás después, además ese bebé que esperas no es solo de tu sangre, sino mía  también ¿sabes que es lo que te digo?

- Se me olvidaba  que eras hermana de Ron,  soy una estúpida al creer que podía contar contigo – Hermione  azotaba el último libro  que traía hacia la pila de libros que estaban en la mesa haciendo que un estruendoso ruido se escuchara en toda la biblioteca, la bibliotecaria  volteaba molesta  y Hermione sin darle oportunidad a que fuera a reclamarle salió corriendo tapándose el rostro con las manos.

Ginny se sintió culpable, por un momento una serie de sentimientos removidos le explotaban en su interior, Hermione estaba pasando por algo que ella ya había pasado ¿era fácil entenderla?  Tal vez si, sin embargo la forma de ser de Hermione le impedía que hiciera muchas cosas. Conocía a su amiga lo suficiente para creer que no sería capaz de hacerlo, aunque temía equivocarse. La siguió hacia los baños de la biblioteca y ahí estaba, los baños estaban solos , tan solo una chica de cabellos enmarañados se lavaba la cara con insistencia para ver si así se le borraban las lágrimas del rostro.

- deja de tratar de llamar la atención – le dijo la pelirroja a Hermione mientras esta segunda cerraba los grifos de agua y la miraba a través del espejo del baño – deja de hacer eso que me haces que me dé un miedo terrible  y una desconfianza hacia ti que nunca antes habías logrado.

- ¿qué? – decía Hermione hablando con un poco de mas libertad

- Si, por favor Hermione, ¿ crees que no me estoy dando cuenta?  Lo haces porque estas desesperada y no sabes que hacer, pero en verdad no quieres deshacerte de él.

- Te  equivocas Ginny – decía la chica mas calmada.- yo....

- Contéstame una pregunta, solo una pregunta por favor – Hermione se quedaba callada y miraba  a su amiga como accediendo. – solo una pregunta, muy ha pesar de lo que haya pasado.  Sin importar de cómo sea ahora, sin importar absolutamente nada., independientemente de lo estúpido que fue mi hermano.

- ¿qué quieres que te diga? – la voz de Hermione se mostraba calmada y accesible

- Tan solo contéstame y  dime si en realidad quieres tantito a mi hermano.

Hermione se soltó a llorar como si fuera una niña, Ginny logró comprender exactamente que era lo que ella estaba sintiendo. Era  terrible ver como  se ahogaba no en su propio llanto, sino en su propio dolor de la herida  que le había producido recientemente y Ginny se acercó a ella para poderla consolar, pero no se dejó y luego empezó a hablar sin parar de llorar.

- Lo amo, lo amo Ginny, no tienes idea de cuanto lo amo,  pero entiende que no puedo estar cerca de él, no puedo y me duele  demasiado.... me duele como nunca antes me había dolido ... te juro Ginny,  me quiero morir, me quiero morir, no aguanto el dolor tan grande que siento  por lo que me hizo – Hermione se aferraba ahora a Ginny y la abrazaba para poderla calmar, sin  embargo la combinación de el llanto con el dolor era algo que Ginny no podía resistirse y ella también empezó a  llorar, quiso contarle lo que ella había pasado, no tan menos mal,  al menos Harry nunca se había  enterado, pero , ni Ron  tampoco,  Ron no sabía del estado de Hermione.

- Por  ese amor que sientes por él, por lo que sentiste, por  el amor a Dios Hermione, ese niño que esperas  es lo más puro de el  y de ti, te juro que no te arrepentirás de eso – Hermione tenía el rostro  lleno de lágrimas  y no podía dejar de llorar – te lo dice alguien que ya pasó por eso y ...

Justo en ese momento entraba una chica a los baños y se quedaba quieta  algo pasmada al ver la escena de Ginny y Hermione abrazadas en medio de los baños e inmediatamente  se separaban, la otra chica las miraba extrañadas y con cautela y sin quitarles la vista se metía a uno de los baños.

- Creo que han creído que somos del otro bando – dijo Ginny mientras reía un poco – anda, deja de llorar y lávate la cara, te esperaré  afuera, tengo  algo que buscar.

Ginny salió del los baños, se limpió el rostro y se dirigió hacia la mesa en donde había dejado sus cosas. Después de  un  regaño por parte de la bibliotecaria  tomo un viejo cuaderno que traía consigo en su bolso y que  nadie lo sabía, con excepción de pocos, pero  le había costado mucho trabajo conseguirlo y aun mas trabajo poderlo abrir. Subió las escaleras que daban a la segunda sección de la biblioteca, justo en donde decía:

"Libros de encantamientos  y Pociones"  sección: magia negra.

Ginny  miró el cuaderno que era blanco con unas flores  silvestres  lilas  y sacó su varita y mencionó la palabra que abriría el cuaderno: Lily Potter. La primera página se abrió y  unos datos resaltaban: Lily Evans,  6to año, Gryffindor.

Llegó hasta las últimas páginas, nadie  se esperaba que datos de ese tipo estuvieran justo ahí en ese cuaderno, venían los datos de unos libros que le llevaría a indagar sobre algo que la ayudaría. Viendo la bibliografía buscaba entre los libros hasta dar con uno.  Volteó hacia  abajo  en donde estaban las mesas de estudio y Hermione se encontraba ya ahí,  trató de hablarle para decirle en donde estaba, pero no le pareció conveniente, y la chica  de cabellos castaños al ver que su amiga no se encontraba se marchaba. Ginny  pensó que así era mejor,  podría hacer muchas preguntas. Tomó otro libro mas, tal vez  esos mismos libros la llevarían a descubrir con exactitud que  hechizo protector utilizó  lily Evans para proteger a Harry.

Se buscó una mesa de estudio que estuviera cerca, colocó   tan solo los dos primeros libros que encontró y siguió su búsqueda. Se preguntaba aun cómo  había conseguido Lily Evans lograr  un hechizo tan eficiente, tal  vez había sido  un encantamiento, pero no conocía encantamientos  que  protegieran de un Avada Kedavra, mucho menos pociones, aunque Snape  insistía  que si se lograba mezclar estas dos, se podía lograr dos cosas, un éxito jamás visto o un chasco completo acompañado con una muerte, pero Ginny  sabía a la perfección que no podía ser del todo posible, lo único que lograría  sería un total fracaso.

Así paso unos quince minutos, sumergida viendo el montón de libros, hasta que se escuchó unos pasos avecinarse; sabía que si alguien la encontraba ahí  inmediatamente se correría el rumor  de que  Ginny Weasley estaba en la sección  de magia negra, esa sección era las mas abandonada de la biblioteca.

- BUUUU – decía una voz con el propósito de asustar  a la pelirroja –

- Audrey – susurraba la pelirroja sin hacer un gran escándalo –

- Chin, no te asuste – una gran sonrisa se dibujaba en  la chica platinada y luego como si nada tomaba un libro del estante –  me encontré a Harry afuera de tu  facultad y me dijo que estabas aquí  ¿qué hace Ginny Weasley en la biblioteca? Me pregunto.

- Aaayy, Audrey, no empieces con tus bromas, así que ayúdame a cargar esto – Ginny le daba tres libros  demasiado gruesos y  pesados mientras ella agarraba  otros tres – llevémoslos a aquella mesa.

- Oyes, están muy pesados ¿para que quieres tres biblias? – Audrey dejaba caer los libros a la mesa de golpe causando un fuerte ruido.

- ¡Audrey! – decía  Ginny  acompañada de una mirada fulminante –

- Lo siento, perdón, no lo vuelvo a hacer – y la chica se dejaba caer a una silla y simulaba interés en los libros. Sin embargo  mostró mas  interés en un cuaderno que descubrió como muggle  que tenía unas flores en la portada. - ¿y esto? ¿qué es? –  y lo tomaba, estaba abierto.

- ¿eso?

- Si. Lily Evans – leía  la chica – sexto año,  ¿gryffindor?, dime una cosa, ¿quién es  lily evans?

- Shhh, no lo leas en voz alta, alguien nos podría oír – Ginny le arrebata el cuaderno –

- Pero si esta área esta sola, dime pues,  ¿quién es esa chica?

- Era la mamá de Harry – dijo Ginny sentándose en la mesa.

- Y ¿tu que haces con eso? ¿no me digas que Harry te lo presto?

- No, Harry no me lo prestó, fue Sirius y ni me preguntes como  lo consiguió, no me quiso decir.

- ¿Sirius? ¿el padrino de Harry? ¿desde cuando eres tan amiga de él?

- Desde ayer, tuvimos una platica muy cerrada, creo que logre que me comprendiera,  por lo visto no le piensa decir nada a Harry, eso me mantiene mas tranquila, le dije lo que quería hacer  y bueno, el me dijo que tal vez aquí podía encontrar  alguna reseña de cómo ayudar a James -  Ginny le mostraba el cuaderno  a Audrey  y luego lo dejaba para tomar  un libro –

- Y ese cuaderno ¿qué es? -  Audrey  parecía demasiado  curiosa –

- Es el  último cuaderno que la mamá  de Harry utilizó en su último año de  colegio, Sirius cree que posiblemente aquí esta alguna clave para descubrir como fue que  Lily pudo proteger a Harry contra.... bueno. Tu ya sabes contra quien, yo ya te lo conté, creo que eso ayudará a James.

- Pero, si James  lo primero que ocupa es buscar una cura para lo que tiene – decía algo  impresionada Audrey -  ¿qué no tienes que buscar algo respecto a eso?

- No, Audrey, no, Snape se está encargando  de eso,  yo lo que quiero hacer es  buscar un hechizo protector a James para  que  todo se resuelva.

- Pero.. Ginny...  ¿ cómo crees que se resuelva ¿ ¿crees que con un hechizo protector no llamará la atención?

- No, creo que no terminas de entender, .....  tengo que buscar un hechizo protector para estar segura que James no corre peligro alguno ...tal vez no debería de decirte esto pero.... estoy preocupada por James, desde que Colin se le ocurrió venir a amenazarme y decirme que lo buscan, no he dejado de pensar en buscar algo para protegerlo-  Ginny  sacaba su  varita y antes de mencionar  algo, Audrey la miraba confundida – y bueno, la mamá de Harry utilizó un hechizo para protegerlo de pequeño  y ya vez lo que ocurrió. Espero yo también encontrar algo.

- Lo ciento en verdad – decía Audrey agachando la cabeza.

- Pero ¿por qué lo haz de sentir? Yo tengo fe en que encontraré algo.

- No me refiero  a eso, yo también tengo esperanzas que encuentres algo para Jim, me refiero a lo otro, tal vez no debería de hablar, pero... Colin  es mi primo, eso me hace sentirme mas culpable.

- La única culpable soy yo, por haberle dado ilusiones y nada mas – dijo Ginny mientras sujetaba un  libro enorme.

- Pe.. pero  ... dime una cosa ¿si eso llegara a suceder? Me refiero a que si logras  encontrar  algo que ayude a James.... ¿des dirás a tus  papás? Dime la verdad Ginny.

-  Aun no lo se – admitió Ginny con algo de tristeza – no  se si  pueda, primero tengo que concentrarme en encontrarlo y  luego ya sabré, no es nada fácil, tardaré  bastante tiempo en descubrir, así que tengo mucho para pensar eso.

- ¿le dirás a Harry? – Ginny se quedó  helada tras la pregunta de Audrey.

- No Audrey, no lo haré, no me preguntes porque  pero temo por James, temo porque Harry no  lo acepte.

- Aaay  Ginny, no seas tonta, no  creo que Harry  lo rechace, ponte  a pensar, chance y te ayude con todo esto.

Ginny le mostró una gran sonrisa a Audrey, eso podría ser cierto, los próximos segundos de silencio, Ginny se imaginó  con Harry buscando entre libros  alguna solución   para ayudar a Jim,  se imaginó a  alguien  que nunca antes había conocido, al Harry padre, al Harry cariñoso y excelente Padre.

- haayyyy  - decía la joven  de pelo platinado sacando de las ideas a Ginny - ¿cómo diablos se abre este maldito libro?

- Espera – Ginny  tomaba el libro y  pasaba su varita sobre el y mencionaba algo  raro para Audrey – alohomora.

E libro se abría.

- aaaaa, es contra muggles – decía Audrey sorprendida -  déjame intentarlo, anda, préstame tu varita – insistió Audrey.

- No creo que sea buena idea, nunca he visto como un muggle trata de  utilizar una varita -  dijo sin interés Ginny.

- Anda, se buena amiga y préstamela, tal vez si hago que un maldito libro se abra  me compro una  para diciembre – reía Audrey  y Ginny no muy convencida le daba la varita a  Audrey que se emocionaba al traerla consigo como niña pequeña . ¿Cómo dijiste  para que se abriera  el libro?

- Alohomora.

- Ok, alohomora, alohomora – decía la chica sin pasar aun la varita sobre el libro practicando – alohomora.

- No creo que lo logres Audrey, no tienes idea de cuanto tiempo tarda  un niño para  que un simple hechizo como  ese le salga.

- Oooohhh tu déjame a mi  - decía Audrey algo  sonriente  y con seguridad apuntaba a un libro   que estaba en un costado – alohomra.

- Alohomora – volvía a decir Audrey mientras Ginny se aguantaba la risa y Audrey esperaba que el libro se abriera – allooohooomora – decía con gran fuerza y el libro nada.

- ¿ya vez? No  podrás abrirlo – decía Ginny mientras  aguantaba la risita. Audrey simulaba concentrarse para  poder abrirlo – anda devuélveme la varita.

- No, espera, no es la varita ni soy yo, es el libro  - y con gracia  Audrey volvía a tomar otro libro -  ALOHOMORA – gritaba fuerte.

- ALOHOMORA  - varias personas que se encontraban cerca de la sección de libros se percataban de que no podía abrirlo mientras Ginny  tomaba un color rosado en sus mejillas –

- Ya Audrey, no podrás.

- Alohomora – volvía a repetir y parecía exhaustarse   y luego volvía a tomar otro libro.

- Ya Audrey, ¿qué no entiendes?  Eres muggle no podrás..

- Alohomora  .- dijo  Audrey con fuerza  y seguridad cuando Ginny le dijo que era una muggle y que no podría y el libro se abrió  inmediatamente  dejando impresionada por  cuatro de segundo  tanto como Audrey y Ginny, que la primera  estaba apunto de dejar escapar  una gran sonrisa cuando un chorro de un líquido  viscoso salía  por el libro directo al rostro de Audrey con tanta fuerza que la baño  desde el pelo hasta la cintura  y asustada tiraba el libro.

- Dios mío  Audrey, ¿estas bien? – decía la chica mientras  se acercaba a ella, parecía no respirar de la impresión y luego se miraba a ella misma algo aterrada.

- ¿qué.... es...... esto?  - decía Audrey aterrada.

- No lo se, pero será mejor que  te vallas a lavar , creo que es..... – Ginny tomaba el libro que ahora se encontraba cerrado y vio el título, dejó escapar una risita  y volteó algo aliviada con su amiga - .. es petróleo crudo. Jajajaja

- Será mejor que me vaya – dijo Audrey mientras  con cuidado se levantaba y se iba. Ginny  no aguantaba y  con la mano en la boca empezaba a reírse mientras su amiga se iba directo a los baños, para después de ahí irse de la biblioteca.

Después de una hora de lo sucedió, se encontraba sola,  la mayoría de los libros no contenían masque pociones simples y encantamientos que ella antes en Hogwarts ya le había tocado aprender o  estudiar, así que no era muy buena idea seguir leyendo los libros, con excepción de uno,  ese era el mas interesante y  mas oscuro de los demás,. En su pasta venía una especie de dragón  mitológico, que jamás había visto en su vida. La piel parecía tener escamas y resaltaba  de la piel una gran gamas de colores llamativos, desde amarillo, morado,  y azulverde,   y los ojos del dragón eran tan redondos y  estaban saltados,  Ginny podía asegurar que en verdad no era un dragón, pero en la primera hora aseguraba que lo era. El libro estaba en ingles.

Caminó hacia abajo, justo en donde  se hacía el trámite para sacar los libros, con algo de temor y de vergüenza, aun insegura de sacar  el libro de  la biblioteca se detenía para observarlo y preguntarse si valía la pena.

- Ginny, eyyy,  ¿sigues aquí? – le preguntaba  Silvia – Harry me dijo que te estabas aquí desde hace un buen rato.

- Si,  es que,  sacaré un libro para una lectura – decía Ginny mientras se colocaba en la fila  que había para sacar  libros y trataba de no mostrar el libro –

- Aaa, a ver  - decía Silvia mientras inmediatamente  Ginny le preguntaba una cosa – oyes  ¿y Paulina? , se me hace raro no verla contigo.

- Se fue con Audrey, la llevó al dormitorio, por lo de hace rato,  ella nos contó lo que le sucedió – Silvia dejaba soltar una risita  bastante suelta – la hubieras visto, estaba demasiado asustada.

- La vi cuando se fue, no parecía estarlo. – Ginny  avanzaba conforme la fila  lo iba haciendo –

- Si pero le dijimos que no era normal que  la varita  le hubiera obedecido – dijo Silvia mientras también caminaba –

- La varita no le obedeció, fue el sistema que tiene los libros de defensa  - contestó Ginny mientras se detenía de nuevo.

- No, te equivocas  Ginny, si el libro se abrió fue porque el encantamiento resultó,  la varita si obedeció,  el libro fue  el que se dio cuenta que  Audrey  no era  la dueña.

- Pero si Audrey es muggle – decía Ginny impresionada – ella, ella no pudo hacer algo así.

- Por  eso está con Paulina, trata de ver que es lo que en realidad le sucede.  ¿te imaginas que Audrey fuera una bruja? Sería todo un caso sorprendente y mas cuando tiene manifestaciones  de magia ya de adulto.

- No creo que se a buena idea  - Ginny guardaba silencio, no quería que Audrey se emocionaba ¿y si Paulina  y Silvia se equivocaban? Posiblemente  Audrey se sentiría mal si fuera una simple muggle,  ella ya había superado eso.

-  Señorita, señorita,  si no piensa llevar el libro, retírese de la fila – decía la bibliotecaria  cuando Ginny sin darse cuanta acababa de llegar  al mostrador –

- Perdón.  Voy a  llevar este libro – decía Ginny en voz baja mientras pasaba discretamente el  libro a la  bibliotecaria –

El libro pasaba por una especie de varita colocada al lado  del escritorio de la bibliotecaria, en  donde se sellaba automáticamente y la pasta cambiaba  de portada y  de título, para que no le llamara la atención a los muggles.

- tu credencial niña – decía la bibliotecaria molesta al recordar que ella  hace una hora traía un escándalo y  extendía la mano para que se la pudiera dar. Ginny  metía la mano en su pequeña mochila que traía siempre consigo para buscarla.

En su colegio anterior  no pedían  credencial de estudiante,  pues no tenían necesidad de mostrarla, pues no eran tantos como ahora en la universidad y podían llevar un control, sin embargo aquí era distinto. Metió  hasta el fondo  la mano   y no  logró encontrar nada, y luego recordó que la había dejado en su dormitorio.

- La he olvidado – dijo Ginny algo preocupada –

- Perfecto – dijo la bibliotecaria mientras  ponía  el libro a un lado aun mas molesta– ni creas que  te voy  a prestar el libro,  ve y luego regresas con tu credencial, sin ella no  hay préstamo externo.

- Espere – interrumpió  Silvia – yo sacaré ese libro y este también.

- Gracias Silvia – dijo Ginny mientras la  chica morena le daba el otro libro y  muy a escondidas le daba la credencial a la bibliotecaria para que nadie la viera-

- Es que no salí muy bien – dijo Silvia cuando Ginny se percataba que entregarla la credencial con la fotografía para abajo y algo colorada  por la pena – la he de cambiar para el próximo semestre.

Ginny le sonrió y luego vio como la bibliotecaria sin cuidado tomaba la credencial y la pasaba  por la especie de varita que también antes había pasado el  libro mostrando la foto de  frente. Pero Ginny no creyó  que  Silvia  saliera mal, al contrario, era una  foto  sin movimiento como todas las fotos de las credenciales de la universidad de Londres, la única diferencia  era que  justo cuando pasaba por la varita, para  comprobar que fuera legítima, la foto cobraba movimiento.

La foto de Silvia no era la excepción, sin  movimiento se mostraba una chica sonriendo mostrando su perfecta y cuidada dentadura, sin embargo cuando  empezaba a tomar movimiento, Silvia en la foto  cerraba los ojos  y se podía ver claramente como la chica de piel apiñolada  daba un estruendoso  estornudo tan fuerte, que  de inmediato  de su nariz salía toda una combinación  tremenda de mocos para todos lados,  a tal grado que parecían salirse de la foto, la bibliotecaria la miraba con asco y  tocando lo menos posible  la credencial se la devolvía.

- Eyy, esta bien fregona tu credencial ¿me dejas verla? – decía un chico que estaba atrás de Ginny asombrado al verla –

- No  - contestó muy espontánea Silvia  mostrándose muy apenada y luego volteaba a ver a Ginny y mas apenada le hablaba – Ese día traía una alergia muy fuerte y bueno, el señor que me tomó la foto era un muggle y no  quiso volvérmela a  tomar, tuve que dejarla así  - todos alrededor se reían con excepción de Ginny

 Caminaron juntas por los jardines exteriores de la facultad, Silvia iba encogida por  el frío y algo apenada, Ginny ya estaba acostumbrada al frío de su país y caminaba mucho mas ligera, el cielo estaba nublado como  también era de costumbre.

- ¿iras a los dormitorios? – preguntaba Silvia deteniéndose un momento –

- No, quedé de verme con Harry en el  merendero, - contestaba Ginny mientras  volteaba a su alrededor buscando algo –

- Yo también iría pero me conviene saber que ha pasado  con Audrey, - decía Silvia mientras se frotaba las manos por el frío que le daba.

- ¿sabes?  Te acompañaría pero quede de verme con él,   pero por otra parte estoy algo preocupada por Audrey.

- No te preocupes, ni al caso, ella tan solo  se sorprendió, además sería un caso  único que documentar, una mujer  ya adulta manifestando magia, sería estupendo.

- Ni tan adulta,  si tiene 21 años – rió Ginny mientras se quitaba un mechón  de la cara – además creo que fue pura suerte, por favor Silvia, no emocionen a Audrey, sería  muy triste por su parte descubrir que fue pura coincidencia.

- Espero que no sea así – dijo Silvia mientras se retiraba – así que te dejo Ginny nos vemos mas tarde.

- Al rato Silvia – Ginny miraba a su alrededor  y luego se disponía a caminar para ir al merendero,  cuando sintió que alguien  la jalaba  justo de la cintura haciéndose que se volteara y que casi cayera al suelo. - ¡¡¡HARRY!!!

El joven la miraba con una gran sonrisa mientras la tomaba de la cintura.

- ¡¡Potter!!!  Deja a mi hermanita – se escuchaba una voz  entre reclamo y risa –

Pero Harry no escuchaba,  tenía  puesto los ojos sobre  la misma chica que abrazaba y un brillo especial  aparecían en los ojos de la pareja,  estaban conectados y  Harry movía los labios, diciéndole algo  causándole una risita a Ginny y una miradas de complicidad.

- Apúrate Harry,  tenemos en una hora y media entrenamiento –  Ron se acercaba a la pareja – y tengo hambre.

- Cuando no Ron – reía  Ginny –

- Aaay ya van a  empezar de nuevo – dijo  Ron  mientras miraba a la pareja abrazados y sin separarse –

- Esta bien esta bien, vamos  a comer pues  - dijo Ginny a su hermano – pero  primero tengo que ir a dejar este libro a  mi cuarto – Ginny mostraba el libro ya sin pena.

- Ve tu  Ron, acompañare a tu hermana para  que deje el libro, nosotros te alcanzamos en  10 minutos, en lo que vamos y regresamos.

- Esta bien, me  adelantaré, tan solo porque tengo hambre, pero no se tarden.

- No, no  nos tardaremos – dijo Ginny con una leve risa en los labios.

Cuando Ron dio la vuelta y justo en ese momento con  cara de niños traviesos, Harry tomó de la mano a Ginny y la jaló   y se la llevo casi corriendo.

- Harry espera – decía alegre la pelirroja mientras el la jalaba y alegre corría  hacia los dormitorios, burlando  los  estudiantes que estaban alrededor.  El pasillo principal de los dormitorios estaba lleno, Harry  jalaba con  insistencia a Ginny contento burlando a los estudiantes que salían y llegaban a sus cuartos casi en multitudes. Harry la jaló  tan rápido  y ella se sentía tan contenta que ni siquiera se dio cuenta que había chocado con Cho,  Ginny  feliz  y sin verle la cara le dijo un: lo siento, mientras  la chica de cabellos  ondulados vio como la pareja recorría  el pasillo y asombrosa y tan molesta los miraba pasar.

Harry  se subió  hasta su dormitorio, abrió la puerta y la metió  y con gran desesperación ya dentro  la abrazó, Ginny tenía dibujada una sonrisa en sus labios al igual él. La sujetó y ambos cayeron sobre la cama, Harry abrazando a Ginny y sobre ella. Ambos se miraban directo a los ojos con insistencia.

- te extrañe – fue  lo único que salió al principio de Harry –

- ¿en serio? – Ginny dejó escapar una risa  que volvía loco a Harry –

- Sí, en serio –  sentía embrujada por su mirada,  y se perdía en esos ojos verdes –

- Si, es verdad, me moría por estar a solas contigo – El calló por unos segundos y  de la única manera que puedes ver a la persona que tanto  amas, él le acaricio la mejilla con cuidado, como  si  fuera un gran privilegio tenerla a su lado.

- Tal vez nunca antes te lo había dicho pero Harry, yo  te....

- Shhhh, no digas nada – calló a Ginny y ella comprendió a la perfección mientras lo abrazaba, que no había nada, que absolutamente nada se podía comparar con estar entre sus brazos, entre sus ojos, en esa mirada penetrante que no había palabras exactas para describirlas.

El estaba sobre ella, no la había besado, era como una competencia para ver quien aguantaba  mas tiempo viéndose directo a los ojos, sin embargo  lo que  en ese momento no dejaban de hacer  era acariciarse,  sin  tocarse los labios, Harry recorría cada centímetro del blanco cuerpo de Ginny, y  prenda por prenda  le iba retirando  y poco a poco ya no eran  sus manos las que la tocaban sino sus labios que recorrían todo el cuerpo sin olvidar ningún  rincón por mas profundo que fuera. El aroma de Ginny a  flores  que penetraba la piel de Harry era tan fuerte  y excitante que lo volvía loco. Ella inmediatamente reconocía  el olor de Harry, aquel que no tenía  ni esencias de frutas o de alguna especie, tan solo olía a Harry no a mas, e inmediatamente sentía un  calor que  venía invadiéndole desde la nuca y le recorría  toda la espina dorsal y ésa necesidad  tremenda de  encontrar sus labios, de llegar a ellos  como fueran posible,  aunque sabía que tenía que recorrer un camino, no  le importó y lo tomó. Era increíble,  ella jamás  se había imaginado que  cada parte de él,  cada centímetro  de su piel de su cuerpo lo quisiera y lo deseara tanto, hasta que llegó a ellos, una mirada penetrante de ojos verdes la detuvo, su respiración agitada al igual que la de él era de notarse, y  sin pensarlo dos  veces,  lo besó, justo en los labios, ese lugar que  tantas beses había besado y que ya no era necesario averiguar acoplarse a el,  él deseo y el amor  le invadían  a tal grado que sentía como en s u pecho  le sofocaba.

El impulso y el sentido la orillaron a  abrir las piernas y dejar que Harry se acomodara entre ellas  demasiado agitado,. Ahí estaba, sentía como  poco a poco estaba apunto de acercarse el momento, sentía como chocaba entre los muslos de sus piernas y dejando  sacar de lo mas profundo de su ser un suspiro  vio los ojos de Harry sin anteojos y lo detuvo.

- ¿queee? – decía el joven todavía agitado y respirando grandes bocanadas de aire.

- Si Harry,  no hemos tomado las  medidas adecuadas  lo hemos olvidado un montón de veces -  Ginny respiraba  aun también agitada.

- Esta bien -  inmediatamente el joven se retiraba de el cuerpo de su  novia y se levantaba  desnudo y se ponía a revisar  entre los cajones si  podía encontrar uno, tan solo uno, pensaba y revisaba con tanta insistencia sus cajones y los de Ron, hasta llegar a   una cajita  de  un paquete de  tres, - no importa, después se los  reemplazaría, esa era una emergencia.

- ¿Irás ahora al entrenamiento? – preguntó Ron a  Harry mientras este se ponía los zapatos –

- Claro que iré, ya  sabes, si faltamos un solo día es capaz de  no dejarnos jugar – Harry tomaba  su unos libros del escritorio mientras Ron habría uno de sus cajones para buscar unas tijeras –

- Ayer Llegaste tarde ¿dónde diablos  estabas? – decía Ron  algo molesto porque lo habían dejado plantado en el merendero –

- Te dije en la mañana que estábamos con Au....

- Espera -  Ron sacaba un  paquetito de anticonceptivos -  ¿tomaste uno de estos? – Ron parecía empezarse  a molestar

- ¿por qué yo he de tomar uno? – preguntaba  Harry algo Rojo sin mirarlo a los ojos –

- estaban nuevos, estoy seguro de ello – Ron  revisaba – falta uno, oyes,  ayer tu y Ginny me dejaron plantados .......

- No pienses mal Ron, no pienses mal – Harry  se ponía a la defensiva  ante su amigo – te dije  hoy en la mañana  que ayer estuvimos con Audrey... a ... a lo mejor fue Scott... si fue   tal vez Scott..

- ¿para que los querría  Scott si ni novia tiene? – Ron miraba como su amigo le daba la vuelta y  salía de la habitación para salir del problema, Ron  tuvo que tragarse tu coraje.

- entonces ¿qué fue en lo que  quedaron? – le preguntaba la chica pelirroja –

- Pues  la verdad, no lo se,  me hicieron  las chamacas una serie de pruebas, no me quisieron decir nada – decía Audrey mientras  miraba a su amiga.

- No tienes porque preocuparte de nada,  tan solo fue coincidencia que el libro se abriera – decía  Ginny mientras  se abrochaba bien el abrigo.

- Eso mismo creo  yo. ¿Irás  ahora con James?

- Así es. ¿me quieres  acompañar?

- No, no puedo, tal vez no te debería de decir nada, pero me hablo mi tía  Rossy y......

- Oh – Ginny sabía a la perfección que su tía Rossy  era la mamá de Colin, la misma que había dejado una gran casa para  casarse  con un lechero.

- Y bueno...voy a ir a su casa – esto último lo dijo como casi un susurro

- Y ¿para que?

- MMmmm, quiere que tomemos te – dijo  mirando hacia el cielo, Ginny inmediatamente supo que su amiga mentía – sí, iré a tomar te.

- Esta bien Audrey, no tienes porque actuar así, tu tía no tiene nada que ver, es punto y aparte a lo de Colin.

- Si tu lo dices – Audrey parecía quererle decir algo a Ginny, pero recordaba su promesa que le había  hecho a Remus.

- Mira,  no te preocupes, eso ya paso, ahora será mejor que me vaya, creo que empezará a llover y aun tengo que caminar bastante para llegar.

- Bueno, nos vemos mas tarde en tu cuarto ¿te parece?

- Si, bueno , será mejor que me  vaya – Ginny tomaba  camino hacia  el boulevard que colindaba con la universidad, para después partir hacia en donde estaba su bebé.

La pequeña casa era un caos completo. Ginny entraba a la casa sin que el pequeño James se diera cuenta que su madre había llegado, ella lo observaba  sin él se diera cuenta. Estaba arriba de la  andadera y justo a un lado de una jaula en donde se encontraba una lechuza  blanca  que  parecía gritar histérica porque el pequeño movía la jaula de  lado a lado asombrado por la lechuza  y  daba grititos de alegría cada vez que esta chillaba. Y luego el pequeño tomaba una varita  y la pasaba por las rejas de lado a lado  de la jaula haciendo  que la lechuza  aun  se molestara y parecía pedir ayuda. Cuando  Ginny vio la varita se asustó de verdad y corrió hacia en donde estaba el pequeño.

- NO JAMES – gritó Ginny al mismo momento que le quitaba la varita de las manos de James, mientras este volteaba sorprendido al ver que su madre se encontraba ahí. Con una carita de ángel manchada de  chocolate  hasta la frente, unos ojos azul  índigo parecía preguntarle a su madre porque le quitaba  su varita.  – ESO NO SE AGARRA.

- No te preocupes, es de juguete – decía Sirius al mismo tiempo que iba saliendo de la cocina con un delantal  puesto y con su varita de  verdad en la mano – Tuve que comprársela cuando  quería la mía.

- Ah, hola Sirius – decía Ginny mientras miraba mas detenidamente  la varita de James – creo que no es buena idea que él la tenga, podría sacarle un ojo a alguien ¿esa es  Hedwig?

- Si  la misma – contestaba  Sirius -   y por lo visto James y ella no se han caído muy bien – la lechuza parecía demasiado molesta por la presencia del niño e indignada se volteaba para no ver a nadie.

- Ven James para acá – Ginny  cargaba al pequeño que miraba a su mamá confundido con una carita  aun manchada y las manos pegajosas, Ginny se imaginó que el pequeño trató de comer una rana de chocolate mientras esta todavía estaba bajo el hechizo para que se moviera.

- Se portó bien, este niño es maravilloso – decía Sirius mientras se acercaba a Ginny y al pequeño – si  supieras, ahora vomitó a Severus,  eso estuvo excelente – Sirius empezaba a reírse.

- ¿James vomitó? – Ginny lucía asustada

- Si... bueno.... es que creo que comió mucho,  se comió  tres huevos en la mañana aparte de su biberón- decía Sirius ingenuamente mientras Ginny se aterraba y miraba a su niño sorprendida y asustada, no había duda de que Sirius no era buen niñero.

- ¿QUUEEE?  PERO SIRIUS, CON UN HUEVO BASTABA ¿dónde estaba el profesor Snape?  - Ginny tomaba una toallita húmeda y empezaba a limpiarle el rostro al pequeño  que se dejaba sin decir nada.

- El muy inútil me dejó esta mañana al pequeño, creyó que no me podía encargar de él, pero le salió el tiro por la culata – Sirius mostraba una gran sonrisa  - el pequeño estaba demasiado feliz conmigo, no dejaba de gritar en la mañana, gritaba algo así como:  eeeveooss,  ¿sabes que significa?

Ginny se llevaba la mano  a la frente y miraba  algo desesperada a Sirius que se sentía muy contento por creer que había logrado  cuidar el solo al pequeño.

- James gritaba eveus, significa Severus – Ginny miraba al pequeño mientras  reía como si lograra entender  lo que decía su  madre –

- ¿en verdad? – Sirius lucía algo sorprendido por la inteligencia del pequeño – bueno, si  logra decir Severus, creo que pronto podrá decir Sirius, ¿verdad James? Anda, ven con tío Siiii-riii-uuusss – el pequeño vio acercase al hombre y como si supiera que algún día fue  un convicto y se  aferraba de las ropas de su madre, negándose  a ir con el tío. – bueno, creo que será mejor que me vaya a seguir preparando la merienda.

Algo decepcionado se daba la media vuelta.

- Sirius – decía la joven mientras sostenía al pequeño en sus brazos – Gracias por cuidar de James.

- No tienes porque agradecérmelo, lo hago con mucho gusto, es un niño excelente, además vasta verlo para darse cuenta  que la sangre Potter  abunda en el pequeño – Sirius se metió  a la cocina mientras Ginny miraba al pequeño con amor y luego le hacía unas muecas  que lo hacían reír.

-  Si,  Jim se  parece a papá mucho – Ginny le hablaba a James mientras  le empezaba  a hacer cosquillas  y luego  el pequeño abrazaba fuertemente a su madre con sus delicados brazos – si, mamá también te quiere.

Ginny pasó un rato con su pequeño. Ambos jugaron un rato a acomodar  grandes piezas una sobre la otra. Después de un rato, Ginny lo volvió a meter a  la  andadera y el pequeño se  movía con gran agilidad de un lado para otro,  caminaba hacia a donde estaba Hedwig y   esta empezaba a ulular cuando el pequeño se acercaba demasiado, entonces Ginny iba a su ayuda y movía a James de  la andadera para que no se acercara al ave. Snape llegaba y pasaba con indiferencia  a un lado del pequeño, te este tan solo  al verlo se alborotaba y levantaba los bracitos para que lo cargara  y le pasaba a un lado y el pequeño lo seguía  con la mirada. Ya que pasaba, iba detrás de él, como reclamándole que había olvidado hacer algo y sin que  nadie lo notara, Snape  empezaba a hablarle a James y a mirarle tiernamente, mientras que el pequeño empezaba a reírse alegre y emocionado. 

Ginny en cambio, al entrar en la cocina, encontró un desastre total,  Sirius había tratado de hacer comida, había puesto carne de cordero y se le había quemado, mientras una batidora  brincaba como loca por toda la barrita de la cocina, el  lavabo  en donde ponían trastes sucios, escupía montones de burbujas de jabón. Sirius trató de  mover  el sartén  y lo único que logro fue quemarse. Ginny con un simple movimiento de varita, calmaba la situación, se sentaba y empezaba de nuevo a levantar  todo el desastre que había.  Quince minutos después ya tenía todo bajo control. Ginny le daba instrucciones a Sirius de cómo se hacían las cosas de manera sutil. Mientras  por alguna razón, el pequeño James  afuera de la cocina  reía y andaba de arriba para abajo en su andadera  y se asomaba de envés en cuando a la cocina para que su nuevo tío le diera una galleta  y luego se devolvía  para seguir jugando con eveuus.

Un cuarto pintado de color azul cielo, algo amplio  con una  cama matrimonial a un lado de una cuna al otro, tan solo con pocas cosas, era en donde Ginny  llegaba cuando dormía con James, una silla mecedora justo a un lado de una ventana en donde  entraba en ese momento  la luz de la temprana luna, justo en esos días  empezaba a anochecer demasiado temprano. Ginny traía consigo a su  hijo, lo cargaba y se sentaba en aquella mecedora que  estaba reconstruida  por Hagrid y que antes había estado en cierta casa en el valle Godric. Una tenue luz de una pequeña lámpara estaba encendida y ella tenía a su bebé entre sus brazos, ahora ya estaba mas fuerte  y grande, era mas independiente de cuando su madre lo tuvo por primera  vez, no podía creer que alguna vez estuvo dentro de ella, que había crecido y se había alimentado de ella por 9 meses. Aun estaba despierto, pero se encontraba muy cansado,  y estaba recostado en los brazos de su madre. La mirada fiel, ingenua y amorosa del pequeño  estaba en  el rostro de su madre,   mientras ella le cantaba.

- Close your eyes

- Have no fear

- The mounsters gone

- She's on the run  and your  momy's here.

Ginny le  cantaba mientras  cariñosamente le apretaba la nariz,  le daba su biberón y él lo tomaba con una mano mientras con la otra el pequeño jugaba con los cabellos rojos de su madre. Ella se sentía bendecida y  mientras se  tomaba su leche  miraba con un gran amor incondicional a su madre, con el mismo color de ojos azul índigo de su tío, él que aun no lo conocía ni sabía su existencia y con aquella mirada penetrante de su padre. No había duda que era lo único que había heredado de los Weasley, el color de ojos.

- Beautiful, beautiful, beautiful, beautiful boy

- Beautiful, beautiful, beautiful, beautiful Jim.

El pequeño caía rendido entre los brazos de su madre.  Ginny esperaba tan solo unos minutos mas para que terminara de dormirse por completo mientras  lo  contemplaba.

- ¿por qué tienes que parecerte tanto a tu padre? –  le preguntaba ella.

Después de dejar al pequeño en su cuna, con la  pequeña lámpara encendida caminó hacia en donde había sido la recamara del profesor Lupin y que ahora estaba Sirius.

- james ya esta dormido,  creo que será  mejor que me valla ante si el despierta antes de que me vaya, llorará – Ginny estaba parada justo  en la entrada  mientras miraba a Sirius  cómo tendía su cama para dormirse.

- Esta bien,  Snape se hará cargo esta noche  de él, no te preocupes, ya vete antes que se haga mas noche – Pero Ginny no se movió,  estaba como embobaba viendo  hacia el tocador de Sirius  una figurita que se le hacía muy familiar.

Caminó mientras Sirius miraba cómo le llamaba la atención. Ginny reconoció la figura,  era la misma que  se encontraba en la portada del  libro que había sacado el día anterior.  Un  dragón pequeño sumamente raro,  parecía como si le hubieran   implantado piel  de diferentes colores demasiado llamativos y los ojos saltones,  los colmillos de fuera  y con una expresión  de miedo. Tomó el objeto entre sus manos  observándolo mas de cerca.

- ¿te agrada? – decía Sirius mientras  miraba cómo Ginny lo observaba – es un alebrije, es de papel maché.

- ¿un que? – preguntaba Ginny

- Alebrije, lo traje en  este último viaje que hice al caribe.

- ¿Qué es exactamente?, parece un dragón.

- Es un dragón pequeño alebrije, es de la cultura mexicana,  los indígenas de México los hacen, ¿verdad que son  únicos? Dime ¿cuándo veras algo así?

- Creo que vi uno igual en la portada de un libro de la escuela – decía la chica  que por primera vez apartaba los ojos del objeto y volteaba a ver a  Sirius.

- Tal vez, se sabe muy poco de ellos. Ginny, Esos animales son místicos, se sabe muy poco sobre ellos, no hay con control  sobre estos animales, de hecho  muchos magos creen que no existen, que tan solo son fábulas o   parte de la mitología de una cultura  perdida, pero  en verdad existen.

Ginny miraba asombrada  y no comprendía porque, pero parecía como si esa pequeña figura tuviera la respuesta a muchos problemas.

- Ginny, esto es mas asombroso de lo que tu crees. Estos animales no se dejan ver así de fácil, por eso creen los magos  que no existen,  de hecho los muggles son mas inteligentes  en  México y han tenido mucho mas avistamientos  con estos animales. Y cómo no   lo van a negar, ¿sabias que estos animales no se deja ver con cualquiera? Solo con aquellas personas que sean puras de corazón y  pues es lógico que los magos se enojen porque  no pueden verlos, así  que prefieren  negar su existencia, pero se ha visto reportes de niños muggles que han podido apreciarlos. Dicen que  si ellos se  dejan tocar por una persona, les cumple   uno de sus mas grandes deseos, ¿entiendes porque cualquiera no los puede ver?, - Ginny  miraba asombrada  lo que le decía el padrino de su novio -  si todos pudiéramos acercarnos a ellos  sería un caos el mundo, entonces....

- Patrañas -  se escuchaba una voz que venía de la puerta, era Snape   - esos animales son  tan solo  una fantasía de un muggle loco, no mas que eso.

- Hay reportes ha  través de la historia  de estos animales – contestaba Sirius a Snape -  sin embargo tan solo se encuentran en dos estados de México.

- Son estupideces, si esos animales existieran, el control de  criaturas mágicas ya  lo hubieran  descubierto.

- Te digo Severus, estos animales existen,  pero se encuentran en lugares inhóspitos  difíciles de llegar para el hombre y para los magos.

- ¿Acaso te topaste con uno que te cumpliera un  deseo? ¿acaso le pediste que de quitaran los cargos y te dejaran libre? Dime Sirius, ¿lograste ver uno en Azkaban?

- No creo que en tu vida logres ver uno de esos,  por mas que trataras de abrir los ojos, no tienes ni una pizca de bondad, huirían  cuando  se enteraran que estas cerca de ellos.

- Patrañas, son  mas que patrañas.

Después de escuchar la calurosa discusión que  tuvieron Snape y Sirius respecto a esa  criatura mística, y que  estos se fueran a la cama, Ginny se regresaba a los dormitorios  de la universidad, con la idea de que llegando podría leer  el libro que había sacado, tal vez podría investigar con exactitud si esas criaturas  eran  realidad, como  tan solo había dicho Snape, un sueño de algún muggle que los convirtió en artesanía para  vender a los  turistas.

La noche era bastante fría  y el cielo  que desde temprano  amenazaba con  lluvia,  justo en ese momento empezaban a caer pequeñas  gotas de agua y ella aumentaba el paso para no empaparse. Llegó al edificio de los dormitorios, que se encontraba vacío en ese momento, hasta que una chica  morena  salía de su cuarto y la detenía con preocupación  a mitad  del pasillo, antes que llegara para  advertirle algo.

- Ginny que bueno que llegas – el rostro de Paulina lucía pálido y  la preocupación  rondaba  en él

- ¿Qué ha sucedido?  - preguntaba Ginny   con alarma al ver como  la chica  se acercaba a ella.

- Aay Ginny, no se si sea yo la que deba de decírtelo, pero....   Lennon  se acaba de enterar de todo, al igual que todos – Paulina   tomaba de los brazos  a Ginny –

- ¿de todo? ¿a que te refieres? – El rostro de Ginny se  deformaba y un montón de ideas le saltaban por la cabeza. ¿de que se tenía que haber enterado Harry? Lo único que  no sabía  Harry era lo de James,  pero, si  la única que sabía era Audrey.

- Si Ginny,  se enteró de que no fuiste con Audrey, de que te fuiste aparte y .... la pobre de Audrey,   aayy  pobre chica....  esta adentro del  cuarto..... inconsolable....  aunque Lennon  no dice nada... creo que esta esperándote adentro.

- ¿qué pasó Paulina? Dime ¿qué paso? -  Ginny miraba a su amiga y justo en ese momento  salía del cuarto Ron con una mirada de molestia  y seriedad y sin decir nada , le daba entender que se metiera  a la habitación.

Con mas miedo  que  otra cosa y  dando pasos chicos  Ginny entraba a la habitación. Ahí estaba en ella  todos, Scott  sentado en la silla del escritorio, parecía comerse las uñas, algo raro en el, Silvia en un rincón sin decir nada y viendo de reojo a Ginny. Ron entraba detrás de ella junto con Paulina y  sentada inconsolable en la cama estaba Audrey,  lloraba, y parecía  ahogarse, Hermione la consolaba,  y justo detrás de Audrey estaba Harry en una esquina al final, como no queriéndose ver, vio a Ginny  algo molesto y parecía algo desesperado, inmediatamente se percató de que Harry no quería estar ahí, lo conocía lo suficiente. El la vio en inmediatamente  dirigió su mirada hacia abajo  con frialdad.

Lo primero que pensó Ginny fue que  lo mas seguro era que Audrey  había llegado a su habitación a buscarla, que Harry se había dado cuenta que  Ginny no había salido con ella, como  ella le había dicho a el y que le obligó a decir todo  respecto a James, pues todos la miraban a ella como esperando que dijera algo, si Audrey lloraba era  porque la había obligado a decir su secreto, fue  lo primero que se le vino a la mente  a Ginny, sin embargo no era eso. Todos estaban callados mientras Audrey  no paraba de llorar, Ginny no entendía porque y los demás esperaban que Ginny preguntara  lo que había ocurrido, pero si la chica lucía aterrada por algo. Fue  en  ese momento que alguien hablo.

- Que bueno que llegaste – dijo Hermione dirigiéndose a Ginny  y dejando por un momento a Audrey –

- Creíamos que andabas con Audrey – dejaba  soltar estas palabras Harry arrastrando las palabras  y cruzando de nuevo sus brazos –

- Yoo....  yo ...- Ginny no sabía  que hacer y agachaba la vista.

- Pero eso no importa, que bueno que no fuiste... – Hermione tomaba aire – hay algo que tienes que saber.

Harry volteaba la cara hacia otro lado para no ver  a Ginny,  como si se esperara lo que fuera a venir, las palabras que venían de Hermione hicieron que después todo alrededor de Ginny no tuviera sonido, era como si sus  oídos se hubieran desconectado de su cerebro, sintió como la sangre se le acumulaba  en la cabeza y se repetía constantemente en su cabeza: no es  cierto, no  es cierto, eso no puede ser, no puede estar ocurriendo. Por milésimas de segundo supo por lo que estaba pasando por la cabeza de Audrey. Una especie de culpabilidad, de angustia, de rencor ,  ternura se le venían encima. No pudo controlar sus emociones y cuando estuvo conciente de lo que le habían dicho a escasos  segundos atrás, ella se encontraba sin decir nada,   había caído de rodillas y  por alguna razón sus ojos tenían lágrimas y su rostro también. No quiso voltear a ver a Harry, sabría que él sufriría, no por lo que le acababan de decir  a Ginny, sino por lo que ella estaba sintiendo en esos momentos.

Alguien entró a  la casa, logró  escuchar desde su cama, tomó inmediatamente su varita y salió de su cuarto, Sirius con cautela miraba  quien pudo entrar a  cabaña, si  se encontraba tras otra casa  y nadie sabía de la existencia de esa pequeña cabaña. Caminó  por el pasillo que llevaba a la sala y  luego se topó con un hombre delgado y algo descuidado, e  inmediatamente prendió la luz.

- ¿Remus? ¿qué haces aquí? – decía Sirius extrañado al ver a su amigo, luego notó  el rostro de preocupación de  Remus -   ¿ha sucedido algo?

- ¿Dónde esta Severus, donde esta? Es urgente – Lupin lucía desesperado volteando a todos lados.

- Hey calma, despertarás a James –

- ¿James?.¿esta bien el pequeño? – decía Lupin corriendo a la habitación en donde estaba el niño.

Prendió la luz y ahí estaba el pequeño que  inmediatamente se levantaba al ver  que una luz le  daba directo a  la cara,

- Lo haz despertado  - decía Sirius medio molesto -  Ahora tendrás que dormirlo tu.

- Esta bien el pequeño – Lupin  miraba a James como se paraba y se detenía entre los barrotes de su cuna y caminaba hacia él y lo tomaba – será  mejor que no te separes de nosotros.

- ¿Me puedes explicar que es lo que sucede? – decía Sirius mientras iba detrás de su viejo amigo.

- Si,  tan solo deja ver en donde diablos esta Severus –

- Evveuus, evveeuss – decía el pequeño somnoliento y apuntando hacia enfrente en donde estaba Snape con una pijama negra, vieja y  horrible.

-  ¿qué sucede? – el rostro de Severus parecía comprender mas que Sirius

- Necesitamos hablar,  he descubierto algo,  lo que creíamos que iba a suceder está empezando.

- ¿quién ha sido el primero? – preguntaba Snape como sabiendo lo que había ocurrido y  mientras Sirius miraba confundido  y se sentía excluido.

- Colin Creevey.

- Maldito muchacho, jamás me calló bien – decía Snape mientras caminaba hacia la sala. No se había dado cuenta pero el pequeño le daba los brazos al viejo maestro de pociones de Hogwarts.

- ¿qué diablos sucede?  ¿quién es Colin Creeey? ¿en que ha sido el primero? – eran muchas preguntas las que venían de Sirius  que  seguía a los dos ex compañeros

- Colin Creevey  era alumno de Hogwats,  era  novio de Ginny, el mismo que la secuestró el día en que nació  James, el mismo que Dumbledore  le borró la memoria para que no se enterara del pequeño. Hoy me he enterado que ha sido asesinado, ha sido el primero. – hablaba Lupin mientras  le pasaba a James a Snape mientras el pequeño se acurrucaba entre los brazos del hombre  aun con sueño.

- ¿Estas seguro que   lo han asesinado? – preguntaba Snape mientras  sin darse cuenta  arrullaba a James  con desesperación y tal vez  con miedo-

- Seguro.

- ¿y que tiene que ver que lo hayan  asesinado? – preguntó Sirius

- Estuve averiguando. Le pedí a Audrey que me investigara la dirección de Colin, Dumbledore lo había tratado de localizar pero nada. Audrey tuvo que ir con la mamá de Colin para que le diera la dirección y luego ella me la pasó a mi. Eran unos viejos departamentos muggles de un vecindario en el viejo Londres No le dijimos nada a nadie, ni a Ginny.  ¡ Estúpida muchacha!  ¡ estúpida muchacha! – caminaba de un lado a otro Lupin  desesperado– le dije claramente  que no fuera. Pero tenía que ir, tenía que  ir de metiche para ver si era  en donde vivía y fue antes que yo, para cuando yo llegue el lugar estaba lleno de policías muggles.

- ¿y que paso después? – Sirius se miraba bastante interesado –

- ¿Pues que crees? – Remus dejaba de caminar para poderle explicar mejor aun molesto -  llego, me encuentro con policías, con una vecina metiche, y un una Audrey histérica, se impactó mucho al encontrar el cuerpo sin vida  y en esas condiciones.

- ¿Cómo crees que lo habrán liquidado? – dijo Snape mientras el pequeño James apoyaba su cabecita en su pecho –

- No lo se Severus, no lo se, lo único de lo que pude percatarme fueron de dos cosas, el olor a  podrido que era insoportable y parte del cuerpo descompuesto de Colin.

Severus parecía comprender, y mas que eso, parecía  reconocer  que pudo haber hecho eso.

- ¿Por qué el ministerio no  supo antes?  - interrumpió Sirius.

- Te dije que el ministerio esta pasando por muchas irregularidades, el único que parece estar atento es Arthur Weasley pero ni siquiera le hacen caso, además los policías muggles creen que  Colin bebió o consumió  alguna droga muggle.

- El ministerio no creo que se  interese por el caso de Colin, no creo que crean que es importante, si hubiera sido así, desde hace mucho tiempo  hubieran encontrado el cuerpo – terminó de hablar Snape mientras el pequeño James ya hacía dormido sobre él. Mientras Snape parecía muy  pensativo – Remus,  ¿qué tan descompuesto estaba el cuerpo de Colin?

- Como si hubiera muerto desde hace tres meses, sin embargo  la vecina me dijo que ella vio como hace mas de una semana el chico tuvo una visita de dos hombres de vestimenta rara y de pelo  platinado, por lo visto ellos tienen algo que ver con la muerte de Colin.

- Los Malfoy – dijo Sirius sin rodeos.

- No, ello son pueden ser, Draco esta en Hogwarts, Lucius murió hace mas del año y medio, sin embargo por lo que me dices creo que ya se de que maldición pudiera ser y temo que el ministerio  no  tomará encuentra eso.

- ¿Por qué lo dices Severus? – preguntó angustiado Remus.

- Porque no habrá señales  claras,  y  tengo entendido que hay drogas muggles que  logran una descomposición similar a la de esa maldición.

- ¿Y como la conoces tu? – dijo  Sirius  con mirada de sospecha como encontrando al posible asesino –

- Porque hace años conocí a una persona que su especialidad era lograr esa clase de maldiciones, pero eso  no es posible, falleció hace mucho, aparte de que estuvo en askaban – contestó Severus mientras le echaba una mirada a James y l o ponía en uno de los sillones.

- Tal vez  lo conozca – dijo desafiantemente Sirius.

- No lo creo, es de mucho antes de que tu fueras a askaban -  Sirius  guardo silencio.

Remus estaba callado y pensativo y luego volvió a interferir a la plática.

- No lo se, pero cualquiera que haya atacado al joven, sabemos que era lo que le quería sacar – dijo Lupin.

- Lo se, querían saber si en realidad existía el  hijo de Harry Potter – Snape se quedaba callado, como   meditando la situación - ¿crees que Colin haya recobrado su memoria? Si fue así, todavía hay que ver  si  Colin les dijo o no.

- De todas maneras tenemos que tomar medidas – Sirius parecía comprender, se  dejaba caer al sillón de la sala.

- ¿saben? Creo que la visita de esos dos magos al departamento de Colin fue el mismo día en que  James  se enfermó -  dijo Remus mirando a Snape.

- ¿Fue el mismo día que Ginny no vino porque Hermione  estaba internada?

- El mismo -  Lupin dejó escapar un gran suspiro – será mejor que no le digamos nada  a Ginny,  hasta que estemos seguros  de saber exactamente lo que sucede, yo mañana iré  a hablar al  ministerio.

- Ten cuidado, nadie sabe sobre James y  Arthur Weasley es el secretario del ministro. – dijo Sirius.

-  Lo tendré, por el momento hay que asegurarnos de que James estará    seguro.

Alebrije.

Ojala y puedan  ver  esta imagen, se  trata de una artesanía 100%  mexicana  llamada alebrije hecha precisamente por   artesanos indígenas mexicanos.