Capítulo 12.

Alisse fue la primera en despertar de los cuatro. Se encontró a sí misma muy recargada contra Taro. Inmediatamente se separó. Lo bueno era que los demás aún estaban dormidos…

Sin embargo, quizás al no sentir la cercanía de la joven, Misaki despertó a los pocos minutos.

- Buenos días.- sonrió él.

- Buenos días. ¿Qué rayos hacemos tú y yo en la misma cama?.- gruñó Alisse.

- Creo que nos quedamos dormidos esperando a que Lily y Wakabayashi regresaran…

- Ahhh… Nos hubieran despertado…

- ¿A poco te molestó tanto dormir conmigo?

- Eh…

Alisse se puso coloradísima. Buscaba algo que desviara el tema cuando se topó con la escena de la cama contigua. Ella sonrió.

- ¿Ya viste a tu amiguito? Mira que no pierde el tiempo… .- Alisse habló con un tonito un tanto cuanto sui generis.

- ¿Y qué me dices de tu amiguita.- Taro se rió.- Tanto peca el que mata la vaca…

- … Como el que le detiene la pata… ¿Crees que hayan hecho algo?

- No creo, los hubiéramos escuchado…

- Uhm…

Con el murmullo de las voces, Genzo despertó. Como era de esperarse, se sorprendió muchísimo al descubrir a la bella chica que dormía entre sus brazos.

- ¡Caramba contigo, Wakabayashi!.- gritó Misaki.- Eres todo un casanova…

- Cállate.-murmuró el aludido. Era la primera vez que Taro miraba a su amigo ponerse tan rojo.- Esto no hubiera pasado si no te hubieras quedado dormido con Alisse…

- ¡Mira tú, qué casualidad!.- Alisse soltó una risotada.- ¡Lily! ¡Despierta!

Lily se removió entre los brazos de Genzo, abrió levemente sus ojos y enfocó su mirada en la chilena.

- No molestes, Farfán.- gruñó.- Aun es muy temprano.

No pareció sorprenderse por amanecer entre los brazos de Genzo…

- Jajaja.- Alisse no podía dejar de reírse.- ¡No seas tan descarada, Del Valle, por Dios!

- No soy descarada. No es mi culpa de que se duerma tan bien estando así… .- Lily pegó más su cuerpo al de Genzo y lo abrazó. A éste no le quedó más remedio que seguir abrazando a la mexicana.- Además, yo no fui la que se quedó dormida anoche abrazando la espalda de Misaki…

Alisse súbitamente dejó de reírse. Genzo ahogó una carcajada. Taro se puso muy colorado.

- Bueno, pues entonces ahí te quedas.- gruñó Alisse.- Yo me voy a nuestro cuarto…

- Que te vaya bien… .- respondió Lily, entre sueños.

- Te acompaño.- ofreció Taro.

Alisse rápidamente se acomodó su cabello negro cortado en puntas, se alisó la ropa y salió en compañía de un Misaki que parecía un niño tierno acabado de despertar.

Genzo estaba más que confundido. En primera, por haber despertado abrazado a Lily. En segunda, por la reacción que ella tomó al darse cuenta de la situación. Se imaginaba que en cuanto la chica despertara saldría disparada de la cama, pero no fue así, todo lo contrario, se acomodó para seguir durmiendo… Y en tercera, por las últimas actitudes que había tomado Lily para con él…

Genzo aun seguía pensando en lo ocurrido dos noches atrás, cuando Lily lo besó en la playa. Ese beso no lo dejaba ser él. Se le cortaba la respiración cada vez que la chica se le acercaba, pues ardía en deseos de volver a probar sus labios… Además, estaba el hecho de que, aparentemente, Lily se había puesto ebria por ver a Hotaru, cosa que era lógico, pero en vez de deprimirse por conocer a la mujer que se casaría con Touya, se deprimió porque Hotaru abrazó a Genzo en su presencia… Y faltaba la señal de los codos. Lily le había mandado una señal muy clara el día anterior. No fue su imaginación, ella realmente le rozó el codo para ver si él estaba interesado en ella…

"¿Será posible?", pensaba Genzo.- "¿Acaso se sentirá atraída hacia mí?". Estos pensamientos rondaban su mente, al tiempo que él acariciaba la espalda y los brazos de la joven dormida. Pero cada vez que se los imaginaba a él y a Lily como pareja, la imagen de Touya siempre aparecía… "Es la primera vez que me siento intimidado por mi hermano…", pensó Genzo, pesaroso. Jamás había tenido celos de Touya, ni siquiera cuando Hotaru lo prefirió a él, pero por primera vez Genzo sentía que no estaba a la altura de las circunstancias. Pensaba que quizás Lily nunca lo vería a él de la misma manera en la que miraba a su hermano…

Mucho rato después, cuando el sol ya estaba sobre el bello mar de Cancún, Lily despertó. Se zafó con suavidad del abrazo de Wakabayashi y se irguió.

- Buenos días.- sonrió.- ¿Qué tal dormiste?

- Buenos días.- respondió Genzo, con una sonrisa.- De maravilla…

- Tenía mucho de no dormir así… Lamento haberte molestado…

- No fue ninguna molestia, créeme… Todo lo contrario…

A Lily pareció darle por fin algo de vergüenza. Se salió de la cama, se alisó el largo cabello y se puso sus zapatos.

- Será mejor que me vaya.- dijo.- No se verá bien que salga adormilada y desarreglada de tu habitación…

- Sería algo extraño…

- Bueno, pues lamento nuevamente haber abusado de tu confianza… Voy a ver si alcanzo el turno del desayuno, me muero de hambre…

- Voy contigo, espérame.

- No, mejor pasa por mí. Quiero darme un baño y cambiarme de ropa…

- ¿Cuánto tiempo necesitas?

- Media hora.

- De acuerdo. Estaré tocando a la puerta de tu habitación en 30 minutos.

- Muy bien.

Lily le sonrió a Genzo y salió de la habitación, no sin primero percatarse de que no hubiera nadie en los pasillos. Genzo se quedó unos minutos recostado en la cama, feliz, observando el reflejo del mar a través de la ventana (ése sí era el mar, no la alberca =P).

Media hora más tarde, Genzo tocaba a la puerta de la habitación 1717. Lily salió, muy fresca y feliz, con su largo cabello cayendo en cascada por su espalda. Bajaron a desayunar y en el camino se toparon con Alisse y Taro, quienes se habían ido a dar la vuelta quien sabe por donde. Rumbo al restaurante, los jóvenes pasaron por un puesto en donde una lugareña se ofrecía a trenzar el cabello de los turistas por una módica cantidad de dinero.

- ¡Trencitas, amiga!.- le gritó la mujer a Lily.

- No, muchas gracias.- respondió Lily, amable.

- Vamos, anímate, se te verán muy bonitas.- insistió la mujer.

- No, de verdad, muchas gracias.- negó Lily.

- Jajaja, se ha de morir de ganas de trenzar tu largo cabello.- se burló Alisse.

- Más bien, ha de pensar en la enorme cantidad de dinero que ganaría si lo hiciera.- replicó Lily, ceñuda.- Cobran carísimo…

- Pues con tanto cabello que tienes… .- señaló Taro.

- Pagaría la cantidad que fuera con tal de ver cómo te ves con el cabello trenzado.- intervino Genzo.- Me da curiosidad.

- Pues te quedarás con las ganas, ni loca me trenzaré el cabello. No me gusta.- gruñó Lily.

Los jóvenes soltaron una carcajada.

En el restaurante, los muchachos se encontraron con Kenji y Hana, quienes estaban desayunando y se veían muy ceñudos. Hasta ese momento, Genzo se acordó de sus hermanos… (Ya ven que Lily hace que se olvide de todo… Bueno, de casi todo…).

- ¿Qué pasó con Wakashimazu?.- les preguntó a su hermanos.

- A buena hora te acuerdas… .- Kenji le lanzó una mirada acusadora.

- Lo siento, tuvimos algunas complicaciones ayer… .- se disculpó Genzo, rogando para que su hermano no quisiera entrar en demasiados detalles.

- Ajá… Me imagino… .- Kenji le lanzó una mirada fugaz a Lily.

- ¿Qué pasó entonces?

- Pregúntale a Hana…

Hana miró a Kenji con evidente odio antes de responder.

- La guardia de seguridad del hotel nos descubrió.- respondió la chica, molesta.- Logramos convencerlos de que todo fue un malentendido… Sin embargo, nos vigilaron en todo el camino rumbo a nuestras habitaciones, de manera que Kenji y yo nos vimos obligados a dormir en el cuarto de Ken…

- Pues qué bueno, así me consta de que no hicieron nada.- replicó Genzo. Lily reprimió una carcajada.

- Pues qué injusto, porque a mí nadie me va a asegurar que tú no hiciste nada… .- Hana habló en tono mordaz, al tiempo que miraba a Lily fijamente. Ésta se puso muy colorada.

- No sé por qué dices eso.- reclamó Genzo, muy serio.

- Ya nos enteramos de que nosotros no fuimos los únicos molestados por la guardia del hotel… .- respondió Hana.

Lily y Genzo voltearon a ver a Alisse y a Taro, quienes de repente pensaron que era un buen momento para irse a buscar a una mesa... Lily y Genzo supieron con quien habían estado platicando esos dos en la mañana…

- De cualquier forma, aun no entiendo qué tienen en contra de Ken… .- se quejó Hana.- Yo lo quiero y él me quiere…

- Pero es mucho mayor que tú.- la contradijo Genzo.-Tiene mi edad.

- ¿Y eso qué?

- Pues que muy seguramente solo quiere jugar contigo…

- ¿Y cómo es que estás tan seguro de eso?

- Porque cuando hay tanta diferencia de edad, es muy probable que la chica salga engañada… .- Genzo fue disminuyendo poco a poco el volumen de su voz. Lily lo miró de reojo.

- Hablas como si tuvieras experiencia en eso… .- replicó Hana.

- No desvíes el tema, pequeña calabaza.- terció Kenji.- Genzo tiene razón y eso puede pasarte a ti con Ken… Quizás él solo quiere jugar contigo…

- Perdonen que me meta.- intervino Lily.- Pero creo que los dos están equivocados.

- ¿Ah, sí?.- Genzo volteó a ver a la chica.

- Sí.- Lily se mantuvo firme.- Yo vi cómo se comportaba Wakashimazu con Hana y puedo asegurarles que él en verdad la ama, y mira que no soy precisamente la fan número uno de este muchacho, de hecho no lo soporto, pero lo que sea de cada quien, se le nota a leguas que está enamorado de tu hermana…

Genzo y Lily se miraron por unos minutos. Hana y Kenji los miraban a ambos. El duelo había comenzado…

- ¿Crees que te mentiría?.- continuó Lily.- Sé que quieres mucho a tu hermana y que te preocupas por ella y en verdad que yo no la apoyaría si supiera que tienes algo de razón. Pero lo vi con mis propios ojos… No puedes decir que Wakashimazu y Hana no se aman de verdad…

- De acuerdo.- Genzo cedió.- Te creo…

Hana y Kenji intercambiaron miradas, sorprendidos. Lily había ganado el duelo.

- De todas maneras.- Genzo se dirigió a Hana.- Si me entero de que Wakashimazu te hace algo la va a pagar. Y ojala que al final no hagas lo que hiciste con Schneider, que cuando por fin lograste convencerme de que aceptara su relación, lo mandaste a freír espárragos.

- Eso no ocurrirá de nuevo, esta vez sí estoy enamorada. ¡Gracias, hermanito!.- la chica se levantó y abrazó a su hermano. Después, para sorpresa de Lily, Hana saltó y la abrazó a ella también.- Y muchas gracias a ti también, cuñada.- Esto último lo dijo en japonés.

- ¿Qué cosa?.- inquirió Lily, extrañada.

- No hagas caso.- respondió Genzo, jalándole el cabello a su hermana como señal de advertencia.

Kenji nomás contemplaba la escena. Era cierto que nadie le había preguntado si estaba de acuerdo o no con la relación de Ken y Hana, pero era bien sabido que mientras Genzo estuviera de acuerdo los demás podían decir misa. Genzo era el tercero de los Wakabayashi, pero evidentemente era el que tenía más poder, quizás porque se había vuelto independiente desde muy pequeño.

Por fin, Lily y Genzo se sentaron a desayunar. Alisse y Taro, al verlos llegar, inmediatamente se levantaron a buscar comida. Se suponían que aquellos dos les reclamarían por haberles contado a Kenji y a Hana que habían tenido que pasar la noche juntos.

- Han de haber ido a buscar "nachos con queso".- gruñó Lily.

- Par de cobardes.- gruñó Genzo.

Ambos rieron. La relación entre ellos estaba cambiando. Lily al fin estaba queriendo reconocer que sentía algo por Genzo… Y Genzo estaba más que convencido de que estaba enamorado de Lily…

Sin embargo, para variar y como siempre, las cosas no iban a resultar tan fáciles…

Lily se levantó a buscar pan dulce para acompañar su café. Iba a tomar la última rebanada de pastel de zanahoria cuando su mano chocó contra otra que intentaba hacer lo mismo.

- Perdón.- se disculpó Lily.

- No te preocupes por… .- el hombre que hablaba se interrumpió.- Lily… ¿Qué haces aquí?

Lily se quedó de una pieza. Se quedó helada. Se quedó sin habla. Frente a ella se encontraba nada más ni nada menos que Touya Wakabayashi.

Notas:

- ¡Al fin apareció Touya! Sé que tardó mucho en salir pero antes tenía que prepararle el terreno al desgraciado y afianzar un poco las cosas entre Lily y Genzo y Alisse y Taro.

- En las playas mexicanas (desconozco si también en otros lados) hay mujeres que se dedican a trenzar el cabello de las turistas. Yo lo detesto, cada vez que voy a la playa juro y perjuro que no me trenzaré el cabello y más de una vez me he tenido que morder la lengua…