Cap 25
NEGACI"N
NEGACI"N
Escuchó un ruido que hizo que brincara y por inercia se puso inmediatamente la
capa. A través de esta notó como Audrey cargaba a James y desaparecía dentro
del cuarto.
Se quedó sentado sobre el pasto, impresionado, sentía que el oxígeno le faltaba
y no notaba pero sus manos y sus rodillas temblaban como antes nunca lo habían
hecho, no le entraba a la cabeza quien era ese niño, o mejor dicho no quería
creerlo, no quería que fuera parte de su presente, el tenía una vida perfecta,
aunque un peso menos se le quitaba de encima, el pequeño estaba vivo y no
muerto ni secuestrado como él creía, eso era buena noticia, sin embargo lo que
aun no asimilaba era lo que había visto, su hijo existía.
Deseó que la puerta se abriera y pasaron unos minutos que no supo cuantos pero
la puerta se abrió con un estúpido pretexto que a Harry no le importó cual
fuera. Sintió como su corazón se aceleraba como antes y cómo su alma ni su
mente se encontraban presentes. Su estómago insistía y le llamaba con grandes
golpes dolorosos dentro de él, con movimientos violentos y los intestinos
parecían hacerse nudo y amenazaban con explotar adentro.
No creyó con encontrarse con mas sorpresas, no podía haber mas sorpresas, sin
embafgo la furia de Harry creció aun mas y se sintió como un estúpido, toso le
había visto la cara, se habían reído de él. Al entrar a la pequeña cabaña
(comparada con la mansión, lo es), justo en la sala en donde había dos grandes
sillones muy cómodos, Harry se sintió humillado al ver ahí sentado viendo al
pequeño nada mas ni nada menos que Albus Dumbledore, al fundo en la cocina
estaba su padrino Sirius Black, al fondo en el otro extremo revisando unos
pergaminos Severus Snape y Ginny al lado de Albus con una sonrisa mirando al
pequeño.
- ¿verdad que esa enorme el chamaco? – dijo Audrey mirando a Dumbledore y
sosteniendo a James.
- No hay duda que es igualito a su abuelo – dijo Dumbledore con una voz cansada
y los años se le notaban mas que nunca antes - aunque esa mirada y ese color de
ojos es de los Weasley.
Harry no pudo moverse, estaba aun temblado , sentía que si daba un paso , las
piernas no le responderían y caería en el suelo, aunque por otra parte deseaba
que lo descubrieran, que Ginny descubriera que estaba debajo de la capa, quería
escuchar una explicación aunque ya no la hubiera, deseaba dejar de sentir esa
presión sobre su pecho que le ahogaba.
- aunque aun no se de donde ha sacado esa maña – decía Ginny continuando
hablando mientras le sacaba el dedo gordo de la boca al pequeño – ¡Se chupa el
dedo gordo de la mano, no se porque, pero no he podido quitarle esa costumbre,
- ¿acaso con magia no se puede? – preguntó Audrey.
- Si se puede pero deseo que no sea con magia, es muy pequeño aun.
Por un leve instante a Harry se le vino un recuerdo en su mente, tal vez uno de
los primeros. Recordó a su tía Petunia poniéndole picante en sus dedos pulgares
para que dejara de chapárselos, esto funcionó tan bien, que él mismo lo había
olvidado.
Se movió de la puerta y camino debajo de su capa hasta un rincón de la cocina y
se dejó caer recargado en la pared, metió su cabeza en las rodillas y deseaba
que nada de lo que estaba viendo fuera cierto, pero era demasiado doloroso y
demasiado largo para ser un simple sueño.
Levantó la vista, la capa no dejaba verle claramente ni sus ojos que estaban
llenos de lágrimas por la confusión.
Miró levantarse de la mesa a su padrino y reír por algo chistoso que había
hecho el pequeño, Ginny miraba con orgullo y amor, nunca ella había dirigido
una mirada similar a Harry ni a nadie, era verdad lo que esa tarde había dicho
Parvati, el corazón de ella ya estaba habitado por el pequeño.
Vio a Snape cono nunca antes había visto, con leves miradas dirigidas al
pequeño algo que se suponía ser cariño y a Audrey hacerle cosquillas. Vio un
Dumbledore cansado y respirando algo agitado y creyó ver una mirada compasiva
dirigida hacia el rincón de la cocina justo en donde estaba él.
- jajajaja.. vamos, yo se que puedes sostenerte solito – dijo Audrey mientras
ponía al pequeño sobre el piso - ya es hora que camines.
- Ponlo en la andadera Audrey - dijo Ginny luego volteando a Dumbledore para
seguir platicando con él.
Audrey ponía al pequeño en la andadera, Harry le dirigió una mirada fugaz en la
sala, en un rincón en una jaula habitada por su vieja lechuza Hedwin y al
pequeño dirigirse hacia ella caminado dentro de la andadera con decisión para
jugar con ella.
Luego Ginny metida en una platica cerrada con su ex – director jaló al pequeño
y lo dirigió hacia otro sitio.
Sirius que estaba en la mesa cortando unas zanahorias y el pequeño se dirigía
hacia él aun arriba de su andadera y Sirius le frotó su cabeza y le dio un
trozo de zanahoria que inmediatamente el pequeño se llevaba a su boca, Harry lo
tenía mas cerca y comprobó su gran parecido. Sin embargo cada vez que lo veía
no podía evitar ese sentimiento raro mezclado de compasión y de coraje.
- anda ve a darle lata a Severus – dijo Sirius con tono de complicidad – ve a
jalarle la túnica.
El pequeño soltó una risita y Harry sintió como la sangre s e le subía a la
cabeza, estaba en shock y la adrenalina la tenía al tope y a tal grado que
estaba dispuesto a todo, tuvo un pensamiento fugaz, quitarse la capa, ¡si, lo
haría! ¡se quitaría la capa y se mostraría en persona! Les demostraría a todos
que él ha sido mas listo que todos al llegar ahí y aprovecharía a gritarles a
todos, a Sirius, a Dumbledore y sobretodo a Ginny.
Sin embargo algo se adelantó a los hechos, se sintió como si una extraña fuerza
y una energía que le hizo marearse , fue como si alguien hubiera hecho explotar
algo, sin embargo tan solo tres personas lo notaron, Albus Dumbledore que notó
el reflejo de cómo la capa de Harry se movía, Harry que sintió un extraño
picoteo en su vieja cicatriz y James que había dado un impuso hacia atrás sobre
su andadera.
Un grito cargado de sentimiento y de dolor invadió la casa, Harry sintió el
impulso de correr hacia el pequeño para ver lo que sucedía, Ginny corrió hacia
donde estaba el pequeño, Sirius inmediatamente se levanto y lo sacó de la
andadera, Audrey parecía pálida y dio unos pasos y se quedó quieta para no
estorbar y Snape le arrebataba de los brazos de Sirius al pequeño.
Nunca había visto algo así, el rostro de Ginny se había deformado del pánico de
ver a su hijo, Dumbledore con rapidez para un viejo de su edad se había
levantado y corrió hacia el pequeño.
- ¡¡DEJAME VER QUE TIENE... DEJAME VER QUE TIENE – gritaba Sirius a Severus
mientras le exigía a James –
Ginny trató de sujetarlo pero Severus había tomado al pequeño y tiró las cosas
de la mesa para ponerlo ahí.
- DEJAME A MI PEQUEÑO,, ¿QUÉ LE PASA? DIOS MIO PROFESOR HAGA ALGO,, POR FAVOR
HAGA ALGO , MÍRELO – gritó Ginny con el nudo en la garganta y con los ojos
apunto de explotarle del llanto.
Dumbledore tomó al pequeño mientras Sirius temblaba y no sabía que hacer, Snape
corría por el pasillo en busca de algo que ni siquiera Harry se imaginaba,
Ginny insistía en cargarlo y Audrey tan solo miraba atónica.
Y Harry se asustó mas lo que vio, no tuvo valor para quitarse la capa mientras
Dumbledore levantaba al pequeño que lucía muy mal, sus ojos grandes y azules
los tenía pequeños y le brillaban por las lágrimas y su rostro estaba rojo,
extrañamente tenía un dobles en la frente que Harry no logró reconocer y la boca
del pequeño la tenía abierta tratando de tomar aire que le era imposible, se
estaba ahogando por el dolor tan fuerte.
- ¡DEJEME CARGAR A MI BEBE ¡! ¡¡DÉJEME CARGARLO!! ¡¡ SE ESTÁ AHOGANDO ¡! –
gritaba con desesperación Ginny mientras trataba de arrebatarle el pequeño
Dumbledore.
- ¡CALMA GINNY , CALMA NO LOGRARAS NADA!! - Gritaba preocupado Sirius.
Dumbledore miraba con preocupación y sacudió al pequeño de manera bruza y lo
elevaba y lo bajaba para que el aire pudiera circular y luego un llanto aun mas
fuerte como nunca antes Harry lo había escuchado salió de los pulmones del
pequeño, con un sentimiento tan grande soltó el llanto, volviendo a tomar gran
cantidad de aire dejar escapar un llanto similar.
Harry ya no pudo ver nada mas, todos rodeaban al pequeño, el también quería ver
pero sus pies estaban pegados en el suelo de tal forma que no podía moverlos.
Luego vio a Severus acercarse con una jeringa con una especie de líquido
plateado y e hizo a todos a un lado, Ginny insistía en no alejarse del pequeño
mientras Sirius la detenía de los hombros.
Dumbledore le descubrió el brazo mientras el pequeño empezaba a convulsionarse
por las puntadas repentinas que le daban en la cabeza por el dolor, Snape se
acercó y con temor le inyecto el liquido y miró con preocupación a James.
Ginny con lágrimas en los ojos esperó con desesperación que Dumbledore le diera
el pequeño, pero Albus no lo haría, esperaría a que el líquido recorriera por
su cuerpo y el pequeño se estiró por completo mientras Harry miraba apenas sus
pequeños pies estirarse al máximo como signo de dolor, luego el pequeño levantó
la cabeza y dejó escapar un llanto cortado cargado de sentimiento, como si
fuera tartamudo lloraba y le dio los brazos a su madre, pero Dumbledore
insistió en quedárselo.
Harry se quedó helado, nadie se percataba, sintió una mirada fría y decidida
por parte de su ex profesor, nadie podía engañarlo por mas que estuviera debajo
de una capa invisible y caminó cargando al James en brazos no sin antes hacerle
una seña al rostro pálido de Harry.
- ¡¡¡déjeme cargarlo!! ¡¡déjeme lo calmo!! – dijo Ginny llorando compasiva ante
su hijo.
- Espera Ginny, el pequeño necesita estabilizarse – dijo Dumbledore volteando
con Harry haciéndole una seña con la mirada para que lo siguieran.
- ¡SOY SU MADRE! EL ME NECESITA! –
El pequeño pareció entender y lloró con mas ganas casi gritando y estirando sus
bracitos hacia donde estaba su madre, Dumbledore hizo caso omiso y Harry paso
por un lado de Ginny temblando debajo de su capa si que ella ni nadie lo notara
y siguió a Dumbledore a un pasillo oscuro con cuidado Ginny también seguía a
Dumbledore,
- NUNCA ANTES SE HABIA PUESTO ASI.. TENGO DERECHO, déjeme lo calmo, el me
necesita
- Lo se Ginny, se que es tu deber de madre, pero mi deber es ver del bienestar
de tu hijo, necesito ver que este bien
Ginny se quedó llorando y Dumbledore entró a la primera puerta del pasillo
dejando la puerta abierta para que Harry pudiera entrar y lo siguió hasta allí,
espero que el viejo maestro cerrara la puerta para poder quitarse la capa y
habla con el, pero Dumbledore salió dejando al pequeño llorando en la cuna y
cerrando fuerte la puerta.
Era un pequeño cuarto muy oscuro, por la ventana se filtraba la luz de la luna
llena, Harry pensó esporádicamente en Lupin y luego dirigió una rápida vista al
cuarto. Una cama matrimonial un poco vacía, una mecedora frente a la ventana y
una cuna al lado de esta, y dentro un pequeño de casi once meses que lloraba
con insistencia por estar solo.
Volteo hacia la puerta decidiendo si debía de salir o camina hacia la cuna, por
debajo de esta se filtraba la luz y luego escuchó el llanto del pequeño, era
como si le llamara el corazón y le dolía que siguiera llorando, no sabía porque
tenía que dolerle.
Dio el primer paso y luego el pequeño cayó y el dio los otros tres pasos con
decisión y se quitó la capa, vio a través de los barrotes de la cuna al pequeño
acostado y estaba apunto de verlo cuando el pequeño volvió a llorar como si
estuviera reclamando algo.
Sintió como si dentro de su pecho se le quisiera salir el corazón sin
importarle que había una gruesa capa de piel y dio el último paso.. el pequeño
estaba llorando y miró a Harry con sus ojos llenos de dolor que le producía en
su cabeza,
- ¡¡¡NO, NO, NO,.. – gritó par el mismo – NO ESTO NO PUEDE OCURRIR
una rabia nunca antes y un odio le invadió la sangre que empezó a hervir y
sintió ganas de derrumbar la cuna. ¡NO ERA POSIBLE! ¡NO ERA POSIBLE LO QUE
ESTABA VIENDO!
- ¡SOY UN DEMONIO, SOY UN MALDITO DEMONIO!! - y empezó a temblar y a negarlo,
el no pudo haberle hecho a el pequeño, no pudo
Sujetó con fuerza los barrotes de la cuna y deseaba que eso no fuera cierto..
¿como pudo haber hecho eso? ¿C"MO? ¿C"MO? Ese no era hijo suyo.. no lo era,,,
quería negarlo , tenía el deseo te tomar lo primero que encontrara y
destrozarlo... quería romper la silla, los juguetes, descubrir que era un sueño
y dio un golpe a la pared muy fuerte sin importarle que se lastimara o que lo
escucharan, no sintió el golpe, el pequeño empezó a llorar mas fuerte y luego
Harry lo miró con una mirada dura y penetrante y el pequeño dejó de llorar
mientras hacía pucheros.
- ¡¡¡¡ no es posible!! ¡¡¡¡ no eres parte me mi!! - le dijo Harry casi llorando
y temblando, pero el pequeño no podía entenderlo.
Miró al pequeño mientras la mano le temblaba de furia, el pequeño seguía
haciendo pucheros y muecas de dolor y Harry temblando y no muy convencido metió
la mano a la cuna y el pequeño le dejó que la mano del sujeto extraño se
acercara a el.
No quería hacerlo pero tenía que comprobar que era verdad y Harry acarició la
cicatriz en forma de rayo que el pequeño tenía en la frente, la misma que le
causaba el dolor y que ahora estaba roja y no blanca como hace segundos atrás.
¡¡ Harry se odió a si mismo!! Y el pequeño lloró aun mas al ser esta tocada. Y
Harry recordó lo que solía doler.
- ¡¡DÉJEME ENTRAR, EL ESTA SOLO!!! – escuchó gritar desde afuera de Ginny.
Y escuchó abrir la puerta, Harry corrió y se puso la capa, y empezó a temblar ,
menos, pero seguía temblando. Ginny se detuvo el la puerta y miró hacia la cuna
con el rostro lleno de lágrimas, por primera vez Harry escuchó a James llamar a
su madre con un poco de dificultad, Ginny fue a su llamado y no le importó la
cicatriz y tomó al pequeño entre sus brazos y puso su cabecita en su pecho, la
mirada de Ginny era de temor y de compasión, el pequeño seguía llorando ya
confortado sobre los brazos de su madre.
Harry se puso en una esquina, por mas que tratara de quitarse la capa esta ya
era parte de él, era bastante por el día de hoy.
- ¡¡¡no llores, mamá ya esta aquí!! – dijo Ginny llorando aun consolando a su
hijo –
- mamá te ama.. mama quiere a su pequeño!!! ¡¡¡mama jura no volverte a dejar
solo ¡! ¡¡¡mamá siempre estará junto a ti!! ¡¡mama te quiere!! - A Ginny se le
hizo un nudo que le impidió hablar por un momento, el dolor por el llanto de su
hijo la martirizaba pero ella estaba ahí.
- ¡¡¡¡mama nunca te dejara!! ¡¡¡ mama te quiere!! ¡¡¡mama siempre estará aquí!!
¡¡¡mama jura que buscara algo para que ya no duela!!! ¡¡¡ mama no dejara que
nadie te haga daño nunca mas!!!!
Harry se sintió caer en un hoyo profundo y oscuro del que tardaría mucho salir.
Paulina se tropezó justo en la entrada de la puerta de su dormitorio, se
encontraba mucho mas ebria le era difícil contenerse y sentía unas ganas de
vomitar, justo en ese momento se arrepentía de haber bebido de un solo trago
una botella de whisky escocés, era chica la botella pero su contenido podía
emborrachar fácil a 5 hombres muy robustos.
Miró de lejos tratando de adivinar en donde se había metido "Lennon" y vio a
Hermione acercarse a ella con el rostro de preocupación.
- ¡Paulina!. ¿QUÉ TE HA OCURRIDO? - Hermione trató de levantar a la chica pero
no podía mantenerse en pie - ¿por qué lo haz hecho?
La chica levantó la vista tratándola de enfocar y se apoyó en la pared.
- yooo lo siento Hermi- one pero... yoo no he sentido muy bien,,, creo que...
espera – dijo la chica arrastrando las palabras – si tu estas aquí abajo...
¿quién esta en la regadera con Ron? – dijo confundida Paulina.
No logró comprender bien lo que dijo Paulina , Hermione se negó a creer, pero
luego recordo el dicho "los niños y los borrachos siempre dicen la verdad".
- ¿Qué haz dicho Paulina? – dijo confundida Hermione
- Bueno,, creí que .. uupss.. cccreeoo que he metido la pataaa.. ¿sabes? Haz
como si no hubieras escuchado eso.
Paulina dio la media vuelta y cerró la puerta en las narices de Hermione que
estaba confundida. ¿era verdad lo que había escuchado?.. no lo creía pero nada
le hacía con comprobar, estaba escéptica y subió las escaleras al segundo piso
que la llevaban a la habitación de su viejo amigo Harry. Sintió un golpe fuerte
en el corazón, " para que quieres saber eso? Paulina te mintió" pero quería
saber que estaba haciendo Ron, si no era cierto inventaría algún tonto pretexto
por la razón que se encontraba tocando su puerta.
Se escucharon ruidos extraños desde adentro y con nervios tocó tres veces la
puerta esperando ver a Harry o a Ron tranquilos, pero se equivocó,
- ¡¡¡ QUEEE!! -
se abrió la puerta y una cabellera despeinada roja salía de esta dejando ver un
poco el torso desnudo del Ron y unos gemidos se escucharon inmediatamente desde
la cama.
- ¡¡NO TE VAYAS!!! ¡¡¡ NO ME DEJES!!! ¡¡NO PUEDO YO SOLA!!!
Hermione reconoció la voz, había compartido su dormitorio en Hogwarts por 7
largos años con Parvati, como no reconocerla y luego los ojos de Ron se
abrieron y ella no dijo nada y se dio la media vuelta mientras sentía como le
arrancaban su corazón cruelmente y lo destrozaban.
Ron la vio y comprendió inmediatamente que todo era una confusión.
- ohh no.. Hermione, no es lo que tu crees!!, ella esta exorcizada esta....
Hermione lo vio con lágrimas en los ojos y llena de furia.
- NO TIENES PORQUE JUSTIFICARTE RONNALD , ES TU VIDA, NO LA MIA!!!
Hermione salió del pasillo dando grandes pasos ignorando los gritos de Ron,
mientras que él deseo correr detrás de ella, aun sin camiseta a causa de que en
esos momentos Parvati le había vomitado encima del pelirrojo y él se la había
quitado. Un grito de dolor aun mas fuerte salió de su cuarto, tendría que
tomarla ye llevarla a San Mungo.
El camino de regreso era mas difícil de lo que se pensaba, el cielo estaba en
un tono azul no muy oscuro avisaba que en una hora amanecería, el frío en
Londres por la madrugada era mas penetrante y la neblina mas espesa, a tal
grado que a un metro de distancia no se lograba ver con claridad.
Como pudo llegó a l edificio de los dormitorios y caminó por el pasillo hasta
llegar a la puerta de su cuarto y entró sin hacer escándalo. Aun no se podía
ver con claridad, solo se miraban los objetos de la habitación, y Ginny dejó
escapar un gran suspiro cargado de sentimiento. Se encontraba tan cansada y
desarreglada, había estado toda la noche en vela, si hubiera sido por ella se
hubiera quedado justo a un lado de James, pero Dumbledore no le permitió que
faltara a clases.
Sus ojos estaban hinchados y su mirada delataba que había estado llorando por
un buen tiempo. La tenue luz que provenía del cielo apenas entraba y dejaba ver
unas siluetas de los objetos y de la mesita de noche que acompañaba con una
lámpara, no quiso prenderla, ahí estaba Hermione sobre su cama, o al menos la
que creía ser su cuerpo descansando.
Se quitó el abrigo húmedo por la neblina y miró su cama con la esperanza de
poder dormir una hora mas, aunque sabía que no podría quitarse el pendiente de
su hijo, dio la vuelta dispuesta a entrar al baño a oscuras cuando la luz se
prendió de la nada.
- ¡Harry! - Exclamó la joven con sorpresa al ver a su novio sentado en la cama
de Hermione - ¿qué haces aquí?
- Hermione no llegó a dormir, pero mi pregunta es ¿ en donde haz estado toda la
noche? – el rostro de Harry se miraba un poco sucio y sus ojos sin anteojos
mostraban un resentimiento al igual que cansancio que la pelirroja.
- Estaba con Audrey - Ginny no estaba mintiendo, aunque Audrey seis horas atrás
había abandonado la cabaña.
Ginny sintió un presentimiento, la mirada fría de Harry la asustaba y el caminó
hacia ella.
- ¿por qué no avistaste? Creí que te había pasado algo, Ron tampoco ha llegado
a dormir – dijo Harry en un tono golpeado.
Ginny lo miró con temor y confundida.
- no es la primera vez que no llega a dormir, ¿qué te ocurre Harry?
Harry soltó una risita cínica y miró a Ginny por unos segundos.
- ¿por qué me haz mentido Ginny?- la voz parecía como si en la garganta se le
hiciera un nudo.
- ¿mentido? ¿de que hablas? – dijo Ginny en verdad confundida, Harry soltó otra
leve risa que puso mas nerviosa a Ginny.
- ¿por qué me haz mentido? ¿por qué me lo haz ocultado? ¿QUÉ ES LO QUE TE
TRAMAS?
- ¡¡ no entiendo lo que estas hablando!! ¡¡no te entiendo!!, ESTUVE CON AUDREY
- SI ESTUVISTE CON AUDREY Y CON MAS PERSONAS,, ¿POR QUÉ ME LO OCULTASTE?
- NO SE DE QUE HABLAS,.. NO SE PORQUE ME GRITAS - Ginny lo miró confundida y
temió por un segundo que la haya visto con James, pero eso era imposible, ella
no había salido de la cabaña –
- ME HAN TRATADO DE VER LA CARA TODO ESTE TIEMPO, A LOS DEMÁS SE LOS JUSTIFICO
PERO ATI... A TI.. FUI UN ESTUPIDO EL ENAMORARME DE TI, NUNCA DEBÍ SIQUERA
VOLTEARTE A VER.
- NO SE QUE DEMONIOS TE SUCEDE, ¿POR QUÉ VIENES A DECIRME TODO ESTO NO
ENTIENDO... ME HACES DAÑO HARRY ¡!!
- ¡¡¡¡MAS DAÑO ME HAZ HECHO TU CON TODA TU FARSA ¡!
- NO TE ENTIENDO HARRY
Pero a Harry no le importó quien era ella, si había sido el amor de su vida o
había sido una simple persona, la tomó con fuerza ambas muñecas con brusquedad
haciendo que Ginny se doblara un poco de las rodillas y se sorprendiera y
temiera porque Harry le haría daño por primera vez. Mientras él no medía su
fuerza, Ginny lo miraba con los ojos cristalizados y a el no le importa.
- ¿y si te digo que te seguí ahora con mi capa? Ehhh ¿Y SI TE DIGO QUE TE SEGUÍ
HASTA ESA CABAÑA? EHHH GINNY ¿ RESP"NDEME? ¿VAMOS ? ¿DIME QUE NO ES CIERTO?
¿DIME QUE TU NO ERES LA MADRE DE ESE NIÑO? ¿DIME QUE YO NO SOY....
- ¡¡ ME LASTIMAS!!! - logró gritar Ginny por el dolor que le provocaba y la
doblaba casi hasta caer el suelo.
El rostro de Ginny se contorsionó de la impacto que se llevó, y su cara en
cuestión de un segundo estaba llena de lágrimas, no sabía que hacer, no sabía
que decir , Harry estaba mal, su reacción era demasiado violenta. Ahora estaba
enfrente de el, congelada, sin siquiera saber con exactitud que hacer, tan solo
se limitó a tratar de calmar su corazón que no dejaba de latir demasiado.
- ¿ACASO TU NO ME HAZ LASTIMADO? . ¡¡¡RESPONDEME GINNY!! VAMOS, DESMIÉNTEME Y
DIME QUE NO ERA TU HIJO!!! ¡¡QUIERO ESCUCHÁRTELO DECIR!!!
Ginny lo miró aterrorizada, no era Harry, el no podía ser y como pudo se safó
de las manos de Harry cayendo en el suelo de rodillas con la cabeza abajo.
- ¡¡VAMOS DIMELO!! ¡¡DIME QUE YO NO SOY SU PADRE!! ¡¡¡DIME QUE YOO NO PUEDO SER
SU PADRE!!
Ginny levantó la cabeza con las lágrimas aun rodando sobre sus mejillas y el
rostro de Harry estaba igual que el de ella, no entendía por que Harry le pedía
algo así.
- ¡¡DIMELO, DIMELO, QUIERO ESCUCHARTE DECIR QUE YO NO LO SOY..
Ella no pudo mas y tan solo lo admitió con la cabeza, Harry actuó con mucho mas
violencia, ni ella e lo esperaba, y fue hacia donde estaba el escritorio de
Hermione y tiró todas las cosas con sus manos sin importarle que se habían
topado con un objeto de vidrio que con el impacto de sus manos se había
quebrado, ahora escurrían sangre de estas.
El se dirigió a ella y la vio como si antes no la hubiera amado . Y con voz
quebrada por el llanto le dijo:
- yo.. yo.. no quiero saber nada de ti... ni que provenga de ti...
. Y el la dejó tirada en el suelo, ella tan solo tenía la cabeza abajo llorando
calladamente impresionada por lo que Harry le había dicho y no podía comprender
como la situación se había salido fuera de control. No tenía el valor de darle
la cara, le había dañado, ella le había dañado.
Ginny deseo que con ella se desquitara, pero el la dejó, ella sencillamente no
tenía palabras con que justificarse en ese momento, aun estaba impactada y el
dio la media vuelta y desapareció con un portazo. Ella aun no podía creerlo, no
podía creer que su Harry había desaparecido.
El pasillo estaban varios estudiantes que habían despertado por los gritos de
Harry, Silvia salía con su pijama lo miraba sorprendida, Harry desapareció
justo en la puerta del edificio y Silvia abrió la puerta del cuarto de Ginny.
Estaba a oscuras, aunque no claramente se podía notar con exactitud, pero se
notaba que del escritorio de Hermione habían sido violentamente retirado sus
objetos. Ginny estaba al final del cuarto, cerca del baño en un rincón con el
pelo despeinado y sus manos en el rostro llorando como una niña.
Silvia corrió hacia ella.
- ¡¿TE HA HECHO DAÑO? , vamos Ginny, déjame ver tu rostro, ¿te ha hecho daño? –
dijo Silvia asustada y vio el rostro de Ginny bañado en lágrimas.
- no me hizo nada que yo me mereciera – dijo Ginny llorando .-
Silvia trató de levantarla pero Ginny se negó.
- vamos, como puedes decir eso, nadie se merece algo así
Ginny se detuvo un momento y vio a su compañera recordando algo.
- ¡Hermione!-
- Ella ha regresado a su casa - Silvia la ayudo a levantarse, Ginny temblaba como
una niña y lloró todo lo que restaba para que amaneciera, lloró mas de que
creía que lloraría ese día.
El triunfo de México había causado un revuelo tremendo en toda la facultad, la
fiesta que se hizo esa misma noche había sido tan intensa que los estudiantes
iban a sus clases como zombies, algunos preferían quedarse a dormir en sus
dormitorios y el sexto piso del edificio de los dormitorios (lugar en donde
había sido la fiesta) tenía un fuerte olor a licor y a tequila aun.
La resaca del tequila o del whisky era tremenda para todos y el dolor de cabeza
se dejaba ver mas que antes.
- ¡¡auuch no aguanto mas – dijo Paulina tratando de sostenerse la cabeza – si
como otro bocado mas, ¡ vomitaré!
- Ándale, ándale, sigue tomando como lo hiciste ayer en la tarde - dijo Scott
molesto mientras desayunaba unos huevos fritos con tocino y unas papas fritas.
- No lo volveré a hacer, no volveré a tomar whisky. Lo prometo – dejó escapar
Paulina con un quejido.
- ¿y tu? ¿por qué no hablas? – dijo Scott a Silvia –
- no, no ocurre nada, es que tan solo no dormí bien – dijo Silvia jugando con
el tenedor con su desayuno. Y luego cambió de tema - ¡Oye! Hoy juegan ustedes
¿verdad?
- Así es, contra los Estados Unidos – dijo Scott confundido - aunque .la verdad
yo no quería enfrentarme con ellos.
- ¡vamos, todos sabemos que Estados Unidos es uno de los equipos mas fáciles de
vencer! - aclaró la garganta Paulina.
- Bueno.. tal vez, pero ellos son amigos míos - Dijo Scott mientras notaba la
llegada de Ron con el rostro pálido y cansado.
- Hola – dijo Ron sentándose a un lado de Scott.
- ¡Que paso viejo!, anoche fui a buscarte para ir a la fiesta, pero no estabas
-
- Lo siento Scott, anoche estaba en San Mungo, Parvati se puso muy mal.
- ¿Parvati? ¿quién es? ¿tu nueva mascota? - Rió Silvia.
- No, ella es una vieja amiga, la adivina que nos ayudo ayer en la tarde en el
departamento – dijo Ron con tono severo.
- Aahh por cierto, ¿cómo les fue a ustedes? ¿qué descubrieron? Se supone que
Harry debería de estar aquí.
- Eeehhh,, bueno, la verdad no estoy muy seguro de lo que pasó, creo que
Hermio.... dudo que ella quiera hablar de esto - Ron agachó la cabeza
arrepentido de hablar.
- Por cierto, ¿en donde esta Lennon? – preguntó Paulina extrañada.
- No lo se, pero espero que no se haya desvelado como nosotros dos, ahora en la
tarde tenemos partido.
- ¿has visto ha Harry? – le preguntó a un chico que tomaba clases con ellos
dos, el chico le dijo que no.
Era ya mediodía y no se había visto seña alguna de Harry, en una hora tenía que
juntase para repetir la jugadas y Harry ¿dónde demonios estaba?. Había
recorrido toda la facultad, la biblioteca, cafetería, los baños, los salones ,
laboratorios, el pequeño invernadero, las salas de práctica y parte de los
jardines, el merendero y hasta el dormitorio de Ginny, pero el no estaba.
Vio a lo lejos a un grupo de chicas, entre ellas estaba Cho y dudando que
supiera se acercó.
- ¡eey Cho! - se acercó con pena Ron al grupito y la chica dejó de reír para
ponerle atención a Ron, que agradecía el hecho de que Mónica no estuviera ahí.
Cho puso una postura como simulando interés.
- ¿ocurre algo Weasley? – Preguntó la chica asiática con gracia.
- eemm,, quería saber sino haz visto a Harry.
Las chicas rieron y Cho volteo a verlas con una sonrisa y un brillo en los
ojos.
- creo que deberías de preguntarle a tu hermana, ella ha de saber en donde se
metió, pues dicen los chismes que altas horas de la madrugada salió como rayo
echando maldiciones del cuarto de tu hermana, tal vez ella fue realmente mala en
la cama - Cho terminó con una sonrisa.
Ron se alejó confundido y fue hacia la habitación de Ginny.
- ¿has visto a ginny o a Hermione? – preguntó Ron a Silvia cuando se la
encontró en la puerta del edificio.
- ¿por qué yo he de saber? Aunque Hermione se que se fue a su casa y de Ginny,
de Ginny no se nada, ella no entró a clases tampoco. Después de la pelea creo
que lo mas seguro es que ...
- Espera, entonces ¿es verdad?- preguntó Ron sorprendido –
- ¿Qué es verdad?
- ¿Que Harry salió de la madrugada del cuarto de Ginny echando maldiciones?
- Bueno... yo no escuché que dijera nada cuando salió, pero Ginny y el
discutieron, Ginny no quiso decir nada de lo que había ocurrido. Creo que
deberías de buscarla, ella estaba realmente muy mal.
- ¡Maldito Harry! Se lo advertí - Ron se encontraba furioso. Miró a Silvia y
pareció comprender - ¿así que por eso se esconde?
- No lo se, créeme, desde la madrugada que no lo veo.
- Piensa como idiota Ron y lo encontrarás – se susurró para el mismo – piensa
como un canalla y lo encontrarás.
Un poco mas de mediodía y el frío aun calaba en su cara, el día raramente
asoleado indicaba ser un excelente clima para jugar quidditch. Cualquiera que
se hubiera enterado que venía de Londres y que estaba ahí desde muy temprano,
se hubiera sorprendido, ya que llegar ahí no era nada fácil ni nada rápido.
Estaba sentado en el pasto en el único lugar en donde había considerado que era
su hogar "Hogwarts" . Nadie lo alcanzaba a ver ni a distinguir, al menos eso
creía y miraba cómo los niños de primer año tenía uno de sus primeros vuelos
sobre escoba, a eso el le traía buenos recuerdos. Fue Gracias a Malfoy que
había podido entrar a la edad de 11 años al equipo de Gryfindor y ser uno de
los jugadores mas chicos en 100 años. - si tan solo pudiera regresar a esa
época - se dijo a sí mismo, y volvió a contemplar a aquellos pequeños que
subían y bajaban contentos de las escobas.
- Sabía que vendrías, te estaba esperando -
escuchó Harry justo detrás de él y reconoció inmediatamente la voz y su alma se
llenó de ira. Quiso levantarse y retirarse pero ya era tarde, el viejo con
dificultad se había sentado a su lado.
- me imagino que después de lo que pasó estas confundido - Dumbledore miraba a
través de sus lentes de media luna, Harry se negó a verlo directo al rostro. -
y que tienes muchas dudas respecto a...
- ¡¡cállese!! No me interesa saber nada mas - interrumpió violentamente Harry
sin siquiera verlo al rostro.
El silencio reino por unos cuantos segundos, Dumbledore lo miraba con tristeza,
mientras la mirada de Harry seguía en los niños de primero.
- Ha de ser muy difícil el primer vuelo, ¿no crees? Sobretodo para aquellos que
jamás han subido a una escoba – dijo Dumbledore y Harry volteó a verlo
desafiante – y mas difícil para aquellos que no han madurado.
Harry no entendió bien lo que dijo el viejo y agachó la cabeza y volvió su
vista hacia los niños. Dumbledore no dijo nada y esperó justo el momento en que
Harry se animaría a preguntarle, y así fue, cinco minutos después Harry abrió
la boca.
- ¿porque no se me dijo nada? ¿por qué ocultarme algo a mi? – dijo Harry sin
ver la cara de su ex director.
- Creí que no hablarías, ya te estabas tardando. Y me preguntas algo que tu ya
sabes ...
- Yo no lo se, ¡NO LO SE! ¡ TODOS ME HAN VISTO LA CARA DE ESTÚPIDO! ¡TODOS,
HASTA USTED! – se paró inmediatamente Harry y lo vio directo al rostro - HASTA
GINNY, QUE TUVO EL DESCARO DE DECIRME QUE ERA MIO, CUANDO NO LO ES.. NO LO ES.
- Lo es Harry, es parte de ti.
- ¡NO!
- ¿Niegas de tu propia sangre?, tu lo haz visto, ese niño es tu..
- ¡NO, NO LO ES, NO LO PUEDE SER! – gritó Harry con los ojos llenos de lagrimas
de furia - ¡NO ES MIO! ¡YO NO PUEDO SER UN MOUSTRO, YO NO PUEDO.
Harry cayó al suelo y se llevó sus manos a su rostro que lucía extraño sin sus
anteojos, lucía ansioso y nervioso, Albus lo miró con mucha tristeza.
- ¿Por qué me lo han ocultado? ¿por qué ocultarme a mi la verdad?
- Porque tu mismo lo sabes Harry, tu sabías porque razón...
- ¿QUÉ, ACASO NO ENTIENDE? YO NO SABÍA NADA, NO SABÍA NADA DE QUE ELLA
ESTUVIESE EMBARAZADA.
- Lo sabías, tu mismo tenía tus dudas, aquella vez que te hable por primera vez
de las profecías, tus ojos estaban llenos de dudas, además tus presentimiento,
eran demasiado fuertes.
- Un momento.. ¿cómo sabía usted de los presentimientos que yo...
- Harry, cuando uno es padre, esos presentimientos se hacen muy fuertes con el
tiempo, pero tu no tenías el conocimiento de que...
- ¿ES QUE USTED NO COMPRENDE? - gritó con furia Harry – YO A ELLA YO LA VI, YO
LA VI BAÑADA EN SANGRE, ELLA HABÍA ABORTADO.. YO LO VI. MALFOY A MI ME DIJO QUE
ELLA NO TENÍA NADA.
- Yo le pedí a Draco que no diera nada, Ginny fue fuerte, ella y el bebe
pudieron resistir al ataque de Voldemort.
- ¿POR QUÉ PEDIRLE A MALFOY QUE NO DIJERA NADA? SI YO TENÍA QUE HABERME
ENTERADO!! USTED NO SABE NADA.. TODO ESTE TIEMPO YO ME SENTÍ CULPABLE DE
DEJARLA , DE CREER QUE ELLA HABIA PERDIDO A SU HIJO, de yo haber creído que
había perdido una parte de mi - Harry agacho la cabeza y dirigió su mirada por
un momento al pasto seco y luego miró hacia las montañas con la mirada perdida
y los ojos brillándoles por las lágrimas.
Dumbledore lo contemplo por unos segundos, una lágrima rebelde se resbaló por
el rostro viejo de Albus al ver la condición de Harry.
- ¿Por qué no se me dijo nada? – preguntó Harry triste y una mirada que
mostraba desilusión - ¿por qué no me lo dijeron antes?.
Dumbledore agacho la cabeza y lo miró.
- Eres igual que tu padre, no hay duda. Harry, cuando tu te enfrentaste a
Voldemort la guerra no había terminado, tu eso lo sabías, muchos de los
mortífagos mas fuertes había escapado, tu sabías que las cosas no entrarían en
paz, yo mismo te lo dije... ellos sabían que había una chica por ahí que podía
estar esperando un hijo tuyo. Todos creyeron que era Ginny, sin embargo al
enterarse de que ella terminó mal después del ataque, muchos perdieron la
esperanza,
- ¿esperanza a que? – preguntó Harry
- Esperanza a traer devuelta a Voldemort
- ¿A QUE SE REFIERE CON ESO.. A QUE?
- A que yo omití una parte de las profecías, y una era de que el pequeño sería
parte de los elementos que se ocuparían para traerlo a la vida.
Harry se quedó callado.
- Espero que comprendas Harry porque de la protección del pequeño, porque tanta
insistencia en mantenerlo oculto con Lupin y Severus, en este caso ahora tu
propio padrino.
- PERO, PUDIERON AVISARME, DECIRME ALGO, NO SO SE... UNA SIMPLE LECHUZA O USTED
PUDO HABLAR CONMIGO Y EXPLICÁRMELO.
- Harry, no comprendes del todo. Una lechuza podía ser interceptada, no yo
podía decirte nada porque no era decisión ni deber mío, sino de Ginny.
Harry se levantó y tiró un golpe en el aire lleno de furia.
- Ginny fue la que decidió guardar el secreto y ella hizo lo correcto.
- ¿LO CORRECTO? ¿C"MO PUEDE DECIR ESO USTED? ¿C"MO? – Harry volteó con ira
hacia Dumbledore –
- Ella hizo lo correcto Harry porque tu presencia llama mucho la atención,
todos saben quien eres en el mundo mágico, basta que te vieran con el pequeño
en Hogsmeare para que salieras en el profeta en primera página informándoles a
todos que es tu hijo y llegaría a manos de los mortífagos que todavía están
ocultos.
- Es la mayor estupidez que he escuchado - Harry se sentó sin mostrarle el
rostro a Dumbledore.
- Pues esa misma estupidez que dices que es, puede poner en peligro a tu hijo.
- YA LE DIJE QUE EL NO ES MI HIJO NO LO ES, EL ES...
- ¿acaso no viste lo que te mostré anoche? – interrumpió el viejo mientras el
rostro del ojiverde quedaba pasmado comprendiendo lo que el viejo decía.
El tan solo agachó la cabeza y no le volvió a levantar la voz a Dumbledore.
- Harry, cuando tu madre avisó que estaba embarazada de ti, todos le deseamos
lo mejor, pero todos sabíamos que tu llegada eran en los tiempos mas oscuros en
toda la historia de la magia. Tu padre los primeros meses del embarazo no pudo
dormir porque él deseaba que vivieras en un mundo diferente y porque sabía que
Voldemort buscaría el punto débil que era tu madre, por esa misma cuestión tu
padre se enfrentó a el, para protegerte.
Harry volteó a verle con los ojos brillosos, cristalinos por las lágrimas que
contenían.
- Y luego nos dimos cuenta de la profecía que hablaba de ti, tu padre se volvió
loco y no quiso decirle nada a tu madre, pero ella ya lo sabía, ya sabía el
significado que tenías tu para nuestro mundo y para Voldemort, ella te
protegió, pero esa historia tu ya la sabes, no es necesario que te la cuente.
Harry se quedó mas calmado y metió entre sus rodillas su cabeza pensando aun la
escena que había visto en la habitación, se había negado en creer que era su hijo
ha pesar de lo que vio, se sentía como un mounstro al ver al pequeño llorar por
lo que le había heredado, algo que él odiaba tanto y que por mucho tiempo fue
su calvario y que él mas que nadie sabía cuanto le dolía, porque a el también
le había dolido antes la cicatriz.
- No ha sido del todo tu culpa - dijo Dumbledore sacándolo de su pensamiento.
El tan solo se volteó al viejo y lo miró tristemente con dos lágrimas en sus
mejillas.
- Harry, debes de comprender que ese niño no es un niño común, desde que estuvo
en el vientre de su madre tuvo que luchar por sobrevivir y tal vez no de un
adave kadevra como lo hiciste tu, sino de un Crucios. Debes de entender Harry
que el vivió al igual que tu, por la protección de su madre y de la tuya aunque
tu no te hayas percatado de eso.
- ¡Pero si usted mismo me lo mostró! ¡El tiene mi cicatriz!
- Si, Harry, lo se – dijo Dumbledore con mucho mas calma - ¿acaso no te haz
preguntado porque la tenía?
Harry negó con la cabeza.
- Porque tu hijo tiene algo que nosotros aun no hemos sabido con exactitud lo
que le sucede. El pequeño ha tenido anteriormente ese ataque y coincidió con la
muerte de Colin Creevey, creemos que cada vez que hay una manifestación de
magia oscura cerca, el pequeño pasa por algo similar, tal y como te sucedía a
ti antes de la muerte de Voldemort.
- Pero él ya está muerto, yo no...
- Si, tu no tienes ya ninguna conexión con él, pero el pequeño lo tiene con sus
vasallos cuando hacen algo malo y es ahí cuando la cicatriz suele dolerle y
aparecerle.
Dumbledore no necesitó escuchar nada de Harry, pues en sus ojos decía todo
aquello que no podía decir. Harry sentía en su pecho como si le suprimieran con
fuerza y se le aceleraba bastante y entonces Dumbledore se levantó.
- Espero que tomes una buena decisión y que no tomes una mala elección y hagas
que Ginny...
- NO ME HABLE DE ELLA – gritó Harry. Dumbledore lo miró y no quiso decirle ya
nada y negó varias veces su cabeza.
- "Espero Harry que seas sensato y valores lo que ella ha hecho"
El cansancio de Dumbledore era mas vidente que nunca antes y dio unos pasos
hasta que Harry lo detuvo con su pregunta.
- ¿quién ha sido atacado?
- ¿a que te refieres?
- Si, usted dijo que el pequeño suele sucederle algo cuando...
- Aahh.. bueno, tal vez lo recuerdes – Dumbledore se volteó por un momento y
miró con preocupación a Harry - han dicho que fue muerte natural, sucedió ayer
antes de que anocheciera por completo, ha sido Athos Oldman. ¡Bonito día para
el quidditch! ¿No crées Harry?
Dumbledore siguió su camino hacia el castillo, Harry recordó hace un año que
había sido llevado justo en la cabaña de ese hombre por tres días para
esconderse, el mismo que había ayudado a que Ginny diera a luz, sin embargo
esto último no lo sabía Harry.
Miró el cielo azul, claramente notó que era un buen día para jugar quidditch.
DONDE E STA GINNY.
- ¿No la haz visto? – preguntó sorprendida Audrey a Paulina que la miraba
desconcertada –
- ya te he dicho que no Audrey, no después de lo que te conté - Paulina miró
alrededor y venía legando su amiga Merion muy feliz casi corriendo.
- ¿Dices que discutieron? ¿no te enteraste porque se enojo Harry con Ginny? –
preguntó Audrey
- que no Audrey, ella no quiso decirlo. – Paulina volteo a ver a Merion que le
hacia falta un poco de aire.
- Deberías de ver lo locos que están los de España, acaban de soltar unos
cohetes chilladores que compraron en un callejón mágico, los soltaron en la
facultad de medicina muggle - Dijo alegre Merion.
- ¿en medicina? Tengo que verlo- y salieron las dos chicas mexicanas corriendo.
Audrey miró retirarse y se preguntó que era lo que había sucedido a su amiga y
con miedo caminó hacia la cabaña que estaba detrás de la mansión. Pensó como
ultima opción que Harry se hubiese enterado de algo, tal vez tenia algo que ver
esa tal Cho con su amiga squib.
Caminó menos de diez minutos, con pasos largos y apurados y llegó y de
costumbre abrió la puerta, miró salir la lechuza blanca de Sirius por la
ventana ¿qué podría ser tan importante para que la lechuza saliera? Tal vez
iría a cazar.
Como de costumbre abrió la puerta de la cabaña, Ginny estaría cuidando ahí a
James y sintió la cabaña fría y silenciosa, faltaba el alma del pequeño. Sirius
estaba sentado en un sillón con el rostro pálido de la preocupación.
- Oye, James se pondrá bien – dijo Audrey con un tono de esperanza – ya ha
pasado por algo similar, el ha salido adelante.
Sirius la miro confundido.
- Se nota que no sabes lo que acaba de suceder - Habló Sirius un poco temeroso
- Bueno, que se supone que debo de saber - Audrey temió por unos segundos, -
vamos, no puede ser nada malo.
- Deberías de ir a apoyar a tu amiga, ayer alguien mas que no vimos estuvo aquí
-
- ¿quién? – dijo extrañada Audrey.
- Harry
- ¿¿¿QUEE??? ¿PEE... PE.. PERO COMO?
- La vieja capa de su padre.
Audrey corrió por el pasillo de la cabaña y abrió bruscamente la puerta de la
habitación de James. Por la ventana se lograba filtrar la luz del día del cielo
azul, la ventana estaba un poco abierta dejando que entrara un poco de aire y
circulara por el cuarto. Audrey sintió la vibra de tristeza inmediatamente en
él, y frente a la ventana, en la silla mecedora estaba sentada viendo hacia
afuera Ginny, sus brazos rodeaban a James que descansaba dormido aun enfermo
mientras su madre lo arrullaba con una vieja canción.
- ¡Ginny! – apenas susurró Audrey con la garganta hecha nudo.
- ¡No quiere saber nada de el Audrey, no quiere saber nada de su hijo!.... – la
voz de Ginny estaba lastimada por tanto llorar desde la noche anterior, de sus
ojos ya no salían lágrimas de lo hinchados que estaban, sin embargo un leve
sollozo de cansancio y de dolor dejaba escapar.
- ¡No Ginny, no puedes decir eso! ¡esto no puede suceder! – trató de justificar
Audrey con una leve sonrisa y con los ojos humedecidos.
- ¡ Si, Audrey, yo lo escuché, el me lo acaba de decir esta mañana – Ginny
apretó a James aferrándose a él y comenzó a llorar.
Audrey se acercó a su amiga y la abrazó, no le cabía en la cabeza esa
posibilidad, nunca había visto a su amiga tan mal como la había visto ahora, ¿cómo
era posible que Harry le hiciera eso? ¿cómo era posible?, el dolor era visible
en el rostro de la pelirroja. James se despertaba somnoliento, miró a su madre
y comprendió que se encontraba triste como nunca antes y como si comprendiera
el pequeño, se aferró a las ropas de su madre con fuerza recordándole su
presencia.
- ¡Solo quedamos tu y yo James! ¡ solo mama y tu! Y mama no te dejará – susurró
Ginny con dolor abrazando a su pequeño.
Audrey miró con tristeza y ocultó las lágrimas que tenía en su rostro, tomó la
mano de su amiga y la apretó recordándole que tenía su apoyo incondicional.
Estaba justo afuera, solo en pocas ocasiones había entrado a la gran casa que
ahora estaba viendo nervioso, y la mayoría había entrado por medio de polvos
flu.
Su vida había estado cambiando desde pocos meses, siempre había estado ella a
su lado, pendiente de todo lo que a él le sucediera, nunca antes había
aprovechado de estar soltero desde sus 16 años. Primero había sido Parvati,
algo difícil de olvidar ya que el primer amor y la primera vez es muy
complicado borrarlo de la memoria y luego estuvo ella, Hermione, la que antes
de ser cualquier cosa fue su amiga y de la que ya no quedaba mas.
Tal vez nunca había estado tan solo, ni Harry había estado tan apartado de el,
pero conocía la causa de que su amigo no pudiera dormir, era su hermana, Ginny,
el mismo lo había confesado, su hermana había crecido y se puso muy regordeta.
De Hermione, ella siempre había estado ahí consigo, aun de novios Ron tuvo
suerte de que Hermione descansada un año (después del ataque
de-el-que-no-debe-ser-nombrado) pues él había disfrutado como nunca antes de
tanta libertad.
Amigas, fiestas, un poco de estudio, comida al máximo, cerveza tanto muggle
como de mantequilla, hidromiel, dormir hasta tarde, salir con los amigos a
bares o a pub's, largos entrenamientos de quidditch sin preocupación alguna;
eso era todo lo que un chico necesitaba, sin novia, sin nada que lo asfixiara,
sin embargo ella importaba mucho y se preguntó afuera en la puerta la razón por
la que estaba justo afuera de la casa de Hermione.
- ¿vienes a ver a Mion? – escuchó una voz grave y fuerte desde atrás.
- Hola señor Granger, Yo... – Ron se rascó la cabellera confuso y miró al suelo
- Yo acabo de traerle un gran tarro de chocolate, ya sabes, ella pocas veces
desde que está en la universidad ha venido a vernos, ¡pobre hija mía, se
esfuerza demasiado!, y bueno, aprovecho para consentirla – dijo con una gran
sonrisa el padre de Hermione mientras le mostraba una bolsa de papel con el
paquete dentro.
- Si.. yo.. señor Granger... yo...- Ron agachó la vista mientras que el señor
Granger abrió la puerta del jardín y miró a Ron como si se tratara de un
sobrino suyo.
- Pero pasa, no te quedes ahí parado, anda pasa – invitó el señor Granger.
Ron miró hacia arriba, distinguió la ventana del cuarto de Hermione y el
corazón le dio un vuelco tremendo y recordó la imagen que Hermione se había
llevado al verlo con Parvati, tenía que explicarle lo que realmente había
sucedido.
Entró a la casa, una muy bella, Ron tan solo pocas veces había entrado a casa
muggles y sabía lo estrictas que eran respecto a la limpieza y el orden y esta
no era el excepción. Unas largas escaleras que conectaban al segundo piso, las
fotos de Hermione de chica y el título de sus padres dentistas colgado en las
paredes con orgullo, las nuevas fotos de los dos hermanitos de Hermione y luego
un pequeño gritito de enojo se escuchó por las escaleras.
-¡Déjame Kevin, Déjame o le diré a Papá - grito con enojo la hermana pequeña de
Hermione,.Mathilda.
Ron volteó hacia las escaleras y la pequeña lo vio y se detuvo por unos
segundos y se sonrojó al ver a Ron.
- Ho... Hola - dijo tímidamente la niña
- ¿qué haces aquí?- preguntó celoso Kevin, el hermano gemelo de Mathilda.
- ¡No seas grosero Kevin! – dijo Mathilda con una mirada dura – ha venido a ver
a Mion.
- ¡Hola Ron, ¿cómo haz estado? - bajó enseguida la señora Granger, con el
rostro aun joven y con el color de ojos de su hija.
- Señora Granger yo.. yo - Ron no sabía que decir - estoy bien, vine a ver a
- Claro, a Hermione, ella está mas tranquila, ayer ella llegó muy mal, no ha
estado comiendo bien ¿verdad? - la señora Granger vio a Ron de una manera
juzgadora al rostro preocupado de Ron – la comida de la universidad no es muy
buena, además me di cuenta que la pobre ha estado comiendo mucha comida
chatarra.
- Bueno.... que le puedo decir - Ron pocas veces había hablado con los padres
de Hermione, de hecho ellos sabían mas de él (porque Hermione siempre les había
hablado en las vacaciones de él), que Ron de ellos.
Los pequeños jalaron la falda de su madre y miraban a Ron con curiosidad, la
señora Granger miró a Ron de forma amenazadora y le pidió que lo acompañara a
la habitación continua desprendiéndose de los dos gemelos que miraban atentos a
su madre.
- ¡Quiero hablar contigo Ron! – dijo la Señora Granger mientras Ron se le
cruzaba una idea de lo que podría ser y con temor pasó un poco de saliva.
- Señora.. yo...
- Déjame hablo Ron y después podrás dar cualquier explicación. Hermione no esta
bien y tu mas que nadie lo sabe, tu estuviste con ella hace mas de un año con
el ataque que hubo en tu mundo, tu mas que nadie sabe que ella sufrió mucho y
que tardó mucho en recuperarse y lo que mas le dolió a ella, que fue perder un
año en la escuela. Ella llegó ayer en la noche, conozco muy bien a mi hija y se
la razón por la cual estuvo llorando, esas lágrimas eran de dolor pero del
corazón, sabes a lo que me refiero, ¿verdad Ron?
Ron admitió con la cabeza.
- Entonces, no me importa porqué razón te hayas peleado con ella, subirás y le
pedirás disculpas sea quien sea que haya cometido el error – dijo en tono
golpeado y de mandato la señora Granger – Los dos queremos demasiado a Hermione
y sabemos que le hace mal y me imagino que ninguno de los dos queremos
perderla, así que será mejor que vayas subiendo hacia la habitación.
El pelirrojo vio a la madre de Hermione con una mirada triste y mas calmado le
dirigió unas palabras.
- Tiene razón señora Granger, he venido a disculparme con ella, ha sido mi
culpa todo lo que ha pasado últimamente, así que usted también discúlpeme por
hacer sentir mal a su hija, por hacerle pasar un mal rato- la mirada de Ron era
sincera y hablaba con tono claro
- Mira Ron, tu eres la clase de chico que deseo para mi hija, no me hagas
cambiar de opinión – la señora Granger le sonrió y se hizo a un lado para que
se dirigiera hacia las escaleras.
Era verdad, no quería perderla, la quería mucho y ahora subiría las escaleras
para hablar con ella. ¿qué le diría?, aun no sabía, aunque sintió la sensación
por un segundo de salir corriendo, pero eso no era de hombres, abrió los ojos y
ya estaba frente a la puerta ¿qué le diría?, volvió a pasar por su cabeza.
Abrió la puerta sin siquiera tocar y miró la cama vacía, volteó alrededor del
cuarto viendo algunas viejas fotografías, (la suya estaba boca abajo, no se
apreciaba). De la puerta de al fondo se escuchó un ruido y salió
inesperadamente del baño Hermione, se paró en seco y vio un poco asustada a
Ron.
- Hola – dijo tímidamente el pelirrojo.
- ¿qué haces aquí? - preguntó Hermione molesta mientras terminaba de acomodarse
su pijama.
- Yo.. yo vine porque no fuiste a la escuela – la mirada de Ron estaba en el
suelo y luego vio el rostro de Hermione, estaba algo hinchado.
- ¿desde cuando te preocupo yo Ron? ¿eh? ¿desde cuando? ¿por qué no te largas?
– dijo con coraje mientras caminaba hacia su cama.
- ¡¡OYE!! ¡NO ES JUSTO QUE ME TRATES ASÍ! ¡ Vine a verte porque estoy
preocupado – renegó el chico mientras miraba a la castaña sentarse en su cama.
- ¿tu? ¿preocupado? ¡Por favor Ron!. Apuesto que viniste a consolarme porque
crees que estaría llorando por lo de anoche – dijo con tono cínico Hermione.
Pero eso era verdad, ella había estado llorando toda la noche –
- No precisamente – tímidamente agachó su cabeza y miró hacia el fondo de la
habitación – yo solo he venido......... piensa Ron, Piensa – se dijo así mismo
y luego tomó aire y miró directo a los ojos a Hermione que lo miraba sin
comprenderlo y con cierto brillo en los ojos de coraje y cariño.
- ¿a que? ¿a burlarte de mi?
- No Hermione ¡ al diablo con todo! - Ron caminó hacia la cama de Hermione y la
miró de tal forma que la chica se hizo para atrás - ¡Maldición! ¿por qué otra
cosa he venido?, se trata de Harry.
- ¿Harry?
- Si Harry, - Ron respiró profundo y se sentó en la cama a una orilla sin saber
como empezar – Hay problemas.
Hermione miró a Ron sin comprender, estaba desconcertada pero por un segundo
pensó en su amigo, podría estar en problemas.
- ¿qué le sucede a Harry?
- El.. el no está bien.. se peleo con Ginny – inmediatamente dejó escapar.
- Aayy vamos Ron. ¿acaso a eso viniste? ¿a contarme las penas de tu hermana?
- Bueno,, ya!!! ¿acaso no me vas a dejar hablar?. Ayer en la tarde pasaron
graves, pero tu con tus ocurrencias y mal pensadas no pudiste siquiera
reaccionar como era debido.
- ¿a que te refieres? ¿al el hecho que te encontré en la cama con tu ex novia?
- Bueno hubiera sido – dejo escapar Ron mientras Hermione echaba un bufido de
enojo – no.. que diga.... yo no quise decir eso.... bueno fuera que algo así
... ayy olvídalo, el punto es que no me puedes comprobar que estuve con ella en
la cama.
- ¿¿HA ESO HAZ VENIDO?? ¿A JUSTIFICARTE? PONES DE PRETEXTO LOS PROBLEMAS DE
HARRY.. APUESTO A QUE SI TU HERMANA Y HARRY SE HAN PELEADO HA SIDO PORQUE HARRY
SEGURO QUE TE SOLAP" TODO ESTO
- ¡NO!
- ¡SI! SEGURO QUE GINNY NO LO PERMITI" – gritó aun mas fuerte Hermione con los
ojos cargados de lágrimas.
- ¡¡YO NO ME ACOSTE CON PARVATI!! ¡ELLA ESTABA POSEÍDA!
- ¡AHORA ME VIENES CON ESE CUENTO!
- ¡ELLA ESTA EN SAN MUNGO, PUEDES IR A COMPROBARLO, HA ESTADO AHÍ TODA LA
NOCHE.
- ¿tan cansada y fatigada la dejaste Ron? ¿tanto que tuvo que ir al doctor? –
dejó escapar Hermione una lágrima mientras se levantaba de la cama
- NO TE DIGO QUE ESTA EN SAN MUNGO, ¿C"MO CREES HERMIONE? ESTAS PENSANDO
MAL.....
- YO NO TENGO QUE COMPROBAR QUE DIABLOS LE PASO A ESA VIEJA, NO ES NECESARIO
QUE VENGAS A JUSTIFICARTE ¡¡¡LO VI CON MIS PROPIOS OJOS!!
- Hermione, si vengo a decirte todo esto no es solo por mi, sino por Harry.
- Harry, Harry ¡ no te justifiques por Harry!
- Créeme se trata de él – Ron agachó la cabeza – algo esta mal.
Hermione caminó de lado a lado de la recamara, se limpió el rostro de las
cuantas lágrimas que le habían salido, y miró el rostro triste de Ron, sin
saber porque sintió que el le diría la verdad.
- Hermione, yo no tengo porque mentirte. Si Parvati estaba en mi cuarto, fue
por mi idea precisamente, por mi estúpida idea, pero te aseguro que no
estábamos haciendo nada malo, no estábamos...
- Claro que no estabas haciendo nada malo, Ron te olvidas que no tienes novia,
a nadie estabas engañando - dejó escapar de su boca Hermione despertando en Ron
una furia.
- ¡MALDICON HERMIONE! ¡QUE NO ME HE ACOSTADO CON ELLA NI CON NADIE! – gritó tan
fuerte que lo más seguro era que abajo lo habían escuchado. Hermione lo miró
asustada y se sentó en su cama sin quitarle la vista - ¿me vas a escuchar? O
sino me voy y no te enterarás de lo que sucedió en el departamento de Colin
Hermione acertó con la cabeza y miró aun con temor a Ron mientras comenzaba a
contarle todo, desde la idea que tuvo Ron de ir por Parvati para que los
ayudara, hasta lo raro que fueron las palabras de su ex compañera, lo mas raro
aun que los dos no se explicaban era el comportamiento de Harry, Hermione se
quedó callada como si algo comprendiera a la perfección.
- ¿ahora si me comprendes? – dijo Ron mirando cómo Hermione se levantaba de la
cama y miraba por la ventana tratando de armar el rompecabezas de ideas que le
invadían - ¿ahora comprendes lo que sucedió con Parvati?, es mas Harry te puede
explicar también.
Hermione miró rápido a Ron y agachó la cabeza.
- Hay algo de lo que no te he dicho - La voz de ella quebró por un momento, el
miedo le invadió y Ron la miró sin comprender del todo. Él se imaginó que sería
grave.
- Bueno, pero dime primero que me crees lo que paso con Parvati – dijo Ron que
no pensaba descansar hasta que ella le creyera.
- ¡vamos Ron! No comiences, no se trata de ella, ni de los problemas que tu y
yo tenemos – Ron miró con temor y guardó silencio, Hermione volvió a ver hacia
la ventana –
- No me sorprende que no sea algo sobre nosotros, hace tiempo que no hablamos
de...
- Por favor, escúchame lo que te tengo que decir – Ron guardó silencio y miró
atento a su ex novia – se trata de Harry y Ginny, creo que se lo que sucede
...- Hermione miró a Ron con un gran temor, sabría que el explotaría de rabia -
ellos... ellos.. ellos...
- ¿ellos que Hermione?
- Ellos tuvieron una relación en Howgarts – dejó escapar rápido ella, Ron no
pareció reaccionar – verás, Harry.. y... Ginny.. se miraban a .. escondidas ..
en el .. colegio .. ellos.. ellos.
Ron pareció reaccionar, sin embargo Hermione pudo notar cómo una vena de la
frente de Ron empezó a saltarle y un tic aparecía en el ojo del pelirrojo
Caminó por el largo pasillo con prisa, su rostro levemente sucio y sin lentes
con la misma ropa del día anterior. Abrió la puerta de golpe y seis chicos ya
vestidos lo estaban esperando.
- ¡MALDICI"N POTTER QUE TE CREES! – gritó con el seño fruncido el viejo
entrenador de la universidad.
- Lo siento – dijo Harry sin apenas voltearlo a ver, prácticamente lo ignoraba
- ¿POR QUÉ DIABLOS LLEGAS TAN TARDE? NO DEBERÍA DE DEJARTE JUGAR, TAN SOLO LO
HAGO PORQUE NO QUIERO DEJAR EN RIDÍCULO A LA UNIVERSIDAD!
El entrenador siguió gritándole a Harry mientras el lo ignoraba, sus compañeros
del equipo de quidditch lo miraban enfadados, en especial Ron que le tiraba
miradas asesinas mientras Harry abría su casillero para cambiarse y tomar su
escoba que previamente había guardado.
Ron no le habló, después de un severo sermón por el entrenador Anderson, Harry
fue el último en dejar los vestidores y montar su escoba. Un complicado hechizo
realizado por su entrenador le proporcionaría una buena vista por una hora a
falta de sus lentes. El estadio estaba abarrotado y los estadounidenses se
miraban nerviosos, aun mas porque la mayoría de los aficionados eran magos y
brujas que habían ido a ver el gran partido en donde jugaría Harry Potter y Ron
Weasley, dos jugadores de la línea nacional de quidditch.
Ahí estaban, Harry dirigió una mirada rápida a Ron, el estaba furioso y le
volteó la cara, pero a Harry no le importó mucho, el parecía flotar sobre su
escoba sintiendo el aire frío en la cara mientras que la furia por lo ocurrido
aun corría por todo su cuerpo por medio de las venas.
Miró la snitch desde lejos, por alguna razón no estaba nervioso, estaba
desconectado al mundo exterior, pero esa era su meta, llegar al destello dorado.
Varias veces rozó con el buscador Estadounidense, Harry deseaba derrumbarlo,
pero trataba de controlarse.
El partido no fue lo que esteraban, duró apenas 25 minutos y culminó cuando
Harry agarró la snitch de manera violenta haciendo que el buscador del equipo
contrario cayera desde 5 metros de altura.
- No fue buen partido – dijo Harry soltando la snitch con violencia
estrellándose en el suelo,mientras bajaba de su escoba –
Pero a la gente no le parecía importar, la Universidad de Londres había ganado
y los festejos dejaban verse en claro que los espectadores estaban felices.
Fue el primero en llegar a los vestidores, los del equipo le siguieron cinco
minutos después con excepción de uno, Ron, su ex cuñado diría Harry.
- ¡HARRY! – gritó con fuerza el pelirrojo, pero el de pelos negros ni siquiera
se detuvo – HARRY! , MALDICI"N, TE ESTOY HABLANDO MALDITO ESTUPIDO CUATRO OJOS.
Pero Harry no lo escuchaba, Ron dio un rápido vistazo en los vestidores,
parecía que la tierra se lo había tragado, su escoba estaba tirada al suelo al
igual que la capa del uniforme, Harry había desaparecido a propósito.
- Cuando el doctor, dijo señor, lo felicito es un varón, como poder explicarte,
como poder explicártelo, el amor de un padre a un hijo no se puede comparar, es
mucho mas que todo, si vos sabes - cerró las llaves de la ducha mientras
entonaba las últimas notas de una canción muggle de un grupo argentino, y sin
esperarse escuchó una melodía desde afuera de su baño, temió por unos segundos
que alguien se haya metido a su dormitorio. - ¡SILVIA! – gritó con esperanza de
que fuera su compañera de cuarto, pero nadie contestó.
Tomó la toalla y se envolvió en ella rápidamente, trató de escuchar desde la
puerta pero todo parecía normal, sin embargo con cautela tomó su varita que se
hallaba entre sus ropas sucias y abrió la puerta con el corazón acelerándose,
volvió a escuchar una melodía.
