CAPITULO 28

INSTINTO ¿PATERNAL?

Silvia  les había estado preguntando a sus amigos sobre "el caso de  Colin Creveey" y  sobre sus  cinco segundos   de mente  de  detective  que habían obtenido el grupo. Nadie logró  contestarle al respecto, sobre todo porque  había algo más  importante por el momento "el torneo de quidditch", todo el mundo había hablado  de él. La noche anterior había sido  el partido final,  Alemania contra  Inglaterra, era lógico de esperarse el final, la escuela  de Londres se había llevado  el primer lugar  tras después de la   gran  atrapada que Harry Potter había hecho,  la noche anterior  había sido la noche mas larga  que había tenido todos los estudiantes  de  esa universidad, el mundo muggle se había percatado que algo  raro había  ocurrido, había el suficiente  barullo como para que    se preocupara de las  extrañezas que ocurrían en la ciudad  capital.

Por otro lado  Ron se había  comportado lo suficientemente eufórico  como para emborracharse a tal punto que salió semidesnudo corriendo por  los jardines de la universidad  sin importarle que las  temperaturas de aquella noche fueran  lo suficientemente bajas para después  causar   pulmonía  cualquiera que se dejara. Harry  se había tumbado en un rincón con una botella el resto de la noche después de que tuvo una larga charla con algunos extranjeros sobre el partido de  esa noche. Y Hermione, ella había corrido  detrás  de Ron con sus ropas para  obligarlo  como a un niño a ponérselas.

Las cosas parecía  ser un poco mas  fácil para  Ginny,  cuando ella caminaba por los pasillos podía percatarse  que a 8 metros Harry se  acercaba,  ya  que se  armaba un gran  barullo a su alrededor. Ella había logrado mantener su orgullo y levantar su ánimo por medio de su  apariencia física. Ella simplemente lucía bien y los chicos lo sabían, solían acercársele como nunca antes ha pesar de las  amenazas de su hermano de hacerlos papilla.

Tal vez las cosas ya no le resultaban con tanto dolor como antes,  aun le dolía mas  que el hecho de  que Harry  la ignorara, ella  estaba  tranquila, al menos James no se había percatado de nada, si él  tal vez hubiera tenido  mas años y  supiera  de la actitud tan vergonzosa  de Harry, Ginny no  hubiera podido explicarle  tal semejanza que había hecho su padre.

Sin embargo era sorprendente que ha pesar de que James no tenía  ningún conocimiento  respecto a su padre, James  había estado hostigando a todo el mundo con su nueva palabra, a todo le llamaba "Potell", a  las cosas, cuando quería referirse a alguien o  tan solo llamar la  atención gritaba la palabra  a todo pulmón, al principio hasta Sirius solía  sonreír cuando  James  gritaba  el apellido de su padre, pero  bastó unos días para que él  también  terminase hartándose "¿sabes? esa no es una palabra niño, Potter no significa nada" solía  decir Sirius fastidiado. El propio Lupin había  perdido dos horas cuando trataba de enseñarle  el nombre de cada cosa, y  James  riéndose como burlándose de él, volvía a llamar  "Potell" el objeto que Lupin le había enseñado. Audrey decía que era una protesta de James hacia  la  actitud  de Harry, algo que a  Ginny no le hacía nada  de  gracia  escuchar  de  su amiga. James negó  llamar las cosas  por su nombre por mucho tiempo, con excepción de su madre.

La noche anterior había sido   bastante larga, había caminado por los pasillos  de los dormitorios  algo somnolienta, pero  feliz, y no era precisamente  porque  ellos habían ganado la copa, sino porque  su relación romántica iba superando los  obstáculos, tal vez no había sido bastante avance el que habían tenido la noche anterior, pero  Ron  dentro de su borrachera había llegado hacia Hermione, la  abrazó y le dijo  cuanto la quería, eso le fue a ella  suficiente  como para  que  ella se ilusionara y pensara que las cosas se iban a solucionar.

Llego  a  su habitación y  se fijó del  desastre que existía  en  la mitad  del cuarto, justo la mitad de Ginny, algunos libros y a hacía tirados  en  una esquina  del  piso y la  cama mal tendida. Estuvo  apunto de  recogerlos pero un leve dolor en el  abdomen  le  impidió siquiera agacharse. Fue cuando se asomó  hacia el espejo, tiró un poco de su suéter, los  vaqueros que ese día  llevaba  le quedaban tan apretados que había sido imposible  abrochar el  último botón, el penúltimo botón ahora le molestaba. Vio que su vientre había crecido un poco y ya formaba esa forma  ovalada, lo acarició  cariñosamente preguntándose cuál sería su  sexo cuando la puerta se abrió de manera rápida.

Un montón de cabellos  rojos entraron de golpe apenas  viéndola de re-ojo. Ginny parecía  tener un poco de prisa, ella pensaba en dejar su mochila, tomar algunos libros e irse con James pero  le llamó la  atención lo que hacía  Hermione.

- ¿Cuándo piensas decírselo a Ron? – preguntó Ginny sin rodeos  mientras  tiraba su mochila y buscaba algunos libros –

- no lo se- dijo  la chica castaña mientras  seguía mirándose al espejo – el bebe nacerá en junio, tengo aun siete meses para decírselo

- bueno, réstale  los cinco  que  es cuando ya no podrás  ocultarlo – dijo apenas la  pelirroja sin siquiera voltearla  a ver – pero ya en serio ¿Cuándo le piensas decir  a mi hermano que será padre?

- Cuando tu le digas a tus padres que ellos ya son abuelos – contestó sin rodeos Hermione. Ginny sintió como la sangre  se le subió de golpe a la cabeza, un mareo súbito hizo que  se mantuviera por unos segundos  en el suelo.

La pelirroja se levantó sin verle la cara  a  Hermione, presentía que ella no se refería directamente a Bill (quien  ya tenía un niño). Ginny sentía la mirada de la castaña  sobre de ella insistente, esperando que la enfrentara.

- bueno … - contestó Ginny tomando  unos libros y abriendo la puerta para  marcharse –  eso no me corresponde  a mi, eso  le corresponde  a ustedes dos, a  Ron y a  ti.

- No me refiero  a mi hijo  Ginny – Contestó Hermione  mientras miraba cómo Ginny se quedaba congelada  en el marco de la puerta, con la vista hacia fuera – me refiero a que sé que significa las iniciales que  tiene tu medallón.

Ginny fue invadida por un pánico  similar al que había tenido cuando Harry  le había gritado a  Ginny de la existencia de James. Ella no pudo  simplemente reaccionar, vio con un temor  infinito a su amiga temblando y respirando  agitadamente  mientras se llevaba la mano  hacia su medallón- Hermione parecía más  compadecida ante  Ginny,  temerosa, incapaz de creer.

- se que las iniciales "J.A.P." son las mismas que provienen del  nombre "James Arthur Potter" y que  25 de  diciembre es la fecha de su nacimiento – terminó de decir Hermione con los  ojos  cristalizados, sencillamente Ginny no pudo  ni admitir  ni  negarlo.

Ginny tartamudeó un poco.

- Porque no me lo dijiste antes  Ginny – dijo  con tristeza mientras que  por su  mejilla  resbalaba una lágrima –

- Yo… yo me sorprendo… que… que no te hayas enterado antes … - dijo Ginny apenas en un  hilo de voz - ¿ha sido Harry?

- No – contestó secamente  Hermione - ¿acaso no soy de fiar contigo? ¿no me he  ganado tu confianza?

-

Ginny ahora se sentía tan avergonzada, temía perder la amistad de Hermione tal y como había perdido el cariño por Harry días  anteriores por  no haber hablado.  Pero al menos trataría de explicarle lo ocurrido para  que eso no llegase a suceder,  sin embargo no dejaba de temblar y  tenía la vista nublada.

- No,  -contestó Ginny  nerviosa – no es eso Hermy, es  solo que…  - Ginny se talló la frente.. ¿Cómo podía comenzar para contarle todo?, no encontraba las palabras exactas para poderle explicar, entonces se sintió la  persona mas  vil y desgraciada del mundo -  por favor perdóname…. 

Fue lo único que pudo decir Ginny casi implorando  su perdón, ella temía perder su amistad de tantos  años.

- solo si  me llevas  a conocerlo – rió  Hermione mientras un montón de lágrimas mojaban  su rostro y corría  hacia Ginny y la abrazaba  rompiendo a  llorar. Ginny rompió el llanto también - ¿Por qué no me lo haz dicho? ¿Por qué no me haz contado que tengo un sobrino? – chilló  Hermione.

- Yo… no he podido….  ¿Cómo haz  sabido? – preguntó Ginny con una sonrisa, ella todo este  tiempo había necesitado la  amistad de Hermione, a veces   deseo hablar de James con ella, pero  se  resistió.

- Con  todo ese montón de pistas que siempre haz dado y que tu hermano ha ignorado y  también tiene que ver que  ahora  espero un hijo y mi instinto maternal se ha despertado como un radar y ha  dado contigo  - sonrió Hermione Mientras  otro montón de lágrimas brincaban de sus ojos.

- No me sorprende,  siempre haz sido lo suficientemente inteligente, ya te estabas tardando -  dijo Ginny mientras se limpiaba el monto de lágrimas que había  llorado.

- Fue  algo fácil,  hace unas horas atrás  he visto el álbum de fotos  de cuando Harry era pequeño, una foto se me hizo familiar, sabía que yo antes la había visto  y claro, la vi hace un par de meses, esa foto que tu cargas en tu cartera, del niño que decías  tu cuidar, entonces  todos los recuerdos me brincaron,  "tu y Harry  ocultándose en Hogwarts",  "tus  achaques y tus desmayos en tu sexto curso",  "esa navidad  del 98 en la que faltaste a la madriguera" y la forma  tan bella que me hablaste cuando me enteré que  sería madre.

- Bueno..  – sonrió Ginny – al menos   tu no  me dejaras de hablar ¿verdad?

- Ya  te dije  que mientras me dejes conocerlo, yo no te dejaré de hablar – sonrió Hermione momentáneamente hasta que una  nueva duda la  abordó - ¿Por qué  ocultarlo? ¿Por qué no decirle a tus padres de él?

Ahí  estaba lo  mas importante de todo, Ginny  la tomó de la mano y la sentó en la  cama, sabría que esa platica duraría mucho tiempo y ella tendría que contarle  absolutamente  todo, no  valía la pena ocultarle ya nada,  ella mas que nunca necesitaba  a alguien que la apoyara frente  a Harry, y quien mas que Hermione.

La platica con Hermione había durado mas de dos horas, Hermione no  le cabía en la mente  toda aquella historia que bien podría ser  parte de un libro de ficción, pero así había sido su vida dentro del mundo mágico, sorprendente e irreal, y sin embargo tal vez fue el hecho de que  Hermione  estaba embarazada, ella logró comprenderla  de tal forma  que sorprendió a  Ginny cuando dijo "yo habría hecho lo mismo  que tú si ese fuera mi caso". Un peso menos para Ginny que ya no tendría que  inventar  una sátira de cosas para salir corriendo con James.

Sin embargo algo nuevo había suscitado  tras  Ginny confesar sobre la existencia  de James. Hermione se había empeñado a hablar con Harry, explicarle y hacerle  ver que  él  estaba  en un error, Ginny le hizo  jurar a Hermione  que no se metería en eso, por otro lado, la pelirroja no pudo impedir que Hermione  tirara  miradas de coraje y malhabladas  hacia  Harry.

- ¿Qué diablos  traes? – preguntó Ron  con fastidio tras el comportamiento  extraño de la  castaña.

- Nada – contestó Hermione  molesta mientras de golpe se levantaba y miraba de manera terrible a Ron, y  Hermione, se daba la media vuelta y se iba.

Hermione se había  identificado con Ginny tan bien, que no podía evitar sentir un coraje por  lo que a  la pelirroja le había ocurrido. Por otra parte, se encontraba enojada  con Ron porque el no podía adivinar lo que Hermione  tenía, "Ron no  me pone la suficiente atención para  darse cuenta que llevo dentro de mi  a su  hijo"    le dijo Hermione a  Ginny mientras  caminaban hacia  el salón de clases. Ginny solo  le miró un poco extrañada.

- Hermione lo sabe – confesó Ginny a su amiga Audrey

- ¿sabe que? – dijo despistadamente la  rubia mientras chupaba una paleta.

- Sabe quien es James – dijo susurrando  Ginny

Audrey la miró extrañada, no parecía  creerle.

- el 1ro de  abril  aun no  ha llegado, no tienes porque hacerme bromas  de las que no pienso  caer. (N/A:  En Inglaterra esa es la fecha de  el día de los santos inocentes)

- No es una broma, Hermione  se ha  enterado que James es hijo mío y de…..

- ¿del  estúpido aquel? – dijo Audrey con gracia e incrédula – No Ginny, no se porque no te  creo.

- Bueno, esta bien, se lo he dicho , ella me ha descubierto – volvió a  repetir  Ginny –

- ¿hablas en serio? -  Audrey parecía  ahora creerle un poco

- si, hablo en serio, ella   ya  sabe.

Audrey miró un poco decepcionada  a  Ginny quien  creyó que Audrey aparte de temer por James   temía por  su amistad, ellas  ya no compartirían el gran secreto, Audrey temía  que eso la hiciera menos especial a ella.

- ¡BASTA! – gritó Ron con fastidio volteando a ver a  su hermana – no se que se han estado trayendo ustedes dos desde hace días.

- Claro, no eres bueno para ponerte  a analizar lo que haz hecho – dejó  salir Hermione molesta mientras sostenía los libros y caminaba  junto con Ginny y Ron entre las mesas de la cafetería.

- ¿y yo? ¿Qué  he hecho ahora? ¿Por qué la traen contra mí últimamente?–  preguntó  Ron a Hermione  enojado y confundido

- ¿Solo  porque eres hombre?  - dijo de manera cortante  Hermione, Ginny dejó escapar una risita

Ron volteó  a ver a Ginny con furia  en sus  ojos  y  como si pareciera comprender le  gritó.

- GINNY WEASLEY ¿QUE LE HAZ HECHO A MI NOVIA? – Hermione  lo vio con enojo y Ginny frunció el entrecejo

- Yo no le he hecho nada, ¿y quien eres tu para gritarme? – Ginny  levantó la  voz mientras todos volteaban a verla,

- ¿NOVIA? ¿TU NOVIA?  YO NO SOY TU NOVIA  RONALD WEASLEY – gritó  realmente enojada  Hermione,  y Ron no pudo evitarse ponerse  rojo y encoger los hombros - ¿Crees que porque nos  hemos besado un par de veces yo  he vuelto a   ser  tu novia? Pues te encuentras equivocado, tu ni siquiera  haz tenido la delicadeza  de  pedírmelo además…

- Hermione  yo ……¡y no han sido un par de veces!

- Eres un  engreído por creer que  estaré siempre  aquí para ti – terminó de  gritarle a Ron, mientras  que  media cafetería volteaba  para ver el  show. Hermione salía  con paso veloz  y Ron se encontraba  realmente  confuso por la actitud de Hermione

- ¡ESPERA  HERMIONE!...  – Ron no tardó  en salir corriendo tras  de  ella.

Ginny  levantó los  hombros, sostenía aun  aquellos viejos libros  de la biblioteca, Hermione se encontraba  realmente  afligida por  todas aquellas cosas  que Ginny le había contado respecto a ella y a  James, tanto que hasta  ella había  tomado  el caso como propio. Ginny sabía la razón por la cual  Hermione se encontraba  tan susceptible  últimamente, ella tenía que cargar  con el peso del embarazo ella sola, aun no se  atrevía a decírselo a Ron  ni a sus padres, y estos últimos  eran los más difíciles de  enfrentar.

Se dio la media vuelta para continuar  su salida de  la cafetería ella sola, cuando sintió como en  su rostro chocaba con  algo fuertemente, sintió un dolor que le corría desde la frente  hasta  la  nariz tan fuerte que le bloqueó la vista por unos segundos, el montón de libros salieron volando junto con el montó de hojas sueltas  que  llevaba,

- Lo siento lo siento, - repitió el muchacho mientras  se  bajaba para  tomarle los  libros.

Ginny  subió la cabeza mientras se llevaba la mano  a su nariz roja. En alguna  ocasión  James  le  había dado un cabezazo ahí mismo,  pero el dolor no se semejaba.

- Yo  lo siento  fui demasiado  distraído  y ento…..  – el chico se quedó callado  Ginny bajó la vista para verlo a  la cara.

-

Y entonces  Ginny sintió como la sangre se  le helaba y  unos mareos  automáticos la  acompañaron, el dolor  el  la nariz  le dejo de importar. Fue  tal la sacudida que  se dio que  llego a  creer  que el corazón se le había parado  de lo rápido  que latía.

Ahí estaba él, frente a ella, con el rostro  helado y la  mano cargada de hojas y de un libro, fueron solo  milésimas de segundo lo que se vieron frente a frente, ella  no pudo  hablar, menos él, para él le había  resultado una sorpresa, entre tanta  gente   tenía que golpearse con él. Y luego el rostro de Harry se deformó por un odio involuntario, apretó los labios  y le aventó el libro  y  las  hojas que le había recogido, el siguió su camino, la esquivó  y apresuró el paso.

Ginny no pudo moverse, ahí estaba, pequeñita entre el montón de hojas de apuntes sueltos en el suelo, dejó  escapar un suspiro cargado de tensión y una lágrima huyó de su ojo,  ella no podía  dejar  de  temblar, pudo escuchar como  su corazón latía tan rápido  que no escuchó lo que le dijo  el chico que  se  ofreció a  ayudarla.

- ¿tanto me odias Harry? – Ginny dejó escapar la pregunta  al aire.

- Tienes que ir a  enfermería  - dijo el muchacho que le había recogido las hojas.

Ginny se llevó  la mano a la roja nariz, esta le  empezaba  a sangrar  a  chorros.

- sangre  -susurró Ginny mientras tambaleaba. Ginny no resistía  la sangre desde que Voldemort la había  atacado.

Harry salió como un rallo de la cafetería, se encontraba tan molesto por ese  encuentro accidenta que  acababa de tener con Ginny, que no le importó patear una serie de cosas que  se encontraban tiradas en el suelo. Salio de su facultad  e  inmediatamente sitió como el frío  le estiraba la cara. ¿Cómo era posible  que  ahora sintiera tanto odio por la persona que mas había  amado? ¿Cómo era posible que al verla sintiera ganas de golpearla, de dañarla  a un máximo y dejarla  agonizando?. Quería que ella sintiera lo  mismo que él estaba sintiendo. La furia que llevaba en sus  puños era tanta que sería capaz de golpear al primero que se le cruzara  al frente.

Cruzó la calle y estuvieron a punto de  arrollarlo, el volteó a ver  a la mujer que conducía con tanto odio que  a esta no le quedó mas que  encogerse en su asiento. Nunca, ni en  todos  aquellos años de su colegio  había  sentido un odio semejante al que ahora estaba sintiendo, no se podía comparar con el odio que le tenía  a Snape  o a  Malfoy, Ginny Weasley era la  peor de  todas.

Caminó  mientras que respiraba agitado, sacando  todo su coraje, caminó sin rumbo fijo sin importarle que  chocaba con la gente  y esta  volteaba  a  reclamarle. Le tiró  el café a una señora y empujó a un adolescente  mientras doblaba en una esquina. Caminó  el tiempo suficiente  para sentirse mejor.

Cuando se dio cuenta se encontraba frente a un parque  lleno de  niños, no quiso  siquiera pasar  por un  lado,  mucho menos  cruzarlo, no quería  ver nada que tuviera  que ver con niños, tal vez era su subconsciente que  le hacía  desviar  esa culpa con la que  cargaba.

Sin  embargo si quería tomar la calle  Gower streer, tendría que  pasar  por una  baqueta del parque y él desafiante  cruzó la  calle, y bien dicen que todo  se regresa, no tardó  en recibir un fuerte pelotazo en la cabeza que le expulsaron los lentes a un metro de distancia de retirado haciéndose añicos contra el suelo. Harry deseó saber  de quien había sido ese pelotazo, y no tardó en darse cuenta, un pequeño niño de  unos 9 años  salió corriendo a dirección  de Harry, desesperado y muy asustado.

- ¿estabienseñor? ¿esta bien? – preguntó el pequeño  con falta de aire y preocupado. Harry  se hallaba sobándose  la cabeza

- si si, estoy bien .. ya … ya, retírate – le decía  Harry  fastidiado porque el pequeño niño  se había  empeñado en  revisarle la cabeza. Otros niños  llegaban corriendo.

- Creí que  se le había  roto el cuello, su cabeza giró demasiado – dijo el pequeño demasiado rápido que apenas  Harry pudo entenderle –

- ¿Cómo que  romperme el cuello con una   pelota de soccer? Ni que fuera una bludger –dijo Harry mientras el chico  fruncía el entrecejo. Harry pudo percatarse  que el pequeño tenía  unos ojos  azules índigos  grandes y un cabello  negro  bastante despeinado.

- ¿una que….  – preguntó curioso el pequeño

- Steve,  Steve, Steve,  ese gol,  ese gol estuvo increíble, ¿el señor esta bien? – preguntó un pequeño que se les acaba de  acercar.

- Mira  Steve, le  haz roto los anteojos al señor – dijo otro mas pequeño  de cabello rubio y  ojos saltones  - Harry volteó a ver  al suelo sus anteojos  hechos añicos,  como seis pequeñas  cabezas  se asomaron a  ver  los  lentes  rotos de  Harry  y comenzaron  a lamentarse.

- Señor no fue mi intención  hacerlo, yo no quería pero quería meter  gol, fue sin querer queriendo, yo no quise, además  fue  Michael quien me dio el pase para meter gol luego  golpee  su cabeza..

- Si,  Steve no tiene  la culpa, usted se  atraves

- No se los cobre, no le diga  a su padre – dijo otro niño,  Steve el niño  de cabellos negros  se miraba demasiado preocupado.

- No le diga  a mi padre por favor, el no volverá  a dejarme venir al parque,  yo le pagaré  con mis ahorros

- Tu no tienes ahorros  Steve – gritó otro –

- Tu  cállate  cabeza  de chorlito – dijo  Steve,  mientras  volvía  a  ver  a Harry con un rostro  entre angelical y asustado.

- Ya, ya,,  BASTA – dijo Harry mientras todos los niños  dejaron de hablar , uno de ellos había estado jalándole el sueter con mucha insistencia para que  bajara la vista para  verlo -  solo váyanse a  jugar y no se metan con nadie mas, tiene suerte que haya sido yo quien  recibió ese pelotazo.

Todos los niños  salieron corriendo, con excepción del pequeño  Steve, se quedó parado viéndolo de una manera muy distinta a como solían  hacerlo los adultos.

- Anda  vete a jugar con tus amigos – dijo Harry al pequeño que tenía los hombros encogidos –

- Yo, yo , en verdad  siento lo de sus lentes – dijo el pequeño  avergonzado

- No es nada, anda vete  si no quieres que  te los cobre – dijo Harry mientras el pequeño salió corriendo. Cuando  ya  llevaba como  diez metros de distancia el niño se volteó y grito  a todo  pulmón:  MUCHAS  GRACIAS  SEÑOR POTTER!

Harry se quedó  helado, el niño volvió al   parque a  jugar con sus amigos, posiblemente  ese niño era  algún hijo de  un mago que leía el profeta  o  la revista corazón de bruja  mas  seguido que él mismo. Se agachó para tomar sus lentes  rotos  y los metió  a su bolsillo. Su vista  no era muy buena, pero  esta la volteó hacia el parque, el se hallaba mas  calmado y  necesitaba  pensar.

Caminó hacia una banca  sola, alrededor se oían las risas de niños  que ha pesar del frío que estaba haciendo no paraban de  correr y gritar,  se subían a los  juegos con sus mejillas  levemente  rojas mientras  los mas pequeños estaban en la caja de  arena. A Harry se le vino una  imagen esporádica  de su  infancia, dentro de esa alacena vieja llena de  arañas.

El había estado  temiendo en enfrentar ese pensamiento que tanto lo había martirizado, se negaba siquiera  a pensar en una posible solución, pero sabía que no podía seguir ignorando  ese nuevo sentimiento  que  sentía, uno nuevo que jamás había conocido, y que se negaba  a llamarlo "paternidad".

Se negaba   a creer que  tenía unas ganas  de saber si el pequeño aquel se había recuperado de aquella crisis que tenía, se había estado preguntando también porque  Ron no lo había matado por embarazar a su hermana, lo que le llevo a conclusión  de que él no lo sabía, pero  lo mas posible  era que los señores  Weasley si, aunque el verano  ellos lo recibieron demasiado bien  y  trataron bien a Cho (en aquel mes  aun  Harry  andaba con Cho, en los mundiales de quidditch). Harry trató de sacar las cuentas de cuando posiblemente  Ginny pudo haber  salido embarazada,  pero  renunció siquiera a pensarlo, querría ignorarlo, quería ignorar la consecuencia  de aquellas noches  de placer en Hogwarts porque el hecho de pensar  en las consecuencias que ahora  le estaban  martirizando, le oprimían el pecho de  una manera terrible, era como enterrar una daga lentamente al corazón.

Pero al menos podía estar viendo a los niños sin odiarlos, justo enfrente de la banca estaban los  juegos para niños de  2 a 6 años  de edad,  mujeres con carriolas  paseaban  con sus bebes alrededor,  ver a  todos  aquellos niños que se subían al  subeybaja, a los columpios  y a aquellas estructuras de forma  rara.

Entonces fue cuando escucho la voz de un hombre que se acercaba. Ha  pesar de su mala  vista pudo notar que era un hombre que  iba con toda la intención de sentarse a un lado de él, en la misma  banca,  Harry solo dijo en voz  baja "que no se siente, que no se siente"  , pero eso lo invitó a  que ese hombre obeso rubio y treintañon acompañado de un niño con cara de demonio de 3 años se sentara a un lado.

- Bien, ahora puedes  ir a jugar – dijo el hombre  que tenía toda  la finta de ser un guarro, el niño salió como loco hacia  los juegos. Después de eso  el eructó.

Harry estuvo apunto de levantarse  e irse, creyó que eso  era  demasiado.

- ¿trajiste a tu hermanito al parque? – preguntó casualmente  el hombre  rubio,  Harry  ignoró la pregunta – si, te pregunto a ti, ¿estas sordo?

Harry tan solo  se limitó a  negar con la cabeza sin voltearlo a ver. Fue entonces cuando Harry pudo notar  que el hijo  de ese hombre  había corrido hacia el resbaladero y había  aventado a una niña de manera salvaje, a  él se le había  hecho injusto y apunto al niño del hombre para que  reprimiera  al  niño.

- ooh, Liam,, ¡así se  hace hijo! – el hombre le festejó la maldad a su hijo,  y el pequeño se limitó a sonreír con malicia. Harry se llevó  una mano a la cabeza. – el es  todo un hombrecito, ¿viste eso?

N/A: No se porque  ese pequeño demonio me recuerda a mi sobrino de 4  años, creo que definitivamente   ese demonio es   mi sobrino,,,   pero vuelvo al fic.

Harry deseó que no fuera para él la pregunta, no quería hablar con  ese  hombre  así que no volteó a verlo, siguió ignorándolo.

- Si, lo se, mi hijo es algo hiperactivo, el psicólogo dijo que  era porque ha tenido  tres padres diferentes, bueno yo soy su padre  pero su madre  ha tenido tres parejas… tu sabes…  yo no estoy casado con su madre.

No necesitó que se lo explicara,  Harry pudo notar como el pequeño había quitado a otro pequeño de uno de los columpios y después que se sentó por dos  segundos  corrió hacia la caja de arena y le aventó  arena  a los ojos de otro niño.

- yo  solo lo veo los fines de semana,  dos o tres horas porque  a veces  trabajo o salgo con mis amigos.. tu  sabes bien…  salgo a buscar pollitas,  ehh -  el hombre codeó  a Harry y le cerró un ojo. Harry se limitó a tirarle una mirada  de "aléjate de mi"

- LIAM, DEJA ESO, DEJA ESO, NO TE METAS  EL PASTO A LA  BOCA , NO TE LO TRAGUES – gritaba el hombre sin levantarse  del asiento y apuntando a su hijo quien acababa de meterse un puñado de pasto a la boca  - BUENO,  ya  se lo ha tragado, le hará bien un poco de pasto, los animales se lo comen  a veces.

Harry miró eso  de manera increíble e inmediatamente  pensó de cuantos  hombres habían llevado a sus perros a pasear  a ese parque, cuanto de esos habían defecado en ese pasto,  ¿Cómo podía ese hombre no  andar detrás de ese demonio de hijo que tenía?

- ¿Por qué no le  reprende?- preguntó de manera espontánea  Harry

- ¿y que me quiten  la custodia por golpear a mi hijo?

- No tiene porque pegarle, solo dígale  que esta mal.

- Aay  niño, se nota que nunca haz convivido con un niño de tres años, diles  que no hagan algo y lo harán, ya  tendrás  tus propios hijos para  educarlos, a ese niño lo ha  educado  tres hombres distintos, por desgracia no llegará  a ser como yo, todo un hombre.

Era cierto, ese  niño era como un remolino y ese hombre o le tenía demasiada paciencia   o  realmente  no le importaba lo que ese niño hiciera.

- Su madre una vez  vino y me dijo  que creía estar embarazada y que era mío, yo le dije que  se esfumara, entonces era joven y tenía  a muchas mujeres ¡te imaginas  un hombre como yo, con una mujer distinta  cada noche y dejar eso para casarme? – dijo el hombre que parecía tener como mínimo 34 años, su panza  resaltaba mas y Harry dudo automáticamente eso – yo le dije  a su madre "avísame  cuando tenga 20 años para pedirle dinero a mi hijo". Y  bueno, un mal día ella  se aparece con una demanda, diciéndome que tenía que pagarle porque  yo la había  embarazado. Fui a corte y resultó ser mi hijo, tengo que pagar  "120 libras al mes por su  manutención y a  cambio de eso me dan dos días con el  pequeño que yo es claro solo tomo  un día para desquitar mis 120 libras.

- ¿y acaso no lo quiere?

- Como me va a querer ese demonio si  ha tenido  conmigo  cuatro padres. Su madre es una  zorra,  ha vivido en los últimos  tres años  con  tres distintos hombres.. yo,.. no puedo negarlo,, me  he  encariñado con esa cosa – el hombre apuntó al pequeño que ahora se encontraba jalándole las trenzas a una pobre niña mientras  se reía, Harry no pudo evitar sentir compasión por la pequeña.

El hombre no tardó en retirarse, tuvo que irse porque después  de  la queja de dos madres  que  habían llegado para reclamar que Liam   le había golpeado   a sus hijos. Harry se quedó  callado, tenía que pensar bien las cosas,  y trató de ponerse  en los pies de ese hombre,  era claro que él no tenía esa terrible panza ni era tan irresponsable.

 "Irresponsable" ese era  la palabra  exacta para llamar  a lo que  acababa de hacer.

¿Ginny se  sentiría humillada si el  le pasara una cuota  fija cada mes para que mantuviera a su hijo?. El sabía que algo tenía que hacer al respecto, no podía seguir ignorando que era padre, además  que los Weasley  algún día se enterarían, Ginny no podría ocultarles un hijo por mucho tiempo,  al menos que ella planeara  darlo en  adopción, pero….  Y si eso llegase a  ocurrir. Harry  se sorprendió el percatarse  que  el tan solo pensar en  la adopción le invadió un pánico ¿un hijo suyo en un orfanato, siendo  adoptado por una  familia  similar a los  Dursley?  ¿y que la historia  se  repitiera?. Si hubiera sido su decisión desde al inicio se hubiese negado  a traer un hijo al mundo  cuando  el ni siquiera podía  cuidarse por si mismo (siempre había cuidado de el de alguna forma),  pero el problema era que le pequeño ya  existía, ahora tendría que pensar bien en que  es lo que haría con él.

Una duda lo saltó, ¿conservaría su cicatriz  en la frente aun?, el no se podría  enfrentar  a eso, no podría imaginarse  ver a ese pequeño con esa marca  que a el tanto  atormento toda  su vida, por esa marca el fue señalado y reconocido,  el no  deseaba una vida  así a nadie, y el recordar lo tanto que le solía dolerle  antes y que ahora  a  ese niño le doliera  igual, era  algo que  a él  lo atormentaba;  Harry llevó su mano instintivamente hacia su frente y se la talló.

Tendría que tomar   cartas en el asunto,   tendría que  enfrentarse  a Ginny, algo que él había estado negando  desde hace  varios días, tendría que  tomar valor  para  acercarse  a ella y pedirle  que le dejara  ver  "una vez" al niño para comprobar que el estaba bien, era una necesidad  que él  ahora tenía, el saber si  se encontraba sano.