CAPITULO 28
INSTINTO ¿PATERNAL?
Silvia les había estado preguntando a sus amigos sobre "el caso de Colin Creveey" y sobre sus cinco segundos de mente de detective que habían obtenido el grupo. Nadie logró contestarle al respecto, sobre todo porque había algo más importante por el momento "el torneo de quidditch", todo el mundo había hablado de él. La noche anterior había sido el partido final, Alemania contra Inglaterra, era lógico de esperarse el final, la escuela de Londres se había llevado el primer lugar tras después de la gran atrapada que Harry Potter había hecho, la noche anterior había sido la noche mas larga que había tenido todos los estudiantes de esa universidad, el mundo muggle se había percatado que algo raro había ocurrido, había el suficiente barullo como para que se preocupara de las extrañezas que ocurrían en la ciudad capital.
Por otro lado Ron se había comportado lo suficientemente eufórico como para emborracharse a tal punto que salió semidesnudo corriendo por los jardines de la universidad sin importarle que las temperaturas de aquella noche fueran lo suficientemente bajas para después causar pulmonía cualquiera que se dejara. Harry se había tumbado en un rincón con una botella el resto de la noche después de que tuvo una larga charla con algunos extranjeros sobre el partido de esa noche. Y Hermione, ella había corrido detrás de Ron con sus ropas para obligarlo como a un niño a ponérselas.
Las cosas parecía ser un poco mas fácil para Ginny, cuando ella caminaba por los pasillos podía percatarse que a 8 metros Harry se acercaba, ya que se armaba un gran barullo a su alrededor. Ella había logrado mantener su orgullo y levantar su ánimo por medio de su apariencia física. Ella simplemente lucía bien y los chicos lo sabían, solían acercársele como nunca antes ha pesar de las amenazas de su hermano de hacerlos papilla.
Tal vez las cosas ya no le resultaban con tanto dolor como antes, aun le dolía mas que el hecho de que Harry la ignorara, ella estaba tranquila, al menos James no se había percatado de nada, si él tal vez hubiera tenido mas años y supiera de la actitud tan vergonzosa de Harry, Ginny no hubiera podido explicarle tal semejanza que había hecho su padre.
Sin embargo era sorprendente que ha pesar de que James no tenía ningún conocimiento respecto a su padre, James había estado hostigando a todo el mundo con su nueva palabra, a todo le llamaba "Potell", a las cosas, cuando quería referirse a alguien o tan solo llamar la atención gritaba la palabra a todo pulmón, al principio hasta Sirius solía sonreír cuando James gritaba el apellido de su padre, pero bastó unos días para que él también terminase hartándose "¿sabes? esa no es una palabra niño, Potter no significa nada" solía decir Sirius fastidiado. El propio Lupin había perdido dos horas cuando trataba de enseñarle el nombre de cada cosa, y James riéndose como burlándose de él, volvía a llamar "Potell" el objeto que Lupin le había enseñado. Audrey decía que era una protesta de James hacia la actitud de Harry, algo que a Ginny no le hacía nada de gracia escuchar de su amiga. James negó llamar las cosas por su nombre por mucho tiempo, con excepción de su madre.
La noche anterior había sido bastante larga, había caminado por los pasillos de los dormitorios algo somnolienta, pero feliz, y no era precisamente porque ellos habían ganado la copa, sino porque su relación romántica iba superando los obstáculos, tal vez no había sido bastante avance el que habían tenido la noche anterior, pero Ron dentro de su borrachera había llegado hacia Hermione, la abrazó y le dijo cuanto la quería, eso le fue a ella suficiente como para que ella se ilusionara y pensara que las cosas se iban a solucionar.
Llego a su habitación y se fijó del desastre que existía en la mitad del cuarto, justo la mitad de Ginny, algunos libros y a hacía tirados en una esquina del piso y la cama mal tendida. Estuvo apunto de recogerlos pero un leve dolor en el abdomen le impidió siquiera agacharse. Fue cuando se asomó hacia el espejo, tiró un poco de su suéter, los vaqueros que ese día llevaba le quedaban tan apretados que había sido imposible abrochar el último botón, el penúltimo botón ahora le molestaba. Vio que su vientre había crecido un poco y ya formaba esa forma ovalada, lo acarició cariñosamente preguntándose cuál sería su sexo cuando la puerta se abrió de manera rápida.
Un montón de cabellos rojos entraron de golpe apenas viéndola de re-ojo. Ginny parecía tener un poco de prisa, ella pensaba en dejar su mochila, tomar algunos libros e irse con James pero le llamó la atención lo que hacía Hermione.
- ¿Cuándo piensas decírselo a Ron? – preguntó Ginny sin rodeos mientras tiraba su mochila y buscaba algunos libros –
- no lo se- dijo la chica castaña mientras seguía mirándose al espejo – el bebe nacerá en junio, tengo aun siete meses para decírselo
- bueno, réstale los cinco que es cuando ya no podrás ocultarlo – dijo apenas la pelirroja sin siquiera voltearla a ver – pero ya en serio ¿Cuándo le piensas decir a mi hermano que será padre?
- Cuando tu le digas a tus padres que ellos ya son abuelos – contestó sin rodeos Hermione. Ginny sintió como la sangre se le subió de golpe a la cabeza, un mareo súbito hizo que se mantuviera por unos segundos en el suelo.
La pelirroja se levantó sin verle la cara a Hermione, presentía que ella no se refería directamente a Bill (quien ya tenía un niño). Ginny sentía la mirada de la castaña sobre de ella insistente, esperando que la enfrentara.
- bueno … - contestó Ginny tomando unos libros y abriendo la puerta para marcharse – eso no me corresponde a mi, eso le corresponde a ustedes dos, a Ron y a ti.
- No me refiero a mi hijo Ginny – Contestó Hermione mientras miraba cómo Ginny se quedaba congelada en el marco de la puerta, con la vista hacia fuera – me refiero a que sé que significa las iniciales que tiene tu medallón.
Ginny fue invadida por un pánico similar al que había tenido cuando Harry le había gritado a Ginny de la existencia de James. Ella no pudo simplemente reaccionar, vio con un temor infinito a su amiga temblando y respirando agitadamente mientras se llevaba la mano hacia su medallón- Hermione parecía más compadecida ante Ginny, temerosa, incapaz de creer.
- se que las iniciales "J.A.P." son las mismas que provienen del nombre "James Arthur Potter" y que 25 de diciembre es la fecha de su nacimiento – terminó de decir Hermione con los ojos cristalizados, sencillamente Ginny no pudo ni admitir ni negarlo.
Ginny tartamudeó un poco.
- Porque no me lo dijiste antes Ginny – dijo con tristeza mientras que por su mejilla resbalaba una lágrima –
- Yo… yo me sorprendo… que… que no te hayas enterado antes … - dijo Ginny apenas en un hilo de voz - ¿ha sido Harry?
- No – contestó secamente Hermione - ¿acaso no soy de fiar contigo? ¿no me he ganado tu confianza?
-
Ginny ahora se sentía tan avergonzada, temía perder la amistad de Hermione tal y como había perdido el cariño por Harry días anteriores por no haber hablado. Pero al menos trataría de explicarle lo ocurrido para que eso no llegase a suceder, sin embargo no dejaba de temblar y tenía la vista nublada.
- No, -contestó Ginny nerviosa – no es eso Hermy, es solo que… - Ginny se talló la frente.. ¿Cómo podía comenzar para contarle todo?, no encontraba las palabras exactas para poderle explicar, entonces se sintió la persona mas vil y desgraciada del mundo - por favor perdóname….
Fue lo único que pudo decir Ginny casi implorando su perdón, ella temía perder su amistad de tantos años.
- solo si me llevas a conocerlo – rió Hermione mientras un montón de lágrimas mojaban su rostro y corría hacia Ginny y la abrazaba rompiendo a llorar. Ginny rompió el llanto también - ¿Por qué no me lo haz dicho? ¿Por qué no me haz contado que tengo un sobrino? – chilló Hermione.
- Yo… no he podido…. ¿Cómo haz sabido? – preguntó Ginny con una sonrisa, ella todo este tiempo había necesitado la amistad de Hermione, a veces deseo hablar de James con ella, pero se resistió.
- Con todo ese montón de pistas que siempre haz dado y que tu hermano ha ignorado y también tiene que ver que ahora espero un hijo y mi instinto maternal se ha despertado como un radar y ha dado contigo - sonrió Hermione Mientras otro montón de lágrimas brincaban de sus ojos.
- No me sorprende, siempre haz sido lo suficientemente inteligente, ya te estabas tardando - dijo Ginny mientras se limpiaba el monto de lágrimas que había llorado.
- Fue algo fácil, hace unas horas atrás he visto el álbum de fotos de cuando Harry era pequeño, una foto se me hizo familiar, sabía que yo antes la había visto y claro, la vi hace un par de meses, esa foto que tu cargas en tu cartera, del niño que decías tu cuidar, entonces todos los recuerdos me brincaron, "tu y Harry ocultándose en Hogwarts", "tus achaques y tus desmayos en tu sexto curso", "esa navidad del 98 en la que faltaste a la madriguera" y la forma tan bella que me hablaste cuando me enteré que sería madre.
- Bueno.. – sonrió Ginny – al menos tu no me dejaras de hablar ¿verdad?
- Ya te dije que mientras me dejes conocerlo, yo no te dejaré de hablar – sonrió Hermione momentáneamente hasta que una nueva duda la abordó - ¿Por qué ocultarlo? ¿Por qué no decirle a tus padres de él?
Ahí estaba lo mas importante de todo, Ginny la tomó de la mano y la sentó en la cama, sabría que esa platica duraría mucho tiempo y ella tendría que contarle absolutamente todo, no valía la pena ocultarle ya nada, ella mas que nunca necesitaba a alguien que la apoyara frente a Harry, y quien mas que Hermione.
La platica con Hermione había durado mas de dos horas, Hermione no le cabía en la mente toda aquella historia que bien podría ser parte de un libro de ficción, pero así había sido su vida dentro del mundo mágico, sorprendente e irreal, y sin embargo tal vez fue el hecho de que Hermione estaba embarazada, ella logró comprenderla de tal forma que sorprendió a Ginny cuando dijo "yo habría hecho lo mismo que tú si ese fuera mi caso". Un peso menos para Ginny que ya no tendría que inventar una sátira de cosas para salir corriendo con James.
Sin embargo algo nuevo había suscitado tras Ginny confesar sobre la existencia de James. Hermione se había empeñado a hablar con Harry, explicarle y hacerle ver que él estaba en un error, Ginny le hizo jurar a Hermione que no se metería en eso, por otro lado, la pelirroja no pudo impedir que Hermione tirara miradas de coraje y malhabladas hacia Harry.
- ¿Qué diablos traes? – preguntó Ron con fastidio tras el comportamiento extraño de la castaña.
- Nada – contestó Hermione molesta mientras de golpe se levantaba y miraba de manera terrible a Ron, y Hermione, se daba la media vuelta y se iba.
Hermione se había identificado con Ginny tan bien, que no podía evitar sentir un coraje por lo que a la pelirroja le había ocurrido. Por otra parte, se encontraba enojada con Ron porque el no podía adivinar lo que Hermione tenía, "Ron no me pone la suficiente atención para darse cuenta que llevo dentro de mi a su hijo" le dijo Hermione a Ginny mientras caminaban hacia el salón de clases. Ginny solo le miró un poco extrañada.
- Hermione lo sabe – confesó Ginny a su amiga Audrey
- ¿sabe que? – dijo despistadamente la rubia mientras chupaba una paleta.
- Sabe quien es James – dijo susurrando Ginny
Audrey la miró extrañada, no parecía creerle.
- el 1ro de abril aun no ha llegado, no tienes porque hacerme bromas de las que no pienso caer. (N/A: En Inglaterra esa es la fecha de el día de los santos inocentes)
- No es una broma, Hermione se ha enterado que James es hijo mío y de…..
- ¿del estúpido aquel? – dijo Audrey con gracia e incrédula – No Ginny, no se porque no te creo.
- Bueno, esta bien, se lo he dicho , ella me ha descubierto – volvió a repetir Ginny –
- ¿hablas en serio? - Audrey parecía ahora creerle un poco
- si, hablo en serio, ella ya sabe.
Audrey miró un poco decepcionada a Ginny quien creyó que Audrey aparte de temer por James temía por su amistad, ellas ya no compartirían el gran secreto, Audrey temía que eso la hiciera menos especial a ella.
- ¡BASTA! – gritó Ron con fastidio volteando a ver a su hermana – no se que se han estado trayendo ustedes dos desde hace días.
- Claro, no eres bueno para ponerte a analizar lo que haz hecho – dejó salir Hermione molesta mientras sostenía los libros y caminaba junto con Ginny y Ron entre las mesas de la cafetería.
- ¿y yo? ¿Qué he hecho ahora? ¿Por qué la traen contra mí últimamente?– preguntó Ron a Hermione enojado y confundido
- ¿Solo porque eres hombre? - dijo de manera cortante Hermione, Ginny dejó escapar una risita
Ron volteó a ver a Ginny con furia en sus ojos y como si pareciera comprender le gritó.
- GINNY WEASLEY ¿QUE LE HAZ HECHO A MI NOVIA? – Hermione lo vio con enojo y Ginny frunció el entrecejo
- Yo no le he hecho nada, ¿y quien eres tu para gritarme? – Ginny levantó la voz mientras todos volteaban a verla,
- ¿NOVIA? ¿TU NOVIA? YO NO SOY TU NOVIA RONALD WEASLEY – gritó realmente enojada Hermione, y Ron no pudo evitarse ponerse rojo y encoger los hombros - ¿Crees que porque nos hemos besado un par de veces yo he vuelto a ser tu novia? Pues te encuentras equivocado, tu ni siquiera haz tenido la delicadeza de pedírmelo además…
- Hermione yo ……¡y no han sido un par de veces!
- Eres un engreído por creer que estaré siempre aquí para ti – terminó de gritarle a Ron, mientras que media cafetería volteaba para ver el show. Hermione salía con paso veloz y Ron se encontraba realmente confuso por la actitud de Hermione
- ¡ESPERA HERMIONE!... – Ron no tardó en salir corriendo tras de ella.
Ginny levantó los hombros, sostenía aun aquellos viejos libros de la biblioteca, Hermione se encontraba realmente afligida por todas aquellas cosas que Ginny le había contado respecto a ella y a James, tanto que hasta ella había tomado el caso como propio. Ginny sabía la razón por la cual Hermione se encontraba tan susceptible últimamente, ella tenía que cargar con el peso del embarazo ella sola, aun no se atrevía a decírselo a Ron ni a sus padres, y estos últimos eran los más difíciles de enfrentar.
Se dio la media vuelta para continuar su salida de la cafetería ella sola, cuando sintió como en su rostro chocaba con algo fuertemente, sintió un dolor que le corría desde la frente hasta la nariz tan fuerte que le bloqueó la vista por unos segundos, el montón de libros salieron volando junto con el montó de hojas sueltas que llevaba,
- Lo siento lo siento, - repitió el muchacho mientras se bajaba para tomarle los libros.
Ginny subió la cabeza mientras se llevaba la mano a su nariz roja. En alguna ocasión James le había dado un cabezazo ahí mismo, pero el dolor no se semejaba.
- Yo lo siento fui demasiado distraído y ento….. – el chico se quedó callado Ginny bajó la vista para verlo a la cara.
-
Y entonces Ginny sintió como la sangre se le helaba y unos mareos automáticos la acompañaron, el dolor el la nariz le dejo de importar. Fue tal la sacudida que se dio que llego a creer que el corazón se le había parado de lo rápido que latía.
Ahí estaba él, frente a ella, con el rostro helado y la mano cargada de hojas y de un libro, fueron solo milésimas de segundo lo que se vieron frente a frente, ella no pudo hablar, menos él, para él le había resultado una sorpresa, entre tanta gente tenía que golpearse con él. Y luego el rostro de Harry se deformó por un odio involuntario, apretó los labios y le aventó el libro y las hojas que le había recogido, el siguió su camino, la esquivó y apresuró el paso.
Ginny no pudo moverse, ahí estaba, pequeñita entre el montón de hojas de apuntes sueltos en el suelo, dejó escapar un suspiro cargado de tensión y una lágrima huyó de su ojo, ella no podía dejar de temblar, pudo escuchar como su corazón latía tan rápido que no escuchó lo que le dijo el chico que se ofreció a ayudarla.
- ¿tanto me odias Harry? – Ginny dejó escapar la pregunta al aire.
- Tienes que ir a enfermería - dijo el muchacho que le había recogido las hojas.
Ginny se llevó la mano a la roja nariz, esta le empezaba a sangrar a chorros.
- sangre -susurró Ginny mientras tambaleaba. Ginny no resistía la sangre desde que Voldemort la había atacado.
Harry salió como un rallo de la cafetería, se encontraba tan molesto por ese encuentro accidenta que acababa de tener con Ginny, que no le importó patear una serie de cosas que se encontraban tiradas en el suelo. Salio de su facultad e inmediatamente sitió como el frío le estiraba la cara. ¿Cómo era posible que ahora sintiera tanto odio por la persona que mas había amado? ¿Cómo era posible que al verla sintiera ganas de golpearla, de dañarla a un máximo y dejarla agonizando?. Quería que ella sintiera lo mismo que él estaba sintiendo. La furia que llevaba en sus puños era tanta que sería capaz de golpear al primero que se le cruzara al frente.
Cruzó la calle y estuvieron a punto de arrollarlo, el volteó a ver a la mujer que conducía con tanto odio que a esta no le quedó mas que encogerse en su asiento. Nunca, ni en todos aquellos años de su colegio había sentido un odio semejante al que ahora estaba sintiendo, no se podía comparar con el odio que le tenía a Snape o a Malfoy, Ginny Weasley era la peor de todas.
Caminó mientras que respiraba agitado, sacando todo su coraje, caminó sin rumbo fijo sin importarle que chocaba con la gente y esta volteaba a reclamarle. Le tiró el café a una señora y empujó a un adolescente mientras doblaba en una esquina. Caminó el tiempo suficiente para sentirse mejor.
Cuando se dio cuenta se encontraba frente a un parque lleno de niños, no quiso siquiera pasar por un lado, mucho menos cruzarlo, no quería ver nada que tuviera que ver con niños, tal vez era su subconsciente que le hacía desviar esa culpa con la que cargaba.
Sin embargo si quería tomar la calle Gower streer, tendría que pasar por una baqueta del parque y él desafiante cruzó la calle, y bien dicen que todo se regresa, no tardó en recibir un fuerte pelotazo en la cabeza que le expulsaron los lentes a un metro de distancia de retirado haciéndose añicos contra el suelo. Harry deseó saber de quien había sido ese pelotazo, y no tardó en darse cuenta, un pequeño niño de unos 9 años salió corriendo a dirección de Harry, desesperado y muy asustado.
- ¿estabienseñor? ¿esta bien? – preguntó el pequeño con falta de aire y preocupado. Harry se hallaba sobándose la cabeza
- si si, estoy bien .. ya … ya, retírate – le decía Harry fastidiado porque el pequeño niño se había empeñado en revisarle la cabeza. Otros niños llegaban corriendo.
- Creí que se le había roto el cuello, su cabeza giró demasiado – dijo el pequeño demasiado rápido que apenas Harry pudo entenderle –
- ¿Cómo que romperme el cuello con una pelota de soccer? Ni que fuera una bludger –dijo Harry mientras el chico fruncía el entrecejo. Harry pudo percatarse que el pequeño tenía unos ojos azules índigos grandes y un cabello negro bastante despeinado.
- ¿una que…. – preguntó curioso el pequeño
- Steve, Steve, Steve, ese gol, ese gol estuvo increíble, ¿el señor esta bien? – preguntó un pequeño que se les acaba de acercar.
- Mira Steve, le haz roto los anteojos al señor – dijo otro mas pequeño de cabello rubio y ojos saltones - Harry volteó a ver al suelo sus anteojos hechos añicos, como seis pequeñas cabezas se asomaron a ver los lentes rotos de Harry y comenzaron a lamentarse.
- Señor no fue mi intención hacerlo, yo no quería pero quería meter gol, fue sin querer queriendo, yo no quise, además fue Michael quien me dio el pase para meter gol luego golpee su cabeza..
- Si, Steve no tiene la culpa, usted se atraves
- No se los cobre, no le diga a su padre – dijo otro niño, Steve el niño de cabellos negros se miraba demasiado preocupado.
- No le diga a mi padre por favor, el no volverá a dejarme venir al parque, yo le pagaré con mis ahorros
- Tu no tienes ahorros Steve – gritó otro –
- Tu cállate cabeza de chorlito – dijo Steve, mientras volvía a ver a Harry con un rostro entre angelical y asustado.
- Ya, ya,, BASTA – dijo Harry mientras todos los niños dejaron de hablar , uno de ellos había estado jalándole el sueter con mucha insistencia para que bajara la vista para verlo - solo váyanse a jugar y no se metan con nadie mas, tiene suerte que haya sido yo quien recibió ese pelotazo.
Todos los niños salieron corriendo, con excepción del pequeño Steve, se quedó parado viéndolo de una manera muy distinta a como solían hacerlo los adultos.
- Anda vete a jugar con tus amigos – dijo Harry al pequeño que tenía los hombros encogidos –
- Yo, yo , en verdad siento lo de sus lentes – dijo el pequeño avergonzado
- No es nada, anda vete si no quieres que te los cobre – dijo Harry mientras el pequeño salió corriendo. Cuando ya llevaba como diez metros de distancia el niño se volteó y grito a todo pulmón: MUCHAS GRACIAS SEÑOR POTTER!
Harry se quedó helado, el niño volvió al parque a jugar con sus amigos, posiblemente ese niño era algún hijo de un mago que leía el profeta o la revista corazón de bruja mas seguido que él mismo. Se agachó para tomar sus lentes rotos y los metió a su bolsillo. Su vista no era muy buena, pero esta la volteó hacia el parque, el se hallaba mas calmado y necesitaba pensar.
Caminó hacia una banca sola, alrededor se oían las risas de niños que ha pesar del frío que estaba haciendo no paraban de correr y gritar, se subían a los juegos con sus mejillas levemente rojas mientras los mas pequeños estaban en la caja de arena. A Harry se le vino una imagen esporádica de su infancia, dentro de esa alacena vieja llena de arañas.
El había estado temiendo en enfrentar ese pensamiento que tanto lo había martirizado, se negaba siquiera a pensar en una posible solución, pero sabía que no podía seguir ignorando ese nuevo sentimiento que sentía, uno nuevo que jamás había conocido, y que se negaba a llamarlo "paternidad".
Se negaba a creer que tenía unas ganas de saber si el pequeño aquel se había recuperado de aquella crisis que tenía, se había estado preguntando también porque Ron no lo había matado por embarazar a su hermana, lo que le llevo a conclusión de que él no lo sabía, pero lo mas posible era que los señores Weasley si, aunque el verano ellos lo recibieron demasiado bien y trataron bien a Cho (en aquel mes aun Harry andaba con Cho, en los mundiales de quidditch). Harry trató de sacar las cuentas de cuando posiblemente Ginny pudo haber salido embarazada, pero renunció siquiera a pensarlo, querría ignorarlo, quería ignorar la consecuencia de aquellas noches de placer en Hogwarts porque el hecho de pensar en las consecuencias que ahora le estaban martirizando, le oprimían el pecho de una manera terrible, era como enterrar una daga lentamente al corazón.
Pero al menos podía estar viendo a los niños sin odiarlos, justo enfrente de la banca estaban los juegos para niños de 2 a 6 años de edad, mujeres con carriolas paseaban con sus bebes alrededor, ver a todos aquellos niños que se subían al subeybaja, a los columpios y a aquellas estructuras de forma rara.
Entonces fue cuando escucho la voz de un hombre que se acercaba. Ha pesar de su mala vista pudo notar que era un hombre que iba con toda la intención de sentarse a un lado de él, en la misma banca, Harry solo dijo en voz baja "que no se siente, que no se siente" , pero eso lo invitó a que ese hombre obeso rubio y treintañon acompañado de un niño con cara de demonio de 3 años se sentara a un lado.
- Bien, ahora puedes ir a jugar – dijo el hombre que tenía toda la finta de ser un guarro, el niño salió como loco hacia los juegos. Después de eso el eructó.
Harry estuvo apunto de levantarse e irse, creyó que eso era demasiado.
- ¿trajiste a tu hermanito al parque? – preguntó casualmente el hombre rubio, Harry ignoró la pregunta – si, te pregunto a ti, ¿estas sordo?
Harry tan solo se limitó a negar con la cabeza sin voltearlo a ver. Fue entonces cuando Harry pudo notar que el hijo de ese hombre había corrido hacia el resbaladero y había aventado a una niña de manera salvaje, a él se le había hecho injusto y apunto al niño del hombre para que reprimiera al niño.
- ooh, Liam,, ¡así se hace hijo! – el hombre le festejó la maldad a su hijo, y el pequeño se limitó a sonreír con malicia. Harry se llevó una mano a la cabeza. – el es todo un hombrecito, ¿viste eso?
N/A: No se porque ese pequeño demonio me recuerda a mi sobrino de 4 años, creo que definitivamente ese demonio es mi sobrino,,, pero vuelvo al fic.
Harry deseó que no fuera para él la pregunta, no quería hablar con ese hombre así que no volteó a verlo, siguió ignorándolo.
- Si, lo se, mi hijo es algo hiperactivo, el psicólogo dijo que era porque ha tenido tres padres diferentes, bueno yo soy su padre pero su madre ha tenido tres parejas… tu sabes… yo no estoy casado con su madre.
No necesitó que se lo explicara, Harry pudo notar como el pequeño había quitado a otro pequeño de uno de los columpios y después que se sentó por dos segundos corrió hacia la caja de arena y le aventó arena a los ojos de otro niño.
- yo solo lo veo los fines de semana, dos o tres horas porque a veces trabajo o salgo con mis amigos.. tu sabes bien… salgo a buscar pollitas, ehh - el hombre codeó a Harry y le cerró un ojo. Harry se limitó a tirarle una mirada de "aléjate de mi"
- LIAM, DEJA ESO, DEJA ESO, NO TE METAS EL PASTO A LA BOCA , NO TE LO TRAGUES – gritaba el hombre sin levantarse del asiento y apuntando a su hijo quien acababa de meterse un puñado de pasto a la boca - BUENO, ya se lo ha tragado, le hará bien un poco de pasto, los animales se lo comen a veces.
Harry miró eso de manera increíble e inmediatamente pensó de cuantos hombres habían llevado a sus perros a pasear a ese parque, cuanto de esos habían defecado en ese pasto, ¿Cómo podía ese hombre no andar detrás de ese demonio de hijo que tenía?
- ¿Por qué no le reprende?- preguntó de manera espontánea Harry
- ¿y que me quiten la custodia por golpear a mi hijo?
- No tiene porque pegarle, solo dígale que esta mal.
- Aay niño, se nota que nunca haz convivido con un niño de tres años, diles que no hagan algo y lo harán, ya tendrás tus propios hijos para educarlos, a ese niño lo ha educado tres hombres distintos, por desgracia no llegará a ser como yo, todo un hombre.
Era cierto, ese niño era como un remolino y ese hombre o le tenía demasiada paciencia o realmente no le importaba lo que ese niño hiciera.
- Su madre una vez vino y me dijo que creía estar embarazada y que era mío, yo le dije que se esfumara, entonces era joven y tenía a muchas mujeres ¡te imaginas un hombre como yo, con una mujer distinta cada noche y dejar eso para casarme? – dijo el hombre que parecía tener como mínimo 34 años, su panza resaltaba mas y Harry dudo automáticamente eso – yo le dije a su madre "avísame cuando tenga 20 años para pedirle dinero a mi hijo". Y bueno, un mal día ella se aparece con una demanda, diciéndome que tenía que pagarle porque yo la había embarazado. Fui a corte y resultó ser mi hijo, tengo que pagar "120 libras al mes por su manutención y a cambio de eso me dan dos días con el pequeño que yo es claro solo tomo un día para desquitar mis 120 libras.
- ¿y acaso no lo quiere?
- Como me va a querer ese demonio si ha tenido conmigo cuatro padres. Su madre es una zorra, ha vivido en los últimos tres años con tres distintos hombres.. yo,.. no puedo negarlo,, me he encariñado con esa cosa – el hombre apuntó al pequeño que ahora se encontraba jalándole las trenzas a una pobre niña mientras se reía, Harry no pudo evitar sentir compasión por la pequeña.
El hombre no tardó en retirarse, tuvo que irse porque después de la queja de dos madres que habían llegado para reclamar que Liam le había golpeado a sus hijos. Harry se quedó callado, tenía que pensar bien las cosas, y trató de ponerse en los pies de ese hombre, era claro que él no tenía esa terrible panza ni era tan irresponsable.
"Irresponsable" ese era la palabra exacta para llamar a lo que acababa de hacer.
¿Ginny se sentiría humillada si el le pasara una cuota fija cada mes para que mantuviera a su hijo?. El sabía que algo tenía que hacer al respecto, no podía seguir ignorando que era padre, además que los Weasley algún día se enterarían, Ginny no podría ocultarles un hijo por mucho tiempo, al menos que ella planeara darlo en adopción, pero…. Y si eso llegase a ocurrir. Harry se sorprendió el percatarse que el tan solo pensar en la adopción le invadió un pánico ¿un hijo suyo en un orfanato, siendo adoptado por una familia similar a los Dursley? ¿y que la historia se repitiera?. Si hubiera sido su decisión desde al inicio se hubiese negado a traer un hijo al mundo cuando el ni siquiera podía cuidarse por si mismo (siempre había cuidado de el de alguna forma), pero el problema era que le pequeño ya existía, ahora tendría que pensar bien en que es lo que haría con él.
Una duda lo saltó, ¿conservaría su cicatriz en la frente aun?, el no se podría enfrentar a eso, no podría imaginarse ver a ese pequeño con esa marca que a el tanto atormento toda su vida, por esa marca el fue señalado y reconocido, el no deseaba una vida así a nadie, y el recordar lo tanto que le solía dolerle antes y que ahora a ese niño le doliera igual, era algo que a él lo atormentaba; Harry llevó su mano instintivamente hacia su frente y se la talló.
Tendría que tomar cartas en el asunto, tendría que enfrentarse a Ginny, algo que él había estado negando desde hace varios días, tendría que tomar valor para acercarse a ella y pedirle que le dejara ver "una vez" al niño para comprobar que el estaba bien, era una necesidad que él ahora tenía, el saber si se encontraba sano.
