Cap. 4

Al llegar a casa de los Kinomoto, Yue se asomó por una ventana pues deseaba encontrar solo a Yukito.

Durante mucho tiempo ellos habían sido una sola persona, y debido al carácter tan reservado de Yue, no podía pensar en nadie más para hablar de lo que había sucedido.

A través de la ventana Yue vio algo que no olvidaría en mucho tiempo.

Tuoya y Yuki se besaban apasionadamente, se mordisqueaban y recorrían sus cuerpos con sus manos. No hablaban, pero sus miradas y sus sonrisas expresaban cuánto se amaban. Yue se sentía como un intruso espiando la intimidad de la pareja, pero no podía dejar de mirarlos.

Yuki se encontraba recostado en la cama, y Tuoya estaba sobre él, besaba amorosamente su pecho, deteniéndose un momento para saborear cada una de sus tetillas, y bajando poco a poco hasta llegar al viril miembro de Yuki. Empezó a besarlo con mucho amor, introduciéndolo en su boca, succionándolo, mientras Yukito acariciaba la cabeza de Tuoya. Yue podía ver como Tuoya empezó a juguetear con su lengua en la entrada de su amado. Lo estaba preparando para unirse a él. Vió como con sus dedos acariciaba ese preciado tesoro, poco a poco hasta que decidió que ya estaba listo para recibirlo. Entonces se tendió al lado de Yuki, a su espalda, y mientras lo abrazaba empezó a penetrarlo poco a poco. Ahora se fundían en un solo ser, el ritmo de uno era el ritmo del otro. Tuoya hundía su cara en la nuca de Yukito. Le encantaba oler su cabello mientras hacían el amor. Con una de sus manos acariciaba el miembro de Yukito, primero suavemente, pero después aumentaba el ritmo al de sus propias embestidas..

Por sus movimientos y jadeos cada vez mas intensos, Yue se daba cuenta de que estaban a punto de llegar al climax. Poco a poco los cuerpos se relajaron, aunque permanecieron abrazados en esa posición.

Yue dudaba entre llamar la atención de Yukito o irse y dejarlo que disfrutara de ese momento, pero eso mismo le había traído maravillosos recuerdos de la noche anterior, en que había estado con Shaoran.

Espero un momento hasta asegurarse de que estaban dormidos, y busco la manera de entrar a la casa. Silenciosamente se acercó a la cama en que los dos amantes dormían placidamente y apenas toco un hombro de Yukito, éste abrió los ojos.

Yue le hizo una señal para que guardara silencio y lo siguiera. Yukito se cubrió con una bata y salió tras el guardián. Sin saber porqué Yue se dirigió a la que había sido la habitación de Sakura. Al entrar no pudo evitar una punzada de dolor al recodar a la que había sido su ama, que lo había amado tanto que sacrifico su vida para el él y su otra mitad fueran felices.

Yukito preguntó preocupado ¿Le pasó algo a Shaoran o a las cartas?

En cierta forma si. Shaoran ha cambiado todas las cartas, por lo que ahora ellas le pertenecen...al igual que yo.

No entiendo muy bien

Me siento extraño

¿Por qué? (y se sentó en la cama de Sakura esperando que Yue se desahogara)

Mientras viví contigo, llegue a pensar que yo también amaba a Tuoya, pero después me di cuenta de que no era así. Después de que Sakura murió Kerberos regresó al libro, pero yo no pude hacerlo. Desde ese día, estuve vigilando a Shaoran. Yo sabía que Sakura lo había amado mucho él a ella. Durante días fui testigo de su dolor. Al principio no entendía porqué le dolía tanto, después empecé a sentir ternura por el, y al final...

Al final qué

Creo que al final comprendí porque lo amaba Sakura. Shaoran, a pesar de la fuerza que posee, o tal vez por eso mismo, es una persona muy especial. No dudó ni un momento en cambiar las cartas, pero antes solicitó su autorización para hacerlo.

A mi me preguntó si deseaba quedarme con él. Cuando le dije que era mi obligación, el me respondía que yo era libre de tomar mis propias decisiones.

Entonces...

Ayer Shaoran y yo nos amamos como acaban de hacerlo Tuoya y tu

Yukito no pudo evitar sonrojarse - ¿Nos viste?

No te apenes, sabes que yo estaba enterado y hasta cierto punto había compartido esas experiencias contigo.

Es cierto. Por un momento me olvide. Dime una cosa...¿Estas enamorado?

No lo sé...tal vez...Creo que...Si, lo estoy.

Entonces no debes preocuparte

Yue: Pero él...

¿Lo forzaste de alguna manera?

Por supuesto que no

Ahí tienes. Si él te acepto, seguramente siente algo por ti.

¿En verdad lo cees?

Yukito (brindándole a Yue su bella sonrisa) Estoy seguro.

Gracias

Yukito tomó las manos de Yue entre las suyas: Ahora no somos más uno solo, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti. Eres muy especial y eres parte de mí como yo soy parte de ti. Nunca dudes en acudir a mi cuando tengas un problema.

Yue sonrio -Se supone que el guardián protector soy yo. Ya me voy, seguramente despertó y necesito hablar con él.

Yukito besó a Yue en los labios: Buena suerte.

Cuando Yue se fue, Yukito regresó a la habitación de Tuoya quien se encontraba despierto.

Tuoya sonreía pícaramente -Por un momento me sentí celoso.

Yukito (guiñando un ojo) Si, yo también.

MMMM Será mejor que vuelvas a la cama. Aún es temprano

Yukito prácticamente se lanzó sobre Tuoya llenándolo de besos.