Los personajes de Harry Potter y Sakura Card Captor no me pertenecen

Gracias por dejar reviews y disculpen por durara mucho sin publicar pero he estado muy ocupada los ultimos dias!AQUI ESTAN LAS RESPUESTAS A ALGUNAS DE SUS INTERROGANTES, dejan reviews por favor! y gracias por leer, Chiao to de next Week or so.

Corregí algunos de los errores disculpen cualquier otro que se me haya podido escapar


ALEXANDRA RODRÍGUEZ

Alexandra Rodríguez nació en México, ella era huérfana y se crio en el mundo muggle. Era muy pobre y el orfanato en el que se creció no tenia muchos recursos económicos y el lugar estaba ubicado en una zona digamos pobre. A pesar de no poseer familia o vivir en un lugar de estatus bajo, su infancia fue feliz aunque nunca se destacó por ser una chica obediente así que nunca fue adoptada.

En su aspecto físico podríamos decir que Alexandra tenía la piel con un ligero bronceado su cabello castaño claro con mechones en diferentes tonos como rojizos y dorados. Sus ojos eran color miel su nariz era perfilada, la forma de su cara era ovalada la profundidad de sus mejillas o el ángulo que estas formaban le daban el aspecto perfecto, una obra de arte. En cuanto a su figura Alexandra era esbelta de altura promedio y de complexión flexible. Su carácter aventurero y bromista la hacían entrase en todo tipo de problemas, le gustaban los retos y no se rendía fácilmente, no podemos olvidar sus típicas expresiones como el brillo en sus ojos cuando se inspiraba para realizar una nueva travesura, su sonrisa al cumplir su objetivo.

Al cumplir los once años Alexandra recibió una carta de la escuela de magia y hechicería Itzu Maya donde le ofrecían una beca debido a su condición de huérfana, todos en el orfanato estaban muy contentos,

- Soy bruja! Tengo magia!- gritaba contenta nuestra amiga por todo la instalación,

- Con razón eres tan fea- dijo uno de sus amiguitos en broma,

- te voy a convertir en rana!- le dijo ella mientras lo perseguía,

- No Alexandra, ni se te ocurra! en esta carta dice que no puedes usar tus poderes fuera de la escuela, - le corrigió la monja que los cuidaba,

- No es justo- se quejó ella,

- Nada en esta tierra es justo, solo Dios lo es- y se llevo a los niños a comer.

Nuestra querida Alexandra no fue un ángel en la escuela desde un principio, apenas con tres días de haber iniciado las clases ya ella estaba de castigo y en la oficina del director,

- Alexandra no puedo creer que siendo una estudiante becada te comportes de esa manera, no puedes practicar tus tareas sobre los otros alumnos y menos debes estar cogiendo los libros prohibidos de la biblioteca sin autorización, sabes que puedes perder tu beca si sigues comportándote de esa manera?- le dijo el director,

- le prometo que no volverá a pasar, seré una niña buena, lo digo de verdad de verdad señor director- dijo ella sin ninguna malicia pues no quería dejar la institución,

- Eso espero, puedes marcharte- y Alexandra se retiro a su habitación.

El Itzu Maya era una escuela de magia que funcionaba mucho antes de que los europeos llegaran a América, no era tan antigua como Hogwarts, pero tenia tan buena reputación como este. Además su sistema educativo era bastante avanzado, podríamos decir moderno. Sus instalaciones eran una enorme pirámide maya, a su alrededor había una vegetación de selva lo cual la hacia impenetrable para los muggles. Su cara oeste daba hacia una hermosa playa. A diferencia de Hogwarts las habitaciones eran separadas por personas y casas, no habían habitaciones compartidas. En el Itzu Maya no solo se jugaba quidditch también practicaban una especie de surf en el agua con escobas voladoras. La vida en esta parte del mundo mágico era muy movida, pero pacifica hasta que…

Alexandra no podía soportar más de dos semanas siendo una niña buena y ella lo sabía así que empezó a dedicarse a buscar una solución a este problema. Una tarde mientras miraba la televisión, tenemos que resaltar que nuestra amiga es una poderosa hechicera y le importa un bledo romper las leyes de un mundo al cual apenas acaba de conocer. Ella había hechizado su pequeño televisor para llevárselo a la escuela pues no se quería perder sus programas favoritos, se topó con unas caricaturas que llamaron su atención era sobre una chica y unas cartas mágicas, un hechicero creó las cartas con solo derramar unas cuantas lagrimas

- Hijole! Me gusta esto- dijo Alexandra y busco tiza y una cebolla. Dibujo el símbolo de la cartas en el piso, corto la cebolla a la mitad, se la estrujo en un ojo entonces empezó a lagrimear, al caer unas cuantas lagrimas al piso la habitación se volvió azul y el piso se volvió agua, ella flotaba en el medio y de la nada apareció algo parecido a una carta pero mas grande,

-Si1 lo logre! – pero la felicidad no duro mucho hasta que ella tomó la carta en sus manos - ¿ Carta cebolla? mierda esto no sirve para nada¿ que puedo hacer con una carta cebolla?- dijo ella enfadada, - Debo mejorar esta técnica, Hum , iré a ver si esto funciona – y salió de su habitación.

En uno de los pasillos se encontró con uno de sus amigos de travesuras,

- ¿que traes ahí? – le pregunto él,

- ¿quieres probarlo?- dijo ella con ese brillo peligroso en sus ojos malévolos,

- ¿me lo estas preguntando?- dijo él,

- esta bien,- y le mostró la carta,

- ¿para que sirve eso? – le pregunto el chico,

- No lo sé, pero vamos a probarlo ¡CEBOLLA!- y un enorme tufo a cebolla invadió todo el pasillo,

- Vámonos antes de que nos descubran!- le dijo Alexandra a su amigo y ambos escaparon lo mas lejos del pasillo.

Claro está que Alexandra logro dominar la técnica de la creación de cartas, creó todas las cartas que mostraban en la caricatura( todas las cartas Clow) además de otras de otras de su propio ingenio como la carta Dinero, tenia una imagen de una olla llena de oro, la carta Jaguar y Mercedes- Benz, y la carta Bling-Bling (ella ve mucha televisión).

Con estas cartas Alexandra ya no tenia por que preocuparse si le quitaban la beca podía pagarse la escuela ella misma, tenia poder suficiente para destruir la escuela si le daba la gana pero no lo hacia. Después de su primer año en la escuela de magia Alexandra utilizó sus castas para mejorara el orfanato donde paso su infancia, se compró una enorme propiedad en la costa del pacifico donde solo vivían brujos, la casa quedaba en la cima de un cerro que a la vez era una especie de risco. Nuestra amiga no era la vecina más amada del vecindario, todos los días a la misma hora siempre, las siete de la mañana, Alexandra salía al balcón delantero y gritaba a todo pulmón,

- ¡BÉSENME EL CULO!

- Cariño es hora de levantarse- le decía uno de los vecinos a su esposa

-Todavía no- le contesto ella con pereza

-¡HIJOS DE PUTA!- continuaba gritando desde el balcón Alexandra,

- Esta bien ya me levanto- le decía la mujer a su esposo.

Dos años más tarde Alexandra creó a Keroberus, Yue, Spinnelson y Rubymoon, los cuatro guardianes que le servían de compañía y de ves en cuando hacían el papel de sirvientes. Keroberus o mejor dicho Kero (si ha visto S.C.C. no lea esta parte) era una especie de grifo dorado que podía convertirse en un peluche de felpa, Spinnelson o sea Spin era una pantera con alas de mariposa y también se convertía en peluche de felpa, Alexandra los usaba como mascotas o como ´´lechuzas mensajeras´´. Yue y Rubymoon a pesar de que no se llevaban muy bien tenían que trabajar juntos, ellos cuidaban de Alexandra, y su casa y hacían la función de sirvientes, lo cual no era su mejor función.

En los fines de semana los estudiantes del Itzu Maya podían ir a sus casas, así que Alexandra mantenía su costumbre de gritar todas las mañanas aunque estar en el colegio no se lo impedía ya que su habitación quedaba en la parte más alta de la pirámide. La de Alexandra tenía vista al mar y un balcón.

Durante los dos primeros años en el colegio Alexandra no era vista con buenos ojos por unos cuantos de la institución y no era por el hacho de que era una revoltosa, y que en Halloween saliera volando en una escoba con un traje de disfraz de bruja al estilo muggle, y con poca tela. La razón era que era huérfana, de padres muggles y blanca. El hecho de ser blanca significaba que era de descendencia española y los brujos puros eran de familias indígenas o descendientes de estos.

La vida de Alexandra era la de una chica normal brincando el hecho de que poseía grandes poderes que podían superar a cualquier brujo de renombre.