La obra perfecta
Capítulo 11: La mayoría de edad
Legolas contempló embobado a la joven que descansaba a su lado en la hierba, Tinwel sonreía con ganas y con esa gracia que la caracterizaba, llevaban toda la tarde juntos, haciendo rabiar a Elrohir, el moreno elfo había tomado un maravilloso color tomate por la sola mención de un nombre Urwendï, al parecer no terminaba de decidirse en cuanto a esa elfa, finalmente lo habían dejado hundido en sus lamentaciones para visitar el jardín
"Me cuesta creer que seas tan hermosa"- murmuró el príncipe acariciando aquella suave mejilla
"Legolas por favor... yo..."
"ya lo sé, pero no puedo evitar enamorarme cada segundo más de vos"- el sinda rió al ver modificarse el normalmente pálido color de sus mejillas- "es esa lucecita en tus ojos lo que me vuelve loco. Estás lista para la fiesta de esta noche?"- preguntó finalmente cambiando de tema
"Supongo que sí"- susurró la joven- "llevo mucho tiempo esperando mi mayoría de edad para poder volver a Rivendel, pero hay tantas cosas aquí que también considero mías"
"Al parecer los dos nos transformamos en mayores para irnos de algún lado"- se burló el elfo
"Así parece"- rió Tinwel- "pero algo en mi interior me dice que las cosas no saldrán tan bien, tengo un mal presentimiento, y no puedo terminar de definirlo"- aseguró con tristeza
"No te preocupes- murmuró el elfo- que puede suceder en una fiesta de cumpleaños"
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Me hubiera gustado poder confiar en las palabras de Legolas, pero en mi interior algo decía que no sería así, en ese instante llegaron Haldir y Glorfindel, mi tutor estaba serio, frío y distante, como cada vez que se encontraba con el príncipe del Bosque Negro.
"Legolas- anunció el general de Lorien, con aquella sonrisa traviesa que lo caracterizaba- la Dama Blanca quiere hablar contigo"
"Muy bien- aceptó el ahora estoico elfo a mi lado, haciendo gala de sus modales de príncipe, luego de hacer una ligera reverencia murmuró- nos vemos después princesita"
"Quien se cree ese elfo?"- murmuró Glorfindel con aquella sonrisa que me dejaba embobada- "solo yo puedo decirte princesita, sos mí princesita"
"El punto es que al parecer lo soy de distinta manera para cada uno- aseguré con tono indiferente- y Legolas quiere que lleve ese titulo"- sentí la profunda mirada color mar atravesarme
"Qué?"-tartamudeó nervioso- "qué estas diciendo?"
"Legolas está enamorado de mí- anuncié finalmente posando mi mirada en la suya- y es un elfo genial, es guapo, dulce, cariñoso, divertido- pude percibir el dolor y la preocupación de mis palabras reflejadas en sus ojos- pero yo no puedo amarlo"- aquella maravillosa sonrisa entre aliviada y comprensiva me destrozó total y absolutamente, mientras su mano rozaba la misma mejilla que Legolas había acariciado momentos antes, pero esta vez un delicioso estremecimiento recorrió mi cuerpo, e inconscientemente apoyé mi cabeza en el hombro de aquel noldo
Las horas pasaron, una tras otra, y luego de reír como la habíamos hecho durante aquellas dos semanas y los años antes de mi viaje a Lorien, ahora enriquecidas por mis múltiples travesuras en el Bosque Dorado; finalmente terminamos como siempre que estábamos juntos
"Estás muy viejo Glorfindel – grité unos metros delante de él- a que no me alcanzas"- y la persecución comenzó como de costumbre, para terminar de una forma totalmente nueva
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Legolas caminaba con calma junto a la Reina del Bosque de Oro, luego de discutir sobre ciertos problemas concernientes a ambos reinos y unos mensajes para su padre habían salido a pasear por la ciudad para distenderse, y casualmente hablar sobre el tema que más le interesaba a ese elfo
"Me duele ver esta situación Legolas, puedo ver la pureza de tus sentimientos hacia ella, pero tanto vos como yo sabemos que hay alguien más en su corazón"- el sinda asintió en silencio, no le gustaba admitirlo, odiaba aquello, pero conocía perfectamente quien era el dueño de aquel corazón que él anhelaba tanto, fue entonces cuando los vieron corriendo y riendo unos metros delante de ellos entre los árboles.
"Yo no deseo atarla a mí si no me ama- murmuró con pesar contemplándola a la distancia- menos aún sabiendo que es correspondida"
"Entonces vos también lo notaste?"- preguntó sorprendida Galadriel
"Debería ser muy ciego para no haberlo notado- suspiró- creo que ellos son los únicos que no lo descubren"
"Un amor muy grande es el tuyo Legolas Hojaverde, para tener la sabiduría de dejarla ir a pesar del dolor que te cause"
"Ya no hay batalla para mí, su corazón le pertenece a él -se resignó- me duele saber que no será mía, pero de que me serviría que lo fuera si a mi lado no sería feliz? Aunque fuera yo el que ella eligiera, su corazón siempre estará con él"
"Hablas con sabiduría para un elfo tan joven, sos un gran ser, y confía en mi palabra, un gran amor te espera en tu camino, pero deberás esperar antes de poder alcanzarlo"- Legolas esbozó una sonrisa resignada
"quién es ella?"- preguntó finalmente- "porque no es una humana común y corriente"
"No, no lo es- aceptó la Dama Blanca- su brillo no tiene comparación entre los humanos, pero no estoy segura de su origen, aunque al parecer esa es otra de las cosas que ese noldo no parece ver"- Legolas sonrió y luego de hacer una leve reverencia se dirigió a su cuarto, no tenía sentido quedarse allí, ya no podía hacer nada
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Corría a toda velocidad posible, llevando un vestido y esquivando los innumerables árboles y raíces que se me interponían, corría como si mi vida fuera en ello, y en parte así era, el elfo que me seguía era capaz de dejarme si aire a causa de las cosquillas que me tocarían aguantar si me agarraba, supe que ya era tarde cuando aquellos fuertes brazos me abrazaron por detrás
"lista para la peor de las torturas"- susurró cerca de mi oído en el momento en que comenzaba a atormentarme, comencé a reír hasta que ya no pude mantenerme en pié, aún en el suelo mi perverso tutor continuó con el castigo, mientras intentaba escabullirme de cualquier forma, finalmente me inmovilizó con su cuerpo, y cuando las carcajadas se extinguieron, mis ojos se perdieron en el abismo marino de sus ojos que parecían aún más profundos y misteriosos de lo normal, el largo cabello rubio caía mecido por la suave brisa, y sus labios entre abiertos parecían invitarme a probar su elixir, sentía la mitad de su cuerpo sobre el mío, surgiendo una extraña sensación que no olvidaré jamás, así nos quedamos, en silencio contemplándonos, aunque no puedo precisar si fueron segundos, minutos o años
"Ya está atardeciendo"- murmuró de golpe levantándose y ofreciéndome la mano para ayudarme- "tenemos que prepararnos, esta noche es tu cumpleaños y ambos estamos hechos un desastre"- asentí en silencio, intentando calmar mi corazón exaltado, mientras emprendíamos el camino de regreso, finalmente me introduje en mi dormitorio para prepararme para la fiesta, pero nada nunca, me hubiera preparado para todo lo que ocurrió esa noche
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Glorfindel se encerró en su cuarto con el corazón aun latiendo acelerado ¿qué le había ocurrido? Cerró los ojos y aquella imagen lo golpeó con la fuerza de mil orcos, Tinwel con el cabello extendido sobre la hierba, contrastando con aquella piel de porcelana, y los profundos ojos negros parecían haberlo hechizado, y sus labios¡por los valares, esos labios que se había sentido tentado a probar, mientras su cuerpo la apresaba contra la hierba.
El solo recuerdo de lo que había sentido en ese instante le daba nauseas, ella era una niña, su niña¿cómo podría atreverse a verla así? En que momento había dejado de verla como un padre, un tutor, para descubrirla como la maravillosa mujer que era?
Sintió asco de si mismo, no podía sentir aquello, no debía sentirlo, pero muy en su interior sabían que no eran celos de padre lo que tenía hacia Legolas sino ¿ por qué no hubiera consentido aquella relación y visitarla o incluso mudarse con ella al Bosque Negro, no era por Thanduril, eso había sido solo una excusa para que aquel elfo no le arrebatara a su pequeña; y Niniel aquella elfa a la que no había podido salvar, a ella y a nadie más le pertenecía su corazón, se repitió hasta el cansancio, a ella y a nadie más
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La noche golpeaba las puertas del Bosque de Oro cuando Legolas salió del talán que hasta aquel día había sido su cuarto, ya se había despedido de Galadriel y Celeborn y les había pedido que guardarán el secreto de la partida, no hubiera soportado una despedida, suspiró con pesar mientras presionó la pequeña caja en su mano, bajó con calma las escaleras que rodeaban el inmenso mallonr, deteniéndose en una de las plataformas, acarició la puerta con suavidad y ternura, dejó el estuche en el piso y continuó su marcha hasta los establos.
Como había pedido, el caballo estaba listo para el viaje, lo tomó por las riendas y comenzó a caminar con lentitud, le costaba dejar aquel lugar, le costaba dejarla a ella, pero sabía que no podía hacer nada más, por medio de los árboles se fue perdiendo, dejándose llevar, hasta encontrarse en aquel claro en el que la había visto por primera vez, suspiró con resignación, y continuó su marcha, hasta que aquella voz llamándolo lo obligó a darse la media vuelta
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Un ligero escalofrío recorrió mi cuerpo cuando me contemplaba en el espejo mientras terminaba de arreglarme, como una suave caricia rozando mi rostro, fue entonces cuando lo supe, abrí la puerta del talan de golpe y encontré aquel pequeño cofre frente a mí, lo tomé entre mis manos con nerviosismo, no me gustaba lo que aquello auguraba, lo abrí con lentitud para descubrir una hermosa cadena dorada con un maravilloso colgante en forma de dos árboles que entrelazaban sus ramas, formando el lecho para aquella maravillosa piedra engarzada en el centro, verde oscura, como solo la había visto una vez, lo tomé en mis manos y salí a la carrera por el bosque, solo había un ser que podría haber puesto allí esa joya, y un motivo por el cual no dármela él mismo¿pero donde lo encontraría? Si mis sospechas eran reales podía estar muy lejos, camino al Bosque Negro, me dejé llevar, algo en mi interior parecía saber que camino seguir, y en ese instante no me preocupe en preguntar por qué, pero mis instintos me llevaron a aquel claro que era uno de mis lugares favoritos en Lorien, lo vi entonces en el otro extremo, alejándose de espaldas a mí
"Legolas"- lo llamé corriendo tras él- "Legolas"- su triste mirada atravesó mi alma cuando volteó hacia mí
"Por favor Tinwel- murmuró en el instante que llegué a su lado- no lo hagas mas difícil"
"Pero tu no puedes..."
"Qué sentido tiene quedarme?- preguntó- no me amas, ni nunca vas a hacerlo, para que quedarme si vas a partir con Glorfindel en unos días? Para que seguir torturándome teniéndote a mi lado para saber que nunca vas a ser mía?"
"Legolas yo, no estoy segura de volver con Glorfindel"- suspiré con seriedad
"Haznos un favor a ambos y vuelve con él- anunció- si vienes conmigo nunca serás feliz, por mucho que yo te ame e intente hacerte feliz tu corazón no esta conmigo, sino con él, es a él a quien amas"- un terrible dolor nació en mi pecho ante tales palabras
"como lo sabes?"- murmuré con preocupación
"No soy estúpido- me informó- y aunque lo fuera podría darme cuanta de cuanto se aman"
"eso no es cierto yo estoy enamorada, él solo, él solo me ve..."
"Él también te ama- me corrigió- por eso sus celos cuando me veía cerca de ti, no hagas una idiotez, no renuncies a él"- no podía comprender todo aquello, primero aquel elfo había anunciado estar enamorado de mí, y ahora me pedía que volviera con el elfo que me había criado, del cual estaba totalmente enamorada y luchara por su amor
"Por qué me dices esto?"
"Porque quiero que seas feliz- aseguró- y sé que conmigo no vas a serlo, lo único que me interesa es eso, no importa si para ello debo verte en brazos de otro, porque sé que vas a estar bien- acarició mi mejilla con suavidad mientras las lágrimas surcaban mi rostro ¿cuánto podía amarme ese elfo como para renunciar a mí? Me hubiera gustado tanto poder corresponderlo- no te preocupes por mí- pidió- pero no dudes en decirle todo lo que sentís a Glorfindel, algo me dice que vas a encontrarte con una gran sorpresa, aunque no va a ser fácil, nada de lo que sigue lo será"- asentí en silencio mientras él limpiaba mis lágrimas- "Y sabes, que tenés un amigo en el Bosque Negro a quien visitar cuando quieras"- lo abracé con fuerza, para luego verlo alejarse en su caballo
"Adiós amigo, no sabes cuanto me hubiera gustado poder amarte"- susurré, pero él tenía razón, no podría resignar mi amor hacia Glorfindel, no después de la pureza del cariño de Legolas, no esperaría más, esa misma noche le diría a Glorfindel todos mis sentimientos
Ainssss que ternura me dió Legolas! y una penita! pero bueno las cosas tenían que ser así, espero que les gusste el capi, y no quieran matarme, para comentarios, insultos, amenazas y demás dejen reviews, ya las dejo, nos leemos!
HAda: terremoto? sí, cataclismo? tambíen, pero creo que lo mejor va a estar en el próximo capi, espero que disfrutes este capi y bueno, si podes actualizar ( cara de cachorrito mojado) snif, snif es que me muero de ganas de ver como sigue lo tuyo, mil saludos, nos leemos1
Andraya TheLat: sipi, pobrecito de Leggy, pero así son las cosas, me dió una penita en este capi, a mi me gustaría que alguien me amara así, pero buehhh... ni hablar, espero que disfrutes de este capi y no quieras matarme :P
Sonia 11: espero disfrutes este capi, es cierto Glorfi celoso es muy lindo!
Voldie on Varsity Track: me alegra que te haya gustado mi historia, espero disfrutes de este capi