El picnic misterioso

Hacia un precioso día en Hogwarts. Era sábado así que los alumnos se levantaron mas reconfortados que cualquier otro día...

Lori estaba adormilada, cuando de repente la arrolló una compañera que chillaba y lloraba como una histérica.

- ¿Se puede saber que te pasa? - le preguntó Lori, tumbada en el suelo, mientras se restregaba los ojos para ver mejor.

- ¡Son Pichi y Muchi! ¡Han desaparecido! - grito la chica preocupada, sin dejar de llorar.

- ¿Que son Pichi y Muchi? - preguntó Lori.

- Son sus pantuflas, Pichi es una ratoncilla y Muchi es una perrita - respondió otra de las compañeras de Lori.

- Increíble, estoy rodeada de chifladas... - pensaba Lori mientras iba hacia los baños con desgana, ignorando a las chicas.

En otra zona del castillo Sidney y Jack, que ya se habían recuperado de su pequeño "problemilla" y caminaban hacia sus respectivas salas comunes, para cambiarse de ropa...

- Oye Sid, siento lo que pasó...

- Tranquilo, tu no tuviste la culpa de nada - le interrumpió, para no volver a sacar el tema - luego nos enteraremos de que ha pasado exactamente.

- Esta bien, nos vemos, hasta después del desayuno - le contestó Jack.

Mientras en un pasillo cercano al Gran Comedor Eras y Ashley hablaban animadamente...

- Eso del picnic... me parece bien, pero... ¿quien va a ir a por la comida? - preguntó Ashley.

- Tranquila, voy a la cocina para pedirles a los elfos que nos preparen unas cestas.

- Los elfos domésticos no preparan comida... - dijo extrañada Ashley mientras Eras se alejaba felizmente hacia la entrada secreta de la cocina.

Eras entro en la cocina y se encontró a Hermione dando un discurso a los elfos sobre sus derechos...

- ¡Hola, Hermione! - la saludó Eras. (todos los alumnos de Hogwarts sabían que Eras era la única loca que la apoyaba en el PEDDO y eso hacia muy feliz a Hermione)

- Hola Eras, creo que has venido en el momento adecuado para escuchar mis nuevos motivos renovadores para el PEDDO...

- Claro, claro - respondió Eras mientras agarraba un par de cestas entre la muchedumbre de elfos que se afanaban para tener listo el desayuno.

- ...Y como ya sabéis no sois seres inferiores y tenéis que reclamar vuestros derechos, ¿verdad Eras?

- Si, si, lo que tu digas - le dijo mientras cogía unos emparedados de una bandeja, recomendada por Dooby, que hacía de camarero entre tantos cacharros.

- ...Y además vuestra libertad, os hará seres mágicos con conciencia... - siguió Hermione, mientras los elfos la ignoraban.

- ¡Hay le has dado! La conciencia, esa es la clave... - le decía Eras mientras sacaba las cestas a patadas y salía de culo por la entrada secreta.

"Uff, creo que me he pasado un poco con la comida..."- pensó mientras cargaba con todo.

Al cabo de un rato todos estaban en el gran comedor desayunando animadamente. Los hermanos Creeve se dedicaban a reírse de Ron que se había atragantado con una magdalena. En seguida llegó Hermione acalorada por no haber conseguido nada de los elfos. Sidney que se había cambiado de ropa, estaba sentada un poco mas a la izquierda, se comía sin mucho entusiasmo una magdalena de colócate, cuando Giny la abordó:

- Hola Sidney, ¿como te encuentras?

- Bueno..., estoy recuperada y con eso me conformo - contestó distraídamente la chica.

- Esta bien, de todos modos me alegro - le dijo Giny mientras se alejaba.

Eras estaba sentada muy concentrada en su desayuno, claro era complicado engullir un croissant embadurnado con el chocolate de su taza y hablar a la vez con una compañera...

- ¿Que vas a hacer hoy, Eras?

- Voy...a dar unos amigos... - respondió entrecortadamente mientras se le escurría un hilillo de chocolate por los labios.

- ¿Podrías luego... mmm... sobre las cuatro, ir a la biblioteca para, ayudarme con los deberes de historia de la magia? - preguntó la chica poniendo una mueca de asco al observar a Eras, que parecía arrepentida de habérselo pedido.

Eras, roja como un tomate hizo un gesto afirmativo con la mano mientras intentaba sonreír sin escupir nada.

- Señorita Pandorian, haría bien en comer en vez de engullir como una cerda - le espetó Snape, sorprendiendo a la chica.

- Lo...si-siento - le dijo a Snape, al pronunciar la segunda palabra escupió un trozo del croissant, sobre la impoluta túnica del profesor, su cara de asco era un poema, con un toque de varita se limpió la túnica y se alejo mirando al falso cielo del Gran Comedor susurrando: "¡ Que cruz, que cruz...!"

Eras se trago todo lo que tenía en la boca y salió de allí acompañada por su sorpresa de Harry Potter...

- ¿Quieres algo? - le pregunto al chico.

- Vais a ir a dar un paseo, ¿verdad?

- Así es... - respondió la chica sin comprender.

- ¿Te importaría que me acercara luego, para hablar?

- ¡Claro que no! - le respondió dándole una palmada en la espalda (que Harry sintió como un hostión y por poco se cae de bruces) - estaremos cerca del Bosque Prohibido, ¡hasta luego!

El la entrada al castillo estaban esperando todos...

- ¿Donde tienes la comida, Eras? - le preguntó Unziel.

La chica empezó a sacar cestas ante el asombro de sus amigos y les fue cargando con todo...

Lori, Jack y Unziel cargados hasta los topes andaban babeando de cansancio, muy por delante iban Ashley y Sydney llevando parte de la comida, Eras estaba dando saltitos por la pradera, buscando el sitio ideal...

- ¿Buf, buf... serán capullas? Nos han dejado con todo y encima ni nos esperan - balbuceaba

Lori muy enfadada.

- Mirarme, ¡eh chicos aquí! ¡Mirar todo lo que salto!

- Que si, Eras que saltas mucho - dijo sin interés Unziel.

- Soso...

- Te he oído, Eras...

- Jeje... emmm.... mirar allí está el sitio - Eras disimuló como pudo y empezó a correr hacia el lugar elegido.

- Tienes mucho morro no has llevado nada - le dijo Ashley a Eras cuando esta pasaba por su lado.

- ¡Si! Tienes mas jeta que Ruby, ¡como te coja te mato! - dijo Sydney.

Eras ya había llegado al lugar, de repente apareció Spy corriendo como un poseso y señalando algo en el cielo...

- ¿Que coño dices, Spy? - preguntó Unziel sorprendido de su actitud.

Eras miro al cielo, hacia donde señalaba Spy y vio que se le venia a la cabeza un balón gigantesco, le cayo a los pies, haciendo un gran agujero, Eras puso los ojos en blanco y callo desmayada de espaldas.

- Ja, ja, ja ¡que idiota! - Sidney se reía a carcajadas - eso le pasa por no llevar nada.

Unziel le dio lo que llevaba a Lori, que con todo el peso se vino al suelo gritando...

- ¡AHHHH! ¡Eres un piiii...! ¡no puedo llevar tantas cosas! - chillaba desde el suelo.

Mientras Unziel corría a ver si le había pasado algo...

- ¿Eras? ¿Eras? ¿Estas bien? - preguntó preocupado.

Eras abriendo un poco los ojos murmuró:

- ¿Me he muerto?

- Ja, ja, ja, no, estas bien, anda levanta, eres un desastre...

- ¿Se puede saber que pretendías asesino? - interrogó Eras a Spy, de sus ojos salían chispas de rabia.

- Lo siento, se me escapo el juguete - dijo el chico bajando la cabeza arrepentido.

- ¿Juguete? ¿Llamas a eso juguete? - dijo Unziel incrédulo mirando una pesada pelota de hierro con pinchos, de la cual sobresalía una cadena de metal.

- ¡Si! Es mi juguete, aunque no lo sepa manejar bien todavía - contestó levantando la cabeza como si hubiera sido duramente ofendido, cogió la cadena del suelo y la pelota se elevó como un globo, pero pronto empezó a arrastras al muchacho de nuevo.

Los amigos se quedaron estupefactos ante el espectáculo...

Avanzaron hasta el linde del Bosque Prohibido y se sentaron, corría un aire fresco, propio del otoño no llevaban ni 3 semanas de curso y ya habían recibido un ataque directo, ¿seria este año mas emocionante que los del mismísimo Harry Potter?...

- Bien, nos hemos reunido aquí hermanos... emm, ¡perdón!, estamos aquí para averiguar la razón del ataque de Jack a Sidney - explicó Lori, aunque el motivo era conocido por todos - bueno mas bien, ¿donde estaba la botella y quien la cogió?

- Yo pienso o que han sido las pijas, que nos la han jugado o que se trata de algo serio, una gran conspiración gubernamental - sugirió Eras cerrando lentamente sus ojos, mientras ponía cara de misterio...

- ¿Y si ha sido Harry Potter porque nos tiene envidia?, el casi no ha aparecido en la historia - propuso Ashley.

- ¿Que historia? - preguntó Sydney.

- Nada, nada - disimuló Ashley.

- ¿Cuando perdiste la botella Jack? - preguntó Unziel, ignorando a las chicas.

- No lo se... siempre la llevo conmigo, nunca me la dejaría en ningún lugar, estoy convencido de que me la robaron.

- ¿Cuando fue la ultima vez que la usaste? - preguntó Sidney.

- Mmm....déjame pensar...la tenía en la clase de transformaciones pero cuando salí, creo que ya no la tenía - explicó Jack.

- Y si te diste cuenta, ¿porque no se lo dijiste a ningún profesor? - preguntó Ashley.

- Porque no quería llamar la atención, ¿que pasaría si la gente se enterara que soy un vampiro? - le respondió el joven - estoy seguro de que no lo verían bien y tendría problemas.

- Así que fue un alumno... - dijo Eras.

- No tiene porque, hay multitud de hechizos, que pueden parar el tiempo, transformar de forma, dormir,... - dijo Lori haciéndose la empollona.

- No creo que nadie se complique tanto la vida - respondió Sidney - ¿además para que necesita alguien sangre?.

- ¿Algún método de distracción? - expuso Lori - pero distraer ¿para que? - se dijo a si misma.

- Déjalo, no creo que lleguemos a nada así - le dijo Sidney - ¿hemos conseguido alguna información??

- ¡Si! - dijo Eras - creo que han sido las pijas de Gryffindor y Hufflepuff, y lo digo porque Unziel y yo oímos lo que decían Debo y otra chica en la sala común...

FLASHSBACK

Unziel y Eras se dirigían a su sala común, al final de un pasillo oculto por un tapiz, había que pisar la tercera baldosa gris de la derecha, para que apareciera una linea dorada que rodeaba las quince baldosas en forma de cuadrado perfecto, con un leve taconeo de pies, Eras consiguió que se abriera la trampilla...

"Joder, anda que no hay que hacer tonterías para entrar a tu propia casa" - pensaba Eras, cuando de repente se oyó una voz atronadora.

-¿La contraseña? - preguntó una voz cavernosa, era Viento Oscuro, el que protegía la casa Ravenclaw de intrusos.

- Ehhh....no me acuerdo - contestó Eras.

- Pitas pollas - dijo Unziel con claridad.

-¿Pitas pollas?, ¿de donde habéis sacado esa mierda de nombre? - dijo la chica incrédula.

- A mi no me preguntes, yo solo me limito a decirla - replicó Unziel.

-¡Ey! Chavales, que me tenéis aquí esperando y tengo muchas cosas que hacer - protestó Viento Oscuro.

- Ya le hemos dicho la contraseña! - grito Eras enfadada.

- A la, a la, pasar, vamos, vamos he visto procesiones mas rápidas - dijo mientras los dos jóvenes desaparecían en la oscuridad del agujero abierto - ¿bien donde estaba? ¡Ahhh si! Pagina 35 del playboy. ¡Ohhhh!...

La casa Ravenclaw, poseía una de las mejores y mas secretas estancias de todo el castillo. Se trataba del bosque encantado, situado por debajo de las mazmorras del castillo, fue encontrado por el mismísimo Ravenclaw, cuando sin querer cayó por un agujero y encontró aquel maravilloso lugar. Decidió construir una escalera plateada que bajara desde el agujero hasta la fresca hierba del bosque oculto. Por ella descendían en ese momento Unziel y Eras, el tramo era largo, desde ella se podía divisar la sala común de Ravenclaw. La sala situada entre los árboles mágicos del bosque era especialmente curiosa, las estanterías estaban encajadas entre las ramas, sin romper, ni molestar a ninguna de ellas, las mesas donde los estudiantes se reunían con sus compañeros eran gigantescos tocones. Pero a diferencia del Bosque Prohibido, estos árboles eran dorados, plateados y de cristal, pero tenían una peculiaridad. Cada uno de ellos poseían hojas de oro, plata y cristal, a ningún alumno se le ocurría coger ni una sola, ya que aquel que lo hiciera se quedaría convertido en el metal, del árbol que tocase...

Como hemos narrado antes, los dos Ravenclaw, llegaron a la sala común, donde varios compañeros charlaban tranquilamente, al chisporreteo de las llamas...

- ¿Crees que si preguntamos, nos darán la información que queremos? - preguntó Eras.

- No, no lo creo, será mejor que de un par de vueltas a ver si oigo algo interesante - susurró Unziel.

- Esta bien, yo los entretengo y tu vas a observarlas - respondió Eras.

- ¿A quienes? - preguntó el chico desconcertado.

- Pues a quien va a ser a las que conocen todo lo que pasa en el colegio, y nos odian a matar - Unziel le miraba sin comprender - LAS PIJAS, JODER, ¡las pijas! - chilló en medio de la sala. Todo el mundo se le quedo mirando, incluidas las pijas, con caras de asesinas...

- Ja, ja, ja, las pijas... si... es como yo llamo a los... a los... ¡a los piojos que tengo en la cabeza! Je, je, je, - disimuló Eras ahuecándose el pelo mientras todos la miraban con cara de asombro.

Aprovechando el momento de descuido, Unziel se dirigió en busca de algún tipo de información, y entonces se percató de que Deborah, ajena a los gritos de la sala común, se encontraba hablando con otra alumna...

- Si, si como te digo tía - afirmaba Deborah - sé lo del ataque del cara muerto ese, a la rata de Paris...

- ¿Cara muerto? ¿Rata de Paris? - la chica tenía cara de no enterarse de nada.

- Si tía, Jack y Sidney, Jack ataco a Sidney tia, debe ser un vampiro tía, Dumbeldore oculta algo con el chaval ese tía.

- ¿Porque ataco Jack a Sidney? - preguntó la amiga.

- Dicen que alguien le robo la botella que lleva siempre tía - contestó Deborah.

- ¿Quien lo hizo? ¿Y como sabes tu todo esto?

- No se quien lo hizo tía, pero Saar y John han dicho que vieron al que cogió la botella tía...

- Ya he oído todo lo que necesitaba saber - pensó Unziel - bueno también me gustaría saber como es capaz de decir "tía" tantas veces seguidas...

Eras seguía corriendo detrás de los alumnos cuando Unziel volvió de espiar a las pijas. La chica corría con las manos en la cabeza mientras todos huían despavoridos entre los árboles...

- ¡Aléjate de mi, piojosa! - gritaba Tony, que se encontró con el puño de Unziel en la cara por haber insultado a Eras.

- Ahora veras, o sea, nadie me hace esto - balbuceó Tony.

- ¡ESTAOS QUIETOS DE UNA VEZ NIÑOS! - gritó Viento Oscuro, intentando poner orden.

Eras apaciguó a Unziel y se lo llevó medio a rastras hasta el puente de madera del jardín Zen y allí Unziel le contó todo a Eras...

FIN DE FLASHBACK

- Bueno, y al final ¿que? - preguntó Ashley cansada de la rayada de Eras.

- 1º ningún alumno se acerca a mi porque creen que tengo piojos.

2º Ashley y Sidney deben averiguar de esos dos, como desapareció la botella

- ¿Habéis oído algo al respecto? - les preguntó Lori, pero ambas negaron con la cabeza.

¡AHORA CORTAMOS PARA PUBLICIDAD! ESPERAMOS QUE ESTéN A LA VUELTA... ¡JA, JA, JA!

Vámonos se le fue la pinza otra vez...

ESTA BIEN, ESTA BIEN, SIGAMOS CON LA HISTORIA... SOSAS... YO QUE QUERÍA ANUNCIAR MIS BRAGAS DE ESPARTO...

¡Te hemos oido!

Je, je, je... ejem, ejem...

- Pues yo si que le oído decir algo a Saar - todos se dieron la vuelta, era Harry Potter, que por fin había llegado.

- ¿Que haces tu aquí? - le espetó Sidney.

- Le he dicho que podía pasar si quería, además parece tener información veraz - contestó sonriente Eras.

- ¿Como cual? - le preguntó Unziel.

- Pues según oí yo, la persona que cogió la botella, fue la profesora Zera, al final de la clase de transformaciones, ¿no os acordáis que entro al finalizar la clase? - explicó Harry.

- ¡Es verdad! - dijo Ashley - ¿pero para que la quería?

- Eso todavía no lo se, pero siempre que ha aparecido un nuevo profesor en este colegio, estaba relacionado estrechamente con Voldemort - afirmó Harry.

- ¿Insinúas que Zera, es el nuevo fichaje de quien-tu-sabes, para llegar hasta a ti? - dijo Unziel.

- Yo no digo nada, solo os digo lo que se - respondió el chico mientras cogía un emparedado de tomate de una de las cestas.

- ¿Porque nos cuentas esto? Tu siempre vas a tu bola - Lori no se fiaba de la información, aparte de que no se llevaba bien con Harry, era una Slytherin y la sobrina de Snape, motivos mas que suficientes.

- Es vuestro ultimo año aquí, seguro que queréis tener una larga vida mágica - respondió evadiendo la pregunta y marchándose del lugar con misterioso sigilo.

- ¿Bueno que opináis de esto? - preguntó Jack, que había permanecido expectante la mayor parte del tiempo.

- ¡Que tendré que decirle a mi tío, que no la pierda de vista! - confirmó tajante Lori - ¿que os parece?

Ante aquella pregunta ninguno se opuso, si era cierto lo que Harry había dicho, puede que se encontraran camino de formar parte de la historia reciente del mundo mágico o por el contrario, que se hubieran montado una película de una tontería, ¿que será lo próximo?...