Esto es un aviso para las personas a las que no les guste el sexo explicito. Este capitulo va a contener slash si crees que eso puede dañar tu sensibilidad pasa al siguiente capitulo.

Gracias por leernos y escribidnos.

Se lo que hicisteis la última noche loca

Eras estaba aquella triste mañana apoyada sobre un banco de las gradas del campo de Quidditch viendo entrenar al equipo de Gryffindor. Harry se empleaba a fondo con su equipo realizando carreras de escobas alrededor del campo.

- ¡Sidney y Ginny como no os deis prisa os robarán el quaffle siempre! ¡Vamos tortugas! - chillaba el joven persiguiendo a las chicas.

- ¡Déjame en paz, Potter! Sabes que soy muy buena cazadora, no es cuestión de correr si no de esqui... AHHH - una bluger paso sobre la cabeza de Sidney en ese momento - ¡serás cabrón Colin!¡Que me arrancas la cabeza!

- Tranquila, Sidney si solo es cuestión de esquivar - dijo Harry irónicamente.

- Grrr ¡no aguanto a este crio! - gruño.

Eras dejo al fascinante equipo pegándose mientras Mathew sujetaba a Harry y Ginny a Sydney, que estaban dispuestos a pelearse. El único que se tomaba en serio el entrenamiento era Ron, que con el paso de los años se había convertido en un gran guardián...

En otro lugar del castillo Ashley y Hermione se dirigían a la cabaña de Hagrid, el cual les había pedido unos favores. Ya que al haber fallecido hacia unas semanas le resultaba un poco difícil cumplir con sus tareas.

- ¿Que piensas que será? - preguntó Ahsley.

- Espero que nada complicado, tengo muchas cosas que hacer con el P.E.D.D.O.

- Si, seguro - afirmó Ashley mientras sonreía forzadamente.

- ¡Ey, chicas! Habéis podido venir, así me gusta, comprometidas con la causa - les dijo Hagrid mientras atravesaba la puerta de su cabaña.

- ¿Que causa? - inquirió Ashley.

- Mi nueva plantación de verduras y plantas mágicas directas para la clase de Herbología.

- ¿¡Que!?¿Para eso estamos aquí? - Hermione parecía disgustada - vamos que somos voluntarias involuntarias - dijo cabizbaja.

- ¡Así es! Animo chicas, al trabajo ¡JA, JA, JA!

- ¡Cabronazo! Esta me la pagas - pensaba Ashley mientras se calzaba un par de botas gigantes y cogía una azada dispuesta a "pelear duro" contra el barro del huerto - esto nos lo ventilamos en un segundo, ¡al ataque Hermy! - chillaba Ashley mientras corría de forma patosa con las botas y la azada en alto hacia el huerto.

- Esta chica es tonta, ya no tengo dudas - farfullaba Hermione acordándose de toda la familia de Hagrid, mientras intentaba andar con las pesadas botas.

- EN EL HUERTO, YO CABO....

- En el huerto, yo cabo... - le seguían las chicas.

- INTENTANDO ENCONTRAR ALGUN NABO...

- Intentando encontrar algún nabo...

Unziel tenía que ir a la biblioteca ha terminar unos deberes de encantamientos, cuando llegó allí se encontró con Lori, Jack y Draco.

- ¿Que hacéis aquí?

- Una redacción para pociones - explicó Lori entusiasmada.

- ¡Pasa de ese Ravenclaw y ayúdame con esto Lori! - bramó Draco.

- Esta bien, mira te explico...

Unziel dejó atrás a los dos slytherin, y se sentó al lado de Jack y empezó a sacar sus libros...

- ¿Que tal vas, Jack?

- Sin problemas.

- Ok, si me necesitas me avisas - le respondió Unziel intentando ser amable.

Tras las arduas horas de estudio todos se reencontraron a la hora de comer en sus respectivas mesas...

- Esta comida es un asco, ¡eh Luna te cambio las croquetas! - chillaba Eras desde un lado de la mesa.

- Toma... aquí tienes esto - le dijo Unziel cambiando su plato para que se callara.

- Gra...gracias - respondió Eras engullendo.

En otra mesa Ashley miraba el plato absorta.

- ¿Que te pasa?

- Estoy muy cansada, me he pasado toda la mañana en el huerto de Hagrid, y ya me aburren estas cosas, ¡aishhh! - suspiro Ashley - bueno será mejor que coma algo, ¡hay que reponer fuerzas! - se animó a si misma.

- ¿Que habéis cultivado en el huerto de Hagrid?

- Na, solo un poco de maría, ya sabes como esta ahora Hagrid...

La provechosa hora de la comida acabo pronto, como aquel penoso día, porque no es el día lo que nos interesa, sino lo que ocurrió por la noche...

Una simple travesura nocturna acabo con varios alumnos encerrados en los lavabos sin poder salir y...

- ¿Y como nos vamos a entretener hasta que vengan a buscarnos?

- ¡Eso es fácil! - dijo entusiasmada Eras - contemos historias...¡pornográficas!

- ¿No suelen ser historias de miedo? - preguntó una desconcertada Lori.

- Bahhh...eso es aburrido, ¡yo quiero porno, porno, porno!

- Esta bien, ¿quien empieza? - preguntó Sidney.

- Yo... - susurró el tímido Colin - puedo empezar yo a contar una historia...

"En aquella gris tarde un joven alumno de Hogwarts se dirigía preocupado hacia el despacho del profesor Snape, que lo había citado allí, seguramente con motivo de algún castigo...

Colin caminaba preocupado por el pasillo y cuando llego ante la puerta, la golpeo temblorosamente ante la idea de lo que aparecería tras ella. El sombrío Snape la abrió, con su brutalidad de siempre, pero al bajar la mirada hasta la cara de Colin, pudo entreverse una dulce mirada, cuando el chico atravesó la puerta y se cerró tras él, rompió a llorar dulcemente, mientras Snape se arrodillaba para abrazarlo...

- No hay que llorar mas, mi pequeño... - susurraba Snape mientras bajaba sus manos suavemente por la espalda del niño.

Colin se zafó de el y se dirigió hacia la mesa, de espaldas, sin atreverse a mirarle a la cara.

- Yo, profesor, creo que esto esta mal, nos acabaran encontrando y sera el...

El niño no pudo acabar la frase, sorprendido por un abrazo de Snape que lo envolvió con su túnica y lo inclinó contra la mesa. Snape se levantó la capa, mostrando su desnudo cuerpo. Colin se volvió y no pudo evitar hundirse en el, con sus finos labios besaba suavemente los encarnados pezones del profesor, mientras este le asía una mano y se la llevaba a la entrepierna...

- ¿Lo notas...? - le susurró Snape al oído de Colin, mientras la mano del muchacho acariciaba el suave miembro del hombre.

El profesor se apartó al chico con ira y lo puso sobre la mesa con sus fuertes brazos, levantó la túnica del niño, mientras este se bajaba los pantalones con dulzura. Snape se acercó las rosadas caderas de Colin a las suyas, y las acarició con su prominente miembro mientras lo introducía suavemente en el niño.

Un dulce gemido salió de los labios de Colin, al sentirlo, Snape se inclinó hasta su cara y besó su mejilla, mientras movía sus caderas suavemente, el joven resbalaba de la mesa hacia el suelo, sin poder con los pies a el, enredando sus piernas con las de Snape, rozandolas al son del frenético movimiento de sus caderas, Colin arrugaba con fuerza los papeles de la mesa, mientras gemía cada vez con mas ímpetu.

- No hagas ruido, no nos pueden pillar - le pidió Snape, pero ya era imposible detenerlos, ni siquiera Snape podía controlarse, agarrando con fuerza las caderas de Colin, se irguió y movía con sus manos todo el cuerpo del niño al ritmo de su balanceo, buscando saciarse en el. Un gran gemido se oyó por todos los pasillos contiguos al despacho, por las piernas de Colin, resbalaba suavemente el semen de Snape, que se desbordaba desde su miembro, como un dulce caramelo..."

- Ya esta - concluyo Colin, ante las caras de los jóvenes, que como el estaban encerrados en el baño, desde hacia una hora.

- ¡Vaya birria de historia! - gritó decepcionada Eras - yo quería mas salvajismo sexual...

- Pues a mi me ha gustado mucho - dijo Ashley mientras felicitaba a un avergonzado Colin.

- ¿Porque yo?¿que he hecho yo? - decía Lori mirando al techo desesperada por llevar tanto tiempo encerrada con semejantes chalados.

- ¡Ahora me toca a mi! - anuncio Eras.

- Oh no, que no sea muy dura, por favor, acabo de tomarme un caramelo - aviso Sidney.

"Todo el mundo sabe, que el bosque prohibido, esta prohibido, pero ¿porque todo el mundo entra al menos una vez?...

Es lo que se preguntaba una alumna de Hufflepuff, el día que se decidió ir a dar un paseo, la joven se encaminó por el sendero, rumbo al bosque, aquella mañana hacia un día precioso y los rayos de sol, se colaban entre los claros del bosque. Cuando llevaba un rato andando sin rumbo fijo, oyó un pequeño lamento y se decidió a investigar. Entre dos arboles se encontraba un joven centauro, medio tumbado en el suelo, no se podía poner en pie debido al gran tamaño de su miembro, que sobresalía entre las patas del equino.

- ¿Que te pasa? - preguntó la joven.

- Mmm - el centauro entreabrió los ojos, para ver a la joven - ¿tu que crees? Los centauros necesitamos hacerlo una vez al día, o sino acumulamos demasiado semen, parece mentira que estudies... - le respondió irritado.

- Perdona, pero todavía no he llegado a esa parte - le respondió sonriente la chica, mientras lo miraba con asombro.

- Eyyy, ¿adonde vas? - le respondió este, al ver como la joven estudiante hacia amago de continuar caminando - no pensaras irte sin mas, ¿verdad? - le dijo mirandola sádicamente mientras se ponía en pie y se acercaba a la joven.

- Bueno yo, solo he venido de paseo...

- Ja, ja, ja... no te preocupes si no te voy a hacer daño, sera todo lo contrario... - le respondió el centauro con una amplia sonrisa.

La joven quiso salir corriendo, pero el centauro la agarró tan fuerte que los pechos de la joven reventaron la camisa que llevaba. El joven al verlos los tomó entre sus manos, comprimiendolos y besandolos sin control. La alumna, asustada al principio intento gritar, pero pronto se dejó llevar por el arrebato del centauro, que con una mano la sujetaba de la cintura y con la otra le levantaba la falda, para poder quitarle la ropa interior. El joven alargó su pene hasta la vagina de la chica, que estaba apoyada sobre un tocón, que agarraba con fuerza, ante las sacudidas del centauro.

La muchacha gemía descontrolada, arrancando la hierba del suelo con la piernas totalmente abiertas, por el excesivo tamaño del miembro del centauro. Mientras, apoyaba su tronco contra un árbol próximo, para no caerse al suelo del placer. Durante varias horas los gemidos incontrolados de los jóvenes se oyeron por todo el bosque.

- ¿Es que tu nunca te cansas? - preguntó la joven entre gemidos entrecortados.

- ¡No! hasta que no me desahogue no te dejare marchar, haberlo pensado antes de acercarte - le respondió el centauro, seriamente mientras apretaba con mas fuerza sus muslos equinos, haciendo que la joven gimiera todavía mas fuerte.

Toda aquella mañana pasaron así, los jóvenes, hasta que a mediodía el centauro dio por zanjado su problema y eyaculó sobre el agotado cuerpo de la joven, que yacía exhausta sobre el tocón, con la ropa desgarrada por el centauro. Este sacó su ya disminuido miembro, con suavidad de la enrojecida vagina de la chica, que todavía con fuerzas se levantó y se coloco entre sus patas, para lamer los restos de semen que quedaban en el pene del centauro.

- No te molestes, eso lo puede hacer mi mujer perfectamente - le dijo con desaire el centauro.

- ¿Que?¿Tienes pareja?¿entonces porque me has violado? - le preguntó incrédula la chica.

- Te has dejado - le contradijo el joven - y ademas siempre me ha gustado probar con cosas nuevas - le dijo mientras se agachaba para besar los labios manchados de semen de la joven, por ultima vez, y se marchó trotando a través de los sinuosos arboles..."

- ¡Ta-raaa! - dijo Eras orgullosa - ¿a que os ha gustado mas mi historia?.

- En fin,...es...es distinta - dijo Ashley sin saber muy bien que responder.

- Es malísima, ¿donde esta tu romanticismo? - contesto Sidney ofendida.

- Necesito ir al baño... - Draco desapareció tras una de las puertas.

- ¡Ves a el le ha gustado! - afirmo Eras rotunda - ¿que haces Lori?

- ¡ALOHOMORAAA! abrete de una puta vez, no puedo soportar mas esto, SOCORROOO - gritaba la joven aporreando la puerta.

- Las palabras exactas para que se abra son: ¡ABRETE SESAMO! - comento Eras tranquila - le he cerrado yo para que nadie nos molestara en los relatos.

- ¿QUEEE?¿me has tenido aquí tres horas, para escuchar todos estos cuentecillos pornos? - Lori tenia mirada asesina, y empuñaba la varita con ira - ¡Te mato! te mato, cogedmela, que la estrangulo...!