El reencuentro: vuelta a la normalidad

Eran las diez de la mañana los estudiantes se amontonaban en la pequeña estación. Esperaban la llegada del tren que les llevaría de nuevo a Hogwarts. Eras miraba a su alrededor buscando a sus amigas, pronto descubrió a Sidney. La chica se acercaba con dificultad hacia ella, Ashley la seguía.

- Hola - saludó Eras - ¿que tal lo habéis pasado? Yo de maravilla...

Y comenzó a relatar a sus amigas sus Navidades, mientras lo hacía socó una bolsa de caramelos de limón.

- Mirad - dijo Sidney, con voz cansada - ya llega el tren.

Las chicas se giraron para verlo y en ese momento una paloma descendió sobre Eras y le quitó la bolsa de las manos.

- La paloma asesina me ha querido agredir. Ha venido a por mis caramelos - chilló - pero no pasa nada - comentó sacando otra bolsa - ¿queréis caramelos?

- No.

- Está muy güeno, saben a gominola de fresa - dijo con la boca llena.

Las dos chicas se rieron cunado la paloma volvió a descender. Cuando elevó el vuelo, tenía en su poder la bolsa de Eras.

- Cuando te coja - dijo la chica elevando un puño, en señal de amenaza hacia el cielo.

Ashley y Sidney cogieron a su amiga por los brazos y la empujaron hacia el tren.

Después de un agotador viaje, en el cual Ashley relató sus vacaciones, las chicas llegaron al colegio.

- Bueno, yo voy a saludar a Lori - comentó Sidney.

- De acuerdo, luego nos vemos en la cena - se despidió Eras.

Sidney se dirigió hacia las mazmorras, estaba convencida de que allí encontraría a su amiga. Pero cuando llegó sólo encontró al profesor de pociones.

- Perdone profesor...

Snape se volvió con cara de pocos amigos, pero al ver a la joven su expresión se relajó.

- ¿Qué quiere señorita Disney?

- ¿Sabe donde está Lori, señor?

- Creo que ha ido a practicar quidditch y usted debería hacer lo mismo. Con su táctica nunca conseguirá ganarnos...

La chica salió de las mazmorras, sin dejarle tiempo para que acabara su frase. Y se dirigió hacia el campo de quidditch. Allí encontró a Lori practicando

"Debe de haber estado entrenando durante las vacaciones, ese truco es nuevo" se sorprendió "y además es buen movimiento"

Cuando Lori la vio le hizo señas para que esperara. Descendió rápidamente y saludó alegremente a la chica:

- Hola ¿qué tal...? vaya tienes mala cara.

- Si, bueno, no he dormido mucho desde Nochevieja. Pero a ti parece haberte ido todo muy bien.

- De maravilla - comentó sonriente.

- ¿Le has contado algo de eso a tu tío?

- ¿Yo? - preguntó con cara de inocente.

- Si, cuando le he preguntado por ti me ha mirado con cara de pena.

- Eso son cosas tuyas, por cierto tengo algo para ti - dijo dirigiendose hacia su mochila.

-¡No me cambies de tema! - exclamó, siguiendola.

Lori sacó un libro y unos cuantos pergaminos.

- Esto es todo lo que he podido reunir con tan poco tiempo - se excusó, tendiendole los papeles.

- Bien, gracias...

- Oye, ¿porqué no vas a dormir un poco hasta la hora de la cena? - le sugirió.

- Si, será lo mejor...

Lori miró preocupada a su amiga, mientras esta se alejaba.

"Bueno una cosa hecha. Será mejor que busque a Matt" pensó.

Sidney entró en su dormitorio, este se encontraba desierto. Se quitó los zapatos y dejo caer los libros que llevaba en la mano. Se tumbó en la cama y miró hacia la ventana. Poco a poco fue cerrando los ojos y se quedó dormida. Pero sus sueños estuvieron llenos de bailes, vampiros y... sangre.

Lori llevaba buscando toda la tarde, no encontraba a Matt por ningún lado.

"¿Dónde se habrá metido?, buscaré en el jardín y como no esté allí..."

La chica salió por la puerta del colegio, debajo de un gran roble encontró al chico. Este estaba absorto en la lectura de un gran libro.

"Los 50 pasos a seguir para recuperar su cariño" leyó "Jo, que desesperado está".

- Hola Matt.

El chico levantado la mirada del libro. No pareció alegrarse mucho al ver a la joven.

- Ahh, eres tú, ¿qué quieres?

- Bueno, pues... verás...

- Deja ya de balbucear, me estás haciendo perder el tiempo.

- Yo... quería disculparme...

- Ya, pero tus disculpas llegan demasiado tarde.

Y diciendo esto el chico se levantó y se marchó. Lori se quedó quieta, sorprendida por lo que acababa de pasar.

Ya por la noche cuando llegó al comedor, Lori buscó con la mirada a Matt, lo encontró charlando animadamente con Sidney.

"Al menos Sid tiene mejor cara"

Se acercó a ellos y...

- Hola.

Matt la miró con cara de enfado.

- ¿Otra vez tú?

- Quiero disculparme de nuevo, por mi comportamiento...

- Y a mi ¿qué?

El rostro de Lori se ensombreció y se encamina hacia donde se encontraban Eras y Ashley. En cuanto se marchó, Matt comentó:

- Sid, eres fantástica, tenías razón. Desde que piensa que ya no me importa me persigue a todas partes.

- Ya, pero no abuses, puede que se llegue a cansar - le contestó la muchacha distraídamente.

- No importa mucho, je, je, je, así probará algo de su propia medicina.

Mientras Matt hablaba, Jack pasó por su lado y miró a Sidney. Y abrió la boca para decir algo, pero al ver la cara de rechazo de la joven decidió pasar de largo. Fue a sentarse al lado de Eras.

- ¿Os pasa algo? - preguntó Matt.

Sidney se encogió de hombros pero no dijo nada. En una mesa cercana, Lori miraba inquieta a Jack, este no dejaba de mirar a Sidney.

- ¿Te ocurre algo? - preguntó inocentemente.

- No, no, ¿porqué lo preguntas?- se extrañó Jack - ¿te ha dicho ella algo?

- No, lo siento.

Eras y Ashley, por su parte, no se estaban perdiendo ni un solo detalle.

- Oye, Eras - dijo Jack, para cambiar de tema - ¿donde está Unziel?

- Oh, dijo que llegaría unos días más tarde, tiene el permiso del director. No tengo ni idea de lo que estará tramando.

- Ya, bueno no tengo hambre, hasta mañana - se despidió el vampiro.

En cuanto el chico salió del comedor Eras y Ashley acribillaron con preguntas a Lori.

- ¿Qué les pasa?¿Han discutido? - preguntaba incesantemente Eras.

- No, no lo sé.

- ¿Le ha ocurrido algo a Sidney?

- No... espero que no.

- No ha abierto la boca en todo el viaje. Eso no es normal en ella.

- Pues no tengo ni idea.

- Tú sabes algo pero no nos lo quieres decir.

- Eso no es verdad - y al instante se puso colorada.

- ¿A qué huelen las nubes? - exclamó Ashley.

- ¡No lo sé, dejadme en paz!

Todos los alumnos la miraron, ella se levantó bruscamente y salió precipitadamente del comedor.

- ¿Pero porqué has dicho esa tontería? - preguntó Eras.

- No se me ocurría ninguna otra pregunta.

- Lori sabe algo, pero no nos lo quiere decir.

- ¿Y que podemos hacer?

- No se tu, pero yo pienso llegar al fondo del asunto - dijo Eras entrecerrando los ojos. Mientras se oía el ya famoso chun-chun-chun.

Ya por la noche mientras los demás dormían, Sidney decidió mirar los papeles de Lori.

"De Jacques Sainter, se conocen muy pocos datos; era un joven pintor que residía en Montnartre, París, y nació alrededor de 1765. De familia humilde, fue abandonado cuando tenía apenas 8 años. Pero fue recogido por un muggle rico, Maximilien Laforet. Su última aparición social ocurrió en la celebración de Año Nuevo, que celebró el conde Delacroix en su casa. Se cree que pudo ser convertido esa noche. A partir de ese día no hay casi datos, sólo algunas pinturas suyas. Desapareció de los registros en 1936 y no se ha vuelto a saber nada de él. No se conocen descendiente suyos."

Reprimiendo un grito, la chica dejó caer los papeles. Estaba más nerviosa que antes. Estupendo se enfrentaba a un vampiro sediento de sangre, vengativo y que encima podía vivir en París. Preocupada por estos pensamientos permaneció despierta hasta bien entrada la madrugada.

Sidney fue la primera que se levantó aquella mañana. Al ponerse los pantalones, descubrió un pequeño paquete. Y recordó que todavía conservaba el regalo de Jack. Todavía permanecía intacto. Decidió que más tarde pediría consejo a Lori. Durante todo el día la chica no pudo concentrarse en ninguna de las clases. Cuando estas finalizaron subió a su dormitorio acoger su escoba y se dirigió hacia el campo de quidditch.

Mientras en el gran comedor Lori observaba como sus amigas jugaban al ajedrez mágico.

- Caballo a E8 - dijo Eras.

A continuación la figura se desplazó y destrozó el alfil de su contrario.

- ¿Sabéis dónde está Sidney? - preguntó una voz grave a sus espaldas.

Lori se giró y observó al muchacho.

"¿Hasta que punto podemos creerle?" pensó "¿cómo sabemos que no la atacó intencionadamente?"

La chica se enfrentó a la dura mirada del vampiro.

- No lo sé.

- Está jugando al quidditch, ¿ya no te acuerdas? - comentó distraídamente Ashley.

En cuanto oyó estos Jack se dirigió hacia la puerta y desapareció por el pasillo. Dando un bufido Lori le siguió. Cuando llegó al terreno de juego, Jack no había llegado aun. Así que decidió observar el entrenamiento. Pero al rato se dio cuenta de que solo seguí los movimientos de un jugador.

"¿Pero se puede saber que te pasa?" se dijo a si misma "es Matt, el petardo"

De repente sus pensamiento fueron interrumpidos por unos gritos.

- ¡Pero se puede saber que haces! - chillaba Harry.

- Yo... no lo sé - murmuró Sidney.

- ¡Claro que no lo sabes, te has pasado todo el entrenamiento mirando el infinito!

- Lo siento, últimamente no he dormido mucho.

- Está bien se acabó el entrenamiento - mientras se alejaba murmuraba- no se quien tuvo la estúpida idea de aceptar en el equipo a una tía, amiga de las serpientes.

Cuando Matt y Sidney descendieron Ron se acercó a ellos.

- Jo, tía, le has hecho enfadar - le amonestó el pelirrojo.

- Lo siento, no era mi intención.

- Claro ahora dices eso - y dirigiendose a Harry - esperame, que ya voy a consolarte.

Y se fue brincando por el campo, hasta que lo alcanzó. Lori se acercó.

- ¡Hey Sid!, buen juego.

- ¿Pero se puede saber a donde has estado mirando? ¡Ahh claro!

- El que es claro.

- Te has pasado mirando todo el rato a Matt y aún lo haces.

- No digas tonterías- replicó rápidamente, desviando la mirada.

- ¡Liaros de una vez y dejarnos a todos en paz! - exclamó, y diciendo esto se encaminó hacia el castillo.

- Que estresada está esta chica - comentó Matt - pero tiene razón, deberíamos hablar.

- ¡Qué te crees tu eso! - gritó Lori y siguió a Sidney.

- Esta es mi chica - dijo Matt, y la imitó.

Ya había comenzado a anochecer cuando Sidney llegó a la puerta del colegio. De repente una sombra surgió a su derecha.

- ¿Quién... quién anda ahí?

Jack surgió de las sombras.

- ¿Se puede saber porqué me rehuyes?

- No sé de que me hablas.

- Me llevas evitando desde que volvimos al colegio.

- Tú te lo habrás buscado.

- No pienso que haya hecho nada malo...

- Pues piensa más, yo tengo que marcharme.

Pero antes de que la chica se moviera, Jack la cogió por el brazo.

- No te puedes marchar, necesito que saber que te pasa...

Pero al ver la expresión de miedo en la cara de la chica la soltó. Sidney salió corriendo y desapareció por la puerta del castillo.

Había una gran algarabía en el Gran Comedor cuando Lori llegó, y se dirigió hacia su mesa. Se estaba sirviendo un entrecot cuando Jack se sentó a su lado. La chica disimuladamente miró hacia la mesa de Griffindor. El sitio que solía ocupar Sidney estaba vacío.

- ¿Dónde está? - le preguntó al vampiro.

- No lo sé, se marchó muy deprisa....

Lori se levantó y se dirigió hacia la salida para ir a buscar a su amiga. En la mesa de los leones, Matt se dio cuenta de la salida de la chica, y también se levantó. En la mesa de Ravenclaw, Eras se fijó en la salida de los chicos y para que cierto profesor de pociones no se diera cuenta... cogió con una mano puré de patatas y gritó:

- Guerra de comida.

Todo el salón se le quedó mirando, y la chica lanzó a Debo la comida.

- Jooo, tía, mira como me has puesto.

- Si y a mi me ha salpicado, jooo que fuerte - replicó Tony.

Los dos cogieron tartas de nata y comenzaron a lanzarlas por todo el comedor. Intentando poner orden el Snape se levantó.

- Orden en la sala, basta ya, alto...

Pero su frase quedó interrumpida, ya que una gran pudín fue a estrellarse contra su cara.

- ¿Quién ha sido?

Pero como nadie le contestó decidió tirar el también tartas. Al poco rato todos los profesores le imitaron. Desde la mesa de Hufflepuff, Ashley miraba la escena divertida.

"Que buena puntería tengo"

- Esta es para ti Wastecott - exclamó Hermione.

Ashley se agachó justo a tiempo, y un gran tomate se estrelló contra la pared.

- Ja, ja, ja, se burló no me has dado.

Pero ya no pudo seguir burlandose, un proyectil lanzado desde la mesa de Slytherin le dio de lleno en la cara. Debido al impacto la chica dio una voltereta completa por encima de la mesa. Cuando se levantó, aturdida, no sabía donde se encontraba. Pero cuando oyó las risas procedentes de la mesa de los serpientes, cogió un tarta de merengue y la lanzó con todas sus fuerzas. Las risas fueron sustituidas por unas fuertes toses.

- Diana, y 5 puntos más para Ashley - dijo triunfante.

Mientras esto ocurría Spi, muerto de miedo, se refugió debajo de la mesa de su casa. Allí lo encontraron al día siguiente cubierto de mermelada.

Lori caminaba deprisa por el corredor, ajena a los incidentes que se estaban desarrollando. Pero alguien la detuvo...

- Lori... espera

- ¿Se puede saber que haces siguiendome?

- Yo no te seguía, paseaba por aquí y te he visto...

A medida que hablaba se acercaba lentamente hacia ella y sin que esta se diera cuenta, con un movimiento de varita, hizo que la luz del corredor se volviera más tenue.

- ¿Y de que quieres hablar? - preguntó la chica.

- La verdad, no tengo ninguna gana de hablar ¿y tú?

- No... no.

En su dormitorio de Griffindor, Sidney continuaba leyendo. Esparcidos por el suelo había montones de pergaminos.

- Cuando más los leo, menos los entiendo...

Decidió que tendría que pedir ayuda, había palabras que no lograba descifrar. La grafía del antepasado Snape era muy difícil del leer.

En el pasillo el tiempo parecía haberse detenido. Lori y Matt se miraban a los ojos sin hablar. Sus peleas sólo pertenecían al pasado, al recordar esto los dos sonrieron. Matt alargó su mano y apartó de la cara de Lori la melena y la besó. Cuando se separaron...

- Tú y yo... - susurró Matt.

- Ahora no es el momento de hablar...

Y el silencio volvió a inundar el pasillo. Pero sin previo aviso, se oyeron grandes voces.

- La cena parece que ha acabado...

- Si, será mejor que nos vallamos a dormir. Buenas noches Matt.

- Buenas noches.

Ashley y Eras salieron del comedor cubiertas de pies a cabeza de comida.

- Pues yo tengo hambre, casi no he comido nada - se quejó Eras.

- Es que la comida se come, no se tira - le aclaró Ashley.

Las dos chicas comenzaron a reír, cuando llegaron a sus habitaciones se ducharon y cayeron rendidas en la cama.

Todavía era de noche cuando Sidney se despertó sobresaltada, estaba empapada de sudor.

"No pasa nada, sólo era un sueño, intenta tranquilizarte"

Sólo eran las doce de la noche, decidió que Lori se encontraría despierta. La encontró junto a su tío en las mazmorras. Llamó suavemente a la puerta, el profesor de pociones la miró. La chica se estremeció, odiaba esa mirada.

- ¿Si, señorita Disney?

- Perdone... profesor... necesito hablar con Lori.

La aludida se sorprendió miró a su amiga, y al ver la preocupación en su cara decidió seguirla.

- Ya le aclararé su duda después de su clase de mañana, señorita Galdir.

Las dos chicas salieron de las mazmorras y se dirigieron hacia los jardines del colegio.

- ¿Qué te pasa? - dijo, bostezando - no son horas para hablar.

- Ya lo se, pero si no fuera urgente no te pediría consejo. Es por el regalo de Jack.

Lori no dijo nada, esperando que la chica hablará, Sidney suspiró.

- Será mejor que te lo cuente todo desde el principio...

La chica le relató todo lo sucedido el 31 de diciembre. Por último sacó una nota de color rojo sangre, y se la tendió a Lori.

- Toma, será mejor que lo leas, lo comprenderás todo.

- "Siempre me has preguntado que como era yo antes de ser lo que soy. Nunca he querido contestarte, por miedo. Pero creo que ha llegado el momento. Me ha costado mucho conseguir este regalo. Funciona casi igual que un pensadero, pero a diferencia de él, aquí puedes vivir la historia. Podrás saber como era, y por que pasó esto. Sólo tienes que susurrar mi nombre y el tuyo. Nos veremos en el sueño." - leyó en voz alta - buff, no sé que pensar. ¿Tienes idea de porque huyó de tu casa?

- No, no de verdad - replicó rápidamente al ver la cara de su amiga. Además...

- ¿Si? - la apremió Lori.

- Cuando entró en el salón se asustó.

- Pues, sólo es una idea pero... no creo que se largara por vergüenza. Igual fue por algo que tu dijiste. yo que tu probaría eso - dijo señalando la nota de Jack.

- ¿Estás segura? - preguntó intranquila Sidney.

- Si. No te preocupes, te esperaré aquí.

- Gracias Lori.

La joven sonrió y escuchó como su amiga susurraba su nombre y el de Jack. Al instante vio como se desmayaba.

- ¡Sid! - exclamó preocupada.

- ¿Lo.. Lori?

- Si todo ha pasado ¿que ha ocurrido?

- Yo... yo - tartamudeo la muchacha.

- Shhh, tranquila cuentamelo todo.

Sidney dejó de agarrar a su amiga y le miró a los ojos, en su cara sólo había preocupación.

- Veras...

- ¿Si?

- Lori, se porqué murió Evelyn.

Y diciendo esto la chica salió corriendo con los ojos llenos de lágrimas.