Capítulo cuarto

- ¿Eh? – Sakura se despertó. Se encontraba en la habitación – Vaya, parece que me quedé dormida... – se levantó y se dirigió hacia la puerta. Cuando la estaba por abrir, Shaoran entró -

- Ya veo que despertaste… - le dijo, indiferente, como siempre -

- ¿Qué… Qué hago aquí…? – en ese momento lo recordó todo – ¡Tú! – lo miró amenazante -

- Será mejor que te levantes… deberás preparar el desayuno… -

- ¿¡Qué!? ¿Estás loco? Ni creas que te haré la comida… ¡no soy tu maldita sirvienta! -

- Entonces morirás de hambre… - cerró la puerta -

- ¡Idiota! – le gritó y se volvió a acostar en la cama - ¿Quién se cree que es? Solo porque estoy en este estúpido lugar… - suspiró – Será mejor que vuelva a dormir – así lo hizo, pero en un momento despertó sobresaltada. Había alguien con ella. Automáticamente llevó su mano a su cintura, pero... su katana no estaba… -

- ¿Quién está allí? – preguntó, seria -

- Vaya niña… - susurró una voz conocida para ella, quien se tensó aún más -

- Con que acosando mujeres inocentes, ¿verdad? – le preguntó girándose y mirando fijamente a sus ojos, los cuales, al igual que los de ella, no mostraban ninguna emoción -

Ella iba a hablar, pero antes de que lo hiciera, él le lanzó algo, que ella tomó en un reflejo.

- ¿Qué…? – dijo mirando el paquete… - Comida… ¿Pero por qué…? -

- Desgraciadamente no puedo dejar que mueras de hambre… Hay planes para ti y debes estar fuerte para lo que sucederá la semana que viene… -

- Ni creas que me uniré a ustedes a matar a gente inocente -

- Para eso es para lo que te necesitamos… Keitaro y sus amigos no son como tú… les importa bien poco a quienes matan… mientras cumplan con su objetivo… tú deberás proteger a las personas que no están involucradas en esto… -

- Pero yo… - dijo todavía desconfiada -

- Es un buen trato… luego de ello, podrás irte… qué dices… sería un buen pago por tu libertad… -

- Pero tú… -

- Como ya dijimos este sería nuestro último trabajo… luego nunca más en tu vida escucharás hablar sobre nosotros… -

Sakura suspiró y levantó su mano para estrechar la del hombre.

- Trato hecho… - dijo y sonrió -

- Yo seré el encargado de entrenarte… así que hazme el favor de levantarte mañana bien temprano… hoy te daré el día libre para que reflexiones… -

- ¿QUÉEEE? – Gritó – ¡¡¡Yo estoy perfectamente entrenada!!! No por nada te derroté, Te informo que soy uno de los asesinos más poderosos de todo Japón (NdeH: ¬¬ Le dicen modesta a la chica) Y la demostración es que te derroté y por si fuera más… – él puso su dedo índice en sus labios para impedir que siguiera hablando -

- Dos cosas… Uno: Sólo pudiste derrotarme en la pelea de espadas por que se rompió mi katana… que no era una de las mejores precisamente, si usara mi mejor espada de seguro te vencería – tomó aire – Y dos… En una pelea cuerpo a cuerpo… estarías completamente muerta… - seguidamente salió de la habitación, no sin antes – Descansa… soy un sensei muy estricto, y te aseguro que necesitarás de todas tus energías para seguir el ritmo… - y se fue -

- ¡¡¡¡Rayos!!!! – gritó golpeando con fuerza la pared -

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En ese momento, en una casona en las afueras de la ciudad…

- Así que la niña fue raptada, ¿verdad? – dijo un hombre de mediana edad, con rostro severo -

- Así es señor, y fue él, estoy completamente seguro… lo reconocería en cualquier lado… - le respondió un joven -

- Ya veo… Parece que esto se está yendo algo fuera de control… será mejor que envíes a Eriol… además ellos dos se conocían… y Eriol sabe perfectamente sus puntos débiles… llámalo… - suspiró – Es nuestra última esperanza… -

- Se hará como usted diga señor -

-- Continuará --

Notas de autora:

Hola!! ¿Cómo están? Espero que este capítulo les haya gustado. Ya saben, cualquier duda me mandan un review o un mail.

Arigato a: Yashi (Gracias x siempre leerme), Serenity-Princess (A vos también!) y a Ely-chan (Ey, con gusto leo tu historia)

Suerte a todos y mucho bechitos nxn

HANA