En busca de la verdad
Los lunes siempre eran malos días, y aquel en particular mas. Después de un frío invierno, el sol se dejaba por primera vez en semanas ver. La nieve comenzaba a desaparecer, todos estaban contentos. La primavera pronto comenzaría, con ella llegaría, poco a poco, las últimas clases para los de séptimo. Los E.X.T.A.S.I.S. se acercaban peligrosamente, ya comenzaban a estrechar su cerco en torno a los estudiantes. Estos temerosos de lo que les esperaba, comenzaban a ocupar la biblioteca y los jardines. En ellos se pasaban los momentos libres que tenían. Sólo la final de quidditch parecía sacarles de su sopor. Las clases se hacían interminables, los profesores les cargaban con pilas de deberes. Y aquellos que durante el curso eran de por si severos, multiplicaban sus esfuerzos para abrumar con la amenaza de los suspensos a los alumnos. Durante esos días todos permanecían tensos y las discusiones se multiplicaban. Aunque había excepciones... Ashley caminaba por los pasillos abarrotados en dirección a la clase de cuidado de criaturas mágicas. Aquel día nada podría acabar con su buen humor. La profesora Rella Turner de Defensa contra las artes oscuras, le había felicitado por su trabajo sobre "Los oscuros, oscurísimos hechizos inventados por MÍ (osease Ashley Catherine Wastecott) para conseguir deshibridillizar al hibridillo de mi novio (osease Unziel Lowrey)". Y por fin había decidido contar a sus amigas su "secreto". No podía evitar sonreír mientras se imaginaba las caras que pondrían las chicas. Aunque hacía días que se lo había comentado a Sidney, la había visto tan triste que pensó que la animaría. Y la chica le prometió que no contaría nada. Esperaba que fuera cierto... Se dirigió hacia la puerta del colegio, allí se encontró con Eras y Lori.
- Hola - saludó emocionada.
- ¿Qué pasa, te ha tocado la Magi - loto?
- ¿Ehhh?
- Nada que llueve.
- Bueno da igual. Esta noche quiero que nos reunamos todos en nuestra cabaña. Hay algo que tengo que deciros...
- ¿Dónde está Sid?
- Tenía que hablar con McGonagall sobre el próximo partido contra Ravenclaw. Ha dicho que nos veríamos en la cena.
Cuando llegaron a la cabaña de Hagrid, ya se encontraba allí Harry, Ron y Hermione. Sus voces se oían procedentes de la cabaña, al poco salieron...
- Vamos Hagrid, no te preocupes - decía Harry - nadie va a notar la diferencia.
- Claro que no tío, o sea tío, no has cambiado nada. Te lo juro por Snoppy.
Sin darse cuenta al salir Ron cerró la puerta. Los alumnos comenzaban a llegar poco a poco. Todos estaban reunidos en pequeños grupos, que charlaban animadamente. Al poco llego Echunga, que se dirigió a donde estaba Harry y comenzó a hablar con él. En esas estaban cuando algo plateado atravesó la puerta de la cabaña. Algunas chicas comenzaron a chillar. Hermione comenzó a gritar por encima del barullo pero...
- Hay una ra... tía, hay una ra... tía...
Todo el mundo al grito de la pija se puso a cuatro patas a buscar la rata como locos. Muchas chicas se intentaban subir a los árboles, mientras gritaban. Has que después de mas de media hora Hagrid logró poner orden. Cuando se disponía a bajar las escalones que conducían a su casa, se tropezó y se cayó.
- ¿Se puede saber cómo se puede tropezar un fantasma? - preguntó Lori con sarcasmo.
El semi - gigante se levantó con torpeza y para evitar la situación dijo:
- A ver Hermi, bonita. ¿Donde está la rata?...
- No si no hay ninguna, o sea. Yo intentaba decir, tío. Que había una buena razón, tío. Para que fueras un fantasma, tío.
- Agarradme que la mato - chilló Draco- ¡Cómo se puede ser tan pija!
Y por la noche, desde las cuatro salas comunes, los ocho jóvenes salieron hacia el bosque prohibido. Todos caminaban con extremado cuidado, ya que desde el ataque al guardabosques la vigilancia se había intensificado. Cuando por fin llegaron a la cabaña secreta...
- Bueno ya estamos todos ¿no? - preguntó Ashley.
- Creo que Matt se despistó en el tercer árbol de la izquierda y en lugar de contar cinco árboles desde la marca en la piedra, contó cuatro piedras desde el quinto árbol y...
Todos se quedaron mirando con cara de extrañeza a Lori, ella para despistar la conversación añadió:
- Uuu, pues no tengo ni idea de donde se habrá metido.
- Da la mismo empezaremos sin él por que si no me parece que para cuando llegue el verano todavía estaremos aquí- replicó Unziel.
- Ooo el verano, que bonito es, con sus mariposas, sus helados... - comenzó a decir Eras.
Pero como era habitual nadie le prestó atención.
- Venga dejaros de tonterías - dijo Sidney - decidnos para que nos habéis reunido aquí y así nos podremos marchar a dormir - mientras decía esto, lanzó un gran bostezo.
- No, antes de que ellos nos digan para que nos han llamado tengo que aclarar yo algo - susurró Jack.
Sidney lo miró de reojo pero se apartó todavía mas de él, empujando en su movimiento a Unziel.
- Será mejor que dejemos claro una cosa, ¡yo no maté a Evelyn! - exclamó el vampiro.
Lori notó como su amiga se tensaba por estas palabras y chilló.
- Si hombre, y que mas todos lo vimos...
- ¿Qué? ¿que viste qué? - preguntó con extrañeza Sidney.
- Pues nada eso... que como tu nos lo relataste con todo lujo de detalles lo que pasó, pues es como si lo hubiéramos vivido - dijo Eras para salvar la situación.
- Pero si yo no os conté nada...
- ¡Basta ya, que estaba hablando yo, callaros ya todos de una maldita vez.
Tan pronto como habían comenzado la discusión acabó y el chico pudo continuar con su explicación.
- Sid, las imágenes que tu viste formaban parte de un recuerdo... pero la verdad ese no era el que yo había seleccionado para tu regalo... bueno a lo que iba. Tu no viste el final...
- Vi mas que suficiente vi como salias hacia el jardín. Y esa noche la mataron en ese mismo lugar.
- Si lo se... pero no fui yo te lo prometo... yo... en esos momentos todavía era humano. Esa fue la noche de mi conversión.
- Claro... y tu primera victima fue Evelyn ¿no? - dijo Eras utilizando sus dotes detectivescas.
- Que no... cuando un vampiro muerde a un humano y lo convierte se necesitan dos días para que este sea un vampiro. Yo desperté a la inmortalidad dos días después de la muerte de Evelyn. ¿Lo entendéis?
- Pero cuando encontraron a Evelyn no había ningún cuerpo mas allí - replicó Sidney todavía no muy convencida.
Vaya parece que has echo los deberes ¿eh? - dijo Jack sonriendo a la chica, pero esta no se la devolvió - ejem, mi "creador" me llevó con el. Así que cuando abrí los ojos estaba en su casa y ella ya había sido enterrada y a mi se me buscaba por su asesinato. Por lo que, no me quedó otra solución mas que irme del país hasta que se olvidaran de este asunto.
¿Y quien fue tu "creador"? - preguntó impaciente Ashley.
- Fue... Thomas Kent.
- ¿Thomas Kent el famoso vampiro? - preguntó temerosa Lori.
- Si... aunque tu - dijo mirando a Sidney - lo conoces como Maximilien Laforet.
La chica no dijo nada y la cabaña volvió a quedar sumida en el silencio.
- Bueno... menuda noticia ¿no, cuanta alegría y amor se respira en el ambiente, ¿No creéis? - dijo alegremente Ashley- bueno ya es hora de que nosotros os contemos nuestro secreto...
- ¿Nosotros? - preguntó Eras.
- Si... bueno aquí va... ufff que emocionada estoy...
Justo en ese momento Matt entró corriendo en la cabaña, se paro en el centro, y exclamó:
- Que fuerte, que super-mega-fuerte tíos.
- ¿Se puede saber por que hablas así? - dijo Lori, dandole una patada en la espinilla.
- Es que he escuchado a las pijas y se me ha pegado un poco... jejeje. Bueno ahí va la mega-noticia. ¿No os habéis enterado? - todos los demás negaron con la cabeza- ¡Ashley y Unziel están juntos!
Todos exclamaron al oír la noticia y corrieron a felicitar a la parejita feliz. Estos aceptaron las felicitaciones pero Ashley miraba con odio asesino a Matt. El chico al darse cuenta de la mirada chilló, por encima del griterío:
- Upps, vaya todavía no lo habías contado ¿no?
- Pues no... ¡PERO YA VERÁS CUANDO TE COJA!- chilló Ashley y se lanzó tras Matt que ya corría en dirección hacia el castillo.
