Distortion

By Cathain

Capitulo I

ºººººººººººººººººººººººººººººººº

Era como una astilla en su mente. Que no perdonaba espacio ni tiempo, siempre estaba allí y algunas veces era tan real, talvez era aquella necesidad de su mente de recrearle una y otra vez que le parecía tan verdadero.

Le carcomía el solo pensar en las sensaciones que le producía en ves de sentir lo que realmente debía, antes le odiaba...

...le temía... Oh si, como le temía...

Sentía una sed de venganza insaciable que no se apagaba con nada, pero ahora todo era diferente, no se suponía que fuere así, no debía ser así pero era imposible remediarlo o no?.

Llevaba mucho tiempo con estos extraños trances, les llamaba así por una simple razón; casi siempre sucedia cuando estaba solo, estaba existiendo, viviendo el dia a dia como siempre solo que de pronto Voldemort estaba cerca a el. Al principio todo era silencio, el no se atrevia a decir siquiera algo solo le veia con odio, con ira que crecia cada segundo en su interior y con el inseparable dolor en la cicatriz.

El Dark Lord solo se limitaba a observarle impasible, sin acercarse mucho y sin pronunciar palabra, solo su sonrisa cruel y vacía. Su mirada algo extraviada.

Poco a poco el ambiente se volvió menos tenso. La cicatriz menos punzante pero no sin dejar de doler en algún momento. Voldemort pidió una tregua y el acepto porque en cierta forma empezaba a disfrutar de aquella tortuosa compañía...

La verdad... Empezaba a sentir cosas extrañas.

Negó frenéticamente con la cabeza, como si de alguna forma sus pensamientos fueran a salir huyendo.

La habitación estaba completamente vacía, decidió subir a dejar su mochila y quedo en encontrarse con sus amigos en la sala común pero de nuevo no había resistido la tentación de pensar en el demonio.

Seria mejor salir de allí, huir de la soledad, huir mientras encontraba la forma de hacer que toda esa porquería se fuera de su mente.

Dirigiendose de forma cansada a su cama se deja caer en ella, estaba harto de todo. Cerro sus ojos tratando de conciliar el sueño, cuando un extraño sonido resalta en el silencio que embargaba a la habitación haciéndole quedar sentado en el acto.

Tenia miedo de lo que puediera encontrar. Voltea y se encuentra al ser que le perseguía hasta en sus sueños, baja la mirada y cierra los ojos fuertemente tratando de ahuyentar al fantasma.

- Buenas noches Harry. - dijo una suave voz.

- Supongo que no puedo escapar. - respondió mientras se levantaba en dirección a la puerta que como era habitual no podía abrir. Recostó su espalda contra la misma y suspiro cansadamente.

Voldemort sonríe con fingida inocencia mientras avanzaba lenta y peligrosamente hacia Harry colocando cada brazo alrededor de su cuerpo aprisionándole contra la puerta.

- No, no puedes escapar pequeño - susurro suavemente en su oído provocando un escalofrió en el chico.

Voldemort inclino su rostro hacia el de Harry quedando tan cerca que respiraban el mismo aire. Esta vez seria distinto.

Sus ojos, brillantes y profundas esmeraldas con leves betas de dolor, confusión, odio y algo mas... Tan atrayentes para el Dark Lord, cosa que antes le parecía perder el tiempo, pero poco a poco se fue volviendo una especie de hobbie. Era muy divertido jugar pero el hacerlo con Harry Potter lo hacia mas divertido, mas interesante, mas placentero, su juguete porque era suyo y de nadie mas.

El aroma que desprendía Harry embalsamo sus sentidos. Fresco como la brisa entre los pinos, dulce como tallos* de vainilla...

Su piel debía saber tan bien, decidido paso su lengua por su mejilla obteniendo un sabor entre salado y dulce, su piel era tibia, deliciosa. Con su mano derecha aparto algunos mechones de cabellos que cubrían aquella cicatriz en forma de rayo, con suavidad la acaricia con el dedo índice. Con curiosidad. Aquella cicatriz que los había marcado a ambos, siendo la del pequeño ante el una marca visible.

Harry levanto la cabeza y abrió los ojos fijando su mirada en los rojos ojos cuyas pupilas eran alargadas como las de un gato. Podia ver el infierno en sus ojos, tan atrayente. Posiblemente a menudo deseaba el infierno para descansar del cielo si es que a su vida se le podia llamar así.

El dolor latiendo en su cuerpo debido a la cercanía de Voldemort.

Sus brazos encerrandole para que no escape, pero como ya habia pensado antes, no estaba tan seguro de querer hacerlo y por eso se odiaba.

Su respiracion tibia volviendole loco, invadiendole un extraño olor; como a libros viejos... Pociones... Veneno... Y sangre. Su cuerpo vibro al sentir su lengua quemando sobre su piel distrayéndole del asqueante olor. Por todos los dioses como podía sentir eso por el?! Sus manos eran heladas como la muerte, su cabeza dolía, su sangre hervía, y el dedo de Voldemort acariciando suavemente su cicatriz... era extraño... Reconfortante...

Voldemort con su mano derecha toco la mejilla de Harry, delicada y suave -una leve sonrisa cargada de ironía cruzo por su rostro- acaso todo en el era así de suave? Habría que probarlo.

Decidido posa sus labios sobre los de Harry mientras este queda como en shock, sus ojos abiertos como platos. Empujándole desesperadamente, tratando de romper el contacto, pero no había forma estaba acorralado, no podía aceptar eso.

Harry podia sentir como la lengua de su nemesis quemaba contra sus labios. Sentía como su ser temblaba ante el toque, era algo espantoso, su estomago se revolvía, su corazón golpeteaba cada vez mas fuerte.

De su cicatriz empezó a emanar sangre...

Cálida...

Renovante...

Sus manos en su cuello, jalandole mas hacia si, mordisqueando sus labios incitandole a abrirlos. Enterrando sus uñas en la piel descubierta del fragil cuello, lastimandole y excitandole aun mas.

Su piel ardiendo ante el toque de Voldemort. Y su boca destrozando.

Harry pronto percibio el metalico sabor de la sangre producido por un mordisco mas salvaje que los demas, de sus labios escapo un gemido de dolor y siente que es invadido por una ardiente lengua.



El deseo y el cruel sabor de la sangre que derrama por el mordisco tan salvaje que le da. El rechazo de Harry le obliga a morderle asi, pero podia sentir que le gustaba cada vez mas; porque el pequeño buscaba aquel beso salvaje que ahora le daba con tanto cuidado para no lastimarle mas alla del limite de lo placentero. Y sus gemidos lo unico que provocaban eran mas sus deseos, deseaba todo lo que Harry pudiera ofrecerle y aun mas, no era suficiente ya con solo tener sus labios, en ese momento deseaba su alma, su cuerpo y hasta su corazon. Queria todo del de ojos esmeraldas.

Jamas penso en que pudiera querer tanto de una persona, simplemente vivia reemplanzando lo que no necesitaba o en su defecto, le estorbaba. Le gustaba algo de alguien y lo obtenia asi como ahora lo obtenia del niño-que-vivio.

Era un beso oscuro que robaba su alma, la lengua invasora saboreando su boca, haciendole sentir vivo mientras todo muere en su interior...

Quema... Duele... Pica... Adormece...

Intoxica...

Harry no soportaba mas aquella situacion, sus nudillos blancos estrujando su capa. Era tan placentera la sensación de posesión que Voldemort tomaba tan fácilmente sobre el, de como puede doblegarle con ese gesto. Podia sentir los gritos de sus padres nublando su mente, enloqueciéndole. El rostro de Cedric mortificándole.

No lo tolera. No puede perdonarse el sentir placer al ser tocado por este ser. Se traiciona a si mismo con cada beso y cada roce, con cada suspiro. El dolor devorando por dentro y destruyendole completamente. Gotas de sal bajan por su rostro, no puede contenerlas. Miles de agujas punzando su cuerpo.

Sintiendo como arde, como quema, como destroza, como sufre, como vive, su sed, su pasión, su poder, sintiendo la esencia de Voldemort en lo más profundo de su alma. Le agradaba sentirlo de esa manera, así tenga que pagar con semejante dolor en su cuerpo y lo peor de todo es que no podia hacer nada para evitarlo.

Voldemort le acaricia de forma casi tierna, saca un pañuelo del interior de su túnica y con cuidado limpia la sangre del rostro del chico y también la que cayo en su cara. El pobre seguía llorando aturdido.

- No hay nada porque llorar Harry, solo déjate llevar - su voz suena ronca como sino la hubiera usado en mucho tiempo.

- ... Duele... Tom... Por favor... - se queja débilmente.

Pero sus palabras son silenciadas con suaves besos y susurros impregnados de calor que a su mente le parece inconcebible que provengan de labios de un hombre desalmado como él.

Vio una expresión sádica en su rostro, como un deseo de sangre que nunca antes había visto. Ya no era la figura de la maldad en persona, sino una cruda criatura de músculos y piel, pulsante de vida y poder. Y un inexplicable tacto y cuidado. Nunca había pensado de esa manera en el ser que lo habia tratado de matar en mas de una ocasion.

Sintio el toque helado de su mano voltear su cara, y su lengua recorriendo con hambre su cuello. Su boca succionando donde le lastimo minutos atrás.

¿Cómo podia ser tan frío por fuera y tan caliente por dentro?

Voldemort sintio como algo se habia movido dentro de si. Harry seguía llorando, por lo menos su cicatriz habia dejado de sangrar pero su cuerpo estaba frío... Frió como la muerte, de su boca escapaban suaves gemidos cargados de placer. Podía sentir su aura débil, tenia que parar sino terminaría lastimándole mas de lo planeado, aun no era la hora...

Harry se desplomo en brazos de Voldemort con su respiración agitada, su cara marcada como grietas por las inútiles lagrimas, una expresión mortificante en su rostro.

Voldemort lo abrazo un poco, luego le cargo y lo deposito con cuidado sobre la cama, tapándole con la colcha para que durmiera en paz y se recuperara, sabia que lo haría pronto.

No podía darse el lujo de dejarlo morir aun, tendría que controlar mejor sus instintos. O talvez buscar algún hechizo que le permita acercarse a el sin dañarle tanto pero eso no era divertido, le gustaba verle llorar, suplicar, destrozarlo poco a poco, y por que no, "jugar" con el. Lamió sus labios al imaginar ese tipo de juegos.

~*~ ~*~ ~*~

Maldita sea esos sueños que le estaban volviendo loco, ya no solo era por las noches sino también en el día. Harry se hallaba acostado en posición fetal, abrazándose lo mas fuerte posible, tanto que se lastimaba, su cabeza oculta entre sus brazos.

Eso seria algo difícil de olvidar, lo mas probable es que se quedara con el por meses, años, incluso podia sentir el inevitable presagio de que dejaria una marca. Como una cicatriz mucho peor que la de su frente, le tomaria mucho tiempo sanar, si es que sana, y mientras estaba ahí seria monstruosa... Horrible...

El chico tembló, memorias de lo que prefería olvidar vivas en su mente, la conexión con Voldemort fue profunda y dolorosa, ya estaba casi seguro que no era un trance, como explicar los rasguños y el ardor que sentía en el cuello. como explicar que su cicatriz tenia rastros de sangre.

~*~ ~*~ ~*~

En otro lugar, un estudio decorado con negro y verde, un verde profundo, hermoso, semi brillante, gran escritorio repleto de papeles pero organizados, grandes muebles llenos de libros como una especie de biblioteca privada, una chimenea, y frente al escritorio un cómodo sillón en el se hallaba una persona sentada de espaldas a la puerta.

Era alto de cabellos negros, tez pálida y ojos rojos como la sangre, tenia sobre sus piernas un libro de aspecto acabado como si de un momento a otro fuera a caer en pedazos, una sonrisa macabra se dibujo en su rostro.

Que mejor tortura para el "niño que vivió" que crearle la angustia de no diferenciar la realidad de la fantasía, de crearle aquel dolor de sentirse traicionado a si mismo por profesar un deseo inexplicable a aquel ser que destruyo su pacifica vida, elimino a su familia y del que jamás podria librarse en toda la eternidad.

Harry Potter era su nuevo juguete, uno con el cual se estaba encariñando mas de lo normal por eso su vida se prolongaría mas de lo planeado. Por eso aun no se molestaba en matarle, su nuevo deseo era poseer por completo al chico, en alma, cuerpo y mente, ya no era torturarle por el estado en que le dejo hace años, eso ya no importaba en este momento, era delicioso mantenerlo así de confundido.

Los libros encontrados en aquella vieja casa perteneciente a una gran hechizera oscura quemada hace mucho tiempo por estúpidos pueblerinos. Aquellos libros contenían hechizos de dimensiones alternas, fluctuación del tiempo, hechizos para crear espacios en otros tiempos sin alterar el actual pareciendo microsegundos, tiempos fantasmas, era un gran tesoro poseer ese libro.

Una sonrisa oscura se formo en su rostro.

Practicar este tipo de magia consumía sus energías por montón pero bien valían la pena, jamás pensó que Harry fuera una persona tan atrayente, una nueva sonrisa cruzaba por su rostro pero esta vez era una llena de lujuria.

---------------------------------------------------------------------

Notas:

emmmmm........ en mi defensa puedo decir que estoy algo obsesiva con esta pareja.

Por cierto puse algunas líneas para evitar q se peguen demasiado los párrafos, es algo que me ha pasado en ff.net con algunos capítulos es algo molesto en realidad se ve confuso todo junto ¬¬ solo espero que con esto no suceda en ninguna parte del fic.

*lo de tallos de vainilla, en realidad es vainas de vainilla pero es que esa palabrita no se, no me gusta mucho como suena y si al fin y al cabo son tallos delgados porque no decirles así, igual huelen delicioso.

Bueno ya saben, críticas, comentarios, dudas, aclaraciones, ántrax y demás mándenlas a red_queen216@yahoo.com

Nada de esto es mio, solo la trama, el resto le pertenece a JK Rowling.