Syaoran Li/Saga Darklight

Kaleido Star

Un fantástico amor - Destino

Nota del autor:

Hola a todos:

Al parecer no me ha ido muy bien con mi primer 'yuri'; más anhelaba tanto escribirlo, que fui compensando la historia con detalles que son familiares a todo fanático de Kaleido. Prometo que os compensaré con una historia y un final para el recuerdo.

Después de este proyecto me dedicaré de lleno a mis historias de Kaleido Star, las que me han sugerido y las que tenía en mente desde hace tiempo y que por falta de ideas no han podido salir a la luz. Por ahora los dejo con el 2do capítulo… más no será el último.

- Trama -

Develado el amor que existía entre Layla y Sora, es la hora de poner a prueba sus habilidades y así doblegar a su destino. La técnica fantástica dejará de ser un mito, pues el cariño de dos ángeles podrá hacerla realidad.

Esta será una versión algo distinta de los capítulos 25 y 26 de la serie, pero espero les agrade.

Faltaban dos días para la exhibición de la técnica fantástica en el escenario Kaleido; provocando la tención y emoción en los espectadores que ansiaban ver la interpretación de Layla Hamilton y Sora Naegino.

Un ambiente muy diferente se respiraba en el Gran Cañón, donde el entrenamiento supervisado por Kalos llegaba a su fin, y donde también un hermoso sentimiento fue descubierto por las dos estrellas del escenario Kaleido, convirtiéndose en el motivo más poderoso para tener éxito en su propósito. Nadie lo sabía aún, ambas chicas no estaban preparadas para compartir con los demás sus sentimientos, pero se prometieron así mismas que una vez finalizada la técnica fantástica (porque en sus corazones no había duda alguna en que lo conseguirían) no ocultarían a sus amigos la verdad. Esa noche Sora permaneció en la habitación de Layla con la intención de hacer todo lo posible para aliviar el dolor que la lesión estaba provocando en el cuerpo de su doncella. Por ella, por Sora; Layla no dejaría que nada arruinara aquello por lo que han estado luchando arduamente.

-Dime cuando te duela.

-Descuida, lo haré.

Era increíble descubrir las habilidades que se tienen escondidas cuando los momentos son de apremio; eso era lo que Layla pensaba mientras Sora masajeaba con cuidado su hombro, procurando que esto no la incomodara. Era realmente buena, haciendo que sus músculos se relajaran y aliviando de a poco el dolor que la ha mortificado en los últimos días.

-Lo lamento mucho Sora – murmuró Layla, quien miraba por la ventana de su habitación -. Perdona por haber callado, por haberte ocultado la verdad.

-Ahora que sé cuales fueron los motivos no tengo por qué enfadarme – respondió Sora con calma -. Debo ser yo quien se disculpe por pensar que no confiaba en mí. No lograba entender porque me sentía extraña siempre que estaba cerca; al principio creí que era porque la admiraba mucho, pero veo que el tiempo fue generando otro sentimiento en mi interior.

-¿No te arrepientes de él? – preguntó Layla intuyendo la actitud de Sora, no obstante, al verla ahí junto a ella no dejaba margen a la respuesta que recibiría.

-Por supuesto que no – respondió alegremente, como es usual en ella -. Si algo he aprendido estando a su lado durante todo este tiempo es que debo ser firme en mis decisiones, eso también incluye a quien pueda corresponder mis sentimientos, mi afecto… y esa persona es usted señorita Layla.

Layla le observó con una mirada aprensiva.

-Te dije que me llames Layla, puedes dejar a un lado ese trato; ahora existe un sentimiento más fuerte que nos une – sin más que decir ambas se entregaron en un apasionado beso.

Así que eso era. La opresión en su pecho, la incertidumbre que no la dejaba descansar día tras día, noche tras noche; entregaría todo su corazón a la chica que, desde su primer encuentro, fue una gran rival a vencer, y que pronto se convertiría en la dueña de su corazón. Finalmente Layla comprendió lo que era amar verdaderamente con el corazón a esa persona que lo significa todo. Eran sus sentimientos los que definiría su futuro al lado de Sora, la técnica fantástica les guardaba una sorpresa.

-"Layla y Sora han sobrepasado mis expectativas, alcanzando su máximo esplendor gracias al profundo sentimiento que las une; sin embargo, esto no es suficiente para que el escenario las acepte, primero tendrán que superar una última prueba… después de eso, ninguna otra barrera les impedirá conquistar lo que más desean…" – Fool terminó de observar el futuro en su bola de cristal, conciente de que sus dos estrellas eran felices; por lo que permaneció en la habitación de Sora, resignado a que no las vería hasta el día siguiente. –."Ha pasado mucho tiempo… y aún el amor sigue siendo la base del éxito para todo acróbata; quizás… las cosas serían distintas para mí… Princesa…"

Ajenas a los pensamientos de su amigo y fiel guía del escenario; Sora estaba dispuesta a entregarse por completo a Layla si era necesario, con tal de que esta recuperara su espíritu, su confianza en sí misma. El haber ocultado su lesión no era signo de debilidad, al contrario, estaba determinada a conseguir su meta, esa promesa que hicieron frente a Yuri; su objetivo, recuperar aquel lugar en donde sus recuerdos valiosos reposan… su escenario Kaleido. Esa noche silenciosa era el marco perfecto para ello, mudo testigo de su amor, sencillo y frágil pero a la vez complejo y fuerte. Inocentes caricias, besos apasionados, abrazos llenos de ternura; dos corazones actuando al unísono, entrelazados por el sentimiento más grande, el que brota como una semilla, alimentada por esa calidez que existe cuando sé es sincero, cuando lo importante, lo más preciado en la vida es la felicidad de la otra persona. Cuando sus cuerpos cayeron rendidos ante el cansancio, esa hermosa sensación permanecía latente en el corazón de Layla, tenía entre sus brazos a su pequeña Sora, quien lentamente fue demostrándole que la perseverancia a no rendirse ante los desafíos hizo posible aquel instante, dio vida a recuerdos que no podrá borrar de su memoria, pero sobre todas las cosas trajo consigo el descubrimiento del sentimiento que las llevaría a descubrir un mundo lleno de retos que las pondría a prueba. Mientras su amor las mantuviera unidas, nada podrá detenerlas.

-Dulces sueños Sora.

El amanecer dentro del Gran Cañón es uno de los espectáculos más bellos del mundo, simplemente por la majestuosidad del lugar, los rayos del sol comienzan a sacar de penumbras al riachuelo que lo cruza por toda su extensión, así como tiñe de rojo carmesí los peñascos y acantilados que van dando forma a un lugar místico. Adentrándose un poco puede hallarse una pequeña cabaña, propiedad de Kalos Eido, que ha servido de temporal hogar para que Layla y Sora consiguieran perfeccionar el entrenamiento necesario para la técnica fantástica. Todos duermen plácidamente antes de emprender el viaje de regreso a Cape Mary, en donde les aguarda su desafío, mismo que aún no ha sido develado por Fool, sin embargo, como fue pactado, regresarían dos días antes de la presentación para prepararlo todo. Quizás aún no tenían la autorización de Fool para completar la técnica, más eso no sería problema para Sora y Layla, entregarían el máximo de ambas sabiendo que comparten algo más en común. Era tiempo de levantarse, al menos eso fue evidente para una persona en la cabaña.

-El tiempo por fin llegó, de una forma u otra, aquel sueño de Aron se hará realidad.

Kalos podía ser un hombre enigmático, pero estaba en lo correcto. Mientras tanto, en la habitación de Layla, Sora comenzaba a despertar. Tardó unos segundos en recordar lo sucedido la noche anterior, algo que la hizo sonrojarse un poco. Ahí estaba, siendo abrazada por Layla, con lo que sentía una calidez incomparable, y al mismo tiempo la suavidad de su piel la hacía palidecer, era como dormir sobre plumas, una sensación placentera sin duda. Era como ser abrazada por la ternura de un ángel, era posible que ella fuera su ángel protector, como lo había imaginado una y otra vez. Por un segundo Sora se dejó hipnotizar por la belleza de su pareja, no obstante, también entendió que era momento de levantarse.

-Buenos días – le susurraba Sora a Layla en un intento por hacerle despertar -. Ya amaneció.

Segundos más tarde Layla abrió los ojos, esbozando una sonrisa gracias a la imagen que admiraban sus ojos… Sora -. Buenos días mi pequeña.

-Ya no soy tan pequeña – dijo Sora en forma de reclamo, pero en el fondo no le incomodaba que Layla le llamara de esa forma -. Aunque me gusta.

-En verdad tengo mucho que conocer de ti.

-Lo mismo digo – respondió Sora azorada, recordando lo bien que durmió acomodada en su regazo -. Por cierto… ¿Qué haremos con respecto a la técnica fantástica? Fool sigue sin enseñarnos lo que debemos hacer y hoy regresaremos a Kaleido.

-No te preocupes por eso – dijo Layla mientras acariciaba su rostro intentando animarla -. Aún nos queda tiempo suficiente para probar que merecemos ser reconocidas.

-Está bien, tendré plena confianza en que lo conseguiremos.

-Esa es la actitud que me gusta ver en ti.

Un tierno beso pone fin a esa conversación. Era tiempo de hacer las maletas, pues saldrían a las ocho en punto de la mañana.

-Tengo que ir por mis cosas – dijo Sora al tiempo que terminaba de vestirse -. Espero que Fool tengo algo que decir… ya sabes… él siempre se ha preocupado por nosotras.

-Después de todo ese es su deber como espíritu del escenario.

-Supongo – suspiró Sora. Era obvio que Layla no conocía la tendencia morbosa de su amigo Fool. Ahora que lo pensaba, debe ser muy triste estar solo, después de todo Fool es un hada y ella no conocía a otra. Por primera vez sintió lástima por él, ya que por su lado encontró su felicidad al lado de Layla.

-¿Sucede algo? – escuchó decir por parte de Layla al ver que permanecía de pie frente al espejo.

-No, nada en especial – se apresuró a responder Sora -. Estaba pensando en lo mucho que Fool ha sido de ayuda para mí… sin sus consejos no estaría aquí.

-Entonces dile lo que piensas – esta respuesta tomó por sorpresa a Sora -. No creo que sea justo callar lo que piensas, ¿o me equivoco?

-Tienes razón, lo haré.

Sora dejó la habitación de Layla preguntándose por qué había meditado sobre Fool, después de todo, siempre la estaba molestando e intentando espiar cuando tomaba un baño, aunque también siempre estaba ahí para aconsejarla, guiarla, enseñarle parte del camino para que ella descubriera el resto, justo como Ken lo hacía. En ese momento todo su cuerpo se estremeció… Ken.

-Ahora lo entiendo… él… Ken… ¡Por Dios! - Lo que no fue capaz de comprender en mucho tiempo, le quedó bastante claro en cuestión de segundos. Sin darse cuenta estaba parada frente a su habitación, con la mano en el picaporte, más algo le impedía abrir la puerta. Ahora que entendía la clase de sentimiento que es el amor, cayó en la cuenta de que ese mismo sentimiento existía en el corazón de Ken hacía ella. Ya nada podía hacerse… sus sentimientos estaban declinados por Layla, no había marcha atrás, ¿o si?

-"¿En qué estoy pensando? No puedo dudar de mis sentimientos por Layla, pero… me he dado cuenta de lo que significo para Ken. No sé que hacer…"

Por reflejo Sora abrió la puerta, cerrándola de un golpe. A duras penas se dio cuenta de que Anna y Mya no estaban en la habitación, seguramente estarían tomando el desayuno con Julie y Charlote. Mucho menos hubo señales de Fool; Sora había olvidado por completo aquello que quería decirle, puesto que su mente estaba divagando. Para nada deseaba poner en tela de duda los sentimientos que tenía por Layla… ella había sido sincera respecto a su corazón; debía corresponderle de igual forma. Era preciso solucionar esa situación que la estaba carcomiendo por dentro. El único problema era… ¿Ken lo comprendería?

-Tengo que hacerlo, o sino me será imposible vivir con esta carga en mi corazón.

-"Eso mismo fue que dije esa vez…"

-¡¡Fool! – exclamó Sora exaltada ante el repentino comentario del hasta entonces, desaparecido espíritu del escenario -. ¿A qué te refieres?

-"Si no puedes darte cuenta de lo que está sucediendo en tu corazón, mucho me temo que sufrirás más de lo debido. Tú y Layla están a un paso de ser reconocidas por el escenario para llevar a cabo la técnica fantástica, pero si dejas que esa duda que sientes en tu corazón se apodere de ti, me temo que el esfuerzo realizado hasta este momento habrá sido en vano"

-No puede ser… no quiero que eso suceda.

-"Entonces… decídete. Puedo sentirlo, la constelación de Virgo se aproxima. Es tiempo de que tomas las riendas de tu destino mi querida Sora"

En ese momento alguien llamó a la puerta.

-Sora. Despierta, dentro de poco tendremos que irnos, ¿estás lista? – No había duda, se trataba Ken.

-¿Qué haré? ¿Qué haré? – se decía a sí misma Sora.

Era ahora o nunca, sino lo hacía, pondría en peligro todo aquello por lo cual ha luchado.

-"La decisión que tomes ahora será fundamental para que puedas cumplir con tu destino mi pequeña estrella… y también, el destino de Layla."

Continuará…

¿A qué está interesante? Permanezcan pendientes a la historia, porque lo mejor está por venir.

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