Syaoran Li/Saga Darklight

Kaleido Star

Un fantástico amor - Relevación

Nota del autor:

Como siempre, mi imaginación no se detiene. Eso es lo que me encanta de escribir, mientras no pongas tus propios obstáculos, nada te detiene, sin ataduras. Si atienden bien al ver Kaleido Star, es fácil saber que una relación así entre Sora y Layla es posible, claro está, hay que tener un criterio amplio para aceptar la idea y llevarla en la cabeza; porque al fin de cuentas, el amor es hermoso, desde los ojos de quien ama con fervor.

Ahora los dejo con el 3er capítulo, por lo que podrán haber visto, hay otra historia naciendo dentro de este. Por supuesto que el cariño entre Sora y Layla continua siendo la trama principal de nuestra historia. Les dejo un breve resumen de lo que acontecerá en este capítulo.

- Trama -

Sora descubre que Layla no es la única persona en su corazón. Para evitar sufrir un daño más severo, debe disipar toda duda, por ella, por Layla. Mientras que un pasado también será clave para que las dos estrellas del escenario Kaleido puedan resplandecer al máximo.

¿A quién elegirá Sora? Descúbranlo.

Tras haber entregado su corazón por completo a Layla, una inquietud surge en el corazón de Sora al darse cuenta del sentimiento que existe en el corazón de Ken, lo que la hace dudar del suyo propio. Tenía miedo, miedo de equivocarse; en verdad amaba a Layla de igual forma como amaba al escenario, más no podía olvidar que muchas de las situaciones difíciles que superó en Kaleido fue gracias a Ken. No había mañana, era preciso terminar con ese titubeo.

-Sora, ¿estás ahí? – Ken insistía al no recibir respuesta por parte de Sora, cuya mente seguía perdida en mil pensamientos.

-"Sora, no puedes postergar lo inevitable, para convertirte en una estrella tu corazón debe estar seguro de sí mismo, inclusive en las circunstancias más duras No cometas mi error"

-¿Qué dices? – Sora imaginó que su amigo estaba bromeando como usualmente era común en él -. Por favor explícate.

Conciente de que habló más de lo indicado, a Fool no le quedó más remedio que hablar.

-"Esta bien, pero antes…" – extendiendo sus manos, el espíritu del escenario hizo aparecer ante él su bola de cristal; pronunciando las siguientes palabras -. "Por favor, tú amo y señor del tiempo y espacio, has que todo se detenga en este instante" – Y así fue como el tiempo se detuvo para todos, menos para Sora y Fool.

-¿Qué fue eso? – preguntó Sora percatándose de su alrededor.

-"Una pausa, una pausa en el tiempo para que así tu y yo podamos conversar a gusto sin ser interrumpidos por alguien" – sentenció el pequeño.

-Y bien, continua con lo que ibas a decirme sobre el no cometer el mismo error.

-"Verás…" comenzó a recitar Fool – "Hace mucho tiempo fui humano; si humano como tú, como todos. De hecho, fui uno de los mejores bufones de toda Francia cuando está se encontraba en su época dorada en la Edad Media. Mi reputación me llevó a estar bajo las órdenes del Rey de Francia, quien me llamó con el propósito de hacer sonreír a su hija. Claréese era su nombre, era tan hermosa como tú, pero algo no lucía bien en ella y era que no mostraba sus emociones abiertamente, siendo incapaz de sonreír. Fueron muchos los que intentaron hacerla sonreír sin éxito, así que yo era la última esperanza para hacer sonreír a la princesa. Cuando fuimos presentados quedé deslumbrado por su belleza, era como estar en presencia de un ángel, un hermoso ángel que sin embargo mostraba tal tristeza en su rostro que cualquiera pensaría que ha perdido sus alas. Su padre fue muy claro con respecto a mi tarea; si no era capaz de hacerla sonreír antes de cumplirse un mes de mi estancia en palacio, sufriría el mismo destino que mis predecesores… la muerte. Los primeros días me fue difícil acercarme a ella, mucho menos el lograr arrebatarle esa ansiada sonrisa que todos querían ver en ella. Fue entonces cuando sucedió… estando cerca el décimo quinto día de trabajo, Claréese me permitió compartir una tarde con ella; sin saber cuales eran sus intenciones acepté viendo una oportunidad para cumplir con mi deber. Estaba a punto de iniciar con mi rutina de comedia cuando pude ver en sus ojos un brillo, su mirada me estaba dejando inmóvil, incapaz de reaccionar. Antes de darme cuenta, ella y yo estábamos compartiendo un abrazo, transmitiéndome sus sentimientos, sus inquietudes, sus miedos, con lo que finalmente descubrí el por qué era incapaz de sonreír" – Fool hizo una pausa –. "¿Sabes por qué?"

Sora negó con la cabeza, por lo que Fool continuó con su relato.

-"Claréese había perdido todo interés en sonreír ya que en su corazón sentía que estaba sola; sin que los demás comprendieran sus verdaderos sentimientos y sin conocer el motivo de su soledad. Hasta que ese día, cuando compartimos ese abrazo, descubrió la calidez humana, y por primera vez se sintió feliz. No obstante continuaba sin expresar esa felicidad en su rostro, esa sonrisa que tantas veces imaginé en mi mente seguía sin dibujarse en su hermoso rostro. Desde ese día una relación muy especial nació entre nosotros, más allá de lo que estaba permitido para alguien que no formaba parte de la realeza. Me enamoré de ella sin darme cuenta, olvidando por completo que mi vida corría peligro de no cumplir con mi tarea; pero cómo obligar a la persona que amas a hacer algo que no puede" – para este momento varias lágrimas corrían por el rostro de Sora, que comenzaba a entender un poco más los sentimientos de Fool, no los justificaba, pero si entendía lo que hasta el momento le había confiado. Fool prosiguió con su relato – "Estando cercano el día pactado como plazo, mis preocupaciones comenzaron a nublar mi corazón. Tenía miedo de perder mi vida, pero a la vez tenía miedo de perder el afecto de Claréese. Fue ahí cuando recordé las enseñanzas de mi tutor, las técnicas que por muchos años habían sido vetadas por su extremo peligro eran de mi conocimiento. La técnica fantástica, cuya interpretación es capaz de abrazar los corazones de quien la observa, portadora de una energía vital sin igual. Si tan sólo fuese por un instante, pero verle sonreír sería suficiente para mí. Estaba dispuesto a pagar cualquier precio, el que fuera por ella. Hablé con ella un día antes de llevar a cabo mi interpretación, prometiéndole que haría lo que estuviera a mi alcance para que recuperara su sonrisa. Ella tiernamente me respondió que su único deseo era verme sonreír, ya que en ese tiempo estaba prohibido a los bufones poder expresar sus sentimientos; siendo nuestra tarea el que los demás se divirtieran con nuestros actos. Por más cariño que tuviera por ella, no podía romper el código como bufón que era, por lo que mi objetivo sería darlo todo por ver sonreír a Claréese, aunque no pudiera satisfacer su verdadero deseo. Lamentablemente esto no sucedió así porque dudé en el último instante, porque mi corazón fue vencido ante el sentimiento que sentía por la princesa. Una ves ejecutada la técnica fantástica, no solamente logré arrebatarle una sonrisa a mi princesa, sino que también conseguí descubrir el significado que encierra esta técnica. Había cumplido con mi deber, sin embargo, me sentía vacío, porque a través de sus ojos me percaté de que su sonrisa no era del todo completa, faltaba algo, algo que ella deseba con su corazón. Conciente de que me costaría la vida, cuando estaba a punto de marcharme del palacio, me acerqué al trono de su majestad, en donde ella estaba con su padre. Me postré ante ella, tomé su mano entre las mías y la miré a los ojos: 'muchas gracias' fue lo que dije mostrándole la mejor de mis sonrisas. Ella me correspondió con la sonrisa más hermosa que jamás había visto en mi vida… ella siempre fue capaz de sonreír de esa forma, pero necesitaba de un motivo para hacerlo. Ese sería el último recuerdo hermoso que me llevaría antes de morir, pues había roto el código, además cometí una falta imperdonable para la realeza. Claréese rogó por que me perdonaran la vida, pero era demasiado tarde para ello. Chase, mi mejor amigo, se encargó de acabar con mi vida frente a los ojos de Claréese sin titubeo, siendo su rostro lleno de lágrimas la última imagen que vería en vida."

-No lo entiendo… no lo entiendo… ¡¡No lo entiendo! – gritó Sora sollozando cuando Fool concluyó de contarle su vida pasada -. Qué tiene que ver esto conmigo, con mis sentimientos, ¡Contéstame!

-"Creí haber sido claro" – dijo Fool siendo sujetado fuertemente por Sora con ambas manos -. "Pero si no ha sido claro para ti, te lo pondré de esta forma. Interpuse mi vida y mi honor ante el amor de la princesa, provocando que ella sufriera mucho por mi muerte. De haberle mostrado mi sonrisa cuando estábamos solos, pude haber cumplido su deseo y marcharme del castillo con vida sabiendo que ella ahora poseía un motivo por el cual expresar sus emociones. Lo mismo sucederá contigo si continúas titubeando; si antepones tu orgullo ante el afecto que sientes por Layla, sabiendo que este es correspondido. Espero que sepas a quien pertenece todo tu amor y afecto, porque si llegas a equivocarte, aquel sueño que tanto añoras conquistar a su lado jamás podrá hacerse realidad."

Eso último tuvo un efecto devastador en Sora: "…aquel sueño que tanto añoras completar a su lado jamás podrá hacerse realidad". El pecho comenzó a dolerle mucho, era como si un sin número de agujas le picaran el corazón, una tras otra, una tras otra, sin detenerse. ¿A quién amaba? Era necesario resolver esa incógnita lo más pronto posible, o de lo contrario, todo por lo cual ha luchado dejará de existir.

-"El tiempo continuará su marcha, por lo que te sugiero que tomes tu decisión" – Y como lo dijo, tras un movimiento de sus brazos, lo que antes estaba inmóvil recuperó su movimiento.

La puerta volvió a crujir por el llamado insistente de Ken.

-Sora, respóndeme por favor.

-"¿Qué vas a hacer?"

-Sora, abre la puerta por favor – esta ves la voz no era la de Ken.

-¡Layla! – exclamó Sora saliendo del trance en el que se encontraba.

-Abre por favor, solamente tú faltas, si no nos damos prisa perderemos el aeroplano.

Seguir huyendo no era la solución. Bajo la atenta mirada de Fool, Sora abrió la puerta en donde Layla y Ken la miraban desconcertados por el semblante de la chica.

-¿Has estado llorando? – Fue lo primero que preguntó Layla, sacando un pañuelo con el cual limpió con cuidado el rostro de Sora -. Por favor, dime qué te sucede – Sora trataba de articular palabra alguna, pero era inútil. Tenía miedo de equivocarse.

-Yo… - comenzó a balbucear -…estoy confundida. – Sin más que decir se abalanzó a los brazos de Layla.

-¿Confundida? – Olvidando la promesa que hicieron la noche anterior, Layla correspondió al abrazo de Sora con sumo cariño con Ken como testigo -. Mi pequeña Sora… no imagino que puede ser lo que te está confundiendo.

-Mi corazón señorita Layla – Sora pronunció estas palabras como acto reflejo ante la presencia de Ken, pues dudaba mucho que su mente estuviera presente en ese lugar -. Lamento mucho que pase esto, pero… tengo miedo de equivocarme; necesito saber algo…

Demostrando una fortaleza que minutos antes no hubiera pensado, Sora se incorporó con la ayuda de Layla, secó la última lágrima que empapaba su rostro para finalmente ponerse cara a cara con Ken.

-Dime Ken, ¿Qué sientes por mí? – Esta pregunta sorprendió a Ken como a Layla; una pregunta como esa no es de las que se espera escuchar tan fácilmente y menos de esa forma -. Respóndeme por favor, ¿acaso sientes algo por mí? – Atrapado, el muchacho estaba atrapado entre la espada y la pared, debía responder como hombre que era.

-No puedo negarlo, sí Sora, siento algo por ti dentro de mi corazón. No puedo explicarlo, pero desde la que llegaste al escenario Kaleido, mi corazón ha rebozado de alegría. Al paso del tiempo, conforme me fui convirtiendo en tu guía, me gustabas más y más. Sin importar que no te dieras cuenta de ello, estaría a tu lado para brindarte todo mi apoyo, todo con tal de verte avanzar más, dar un paso más para conquistar tus sueños. No tengo la menor duda de que tú y Layla podrán completar la técnica fantástica, porque son las estrellas que más brillan en el escenario Kaleido. Al verte tan feliz sobre el escenario, sobre todo cuando lo compartes con la señorita Layla, no me atreví a confesarte mis sentimientos, porque comprendí que tu felicidad no estaba en mis manos, sino en el escenario.

No podía creerlo, las palabras de Ken no dejaban la menor duda; ese chico que siempre estuvo ahí para ella en los momentos más difíciles, animándola a continuar por difícil que fuera la tarea, guardaba en su corazón un gran cariño por ella. ¿Cómo decidir? Como decirle que no, como vacilar ante la sinceridad que reflejaron sus palabras. De nuevo su corazón entraba en penumbras, por más que intentaba analizar lo que estaba sucediendo, más se hundía en la oscuridad.

Estando al borde del colapso Layla sujetó su mano, apretándola con firmeza dando a entender que ella estaba a su lado, pasara lo que pasara. En breves segundos todos sus recuerdos relacionados con Layla abordaron su corazón… Verle actuar en el escenario a su llegada a Kaleido… cuando la reconocía por su esfuerzo en imitar el Fénix Dorado… la fiesta de cumpleaños que realizaron para Layla sobre el escenario en la obra de Cenicienta… el día que Layla la aceptó como su compañera… su batalla en mar abierto… su primer escenario… cada interpretación que compartió con ella hasta el momento en que Yuri tomó el control de Kaleido… sus interpretaciones en Marine Park… el festival de Vancouver en donde Layla dejó claro que su último escenario estaba por llegar… y finalmente el descubrir el amor que Layla guardaba en su corazón. Eso era, todo estaba claro.

-Ken, agradezco mucho que tengas esa clase de sentimientos por mí, pero me temo no poder corresponder a tu afecto – era momento, para que seguir ocultando la verdad -. Mi corazón le pertenece y le pertenecerá siempre a Layla.

-Ya veo…

-Sora – musitó Layla viendo aquella seguridad en sus palabras.

-Ciertamente has sido como un ángel guardián para mí Ken; pero tampoco puedo negar lo que siento por Layla, ya que ella lo siente de igual forma, me equivoco, ella me ha demostrado que su sentimiento es más fuerte que el mío, ¿ahora lo entiendes? Por eso no puedo corresponderte.

Ken permaneció cabizbajo por unos segundos, para luego levantarla y dirigir su mirada a Sora.

-Lo entiendo y me siento feliz de que hayas descubierto tus verdaderos sentimientos.

-¿Estás seguro? – Sora parecía no estar convencida de ello, pues las palabras de Ken se escucharon muy débiles.

-Lo estoy – dicho esto, la mejor decisión que el corazón de Ken pudo haber tomado fue llevada a cabo por el muchacho -. Cuide muy bien de Sora, se lo pido por favor señorita Layla

-Lo haré – respondió esta notando la tristeza en el rostro del muchacho -. Tenlo por seguro.

-Gracias, ahora bien, si me disculpan – Ken dio media vuelta y cruzó el umbral de la puerta -. Espero que tengan sus maletas listas, porque nos vamos en diez minutos –. En el interior de Ken sólo se escuchaba una vocecilla decir: "Sé feliz al lado de Layla, Sora."

-Ken, gracias.

-Sora, es tiempo de que nos vayamos.

-Si.

Permaneciendo tomadas de la mano una de la otra; abandonaron la habitación para obedecer la petición de Ken. El futuro seguía siendo desconocido, pero al menos saben que lo afrontarán juntas, sin dudas y sin temor. Dos días más, en dos días su más grandioso sueño se haría realidad.

Continuará…

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