Cara a cara

Sabías que las únicas heridas que el alcohol no sana son las del alma, por más que estén faltas de una cicatriz que selle su dolor. Si embargo, sigues bebiendo una copa tras otra, intentando vencer la intemperie de la noche, que hace rato se evadió al tiempo que tu garganta ardía, carente ya de sensibilidad alguna.

Sabias que jugar con fuego quemaba, sin embargo, no dejabas de tentar la suerte hasta ver la llama arder sobre tu piel.

Sabías que amar era jugar con fuego, y que dejaba el alma herida, incurable con alcohol. Si embargo, no duermes hasta ver sus vívidos ojos, no despiertas hasta haber soñado mil y una veces con el que corrompe tu corazón, y no deseas vivir sin sentir a tu lado su presencia.

He jugado con fuego y me he quemado. Mi alma se quemó y ni tan sólo los amargos y solitarios tragos de cerveza, o cualquiera que fuera la sustancia etílica que albergara esa oscura noche mi copa, pudieron curarla.

Y ahora le ves, sin ser consciente de tus actos, deseando despertar por más que hayas soñado noche tras noche con su encuentro.

Su acariciadora presencia crea un nudo en tu garganta, que tu orgullo no te deja romper en lágrimas que se deslizaran por tu rostro una vez más. Y es tal como habías esperado que apareciera cuando pasaban las largas horas, mirando hacia la ventana. Tiene el pelo alborotado, te mira cínico desde el quicio de la puerta, sonríe irónico acariciando el cigarrillo entre las comisuras de esos labios que un día te hicieron perder la cordura. Mientras desciende la pistola que sostiene entre sus manos, esa que te salvó la vida apenas unos instantes, eternos, atrás.

Y, sin embargo, tú sólo eres capaz de articular algo, débilmente. Su nombre. Ese que cruzó tu mente de mil formas diferentes, soñando despierta. Sólo un susurro. Spike.

.- Spike…

Ese silencio te inquieta a la vez que te incómoda de manera inusitada. Quieres que te diga algo. Pero temes a su respuesta. Esa respuesta que temiste tanto cuando esperabas a que saliera de la habitación, mientras te apoyabas contra la pared intentando calmarte e infundiéndote, en vano, valor. Ese rechazo que tanto temió tu alma.

.- Spike…

Y deseo tocarlo, abrazarlo, besarlo… Pero mi cuerpo no responde, solo permanece impasible y envuelto en soledad. Y sigo pronunciando ese nombre, el que hace que mis sentidos se apacigüen para dar paso a los sueños… Porque hasta ahora, él era sólo un fantasma que se aparecía en mis sueños.

.- Spike…

Pero sigue sin contestar. Sus pasos suenan por la amplia sala, se acerca. Y yo sólo le miro impotente. Tiende su mano hacia la mía. Y tengo miedo de tomarla, si tal vez se evapora como en mis sueños, si su figura no persiste y se evade, dejándome sola de nuevo. Pero debo asegurarme, así que la cojo. Y no, no se evade, es real. Completamente real, carne y hueso, como el cuerpo de Lou-Lou que aún yace encima mío y me empieza a pesar.

Me levanta si esfuerzo, quedo frente a él. Y no puedo llorar, no ahora. Pero, sintiéndome tan débil como siempre lo he sido, no puedo reprimir esas lágrimas que anhelan deslizarse por mi faz.

Como esa niña que lloraba en la penumbra, iluminada sólo por la luz de la luna, tras una horrible pesadilla, lloro, sollozo, y me repito de nuevo porque me dejo sola, porque me dejó tan sola en medio del abismo que suponía para mí el mundo fiero y desconocido al cual me enfrentaba. Y, como la conciliadora presencia que le devuelve el sueño a esa ingenua niña que jamás sufrió ningún mal antes de la pesadilla, él me consuela, me acaricia la espalda tenuemente y me susurra en silencio que me calme. Apoyada contra ese torso confortador, sigo dando a descubrir la imagen de esa chica frágil, a la cual el más mínimo soplo de viento la puede partir en pedazos.

.- Spike…- Monótona palabra a la cual ya nos hemos acostumbrado, tensa en ambiente y debilita aún más mi corazón. Sólo espero una respuesta

.- Faye… - Me vale esa. Mi nombre. Se acuerda de mí. O, al menos, de quien fui. Acaricia mi pelo lentamente. – Te ha crecido mucho el pelo- sonríe de nuevo- así me gusta más

.- Spike…- Sigo contra su pecho, queriéndole retener por siempre a mi lado. Claro, me queda bien. Y sólo hay un motivo para justificar mi cambio de peinado. Y si no me lo teñí de rubio, es porque hubiera resultado demasiado descarado. Hubiera resultado demasiado evidente. – yo…

.- Ha sido un placer verte

Incapaz de articular ni ese conocido monosílabo "no", de abrazarle para que no marche… Simplemente helada, rígida ante él, estática cómo en el momento de su muerte… Inmóvil ante su reacción. Que Spike se vuelve a ir de mi lado… Al menos esta vez a dicho adiós.

.- Te vas- mis sentidos al fin reaccionan. Sin embargo el sigue en silencio, en ese inquietante silencio que no me atrevo a romper por miedo a recibir esa afirmación que destrozaría mi alma. Pero hoy no me voy a quedar callada, si me tiene que decir adiós, al menos que no haya secretos entre ambos.- Spike, te quiero- consigo decir a media voz, pero sin romperla por el llanto.

.- No…- habla tranquilo, no parece el mismo. Dista mucho de serlo- Tú no me quieres, Faye

.- Te amo – No le quiero, le amo. Más que a mi propia vida. Pero sigue reacio a creerlo

.- Faye, por favor, no hagas esto. No me quieres, ni yo a ti. Nuestro encuentro quedará en el olvido…

.- Eres consciente de lo que estas diciendo, maldito cabrón?

.- Esta si que eres tú…

.- Cállate!- Estallé en cólera sin ni siquiera proponérmelo – Me he pateado medio planeta hasta olvidarte, he pasado miles de noche de insomnio. He trabajado hasta reventar, me han pegado, me han intentado disparar, incluso unos instantes atrás, puedes recordarlo, han estado a esto de cortarme la cabeza! Como con tu mejor amigo! Porque lo haces por ella verdad?

.- Faye, por favor…

.- Nada de por favor! – y vuelvo a llorar de rabia e impotencia, sin importarme ya que me vea perder de nuevo los estribos – Porque me ignoras por esa maldita puta! Si quieres que me vaya, dímelo! Si quieres que deje de molestarte, dímelo! Pero no me vengas con gilipolleces porque no estoy para bromas, me entiendes! – Reprimo ese impulso de destrozar a puñetazos la pared, debo comportarme

.- Faye! – Me niego a creer que su mano, esa mano que me consolaba poco antes, ahora haya cruzado mi cara en una perfecta trayectoria.

Caigo al suelo cubriéndome la mejilla con una mano, e intentándome tapar las lágrimas con la otra. Sólo oigo el eco perdido de sus pasos alejase, dejándome sola en el abismo de la ya conocida soledad.

Mientras me repetido a mí misma, que el momento que tanto idealicé de nuestro encuentro no ha ido como yo creía. Y, intentando encontrar el porqué, esos motivos tan preciados de porque me ha hecho esto.

Dejarme sola. Otra vez.

Notas de la autora:

Uff… Volví a retrasarme más de la cuenta… pero que no cunda el pánico, se que este capitulo no es lo que se esperaba respecto al encuentro de la parejita, pero ya lo arreglaré… En fin, quedó muy mal? Prometo que el próximo será mejor (no tengo ni idea cómo, pero ya lo pensaré, así que aviso, tardaré bastante) Emm… hoy no tenía la cabeza para esto, lo he escrito mientras me comía 6 donuts, un sándwich de nocilla, una manzana, un yogur… (y, ahora que lo pienso empieza la operación bikini, tendré que hacer un planteamiento si quiero que me siga entrando la talla s…) En fin, que tanto azúcar complace al estómago pero debilita la mente, y esto fue el resultado…

Gracias a Gothik-Punki Angel Némesis y SaQhra, y…. anda más (siento aburrirles siempre con mi vida personal, en fin…)

Bye y Dejen Reviews!