Quiero Motivos
Degustabas el dulce sabor de lo prohibido. La oscuridad perdida sólo irrumpida por el tenue haz de luna te aportaba esa seguridad para adentrarte en la temida boca del lobo sin ser vista.
A tientas avanzabas, un paso tras de otro, esos mil veces contados. Recuerdas, eran quince. El sigilo no fue unas de tus virtudes, pero cuando él dormía no había quien le despertara. Al fin legabas al filo de su cama, donde te agachabas lentamente hasta quedar a la altura de sus labios. Los acariciabas con los tuyos anhelando que él te correspondiera. Pero jamás lo hizo.
El día en que al fin me di cuenta que yo, Faye Valentine, la frívola narcisista, me había enamorado, concretamente de él, el siempre indiferente y odioso Spike, creí que todo se trataba de un error. Que mi corazón se acelerara cada vez que le sentía cerca, que tartamudeara cada vez que me dirigía a él, fueron indicios que me fueron ayudando descubrir que la reina caprichosa que había sido hasta entonces, caía sintiendo por primera vez, que un sentimiento más allá de la rabia el odio o el egoísmo, hacía mella en ella. Siempre había pensado que el amor era para imbéciles, para estúpidos con demasiado tiempo que perder. Dejé de creer en príncipes azules hace ya demasiado tiempo, las flores perdieron su encanto hace demasiados años, no creo en las canciones de amor desde hace una eternidad.
Y sin embargo, mi corazón astillado late azorado mientras yo aún yazgo inmóvil en esa habitación, junto al cadáver de Lou-Lou y con los pasos evadidos del que fue, que yo recuerde, mi primer amor. Con sus palabras aún latiéndome en la cabeza.
"Faye, por favor, no hagas esto. No me quieres, ni yo a ti. Nuestro encuentro quedará en el olvido…" No me quiere. No yo a él. Nuestro encuentro, ese que hizo que me considerara una romántica empedernida al pensar en mil y una escenas dulces que ambos podíamos compartir…quedará solo en el olvido.
Si pretende olvidarme, y pasar por alto mis sentimientos, no le objetaré nada. Pero no puede decirme que no le amo, por que a pesar de todo lo que me ha hecho, mi quebrado corazón sigue latiendo gracias a él.
He pataleado, he llorado, he dicho lo que sentía, he gritado y no me he callado. Y sin embargo, el sólo me cruzó la cara y se fue. Tan simple, me ignoró. Como un obstáculo más en el camino, me ha tratado como una niña tonta. Y si hay algo que no soporte es que me traten como tal.
Sí, lo reconozco, soy caprichosa. Y qué? No lo puedo evitar. Pero siempre hay algo ligado a ello: la tozudez.
Sí creía que iba a desistir, ya se puede ir preparando. Le amo demasiado como para dejarle ir.
Recordando que aún tengo esas seis balas, ignorando lo que cada puerta pueda esconder, sigo avanzando por el pasillo como cuando noche tras noche me adentraba en la habitación de Spike. Saboreando entre mis labios lo prohibido, avanzo a tientas en la boca de lobo, intentando camuflarme entre penumbras para no ser vista.
Ahora mi ambición va más allá de mi venganza, siempre consigo lo que quiero y esta vez no va a ser distinto.
Sintiéndome como en uno de aquellos videojuegos, en que no sabes lo que vas a encontrar, abro una puerta tras otra sin encontrar nada, absolutamente nada. En la penúltima, me niego a creer lo que estoy viendo.
Sus labios se entrelazan, sus miradas se entrecruzan, y ajenos a todo siguen trabando esa escena que tanto me duelo. Más que la muerte más dolorosa, más que el acero candente de una bala. Spike y Giulia en medio de la angosta habitación.
Y mientras las manos me tiemblan, fruto de esta intensa emoción, disparo con total precisión hacia esa rubia cabecita de la cual tanto ansío la muerte. Pronto cae inerte al suelo, mientras su mirada observa apaciguada la última imagen que tendrá: mi triunfal sonrisa. Porque ya no quedan más Moëbious en este planeta, ni en todo en universo.
Y Spike, aún deshaciendo ese brazo invisible me mira impasible.
Y se acerca lentamente a mí. Un paso tras otro. Resultan ser quince.
.- Pero que coño has hecho? – me susurra herido
.- Nada
.- Mírame – pero mi vista sigue fija en el suelo – Te he dicho que me mires, joder! – Me levanta el mentón con fuerza, empujándome contra la cercana pared. Mi mirada esmeralda tiembla. – Que coño has hecho, Faye?
.- Nada – sólo el contacto con él quiebra mi voz.
.- No me digas que nada! - me vuelve a lanzar contra la pared blanca, y grita desesperado- la has matado, Valentine. La has matado
.- Ella – incapaz de trabar las palabras – se lo merecía…
La reacción por su parte es la más dolorosa de todas esas que hubiera imaginado. Vuelve asirme el mentón fuerza y aprisiona mis labios entre los suyos con furia descontrolada. Mis ojos no pueden retener las lágrimas al pensar que así ha sido mi primer beso con él. De puro desengaño, de impotencia reprimida, ilusiones desvanecidas. Cuando al fin deshace el beso, incapaz de aguantar el peso sobre mis rodillas, caigo encima de estas y me cubro el rostro con las manos. No quiero que me vea llorar, debo estar horrible.
Siento una extraña calidez, se debe haber puesta a mi altura. Sin que oponga resistencia, me aparta las manos de la cara y las entrelaza entre las suyas. Yo intento ocultar mi faz empapada entre mi pecho, pero el me obliga a levantarla con tan solo unas palabras. Deslizo mi lengua lentamente entre las comisuras, sintiendo ese sabor a sangre que sus labios tan preciados me hicieron.
.- No llores – sonríe tiernamente- estas horrenda cuando lo haces – Consigue arrancarme media sonrisa
.- No me odies - Articulo a media voz – yo sólo… - Pero su índice impide mis palabras
.- Shhhh- susurra- No digas nada
Va acabar conmigo. En qué quedamos, no me quiere, me odia, o quedamos como simples amigos? No le entiendo. Parece darse cuenta de mi confundida mirada, vuelve a sonreír. Tal vez esto de la resurrección conlleva graves cambios de humor.
.- Vete
.- Porque lo haces?
.- El qué?
.- Esto… No te entiendo Spike… tú nunca te andabas con rodeos, por qué ahora cambias de un instante a otro?
.- Sólo te pido que te vayas… ya me has traído suficientes problemas
.- Ella no te quería, Spike
.- Tú no lo sabes
.- Yo nunca te haría daño… yo no…
.- Ya me lo has hecho. La mataste. Y yo la amaba
.- Por favor…- Empieza a sollozar, ya más por vicio que por necesidad – No me digas esto…
.- Te lo digo. Vete.
.- Eres estúpido- Y de pronto, me veo falta de coraje para decir todo lo que siento. Pero para impedirme abrirle los ojos respecto a Giulia, hará falta algo más que la falta de valor – No puedes tropezar dos veces con la misma, sabes que te engaña con Vicious, por qué has vuelto Spike, por qué has vuelto. Si sabías…
.- No me digas lo que tengo que hacer
.- Te habían dado otra oportunidad Spike, tenías otra oportunidad… No vuelvas a cometer los errores del pasado! No vuelvas! Te podrías haber deshecho de los fantasmas de pasado, esos que te persiguieron durante tiempo… Pero sin embargo… Creíste de nuevo en ellos… Que te ha pasado, Spike?
.- Qué crees que tendría que haber hecho entonces? Volver contigo? Olvidarla?
Vuelvo a sentir esa sacudida de impotencia al recordar lo difícil que es olvidar, lo sumamente sencillo que es caer de nuevo en el recuerdo… Porque no puedo reprocharle nada respecto a ella, si ni yo misma fui capaz de olvidarle a él. Mi fantasma del pasado, presente y futuro por esa eternidad.
Y, de pronto, me abraza. Debe sentir debilidad por ese ser frágil en que me he convertido. Mejor dicho, que siempre fui. Ocultaba tras capas de fría indiferencia, de egoísmo empedernido, toda esa debilidad que siente el alma de Faye Valentine, la niña caprichosa que jamás perdió algo hasta día que sus pasos se alejaron entre el humo y la luz del día en aquella metrópolis perdida. Hasta que su aliento se apagó entre sus brazos, frágiles también. Hasta que él con voz apagada y cordial le dijo lo que ella más temía oír de esos labios que, furtivos, la besaron anteriormente: que aún la amaba. A ese ángel endemoniado, a ese demonio angelical. A esa puta rubio platino que yace muerta, gracias a mi candente bala, a poca distancias de nosotros. De él, de mí.
.- Por favor Faye, vete – Vuelve a repetirme sereno
.- No puedo.- Me mira impasible. Me deshago de sus brazos y me levanto con determinación. – No me voy a ir de aquí hasta que me des un motivo por el cual deba hacerlo. Y que esa razón no sea que no me amas.
.- Faye… La has matado
.- Tampoco me vale esa. Si no, ya me hubiera ido por mi cuenta. Quiero saberlo, Spike, y ni me iré de aquí, ni volveré a llorar como esa imbécil a la que has intentado consolar instantes atrás. Dímelo
.- Por favor, Faye, vete! Te odio!- Debo ser fiel a esa promesa de que no volvería a llorar. Intento no creerle. No me puede odiar, nadie odia a Faye Valentine
.- Me da igual! Dime, por que quieres que me vaya! Porque, porque! Sé que no amabas de verdad a esa perra, porque quieres que marche?
.- Joder, Faye, te quieren matar – Simplemente, me ha dejado sin palabras. A mi altura, de pie, zarandea mis brazos con pasión advirtiéndome de ese peligro. – De qué me serviría, haberme sacrificado dos veces por saldar ese pasado, si ahora caes en sus manos! Si se enteran que las matado estas muerta, Faye, muerta! Vete de una puta vez de aquí, por favor, es la última vez que te lo pido.
Bajo rostro sorpresivo, no puedo reaccionar. Intentaba protegerme. Él solo… Y si me engaña? Y todo es un ultraje para que me vaya. No, mi vida no tiene sentido, si me he mantenido viva durante tres años, ha sido gracias a ese deje de esperanza que albergaba de volverle a ver.
.- No sin ti
.- Qué?
.- He venido a por ti, y no me voy de aquí sin ti. Si me matan, me da igual, yo misma lo haré si no salgo por esa puerta junto al hombre que amo.
.- Faye, es la última vez que te lo repito…
.- No me digas que me vaya! – Vuelvo a dejar el control sobre mis reacciones a un lado, y a patalear rogándole que me acompañe – No! No! No! Sólo me dices esto para que te deje en paz, pero no lo pienso hacer. Y si no me dices la verdad rápido, chillaré, Spike, chillaré mucho!
.- Eres una histérica!
.- Y qué? Qué más te da? Yo sólo te quiero a ti! A ti! A ti! A ti! – Vuelve a asirme de los brazos, intentándome calmar
.- Ostia Faye, cállate ya. Yo también te quiero, yo…
Un seco aplauso le interrumpe.
.- Oh! Qué romántico, que conmovedor!
Y Vicious ha entrado en escena. Saludando, hostil, con una pistola entre sus manos.
Notas de la autora:
Por compensar la demora del capítulo anterior, he escrito este más rápido. Al final se me ocurrió cómo lo podía acabar, tras tanto tiempo pensando en como hacerlo… en fin. Este capitulo me quedaba un poco largo, así que lo corté en dos, para darle algo más de emoción…. Así que ya sólo quedan dos! (se me está alargando algo la cosa, en principio iban a ser sólo 5 capítulos…), el final, y el epílogo…
Muchas gracias como siempre a Gothik-Punki, SaQhra, Thinia Milondra y Ángel Némesis!
Déjenme su opinión sobre este capitulo, por favor…
Bye! Y dejen Reviews!
