N/a: Puse algo de lemon en este capitulo (no iba a dejarles sin un "feliz" reencuentro) Si alguien no lo quiere leer, es la parte que está en cursiva, no es muy largo.

Tropezando dos veces con la misma piedra

El cinismo se había convertido en tu mayor virtud y podías considerarte la más taimada de entre todos los tahúres que sentados entorno la mesa contemplaban impacientes como era repartida la décima mano de la noche y la quinta copa de los últimos instantes.

Y mirabas complacida la escalera de color que te salvaría la partida. Abriste el abanico y lo dejaste caer sobre la mesa. Todo el dinero que reposaba en ella era tuyo. Sin decir adiós, marchaste de la sala tenuemente iluminada, como tenías por costumbre.

No recuerdas tu nombre completo, sólo te hacías llamar Faye, princesa caprichosa era como te apodaban muchos, y dulce gatita como él te llamaba en la intimidad. Joven, tenías toda una vida por delante, lo sabías. Implacable suerte en el juego, y aún así, amada por todos, afortunada en amores. Eso creías.

No recuerdas bien su rostro, deformado lo viste aquella última noche por las tantas copas que habías tomado. El sólo se acercaba a ti, arremangándose la camisa que pulcramente le habías dejado sobre esa mañana sobre la cama, tras plancharla. Tú sólo veías una faz borrosa, el amplio torso que dejaban entrever los botones desabrochados de su camisa. El puño ampliado por la borrachera que habías vuelto a coger se acercaba a ti. Hiciste amago de defenderte, pero estaba más cerca de lo que tú creías. Impecable, tu labio inferior fue golpeado, empujándote hacia la pared. Ibas a enlazar tus piernas con tus manos temblorosas, pero no te dio tiempo, aquel no fue el único golpe. Perdías la conciencia, sin sentir ya el dolor, en medio de la habitación vacía, con sus paredes inmaculadas salpicadas del carmín de tu sangre.

Y todo el mundo que te veía en aquella amplia sala, blanca también, se lo preguntaba. Está muerta? No sólo duerme… Sólo duerme.

Y tú, en tu sueño eterno te sentías frustrada. Sabías que te engañaba con mil y una amantes mucho mejores que tú. Que te despreciaba, el repudiaba tu ebria presencia. Y sin embargo, tú seguías enamorada. Te habías prometido que nunca estarías sola, siempre te tendrías a ti misma, tú, Faye, serías tu mejor admiradora, tu fan número 1. Que ingenua fuiste, en tu no tan remota adolescencia, creías que era fácil admirarte a ti misma, pero con el paso de los años, te das cuenta de que no todos los príncipes son azules y de que no siempre puedes ser feliz al observar detalladamente tu reflejo. Que das pena. Porque eres capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, de enamorarte dos veces de alguien que sabes que jamás te corresponderá. De correr dos veces el mismo riesgo innecesario, de adoptar dos veces tu tozudo carácter, de sentir dos veces sus frías manos sobre tu blanca piel.

Y sólo dormías, para despertarte al fin, y volver a ver de nuevo que la vida te dejó de lado, que el haz de sol no ganó jamás a las gotas de lluvia, y que el peso de tus frágiles espaldas era más del que creías que algún día tendrías que soportar. Nunca nadie te dijo que tendrías que enfrentarte a los monstruos de debajo de la cama, a los fantasmas del pasado algún día. Sin brazos que te amparen, que te acunen tras tu infantil pesadilla, te encuentras cara a cara en una angosta habitación completamente oscura, frente al causante de los malos sueños. Y sin saber que decir. Sin un sólo pretexto con el que romper el incómodo silencio que se establece entre ambos.

Cierras los ojos. Los vuelves a abrir y le contemplas lánguidamente. Conoces cada una de sus facciones, carentes de impurezas, viriles. Con mirada penetrante, te concentras en esos ojos que miran a la nada con un deje melancólico.

Y sabes que no puedes tropezar dos veces con la misma piedra, no puedes volver a dormir eternamente. Teniendo ya algo de experiencia en este tema, gracias a esa rabia a flor de pile, golpeo con el anverso de la mano la gris pared que sostiene mis cadenas. Una vez tras otra, vuelvo a dejar el rojizo rastro, mientras él me mira como si estuviera loca. Lo estoy, por él. Balbucea algo, pero no le escucho, sigo entregada en cuerpo y alma en destrozar esa pared tanto como lo está mi vida. Y pienso en todo lo que ha sucedido de una forma paulatina desde que él murió por primera vez. De toda la impotencia que sentí, de todo el odio al saber que había preferido morir por ella, por Giulia, en mis brazos. Y antes de que me haya dado cuenta, la pared ya está rota, y las cadenas que le esclavizaban, aunque siguen aferradas a mi muñeca, ya no me mantienen ligada a ningún lugar, a ninguna pared fría y gris. Pero las de mi corazón, me mantienen firme frente al deseo que me corrompió durante años: Spike. El que me sigue mirando. Me levanto, intentando aguantar con migo el peso de las cadenas, grises y frías. Llego hasta él, y me siento a su altura.

.- Libérate

.- Porque hacerlo?

.- Quieres morir encadenado a una pared a sus manos?

.- Huye, Faye, huye tan lejos como puedas de todo… Déjame aquí

Y no puedo evitarlo, mi mano cruza su faz en un intento desesperado de que reaccione.

.- Desde cuando eres un héroe?

.- Qué?

.- Dónde está ese Spike que yo buscaba? El cínico e interesado príncipe de mis sueños? No quiero héroes, Spike, de que te sirve morir aquí, sin mí, sin que nadie te recuerde

.- Déjame…

.- Cómo quieres que te deje? Dime la verdad Spike, a quien amabas? A quien protegías?

Otro silencio. Mi impaciencia clama por una respuesta, ya la quiero. No más fríos silencios que me inquietan e incomodan.

.- Por favor, Spike. Giulia o yo?

.- Tú – y lejos de sentirme aliviada, temo que algo se avecina – pero es que no entiendes nada, Faye.

.- Cómo quieres que te entienda? Si no me explicas nada? Desde que te he visto, te he pedido que me lo cuentes todo, todo! No sé, porque de repente a parece Giulia y me dice que todos estáis vivos? Porque de pronto aparece Jet y me leva al lugar donde todo empezó? Porque él muere a manos de Giulia, porque me dejan a mí viva! Es que no entiendo nada Spike, no entiendo nada! – El tono de mi voz va aumentando a medida que enumero todos los enigmas que hasta ahora no me había planteado – Luego, Lou-Lou, la misma que me dijo que odiaba a su hermana, ya me dirás tu que no es casualidad, me intenta matar, y tú me salvas la vida… Para luego decirme que me olvide? De todo? Estoy harta de vivir una situación inverosímil tras otra, no aguanto más, así que no te deshaces de las cadena, o rompo yo misma esa pared, me entiendes? – y empiezo a golpearla. De repente, me parece más dura que la que fragmenté yo antes, pero no importa, todo sea por Spike.

.- Es que no es tan fácil, Faye. – dice de nuevo impasible mientras golpeo el tabique con los nudillos destrozados.- Tú no sabes lo que paso esa noche, no lo sabes. De repente desperté, y la vi a mi lado, dormida. Y les vi a mi lado, a todos. Yo pensaba que era una pesadilla, te juro que soñaba eso en la Bebop noche tras noche, era el mismo sueño. Y de repente, el viejo dice que nos había resucitado, a todos. Yo quería huir de todos, de mi pasado, de mi presente, del futuro, quería buscarte… - Y automáticamente, tras escuchar esas palabras que siempre deseé oír, dejo de golpear la pared gris. Le miro fijamente, esperando a que siga hablando.- Quería enfrentarme a lo que más miedo me daba. Querías acabar con todo, Faye, con Giulia, con los dragones rojos… Pero no es tan fácil. Quise dejarlo en el olvido, me daba igual, para mí era fácil ignorarlos. Pero ella me encontró, y entonces supe que no podría vivir nunca si no eliminaba a mi pasado. Tenía que enterrarlo, Faye, si no nunca me hubiera deshecho de él. Pero me cogieron desprevenido, y no supe como actuar.

Ahora tenía otra oportunidad, podía volver a empezar, confiando en que mi pasado no me persiguiera de nuevo. Pero caí en su trampa, perdóname. Te mataban, me dijeron, si no seguía fiel a ellos te mataban, sabían donde estabas, lo sabían todo, y te mataban, al otro barrio. Te querían coger de rehén, pero gracias a dios tú no estabas, te habías ido, no sé a donde, y sólo dejaron a Lou-Lou allí.

.- Lou-Lou era una cómplice?

.- No, no, ella no supo nada hasta que no vino Giulia. Vicious te quería provocar, quería que te arriesgaras, que entraras en el juego, tú eras la pieza clave. Por eso envió a Giulia, para que te dijera que seguía vivo. Y Jet, para que te llevara donde estaban ellos, así todo era más fácil.

.- Jet? No puede ser…

.- Sabes que Jet tenía problemas Faye, se cargó a trece personas, una mafia entera se vino abajo, se cargó a los peces gordos – y entonces recuerdo las palabras del hombre medio biónico "tampoco hice nada grave, sólo que ahora lo penalizan todo por leve que sea…" vaya, si eso fue un delito leve…- Lo buscaban, todos los caza recompensas estaban en él, no tardaría en caer. Entonces Vicious le ofreció protección. Con Vicious no tenía nada que temer, bajo su amparo podía moverse libremente. Jet jamás se hubiera rebajado, pero no sólo su vida se iba si le cogían, que sería de Edo y Ein? Se ofreció a llevarte hasta el casino confiando en que no te pasaría nada, no le culpes, el creía que solo te tendrían algo más cerca. Pero pronto se dio cuenta, que te estaban dando demasiadas pistas y que acabarías cayendo del tablero. Por eso enviaron a Giulia, a que le matara, y de paso se llevaban la recompensa. Tranquila, Faye, no llores, que Jet murió sabiendo que estabas bien, que no te pasaría nada, fue feliz.

Silencio de varios instantes, que se hace eterno

.- Atacaste a Giulia como pudiste, entonces te tenían, podían haberte matado, y haberme ido entregando una a una todas las partes de tu cuerpo. Pero sabían que si te mataban yo me iba, porque me iba contigo, Faye. Así que hicieron lo justo y necesario, te dejaron tirada frente al casino, sabiendo que te acordarías de todo pronto y vendrías a por mí. Y así fue, tu intuición no falla. Estaba todo planeado, te obligarían por el mismo método que a mí a ser uno de los suyos, y acabaríamos ambos pensando que lo que hacemos es por el bien del otro, cuando estamos destinados a ser mentidos eternamente. Pero habrá que darle las gracias a Lou-Lou. Eso no estaba planeado. Cuando supo por Giulia, al igual que tú, que seguía vivo, no tardó en ponerse en contacto con Vicious y pedirle que le admitiera. Aceptó encantado, volvía a tener a una de las mejores sicarias, esas que no dejan huella a la hora del crimen. Pero a Lou-Lou le mueve algo más que la sangre fría, aunque lo niegue, es demasiado apasionada. Desde el instante en que supo que si yo estaba aquí era por ti, te odió, con toda su alma con toda su pasión. Por eso te quiso matar, como había matado a tantos otros a lo largo de su adolescencia. Pero algo intuí y fui, a salvarte. A salvarte…

Sigo sollozando, así mis espaldas adquieren un leve movimiento de vaivén. Le abrazo tan fuerte como puedo, aprisionando ambos cuerpos, mientras él me acaricia el pelo y la espalda, en un vano intento de consuelo.

.- Ya, tranquila… - me calma- Y te vi, así, bajo el cuerpo de la hermana de Giulia, manchada de sangre, incrédula, llorando, tan frágil, tan débil… Y no podía dejar que te mataran, te dije que te fueras, y no te fuiste… que no la mataras, y la mataste… Es que no sabes cuanto odio a las mujeres como tú, frívolas, caprichosas y tozudas…

Y seguimos así por varios instantes, aunque se me hace eterno, y quiero que lo sea, mantenernos unidos por una eternidad, que ninguna adversidad separe nuestros cuerpos húmedos y cálidos, que nuestros labios sigan entrelazados, esbozando ahora así, ese beso pasional que tanto idealicé.

Se deshace al fin de esas cadenas que tanto empeño puse en arrancar de la fría y gris pared, un solo golpe suyo vale por los mil que di yo. Y no nos importa el peso del frío y gris metal que llevamos firmemente sujetos a las muñecas, me inclina sobre esa pared que tanto temí no poder romper, mi blanquecina piel se estremece, el contacto contra el tabique que nos encierra, a los amantes clandestinos, está más fría que momentos atrás. Pero hace rato que he perdido la conciencia, y ya no siento sus largos dedos recorrer mi abdomen, ni deslizarse bajo la falda corta de mi vestido. Inclinando hacia atrás la cabeza, abandonándome a cualquier pecado que él conmigo quiera hacer, desliza el elástico de mis bragas hasta mis rodillas. Mi boca invadida por su lengua, dulce, o ácida, no sé, confundo cada uno de los sabores y sentidos. Entreabierta, deja escapar suaves gemidos, que ya no sé si son míos, o suyos, o de la cordura que perdí justo en el momento en que sus brazos rodeaban mi cuerpo, frágil, y abandonado a la pasión. Sus manos desabrochan delicadamente, pacientes, la parte delantera de mi vestido. Y vuelvo a maldecir su impasibilidad, yo no espero, llevo mis manos a cada extremo del atavío y lo abro, todos botones saltan, ya me molestaré más tarde a buscarlos. Hago lo mismo con el sujetador, dejando mi generoso busto al descubierto. Muerde lentamente mis pezones, enormes y oscuros, erizados, en parte por el frío, en parte por la excitación. Deslizo mi mano por debajo de su ombligo, de sus pantalones. Rodeo con la mano el músculo erecto y palpitante que hace rato clama por atención. La deslizo hacia arriba, y hacia abajo. Sus manos bajan sus pantalones hasta los tobillos, y mis bragas. Yo pronto paro, y dejo caer su camisa por sus espaldas, sus hombros, sus brazos, siguiendo yo misma ese recorrido con mis labios. Me coge por los hombros y se inclina a mí, mientras huele mi cabello, lacio y violeta. Lo besa, al tiempo que se introduce en mí, sin prisa. Vuelve a mis pechos, mientras yo abro más mis piernas, y arqueo la espalda a cada embestida suya. Y de pronto gimo de nuevo bajo su enorme mano, esa que impide que nos delaten, perdiendo de nuevo el control, sintiéndome desvanecer en esos brazos que le consolaban, mientras cierro los ojos con fuerza, sintiéndole, se corre dentro de mí, y mi entrepierna está empapada, el palpa el interior de mis muslos y lo sabe. Me abraza, y al tiempo sale de mí. Yo reposo sobre su pecho, y él acaricia los mechones de mi pelo al tiempo que me susurra al oído. Te amo. Y yo a ti. Sonreímos de verdad por primera vez desde esos tiempos inmemorables en que ambos morimos en vida.

Nos vestimos, el me presta su camisa. Admiro varios segundos su torso desnudo, sonrío. Nos cogemos de la mano, el sube primero por el conducto de aire, me atare hacia arriba. Avanzamos a cuatro gatas, mientras yo intento respirar una bocanada de aire más. No soy claustrofóbica, pero nunca me han gustado los espacios reducidos. Finalmente, sus manos se dirigen a la pesada ranura de hierro que hay sobre nuestro. La empuja hacia arriba y hacia la izquierda. Sale, me tiende la mano, la cojo, y su hacia arriba, sorprendiéndome de mi precario equilibrio sobre zapatos rojos de tacón de fina aguja. El me coge antes de que resbale, ambos con las manos enlazadas, nos besamos. En mitad de ese haz de Sol que no había visto desde que él murió, la primera vez que caigo en cuenta de que aquí ya no hace frío, que la luz del sol todo se ve mejor, que fuera de el maldito casino que encerró mi sueño y pesadilla puedo sonreír sin tener miedo a enfrentarme a los obstáculos y adversidades que nos quisieron separar.

Pero sé que miento. Que su torso, ese firme y musculado, está tan empapado como mi vestido de la sangre que corre entre mis dedos, esos que acariciaban su espalda. Esa herida que abrió Vicious con una de mis seis balas.

Y mientras cae, inerte, al pavimento donde me creía dichosa, miro incrédula al maldito desgraciado que se empeñó en romper mi mundo a trozos. Y sin fuerzas, aún reacia a creer lo que ven mis ojos, me dejo llevar por las lágrimas que se deslizan por mi faz.

.- Sabías que tarde o temprano esto tenía que pasar – Sonríe mientras me apunta con el arma. Mi propia arma. Esa pistola que tan decidido parece a disparar, la que tiene que acabar con la dicha momentánea que saboreé instantes atrás, y que se ha ido com el Sol se esconde tras el horizonte al despuntar la oscura noche. – Bye, princesa

Qué hacer? Simplemente, inclinar la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos para no enfrentarme al espectro que se llevó a mi Spike. Jugaste con fuego, Faye, y te has quemado. Sólo escucho el sordo sonido del gatillo.

Sólo el ser humano es capaz de tropezar dos veces con la misma piedra.

Notas de la autora:

Lo siento, lo siento, lo siento, mis más sinceras disculpas por este final, pero es que yo a la relación no le veía futuro. Aún así, no se alarmen, aún queda el epílogo. Quiero decir, antes que ver a una Faye y un Spike casados, con hijos, y aburridos de la monotonía, esto quedaba más romántico, no? Esto era otra historia que hace tiempo me rondaba por la cabeza, hasta que me dio por asociarla con los personajes de CB y así me salió el final. No sé, que les parece? Y el lemon? (digamos que no he escrito muchos, así que no sean crueles). Uuumm… En fin ahora LIBRE! La semana que viene se acaba el colegio y seré libre! (ir a la playa, ponerme morena, ligar, ligar, vaguear, dormir, ligar… esto si que es vida!), esto, que tendré más tiempo y probablemente el finde que viene ya publicaré el epilogo, así que no se impacienten… Agradecería que dejaran sus opiniones sobre lo que les pareció el capitulo, y eso.

Gothik-Punki - Ya ves como acabó… bueno aún no está acabado, pero te puedes hacer una idea. Siento haber matado así a Spike, pero es que era la mejor solución, daba más emoción (yo siempre he sido poco romántica…), Vicious es muy cruel…en fin. Muchas gracias por tu Review!

Angel-Némesis – Que te pareció? Si lo sé, no debería le debería haber hecho a Spike… Perdón! Pero… Respecto al vocabulario, lo siento, no sabía que te podía ofender, procuraré no volver a poner nada, sólo quería demostrar que Spike estaba algo cabreado… nah, nada, respeto tus creencias, no lo vuelvo a hacer, mil disculpas de nuevo.

SaQhra – Ya viste, al final Spike murió. Y respecto a Giulia, al fin y al cabo se lo merecía… (Bah, me caía mal, pobre Faye), muchas gracias por tu Review!

Thinia Milondra - Gracias por tu Review! Aquí tienes más, no se que te parecido el chap., espero que bien

Celine - Gracias por tu Review, que tal estuvo?

Mina - Me alegro que te gustara mi historia, la verdad es la que escribo con más facilidad, no sé, me pongo frente al teclado y me dejo llevar, salga lo que salga. La verdad, no me había planteado muy bien tus preguntas, lo tenía más o menos enlazado pero gracias a tu Review me inspiré y pude completar el diálogo de Spike, que le inicial era demasiado vacío. Así que muchas gracias, me salvaste de un bache de poca inspiración…

Ooo, que emoción, jamás había tenido que responder a tantos Reviews, va, a ver si para el próximo hay el doble (dejarme, yo también puedo soñar).

En fin, sin nada más interesante que decir, me despido

Bye, Narumi.