CAPITULO 9: LA HERIDA
Isis no podía creer lo que veía. Una de sus compañeras de equipo había entrado de noche en su casa, y la amenazaba con una pistola. Y no era su mejor amiga Roxana, ni su 'rival' Yareli, quien siempre buscaba ocasión para ridiculizarla y de minimizar su talento. Era...
¡Zugheire!- dijo Isis- ¿por qué tú? ¿qué te he hecho yo?-
¿Y aún lo preguntas?- dijo la chica, sin dejar de apuntarle con el arma- antes de que tú llegaras al equipo, Yareli y yo éramos las estrellas. Y Roxana era mi mejor amiga...-
Isis parpadeó. ¿Zugheire Fitler? Tal vez lo creería de la enorme bestia de Yareli, pero jamás de ella. ¿No era acaso Zugheire quien siempre le hacía los mejores pases para que anotara a gol?
¿Eso que tiene que ver?- dijo Isis- no es razón para...-
¡Claro que tiene que ver!- gritó Zugheire. Isis miró de reojo a sus hermanos, que seguían dormidos en los sofás de la sala. Tenre se movió ligeramente, aunque sin despertar- ¡iba a ser contratada por el equipo Hilderberg de Alemania, y podría al fin volver a casa...-
Heire, no fue mi intención- dijo Isis en el tono más suave que encontró. No temía tanto por ella misma, sino porque toda su familia estaba en esa casa- yo solo quería el dinero del campeonato para pagar la operación de mi hermano...-
Zugheire pateó el suelo con fuerza y dio un paso adelante, haciendo que Isis se estremeciera y retrocediera un poco. Rogaba a Alá que nadie de su familia se levantara, pues los conocía muy bien: tratarían de ayudarla, y tal vez resultarían heridos.
¿No fue tu intención?- dijo Zugheire molesta- ¿y porqué el Hidelberg te ofreció el puesto a ti?-
Heire, esto es absurdo- dijo Isis, tratando de calmar a su compañera- yo rechacé la oferta, y de todas maneras te contratarán a ti. Una vez que obtenga el dinero, dejaré el equipo y volveré a Egipto para nunca más molestarte...-
¿En serio?- dijo Zugheire, torciendo su boca en una sonrisa maniaca y alzando el arma de nuevo, la cual estaba ahora a la altura de los ojos de Isis- pues yo conozco otra manera en la que me dejes de estorbarme ahora mismo...-
Detente, por favor...- dijo Isis- es un estúpido juego...-
Zugheire rió ante esta mentira de Isis. Para ella, no era un juego estúpido, sino su vida, la misma que había compartido con su padre antes de que muriera en ese accidente en las excavaciones.
Debiste quedarte en Egipto cuando recibiste ese telegrama- le dijo Zugheire una vez que dejó de reír.
¿Tú fuiste?- dijo Isis sin creerlo- ¿tú fuiste quien me mandó ese telegrama falso?¿sabes lo mucho que me preocupé por mi hermano?-
Sí, y mi intención era que te quedaras allá, no que fueras y volvieras tan pronto- dijo Zugheire.
¿Isis? ¿Porqué estás levantada?- dijo una vocecilla en voz baja. Horrorizada, Isis vio que Amenet se había levantado.
Ya voy. Vuelve a la cama, Amenet- le dijo Isis en voz baja.
Mientras Zugheire también vigilaba que la pequeña volviera a su habitación, alguien cayó sobre ella para tratar de quitarle el arma.
¿Quién...?- dijo Zugheire de mal humor.
Ramsés, no...- dijo Isis en voz baja. Zugheire no era muy alta ni corpulenta como Yareli, pero era fuerte, y un chico que no podía caminar no era rival para ella. Ramsés cayó al suelo sin poder levantarse, y la chica alemana le apuntó con el arma.
Lástima que tu hermana haya llegado tan lejos para nada, chico- le dijo Zugheire- vete al infierno...-
No lo hagas- dijo Isis, colocándose entre ella y su hermano- por favor, haré lo que sea, dispárame a mí si quieres, pero a ellos déjalos en paz...-
¡Isis!- dijo Ramsés, incrédulo.
Está bien- dijo Zugheire con una sonrisa, apuntándola a ella con su arma- solo estoy interesada en que no juegues mañana...-
Zugheire accionó el gatillo, y se escuchó una detonación. Isis cerró los ojos, esperando el impacto. Pero éste nunca ocurrió. Isis abrió los ojos. La bala estaba ahí, impactada en lo que parecía una pared de cristal.
¿Qué...?- comenzó Zugheire. También Isis y Ramsés se preguntaban qué había sucedido. Tras un destello dorado, Mu y Shura aparecieron.
¿Cómo te atreves a intentar hacerle eso?- dijo Shura de mal humor.
No te importa, caballerito- dijo Zugheire.
¿Cómo lo sabe?- dijo Isis. Shura cruzó los brazos.
Porque esta loca está congeniada con René y Michael Gressus...- dijo Shura, y dirigió su mirada al hombre que estaba de pie detrás de Zugheire- ¿verdad, Michael?-
Sí, mi primita fue muy amable en ayudarnos a secuestrar a Marín y a Giselle, gracias a su perfume- dijo Michael.
¿Perfume?- preguntó Mu.
Sí- sonrió Zugheire- ¿porqué crees que saludaron como idiotas a un grupito de chicas justo frente las narices de sus novias?-
Mu frunció el entrecejo. Así que ella era la responsable del lío que hubo con Lily y las otras chicas.
De todas maneras, ella esperaba que nosotros termináramos en esa fábrica, ¿no es así?- dijo Shura.
Apuesto a que no imaginaba que vendríamos a detenerla...- dijo Mu.
Mejor ríndanse y no habrá consecuencias- dijo Shura- ambos pueden ir a prisión sin salir heridos...-
La alemana miró a su alrededor. Tenre, Amenet y la madre de Isis ya estaban despiertos por la detonación, y habían entraron a la sala. Zugheire frunció el entrecejo, pero luego sonrió. Aún tenía una oportunidad. Sin que los caballeros pudieran evitarlo, la joven alemana alzó su arma y disparó contra la pequeña Amenet. Mu se dio cuenta a tiempo, y se teletransportó junto a ella para conjurar un muro de cristal para protegerla.
Con Mu a un lado, una sonrisa malévola, Zugheire disparó otra vez, esta vez contra Isis. Shura la apartó y detuvo la bala con la mano.
¿Porqué los villanos no entienden que no se puede atacar a un caballero con balas?- preguntó Shura.
Tal vez balas no, pero esto sí- dijo Michael, levantando una mesita de madera y golpeando al caballero con ella. Tomado por sorpresa, Shura cayó al suelo. Aprovechando esto, Michael abanicó otra vez en mueble. Isis trató de detenerlo, pero lo único que consiguió fue un buen golpe en su brazo izquierdo, que le arrancó un grito de dolor.
¡Isis!- exclamó Shura, son poder creerlo, y mirando enfurecido a Michael y Zugheire.
Shura cortó en dos el mueble con su ataque Excalibur, y golpeó a Michael en la cabeza para dejarlo inconsciente. Luego, el caballero tomó a Zugheire por el cuello, y de un manotazo le tiró el arma.
¿Qué haces?- dijo Zugheire en tono asustado.
Dame una razón para no hacerlos pedazos a ambos...- dijo Shura, enfurecido.
Yo no... yo no...- comenzó a decir la alemana nerviosamente.
Déjala, Shura- dijo Isis, apoyando su brazo dolido contra su cuerpo, y apretando los dientes para disimular su dolor- no vale la pena...-
No antes de que les dé su merecido...- dijo el caballero de Capricornio.
Shura...- dijo Isis.
Ella tiene razón, Shura- intervino Mu- suéltala, y yo los llevaré a la policía...-
No, Mu, necesito que me ayudes en otra cosa...- dijo Shura, mirando de reojo a Isis y dejando caer pesadamente a Zugheire.
Yo me encargaré de eso- dijo Tenre- ustedes vayan...-
¡Mi niña!- exclamó la madre de Isis- ¿estás bien?-
Sí, mamá, no te preocupes- dijo Isis para tranquilizar a su madre- solo me duele un poco el brazo...-
Shura asintió. Isis, quien tenía su brazo herido pegado al pecho, asintió también. Mu desapareció junto con ellos, teletransportándolos al hospital.
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Clara estaba trabajando esa noche en el hospital de Atenas, como siempre, cuando delante de ellos aparecieron Mu, Shura e Isis.
¡Shura!- exclamó Clara, sorprendida de ver a los dos caballeros- ¿qué sucede?-
Larga historia- dijo Shura- Clara, ella es Isis, fue herida hace un par de minutos...-
Isis le mostró su brazo, y Clara lo examinó con cuidado.
¿Qué piensas?- dijo Shura- ¿crees que para mañana esté bien?-
Lo dudo mucho- dijo Clara tras examinar la herida- un traumatólogo tiene que revisar que no haya algún vaso o nervio lesionado... tienen que operarlo...-
¿Qué?- dijeron Isis y Shura al mismo tiempo.
Y tiene que quedarse internada al menos unos... cuatro días- añadió la doctora.
Pero tengo un partido muy importante mañana- protestó Isis.
Si me dieran un Euro por cada niño que me dice eso, ya tendría suficiente dinero para comprar un auto- dijo Clara en tono amargo- pero es muy necesario que te quedes...-
Isis hizo una mueca.
Aunque... hay una manera de curar tu brazo sin operar- dijo Clara- pero aún así tienes que quedarte un par de días...-
Shura e Isis se veían preocupados, pero Mu sonrió.
Vamos, Isis- le dijo Mu- mientras, nosotros pensaremos en una manera de que llegues a tiempo al partido...-
Está bien- dijo Isis, volviéndose hacia Clara.
Perfecto- dijo la doctora, tomando el teléfono y marcando tres números- llamaré al traumatólogo... ¡hola, Felipe! ¿estás de guardia? ¡que bien! Porque necesito un favor enorme... perfecto, pero date prisa, adiós- sonrió- ya viene...-
¿Me va a doler?- preguntó Isis.
Te puedo asegurar que Felipe es el mejor- dijo Clara- te compondrá esos huesos con el mínimo dolor...mientras, voy a sacarte unas radiografías-
Shura y Mu esperaron a que Clara volviera con Isis de rayos X. Un par de minutos después, el joven doctor bajó. Se arremangó la bata, se colocó unos guantes y examinó la herida. Luego miró las radiografías que llevaba Clara.
Tienes mucha suerte- le dijo Felipe mientras examinaba las radiografías- no hubo fractura, sino una luxación de la muñeca y otra del codo. Y no parece que haya nervios o arterias lesionadas... mueve los dedos- Isis obedeció, y el médico se volvió a Clara- no, Clara, no hay ningún daño. Solo hay que ponerle un vendaje especial para luxaciones y mantener el brazo en reposo por al menos... cuatro días-
¿Podrías ponerle el vendaje aquí mismo?- le dijo Clara. Felipe la miró sorprendido- era el favor que te quería pedir...-
Felipe se quedó mirando a Isis por unos segundos, lo cual incomodó un tanto a Shura. Luego asintió
Está bien- dijo Felipe- iré por lo que necesito... prepárala mientras...-
Y ustedes dos deberían esperar afuera- dijo la enfermera rubia, dirigiéndose a Shura y a Mu.
Déjalos quedarse, Aurorita- dijo Clara.
Gracias, Clara- dijo Shura en voz baja.
¿Me va a doler mucho?- preguntó Isis.
Tardaste mucho en hacer esa pregunta- sonrió Shura- estabas más preocupada por el partido que por tu propio brazo...-
Solo te va a poner unas vendas mojadas parecidas al yeso que ponen cuando te quiebras un hueso, pero más flexibles- le explicó Clara- duele un poquito, pero casi nada. Luego te subirán a una habitación.
¿Pero cómo...?- comenzó ella.
No te preocupes- dijo Clara, cerrando un ojo - ya veremos como sacarte de aquí...-
Felipe entró con una caja con materiales.
Comencemos- dijo José- ellos deben esperar afuera...-
¿Tienen que?- dijo Isis, mirando a Shura.
Felipe no tardará mucho, chicos- dijo Clara- vamos, yo los acompañaré. Y no te estreses- le dijo a Shura en voz muy baja- Felipe está recién casado y además Aurora se quedará a vigilarlo...-
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Aioros y Aioria llevaron a Marín y a Giselle de vuelta al Santuario. La amazona agradeció a su novio con un beso en la mejilla antes de volver a introducirse al recinto de las amazonas. Aioros no estaba muy seguro de dejar a Giselle en él.
Tengo miedo, Aioros- dijo Giselle.
No tengas miedo- le dijo el caballero de Sagitario- no dejaré que ese malvado vuelva a acercarse a ti...-
¿En serio?- dijo Giselle.
En serio- le dijo Aioros.
Pero la última vez pudo entrar aquí- dijo Giselle- ¿no es inseguro dejarme aquí?-
Aioros se sintió desarmado no por los argumentos de la chica, sino por su mirada. Tras mirarla unos segundos, el caballero suspiró resignado.
Está bien- le dijo Aioros- por esta noche te llevaré a la casa de Sagitario. No tienes porqué temer, pues es una de las últimas, y por ello de las más protegidas que hay...-
¿Y estaré cerca de ti?- preguntó Giselle. Su intención no era de coquetería, sino para saber si no estaría sola entre los caballeros desconocidos.
En mi casa- dijo Aioros, sintiendo un ligero rubor en sus mejillas- no tienes de que preocuparte...-
Giselle sonrió.
Entonces iré- dijo ella. Aioros sonrió y la besó en la mejilla.
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Mientras Felipe llevaba a cabo su procedimiento, Shura y Clara esperaban fuera.
¿Y...dónde está Zalika?- preguntó Shura. Clara rió.
Pues en el Santuario- dijo Clara- Saga se quedó con ella por esta noche, pues José y yo teníamos guardia de noche y no podíamos cuidarla... aunque debo confesar que tanto Saga como Zalika estuvieron encantados...-
¿Y cómo van las cosas con Saga?- dijo Shura.
Oye- dijo Clara con una sonrisa- la que debería estar interrogando soy yo...- miró fijamente a Shura- ¿quién es ella?-
Una amiga que conocí en el fútbol- dijo Shura- mañana... bueno, hoy más tarde- añadió al ver en el reloj que la media noche ya había pasado- jugará un partido muy importante para ella...uno al que no puede faltar-
Lo entiendo- dijo Clara.
¿Y qué hay con Saga?- insistió Shura. Clara se ruborizó un poco.
Aún no lo sé- dijo Clara.
Deberías saberlo- dijo Shura- Zalika necesita un papá...-
Esta vez, las mejillas de Clara se volvieron tan rojas como su cabello.
¿Qué cosas dices?- dijo Clara- ya tiene varios padres adoptivos, entre ellos José y Saga...-
Sabes a lo que me refiero- dijo Shura, mirándola fijamente. Clara se volvió hacia el lado contrario, no queriendo que el amigo de su novio la viera tan ruborizada.
No digas tonterías, Shura- dijo Clara. Luego bajó la mirada- espero que mi plan para sacar a tu 'amiga' de aquí funcione...-
Clara puso mucho énfasis en la palabra 'amiga', y Shura comenzó a preguntarse si no lo había dicho solo para vengarse por su comentario.
¿Cuál es tu plan?- preguntó el caballero de Capricornio.
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¡Marín!- exclamó Shaina, en un tono de preocupación muy inusual en ella.
Estábamos muy preocupadas por ti...- dijo Melody.
Así es- dijo Milekha- no vuelvas a asustarnos de esa manera-
¿Qué sucedió?- quiso saber Selene.
¿Le dieron su merecido a esos alemancitos buenos para nada?- preguntó Lily.
Tranquilas, chicas- dijo Marín- todo a su tiempo. Y ahora es tiempo de dormir...-
Las cinco murmuraron, decepcionadas, pero al fin y al cabo la amazona del águila tenía razón. Guardando sus preguntas para el día siguiente, se retiraron a dormir.
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Terminé- dijo Felipe, recorriendo la cortina. Tenía los brazos hasta los codos llenos de una extraña especie de pintura blanca.
¿Y ahora que...?- comenzó a preguntar Isis.
Tienes que quedarte tres días- dijo Felipe- como mínimo...-
Pero...-comenzó Isis, pero Shura le dio un leve codazo en su brazo sano y sacudió la cabeza. Isis se aclaró la garganta- oh, está bien...-
Así se habla- dijo Felipe, sin sospechar nada- Aurora, consíguele una cama arriba...-
Sí, doctor- dijo Aurora, mirando sospechosamente a Shura y salió.
Bueno, Clarita, fue un placer volverte a ver- dijo Felipe en tono de broma- y espero que no vuelvas a molestarme tan de madrugada...- y con estas palabras, Felipe también salió.
¿Y bien?- dijo Isis.
No te preocupes- dijo Shura- Clara tiene un plan...-
¿Y qué haré mientras tanto?- dijo Isis.
Mu fue a avisar a tu familia que estás bien- le dijo Shura- mientras, duerme, porque necesitarás tus energías para mañana en la tarde-
Si tú lo dices- dijo Isis, un tanto deprimida, pero no dijo nada y se dejó conducir hacia su habitación. Shura la miró alejarse, y dejó escapar un hondo suspiro. Cruzó los dedos para que el plan de Clara funcionara, y tomó uno de los elevadores.
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CONTINUARÁ...
¡Hola! Aquí yop adelantando capítulos. ¡Rápido, rápido! Jajaja, acabo de terminar de escribir el de Máscara Mortal, y ya quiero comenzar a publicarlo! Muajaja... estoy loca... bueno ejem... espero que les haya gustado este capi, y pues el que sigue es el último. Muy probablemente lo subiré el domingo (si es que me dejan usar la PC)
Saludos, y gracias por los reviews!
Abby L. / Nona
