KudoEdogawa presenta...
Sentimientos

Traducción por Daria

De Eri

Las campanillas colgadas en la puerta chocaron ruidosamente y sonaron mientras abría la puerta, y el dulce olor del café me dio la bienvenida junto a la calidez del restaurante. Tomé un asiento y me quité la bufanda; estaba congelada. Llamé a la camarera y le pedí una taza de capuchino--justamente lo que necesitaba en este frío día. Recuperé de mi bolso un bloc de notas; mi diario en el que empecé a escribir estos pensamientos.

No debería estar aquí, considerando que estoy debajo de su oficina, pero esperaba poder verle... quizá mirando fijamente por la ventana o algo. Después de todo, es nuestro aniversario, seguro que estará haciendo algo...o así lo espero.

Me quité el anillo del dedo y lo miré fijamente, ya eran veinte y algo años desde que fue colocado por primera vez en mi dedo, cómo deseé volver a aquel día.

"¡Volveré más tarde!" Gritó una voz familiar fuera del café. Miré por la ventana y estuve segura, era Conan, aguantando su monopatín y despidiéndose de alguien que estaba de pie en las escaleras de al lado de esta pared a la cual estoy mirando. Este adiós me recordó el aniversario del inspector Megure hace un par de días... Me había ido de él de nuevo.

Aún recuerdo cómo pasé de él, con una expresión dura pero mi corazón agradecido por ese minúsculo momento en el que estuvo al lado de mí. Recuerdo a Ran viniendo detrás de mí. "Mamá, ¡ve a hablar con papá!" Me dijo, con la cara llena de dolor y esperanza de una familia perfecta.

"Lo siento, Ran," dije, intentando aguantarme las lágrimas. "Siento no poder ofrecerte una vida mejor, pero él no me necesita, y yo tampoco." Me fui de la fiesta y volví a mi miserable y solitaria oficina. Lloré durante horas, estos últimos doce o más años han sido dolorosos, ¿no lo puede ver? ¿No lo puede decir? Necesito amor, necesito una familia, necesito una hija y un marido que me consuele cuando esté triste, necesito una hija para hablar cuando vaya a pasar la pubertad, necesito una hija para abrazarla y un marido con el que reírme cuando Ran se gradúe, necesito...

Las lágrimas mancharon el papel mientras escribía el resto de palabras.

Le necesito.

Volví a ponerme el anillo de compromiso y cerré el diario, pagué por mi bebida y me volví a poner la bufanda, cogí mi bolso y me fui, mirando dolorosamente a la ventana de arriba. Suspiré y me dirigí hacia el parque más cercano; el parque por el que siempre pasaría al ir a casa...casa, ¡qué solitaria suena la palabra ahora!

Epílogo

Eri caminó tristemente por los caminos del parque, sujetando sus documentos. Una ráfaga de viento hizo volar los documentos de sus manos. Ella emitió un grito de asombro y se puso a perseguirlos; habían caído delante de un hombre que se había agachado para cogerlos.

"Disculpe, ¿puede cogerlos por mí?"

El hombre se levantó y le devolvió los papeles, ella se fijó en el anillo de su dedo, le resultaba familiar. Ella le miró y sus ojos se encontraron, ojos de tristeza.

"Eri..."

"Kogoro..."

Ellos tomaron un asiento en el banco más cercano, ninguno de los dos hablaba, cada uno sujetaba un café caliente. Las luces de la calle que había sobre ellos se encendieron, señalando la llegada de la noche. Al final, Kogoro rompió el silencio.

"¿Puedes venir a casa ahora?" Dijo él. Eri le miró inesperadamente. "Te necesito de vuelta a mi lado."

Eri miró su café, y se tomó un trago. "No puedo negar que echo de menos a Ran..., y también me gustaría estar algún tiempo con Conan... Y no puedo negar que...," ella le miró de nuevo, y él a ella. "Que estoy preparada para ir a casa."

Ella vaciló. "Te he echado de menos."

Kogoro le ofreció su mano, "Vamos, ¿de acuerdo? Ran ya debe de haber vuelto de Kyoto, le encantará una sorpresa."

Eri tomó la mano y se levantaron para irse, "Vamos a casa. Nuestra casa."

Comenzó a caer nieve y la pareja reunida anduvo a trancos en las trayectorias alfombradas, disfrutando la presencia del otro.

Ran estaba mirando por la ventana de la oficina cuando sus padres llegaron. Ella sonrió. "¡Feliz aniversario, mamá! ¡Papá!" Ella gritó a sus padres que estaban subiendo las escaleras. Ran salió afuera para saludarlos, una lágrima de felicidad le cayó al ver a su madre, dada de la mano con su padre.

"Ran-chan," Eri le dijo de la calurosa forma que utilizaba para hablarle cuando era una niña. "Estoy en casa."

-Fin-

Notas de la traductora: He aquí un nuevo capítulo de este fanfic que estoy traduciendo. Gracias a los que habéis puesto reviews, animan para seguir con la traducción. La verdad es que el encuentro entre Eri y Kogoro me parece muy bonito , y vosotros qué pensáis? Bueno, hasta la próxima y seguid leyendo!