HOLA A TODOS!
CUIDADO, SPOILERS!
Antes que nada les comento que este fic es un AU (universo alterno) donde los ultimos 2 y tristes ovas no ocurrieron,
Personalmente creo que Watsuki dijo que le gustaban los finales felices y que Rurouni Kenshin terminaba bien, también escuché que dijo que Kaoru y nuestro rurouni tendrían varios hijos y vivirían felices.
Es por esto que en este fic, Kenshin nunca se fue a vagar otra vez y lleva a cabo su redención de distinta manera que en los dos últimos ovas (será explicado como en el fic).
Por último, quiero comentar que tengo pensada una saga en la que explico el porqué del cambio de decisión de Kenshin, es una historia larga que algún día escribiré, pero por ahora les dejo con esta, que espero que les guste
DEJEN COMENTARIOS!
Así me motivan a escribir más y mas!
El ideal continúa
Cap. 1.- Cachorros ferocesAño 22 de era Meiji, pero no mucho había cambiado en el Dojo Kamiya Kashin, desde los días en que los enemigos de Battousai aparecieran uno tras otro. Las chicharras cantaban, recordándole a todos el abrasador calor de ese verano.
Dentro del dojo, las clases de la mañana habían terminado temprano, hacia demasiado calor como para extenderlas. El maestro instructor ya se había retirado por el día, pero dos figuras seguían dentro del dojo, haciendo sparring entre ellos.
El más alto de los dos claramente tenía una ventaja sobre el otro, quien sabiendo esto, de todas formas contenía los golpes de su contendiente con lo mejor de sí.
"GOLPE... gané, otra vez" dijo el chico, que era un poco bajo para un muchacho de 10 años de edad. El muchacho bajó la guardia, sabiendo que había derrotado a su oponente, quien estaba hincada en el piso, una mano agarrando fuerte su shinai, y la otra sosteniendo su costado izquierdo, donde había recibido el golpe.
En un instante, la niña de no más de ocho años, se incorporó en un movimiento que sorprendió a su adversario, conectando con su abdomen.
"Nunca bajes la guardia! Eso es lo que dice mamá todo el tiempo, ne Kenji?" dijo la niña de pelo rojo brillante sacando la lengua a su hermano mayor.
"Ahora si que te la vas a llevar BUSU!" el chico de pelo rojo oscuro se lanzó sobre su hermana, gritos y pataleos hacían eco en el dojo mientras los hermanos rodaban por el piso tirándose de sus colas de caballo.
"BASTA!" una voz femenina pero a la vez comandante detuvo en un instante la pelea, ambos hermanos quedaron paralizados, Kenji tirándole del pelo a su hermana, y esta a su vez mordiéndole el brazo a su hermano.
"No se donde están mis hijos, porque estos que tengo delante son nada mas que un par de salvajes" Dijo la mujer. Ambos niños se incorporaron en un instante y suspiraron "gomens".
La mujer no quitó la mirada severa "Ya que tienen tanta energía para pelearse en el medio de este infernal calor, quiero que vayan al mercado y me traigan Tofu"
Ambos muchachos exhalaron sonidos de protesta, pero sabían que su madre era implacable y que una vez determinado el castigo, si decían algo sería peor.
Kaoru se sonrió a si misma cuando vio a sus hijos salir del dojo, sabía que a pesar de las constantes peleas ambos hermanos se querían muchísimo y que cuidaban el uno del otro.
Kaoru suspiró, era lindo tener un momento de descanso de los constantes gritos de sus hijos, pero sin Kenshin alrededor para compartirlo, no tenía gracia. Suspiró y continuó con la monótona tarea de lavar la ropa.
Los dos niños comenzaron los primeros tramos del trayecto en total silencio, luego de un rato Kenji suspiró y se volteo para mirar a su hermana mientras seguían caminando
"Fue bueno tu movimiento" dijo Kenji, la frase fue rápida, como si le doliera un poco admitirlo.
"Gracias Kenji" La niña de pelo rojo y hermosos ojos lilas se ruborizó un poco, sabía que su hermano la quería, pero era muy raro que el lo admitiera.
Continuaron caminando en silencio un rato más, al adentrarse a la zona con más gente Kenji se aproximó un poco más a su hermana, si ella se dio cuenta, no hizo comentarios al respecto.
Ambos llevaban sus shinais en la espalda, la zona de Tokio donde vivian no era peligrosa, pero viviendo bajo los ideales de "La espada que proteje" rara vez salían del dojo sin ellas. Nunca habían necesitado poner en práctica el concepto todavía, eran tiempos pacíficos, pero por alguna extraña razón su madre insistía que salieran con ellas.
Pronto, eso cambiaría. Comenzó con un grito, y luego, todo pasó muy rápido, un hombre emergió de una casa cambiaria a toda velocidad, detrás del, otro hombre pero de avanzada edad salió del edificio gritando que le habían robado.
Ambos hermanos se miraron un momento, y sin necesitar palabras prepararon sus posiciones, para interceptar al presunto maleante que venía corriendo hacia ellos como un pollo sin cabeza.
"ALTO AHÍ" dijo Keni con la voz mas atemorizante que le salió, a la vez que se posicionaba directamente frente al hombre impidiéndole el paso.
El tipejo paró, pero miró con una mueca de diversión a los dos niños con miradas amenazadoras.
"Y que tenemos aquí, he?" Dijo el malviviente haciendo otra mueca. El tipo era delgado y alto, llevaba un kimono largo, pero lo suficientemente amplio como para moverse, su cara era larga y sus ojos eran finos, con pupilas que parecían extraviadas.
"Himura Kenji del estilo Kamiya Kashin RYU" dijo que chico, asumiendo otra estancia mientras media a su oponente
"Himura Kiriko del mismo" dijo la niña, imitando a su hermano
"Ja ja ja ja" el hombre se dobló de la risa, y esa fue su perdición. En un instante sintió un dolor intenso en su hombro derecho, acompañado por otro igual en su rodilla izquierda.
No perdió el conocimiento, pero los impactos le dejaron en el piso, inmovilizado y estupefacto. Le había sucedido lo que el pensó que sucedió? NO IMPOSIBLE, el pobre hombre no podía caer en el hecho de que había sido patéticamente derrotado por dos pequeños niños.
Mientras tanto, alrededor se había formado un circulo con publico, todos aplaudiendo y felicitando a los niños, quienes estaban un poco ruborizados pero aun así no quitaban la mirada del ladrón. Entre el público, se escuchaba el rumor de que aquellos pelirrojos eran hijos de no mas y no menos que de Himura Kenshin, conocido en la zona por los miles de actos heroicos en el correr de los años.
El dueño del negocio asaltado agradeció a los niños, ofreciéndoles una recompensa, que ellos amablemente rechazaron, explicando las básicas del Kamiya Kashiin con orgullo. La policía llegó y se llevó al malviviente. El público se dispersó.
Kenji y Kiriko decidieron no darle mas importancia al incidente y continuaron su camino a la tienda donde comprarían tofu, sin darse cuenta que estaban siendo seguidos.
La tarde llegó, y Kaoru estaba cada minuto mas preocupada, sus hijos deberían haber llegado hace horas! Al principio estaba enojada, pensando que los chicos se habían distraído jugando en el río. Pero sabia que sus hijos eran responsables y que tantas horas de retraso no podían significar nada bueno.
Caminaba de un lado a otro de la puerta, y el tiempo seguía pasando, en un rato, el sol se ocultaría.
"Tadaima!" se escuchó una voz masculina, pero al mismo tiempo suave.
"KENSHIN" en un instante Kaoru se lanzó a sus brazos al ver a su marido pasar por la puerta. Lo abrazó fuerte y escondió su cabeza en su pecho.
"ORO!...Me extrañaste?" dijo Kenshin con una sonrisa, que se desvaneció al instante cuando percibió que su esposa estaba llorando "KAORU? Que pasó?" alarmado, el pelirrojo apartó unos centímetros a la mujer de sus brazos y miró en sus ojos que estaban llenos de lágrimas.
"Kenji y Kiriko... salieron al mediodia por tofu y no han regresado!" dijo la mujer hundiéndose nuevamente en los brazos de su esposo y rompiendo en un feroz llanto,
Decir horror, es subestimar la gama de emociones que pasaron por los ojos de Kenshin en el momento que escuchó esas palabras. Intentó calmarse, intentó convencerse que su peor pesadilla no se había hecho realidad. Tratando de ser fuerte, al menos por el bien de Kaoru, la miró a los ojos y dijo
"Estoy seguro que están bien Kaoru, algo les debe haber demorado. Son chicos fuertes, estarán bien" Apretó unos momentos más a Kaoru, y luego poniendo una mirada fría en su rostro dijo
"Iré al mercado a preguntar por ellos" antes de que Kaoru pudiera decir algo agregó "Tu los esperas aquí, por si regresan" Kaoru iba a protestar pero una mirada de Kenshin le detuvo, se conocían demasiado.
"Cuídate" suspiró Kaoru al ver a su esposo desaparecer por la puerta.
Kenshin ni siquiera necesitó llegar al mercado, a menos de cuatrocientos metros de su casa, encontró algo que le paralizó el corazón. Allí, en el costado del camino rodeado de árboles sakura, estaba el balde de tofu, caído hacia un costado, su contenido derramado sobre el pasto. Pero lo que le paralizó el corazón no fue eso.
Podía reconocer el shinai de Kiriko en cualquier lado, ya que la niña lo cargaba consigo todo el tiempo, como lo hiciera Yahiko años atrás. Kenshin se arrojó al piso y tomó los dos pedazos de la estropeada arma en sus manos. Sin duda, el shinai estaba partido a causa de un golpe de espada.
Bilis subió por su garganta, y la necesidad de vomitar le dobló el estómago.
Miró alrededor por mas evidencia, sangre, algo, pero no vio nada.
De pronto, imágenes que no veía desde hacía muchos años comenzaron a aparecer en su mente, hombres sin un rostro definido, con cuerpos sangrantes, algunos con el uniforme de los shinsen-gumi reían.
"JAJAJA, hemos tomado lo mas importante para ti Battousai!"
"Un Hitokiri no tiene permitido ser feliz!"
"NO! TOMENME A MI! SOY YO QUIEN DEBE SUFRIR!" gritó Kenshin desesperadamente
las voces no paraban de atormentarle, Kenshin se tomó la cabeza y de sus labios salían sonidos de sufrimiento.
A las voces se sumaron imágenes de Udo-Jinei, Shishio, Enishi, todos reían y se burlaban de su desgracia, de su falsa felicidad, de lo ingenuo que había sido.
De pronto Kenshin sintió que le sacudían y recobró la vista, las alucinaciones se desvanecieron, al menos momentáneamente,
"-SHIN! KENSHIN!" el rostro preocupado de Yahiko apareció frente a el.
"Yahiko..." Kenshin bajó la mirada, y dirigió su vista al estropeado Shinai de su hija.
"Kenshin, Kaoru me dijo lo que sucedió y vine a buscarte" Yahiko había encontrado a Kenshin en el suelo, revolviéndose y tomándose la cabeza, era obvio que el pelirrojo estaba teniendo algún tipo de alucinación. Pero Yahiko decidió no comentar sobre eso. Notó el shinai roto de Kiriko, obviamente a causa de una espada nada menos, y el balde de tofu caído.
Alguien les había secuestrado, y probablemente Kenshin estuviera reviviendo pesadillas como la época del Jinchuu. Tomó al pelirrojo por los hombros e hizo contacto visual con el "Kenshin estan vivos! Los vamos a rescatar, y quien quiera que haya sido, se va a arrepentir"
Kenshin solo pudo asentir con la cabeza. Pero en su mente, la culpa de que sus seres amados sufrieran a causa de él, a causa de battousai le oprimía el pecho.
Yahiko se incorporó y Kenshin le siguió, no sin antes recoger las piezas del shinai y asegurarlas en la cinta de su hakama, del lado opuesto de su sakabatou.
"Kenshin, vamos al mercado a ver que podemos averiguar"
Sin decir más ambos corrieron en esa dirección.
Cuando llegaron, preguntaron en un par de comercios que confirmaron que habían visto a los dos pelirrojos, pero sin más información.
De pronto, entre la multitud de gente que iba y venía se escuchó una voz
"Himura-san! Himura-san!"
Yahiko y Kenshin se dieron vuelta y vieron a un joven policía dirigirse a ellos.
"Hioga-san" reconoció Kenshin al hombre alto vestido de azul.
"Himura-san, debo felicitarle!" dijo el policía inclinándose de modo respetuoso.
"Nani?" dijo el pelirrojo.
"Ahh! Que modestia, no lo sabe aún! Sus jóvenes hijos detuvieron a un ladrón hoy al medio día! Mi compañero en la estación me habló de dos pequeños niños pelirrojos que detuvieron a un hombre cuando acababa de robar la casa de cambio!"
Yahiko y Kenshin no salían de su asombro, esa no era la información que esperaban.
"Y ese hombre estaba armado?" preguntó Yahiko
"Tenía una daga, pero parece que no llegó a usarla, lo derribaron antes que pudiera hacer un movimiento! Digno de los hijos de Himura, ne?" dijo alegremente el policía.
"Hioga-san, mis hijos no han retornado a casa desde hoy al medio día. Encontré la espada de bambú de Kenji rota, pero ninguna otra evidencia" dijo Kenshin de manera calmada, aunque dentro de él un sin fin de emociones estuvieran pasando.
"Ohh, eso es terrible Himura-san! Ahora que lo recuerdo, el reo que sus hijos detuvieron gritaba y gritaba desde su celda, que iba a tomar venganza y que sus compañeros lo iban a sacar"
"Necesito hablar con ese hombre" El tono de Kenshin no daba lugar a debate.
"Ciertamente Himura-san" dijo el policía.
"Yahiko, quiero que vayas y le digas a Kaoru que voy a la estación... pero no le digas nada del shinai de Kiriko, quiero que ambos se queden allí... y Yahiko"
"Si Kenshin?"
"Cuida de Kaoru"
Como sabía que era inútil protestar, Yahiko asintió con la cabeza y salió corriendo hacia el dojo.
Media hora más tarde Kenshin era dejado pasar a la celda de Hasana Urume, un ladrón de tan poca monta que ni sobre nombre tenía.
Al ver al hombre, Kenshin no pudo dejar de notar la marca púrpura que se veía debajo de lo poco que exponía de hombro su kimono marrón. Su rodilla no estaba en mejores condiciones. Kenshin se sonrió para si mismo, sus hijos estaban bien entrenados...
Urume levantó la mirada, y vio una versión grande de los demonios que le habían golpeado mas temprano, una espada llevada con confidencia a su lado.
Tragó saliva, una gota de sudor recorrió su rostro.
"Mis hijos no regresaron a casa, y tengo la sospecha que tu sabes algo" dijo Kenshin friamente.
"ESOS DEMONIOS SE PUEDEN IR AL INFIERNO!" en el instante que las palabras salieron de su boca Urume se arrepintió. La empuñadura de una katana le quedaría marcada en su cuello durante varias semanas como recordatorio de su estupidez.
"Preguntaré una vez mas, y espero que sea una respuesta que me complazca. Sabes porqué mis hijos no regresaron a casa como se suponía?" La voz del pelirrojo le daba escalofríos a Urume, soñaría con esa voz y esa mirada por varios días a seguir.
"era... una... prueba..." dijo con dificultad el dolorido hombre mientras se masajeaba el cuello, intentando disipar el dolor "... no...soy...miembro...de la b..anda... era mi prueba... de admisión..." tomó una larga bocanada de aire "...algunos mi..embros... de la banda ... me estaban... si..guiendo... supervisando... la p..rueba"
"Donde operan? Donde esta la base?" La voz seguía fría, pero un poco más urgente, a la espera de información útil.
Urume tomo un par de bocanadas de aire más y continuó "no...se...est..an... reclutando... ni... siquiera... se el nombre"
La expresión severa de Kenshin le hizo temblar
"ESTOY DICIENDO LA VERDAD!"
Kenshin, se dio vuelta y se dirigió a la salida, ante de pasar por la puerta de la celda dijo "Deberías abandonar este estilo de vida, si deberías" , Urume asintió y rezó que esa fuera la última vez que se topara con cualquier individuo de cabellera roja.
Luego de hablar con el comandante de la estación y poner al tanto a la policía de la búsqueda de sus hijos, Kenshin decidió retornar al dojo.
En la puerta le esperaban Kaoru y Yahiko, quien sostenía una linterna.
Kenshin explicó que la policía estaba al tanto y que Urume no había dado muchos datos. Mas que nunca Kenshin deseaba que Sanosuke estuviera en la vuelta, el ex gangster siempre tenía contactos y se enteraba de los movimientos del bajo mundo.
"Mañana a primera hora iré a ver a Tsunan" dijo Kenshin. Kaoru simplemente asintió, una tasa de te que ya estaba frío en sus manos.
Yahiko había insistido en salir a ver si podía averiguar algo, obligando a Kenshin a quedarse a cuidar de Kaoru, si realmente alguien estaba tras Battousai nuevamente no se conformarían solo con tomar a sus hijos.
"Kenshin... este incidente... no es tu culpa" dijo Kaoru. Luego de casi 12 años de matrimonio Kaoru sabía muy bien como su esposo pensaba, y la tendencia que este tenía a asumir la culpa de todas las situaciones.
"Ah... " dijo Kenshin, "Voy... voy a chequear la puerta Kaoru"
Kenshin se levantó y salió a dar una vuelta por el perímetro del Dojo. La siguiente madrugada lo encontró en el techo, durmiendo ligeramente con su sakabato apoyada en su hombro y su cabeza incluinada.
Kaoru se durmió en el cuarto de Kiriko luego de llorar por varias horas, abrazada de una muñeca de la niña,
Kenji sacudió la cabeza, sus sentidos estaban volviendo lentamente. Cuando al fin la sensación de mareo se desvaneció y logró incorporar la cabeza, se horrorizó al ver la figura de su hermana inconsciente junto a él.
"Kiriko-chan! Kiriko-chan!" Kenji sacudió a su hermana que abrió lentamente los ojos
"Kenji-nii" suspiró esta. Su hermano la rodeó protectivamente con sus brazos mientras con la mirada chequeaba sus alrededores. El piso era de madera y a su alrededor había grandes cajas del mismo material. Un rayo tenue de luz entraba por una rendija alta.
La puerta, también de madera, estaba cerrada.
En un momento, Kenji recordó la situación que les había traído a este horrible lugar.
FlashBack
Estaban
volviendo a casa con el Tofu, conversando animadamente de los hechos
que habían sucedido hacía no mas de una hora. Cuando
Kenji detectó movimiento en el rabillo del ojo.
"Kiriko, en guardia, ahora!" dijo Kenji soltando el balde de tofu y sacando su Shinai. Su hermana le siguió.
Fueron rodeados por al menos diez hombres, todos ellos con pinta de rufianes. Kiriko presionó su espalda sobre su hermano. Para tener 8 años, era una niña muy valiente, pero no podía evitar sentir temor al ser rodeada por hombres que eran 3 veces más grandes que ella. Algunos de ellos armados con varas de madera, otros con largas dagas.
"Exijo saber por que nos siguen!" dijo Kenji con el tono más firme que pudo manejar.
Uno de los hombres, con ojos pequeños y ropa un poco más decente que sus compañeros se aproximó un paso, Kenji no le quitaba la mirada, mientras su hermana se ocupaba de mirar cada movimiento que hacia la manada de hombres que les rodeaba.
"A decir verdad muchacho, nos impresionó que dos chicos tuvieran tanta habilidad a tan temprana edad" dijo calmamente el hombre.
"Y eso que tiene que ver con nada!" respondió Kenji.
"Que espíritu! Guarda un poco de eso para más adelante muchacho, lo necesitarás! Mis motivos no te conciernen por ahora. Pero si has de saber que he desarrollado un gran interés por ti" el hombre pausó y miró a Kiriko "y también por tu hermosa hermanita"
La mirada de Kenji se enfureció y apretó los dientes, su rostro feroz.
"Déjala fuera de esto, rufián!"
"Tranquilo, tranquilo, ya te dije, salva esa energía, muchachos, APRÉSENLOS!" Ante el comando, la turba de hombres se lanzó a los chicos.
Sin abandonar a su hermana, Kenji noqueó al primero que se le acercó con la punta de su shinai, golpeándolo en el estómago y efectivamente quitándole el aire.
Luego, con un rápido cambio de dirección, dispuso de manera similar al segundo.
Kiriko tampoco se manejaba tan mal, debido a su pequeño tamaño y su conciente debilidad a la hora de dar un golpe, la niña sabía que sus impactos tenían que conectar en puntos donde ella supiera que infringía un gran daño.
"KAMISHA KASHYN técnica secreta, GOLPE PROHIBIDO!" gritó cuando su shinai conectaba con las partes sensibles del pobre rufián que intentó acercársele.
Kenji le miró en el rabillo del ojo, estaba un poco preocupado, pero se sonrió al ver como su hermana se dispuso del hombre.
Sin quitar la vista de su actual contendiente dijo "Pensé que sabía todas las técnicas! Pero esa es nueva para mí!"
Kiriko se sonrió, sin bajar la mirada mientras estudiaba a un hombre gordo y torpe que intentó lanzarse sobre ella, y al tiempo que le esquivaba con gran velocidad dijo "Yahiko-nii me la enseño!"
Posicionándose detrás del gordo, Kiriko lanzó un golpe en diagonal dirigido a la parte de atrás de las rodillas, no le hizo daño al oponente, pero este calló hacia delante con gran fuerza. Dándole tiempo a ella para mirar al próximo rival.
Mientras, Kenji conectaba un golpe en la mano de uno de los hombres que tenía una daga. Esta voló, y el hombre se tomó la mano adolorida, una mirada de odio en su rostro.
En total, entre los dos chicos habían dispuesto de 5 hombres. El líder, no queriendo ser totalmente humillado dijo "Suficiente!"
Todo el mundo paró, pero Kenji y Kiriko no bajaron la guardia.
"Impresionante" dijo que hombre, el mismo tenía una vara en la mano, pero con horror, Kenji vio como este la separaba en 2, revelando una mortal y fina hoja de metal.
"Que dices muchacho, un uno a uno, si me ganas, te dejo ir a ti y a tu hermana" La mirada casi extraviada del hombre le decía a Kenji que las probabilidades que eso pasara eran nulas. Sabía que la única forma de escapar de allí era noqueando a cada uno de sus adversarios. Pero tomó la chance, no quería arriesgar la seguridad de Kiriko.
"Ok, pero júralo por tu honor" dijo firmemente.
"Che. Muy bien muchacho, lo juro"
Durante unos segundos los adversarios se miraron. Siendo la naturaleza de Kashyn RYU la de defender y no atacar, Kenji mantuvo su estancia esperando por el ataque. Su enemigo no tardó en cumplir.
En un momentó, el shinai hizo un fuerte impacto en el hombro de su adversario. El hombre ni siquiera llegó a ver el salto que Kenji había dado en el aire.
"URRAY KENJI!" dijo Kiriko, shinai todavía mantenido en guardia, pero aun así, orgullosa de su hermano mayor.
El hombre se incorporó, mas rabioso que nunca, y se lanzó en rabia hacia Kenji.
Rabia, como es sabido en casi todas las artes marciales, nunca es un buen elemento para dirigir un ataque. Tomando ventaja de esto, el hombre fue nuevamente derribado. Una mano apretando su costado. La punta del shinai apuntada a su frente como si fuera una katana.
"Mantén tu promesa" dijo Kenji firmemente.
El líder asintió con la vista.
"Ven Kiriko-chan" dijo Kenji sin quitar la mirada.
Ambos hermanos comenzaron a caminar, uno al lado del otro, Kenji miró a los hombres que se estaban haciendo a un lado para dejarles pasar.
Tal vez fue un segundo, pero bastó para que el líder saltara sobre Kenji al grito de "NINGUN MOCOSO ME GANARÁ!". Su espada con trayectoria segura a la espalda de Kenji.
Trayectoria interrumpida por el shinai de Kiriko, que se quebró al instante. Los ojos de la niña se agrandaron en horror.
Mas horrorizado aun, estaba el líder, que se sintió humillado al ser detenido por una pequeñita. Confirmando su naturaleza vil y cobarde golpeó a la niña con el reverso de su mano. Ella cayó, inconsciente.
"KIRIKO!" si las miradas pudieran matar, entonces el líder ya estaría muerto, ya que Kenji le miraba con una ferocidad que el hombre juraría que sus ojos se habían tornado dorados. Antes de que el chico se pudiera mover, el cobarde hombre apuntó su espada a la niña inconsciente y dijo "Si valoras la vida de tu hermana te quedarás bien quietecito".
Bajando
la mirada y su shinai, Kenji asintió.
Fue lo último
que recordaba antes de sentir un dolor agudo en su nuca.
FIN DEL FLASHBACK
"Kenji-nii, donde estamos?"
"No lo sé todavía, ven Kiriko, ayúdame a ver si entre los dos podemos mirar por la ventana"
Momentos después los hermanos hacían un acto de circo, parados sobre un par de cajas, Kiriko sentada en los hombros de su hermano, apenas pudo mirar por la rendija, pero lo que vio la dejó perpleja.
"KENJI, es el mar! Veo mar!" dijo.
"Maldita sea, estamos en un barco!" dijo Kenji mientras bajaba a su hermana.
"Pero no nos estamos moviendo" dijo su hermana menor.
"Ah" dijo Kenji, absorto en pensamiento.
"Kenji, porqué estamos prisioneros, no lo entiendo?"
"No lo sé Kiriko, pero sea lo que sea, no es bueno".
A la primera luz del alba Kenshin salió del Dojo, no sin antes asegurarse de que Kaoru estuviera acompañada por Yahiko que había vuelto ojeroso y cansado, sin encontrar ninguna pista.
Antes
de irse, decidió chequear a su esposa. A Kenshin se le rompió
el corazón cuando la descubrió en el dormitorio de su
hija, una muñeca de Kiriko y un gi de Kenji apretados entre
sus brazos. En su rostro lágrimas secas.
Kenshin no quiso
despertarle, la besó en la frente y le susurró "No te
preocupes, los voy a traer sanos y salvos". su redención
Continuará.----
Bien, espero que les haya gustado. Espero poder actualizar al menos una vez a la semana.
También quisiera agradecer a quienes le hicieron review a mi primer fic (La primera palabra de Kenji) MUCHAS GRACIAS!
No se olviden!
Apreten este botoncito que esta aca abajo!
Nos vemos!
Mics
