Take my heart and take my soul
I don't need them anymore...
Capítulo 2: Sorpresa a medianoche
-En fin- dijo Kai mientras recorrían el primer piso-. Hay un estudio, una biblioteca, tengo un salón de juegos, una galería que sólo tiene retratos de Voltaire, un pequeño gimnasio con regaderas, y en este pasillo están las habitaciones- parecía que Kai se había aprendido de memoria todo eso-. Le pedí a Iósiv que preparara un cuarto para ti, ya es casi medianoche. Escoge el que quieras.
-¿Quién es Iósiv?- preguntó Takao.
-El mayordomo. Es una persona muy agradable.
Kai y Takao recorrieron todo el pasillo hasta llegar a una habitación de dos puertas.
-Mi cuarto- dijo Kai mientras abría una de las puertas.
Una enorme habitación apareció ante sus ojos. Takao entró, como confirmando que era real. Había una cama grande (Takao calculó que era king-size), baño amplio, una mesa con varios papeles encima, una ventana del techo al piso, cortinas gruesas y elegantes y un pequeño frigorífico en un rincón.
-Vaya... yo podría vivir sin salir de este cuarto.
-Puede que lo hagas- dijo Kai mientras cerraba la puerta.
-¿Qué quieres decir?
-No sé...- dijo Kai con algo de sarcasmo-. Puedo cerrar la puerta, correr las cortinas, apagar la luz y ver qué pasa, ¿no?
-Vamos, Kai, acabo de llegar.
-¿Nervioso?
-Tú dime.
Kai se acercó a Takao y puso sus manos alrededor de su cintura.
-¿Te gusta mi casa?- preguntó mientras le besaba el cuello.
-Es...- pero Takao no pudo terminar su respuesta. Inconscientemente cerró los ojos y puso sus manos en los hombros de Kai. Comenzó a recorrer lentamente sus brazos. Eran perfectos. De pronto Kai tomó a Takao por el cuello y empezó a besarlo suavemente.
El chico moreno puso sus manos en la cintura de Kai, lo que hizo que éste se acercara instintivamente más a Takao. Eso le dio una idea al ruso.
-Duerme aquí conmigo- pidió Kai.
-¿Y la habitación que pediste que arreglaran?- preguntó Takao mientras sentía una nueva serie de besos en su cuello, esta vez del lado derecho-. Vamos a hacer trabajar a Iósiv para nada. Y creo que Tala va a estar preguntando por ti.
-No te preocupes, él ya sabe que soy muy espontáneo en estas cosas.
Hubo un breve silencio en el que Takao asimilaba la última frase.
-¿Qué?
Takao se separó de Kai.
-¿A qué te refieres con que "él ya sabe que soy muy espontáneo en estas cosas"?
-Es que... bueno... yo no quise decir eso...
-¿Ah, no? ¿Entonces Tala sabe cómo eres por haber visto documentales o qué?
-Yo...
-Ya te has acostado con él, ¿verdad?
Kai se quedó en silencio.
-Perfecto- dijo Takao enojado-. Pero se supone que es nada más del negocio, ¿no?
-Lo es, pero...
-¡Y además vive en la misma casa!
-¡No puedo cambiarlo, maldición!- gritó Kai-. Si está aquí, es porque un estúpido contrato firmado hace años dice que necesita quedarse para estar más al pendiente de los negocios, o algo así. Además él sabe que no tiene para qué acercarse a mí.
-¿Más de lo que ya lo ha hecho?- preguntó Takao sarcásticamente.
Kai pasó una mano por su cabello.
-Mira, no quiero discutir, y menos por alguien como Tala. Acabas de llegar, yo quería que te sintieras contento en tu primer día aquí, pero veo que no se puede. Iósiv llevará tus maletas por si quieres irte a otro cuarto.
Más que una sugerencia, era como una orden.
-Bien, Kai. Me voy. Hasta mañana.
Cuando Takao salió, Kai se sentó en su cama y pasó ambas manos por su cabello. Se supone que Takao no tenía que enterarse. ¿Por qué tenía que haberlo dicho? Entonces, cuando pensaba que las cosas no podían estar peor, alguien llamó a la puerta. Kai se levantó a abrir, esperando que fuera Takao. Pero no.
-Lamento molestarlo, Kai-sama, necesito que vaya a la oficina principal a firmar un documento urgente.
Tala se dirigió a la planta baja de la mansión seguido por Kai, quien tenía la mirada en el piso.
Fue por eso que el bicolor no alcanzó a notar una sonrisa maliciosa en el rostro de Tala. Y es que su propósito no era precisamente llevar a Kai a la oficina principal...
