ADVERTENCIA: éste capítulo NO me gustó, pero después decidí ponerlo. Este capítulo quizás les resulte insulso y falto de gracia, pero quiero que lean cuál fue mi primer intento de libro tal cual fue escrito. Si este capítulo les parece fuera de lugar, de relleno o sin sentido, comprenderé.
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7: Una misteriosa invitación
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El lunes Kai no fue a la escuela. Tampoco el martes o el miércoles. El jueves llegó, pero se lo notaba mucho más exhausto que antes. Sus ojos se veían opacos, y pese a que en las horas de clase seguía siendo el mejor, eso no disminuía la lastimera visión que daba.
Richard había sido transferido a otra aula, lejos de la anterior. Se había mandado muchas últimamente, y habían sido flexibles con él, pero se había pasado. Ya le habían dado el aviso: una falta más y será expulsado.
Akari estaba preocupada por Kai. Su cansancio iba en aumento día tras día. Ya era noviembre y la nieve caía copiosamente sobre Japón. Muchos esperaban diciembre con ansia, ya que tendrían vacaciones de una semana sin tener que tocar los libros. Jugarían con la nieve y comerían las comidas típicas de sus países de origen sin culpa.
A fines de mes, el 28 de noviembre, Kai casi no podía mantenerse en pie. Seguía rindiendo, pero con gran esfuerzo. Las exigencias escolares no eran tantas como para dejarlo en ése estado.
Cuando más se preguntaba Akari qué le pasaba, él menos la miraba.
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Entonces sucedió algo extraño; ella recibió una invitación del Cristal Aqua, un club famoso por su elitismo. Muy pocos de los compañeros de Akari lo habían visto por dentro. Decían que era maravilloso, pero la mayoría de los socios eran demasiado orgullosos.
La invitación era para el 30 de noviembre. Akari estaba emocionada e intrigada a la vez. La tarjeta decía que en el hall de entrada lo esperaría su pareja. Los padres de Akari dudaron un poco, pero cuando vieron que era el Cristal Aqua, se disiparon todas sus dudas. Ése era un club extremadamente famoso y muy respetable. La gente que concurría allí era un poco egocéntrica, pero respetable.
Akari pensaba quién podría ser su acompañante. Richard era muy impulsivo, estaba muy enojado por Kai. Kai no podría mantenerse en pie cinco minutos seguidos. Rei no era el tipo de persona que iba allí. Y así siguieron desfilando por su cabeza todas las probabilidades, desechada una tras otra.
Así pasaron los dos días restantes, entre dudas y preparativos. Akari se pondría un vestido de invierno rojo escarlata, largo hasta los pies y ceñido al cuerpo, con cuello y puños de piel gris. Llevaría una cadena de cristal alrededor de la cintura, con una punta colgando, al final de la cual había una mariposa, también de cristal. Las sandalias serían rojas, las medias blancas y llevaría una pulsera de plata en una mano. Se peinaría con dos trenzas que se unirían atrás de la cabeza, formando una especia de media cola. (1)
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Cundo llegó el día, Akari se empecinó en ponerse bonita, pese a que algo le preocupaba. Siempre había querido ver a ése club por dentro, y pensó que cuando llegara la hora sentiría algo, pero no experimentaba la alegría que pensaba. ¿Sería por su pareja misteriosa? Sí, debía ser eso. Pero tenía una extraña sensación...
-Akari, hija, vas a llegar tarde- le avisó su madre, Kumiko.
-Sí, mamá, ya me voy- le respondió ella. Miró el reloj: eran las ocho y media, y la invitación era a las nueve. Tardarían media hora en llegar, así que terminó de maquillarse, tomó el abrigo de piel que le prestara su madre, y salió de su habitación.
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El club Cristal Aqua estaba en las afueras de la ciudad. Estaba ubicada en el campo privado de un particular, con buen gusto, según decían. Cuando Akari llegó, se maravilló; era realmente enorme. Mucho más que la escuela. Parecía una enorme mansión iluminada en un baile de navidad. Pero no era nada en comparación al campo que tenía por jardín. Un cuarto era un jardín con plantas de todo el mundo y todas las estaciones –ahora cubierto por un invernadero- y el resto era un campo de hípica, polo, tenis y esgrima, amén de una especie de bosque artificial de un kilómetro de lado, mínimo.
Un mayordomo abrió la puerta de la Ferrari de Akira, el padre de Akari. La tomó de la mano y la llevó hasta la enorme puerta. En el hall de entrada estaba su acompañante misterioso, y Akari se llevó una gran sorpresa:
¡Era Esteban, su amigo de la infancia durante toda la primaria! Se había escrito tantas cartas y mails que ya casi había perdido la cuenta desde que él había regresado a su Irlanda natal. Estaban juntos desde primer grado, pero los padres de Esteban decidieron que terminara sus estudios en las secundarias de Irlanda. Eran muy buenos amigos a pesar de la distancia. Esteban era alto y de piel blanca, pelo rubio corto al estilo Di Caprio, ojos marrones y la cara un poco redonda.
-Es todo un honor volverla a ver, señorita Kikoku- dijo él, haciendo una inclinación.
Akari sonrió y le hizo otra inclinación, tras lo cual rieron ambos. Esteban tomó a su amiga del brazo y la llevó hasta la sala principal. Estaba lleno de gente de todo el mundo, y algunos hablaban en idiomas que Akari no conocía.
Pero había alguien que no participaba de la reunión; alguien que prefería estar detrás del cortinado, en las sombras, espiando a la parejita. Los observaba hablar, divertirse con otras personas de su edad, los observaba bailar... Pero sobre todo a Akari. Ésa chica era la que le interesaba, y su interés se acrecentó cuando decidieron irse afuera a hablar.
La sombra los siguió, sentándose en un banco cercano al del Akari y Esteban. Un seto los separaba, pero se podía escuchar perfectamente lo que hablaban.
En un principio hablaron sobre su vida en general, y entre todo eso, Esteban preguntó de pronto:
-Akari ¿ya tienes novio o no sabes cuál elegir? ¿Hay alguien que te guste?-
Akari se ruborizó. No esperaba ésa pregunta. Luego respondió.
-Es que... no estoy muy segura, pero hay un chico de pelo azul. Es muy serio, su historia es muy triste, pero es todo un genio. No sé qué hace en la escuela, pero es alguien muy agradable aunque un poco frío. No sé, es como si no debiera tener sentimientos o algo por el estilo... –
-¿Te gusta?-
-Es un buen chico, y es muy amable, pero tiene algo... no sé, algo especial, es como si no fuera... – pero Esteban la interrumpió.
-¿Humano?- Akari se sorprendió- Tú sabes perfectamente que tú y yo no lo somos, pero, aún así, nos llevamos bien. Si él no es humano, no importa. Te doy mi autorización para que seas su novia-
-¿Tú me das tu autoriz...?- y luego se lanzó hacia Esteban- ¡Tramposo! ¡Dijimos que era sólo una broma! ¡Sólo jugábamos a ser novios!-
-¿Él es uno de nosotros?- preguntó Esteban, esquivándola.
-No, no... exactamente, eso es lo raro de él- Akari se veía un tanto deprimida- Él está mas cerca de la oscuridad que de la luz, y él mismo me lo dijo, pero es como si no correspondiera, como si lo hubieran metido a la fuerza en ése bando... –
-Entonces, ya sabes lo que debes hacer-
-Con tu autorización o sin ella, lo ayudaré. He intentado penetrar su coraza, y he descubierto algo... – y puso a Esteban al tanto de los recuerdos y conversaciones de Kai.
-Pero prométeme que no dirás nada de esto a nadie- le dijo Akari cuando terminó.
-Prometido, no lo diré- contestó Esteban, bastante sorprendido- Pero no se me ocurre de qué raza pueda ser... –
-Creo que no lo sabrás, su energía es diferente a todas a las que estamos acostumbrados. Tal vez se trate de una nueva raza, algo nuevo, pero su actitud no es maligna, sino más bien algo oscuro forzadamente, y eso le está quitando energía... -
La sombra se apartó del seto. Ya sabía lo que quería saber. Ésa chica era realmente algo especial y apropiado para sus planes, y todo iba aún mejor de lo que planeaba...
Borcloff Balkov (2) salió de las sombras y se dirigió hasta otro seto, donde desapareció.
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(1) No tenía mucha imaginación para vestirla, y salió así.
(2) ESTE FUE EL GRAN ERROR!!!! Shigeru Igarashi era el nombre original, pero aquí hubo un error. Sepan disculpar.
M. G.: Relea cuanto quiera, muchacha. Eso de cambiar el tiempo... Es que fue el primer libro que escrib�, sabràs entender, fue hace casi cuatro años. En Japòn se va a la escuela los sàbads tambièn, así es. De hehco, Ebangleion fue una d elas inspiraciones para hacer esto. Dark Angel -cuando lo pasaban- era una de mis series favoritas- Alguien petizo es alguien de baja estatura, pero no precisamente enano. Robot es algo totalmente metàlico, sin nada "vivo". Androide es algo màs humano, y Cyborg es un humano "robotizado" De hecho, de aqu� saliò la idea de Web. En mi mundo todo se puede. Kane està con quien tiene mas fama, no me salio màs buenito. Si no soportàs el calor, entonces esto te va a matar: llegamos a los 45 grados y después casi a los cincuenta -si, 50 grados- Hasta el momento sos la que màs ha acertado, pero sigue leyendo...
Chibi-Kaisie: Pregunte cuanto quiera, señorita, su pregunta no molesta.
Ayani: Si, fue de relleno. No me enojo: solo lo aclaro.
Tsugume-Tari: si, asta el final, o casi, porque en el anteúltimo capítulo se revela quién y qué es Kai en realidad. No sabes cuánto me alegra saber que aporté una brisa fresca a este género. Chus!
Damika hiwatari: Este fue el primer intento de libro que hice, pero no el mejor (el segundo, dobde hablaba sobre las banshees fue mi gran éxito)
Este capítulo fue el más decepcionante que escribí. No me gusta y sigue sin gustarme, porque no aporta casi nada y ocupa espacio.
Nos leemos
Nakokun
