2: El primo de Richard

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Las clases empezaron un día caluroso de septiembre, y la escuela estuvo muy bulliciosa todo el día. Primero en el acto y luego en las clases, fue rara a vez en que hubo un silencio completo. En el almuerzo los estudiantes se juntaron en grandes grupos y hablaron sobre los kilos que habían subido o bajado, el último partido de béisbol, la última película de Spilberg y de cuántos chicos lindos nuevos habían llegado.

Las clases volvieron a la normalidad luego de la primera semana. Salima estaba muy emocionada y muy contenta por el viaje de su hermana; había traído fotos del planeta y del espacio, y se las había regalado a Salima. Se las mostró a Akari y a Kai y los tres coincidieron que eran muy buenas. Salima sacó copias, las agrandó, y las pegó en su pieza.

Pero había algo que preocupaba a Kai y a Akari. La sombra sin dueño. Los científicos no habían descubierto nada al respecto, y luego de la investigación repararon la nave, pero ni rastro de la sombra. Kai había ayudado en la investigación, colocando daos valiosos que a los expertos se les escapaban, pero estaba preocupado por la sombra.

Estaba asustado. Había visto a cinco seres muy extraños desde su nave enfundados en telas extrañas de colores. Y las cosas que tenían en los pies... Era muy raro, y luego de descender se escondió, porque la nave extraña estaba aterrizando. Pero él ya no estaba. Ahora era un charco de agua amarilla.

Lo cinco seres extraños descendieron de la nave de metal blanco y observaron a su alrededor. Ya no usaban las telas ridículas, sino trajes de color plata claro y una burbuja de vidrio en la cabeza. Uno de ellos tenia una caja extraña con una lente y observaba a través de ella las cosas de Juno. Sobre todo las plantas y el pasto.

Y después sintió curiosidad. ¿Qué habría dentro de la nave extraña? Debía ir a investigar. Si eran peligrosos, como habían sido Nanami o su maestro, los detendría. Debía saber de dónde venían y con qué propósito. Se convirtió en sombra y se deslizó hacia la nave, sin notar que la caja con la lente lo miró durante unos instantes. Pero luego pasó de largo y observó a través de la caja extraña el paisaje que los rodeaba.

El viaje fue largo. Él oía lo que decían, pero no lo entendía. Se esforzó por aprender su dialecto. Así sabría quiénes eran y que querían. Logró hacerlo, pero con esfuerzo. Hablaban de alguien llamado Kane, sobre todo la de pelo negro. Decía que a su hermana menor... Salima se llama, le gustaba el actor y que había ido al cine con él... Y luego el ser que llamaban Ming-Ming empezó a cantar una canción... ¿de ése Kane? Sí, los otros seres lo confirman y se unen al coro... ¿Qué clase de seres son éstos?

Hace tiempo que los vigilo y siempre hacen lo mismo... ¿Y eso¿La Tierra le dicen¿Y por qué quieren ir ahí? Oh, no, desde allí vienen. No puede ser, nos son así... ¿O me habrán descubierto? Apenas lleguemos tengo que salir, sea como sea... Tal vez todo esto es una trampa, tal vez sólo fueron para que yo cayera, oh, no, debo salir en cuanto pueda... Pero... ¿Y eso¿Será uno de ellos¿No había fallado todo? Entonces no todo está perdido. ¡Tengo que encontrarlo! Y a él también.

Marian estuvo el primer fin de semana de septiembre con Salima y su madre, y luego regresó a Estados Unidos. Les trajo más fotos, y bombones de menta, que era lo que más le gustaba a su madre. Le hubiera encantado quedarse más tiempo- dijo, pero tenía mucho trabajo. Salima fue hasta el aeropuerto flotante, cerca de la bahía de Tokio, para despedirse. Extrañaría a su hermana, pero por lo menos aún tenía el correo electrónico para comunicarse.

Y la sombra se quedó en Tokio.

El cinco de septiembre Richard recibió un correo de su primo de Inglaterra, Urrim Sword(1). Le sorprendió bastante, ya que no usaba muco la computadora. El mensaje decía así;

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Richard:

Supongo que te sorprenderá que te escriba, pero ha pasado algo importante. Éste año, Japón e Inglaterra intercambiarán alumnos durante tres meses, y yo he sido seleccionado. Iré al tercer grado del Colegio Ishida hasta finales de diciembre, y luego regresaré a Inglaterra para navidad.

Hace bastante que quisiera visitarte en Japón, y justo ha aparecido el mensaje en la bandeja de entrada. Supongo que será buena suerte; éstas cosas no caen del cielo, o vienen en latas desde el espacio.

Nos vemos el 21

Urrim

No sabía que tenías primos- le decía Hikaru, una de sus compañeras de clase con quien se llevaba mejor- ¿Cómo es?-

No te ilusiones, tiene sólo ocho años- le respondió Richard- no vendrá al Instituto, sino al Colegio Ishida. Pero si quieres saber, es muy amable y muy tierno... cuando quiere-

A Misa seguro que le interesaría... –

¿Tu hermana menor?- Hikaru asintió- Urrim tiene sólo ocho años, y tu hermana tiene doce. ¿En que estabas pensando?-

Que se verían muy lindos en un cuadro- se sentó sobre el banco de Richard, y lo siguió mirando.

¡Pero si no has visto a mi primo!-

Da igual, seguro que si es la mitad de guapo que eres tú, le gustará a todo el mundo-

Richard se sonrojó.

El avión aterrizó con un chirriar de llantas, y se detuvo lentamente. Richard se paró; ése era el avión de Urrim. Mientras los pasajeros bajaban y se encontraban con sus familiares –y otros, pocos, se iban solos- buscó con la mirada a su primo. La mayoría de los pasajeros eran adultos, pero Urrim no tardó en reconocer a su primo, y avanzó a su encuentro.

Richard, siempre tan despistado- le dijo por detrás- Hola primo, te extrañaba- le dijo, mientras extendía una mano.

Y yo que pensaba darte una sorpresa... – le respondió su primo, correspondiendo al saludo- Me ganaste de nuevo-

El ser bajito ayuda en algo- dijo Urrim, y ambos se rieron. Luego fueron a buscar el equipaje de Urrim –dos valijas grandes y una mochila- y luego se dirigieron hacia la salida, en donde los esperaba el auto de Richard.

Urrim tenía el pelo negro muy corto, y un flequillo dividido en dos (2) que caía sobre sus lentes; detrás de ellos se veían sus ojos marrones, sobre su tez clara. Urrim era algo pálido, pero era un lindo chico y muy amable. Varias chicas les sonrieron mientras se retiraban, y Richard no sabía si era por su primo, por él o por los dos. Supuso que era por los dos, y luego de guardar el equipaje encendió el motor y se dirigió con Urrim a su casa.

Cuando terminaron de arreglar las cosas de Urrim, y éste terminó de repartir cartas y regalos, cenaron y, entre risas y charlas, se fueron a dormir. Richard le indicó dónde estaban las habitaciones en la casa, y Urrim se familiarizó enseguida. No tuvo problemas y Richard lo ayudó a acomodar sus cosas. Estaría allí por tres meses –dijo Urrim- y luego regresaría a Inglaterra.

Pero Urrim no se durmió enseguida. Esperó a que su primo se durmiera, y luego se vistió sin hacer ruido. Tomó su mochila, abrió la ventana con cuidado, y se lanzó a la noche. No podía caminar por la calle, alguien podría verlo y seguirlo. Corrió por los techos con agilidad, saltando sin problemas aunque el siguiente estuviera a cinco metros, agradeciendo el entrenamiento que le había dado su abuelo.

Poco después llegó a su destino, y caminó por el techo que daba al patio trasero. Miró por la ventana, pero no era la habitación que buscaba. Fue a la segunda, y se alegró; allí estaba lo que buscaba. Ésa era la habitación de Kai.

A la mañana siguiente, Urrim se puso el uniforme del colegio primario Ishida; un guardapolvo azul hasta las rodillas, con corbata blanca. No era la primera vez que Urrim usaba corbata, pero no le gustaba mucho. Richard lo acompañó hasta la entrada, y luego se despidió. Entró de nuevo en el auto y le indicó al chofer que fuera al Instituto.

Él es Urrim Sword, y será nuestro compañero por los próximos tres meses- anunció la profesora al resto de la clase. Los alumnos y sobre todo las alumnas miraban a Urrim con interés; era muy bien parecido, y hablaba muy bien el japonés- Espero que hagan agradable su estadía en Japón, ya que es la primera vez que viene a nuestro país-

Urrim se sentó, y las miradas de toda la clase lo siguieron hasta que la profesora empezó a hablar. Pocos le prestaron atención; las chicas cuchicheaban mucho, y los chicos trataban de verlo mejor, para determinar que tan bueno sería para el equipo de béisbol.

Hey Urrim- le dijo Michael cuando llegó el recreo- estamos por jugar béisbol ¿Quieres venir?-

Bueno- respondió Urrim- ¿Cómo te llamas?-

Michael-

Y mi nombre ya lo sabes, supongo... –

¡Hey Eddie, espera!- le gritó Michael a un chico que estaba por empezar el juego- ¡Tenemos un nuevo jugador!-

Ah sí, el nuevo- dijo Eddie, entusiasmado- ¿De qué quieres jugar?-

De bateador o de lanzador, si es posible-

Bien. Ve al bat. Veremos qué tan bueno eres-

Urrim tomó el bat y esperó el lanzamiento. Michael era el lanzador, y primero trató con pelotas fáciles, pero luego debió tirar con más intensidad. Llegó el final del recreo, y Michael sólo había logrado hacer dos strikes.

¡No eres tan malo!- lo felicitó Eddie- Luego veremos que tal eres cono lanzador-

Urrim sólo sonrió.

Anoche alguien estuvo merodeando en el techo de mi casa- le dijo Kai a Akari- Y no era un humano normal. Su energía era muy diferente, pero no similar a la nuestra; es algo nuevo-

¿Tendrá alguna relación con la sombra de Juno?- le preguntó Akari.

Tal vez... pero no estoy seguro. Ésa clase de sombras puede tomar forma, hasta la de un humano, y actuar como tal, según averigüé. Pero no sé cuáles son las intenciones de ésta-

Será mejor que estemos atentos. ¿Será otro plan de algún Kishkêê?-

No, éste no es su estilo. Suelen ser más discretos, y si me conociera, sabrían que los sentiría... Los cinco que supieran del proyecto-

¿Acaso no lo sabían todos?- quiso saber Akari.

Sólo los cinco Kishkêês; según comprobé, era un proyecto secreto, aún para los de su raza. No sabían cómo reaccionarían si se enteraban que sus cinco jefes usarían nuevas razas para evolucionar-

Fue muy bueno- le respondió Urrim a su primo- jugamos béisbol y ganamos. Hice un nuevo amigo, Michael, que es muy bueno como catcher. Jugábamos en el mismo equipo contra cuarto grado, y me empezó a gustar ése deporte... –

¿Lo habías jugado antes?- le preguntó Richard.

Lo jugué cinco o seis veces, pero con chicos mayores. Luego nos mudamos a Londres y encontré otros chicos de mi edad, y a veces jugamos, pero luego Giancarlo se mudó a Irlanda y no volvimos a jugar-

¿Era amigo tuyo?-

Sí... y también era el capitán-

Urrim se quedó callado hasta que llegaron a destino.

¡Atención!- les dijo la profesora Xerina- el día de la competición inter escolar se acerca, y debemos estar preparados. Siempre hemos conseguido buenos puestos, y logramos figurar siempre en los tres primeros puestos, pero el ritmo debe mantenerse, así que empezaremos a entrenar con más frecuencia-

Ésa clase fue muy agotadora, pero Xerina se mostró muy complacida por los resultados obtenidos, y felicitó a toda la clase de cuarto año. Mientras Salima y el resto de las porristas ensayaban su número, el equipo de natación recibía la noticia que Kai se había inscripto en dos categorías; volei y natación, y el equipo se alegró mucho. La derrota de Izumi el año anterior había sido su vergüenza, y con un deportista cono Kai, seguramente recuperarían el honor perdido.

Akari practicaba mucho en tenis, y hasta en los ratos libres iba al club con Kai, quien la ayudaba en tenis y luego practicaba en la pileta. Había hecho muy buenos tiempos, y algunos integrantes del equipo de natación, que iban a practicar allí, le decían siempre que ganarían el primer puesto.

El gran día se acercaba, y el entrenamiento aumentaba. En el colegio Ishida también se entrenaba muy duro, y hasta en la primaria. Urrim pidió participar en volei y en natación.

Aunque sea, déjeme demostrarle lo que puedo hacer- le dijo al profesor- antes de descartarme-

El profesor miró que sus alumnos ya estaban terminando, y aceptó; seguramente el chico no duraría mucho en pie, y se convencería que no era rival para los mayores de quinto grado, que era desde el año en que se participaba en la competencia ínter escolar.

Lo presentó al equipo de volei, diciéndole lo que Urrim quería hacer, y algunos se rieron y dijeron que no lo intentara, pero Urrim insistió, y finalmente terminaron cediendo; él se lo había buscado.

Y ganaron por quince a cinco.

No salían de su asombro, pero habían ganado con diez puntos de diferencia, y el chico apenas había sudado un poco. El profesor le dijo que si quería seguir, pero Urrim dijo que prefería practicar natación. El equipo de volei y unos cuantos alumnos de diferentes grados se dirigieron hacia las tribunas de la pileta, y esperaron un tiempo que se les hizo eterno, hasta que Urrim apareció. Su traje de baño era negro, y se había sacado los lentes.

Es más guapo sin los lentes- le susurró una chica de primer año a otra- Si solo tuviera cuatro o cinco años más... –

Urrim se puso en posición, y cuando sonó el silbato se lanzó a nadar. Era muy rápido, pensaron, y tal vez pueda ganarle al Instituto, completó el profesor con el pensamiento.

Debo decir que me sorprendiste- le dijo el profesor- rompiste el récord escolar. Desde ahora estás en el equipo. Lástima que sólo estés éste año... -

¡Bien!- exclamó Urrim, y sonrió, mientras la tribuna lo seguía aplaudiendo.

Empezaron desde la noche anterior. Los trabajadores sacaron del depósito las tribunas de metal con asientos de madera y las medias sombras que se usaban si hacía calor; cubrieron la pileta con una carpa gigante, que abarcaba espacio suficiente para poner las tribunas, limpiaron las hojas de las canchas y las que habían caído en la pileta; alisaron la cancha de atletismo y la de tenis.

Y pasó la noche y llegó el día de la competencia; el 10 de octubre en el Instituto, y acudió más gante que el año anterior. Las televisoras transmitían en vivo todo lo que sucedía, desde la apertura hasta el cierre, y ése año fue muy memorable... Sobre todo en natación, tenis y volei.

La primera competencia será de tenis- anunciaban los parlantes- se solicita a los participantes que se acerquen a la cancha, la competencia va a empezar- Akari se despidió de Kai con un beso y se dirigió a la cancha de tenis. Sólo se jugaban dobles.

El primer lugar fue para el Instituto, gracias a los reflejos rápidos y precisos de Akari y Salima, quien se había inscripto en tenis ése años, gracias a los incentivos de Kai y Akari. El segundo fue para el Colegio Ishida, y el tercero para la Escuela Taikenda. En masculino, fueron derrotados por Urrim, y el Colegio Ishida se alzó con el primer premio, dejando al Instituto en el segundo, y a Jimmu en tercero.

¡Es la primera vez en la historia que el Colegio Ishida logra derrotar al Instituto en tenis masculino!- exclamó el relator- Y el jugador es Urrim Sword, un alumno de intercambio de Inglaterra- la multitud lo ovacionó- quien sólo tiene ocho años. ¡Y participará en natación también, así que prepárense!-

La siguiente disciplina era natación estilo crol. Primero se disputó la competencia femenina –el Nacional primero, Ishida segundo y Izumi tercero- y luego llegó la masculina; el ambiente desbordaba tensión, sobre todo para el Colegio Ishida, pero Urrim no estaba nervioso. Sólo sonreía, y no cesó de sonreír sino hasta que se lanzó la señal para empezar a nadar.

Kai nadaba muy rápido, y supuso que Urrim era demasiado chico como para ganarle; pero no estuvo totalmente en lo cierto. Urrim era muy rápido, y parecía un pez en el agua; pero no lo suficiente como para alcanzar a Kai. Mientras que Kai tocaba el otro lado de la pileta, tomaba impulso y regresaba, Urrim estaba a un tercio de alcanzarlo, y el resto apenas estaba por la mitad.

¡Y Sword y Hiwatari dejan a todos los otros competidores atrás!- anunciaba el relator- ¡Sword es muy rápido, pero no lo suficiente!-

Kai disminuyó un poco su marcha, pero, aún así, ganó por un cuarto de pileta. Urrim quedó segundo, pero hasta Kai lo felicitó por su velocidad.

Es la primera vez que alguien llega con tan poca diferencia, te felicito- le dijo a Urrim.

Me gusta mucho nadar, y nadaba en Inglaterra cuando podía- le respondió- pero tampoco estás mal, ya que sólo nadaste en los últimos seis meses en el agua-

Ates nadaba mucho, pero pasó mucho tiempo antes que volviera-

Pero Urrim sabía que lo que ambos habían dicho tenía otro significado.

Izumi se había animado con la victoria del año anterior, y aunque sea un tercer lugar, pero ganarían algo. Y ganaron la medalla de bronce en natación.

En atletismo el Nacional volvió a llevarse el primer puesto en ambos sexos; el segundo puesto fue para el Colegio Ishida, y el tercero se lo llevó Jimmu en la categoría masculina. En la categoría femenina, el segundo lugar fue para la Escuela Taikenda, seguida por el Instituto Kawasaki.

Y al fin llegó el volei. La tensión casi se palpaba, y todo el mundo esperaba que los equipos salieran a la cancha. Urrim y Kai no estaban nerviosos. Sabían que competirían, pero no les preocupaba.

Cuando el relator anunció que el juego iba a empezar, la tensión aumentó al máximo. Todos hicieron silencio, mientras los equipos salían a la cancha, y no disminuyó en todo el partido. Kai no era tan individualista como antes, pero en las jugadas difíciles siempre trataba de llegar antes que nadie. Y llegaba. Y salvaba el tanto.

El primer tanto fue del Nacional; la tribuna del Instituto se relajó un poco, pero seguían atentos el partido. Fue un partido muy largo, y los únicos que después de la hora y media que duró el partido estaban casi tan enérgicos como al principio eran Urrim y Kai. El Nacional ganó por veinticinco a trece, y entonces la tensión se disipó. Los del Instituto suspiraron de alivio, mientras que los del Colegio Ishida estaban sorprendidos con Urrim, pero volvieron a la realidad cando se anunció que el Nacional había ganado.

Resististe mucho más de lo que pensaba- lo felicitó el profesor de educación física, acercándose a Urrim- por lo general, el Nacional nos derrota sin que lleguemos a cinco tantos. Eres muy bueno para los deportes-

Gracias, pero no era yo solo. Somos seis, profesor- le dijo Urrim.

El tercer lugar en la competencia masculina lo ganó la escuela Taikenda. En la categoría femenina, el Nacional volvió a llevarse la victoria, con el Instituto Kawasaki en segundo y el Colegio Ishida en tercero.

Después se entregaron las medallas a los mejores deportistas; Kai ganó en volei y natación, con el premio de revelación para Urrim en las dos categorías y en tenis. Akari recibió una medalla por ser la mejor jugadora de tenis de campeonato, y luego siguieron los otros deportistas de las otras disciplinas.

Supongo que los tres somos muy especiales- les dijo Urrim a Akari y a Kai- Creo que es regla general- agregó, mirando a Kai a los ojos, y luego se retiró.

En la cena estuvieron presentes los padres de Richard, quienes también acompañaron a Urrim, y la madre adoptiva de Kai. Akari y su madre se sentaron junto a ellos, y se felicitaron por los logros obtenidos. Las madres hablaron mucho rato, rieron mucho, se contaron anécdotas y hablaron de sus hijos –y en voz baja, de su relación- y disfrutaron mucho de la cena. Se hicieron amigas, y regresaron juntas a sus casas. Kai y Akari se despidieron con un beso, pero intercambiaron una mirada que ambos entendían.

Porque Kai y Akari ahora estaban seguros que Urrim no era un chico normal.

(1) Urrim Sword es uno de mis personajes más queridos de todos los que he hecho.

(2) Me basé en Eriol Hiragizawa para poder crear el personaje. Pero es el doble de adorable (y mucho más misterioso)

Serena140186: Nope, no había recibido tus comentarios, pero ahora sí, y por fin actualicé. Si, ese fue algo pensado para golpear, y tuvo el efecto deseado. Este fic he llegado a su fin, o quizás lo continúe en otro fic, la segunda parte, o lo siga en éste... pero la historia no termina acá. Gracias por tus comentarios.

Ce-at: Noooooooo, ahora no es a Atem a quien odia Bata, sino a Amin, y por eso se vengó. Es más, ahora que está en el mundo real las cosas van a empeorar. Gracias por tu comentario.

N.17: Ey, primero querías que lo matara y después no... A veces una misma no se entiende. Esta vez actualicé muuuuuuuy tarde (me da algo de vergüenza, pero la facu es primero) Gracias por tu comentario y los milagro existen.

NETHED: De nada, se las merece. Yo solo apoyo a aquellos a los que valen la pena, acordate. Tea... Por ahí va la cosa, esperá a ver qué pasa cuando llega Alicia, que se va a armar. Gracias por tu comentario.

Nos leemos

Nakokun