Disclaimer
Shaman King no me pertenece, es propiedad de Hiroyuki Takei.
Capitulo 2:
Me Enseñaste a Ser Paciente.
Aun se sentia el ambiente frio a causa de la nevada del día anterior, pero a pesar del clima, Hanna habia tenido la obligación de ir a la escuela (aunque habia puesto toda clase de pretextos). Por consiguiente, Yoh debia ir a recorgerlo, despues de todo, apenas tenia 10 años.
10 años...
Asakura miro al cielo seminublado, por el cual apenas de filtraban un par de rayos de sol, mientras una brisa fresca movia su cabello. El día en que lo supo el clima no habia sido el todo bueno.
En general, a Yoh le gustaban mas los días soleados pero sin mucho calor (en realidad, al Asakura le gustan todos los días mientras siga vivo...), pero esa tarde todo parecia indicar que se aproximaba una tormenta que no dejaria salir a la gente de sus casa en un buen rato. La temperatura estaba a 14 °C, un panorama nublado y malas predicciones meteorologicas.
Se habria metido bajo las cobijas todo el día, de no ser por que a las 10 a. m. Cierta rubia, su esposa para ser exactos, de 19 años habia llegado a destaparlo de la forma mas cruel, para luego apagar el calenton. Yoh bostezo.
"Buenos días, Anna..." dijo con un poco de sueño y una gran cantidad de pereza. "¿Me devolverias las cobijas?", Kyouyama lo vio por un momento. No era la classe de mirada arrogante que solia mostrar, esa vez habia algo de ternura (¿o compasión?) hacia el chico que yacia en una sudadera y una pantalonera para nada abrigadores. Por un momento, Yoh albergo la esperanza de que lo dejara dormir un poco mas.
"No" dijo ella friamente, mientras ponia en un rincón las colchas y le picaba el estomago con el pie. "Haz rapido el almuerzo. Hay algo importante que debo decirte" y sin decir mas, se fue. Siempre era lo mismo: él preparaba el desayuno para ambos, asi como lo que se llevarian a la escuela, sin mencionar, claro, que las otras dos comidas en general iban tambien por su cuenta. Era rara la vez que Anna se dignaba a cocinar, pero en realidad él estaba mas que acostumbrado a ello.
Se dio la vuelta para quedar bocabajo en el futón, gruño con resignación y se puso de pie de un salto. Era fin de semana¿por qué debia levantarse a las 10 para hacer el almuerzo, casi siempre era a las 11 ó 12... Camino pesadamente hacia el baño, para contemplarse despeinado en el espejo; solamente se lavo la cara para despertar bien, y se dirigio a la cocina.
Él y Anna llevaban aproximadamente 6 meses de casados, aunque no habia gran diferencia por que ya estaban acostumbrados a vivir en la misma casa.
Un poco de arroz y unos rollos de crema fue lo unico que le vino a la mente, ademas de que seria rapido de preparar.
"¡Ya esta listo, Anna!" grito desde el comedor, mientras ponia dos pequeños platos con arroz en la mesa. La chica bajo poco despues, y ambos se sentaron. Pasaron varios minutos en silencio, escuchando por televisión el mal pronostico del clima, y afuera el sonido del viento en la copa de los arboles. "¿No querias decirme algo?" recordo Yoh de repente.
Anna suspiro, y luego asintió con la cabeza. Pero no dijo nada.
"¿Qué es?"
"Es que..." la rubia no parecia querer decir nada, pero luego de unos instantes de quedarse callada, dijo finalmente, "hoy debes lavar la ropa, Yoh". Asakura abrio y cerro los ojos con rapidez.
"¿Eh¿con este clima?" pregunto con incredulidad, "no creo que se sequen a tiempo".
"Es que esta sucia la ropa que quiero ponerme mañana" aclaro la chica.
"¿Y por que no te pones otra cosa?" Yoh sonrio nervioso, para luego sentir un par de palillos golpearle la frente.
"Por que quiero esa ropa" Anna no se veia enojada, era simplemente que se habia levantado con esa capricho. Luego de terminar de comer, Yoh metio las prendas a la lavadora y las dejo ahí. Como el clima afuera no era muy bueno, tendria que tenderlas dentro.
Y, si la ropa que queria Anna no terminaba de secarse, tendria que recurrir a la plancha... o en el peor de los casos, a la secadora de cabello, como en otras ocasiones.
Se habia dado media vuelta para dejar la ropa lavando, cuando la chica aparecio tras él como una sombra.
"Vamosaserpadres" dijo sin mas rodeos, tan rapido que Yoh apenas alcanzo a entender.
"¿Nani?" lo unico que el castaño habia entendido de la frase era que terminaba en dres. Anna suspiro con fastidio, y luego dijo palabra por palabra:
"Vamos - a - ser - padres" dijo con voz clara, acercandose mucho a Yoh. "¿Qué es lo que no escuchaste bien?"
Para sorpresa de ambos, Yoh perdio el equilibrio y fue a dar de sentón al suelo.
¿Habia oido bien¿Anna estaba...?
"�¿EMBARAZADA!" grito con sorpresa. En verdad, no se esperaba nada asi. Tenia los ojos muy abiertos y puestos en su joven esposa, ni siquiera mientras se ponia de pie pudo dejar de mirarla... Y en cuanto la tuvo a su alcance, la abrazo con fuerza. "�¡Hee¡voy a ser pap�!" dio un par de saltos, mientras la rubia hacia un sonido que no reconocio si era un suspiro o una ligera risita.
Un par de niños corriendo pasaron junto a él, golpeandolo suavemente, para asi sacarlo de su ensimismamiento. No tendrian mas de cinco años.
Espero a que el semaforo cambiara a favor de los peatones, y paso con lentitud. Al cruzar la calle se encontraba la primaria en la que Hanna cursaba ya el 5° año, y se veian niños de la mano de sus padres por todos lados. Busco con la vista a uno de los pocos que tenian cabello rubio, y distinguio casi de inmediato que el pequeño trepando la malla y diciendo "Mirenme¡soy Spiderman!" era el suyo. En cuanto el niño lo vio llega, se bajo y salio corriendo hacia él.
"Quiero pastel de chocolate" dijo Anna, mientras yacia recostada frente al televisor, con una gruesa manta encima.
"Pero, Annita..." respondio Yoh, sonriendo nerviosamente, "... ya no hay".
"Pues ve y compra" ordeno la chica, "¿no sabes que si no cumples mis caprichos el bebé va a salir con cara de antojo?" aclaro con cierta seriedad, como si se tratara de algo muy importante.
"Pero es domingo y son las 11 de la noche..."
Kyouyama (¿o deberia decir Asakura?) suspiro con resignación. No habia ningun punto en mandarlo, cualquier lugar estaria cerrado.
"Bueno, entonces traeme lo mas parecido que encuentres en la casa".
Yoh sonrio con alivio, y se dirigio de inmediato a la cocina. Ultimamente, los antojos de Anna se habian vuelto cada vez mas extraños (desde gomitas cubiertas de chocolate, hasta helado de queso) y era siempre él quien tenia que hacerse cargo. Claro¿quién mas iba a hacerlo?. Si bien, Manta sabia que Anna estaba en ese estado y de vez en cuando iba a echarle una mano, pero en general se la pasaba ocupado con la escuela y sus clases extras; Ren estaba en China, y sólo habia ido a visitarlos una vez. Y, por supuesto, la ultima vez que Horo Horo decidio ir a ayudarle, las cosas no habian salido del todo bien.
No pensaba recordarlo con detalles, claro.
Medio la cabeza en el refrigerador y exploro un poco. Lo unico que habia similar a un pastel de chocolate era un flan de dudosa caducidad. Sabia que si le daba a su esposa algo que no le gustara, se lo lanzaria en la cara... literalmente. De cualquier modo, era lo mas parecido que habia, asi que decidio arriesgarse a quedar con la cara embarrada de gelatina de vainilla.
"Pap�¿por qué no tenemos un auto?" pregunto el pequeño, mientras caminaban rumbo a casa. "Todos mis amigos tienen uno" dijo, colgandosele del brazo. Yoh trato de sonreir.
"Ya te lo he dicho, Hanna: yo no se conducir" aclaro por enesima vez en la semana, "ademas, contaminan el ambiente, y tu no quieres eso" incremento su sonrisa y movio la mano derecha con despreocupación.
"¿Cuándo podre ver a mam�?" cuestiono. Ya habian hablado acerca del divorcio varias veces, muchas veces, pero el pequeño seguia aferrado a ver a Anna. Claro, aunque no era un capricho que no se le pudiera conceder, y quiza fuera de ayuda. Necesitaba hablar con ella, a pesar de que sabia que no tenia gran solución el asunto, al menos queria saber lo que habia hecho mal.
"No lo se. Supongo que cuando pague la cuenta del telefono..." se detuvo a pensar un momento. Cuentas, cuentas y mas cuentas, cada una con sus deudas, y él sólo tenia un empleo como gerente de una central de alarmas, sin mencionar que de vez en cuando solia hacer trabajos de onmyounjitsu, con la esperanza de unos cuantos honorarios. Ser un shaman no era del todo facil. Sobre todo cuando no se tiene un espiritu acompañante.
Amidamaru habia recibido el descanso eterno poco antes de que naciera Hanna. El samurai sentia que estaba de mas en esa casa, y se sentia satisfecho de pensar que Yoh seria feliz al lado de Anna.
Lastima que se haya equivocado.
"¿Y cuando sera eso?" pregunto el niño con impaciencia, mientras daba pequeños saltos al caminar, colgado del brazo de su padre.
"Mmm..." se detuvo a pensar un momento. "Quiza la proxima semana..." supuso, mirando de reojo al niño que caminaba a su lado sonreir de una forma mas abierta. Si bien su madre era estricta, Hanna la querida.
Lo mismo que él.
Y eso, amigos mios, es el producto de mi falta de ideas e imaginación. Dankyuu por sus reviews, respecto al motivo por el cual Anna dejo a Yoh... bueno, tendran que esperar hasta el final del fic para leerlo.
Madoushi Akai Kiri,
Marzo, 2005.
