Primero y antes que ocurra algo más quiero disculparme con aquellas personitas que quieren la continuación desde hace más de un mes. ¡Lo siento tanto! Lo que sucede es que me cambié de casa y hasta ahora tengo internet, mil disculpas, sobre todo con aquellos que se tomaron la molestia de dejarme un review (Mi única y necesaria pensión)
Advertencia: Contiene SLASH.
R en algún capítulo más adelante. Yo le diré cuál.
Bueno, y como yo sé que no quieren leer más excusas¡Continuamos!
Las lindezas del AmorCap 2: Dumbledore sí está chiflado en serio.
"Es..." gimió Sirius sin aliento y se dejó caer de rodillas "Es James"
Con brusco movimiento Harry se adelantó hecho una furia. Sirius retrocedió.
Con un gruñido, mientras intentaba aclarar la mente aturdida por la incertidumbre y la impresión, Remus les indicó a sus amigos que no hicieran algo desesperado, o en sus casos, algo irreverentemente idiota. "Es el hijo de James" aclaró en voz baja.
Fue entonces cuando la varita resbaló precipitadamente de las manos de Harry, quién se quedó mirando a Sirius con la boca entreabierta. De un momento a otro el resto de los presentes no existían. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Mucho más pequeño y frágil de lo que aparentaba con su rostro endurecido, se dejó caer de rodillas quedamente, y para el terror de Sirius se abrazó a él como si fuera su padre, apoyando la cabeza contra su pecho, sollozando con desesperación. Y chilló aún más cuando Sirius joven, por pena, le abrazó dudosamente.
"¿No era yo el papá?" preguntó James, casi estúpidamente, con un dolor de cabeza terrible por el pasmo.
"El niño está enfermo"
"Él es su padrino" dijo una voz jovial pero vieja detrás de Hermione quién seguía paralizada contemplando la escena y a todos los personajes que pertenecían a ella. Dando un respingo se apartó. Nadie hizo caso a esa intervención adulta, sólo a sus palabras.
"¡Ja! Por supuesto... yo soy el mejor amigo" exclamó Sirius, todavía con el niño de ojos verdes encima. Le palpó la cabeza con ternura.
Dumbledore parpadeó instante, al siguiente se echó a reír.
"¡Que cruel James, Lily me dijo que si se casaban yo sería el padrino" exclamó Remus extremadamente dolido.
"Pero no puedes saber que es también el hijo de Lily" refutó James indignado.
"Tiene los ojos verdes de ella" exclamó Remus.
"¡Eso qué!" soltó James, aún muy dolorido por la reciente baja en su relación con Lily.
"Me temo, Joven Potter" dijo el anciano, adentrándose al aula vacía, acallando las disputas y haciendo que todos tomaran en cuenta su presencia. Harry y James alzaron la vista. Albus apuntó al Potter padre "Que sí es hijo de Lily"
"Mierda" gruñó James.
"¡Profesor Dumbledore!" exclamó Remus cuando lo reconoció.
"Ahora, señor Lupin, soy el Director" sonrió Albus sin una pizca de arrogancia en la voz.
Todos los presentes guardaron silencio. Harry aprovechó para apartarse, un tanto avergonzado, de su futuro padrino.
"¿Y qué fue lo que causó esta grata visita de mis antiguos alumnos?" Preguntó el viejo como si nada.
Nadie supo que responder¿Qué Dumbledore no se daba cuenta de la gravedad del asunto¿En serio, en serio, en serio estaba chiflado?
"Una burbuja" dijo Remus dudoso tras un largo e incómodo silencio.
"¿Me promete que no fue a causa de alguna de las travesuras del señor Black?" Remus le miró asustado, por un instante dudó y al cabo de un segundo, evitando mirar a un Sirius que se había ofendido demasiado por su vacilación, dijo:
"Estoy seguro, señor"
Albus sonrió más que antes, dio una sonora palmada con sus huesudas, manchadas y arrugadas manos, y miró a su entorno feliz.
"Bueno, está muy claro, es obvio que lo que les trajo a aquí no fue un error"
Las caras de todos expresaban interrogación, por supuesto, excepto la de Ron, quién seguía sumido en su inconsciencia.
"¡Todo ocurre por alguna razón! Y más si esa razón se da sin motivo aparente" aclaró Dumbledore sonriendo. "Cuando ocurra ello que tiene que ocurrir con ustedes aquí, los cuatro volverán a su tiempo"
"¿Quiere... quiere decir que nos quedaremos aquí?"
"Eso me temo Señor Lupin"
"¿Por cuánto tiempo?" gimió Remus palidísimo.
"No es tan malo, Mooney" le dijo Sirius, acercándosele y pasándole un brazo por los hombros para darle un tanto de apoyo moral y otro tanto de... contacto especial.
En un fugaz instante, un deslumbrar de melancolía recorrió casi con belleza y repentinamente en el rostro radiante del director; sólo Harry fue capaz de notarlo.
"Ahora, Ron, Hermione, Harry... ¡Ah, el señor Weasley está inconsciente! Supongo que la impresión..." anotó el director mirando al pelirrojo en los brazos del moreno.
James hizo de todo por ocultar el trazo de culpa en su rostro pardo, pero sólo pudo lograrlo después de que un intenso rubor le atacara las mejillas.
"Les prohibo estrictamente hablar del futuro con nuestros huéspedes, por lo menos de cosas que les puedan afectar grave e irremediablemente. Ellos cuatro serán sus nuevos compañeros mientras termine esta etapa" continuó el director de una manera alarmantemente tranquila.
"¿Dónde... dónde nos instalaremos?" Preguntó James.
"De eso me encargo yo, señor Potter" Dumbledore sonrió y sus ojos brillaron limpios y emocionados "Ahora, si me disculpan, tengo que hablar con el resto de los profesores" iba a darse la vuelta cuando recordó algo fugazmente "¡Es cierto!" Se volvió hacia Lupin "Espero no, pero es probable que usted se encuentre con su yo del futuro, si es así, será mejor solo mirarse, nada de palabras por el bien de ambos"
Y abandonó el aula como si nada, dejando a todos a punto de colapso, sin aliento y con los rostros del color de la cera.
Harry fue el primero en sobreponerse, sin decir nada salió corriendo detrás del director. Al alcanzarlo se sintió un poco avergonzado por lo que pensaba hacer; por un instante caminó detrás de él en silencio cavilando con lentitud las palabras que pensaba expresar.
"Señor..." llamó dudoso.
"¿Sí, Harry?" Dumbledore se detuvo y se volvió sonriendo.
"Señor" exclamó Harry entre tartamudeos, luego bajó la vista a sus pies frenéticamente "Señor... Peter Peterwig está aquí" dijo sin más, deseoso de que el director comprendiera su significado, pero al notar que el viejo no hacía más que mirarlo con sus ojos azules de niño, continuó "Nosotros podemos..."
"Imposible, Harry" indicó Dumbledore, terminante pero con sutileza.
"¡Pero señor!" exclamó Harry, alzando la mirada desesperado e indignado "Él es el culpable de la muerte de mis padres, de que Sirius fuera a Azkaban, de que Voldemort regresara al poder..."
"El aún es bueno, aún no sabe de Voldemort y aún les ama, ahora es totalmente inocente y es sóloun niño. Me temo que es imposible" sonrió con amabilidad, mirándole, y, sabiendo que no le había convencido, agregó: "Harry¿Y si al terminar con él también termino contigo?"
"¿Qué quiere decir?"
"Harry, no puedes saber si el señor Peterwig influyó de alguna manera en la relación de tus padres o en que Sirius fuera tu padrino, cosas por el estilo, así de sencillas. No lo sabes y yo tampoco lo sé, es por eso que no podemos hacer nada" finalizó.
Harry agachó la cabeza, sintiendo un fuerte sentimiento de impotencia.
"No pienses en tu pasado y vive este presente. Disfruta este momento que tarde o temprano pasará y que si no vives, lamentarás haber perdido" sonrió tiernamente, se despidió con un gesto de la mano y desapareció al doblar en una esquina.
Y él se quedó ahí, quieto, mirándole retirarse. Suspiró y volvió sobre sus pasos, entró de nuevo al aula donde yacían su futuro padrino, su futuro padre, su futuro mejor maestro de defensa contra las artes oscuras, el futuro ser que más odiaba después de Voldemort y sus dos mejores amigos.
"Síganme, Sirius, Prof- Remus, Pap- James" se estaba mareando, todo parecía irreal. "Por favor"
Vio a Hermione salir, estaba pálida bajo su melena y tenía la vista fija; murmuraba.
"Hoy no es mi día. Primero el problemón que arme con Ron... ahora esto..." se estrelló torpemente contra una armadura "No" se sobó el brazo "Definitivamente no es mi día, no es mi día, no es mi día"
"Hermione, ayúdame" susurró Harry.
Ella dio un sobresaltado respingo y se puso tan colorada como un tomate, "Sí" exclamó distraída "Chicos, vamos a la torre de Griffindor"soltó despuéscon voz chillona.
Remus, Sirius y Peter salieron pálidos y tambaleantes, siguieron a Hermione por los pasillos. Harry se quedó atrás ayudando a su padre a llevar a Ron.
Se miraron y ambos sintieron que un escalofrío les envolvía; un placentero escalofrío. Apartaron la mirada a la vez.
"Entonces... eres mi hijo" murmuró James después de un rato, encorvado bajo el peso de Ron, sintiendo que los pulmones se le vaciaban por completo tras las palabras incomprensibles. Se estaba sintiendo enfermo.
"Sí..." respondió Harry vacilante y débil. Sus pasos resonaban, casi atronadores, por el pasillo y el eco regresaba estruendoso, les envolvía, los aturdía, aterrándolos aún más.
"¿Qué edad tienes?"
"Dieciséis"
"¿Quién es él?" preguntó James dudoso después de largos minutos de permanecer en silencio, temiendo que su hijo pensara que la pregunta no venía al caso y que por consecuente llevaba alguna trampa oculta. "Digo..." exclamó y desvió el rostro al sonrojarse.
Harry sonrió lentamente sin percatarlo en lo absoluto. "Ron Weasley" aclaró sintiendo que algo interior, parecido a una felicidad inmensa y a una tranquilidad que no había sentido jamás, rebajaba pausadamente los agitados latidos en su corazón.
Fin del Capítulo 2.
Notas de la Autora:
Este capítulo definitivamente no es emocionante, pero necesitaba ponerlo. Bueno, tal vez no. Cuando sea un poco más madura y lo vuelva a leer lo sabré. No. Más bien moriré de la vergüenza. ¿Cómo pude publicar esto, pensaré.
¡Review! Por favor, para que la inspiración continúe a flor de piel.
Nos vemos en el siguiente capítulo (¡El cual adoro! De verdad es lindo y yo creo que ustedes les va a gustar) No se lo pierdan.
Ren (Tata)
