Nada que decir, solo espero que les guste este capitulo
Capitulo 5 "Juegos de Palabras"
Joey abrió lentamente los ojos, se había desmayado después de ver a Kaiba, estaría en la enfermería del colegio, era lo mas probable, estaba sobre un colchón, Yami que estaba cerca lo debía haberlo llevado, lentamente comenzó a abrir los ojos, le costo hacerlo pues había mucha luz, al abrir lo ojos bien, con solo una mirada puedo darse cuenta de algo, esa no era la enfermería, se sentó algo preocupado para observar bien el lugar, y al hacerlo quedo boquiabierto. Era un habitación gigante, sumamente hermosa, muy bien decorada, pero no era nada como lo que había visto antes, habían muchos jarrones de oro y las sabanas que lo cubrían eran de seda, se puso de pie rápidamente, se sentía en perfectas condiciones, no entendía porque se había desmayado, y cuando caminaba por la habitación quedo frente a un espejo, llevaba puesta una especie de túnica artesanal y su piel, que demonios le había pasado a su piel, estaba mucho mas tostada. Se observo unos segundos y luego comprendió, todo era tan obvio, aun estaba dormido y estaba soñando, así tenia que ser, no había otra explicación.
Veo que despertaste – Escucho Joey una voz muy familiar junto con el sonido de una puerta abrirse – Te advertí que no salieras del castillo...
Yam... – Joey se impresiono al ver que la persona que acaba de ingresar, tan solo iba a decir su nombre pero este no le dejo hablar.
No debes salir, hay muchos ladrones que buscan obtener algo de mi, y saben que siempre te llevo a mi lado, tuviste suerte esta vez pero mis guardias no siempre son así de competentes.
Joey no entendía palabra alguna de Yami, y este mientras le hablaba el rubio acariciaba su cabello y se acerba a el con mucha naturalidad, de hecho quizá demasiado para el gusto del cachorro, en definitiva su sueño estaba tomando un curso que no le agradaba y quería despertar ya.
Que te ocurre? Aun te veo agobiado, acaso los bandidos te hicieron algo – Pregunto Yami preocupado acariciando el rostro de Joey y a solo centímetros de distancia de el
Yami que demo... – Pero este fue interrumpido por el faraón nuevamente.
Por Ra! Es la primera vez que lo haces, al fin me has llamado por mi nombre. – Y cerro esta frase besando a Joey.
El rubio abrió los ojos muy asustado e inmediatamente reconoció el lugar, era la enfermería de la escuela, entonces de verdad había sido solo un sueño, pero había sido tan real. Inconscientemente Joey paso la yema de sus dedos por sus labios, aun sentía el calor del beso, movió al cabeza, en que tonterías pensaba.
Por fin despertaste, nos tenías preocupados.
Joey reconoció inmediatamente la voz de Yami y se sobresalto, pero se calmo rápidamente al escuchar las voces de sus demás amigos.
Así es, llevas dormido varias horas, las clases ya terminaron.
Que dices Tea! – Grito Joey, llegaría tarde a su empleo, lo despedirían y…
Tranquilo Joey, Yami llamo a tu trabajo – Dijo Yugi como leyendo la mente de su amigo.
Así es hermano – Dijo Tristan – Porque no nos dijiste de tu empleo. Podríamos ayudarte.
Es cierto Joey – Continuo Tea – Somos amigos recuerdas, probablemente estas así por el ritmo de vida que llevas, mira lo exhausto que debes haber estado para desmayarte. Imagina como debe haber sido para que Kaiba te trajese a la enfermería.
Kaiba…? – Pregunto Joey impresionado.
Ahora recordaba todo con detalles, había tenido esa extraña charla con Yami y al irse se topo de frente con Kaiba y luego se desmayo, pero, que hacia Kaiba ahí, cerro los ojos un segundo y recordó las escenas que vio en su cabeza minutos antes de quedar inconsciente y eso el estremeció, que demonios estaba pasando en su cabeza.
Algo en su interior lo estremeció, esas imágenes antes de desmayarse, el había sentido el calor de las llamas quemando su cuerpo, había sido lo mas horrible que jamás había vivido, pero… porque estaba pesando eso, un habían sido mas que pensamientos, el jamás había vivido algo así, no habían sido mas que delirios por el cansancio, Tea tenia razón, solo era eso.
Joey!
La voz de su pequeño amigo de cabello tricolor lo había alejado de sus pensamientos – Eh? Que pasa Yugi.
Sabes, creo que deberías agradecerle a Kaiba.
¿Agradecerle?
Así es, el fue quien te trajo aquí.
Mmmmm… tienes razón viejo, tendré que darle las gracias a esa ricachon amargado ¬¬ lo menos que quiero es que luego diga que soy un maleducado.
Yami frunció mucho el seño, no le agradaba nada que Joey hablase con Kaiba, además, el perfectamente podría haber traído a la enfermería a Joey, pero objetar no era prudente, y algo que al faraón no le faltaba era prudencia.
Bueno chuicos me tengo que ir ahora – Dijo Tea rompiendo el repentino silencio formado en la habitación. – Casi lo olvidaba, Duke y Ryu te dejaron saludos, ninguno, no pudieron venir porque están en el castigo.
Gracias Tea. – Fue todo lo que respondió Joey.
Bueno ya es tarde será mejor que nos vayamos todos, los dejo en sus manos, adiós viejo, cuídate. – Se despido también Tristan y salio de la enfermería.
Vaya, casi olvido mi mochila en el salón iré por ella antes, los espero abajo. – Sonrió Yugi y salio corriendo hacia el salón.
Joey comenzó a ponerse de pie sin decir nada, le incomodaba haber quedado solo con Yami, sin embargo este ahora actuaba como siempre, como el amigo que había sido hasta días antes, el rubio escucho un suspiro algo resignado y luego la voz del faraón.
¿Puedes caminar Joey?
Etto… si, claro viejo no hay problema.
Estas seguro, vamos te ayudo, no quiero que te desmayes de nuevo – Dijo en tono de broma.
No hace falta ami...
Yami sin escucharlo puso una mano alrededor de la cintura de Joey, pasando un brazo de este tras el cuello de si mismo.
Recárgate en mi para caminar.
Viejo, enserio estoy muy bien.
Eres muy ligero sabias, a pesar del cuerpo atlético que tienes.
Bajaron las escaleras sin otro comentario, y cuando estaban a la salida del colegio, Joey noto que ya estaba oscuro, y como no tenia que trabajar hoy se iría directo a su casa a descansar, bueno, si es que no estaba su padre.
Gracias Yami, bueno, ustedes tienes razón mejor me iré a descansar, despídeme de Yugi.
Espera – Dijo Yami sujetándolo del brazo. – A donde crees que vas.
A casa a donde mas.
Error Joey, esta noche las vas a pasar conmigo.
La cara de Joey se incendio completamente, que estaba diciendo Yami, y como era tan directo, Joey no podía formular palabra alguna, hasta que escucho la voz de Yugi a sus espaldas.
Si Joey, decidimos que los mejor es que pases la noche en nuestra casa, ya hablamos con el abuelo y el esta encantado.
Joey sonrió nerviosamente – Con que te referías a eso – Mirando a Yami.
El faraón solo respondió con una sonrisa maliciosa, la cual confundió mas a Joey, y solo le dejo algo en claro. Aunque fuera una acción desesperada no bajaría la guardia ante la extraña actitud de Yami esa noche.
Llego a la casa de los Motou justo cuando el abuelo terminaba la cena, habitualmente era Yugi quien cocinaba con la eventual ayuda de Yami, pero esta vez el Salomón al enterarse del estado del rubia amigo de los chicos prepara una cena para el. Joey comió demasiado, hace mucho que no cenaba decentemente y casi un hora después de eso estaba placidamente dormido, el muchacho de ojos miel no tuvo idea del mundo hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
QUEEEEEEEEEEEE! – Grito Joey. – Son las 7, yo debía repartir los diarios, me van a despedir.
Joey calmate – Le dijo Yugi quien ya estaba casi listo para irse a la escuela. – Ayer Yami hablo con tus dos jefes, y el de los periódicos también te dio este día, si no te habríamos despertado temprano, ahora ve a darte un baño y prepárate, que en la escuela no te dieron día libre.
Eres pero que mi madre Yugi – Comento Joey reclamando, peor mas tranquilo y agradecido a la vez con amigo.
Joey se levanto y inertemente camino al baño abriendo la puerta medio dormido y cerrándola tras el. Tardo unos segundos en asimilar la escena, sin saber como reaccionar, ante el estaba Yami completamente desnudo con una toalla en la mano y completamente mojado, aparentemente acaba de salir a la ducha y Joey acostumbrado a pasar solo las mañanas en su casa olvido tocar la puerta. Yami lo quedo mirando algo extrañado, y luego con la misma sonrisa maliciosa de la noche anterior le dijo.
Si querías darte un baño conmigo solo debías decirlo.
Eh… Yo… Perdón olvide tocar. – Y terminando esa frase salio rápidamente del baño.
Estaba muy alterado, nunca había reaccionado así en los vestidores de hombre por ejemplo, pero la nueva actitud de Yami lo tenia en un estado defensivo continuo.
Ya puedes ocupar el baño – Dijo Yami saliendo de este pasando por el lado de el, esta vez con un sonrisa muy picara la cual sonrojo mas a Joey.
Después de darse un baño y desayunar partieron los tres a la escuela, a la entrada de esta se encontraron con todos sus amigos y con una figura que llamo mucho la atención del rubio quien fue el único que lo noto, Seto Kaiba estaba ahí, en el patio de la escuela, estaba trabajando como era normal en el, pero era raro verlo fuera del salón, no estaban demasiado lejos, de hecho Joey alcanzaba a escuchar el tecleado de Kaiba, el rubio suspiro y decidió ir a agradecerle a el ojiazul lo de ayer de una, para acabar rápido con ese martirio.
Así que sin decirle nada a ninguno de sus amigos se dirigió hacia Kaiba.
Oye Kaiba.
¿Qué quieres? – Respondió el CEO sin siquiera levantar la mirada.
Al menos levanta la cabeza, que nadie te enseño modales ricachon.
Que acaso viniste a mostrar la nueva gracia que aprendiste perro – Dijo levantando la vista solo para ofenderlo.
Seth… - Fue todo lo que salio de la boca de Joey quedando la mirada perdida ante los ojos de Kaiba.
¿Cómo me llamaste?
Seth perdóname… - Y con esa frase unas lágrimas empezaron a resbalar por las mejillas del rubio.
Kaiba estaba preocupado pero los amigos de Joey estaban tan cerca que lo único que se atrevió a decir fue – PERRO QUE DEMONIOS TE PASA! – Pero no el su típico enfado si no con una connotación de preocupación en su voz.
Yugi y los demás voltearon de inmediato para ver que ocurría, sabían bien que Kaiba solo le decía así a Joey, por parte de este, los gritos de Kaiba le habían hecho volver en razón solo siendo capas de articular.
¿Que ocurrió? – Pregunto el rubio como si se hubiese ido de este mundo por unos segundos.
Espero les allá gustado, besos y continuare pronto
