Capitulo 7 "Dulce sabor a amargos recuerdos"

Joey trataba de mantenerse conciente de todo, sin embargo estaba muy cansado y sin poder evitarlo se quedo dormido aun en los brazos de Kaiba, por lo cual no se dio cuenta a donde era llevado, el rubio despertaría en la mansión de los Kaiba, una vez ahí Seto se encargo de que el rubio estuviese cómodo, por lo cual lo llevo a la mejor habitación de la mansión, la suya propia, lo recostó y lo quedo observando unos segundos, era tan hermoso, pero su rostro se veía tan afligido, al CEO no le parecía justo que alguien tan bueno como su cachorro estuviese sufriendo tanto, especialmente por tonterías así, todo era culpa de Yami, absolutamente todo. Acaricio su cabello y noto que el estaba muy sudado, posiblemente por todo lo que corrió o por esa extraña crisis de pánico, y ahora ya estaba frió, y lo menos que quería Kaiba era que además de todo Joey pescara un resfriado, así que busco un pijama para ponerle, después de todo aunque despertara debería descansar, no era normal perder así de repente la conciencia. Encontró una que le quedaba algo ajustada a el, y que a pensar de no quedarle bien a Joey probablemente le quedaría mejor que las demás, la tomo y se acerco a Joey sin poder evitar quedarse viéndolo de nuevo, en realidad le avergonzaba la idea de cambiarle de ropa, pero era por el, si claro que si, era por el cachorro. Se acerco y le quito la chaqueta del colegio y luego levantándolo un poco le quito la polera, lo que Kaiba no sabia es que el cachorro ya no estaba inconsciente si no que solo estaba dormido y al sentir que su cuerpo se movía abrió los ojos, quedándose completamente incrédulo, y quien no ante una escena así, estaba en una habitación completamente desconocida y con Kaiba… ¿desvistiéndolo?

Ambos se observaron por una fracción de segundo sin moverse ni un milímetro y fue Joey quien reacciono primero saltando se la cama.

¡¿Qué demonios Kaiba!

¿Que te pasa a ti perro?

Que, que me pasa. Despierto en… – Hecha un vistazo y unas fotografías de el y Mokuba le hacen un idea. – Despierto en tu habitación y me estas quitando la ropa y preguntas que me pasa!

Kaiba lo queda mirando unos segundos sin saber que decir, ni como excusarse, pero luego nota que Joey tiene la respiración más entrecortada que por una simple sorpresa y subiendo la vista a su rostro lo ve sumamente sonrojado. Ante eso Seto sonríe para si pues ve que puede cambiar todo a su favor.

No se que pasa contigo perro… - sonriendo maliciosamente – Se puede saber que te estas imaginando, por si no lo has notado yo también soy hombre.

Ante esa respuesta Joey se quedo completamente callado, pero no pudo evitar sonrojarse mas, Kaiba tenia razón, de hecho esa misma escena jamás la habría malinterpretado antes, pero después de cómo se había comportado Yami con el no podía evitar reaccionar de ese modo, ahora Kaiba pensaría que el… No era peor, el no pensaría nada, el se podría dar cuenta…

Los pensamientos del rubio fueron interrumpidos al sentir la mano del ojiazul en su rostro.

Estas muy rojo.

Fue todo lo que dijo, pero basto para que Joey nuevamente no supiera como reaccionar, poniéndose completamente nervioso buscando excusas y diciendo cosas sin sentido. Esta reacción divertía mucho al CEO el cual simplemente comento eso para atormentar mas a su cachorro, cuando ya lo vio bastante asustado comento para hacerlo sentir tonto.

Lo decía porque pensé que podías tener fiebre.

El rubio se quedo mirando al castaño, se sentía completamente estupido pro su reacción e intentando cambiar le tema comento al aire.

¿Que hago aquí?

¿Eh?

Quiero saber porque estoy en tu casa Kaiba.

Te desmayaste en el parque.

Eso lo recuerdo, pero porque me trajiste aquí.

¿Acaso querías que te dejara en el parque?

De alguien como tu eso habría sido lo más normal, es raro que hallas traído un "perro callejero" a tu casa.

Mokuba.

¿¿¿Moku?

Si, Mokuba no me habría perdonado que te dejara ahí, por lo demás tienes razón, no me gusta recoger animales de la calle.

Joey sin poder disimularlo bajo la mirada, era tan evidente que a Kaiba no le importaba nada de él, pero, porque eso lo deprimía, siempre había sido así, su forma de ver al ojiazul había cambiado, pero todo debía ser culpa de esas visiones, Kaiba era solo Kaiba, un amargado manipulador al que no le importaba nadie.

Para Seto no paso desapercibido el cambio de ánimo del cachorro, pero volvió a sus pensamientos cuando noto que Joey le arrebataba la polera de sus manos.

Pues gracias Kaiba.

¿Que haces?

Que crees, que vuelva sin medio uniforme.

¿Volver a donde?

Argh! No se que te pasa Kaiba, pero a donde crees, a mi casa. – Dijo mientras comenzaba a ponerse su polera.

No, tu te quedas aquí!

Que estupideces dices Kaiba.

Yo seré quien se ocupe de ti no Ya… - Seto guardo silencio repentinamente ante un mirada atónita Joey.

¿Que?

Mokuba! Ya te he dicho todo esto es por Mokuba le prometí que estarías aquí hasta que estuvieras bien, el se preocupa por ti perro.

Joey sin mirar a Kaiba a los ojos y comenzando a ponerse la chaqueta de su uniforme para marchase.

Dile el chibi que no se preocupe, se cuidarme solo.

Y por eso pierdes el conocimiento en la escuela y luego en una plaza.

No es tu asunto, ¡ya te di las gracias!

Diciendo esto abrió la puerta y disponiéndose a salir de la habitación susurrando"No vez que no quiero involucrarte en todo esto Kaiba" Pero no pudo llegar muy lejos porque Seto sujeto su muñeca jalándolo nuevamente hacia la habitación con toda su fuerza, sumándole a esto al falta de energía del cachorro y acorralándolo contra una pared.

Tú te quedaras aquí perro.

Que demonios pasa contigo Kaiba, no puede retenerme en tu casa.

¿A no? Y que estoy hacinado en este preciso momento.

Hablo enserio, no soy uno de tus empleados con los que puedes hacer lo que se te da la gana.

Joey con la mano libre empujo a Kaiba, pero estaba tan cansado que solo hizo mas fácil para este tomar su otra mano y aprisionarlo con ambas y al ver que el rubio se estaba desesperando poso una pierna entre las de el para evitar que se moviera, y acercando su rostro al de Joey con una tono entre amenazante y persuasivo.

Solo di que te quedaras aquí.

El rubio muy nervioso por la mínima distancia entre el y Seto – Todo esto es por Mokuba, yo no me lo creo, que quieres Kaiba.

Hacer esa pregunta fue un grave error para Joey, o quizá no, pero la adrenalina que recorría a Kaiba mas lo dicho por el cachorro le sonó a prácticamente una invitación y aprovechando la distancia y la posición entre ambos tan solo debió acercar su rostro unos milímetros para rozar los labios de rubio, luego de eso alejo un poco su rostro y sonriendo a medida que olvidaba que lo quería velar por la seguridad del su cachorro le menciona.

En verdad quieres saber que quiero.

Kai…

Pero el cachorro siquiera tuvo tiempo para hablar pues inmediatamente sintió los labios de Kaiba en los de el y dos cosas vinieron a su mente, el roce de labios son Yami, porque recordaba eso ahora, no tenia idea, y luego sus visiones, era la misma sensación, exactamente igual, sin embargo sentía que algo no estaba bien, estaba cada vez involucrando más a Seto y eso era lo que tenia que evitar, trato de hablar, pero el abrir fue tomado prácticamente como una invitación a profundizar mas el beso. Joey se sentía bien, de hecho en verdad deseaba devolverle aquel beso, pero seria un gran error, solo podía recordar las imágenes de sus visiones, sentir el fuego, los gritos, ese beso tan dulce solo le hacia sentir dolor, el sabor a miel se convertía en sabor a muerte y el cachorro no pudo evitar temblar al hacer esa asociación y con todas sus fuerzas empujo a Kaiba, no iba a arrástralo con el en ese horrible laberinto de recuerdos.

Seto lo quedo mirando y quedo completamente estático al ver que el cachorro lloraba, se sintió sumamente culpable, se había aprovechado de que el rubio estaba débil, se había dejado llevar completamente y ahora, que iba a decir y peor aun, lo había dañado con ese beso, por alguna razón lo había hecho llorar.

Perro… Joey…

Yo no quería Kaiba – Interrumpió con la mirada al suelo. – No quería, no quiero que te involucres… Esto es peor que el juego de las sombras y tú aun puedes quedar fuera de todo… tú…

Joey no pudo continuar la frase porque su voz se quebró, ese beso le hizo ver más imágenes, otras que nunca había visto y que hubiese deseado seguir sin conocerlas.

Seto al verlo así no supo que hacer, se sentía horrible, solo por un beso, acaso era posible que un simple beso devastara tanto a su cachorro, eso no era importante era su culpa, el había sido el culpable. No, la culpa tampoco era de el, toda la culpa era de Yami por meterle esas ideas estupidas a Joey en la cabeza, el era muy inocente, era evidente que creería esas tonterías. Sin saber que mas hacer se acerco a Joey y lo abrazo para que se calmara, pero en ese minuto la imagen del ojo del milenio volvió a dibujarse en la frente del rubio, el cual se veía con otros ojos ahora, miro a Seto con una mirada sumamente tierna, pero a al vez perdida y dijo con una voz llena de dolor.

Perdona Seth, por dejarte solo, pero no iba a dejar que te lastimaran… Siempre te amare mi sacerdote, no importa cuantas vidas transcu…

Antes de que terminara la frase Seto sintió sus manos húmedas, estaban manchadas de sangre, las manos con que sostenía al cachorro, al mismo tiempo que la voz de este se cortaba y sus ojos se cerraban, el corazón de Kaiba se detuvo al ver también las ropas de este manchadas de sangre, sin embargo su sorpresa fue mucho mayor al ver que Joey no tenia ninguna herida y que nuevamente estaba tranquilamente dormido.

Kaiba tenia que saber que estaba pasando, Joey no quería que el se involucrara, pero ahora no había otra opción, esto era muy extraño, incluso para el incrédulo Seto Kaiba.