Harta de Mary Sues, empezaré al fin con los Marty Stues. Y mi pobre imaginación tiene límites... y paciencia (poca, pero la tiene)
Por lo visto, la idea de contestar por mail no funcionó, así que volveré al antiguo método.
Y sí, el anterior prototipo no fue exactamente una Sue, pero necesitaba algo, no podía tardar tanto... UU
Namárië, Malliane.
PRESENTACIÓN DE NUESTROS ANFITRIONES.
CON USTEDES... LOS MARTY STUES
Harry Potter, el musculoso rey del Quidditch (o cómo el viento que te da en el cuerpo al volar en la escoba te moldea de maravilla el cuerpo)
Si hay algo que me molesta, es que se me escriba feo. ¡Piensen un poco! Soy Harry Potter, el Niño Que Vivió, ¡no forma alguna de que me imaginen pequeño, delgado y normal. Porque con mis dieciséis años, soy toda una belleza.
Sí, ya sé que Rowling describió algo totalmente diferente de mí (yo le diría errado), pero, ¿a quién le importa el canon en estos días?. Para las que no hayan visto la película, les hablaré un poco de mi aspecto. Soy un muchacho alto, de piel morena y pectorales marcados a más no poder. Mis ojos verde esmeralda contrastan de forma perfecta con mis labios rojos y mi hermosa dentadura. Si encuentras alguna coincidencia con el típico ídolo estadounidense onda MTV, no es casualidad. Al igual que la falta de neuronas.
Pero dejemos de hablar de mi increíble e infartante aspecto, que no es lo más importante. A lo largo de el fic, mis facetas variarán desde pequeño cordero degollado con aspecto adorable hasta soy el macho más malo de los machos, y rujo fuerte. Ambos son geniales, cabe decir.
Sin embargo, si de algo me gusta hablar a mis admiradoras/es, es sobre mi capacidad de amar a todo ser humano y Mary Sue que se cruce por mi camino. Viva la vida. Soy tan genial, perfecto, hermoso y humilde, que no cabe duda de que soy un personaje totalmente creíble, ¿verdad? ¿Verdad? ¿VERDAD?
Corto, pero no quería demorarme más.
