8. Adiós...

Se escuchó un sonido que procedía del otro lado del cuadro que llevaba a la sala común de Gryffindor.

Ginny se acercó intrigada, y tras abrir la entrada observó que allí no había nadie, pero observó hacia abajo y allí se encontraba Hermione reposada en la pared respirando tranquilamente.

-Oh por todos los merlines, Hermione- Ginny la observó alarmada- Ron!!! Harry!!! Alguien...venid!!!

Se agachó junto a la joven, no parecía herida. Enseguida escuchó pasos que se aproximaban.

-Que ocurre Ginny?- Ron al observar a Hermione abrió los ojos de par en par y no dudó, se agachó y la tomó en brazos llevándola dentro de la sala.

Harry y Neville se unieron a Ginny que seguían a Ron. Este la posó sobre el sofá, por suerte no había muchos alumnos por allí a esas horas.

-Hermione- murmuraba nervioso el pelirrojo- hermione...

De pronto la joven empezó a moverse y lentamente comenzó a abrir los ojos.

-Mmm...Ron?- susurró- donde?

Se incorporó rápidamente del sofá y observó a todas partes. Al reconocer la sala común se tranquilizó, a pesar de que una pregunta le daba vueltas ahora.

-Como he llegado hasta aquí?

-Parece que alguien te trajo hasta el cuadro de la Señora Gorda.- dijo acercándose Ginny- debe ser alguien de Gryffindor o algún profesor.

-Lo dudo...

-Que dices?- preguntó Harry.

-Oh nada, nada- se sabía que por general ningún alumno conocía las entradas a las salas comunes de las otras casas...pero se sabía que si se quería, se encontraban...

No hacía falta que preguntase más, suponía quien había sido quien le hubiese traído hasta allí...Malfoy. De pronto se acordó de lo que estaba haciendo antes de desmayarse...estaba con él, en una situación....

-Si me disculpáis...preferiría irme a descansar a la cama.

-Pero...y lo que te ha pasado?- dijo desconcertado Ron- no te preocupa?

-Lamentablemente ya me he acostumbrado a estas situaciones Ron, pero gracias por preocuparos, estoy bien.

Ginny la acompañó hasta la puerta que daba a las escaleras de las habitaciones de las chicas para luego volver con los otros.

-No se que hacer ya...- suspiró Ginny-cada vez se aleja más....

-Lo que ahora deberíamos es de lo que pasa con los profesores- intervino Harry- creo que ...- echó una mirada fugaz a Ron- algo va a cambiar.

Hermione se sentó en su cama y se abrazó a las piernas. Se había desmayado en brazos de Malfoy, y la mirada del joven...no podía quitarse de la cabeza aquellos ojos que la miraban de aquella forma. Que estaba pasando?

Quería huir, quería salir corriendo de la escuela....intentar sacar de su cabeza todas las escenas que se repetían...era todo tan real...y al estar en aquel pasillo, la voz susurrante de Malfoy....su mirada....en ese momento no pudo diferenciar si lo que estaba viviendo era la realidad, o otra de las tantas visiones en que aquella mirada la atormentaba de una forma que no podía evitar.

-Quiero cerrar los ojos y dormir...dormir sin soñar...- estaba apunto de llorar e imploraba a alguien. Pero la única voz que pareció escuchar le respondió "pero no puedes"

En otro lugar de la escuela, en la casa slytherin, un joven se encontraba en la misma posición de la chica, recostado en su cama observando el techo, suspirando e intentando comprender.

Recordó el calor de Hermione al abrazarla, el sentir sus mechones rozar sus mejillas, la frágil figura al levantarla del suelo...cerró los ojos y ladeo la cabeza hacia atrás.

-Padre...mira las consecuencias de lo que me pediste.

Dos semanas pasaron, y todos los alumnos comprendían que algo que estaba ocurriendo, los profesores se comportaban de una forma extraña, parecían inquietos a la vez que distantes en sus clases, y era muy extraño ver como la profesora Mcgonagall se equivocaba de conjuro y convertía sin querer a Neville en un jabalí.

-Oh perdone Longbottom- dijo volviéndole a la normalidad pero sus mejillas adquirieron un tomo rojizo.

-No se preocupe profesora- a Neville le extrañó que ninguno de sus compañeros soltase una risita, parecía que la cosa ya era grave.

Hermione observaba las grietas de la madera de su pupitre como si al no quitar la vista de ellas pudiesen resolverle todos sus quebraderos de cabeza.

De nuevo las situaciones incomodas al evitar a Malfoy en todo momento, pero ya no sabía si él la observaba, no podía permitirse el lujo de averiguarlo.

Pero sus pensamientos se desviaron completamente en un suceso que ocurrió en la clase de Encantamientos...algo sin importancia que lo cambiaría todo.

Era la clase de la tarde, como siempre el profesor Fliwitch se había colocado en una cima considerable de libros para ver a todos sus alumnos mejor.

Hermione intentaba fijar la mirada hacia el profesor, pero sabía que Malfoy estaba justo en la otra parte de la clase, de frene a ella, y eso le ponía nerviosa.

-Hermione- le dio un codazo Harry- que te pasa?

Ella le miró desconcertada y se fijó que no estaba prestando atención de nuevo, se encogió de hombros y comenzó a practicar el hechizo que había explicado el profesor, a ese que no había atendido.

Observó como Harry y Ron se colocaban delante un jarrón y sujetaban con determinación su varita.

Debían unir los jarrones por un costado y formar una fusión estable.

-No parece muy complicado- dijo alzando una ceja Hermione, pero esperó a observar que ocurría, pues no sabía el procedimiento, se maldijo por la estupidez de estar en las nubes.

Harry hizo un movimiento de varita y apuntó al jarrón.

-Fisian- un tenue rayo surgió de la varita envolviendo el objeto, pero a pesar de que parecía fácil, el jarro tembló haciendo que cayera del pupitre convirtiéndose en un montón de piezas de cerámica.-ups, lo siento profesor.

-No importa Potter, recójalo- dijo el profesor sonriente.

Harry apuntó a los trozos.

-Reparo- pero para sorpresa del joven no ocurrió nada- reparo!!

Hermione alzó la cabeza observándolo con la boca ligeramente abierta.

-Que pasa Harry?- decía Ron esbozando una sonrisa- algo tan simple no te sale?...Reparo!!

Los pedazos se unieron y de nuevo el jarrón estaba en perfectas condiciones.

-Estaré perdiendo facultades- se reía Harry mientras se revolvía los cabellos.

Los compañeros le hacían bromas por el pequeño error, pero Hermione no dijo nada, seguía observando sorprendida y el labio le temblaba ligeramente. No era nada, era simplemente un pequeño error, pero algo....algo..." No ha sido ningún error"

Hermione desvió la mirada y observó al profesor que miraba ceñudo a Harry, había desaparecido la expresión risueña que tanto le caracterizaba. Y de pronto, sin querer, se giró a observa a Draco que no se reía porque la observaba a ella y Hermione sabía que se debía estar preguntando "por qué ella estaba actuando así, y por qué también el profesor"

-No puede ser...verdad?- murmuró para si misma siendo ignorada por los demás que seguían absortos ahora con sus ejercicios.

Desde ese momento, el miedo volvió a inundar la mente de Hermione.

Los temores de la joven se confirmaron una nublada mañana. Nunca olvidaría ese día.

Se suponía que le tocaba Defensa contra las Artes Oscuras, pero recibieron el comunicado de llevar a todos los alumnos de sus respectivas casas al Gran Comedor. Como era prefecta su deber era velar por el orden de sus compañeros, al igual que Ron y no hacer demasiadas preguntas de porque este cambio.

-Es extraño...- decía Ron a su lado- esto no es normal, que habrá pasado?

Hermione no contestó, iba con la cabeza gacha teniendo un mal presentimiento.

Al entrar al Gran Comedor, casi todos los alumnos de Hogwarts se encontraban sentados en sus mesas, faltaba Slytherin.

Gryffindor se sentó y acto seguido entraron por la puerta los estudiantes de la casa de la serpiente. Draco iba al frente con la cabeza erguida y se sentaron en la mesa que quedaba libre, al lado de Gryffindor.

Hermione notó que él se sentaba detrás de ella. Intentó no girarse y mentalizarse que no le importaba, pero todo esto se evaporó al escuchar las palabras de Dumbledore, que demostraba una mirada cansada y le hacía parecer más viejo de lo que aparentaba.

-Queridos alumnos, extraños días nos han tocado vivir – hizo una pausa para pasar sus brillantes ojos por cada una de las mesas, Hermione creyó percibir que el director se demoraba un momento observando en su dirección- me temo que debo comunicar que Hogwarts cerrará sus puertas y deberéis volver junto a vuestros padres por el momento

Como se imaginó hubo un gran tumulto de gente hablando, haciendo preguntas, exigían que les explicaran que ocurría.

Dumbledore alzó los brazos para que volviera el silencio.

-Vuestros padres ya están enterados, deberéis preparar las maletas y mañana partiréis. Tan pronto como sea conveniente todos sabréis lo que ocurre. Esperemos que solo sea algo temporal y fácil de solucionar.- pensaban que había concluido la charla, pero el director posó sus manos sobre la mesa y los observó con una mirada llena de advertencia- recordad esto. A pesar de todo el miedo que se pueda provocar, vuestros corazones están repletos del valor. Nadie puede acusaros y nadie puede obligaros a negar lo que sois. Recordad mis palabras, nunca olvidéis quienes sois y de donde venís, pues eso os mostrará los pasos a dar en vuestro camino. Alumnos míos, espero ver vuestras caras en este comedor dentro de poco.

Sonrió levemente y posó una mano en el hombro de la profesora Macgongall a la que le temblaba el labio pero mantuvo la compostura.

-No puedo creer que esto...- Harry se cayó al notar que Hermione estaba temblando.- Hermione que te pasa?

Ron se inclinó hacia ella y notó que estaba llorando. Apretaba los labios pera las lágrimas comenzaron a rozar sus mejillas.

-No creerás que esto tiene que ver con tus sueños, verdad?- le dijo intentando sonreír Ron.

-Yo...Yo...- no pudo continuar, se tapó la cara con las manos para que nadie la viera llorar.

Harry y Ron que estaban colocados a cada lado de ella intentaban calmarla y Ginny le hablaba bajo para que nadie se diera cuenta que la joven prefecta estaba llorando.

Aunque la pelirroja, al estar frente a ella se dio cuenta que no solo los compañeros próximos de la mesa de Gryffindor se habían percatado de la situación de Hermione, si no que Draco Malfoy tenía la cabeza ladeada a un lado mirando de reojo. Pero no encontró la menor de los Weasley ningún síntoma de burla en la mirada del joven...eso le preocupó.

-Vamos Hermione- le dijo Harry alzándola del codo- todos se marchan, debemos hacer las maletas.

La joven se restregó la cara avergonzada y se levantó. Se aclaró la garganta e hizo que todos los alumnos de Gryffindor la siguieran.

Caminaron hasta el pasillo y se colocó a un lado para que todos subieran las escaleras, Ron se adelantó.

-Voy primero?- dijo acogiéndole del brazo cariñosamente.

Ella asintió y observó como el pelirrojo intentaba pasar entre los alumnos. De pronto notó como la cogían de una mano y la tiraban hacia atrás ocultándola a las sombras de las columnas.

-Pero...Malfoy, te has vuelto loco?- dijo ella abriendo los ojos y mirando alarmada a los alumnos que tenía a cargo- como prefectos debemos llevar a los alumnos a las salas comunes.

-Se saben el camino de sobra- su voz sonaba baja, como lejana.

De pronto ambos escucharon como Harry llamaba a Hermione.

-Hermione!! Eh chicos, habéis visto a Hermione Granger?- preguntó a unos alumnos de tercero, pero ellos negaron con la cabeza.

Draco vio como la joven intentaba liberarse del contacto de él para llamar a su amigo.

-No lo hagas Granger- impuso. La sujetó por los brazos para que no se moviera y la joven alzó los ojos a mirarlo directamente a los ojos.

Draco entrecerró los ojos y comprobó que los de ella estaban enrojecidos.

-Lo sabía, has estado llorando después de la charla del viejo director.

En un lugar recóndito de su mente Hermione se sorprendió de que él se hubiera dado cuenta y se preocupara ahora por esa tontería....por otro lado, intentaba huir de cualquier casualidad que diera rienda suelta a los sueños.

-Riete entonces, no?- suspiró cansada- es lo que siempre has hecho, reírte de mi.

-Eres algo tonta para no darte cuenta de ciertas cosas, no Granger?- a Hermione le asustó la mirada del joven, esa mirada nunca la había visto hasta el momento...excepto....en los sueños, una mirada cálida que en ese momento le congeló la sangre.

-No me mires así...lo odio- dijo rechinando los dientes.- no te comprendo y no quiero comprenderte, además, a partir de mañana no tendré que verte, así que deja de comportarte de esta manera tan...

Hermione notó la mano fría de Draco en su boca y su cuerpo tembló. Se dio cuenta que él miraba en una dirección.

Los alumnos de Huppelfpuff pasaban por las escaleras y el joven prefería que no les escuchasen.

De pronto la joven se sintió mareada al sentir la proximidad de Draco, podía escucharle respirar. Al volverse a ella su rostro estaba demasiado próximo.

-Guárdate todos tus comentarios, de nada me van a servir- lentamente apartó su mano de la boca de ella pero continuó rozando su rostro, hasta dejarla posada en la mejilla.- así que debería alegrarme de no verte más, no?

Un tono de amargura mostraba su voz y Hermione notó que la mano de él temblaba. Suspiró y se propuso a ser comprensiva, a pesar de que algo en su interior se agitaba.

-Mira, sería una hipócrita sino aceptara el hecho de que puedo entender algo de lo que te pasa....pero no puedo comprender el por que de esta forma- él apartó la mano y no habló dejándola terminar-no puedo confiar, y hay cosas que no pueden ser, así que por favor, creo que esta conversación debería llegar a su fin ahora. No hay porque discutir más, de todas formas, mañana ya no estaremos aquí.

Algo surcó la mirada de Hermione, Draco lo notó, algo que la había apartado de ese lugar un segundo, como observando algo mucho más lejano.

-Bueno, al fin veo algo de la antigua inteligencia de la sabelotodo Granger- sonrió maliciosamente.

-Así esta mejor- no sonrió- ahora, puedo irme?

El desvió la mirada y se colocó una mano en la cintura. Ella aceptó eso como una despedida y comenzó a andar.

Pero antes de que pudiera salir completamente de la oscuridad de las columnas, él la cogió de la mano y la atrajo a él abrazándola.

-No..- empezó ella.

-Calla- susurró él mientras le abrazaba fuertemente y con la otra mano comenzaba a acariciar sus cabellos-eres una especialista en complicar la vida de la gente, sabias?

Ella notaba la calidez con la que Draco la abrazaba y sin quererlo se encontró reposando el rostro en el hombro de él.

-Se que sabes que está ocurriendo, no solo con todo lo que dijo Dumbledore...sino aquí- hundió el rostro en los cabellos de Hermione sin dejar de abrazarla.

-Ojalá no supiera nada, ojalá pudiera ser como los demás estudiantes ahora mismo, resguardados en sus habitaciones ignorando todo- estaba apunto de llorar, pero no quería hacerlo en ese momento, no con él.

-Que debo hacer...tú lo sabes, que va a ocurrir a partir de ahora?- por un momento Hermione no supo a lo que se refería exactamente. Pero entonces supo lo que debía decir y hacer...seguiría huyendo de ese futuro, pero no por ello no iba a hacer algo por Draco, porque en el fondo....

-Escóndete, huye, aléjate de lo que vaya a ocurrir dentro de poco...- notó la tensión del joven pero no le respondió- no busques a los muggles, porque querrás hacerlo....pero todo lo contrario, huye...y...

-Y?-dijo en un susurro.

-Sálvate- apretó los labios al decir esto.

Para su sorpresa Draco asintió y no preguntó más. Como podía confiar de esa manera en lo que acababa de decirle?

-Eso es todo?- le dijo Draco.

-Todo- mintió.

-Entonces esto es un adiós?

Allí se encontraban ambos, en las sombras de un rincón, hablando como nunca antes, y el joven abrazándola, un abrazo que no era devuelto, un abrazo que uniría a dos personas que jamás habrían cruzado su camino con el del otro sino hubiese sido por un desafortunado sueño.

Hermione tragó saliva.

-Si, es un adiós Draco Malfoy.

Él se separó un poco y la observó, allí la veía como nunca antes, con un semblante sereno, noble...soportando un gran peso que no podía terminar de descifrar, y se inclinó y la beso tiernamente en la comisura de los labios.

Ella se sobresaltó pero no le dio tiempo a reaccionar, pues el contacto había sido rápido y ahora se tocaba con dos dedos el lugar donde la había besado.

-Hasta la vista sangre-sucia.

Hermione observó aquellos ojos grises que la miraban con tristeza e inmediatamente el joven dio media vuelta y se marchó en dirección opuesta a la que ella debía coger. La figura de Malfoy se perdió en los pasillos, pero la joven no retiró la mirada...se preguntaba si esta conversación habría sido la última que tendrían....para siempre...

Pero de nuevo aquella voz le vino de lejos "Volveremos a vernos"

Volvió a tocarse donde los labios de Malfoy se habían posado y una lágrima cayó.

-Deseo con todas mis fuerzas que no te vuelva a ver Draco Malfoy...por favor.

A la mañana siguiente, a pesar de que los alumnos sabían que volvían a casa, las risas y la diversión no inundaron Hogwarts. El silencio, las caras preocupadas...no eran unas vacaciones.

-Entonces tendrás que volver con tus tíos, Harry?- dijo Ginny mientras bajaban las escaleras.

-No veo otra opción por ahora.

-Vente con nosotros- dijo Ron- ya te lo dije anoche, mi madre estará encantada, mejor que ir con esos muggles.

-Pero, y cuando nos veremos?- volvió a preguntar Ginny pero ahora observando a Hermione.

-Bueno, eso es difícil, yo iba con vosotros a veces en vacaciones de verano, pero ahora, no lo se, si han avisado a mis padres de algo extraño...tal vez quieran que vuelva con ellos –"aunque debería alejarme del mundo muggle, como todos" pero eso no lo dijo, no estaba segura de si todo lo que estaba ocurriendo era lo mismo que lo que ocurría en sus sueños.

Ginny hizo un mohín enfadada, parecía que tardarían en volver a estar todos juntos de nuevo, y eso la entristeció.

Llegaron a la entrada para seguir a los alumnos en dirección a los carruajes que les llevarían a la estación para coger el Expreso de Hogwarts en dirección a Londres.

Pero, alguien los llamó.

-Potter, Granger y vosotros, Weasley- indicó la profesora Macgonagall- venid conmigo.

Los cuatro se miraron y se apartaron del corredera de gente que salía del castillo.

-Que ocurre, profesora?- dijo Hermione.

-Vosotros vendréis con nosotros a otro lugar, vuestros padres ya están avisados...eso va también por ti Potter.

Todos se quedaron con la boca abierta, pero, a donde irían?

-Tus padres también vendrán, Weasley- dijo mirando tanto a Ron como a Ginny- viviréis con miembros de la Orden del Fénix, pero eso, por supuesto es secreto.

Hermione se mordió el labio y con esas palabras supo que sus sospechas se iban aclarando. Si los querían con ellos...si la querían a ella...

Una mirada llena de tristeza observaba a los alumnos que se marchaban...a Hermione se le ocurrió que posiblemente jamás volviese a ver aquellas caras....agitó la cabeza...no, había esperanza, debía haberla.

De pronto lo vio, ahora salía un grupo de Slytherin hablando entre sí. Draco iba con ellos, y su mirada se posó en Hermione, sus ojos se abrieron ligeramente sorprendidos al verla con la profesora y los otros. Sin quererlo se había detenido y la observaba. Sus ojos la miraban fijamente y Hermione no los apartó aunque sabía que algunos se habían percatado de esta situación.

-Hermione, que haces?- dijo en un susurro Ginny asiéndola por el codo, a pesar de que sabía perfectamente lo que miraba su amiga.

También un compañero de Draco lo llamó y este reaccionó. Inclinó ligeramente la cabeza y ella interpretó que se despedía. Ella no le contestó, ya nunca más....

"Aquella fue la última vez que le vi, de pie, observándome sin importarle que los demás se dieran cuenta del centro de su atención. Tantas cosas habían cambiado en tan poco tiempo. Todo mi mundo se había vuelto patas arriba, y en parte había sido culpa de él, nunca pude entender aquel cambio de actitud, y hoy todavía no acabo de entenderlo, aunque al final todo acabara de aquella manera.

Sin embargo, todavía puedo sentir la calidez de aquel beso que me dio a las sombras de las columnas....

Ya ha pasado un año y siempre me acecha el recuerdo. Un año conviviendo en la vieja casa de la familia de Mcgonagall, alejada de todo el mundo, especialmente de los muggles.

Mis sospechas se van cumpliendo cada día que pasa, la magia cada vez desaparece con más frecuencia, a pesar de que siguen siendo minucias de tiempo malinterpretados por errores casuales, pero nos escondemos, los mayores siguen investigando por todas partes encabezados por Dumbledore. Pero ha llegado el momento que nosotros también hagamos algo, no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Mis padres, los veo de vez en cuando, pero no puedo permitirme el lujo de visitarles en casa. Echo de menos mis costumbres, mis rutinas...a muchos compañeros que no he vuelto a ver desde el último día en Hogwarts...Hogwarts...llegado a este momento ya me habrían matriculado en la escuela y tal vez estaría trabajando o especializándome en alguna vertiente, jamás lo sabré.

De vez en cuando vuelvo a tener aquellos extraños sueños, siguen siendo fragmentos...pero son repeticiones, nada nuevo y ya no me desmayo como antes.

Ron muchas veces me dice que eso debe ser bueno...ojalá tenga razón, pero nuestro mundo sigue en peligro, lo noto en los rostros de los demás, incluso esta mañana vi a Molly llorando en la cocina, últimamente lo hace mucho, aunque también puede ser porque todos sus hijos están metidos en las investigaciones del Ministerio y siempre están en peligro.

Harry me sobreprotege, se que Dumbledore le hace cuidar de mí, y me siento demasiado agobiada, parece que solo sirva para dar detalles de mis sueños, pero todos tenemos trabajo ahora, todos debemos seguir, me niego a que todo acabe.

Esta tarde he escuchado a Lupin decir algo de Malfoy...el solo hecho de pronunciarlo me ha puesto los pelos de punta, no se a quien se refería...pero eso me ha hecho preguntarme inconscientemente que estaría haciendo él...

No debo pensar en él, pero inmediatamente llega a mi mente unos ojos calidos que hacen congelarse a la sangre...ya no puedo distinguir la realidad....e inconscientemente he vuelto a pensar en él de nuevo...pero ya nunca más...nunca más...mañana será otro día...pero siempre rezo para que no sea el último

No quiero pensar que la cuenta atrás ha comenzado."

-------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO

Este podría ser perfectamente el ecuador del fic, se podría dividir perfectamente en dos mitades, o en dos fics, pero sería un primer fic muy corto, por lo que continuaré escribiendo seguidamente.

Aquí ya vemos que la vida en Hogwarts ha acabado bruscamente, y las despedidas han dejado huellas demasiado visibles y claras de lo que sienten los dos protagonistas. Ahora se han separado, pero en un futuro sus caminos se volverán a encontrar.

Mucha gente me dice que soy cruel con esta historia, que no los haga sufrir. Dejaré constancia que no todas las historias deben ser bonitas, con el romantiqueo que toca y ya esta. Este fic salió desde un principio con todo su dolor y su tristeza, así de golpe, y por eso disfruto tanto escribiéndolo.

Por eso, sed comprensivas, no me tachéis de cruel, pues a mi me gusta esta historia tal como es, con sus lágrimas y su dolor, ese es el encanto.

No tengo tiempo a contestar los reviews porque el estudio me lo impide, pero pondré los nombres de la gente que quiero agradecer que se lea este fic: Luna-wood, Nita, Ithae, Kristen, BB, Thurisaz7, Loony, Sandra..etc, y mucha gente que no puede dejar reviews, gracias a todos por seguir apoyandome.

No puedo creer que ahora sea tan formal y tan...impasible al escribir estos comentarios, puede ser la situación,. Puede ser el sabor de boca que me ha dejado al terminar el capitulo.

Espero que me deis vuestras opiniones para saber como va yendo el curso de la historia hasta este momento.

Un besazo muy grande y nos vemos pronto.

Shiro, Sassech de españa

Expulsada de mi amada tierra busco el paraíso en los sueños.

Pd: quiero dedicar hasta el momento este fic especialmente a Rosa (thurisaz) porque desde el primer momento se entusiasmó con la idea y hasta el dia de hoy me ha seguido instando a que lo escriba. Gracias wapa.