Por si acaso no se entendió, Leo y Muffy suelen hablarse mentalmente... cuando es así, la conversación está "" con esos.
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4.-
A pesar de lo tarde que era y de lo cansados que estaban, ninguno se sentía con ganas de irse a la cama cuando llegaron a la guarida.
Una vez que las cosas ya estuvieron más en calma y la impresión había pasado un poco, Don y Miguel tuvieron oportunidad de saludar a Muffy, ésta le devolvió los saludos con alegría. En verdad, se alegraba mucho de verlos a todos después de tanto tiempo.
Miguel puso agua a hervir y después de preparar té para todos, se sentaron en torno a la mesa de la cocina.
.- Vaya una noche tenemos...- murmuró Raphael, poniéndose su cara encima de su taza, absorbiendo el vapor que salía de ella.
.- ¿Vieron como su cabeza se desintegró, se deshizo como si fuera de.. de... – comentó Miguel, haciendo una pausa tratando de encontrar la palabra correcta.
.- Si, Miguelito, todos estábamos ahí, todos lo vimos.- contestó apaciblemente Don, como si hablase con un niño pequeño, mientras sostenía su taza con ambas manos.
.- No, espera¿cuál es la palabra que busco?.- le respondió Miguel mirando al cielo, mientras le hacía un gesto con la mano para que le dejase en paz. Don volteó los ojos y se volvió hacia el resto.
.- Supongo que por el hecho de que estés aquí, y lo que acabamos de ver, hay algo muy malo y sobrenatural detrás de todo esto¿verdad?.- le preguntó a Muffy, ésta sonrió.
.- ¿Es que acaso no puedo sólo pasar a saludar?.- dijo ésta fingiéndose ofendida.
.- ... como castillo de arena... no... como bizcochos sin huevo... .- volvió a hablar Miguel, a pito de nada.
.- ¿Bizcochos sin huevo¿pero de qué diantres estás hablando?.- se volvió a preguntarle Raphael repentinamente, casi deslizándose por la mesa, mirándole entre malhumorado y soñoliento. Miguel se volvió a mirarle, con la misma expresión, apenas abriendo los ojos.
.- ¿Haz hecho alguna vez biscochos sin huevo¡prueba hacer bizcochos con huevo y ya verás como te va, salame!
.- ¿De qué demonios hablas!
.- ¿Acaso quieres pelear conmigo!
.- ¡Me canso!...- ambos hicieron ademán de pararse, pero volvieron a caer en sus asientos. Desde ahí estiraron los brazos tratando de alcanzarse, pero tan lentamente, que parecía que se movieran en cámara lenta.
.- Ay, no... –suspiró Don.- Ya tiene sueño... .
Don estaba acostumbrado a trasnochar, había veces que pasaba las noches de largo enfrascado en algún experimento, o en la reparación o construcción de algo, o simplemente meditando algún futuro proyecto... Sin embargo, Miguel, después de cierta hora, sufría una regresión y se transformaba en un nene de pañales insufriblemente odioso... hasta que finalmente se dormía.
Lamentablemente, Raphael siempre le seguía la corriente cuando se ponía así.
Don se puso de pie y fue en busca de Miguel, levantándolo de la silla por el brazo. Miguel, con ojos de sueño, se levantó obedientemente, mientras le sacaba la lengua a Raphael y éste le lanzaba una mirada asesina.
.- Vamos Miguelito. Te meteré en tu cama, te arroparé, te daré tu peluche... Di buenas noches.
.- Na nosh...- Murmuró éste dejándose llevar por Don, hasta que las voces de ambos se perdieron al alejarse de la cocina.
Raph se volvió hacia Muffy.
.- Vas a necesitar unas mantas... .- le dijo soñoliento, poniéndose de pie también.- Voy por ellas.- con un bostezo, dejó la cocina arrastrando los pies.
.- Gracias...- le gritó Muffy cuando ya desaparecía por la puerta, Raphael alzó una mano y la dejó caer sin ganas.
Muffy se volvió hacia Leo cuando se quedaron solos.
.- ¿Tu no tienes sueño?.- le preguntó.
.- Montones. Sobre todo después de la salsa de hoy... pero primero quiero aclarar lo que se pueda de lo que está pasando... supongo que tu aparición de esta noche no fue una coincidencia. Como tampoco debe ser una coincidencia que nos hallan atacado esos tipos superpoderosos...
.- ¿Seguro que quieres hablar de todo eso ahora? podemos esperar hasta la mañana, las cosas no van a cambiar mucho entre ahora y mañana.
.- Seguro. Además , así dormiré mejor...
Muffy suspiró, fijando los ojos en su taza de te, todavía caliente.
.- No estoy muy segura de que lo que voy a contarte vaya a ayudarte a dormir mejor... .- dijo ésta lentamente, con voz grave. Leo abrió mucho los ojos, volviéndose hacia ella, aguardando en silencio.- Te busqué por una razón específica, necesito tu ayuda, la ayuda de todos ustedes. - continuó.- Durante los últimos meses, la actividad... demoníaca... ha sido muy intensa. Generalmente, sólo tengo que practicar uno o dos exorcismos al mes... ahora hago al menos uno diario... no sabía porqué estaban tan inquietos hasta que por casualidad...
Muffy se quitó la funda de espada que sujetaba con una correa de cuero cruzada sobre su pecho, y la puso sobre la mesa.
Leo no tenía que preguntar para saber lo que era.
Después de haber matado con ella al demonio fragmento de Satanás que había poseído a Leo, Muffy insistió en que sería más seguro si ella conservaba la espada... April se había opuesto, puesto que, después de todo, era la dueña de la espada, pero dejó de quejarse cuando Muffy le pagó el importe...
Aquella había resultado ser la Espada de Fuego, la que había derrotado al mismísimo Satanás, en la guerra contra él al principio de los tiempos, separándolo en miles de fragmentos.
Así se los había confirmado el Arcángel, quien había resultado ser nada menos que el "jefe" de Muffy y el Arcángel Miguel, quien derrotara la primera vez a Satanás...
Si . Las cosas se habían vuelto un poco confusas al final.
La espada había continuado cazando demonios en manos de una guerrera china, luego se había perdido por siglos, hasta que fue a parar a manos del dueño de una tienda de antigüedades, el padre de April.
Durante todo ese tiempo, la espada había permanecido dormida, hasta que la presencia de uno de los fragmentos de Satanás había vuelto a despertar sus poderes..
Era una historia extraña. Si no hubiera sido por que él mismo estuvo ahí, no la creería.
.- Mira esto.- le dijo. Lentamente, retiró la funda que cubría la espada. De inmediato, un intenso brillo azul iluminó la habitación. Leo se echó para atrás.
.- ¿Qué...?.- exclamó boquiabierto.- ¿C-como...?.- Muffy asintió.
.- Ha estado cambiando. Lo ha hecho por si sola...
La espada tenía una hoja no muy larga, un poco menos larga que la de sus katanas y de un negro profundo, con unos grabados dibujados en ella.
Ahora la hoja había aumentado casi a la mitad su tamaño, y ya no era lisa como antes, ahora sus filos estaban dentados en ambos lados... de ancho había aumentado casi al triple. Leo se preguntó como semejante espada podía caber en una funda normal.
.- Todo este tiempo... ha estado cambiando.- dijo Muffy, con una nota de temor en la voz..- Y ya no deja de brillar. Estoy casi segura de que cada día se hace más grande, las sierras más anchas... ésta es una funda especial, no importa el tamaño del arma, siempre cabrá dentro... tuve que buscarla para traerla hasta acá.
Leo la miraba atónito. El brillo azul de la hoja iluminaba su rostro.
No le impresionaba tanto la transformación de la espada como el presentimiento que le provocaba...
"¿Qué significa, Muff?"
Muffy tragó saliva antes de contestar, guardando la espada en la funda para ganar algo de tiempo.
"Al principio no lo supuse. Tuve que investigar un poco... ¿Recuerdas que la espada sólo reaccionaba cuando estaba en presencia de ese fragmento?... ".-preguntó la voz de Muffy en la cabeza de Leo, luego se quedó en silencio por varios minutos..
"¿Muffy? Éste pudo sentir el temor que de repente surgió en su interior.
"Los demonios han estado muy inquietos últimamente... piensan que algo está por pasar y quieren estar aquí para presenciarlo... Creo que ahora sé de qué se trata...".- Muffy hizo otra pausa temblorosa, como si tuviera que reunir fuerzas para continuar.-"... los fragmentos de Satanás siempre han luchado por reunirse... desde el principio, desde que fueron separados. Si llegasen a reunirse, si Satán vuelve a estar completo..."
"Dijiste que los demonios no pueden traspasar las puertas a este mundo"
"Eso es cierto. Pero sólo hasta cierto punto."
Muffy guardó silencio un instante, ordenando sus ideas, ambos se echaron hacia atrás en sus respectivos asientos, mirando a la nada frente a ellos.
"Lo demonios no pueden traspasar las puertas a este mundo por sí solos. Por eso es que deben poseer un cuerpo mortal, deben encontrar un avatar".
"Por eso es que..."
"Si. Él demonio que te poseyó te utilizó como su avatar. La mayoría de los demonios no tienen la fuerza suficiente para poseer un cuerpo mortal por demasiado tiempo... finalmente terminan consumiendo su alma, deteriorando la carne y deben buscar a otro para seguir permaneciendo en este plano. Sin embargo, un fragmento es mucho más poderoso que un demonio normal. Puede fusionarse con el cuerpo mortal y hacerlo propio..."
"No necesito que me lo digas. Lo sé perfectamente...".- respondió Leo con algo de tristeza. Todavía se sentía responsable por haberse dejado manipular por esa criatura.
"Sin embargo...- Continuó Muffy.- aún si se trata de un fragmento, la fusión entre el demonio y su avatar no puede ser perfecta si el receptor no está de acuerdo..."
"Eso quiere decir ¿que...?"
"Que si el avatar está de acuerdo en recibir en su interior al demonio, entonces la transfiguración será perfecta, será más que una posesión. Se tratará de una verdadera reencarnación."
"Entonces... si hipotéticamente, alguien accediera voluntariamente a recibir en su cuerpo los fragmentos del demonio... si alguien accediese libremente a ser el avatar de Satanás, entonces éste podría revivir... reencarnar en esa persona."
"Si. Es... exactamente eso."
"¿Es eso lo que está pasando ahora¿acaso hay alguien tan loco como para aceptar que el demonio más poderoso de todos reencarne en su propio cuerpo?...".
Muffy suspiró.
"Aún si el avatar accede a recibir en su interior al demonio, debe ser lo suficientemente fuerte para contener su poder... más fuerte que un humano normal."
"¿Es posible que exista alguien así de fuerte?"
De pronto Muffy alzó la cabeza, el temor volvía a recorrer su cuerpo... tenía los ojos muy abiertos y una expresión de angustia en el rostro...
"Los Amos del Caos, los seguidores de Satán, lo han estado buscando por siglos...".- Muffy se volvió a ver a Leo, sus ojos llenos de ansiedad y temor.
.- ¿Los amos del...?.
.- Lo encontraron, Leo.- le interrumpió con voz temblorosa.- Lo encontraron... – Leo la miró unos segundos sin comprender del todo el miedo que le dominaba, dándole a su cara el aspecto de una niña pequeña que ha creído encontrar un monstruo bajo la cama.
.- ¿Cómo puedes estar tan segura?.
.- Lo sé... – Muffy se paró de repente, casi arrojando la silla con la brusquedad de su movimiento. Caminó un par de pasos y se detuvo, tratando de calmarse, dándole la espalda a Leo y cubriéndose la cara con las manos.- Fui donde el Arcángel... me dijo que no había nada que pudiera hacer... que Dios se había declarado neutral, que nadie nos ayudaría esta vez, que no detendrían a Caos en esto... ¡que estaba sola!... Ni el Arcángel, ni los Amos del Orden, ni Dios... nadie va ayudarme... ¡ pero no puedo permitir que esto suceda!
.- Cálmate un momento...- le dijo suavemente Leo, Muffy se volvió hacia él y apoyó con ambas palmas en la mesa frente a sus narices, dando un fuerte golpe. Sus ojos estaban húmedos y su rostro enrojecido y ceñudo.
.- Si el demonio reencarna en la Tierra, lo destruirá todo ¿no lo entiendes?... A cada ser vivo, a todo lo que vemos, a todo lo que conocemos¡todo¡he visto como es, sé de lo que hablo!... es el sueño de toda su vida, ver toda la creación destruida y ahora por fin podrá realizarlo... Tu no puedes entenderlo porque no sabes lo que yo, no has tenido que ver todas las cosas que yo he visto durante todo este tiempo... ¿por qué nadie puede entenderme? si estoy asustada es porque realmente esto se saldrá de control y no podré detenerlo... ¡No te atrevas a pedirme que me calme!
Leo la miró un segundo, con los ojos de par en par.
Los labios de la chica temblaban y estaba apunto de echarse a llorar.
Finalmente se puso de pie y avanzó hasta ella y puso un brazo alrededor de sus hombros y la atrajo hacía si suavemente..
Podía sentir lo asustada que estaba, intentó con todas sus fuerzas reconfortarla.
.- Los únicos que podían ayudarnos nos han vuelto la espalda... .- Continuó ella en voz apenas audible.
.- Eso es lo que más te asusta¿verdad?. Estar sola en esto...- Ella asintió en silencio.- Bueno, aún me tienes a mi...
.- Eso fue lo primero que pensé...- dijo ella, tratando de sonreír.
.- Lo que sea... ¿recuerdas? lo resolveríamos juntos... .- De pronto, Leo bajó la voz hasta convertirla casi en un susurro, sus ojos se habían perdido en la nada...- Ambos sabíamos que algo así podía pasar ¿no es verdad? ... no sé como, pero de alguna forma lo sabía, creo que lo he sabido siempre... creo que lo he estado esperando desde la ultima vez, y ahora por fin está ocurriendo...
Se quedaron mirando el uno al otro en silencio por largo rato, hasta que la presencia a sus espaldas les hizo voltearse.
Raphael estaba de pie en el marco de la puerta.
Se les quedó mirando un segundo, sus ojos iban de Muffy a Leo, pasando por el brazo que éste aún mantenía alrededor de los hombros de la chica.
Leo advirtió su mirada y lo retiró de inmediato, sin saber exactamente por qué de pronto se sentía tan incómodo.
.- Preparé el sofá de la sala para que duermas.- dijo Raphael secamente, luego dio media vuelta y se fue, dejando a Muffy con un gracias en la boca.
Ésta se volvió hacia Leo una vez más, éste se encogió de hombros y le sonrió levemente.
.- Tu lo dijiste. Las cosas no van a cambiar de aquí a mañana. Ve a dormir un poco, descansa todo lo que puedas. Ya habrá tiempo para preocuparse en la mañana.
Muffy le obedeció y unos minutos después estaba acomodándose en el sofá. De alguna forma, el sencillo hecho de hablar con Leo había logrado tranquilizarla un poco. El miedo a que él también la abandonase se había disipado por completo. Con este pensamiento, logró cerrar los ojos y conciliar el sueño.
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Leo se encaminó a su habitación. A pesar de que todo lo que Muffy le había revelado resultaba muy informativo... (no sabía en realidad si informativo era la palabra adecuada¿atemorizante¿espeluznante¿nauseabundo? tal vez era más adecuado) no alcanzaba aún a ver la conexión entre aquello y las guerrillas de pandillas y los vendedores de armas... ¿que tenían ellos que ver con los supertipos que los habían atacado hacía unas horas? Todo hacía pensar que los había enviado la supuesta "jefa" de los traficantes de armas...
No.
Todo era un soberano despelote ¿verdad?.
Pero francamente no recordaba un tiempo en que no lo fuera.
.- Bueno...- se dijo.- Un desastre nunca viene solo... seguro que pronto veremos la conexión.
Además... ¿quién demonios eran los Amos del Caos? Muffy estaba demasiado alterada y cansada como para responder a todas las preguntas aquella noche, tendría que esperar a la mañana siguiente.
De todas formas, no tenía prisa. Tenía la certeza que, de todas formas, no iban a gustarle las respuestas.
Ni un poquito...
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El hombrecito del traje blanco y el pañuelo negro en la solapa abrió finalmente una de las hojas de la enorme puerta de madera.
Los hombre que le esperaban sentados del otro lado se pusieron de pie en cuanto le vieron.
Muchos se volvieron a mirar en todas direcciones: el sitio era tan grande, con terminaciones de madera que ya casi cumplían doscientos años, que cualquier movimiento o ruido generaba una cadena de ecos que se repetía por varios segundos, como si de pronto todo el lugar cobrara vida.
Muchos encontraban realmente atemorizante el reunirse en aquella vieja iglesia desocupada, sobre todo cuando aún conservaba todos los crucifijos y las figuras lastimeras de los santos en todos los rincones...
Para algunos, todo eso sólo resaltaba más lo sacrílego de lo que estaban por hacer... otros sintieron la apremiante necesidad de dar media vuelta y huir...
Pero ya era tarde para eso.
Las ruedas ya estaban en movimiento, ya no era posible dar marcha atrás.
.- La señora los recibirá ahora...- clamó el hombrecito con acento educado.- Los tipos se miraron unos a otros y avanzaron hacia la puerta.
Eran alrededor de unos quince, todos representaban a las familias de mafiosos, narcotraficantes y pandilleros de la ciudad...
Estaban ahí para realizar una alianza.
Una alianza muy especial...
Para todos, era la primera vez que verían a la misteriosa Viuda... Sabían que era quien orquestaba todo el tráfico de armas en las calles, muchos ya habían hecho negocios con ella, pero ninguno de ellos la había visto en persona.
Existían diversos rumores.
Algunos decían que era horrible, una deformación de la naturaleza, que esa era la razón por la que se ocultaba...
Otros decían que era hermosa, tanto, que nadie podía apartar los ojos de ella una vez que se le observaba... que era como caer bajo un hechizo...
Otros, los menos, los más sensatos, los que sólo se referían a ella en susurros, decían que era hermosa... pero que mirarla era terrible.
Todos temblaban de la emoción y los nervios... la tensión podía cortarse con un cuchillo.
Los pasos de la procesión que se dirigió a la puerta resonaron en todo el lugar.
Minutos después, el ultimo de ellos traspasaba la puerta.
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Fin del cap.
Kskabell, veo que te has tirado por lo místico también, bien, bien...
Tienes razón, pero ya quedará absolutamente claro (eso espero).
