La alegría de lo que compartimos y de ese casi milagroso encuentro, e incluso las ultimas señales de lo que fuimos juntos... todo eso... abandonado, desparecido...°
13.-
Cayó al suelo respirando agitadamente...
Cada fragmento era doloroso... cada vez que ingresaba uno a su cuerpo, era un dolor insoportable...
Ya quedaban muy pocos... ya casi estaban todos dentro.
Escuchaba sus voces, sus rugidos, apenas si le dejaban oír sus propios pensamientos.
Pero eso no era lo peor.
No podía evitarlo, cada vez que absorbía a uno de ellos, recordaba...
Recordaba a aquel hombre que derribaba la puerta de su habitación cuando era niña, durante las noches, el que le arrancaba la ropa y se le tiraba encima... demasiado grande para quitárselo, y ella demasiado débil para impedir que le hiciera daño...
No importaba lo que hiciese, él siempre volvía...
Cada vez que uno de los fragmentos venía a su cuerpo, volvía a sentir ese olor a sudor, los golpes, los besos que daban asco, el dolor...
Por más que peleaba, nunca podía ganar.
Fueron muchos años...
Hasta que lo mató.
Tuvo que hacerlo.
No quedó otra solución, él no se detenía.
Esperó a que estuviera completamente ebrio y luego cortó su cuello con el cuchillo de la cocina...
La carne se abrió lentamente, la sangre oscura corrió a borbotones...
Aunque despertó, era demasiado tarde para hacer nada... se desangró en cuestión de minutos.
Jamás se había sentido tan feliz en toda su vida.
Entonces Caos la visitó.
Le prometieron que nadie volvería a hacerle daño jamás... no si ella hacía daño primero.
Aceptó.
Y luego siguió con su madre...
Ella nunca la protegió, se fue de casa llevándose a sus hermanos, dejándola sola con ese monstruo...
Acabó con ellos también, no se merecían la suerte que ella nunca tuvo.
Y así siguió con otros muchos...
El poder era demasiado tentador.
Pero de pronto ya no lo quiso.
No estaba segura, pero le parecía que había sido cuando encontró los cadáveres de esos niños entre el desastre que ella misma había ocasionado...
Esa fue la ultima vez que perdió el control.
Ya no podía distinguir quien merecía morir y quien no.
Entonces ellos comenzaron a seguirla.
Aparecían en cada esquina, en cada reflejo...
Estaban ahí...
Le mostraban cosas horribles...
Fueron muchos años de huir.
Pero se lo tenía merecido, por todo lo que había hecho...
En ese momento no entendía que no había salida.
En ese tiempo aún creía que podía escapar...
Entonces conoció a Leo.
Demasiadas cosas extrañas había visto para que le asombrase lo que él era...
Sin embargo...
No sentía miedo con él, por primera vez en su vida...
No sentía miedo.
No sentía temor cuando le tocaba...
Sus besos eran tan distintos, no como los que había conocido.
Él jamás la había forzado...
Nunca había conocido a un ser tan cálido...
Y de pronto tenía que dejarlo, no soportaba la idea de que fuesen a hacerle daño... primero prefería morir.
Él siempre trató de ayudar, pero ellos los separaban, siempre...
Así pasaba con cada persona que se acercaba demasiado a ella...
Algo terrible siempre les ocurría...
Era una especie de advertencia... seguiría pasando hasta que ella accediese a sus demandas...
No tenía opción.
Y sin embargo, le permitió quedarse cerca...
Recordaba cuando lo conoció.
Ese recuerdo siempre le hacía sonreír.
Él corría por una azotea...
Ella huía de Caos...
Y de pronto, estaban el uno frente al otro, sólo observándose...
Ella se había detenido en seco, él igual, con los ojos muy abiertos, sorprendido... más sorprendido que ella.
Se le quedó mirando por mucho tiempo, sin saber que decir...
Por un minuto pensó que saldría corriendo.
Pero no...
Se quedó ahí, sólo observándole.
¿Sería muy cursi decir que el tiempo se detuvo en ese momento?
Sonrió al recordar.
"No te asustes" había dicho él, temeroso de que fuera a dar media vuelta y salir gritando y huyendo...
Pero ella no estaba asustada.
Supo quien era desde el primer momento en que le vio...
La pequeña criatura en el drenaje ¿tanto tiempo había pasado ya?
Por extraño que pudiera parecer, sólo el verlo le hizo sentir más segura... le hizo olvidar por un segundo los pasos a su espalda...
Leonardo se percató de sus perseguidores...
No fue necesaria ninguna explicación.
Él entendió de inmediato el temor en sus ojos...
La tomó de la mano y la sacó de ahí.
Corrieron toda la noche hasta que lograron perderlos.
No la conocía, no la recordaba para nada...
Pero hubiese dado su vida por protegerla...
¿Por qué?
Por más que trataba de comprender porqué Leonardo se arriesgaba así por ella, no lo entendía...
Ella se negó hasta el ultimo momento a decirle nada, ni siquiera su nombre...
¿Es que no entendía él que no quería que sufriera las consecuencias por tratar de ayudarla?
Pero se engañaba así misma...
No quería que Leo se fuese y la dejase sola, lo quería con ella...
Fue egoísta, pero no le importó.
No tenía valor para pedirle que se fuera.
Y él se quedó...
Por mucho tiempo, Caos la dejó en paz.
Casi se había olvidado de ellos.
Por un minuto llegó a pensar que la vida podía ser una interminable noche de esas en las que solían encontrarse en el lugar de siempre...
Que tonta.
Sólo había sido una estrella fugaz... una idea bella, pero sólo por un segundo.
Él siempre insistía en que se fuese con él...
A un lugar seguro, decía.
Él no podía entender que para ella ese lugar simplemente no existía.
Y sin embargo...
Había vivido con miedo toda su vida... de verdad quería creer que él podía protegerla.
Pero no podía, maldita sea, y no podía soportar la idea de que muriese en el intento.
Aún si no estaba con ella, si no podía recordarla, el saber que estaba a salvo era suficiente.
Ese pequeño alivio era lo único que atesoraba, se aferraba a él con todas sus fuerzas para no desesperar...
No supo en que momento se enamoró de él...
Tal vez fuese esa noche en que no le dejó marcharse de la azotea de la iglesia donde solían encontrarse...
Tomó su mano y avanzó lentamente hacía él, mientras él le miraba anonadado...
Temblaba, podía ver lo nervioso que estaba, pero no le rechazó...
Al principio no hizo ningún movimiento, simplemente no podía. Parecía un crío asustado...
Tomó su rostro suavemente y le besó.
Por varios segundos Leo permaneció inmóvil, incapaz de moverse...
Jamás creyó que habría alguien capaz de un gesto así con él...
Lo había imaginado muchas veces, pero siempre creyó que era un imposible... se odiaba a sí mismo por tener esas fantasías... jamás se hubiese atrevido a hacerlas realidad, jamás se habría atrevido a tocarle un solo cabello, jamás...
Y de pronto ella le besaba...
Sus labios se abrían suavemente, buscándolo.
Cerró los ojos, sintiendo que se mareaba, el corazón latiéndole a toda velocidad, sorprendiéndose así mismo correspondiéndole cada vez más intenso, tomando su rostro como si no pudiese creer que realmente estaba ahí...
Pero estaba y continuó acercándose.
Creyó que se desmayaría cuando sintió el cuerpo de la chica contra el suyo.
Ella deslizó sus manos por su pecho, haciéndolo estremecer; tomó sus manos y sin dejar de besarlo las posó en su cuerpo obligándole a pasearlas por él, lentamente, mientras su lengua se hundía en lo más profundo...
Después de unos segundos, Leo lo hacía sin ayuda...
Recorrió cada rincón, de pronto presa de una ansiedad incontrolable, besándola como un desquiciado...
Al cabo de un rato, la curiosidad dio paso al deseo de arrancarle las ropas de un tirón, jugueteando con el botón de los malditos jeans hasta que por fin logró soltarlo...
Con manos extrañamente hábiles para algo que nunca antes había hecho, logró liberarla de la pesada prenda en cuestión de segundos...
No podía creer lo que estaba pasando, pero no le importaba...
No le importaba nada.
Ángela no había permitido que nadie le tocase, no desde que se había librado de ese hombre...
Nunca creyó que permitiría que alguien la volviese a tocar...
Y ahí estaba ahora, sin poder detenerse.
Desesperada por tenerlo...
Leo la atrajo hacía sí y ella montó sobre sus piernas, hundiendo su boca en su cuello, mientras él recorría con su mano su pecho, bajo la camisa, eliminando frenético todos los obstáculos que se interponía entre él y la piel de la chica, sin dejar de besarla, gimiendo de impaciencia...
Ángela soltó un débil jadeo en su oído que le hizo hervir la sangre, al tiempo que su mano exploraba curiosa la parte interna de sus muslos hasta llegar a la entrepierna y se quedaba ahí recorriendo...
Creyó que moriría.
El resto de sus ropas cayeron desperdigadas por doquier y se lanzó sobre ella usando de su lengua libremente, guiado nada más que por un instinto ciego... animado por los jadeos que a ratos se convertían en verdaderos gritos...
Se sentía aturdido, torpe, confundido, ebrio, sin entender bien lo que hacía...
Pero no le importaba, ya no estaba pensando...
Ángela le rodeó con sus piernas, abrazándole, susurrándole cosas que no entendía bien...
Ya no lo soportaba...
Le rogaba al oído que lo hiciese de una vez, sin dejar de gemir.
Tomó su cintura y la alzó levemente, sintiendo como casi no pesaba nada...
El gemido que lanzó al penetrarla casi le hizo perder el sentido...
Incluso ahora, después de tanto tiempo, de tantas veces, el recordar aquella aún le hacía estremecer...
¿Era necesario explicar cómo le dolía darse cuenta que Leo no le recordaba en absoluto cuando volvían a encontrarse?
Maldito Caos...
Tenía un sentido del humor de lo más perverso.
.- ¿Divagando otra vez?
La voz le hizo sobresaltarse, ahogando un grito en la garganta.
Se volvió lentamente...
La figura estaba apoyada contra la pared, a sólo unos metros de la ventana en donde estaba parada ella.
.- Cariño, apenas si podemos concentrarnos ahí dentro entre tantas tonterías...
.- No... yo... lo siento, yo...- la figura lanzó una carcajada ante sus titubeos.
Era el ultimo... el ultimo de ellos.
Llevaba días rondándole, sin decidirse a meterse en su cuerpo, alargando lo más posible el momento, atormentándola mientras podía...
Las apariencias daban lo mismo para él, podía ser quien quisiera...
Le gustaba aparecerse bajo la forma de ese hombre, el que la violaba de niña...
Como ahora...
.- No me agrada que pienses tanto en esa criatura...- dijo en tono de reproche.
Ángela retrocedió inconscientemente. El sujeto, vestido con esa grasienta camiseta, obeso, todo sudoroso...
Tal y como lo recordaba.
.- Papi no está feliz, cariño... papi te va a castigar...
.- No...
De pronto el sujeto se detuvo y lanzó una carcajada que retumbó en el lugar.
.- Si te vieras la cara... – le dijo. Con esfuerzo, Ángela logró calmarse.
.- ¿Por qué haces esto¿por qué no terminas con esto de una buena vez? Ya les dije que haría todo lo que quisieran¿por qué siguen con esto...?
.- Porque sino, no sería divertido, tonta, por eso... – el tipo se cruzó de brazos y se dejó caer contra la pared, sonriendo a medias.- Pasamos tanto, tanto tiempo buscándote... buscando una serie de señales en particular, un conjunto de características especiales... nos costó bastante, lo pasé bien, no lo niego, no tienes idea de cuantos patéticos seres como tu hay en todas partes... pero ninguno nos servía... hasta que llegaste.- el tipo hizo una pausa para incorporarse y volver a avanzar hacia ella. Tu. La combinación perfecta de rencor con resistencia... de odio con fuerza... eras perfecta. Caos siempre había buscado alguien como tu, para traer a su amo de vuelta.
.- Ustedes no me dejaron alternativa... – dijo la chica, sin atreverse a mirarlo a la cara. El tipo sonrió divertido.
.- ¡Pavadas! Tu aceptaste libremente...
.- ¡Ustedes no dejaban de acosarme! Dijeron que lo matarían...- el sujeto se encogió de hombros.
.- Ah, bueno, tal vez te dimos un empujoncito en la dirección correcta... pero me inquieta que sigas tan preocupada por ese chico... mno. No me gusta.
El tipo no dejaba de sonreír, pero algo en sus ojos la hizo temblar de miedo.
.- ¿q-que vas a hacer?- la miró a los ojos... la misma mirada lasciva que solía poner cuando iba por ella en las noches.
.- Voy a hacer que te olvides de él... – dijo, acercándose. Ángela intentó retroceder, pero descubrió que no podía moverse. El tipo se detuvo junto a ella y le habló al oído.- Vamos¿por qué esa cara¿acaso no hay miel para papá?.
La agarró por el talle y la estrelló contra la pared, alzándola del suelo.
Sintió su lengua deslizarse por su cuello, pero no consiguió moverse, no podía evitarlo.
.- Ni su cara ni su voz... no te quedará un solo recuerdo... – dijo mientras comenzaba a subir su vestido y la obligaba abrirse de piernas.
.-
El vivido fulgor de ese distante pasado,
sigue iluminando una escena
que ahora ya no puedo ver más...°
.-
Fin del capitulo.
° Lyric de Story, de Gackt.
La verdad... estoy con el animo por los suelos.
Medeah está triste.
Creo que todos estamos así, porque todosnos quedamos callados cuando se escuchan las noticias o cuando alguien lo comenta: los chicos aquellos que se perdieron en la montaña mientras hacían la instrucción militar. Rescataron a varios con vida, pero todavía hay cuarenta perdidos con 25° celcius bajo cero.(Volcán de Antuco, 8° Región, Chile) solo me puedo imaginar la angustia de los familiares...
Lo peor de todo, es que parece que todo fue fruto de la estupidez humana...
Vaya novedad.
Para más remate, perdimos en el mundial de Tenis de Düsseldorf...
no... esta ha sido una semana de perros.
Pero no nos bajoneemos, quea pesar de todo, hay que saber comerse la vida con la cuchara grande, (y esto me lo digo a mi) con lo malo y con lo bueno...
Mejor hablemos de otras cosas...
¡Maldita sea! mis reviews están largos todavía...
Samara! por fin querida, ya estaba bueno ya, ya era hora de que actualizaras... jejeje no, no sudes, que ve a tu ritmo nomás... entiendo que tienes unos pendientes allá en la página de Harry Potter, sin hablar del Yaoi Leo- Shredder (puaj, aunque la idea no está mala, jejejeje) ¿que¿que ya lo estás escribiendo? quizás termines haciendolo sólo a punta de hincharte, jejejejeje...
¡Pero que dices¿en el ano¡por Dios no! pero si es cierto que sólo lo dejan salir cuando lo van a ocupar...
bien. ya basta de esto.
Si poh, esa es la gran pregunta. ya se verá.
Kskabeliña, pues sip, sip, sip... las tortugas estan mejor desnudas, porque es dificil vestir ese caparazón...
Y Muff y Raph, pues quien sabe.
Las batallas ya vienen en camino, con actores invitados.
Que genial que hayan actualizados chicas, sólo hoy me di cuenta, así que me pasó a la otra historia a leer un rato.
A ver que me cuentan luego.
.-
