18.-

El pasillo parecía no tener fin... no sabían cuanto tiempo llevaban recorriéndolo, no tenían forma de apreciarlo, ni forma de saber lo que estaba pasando fuera...

De modo que sólo siguieron caminando.

Lentamente, el corredor fue ensanchándose, abriendo paso a una habitación más grande, una débil luz les indicaba el camino más adelante... comenzaron a aparecer pedazos de una habitación adornada con columnas de piedra, con estatuas de seres alados en las esquinas... con caras tristes esculpidas en el techo, surcado por arcos de piedra blanca cada tantos tramos...

Pronto estuvieron de pie en el umbral y permanecieron allí, inmóviles.

Era una sala gigantesca; la pared del otro extremo apenas si podía divisarse desde dónde estaban... el techo ahí acababa en una cúpula, rodeada de cristales, arrojando una débil luz...

La música de goteras aún podía oírse, amplificada al golpear los amplios muros, llenando el lugar con los ecos.

Hacía frío ahí, al contrario del calor quemante del exterior.

Miraron a su alrededor.

Las filas de escaños de madera se extendían en dos hileras a lo largo del lugar, apuntando hacia el frente...

Hacía el altar.

Volvieron su cabeza hacía él y comenzaron a avanzar nuevamente.

Una iglesia.

Que lugar más apropiado.

Al cercarse, más cosas aparecieron alrededor: el altar era bañado suavemente por la luz que descendía blanca y pálida desde la cúpula e iluminaba tenue las cercanías.

Era toda la luz que había en el lugar...

Pero suficiente para ver a la figura sentada sobre el altar.

Podían verla desde dónde estaban, haciéndose más nítida al avanzar, pero aún demasiado lejos para verla con claridad.

Ella los observaba también.

Sus ojos brillaban en la penumbra.

Por instantes, lo único que pudo oírse fue el eco de sus pasos y la música del agua... mientras el resto del mundo pareció contener la respiración y detenerse.

Cada paso definía más claramente los contornos de la figura sobre el altar, justo bajo el rayo de luz...

Observándoles.

Por un segundo, el corazón les latió más a prisa... casi desbocado... Pero sólo fue un segundo, sólo un segundo...

Detuvieron su marcha silenciosa a unos metros del altar.

Por unos instantes, no fueron capaces de alzar la vista y mirar de frente a la figura sentada en él...

Costó armarse de valor.

Pero las ruedas ya estaban en movimiento...

En cuanto sus ojos encontraron los de la mujer, cada pequeño sonido se silenció...

Los ecos de la madera crujiendo, las gotas de agua y su concierto en algún lugar del edificio...

El silencio fue absoluto.

Abrumador.

Irreal.

No se movieron; como ella, sólo observaron.

Estaba sentada sobre la enorme y sólida mesa de madera, a cada lado de la cual se elevaban largos cirios encendidos que venían a arrojar una luz tétrica sobre su rostro... las llamas de las velas permanecían inmóviles, las sombras estáticas.

Sonreía, con la cabeza baja y los ojos entornados.

Divertida.

Apoyaba su cuerpo inclinado hacia atrás sobre los brazos extendidos; una de sus piernas colgaba oscilante fuera de la mesa, la otra estaba apoyada sobre ella, los pies descalzos.

Los ojos le brillaban con mayor intensidad que nunca, la piel blanca como la leche, el cabello recogido negligente en una maraña de la cual caían mechones sobre la cara y los hombros.

Vestía de negro, como siempre, de una tela tan delgada que dejaba traslucir por completo su cuerpo desnudo...

Se les quedó mirando por mucho tiempo, sin pestañear ni una sola vez.

Finalmente sus ojos se abrieron enormes y sonrió dejando ver un par de largos colmillos a cada lado de su boca.

.- Viniste.- dijo en el suave tono de voz al que estaba acostumbrado... no parecía pertenecer a la mujer que los miraba como un animal a punto de saltar sobre su presa.

No respondieron, se le quedaron mirando con el rostro imperturbable.

La mujer rió suavemente, casi como un siseo, inclinándose un poco hacia delante.

.- Antes no te habrías quedado tan indiferente al verme así...- dijo, comenzando a deslizarse sinuosamente, casi como una serpiente, fuera del altar, posando ambos pies en el piso...- Antes no te habrías hecho esperar...

El movimiento soltó su cabello que rodó por su cuerpo hasta la cintura, cayendo en cascada por sus hombros.

Se le quedó mirando insinuante...

No se inmutaron, permanecieron inmóviles.

Pero al menos uno de ellos sabía que en alguna parte había una pared que se derrumbaba, poco a poco...

Sacaron la espada de la funda.

La mujer sonrió, abriendo los ojos en sorpresa, pero no se movió.

.- Vaya... ¿qué quieres intentar esta vez?... Tantas veces que lo hicimos y jamás metimos espadas en el asunto...

La mujer estaba por abrir la boca nuevamente cuando se detuvo en seco.

Su semblante se endureció al instante.

Avanzó un par de pasos más hacía ellos, mirándolos extrañada.

.- ¿Quién más está ahí?.- preguntó de pronto, bruscamente.

No respondieron, en vez de eso, reajustaron su mano en la empuñadura.

.- ¿Quién es esa?.- preguntó nuevamente, alzando la voz.

De pronto se irguió en toda su estatura, colocando las manos en las caderas y echándose a reír.

.- Puto de mierda... no has esperado demasiado para cambiarme.- dijo en un susurro.

Muffy se estremeció.

La pared temblaba cada vez más...

Era solo cuestión de tiempo.

Lo perdería, estaba segura...

.- Cállate.- dijeron sin dejar de mirarla.

La mujer volvió a abrir grandes los ojos e intentó reprimir una sonrisa. Suavemente comenzó a caminar, a lo largo del altar, acariciando sus bordes con los dedos largos y huesudos, sin apartar los ojos de ellos... de pronto exhaló una risita.

.- Mno. No, no, no... te gustaría creer que se fue, que su alma fue consumida y que murió hace mucho tiempo y lo que ves es sólo una cáscara... es más fácil matar a una cáscara ¿no es así?. Pero no. No va a ser así de fácil, no para ti... Ya no quería luchar más, así que me entregué... aún se puede encontrar felicidad en la aceptación de lo que no puedes cambiar¿sabías?... – de pronto dejó de sonreírle, mirándole con languidez.- Mírame a la cara Leo...- comenzó...

Apartaron la mirada.

La mujer comenzó a avanzar hacia ellos... hasta que de pronto sintieron sus manos frías en el rostro.

Se paralizaron.

Muffy se vio abrumada por la ola de emociones que golpearon a Leo, obligada a sentir lo mismo que él.

Suavemente la mujer volvió su rostro hacia ella.

Se encontraron mirándola a los ojos.

"¿Por qué yo?" le preguntó una vez... ella le miró con ternura...

"No puedo ver nada más... el resto del mundo está a oscuras..."

.- Mírame y dime que no me reconoces...- la mujer acercó sus labios a los suyos sin llegar a tocarlos.- No puedes matarme, Leo...- susurró sobre ellos.- ¿Qué te quedaría si lo haces?.

Leo no pudo evitar extender una mano hacia ella, a pesar de que Muffy trataba de impedírselo...

No pudo evitar tocarla, deslizar sus dedos por su rostro.

La mujer cerró los ojos.

La mirada perdida sobre la ciudad, con un dejo de tristeza mientras el viento le sacudía el cabello, sin saber que la observaba, en silencio...

¿De dónde había venido? A veces dudaba que fuera real... a veces creía que todo no era más que un sueño y que un día iba a despertar y ella ya no estaría ahí...

Un sujeto como él no podía tener tanta suerte.

Muffy tuvo que hacer un esfuerzo enorme.

La pared ya casi se desmoronaba.

De un manotazo, apartaron a la mujer de sí...

Esta retrocedió de vuelta al altar con una risotada.

Blandieron la espada frente a ella.

.- Ella no quería esto, nunca lo quiso... – gritó Leo, sólo su voz se escuchó... se alzó por sobre la de Muffy, dejándola atrás.- No eres ella.

La mujer se echó a reír.

.- No estúpido... por supuesto que no. Pero ella está aquí, con nosotros... - su risa volvió a inundar el lugar.- Esperamos mucho este momento... en el que ella pudiera presenciar como devoramos tu carne y destrozamos tu alma... no le llamamos la viuda en vano...

.- No eres ella...- repitieron.

.- Mátala entonces, hazle un favor a la perra...- dijo la mujer con una mueca de desprecio.- No se suponía que fuese feliz...

"Perdóname"... sollozó, abrazándole con fuerza...

Trató de separarse de ella, mirarle a la cara, pero no le dejaba...

"¿Por qué?", preguntó consternado.

"Porque no quiero que te vayas..."

.- Perdóname...- repitió a la nada.

Ella estaba ahí...

En un lugar inalcanzable.

Perdida.

Perdida para siempre.

Sabía lo que debía hacer...

Era lo único.

No podía tenerla...

Pero al menos la salvaría.

Cerró los ojos, dejando que toda emoción se fuera a lo más profundo...

Tratando de evitar que la pared con la que se escudaba de ellos se desplomara.

Debía hacerlo, debía aguantar firme...

Muffy hizo un esfuerzo más, por traerlo de vuelta, por no perderlo...

Pero se iba...

Con cada respiración...

Mátala... le susurró desesperada. Mátala de una vez.

Si la matas todo habrá terminado...

Si la matas...

Ya no tendrás que amarla..

"Si tan sólo fuera verdad", pensó él.

Saltaron sobre la mujer, la espada en alto, dispuesta a destajar.. dispuesta a destrozarla...

A borrarla de un golpe... hasta que no quedase más que silencio...

Para ver si así dejaba de oír su voz, para ver si así se iban los recuerdos y las ganas desesperadas de abrazarla...

Para dejar de sentirla cerca cada vez que cerraba los ojos...

Para dejar de ver su cara sonriente y el cabello al viento mientras miraba la ciudad, sin saber que le estaba observando...

Y entender que jamás iba a volver, que jamás la tendría, que nunca la tuvo...

A veces creía que todo era un sueño, y que en cualquier momento iba a despertar y ella ya no estaría ahí...

Un sujeto como él no podía tener tanta suerte.

.-

Fin del capitulo.

¡Que tal señoras!

¿Como les va la vida en sus respectivos trozos de tierra continental (en el supuesto que no vivan en una isla... jejeje)?

Me complace anunciarles que Medeah ya se está recuperando del bajón, y vuelve a sonreírle a la vida (aunque la vida sigue empeñada en mostrarle el culo, la muy puta.) y tiene amigos otra vez (no recuperó los otros, así que se buscó unos nuevos, je).

Y si, Ksky "el final, se acerca ya, lo esperaré serenamente"...

Lo de Leo/Karai siempre me ha parecido muy entretenido, ya me daré el gusto de profundizarlo más adelante... (sobretodo me encanta la idea de que él sea más joven que ella, (y la de cosas que podría enseñarle, uy) bueno ya veremos)

En mi afán por expandir mis horizontes (sin moverme de aquí, porque para viajar no hay plata) he hecho una ardua investigación respecto de que mierda son las tapas... y he dado con una página de internet que se llama "de tapas por España" (tiene sentido ¿no?) y creo que las caché... creo que se parecen a las tablitas que se sirven acá... vagamente parecidas... (no sé, por ejemplo, tabla de quesos, donde ponen distintos tipos de quesos o comiditas chiquititas para que uno picotee... no sé si se asimilan, pero creo que por ahí va la cosa... uy. Me dio hambre.)

¡Samara!

Si serás...

Si serás...

¡como repites algo que no entiendes! O sea que si te digo que eres escapada y te gusta dar jugo, tu me dirás ¡si, esa soy yo! Sin pensarlo Jejeje... no te preocupes, que nada de eso es malo... de hecho nos define a todas las que estamos aquí, jejeje.

Cargosa o catete: dicese de la persona que huevea, huevea con la misma custión, y dale machaca que las gallinas mean, y dale, dale, hasta que alguien por fin la manda a freír espárragos a la china o que cambie el tema, una de dos...

¿Entendiste?

Jejejeje

Y si, a Don le ha servido la "orinoterapia" esta vez... .

El desenlace de esta interminable historia se aproxima, y no puedo decir que será inédito ni ultrasorprendente... o a lo mejor si... juzguen ustedes señoritas.

Por lo del review en la otra story... si , esos fueron pequeños experimentos, a ver que tal estaba con el English (digo, si al menos un chico del otro lado me entiende, estamos bien)... pero no sería malo ¿eh? Eso de traducirlo... tenía una tercera historia, pero la saqué porque caché que no la iba a terminar... (que es muy entretenido el inglés, pero me demoro el doble que si escribo en español, entre revisarlo y todo eso).

Así que eso, darling, no estaría mal, cuando termine Avatar...

(y... este... lo de Ksky y mis piernas queda entre nosotros... ¿vale?).

Ah...

¿Qué más se me queda?

Nada, eso...

No tarden en sus actualizaciones, que monitoreo todos los días la página haber si hay algo y pus, ná ni ná...

Jejeje.

Nos estamos leyendo chiquilinas.