¿De dónde viene la gente como tu¿y adonde va?...

hermosa y frágil...

ya no estarás más sola.

Quiero abrazarte, mientras permaneces temblando, con la cabeza baja.

Porque me he dado cuenta,

que lo quiero es protegerte...

Mas que a ninguna otra cosa en el mundo.°

19.-

Exhaló el ultimo suspiro en su boca, echándole los brazos al cuello se quedó con los ojos cerrados, apoyando su frente en la de él, tratando de calmar su respiración.

Él abrazó su espalda y la atrajo más hacia sí, sintiendo su cuerpo tibio palpitando bajo sus manos, el sudor secándose de a poco con el aire de la noche...

Permanecieron inmóviles por largo rato, hasta que creyó que la chica se había quedado dormida.

De pronto su rostro emergió sonriente de entre los mechones de cabello, con las mejillas sonrosadas, los ojos cerrados...

Sonrió a su vez, quitándole el pelo de la cara.

Ella abrió los ojos, mirándole...

Reacomodó su cuerpo sobre sus piernas, sosteniendo su rostro entre sus manos.

.- Hola...- le dijo en un susurro. Él sólo pudo sonreír...

Comenzó a recorrer su cara con los dedos, absolutamente absorta en lo que hacía...

Leo sabía que pasaría mucho tiempo antes de que ella dejase de mirarlo con esa mezcla de asombro y fascinación...

Estaba bien.

No le importaba.

Él la miraba de la misma forma.

.- ¿Qué significa esto?.- preguntó ella de pronto. Tardó en darse cuenta que se refería a la bandana que le cruzaba el rostro.

Usualmente se la quitaba cuando estaba con ella.

Pero a veces no había tiempo...

.- ¿Para qué lo usas?...- Leo la miró con interés.

Se daba cuenta de que a pesar de todas su convicciones...

Jamás había tenido a nadie a quien con quien compartirlas, ni necesidad de poner todo aquello en lo que creía en palabras.

Y de todas las preguntas que podría haber hecho, justo esa parecía reunir todas las respuestas.

No era sólo un trozo de tela...

Era lo que ocurría cuando la usaba, el recordatorio de lo que era y por lo cual peleaba.

Al igual que las espadas, no era sólo un accesorio...

Eran parte de su cuerpo.

Ella le miró con seriedad durante toda la explicación.

Luego volvió la cabeza hacia un lugar en el piso, a unos metros de ellos.

Al lugar donde habían quedado tiradas las katanas.

Luego se volvió a mirarlo a él.

Sus manos se movieron detrás de su nuca hasta que lograron deshacer el nudo de la bandana.

La dejó caer al piso cuando la tuvo en sus manos.

.- Yo no llevo nada puesto, esto me parece lo más justo...- explicó con una sonrisa ante su mirada de extrañeza, pero casi de inmediato su rostro se puso serio, se inclinó sobre él y le habló al oído.- No lo necesitas... ¿Acaso recordabas quien eras cuando estabas dentro mío?...

Se volvió a mirarla.

Tenía razón.

No se acordaba para nada...

Tampoco le importaba.

Por esos breves momentos, ya no le importaba nada.

Por esos breves momentos, no existían ni bandanas, ni espadas...

Ni hermanos, ni responsabilidades, ni preocupaciones, ni miedos...

Su mano se deslizó por su cara, rozando con los dedos sus labios... descendió por su cuello, suavemente... ella cerró los ojos, dejándose acariciar...

Olvido.

Ella le llevaba hasta un punto en que nada más existía...

Y la tentación de seguirla y abandonarlo todo era demasiado fuerte.

No sólo no podía luchar contra ella...

Tampoco quería hacerlo.

.-

El puro sonido del metal contra metal le sacó de golpe de su ensueño... el cielo nocturno desapareció dejando en su lugar una cúpula de cristal, un lugar oscuro y amurallado...

Desde alguna parte sentía una voz...

Le gritaba, desesperada...

¿Quién?

¿Quien era?

Oh, por Dios...

Muffy.

La había olvidado por completo.

Retrocedió, parpadeando con fuerza, tratando de volver a la realidad...

Ángela le miraba con furia, de pie frente a él.

"Leo..."

"Estoy bien"

"Pero qué te pasó, porque rompiste la conexión, qué..."

"Dije que estoy bien"

Era imposible...

Por más que lo intentaba, ya no podían volverse a unir de la misma forma.

Muffy se estremeció.

Ya no podía sentirlo...

Él mismo le rechazaba.

Tal vez no se diera cuenta, tal vez, inconscientemente...

Apenas si podía oír el eco de sus pensamientos.

En cuanto saltaron sobre ella, ésta los evitó saltando sobre el altar...

Antes de que pudiesen percatarse, sostenía una espada en su mano...

Había salido de su propia palma, una hoja plateada, atravesando la carne, manchada de su propia sangre...

Sin mediar un segundo los atacó.

A pesar de sus esfuerzos...

Leo reprimía la fuerza con la que atacaba.

Se daba cuenta...

Se negaba a usar toda la fuerza de la espada.

¿Por qué...?

Entonces lo supo, con un escalofrío que la paralizó.

No lo haría.

No podría.

Por más que había tratado de convencerse a sí mismo...

Le daba la espalda... era uno de esos momentos en los que se sumergía en sus propios pensamientos, absorta, y se alejaba de todo...

No podía negar que le dolía un poco...

No ser parte de su mundo en esos momentos, en los que hasta él quedaba fuera.

Estaba a solo dos metros de ella...

Y de pronto le embargó una enorme angustia.

Casi insoportable.

Apenas si podía respirar.

Tuvo que correr y abrazarla, desesperado..

Ella se sorprendió, pero no dijo nada...

Al sentirlo temblar en su espalda se paralizó.

La apretó fuerte, casi hasta hacerle daño, con la cabeza enterrada en su hombro.

"Leo, que..."

"No... un segundo más. Sólo un segundo..."

Miedo...

Era tan horrible que hacía daño...

Era tan doloroso que apenas si se soportaba...

Una luz blanca cegadora que lo dejaba sin aire...

Sin poder respirar, sin poder ver...

Sin nada por dentro al sólo pensar que un día volvería la vista y ya no estaría ahí...

Miedo, sólo miedo...

Sin saber porqué.

Esa fue la ultima vez que se vieron, antes de que él lo olvidara todo...

.- Lo siento...

.- Que?...

La conexión se había roto...

Imposible volver a recuperarla.

.- Por favor perdóname, dile a todos que me perdonen...

.- Leo, que...

.- Dios... lo siento... lo siento, de veras que lo siento...

Era verdad.

.- No... no, por favor... dime que no...

.- ¡No puedo! No puedo, no puedo... no puedo...

.- No...

.- No sabes cuanto me odio por esto...

.- ¡Leo!

Ahora lo sabía.

A pesar de todo, antes sólo era un temor.

La verdad le chocó como agua fría.

Alzaron la vista hacia la mujer; los miraba con la cabeza baja, los ojos entornados...

Más animal que persona...

Repentinamente se abalanzó sobre ellos, con la espada extendida, las mandíbulas abiertas.

.- Sé que los estoy condenado a todos...

.- Por favor, Leo...

.- Es demasiado esperar el perdón...

Las palabras se volvían cada vez más lejanas, difusas, como si las escuchase bajo el agua...

.- No es justo que te arrastre conmigo... aunque por mi culpa vayas a sufrir de todas formas...

De pronto supo lo que pretendía hacer.

.- No...- su voz apenas si se escuchó... – No lo hagas, no quiero dejarte...

.- Dios, de veras que lo siento... pero no te arrastraré conmigo.

.- ¡No!

.- Perdóname...

.- ¡Leo!

.-

Abrió los ojos de golpe, conciente de todo su cuerpo de una sola vez...

Boqueó en busca de aire.

No sabía donde estaba.

Intentó moverse, pero algo la sujetó por la cintura.

.- Ey, ey, ey...- exclamó Rapha tratando de sostener el bulto en su hombro que repentinamente había cobrado vida.- Tranquila, tranquila...

La chica se apartó de él con los brazos, pegando un salto y sosteniéndose en sus propias piernas...

Casi al instante se tambaleó y de no haber sido por Raph se hubiese ido al suelo.

A pesar de eso, apenas si le estaba prestando atención...

Todo lo que quería era pasar por su lado... ir hacia la iglesia a sus espaldas.

La sujetó con fuerza por los hombros...

La chica se encontró con su cara ceñuda y le miró como si recién hubiese advertido que estaba ahí.

.- Déjame ir... .- Raph volteó los ojos al cielo.

.- Si, ya me sé esa cancioncita de memoria.- dijo, pero no aflojó la presión.- ¿Qué pasó¿por qué estas aquí? No se suponía que...

.- Déjame, déjame ir, tengo que volver...- siguió la chica desesperada, tratando inútilmente de soltarse de su garra, sin dejar de mirar hacia la iglesia.

.- ¿Que pasó!.- le gritó Raph junto a la cara.

Fue tan fuerte que sólo entonces la chica reaccionó.

Se le quedó mirando con los ojos desmesuradamente abiertos...

Vio como lentamente se le llenaban de lagrimas.

.- Me dejó ir..- su voz apenas audible. Raph le miró sin comprender.- ¿No lo entiendes? Ya no quiere pelear...

.- ¿Qué estás...?

.- ¡No hará nada!

Raph guardó silencio tratando de asimilar lo que le estaba escuchando. La mirada de la chica se perdió en algún lugar tras sus espaldas.

.- Dejará que lo mate...- dijo de pronto, las lagrimas cayeron silenciosas.

.- ¿Qué...?- casi gritó Raph, parpadeando incrédulo.

.- ¿No lo entiendes...?

.- ¡Entender qué, maldita sea...!

Muffy guardó un largo silencio, antes de poder hablar nuevamente.

.- Que no soporta la idea de vivir en un mundo donde ella no exista...

Olvido.

Ella le llevaba hasta un punto en que nada más existía...

Y la tentación de seguirla y abandonarlo todo era demasiado fuerte.

No sólo no podía luchar contra ella...

Tampoco quería hacerlo.

.-

Fin del Capitulo.

° Lyrics de Story, de Gackt.

¡Que tal nuevamente!

Silencio...

(la verdad, no se me ocurrió nada muy original en esta parte que digamos... mejor salteémonos a las contestas)

Pues si tu no entendiste mi explicación, Samarita, yo no entiendo nada de lo que cantan los Molotov, así que es un empate, jejejeje

Ya veo el porqué de tu pregunta...

Veo que nuevamente han innovado los de fanfiction.

Pero es casi lo mismo para subir capítulos que antes, belleza, la diferencia es que cuando pones la opción documents, aparece una pagina rara, que antes no aparecía... arriba, en la parte superior derecha hay tres opciones: docs main; documents y edit preview... eliges documents y después es como siempre... si tienes más dudas no más preguntas.

Y sí, te entiendo, yo ya he tenido todos los pensamientos impíos que podía tener, hermana... jejejeje

Pues a ver si le das cuerda a ese Yaoi, que no, que no me importa si tienes pruebas ni exámenes ni globales ni solemnes ni semestrales ni coeficientes dos ni la peste bubónica...

Jejeje

Ksky, mira que ya inicié a alguien en el mundo musical de por acá, y eso que ni pagan la publicidad... ejejeje... pero bueno...

Pues era difícil que Leo pudiese disfrutar la despedida (que ya tuvo una, que más quiere) además¿dónde me enchufaba ahí una escena de sexo? (que la pensé, pero no me combinaba¿viste? Jejeje)

Y te apoyo con lo del chapapote (no, no sé lo que es... ¡pero te apoyo igual!)

Que onda, porque no actualizan... (cara de sufrimiento) no, que no las urjo...

Solo estoy dando jugo, como me dirían por acá.

Me convierto en marciano, ya no sé ni como me llamo...

Jejejejeje

Suerte chicas con sus exámenes, que espero que no sean de matemáticas (hace unos cuatro años, más o menos que no veo un libro de matemáticas, que hasta para hacer sumas ocupo la calculadora... lo único que recuerdo es que pi era igual a 3,14... creo. Ya ven, estoy oxidada)

Nos estamos leyendo, besos!

Y si tal vez me he estado alargando un poco... (meditación profunda al respecto) no es a propósito... de hecho, sólo me quedan un par de capítulos más...

Ya lo verán.

Jejeje.