21.-
No tenía idea de cuantas veces su cuerpo había chocado contra las columnas de piedra...
Su mente estaba perdida por encima del dolor, sumergida en una agradable nada.
Cuando se elevó por los aires, y sus brazos se torcieron hasta que pudo oír el crack de sus huesos, el dolor fue apenas un murmullo...
¿Qué más daba?
Solo tendría que esperar un poco y ya todo estaría terminado.
Sólo unos minutos más.
.-
Una mano se cerró sobre su cara, impidiéndole respirar.
Su cuerpo no se resistió, hacía rato que había dejado caer la espada, hacía rato que sus hombros se habían relajado, que simplemente había dejado de luchar.
La herida del espadazo en el costado era profunda, por sí sola bastaría para matarlo...
Pero no era suficiente para el demonio aquel.
Se sintió impulsado por una fuerza irresistible...
Su cabeza golpeó duramente una superficie sólida... una vez, dos, tres...
Pero por increíble que pareciera, aún permanecía conciente.
Tal vez fuera parte de su castigo, todo lo que quería era cerrar los ojos y esperar hasta dejar de sentir...
La mano se abrió, dejándolo caer...
Pero no podía tener tanta suerte, no sería justo tampoco...
Estaba condenando a sus hermanos a una muerte segura, al resto de las personas...
Cualquier dolor sería poco y jamás sería suficiente castigo para pagar por su decisión.
Su cuerpo cayó al suelo y se quedó ahí, inmóvil...
La sangre caía fría como el hielo sobre él, la sentía por todos lados.
Pero no importaba cuanta corriera, no tenía tanta para pagar lo que estaba haciendo.
Casi le hacía añorar el siguiente golpe...
Debía sufrirlo, se los merecía, cada uno de ellos...
Pero también, cada golpe le acercaba más a ella...
Al final, ambos se verían, aunque fuese en el infierno.
Pues no veía otra lugar al que pudiera ir.
.-
Abrió los ojos y al principio no supo donde estaba.
Se sentía despertar de un largo sueño.
Un sueño profundo, plagado de pesadillas...
Pero cuando abrió los ojos se dio cuenta que las pesadillas eran verdad.
Todo era real...
Leo estaba en el piso, la espalda apoyada contra la pared, la cabeza caída...
Su rostro estaba destrozado, bañado en sangre...
.- Leo...
Comenzó a temblar, inmóvil...
Tardó bastante en entender qué era lo que veía.
Las lagrimas cayeron calientes por su cara...
Intentó dar unos pasos hacia él, pero sus piernas eran demasiado débiles para soportar su peso... se tropezó y cayó, sin poder apartar la vista de Leo...
¿Estaba siquiera vivo? El débil subir y bajar de su pecho le dio la respuesta.
Pero había tanta sangre...
¿Por qué le hacían ver eso¿por qué no acababan con todo de una vez? No entendía, no comprendía...
Y se sentía tan débil...
Intentó llamarlo, pero su voz apenas se escuchó, era toda la fuerza que tenía... se arrastró por el piso, dándose impulso con las manos, tratando de llegar a él... ¿por qué no abría los ojos?...
Debía levantarse, debía usar la espada y matarlo... era la única forma...
¿Qué no se daba cuenta que moriría si no lo hacía?
Volvió a gritar su nombre, pero todo lo que salió fue un murmullo...
Dios, había tanta sangre... tanta sangre en el pecho, su rostro estaba desfigurado... sangre por todas partes...
La visión se volvía borrosa por las lagrimas...
Se detuvo, jadeando... apenas si le quedaban fuerzas... no podía seguir...
Desesperada, alargó una mano hacia él, tratando de llegar...
Entonces lo vio.
El escalofrío recorrió su espalda...
Su mano se quedó fija frente a sus ojos... comenzó a temblar sin control...
Sangre, sangre por todas partes, sangre en sus manos, la sangre corría por sus manos, bañaba sus brazos, su ropa...
Bruscamente puso la otra ante sus ojos...
Igual... sangre, sangre...
Se las quedó mirando con horror, con la cara desfigurada por el espanto, temblando de pies a cabeza...
.- Yo... yo no pude...- lentamente se volvió a ver el cuerpo de Leo, hecho un guiñapo.- No... no...- murmuraba, sacudiendo la cabeza, casi frenética.- Yo no pude, yo no... no, no... no... – la voz se le perdía entre los sollozos...
Y entonces el lugar se llenó con el grito que escapó de su garganta.
.- ¡Dijiste que no le harías nada¡lo prometiste!- gritó hasta que la garganta le hizo daño.
.- Mentí.- contestó una voz profunda desde quien sabía dónde...- Además, técnicamente, fuiste tu...
Todo lo que oyó a continuación fue una carcajada, larga y continuada.
Se tapó los oídos en un vano intento por no escuchar...
Volvió a gritar el nombre de Leo, pero éste no se movió...
Haciendo un esfuerzo feroz, obligó a su cuerpo a arrastrarse hasta él...
Sus piernas ya no se movían...
Logró llegar junto a su cuerpo...
Había tanta sangre, salía caliente de su cuerpo, elevándose de ella volutas de vapor...
Con las manos temblorosas, alzó su cara a la altura de sus ojos...
Volvió a estallar en sollozos descontrolados cuando vio su cara...
Leo abrió los ojos, sólo uno de ellos, el otro estaba demasiado hinchado para que pudiese mirar con él.
Al verla supo de inmediato que estaba frente a Ángela... simplemente lo supo.
Esbozó una leve sonrisa.
Lloraba... ¿por qué?...
Todo estaba bien, todo estaba bien...
Sólo un poco más de tiempo y todo estaría bien...
Sólo debía dejar que todo terminase.
.- Leo... párate... tienes que ponerte de pie...- suplicaba entre sollozos, pero él no parecía escucharla...- Por favor...
Leo alzó una mano y la acercó a su rostro... sonreía... siempre le había parecido tan frágil, podía abarcar todo su rostro con una sola mano...
Recorrió con los dedos su mejilla, dejando una mancha roja en ella antes de que su mano volviese a caer sin fuerzas...
Lo sentía, de verdad, pero ya no podía mantener los ojos abiertos...
A lo lejos se perdía su voz...
Sólo un poco más... sólo un poco más y todo acabaría...
Sin embargo...
Algo rodeándole el cuello le hizo abrir los ojos una vez más...
Un peso que no le era desconocido...
Sintió los labios de la chica en su mejilla.
.- Sólo una vez más... ponte de pie, sólo una vez más... sólo una vez más...- repetía en un murmullo.- Por favor...
La atrajo hacía sí, cerrando los ojos.
Si tan sólo pudiese quedarse así para siempre...
Si tan sólo el tiempo se hubiese detenido cualquiera de esas noches...
.- He estado esperando mucho tiempo sólo para esto...
La voz le hizo abrir los ojos otra vez, de golpe...
El miedo era un poderoso estimulante, de pronto volvía a estar demasiado conciente de lo que ocurría a su alrededor...
Y de que esa ahí ya no era Ángela...
Sintió unas garras hundirse en su cuello, y luego fue impulsado por los aires nuevamente...
Si en algún minuto abrigó la esperanza de una muerte rápida, ahora le parecía la idea más estúpida del planeta.
.-
Se quedó de pie, inmóvil, con los ojos cerrados...
en espera del golpe que finalmente nunca llegó.
La salpicadura de un liquido caliente en la cara le hizo abrir los ojos de golpe.
Tardó un par de segundos en darse cuenta de lo que veía...
Raphael estaba frente a ella, inclinado...
Con el arpón de la bestia atravesándole el estomago.
Todavía lo estaba mirando cuando de él escapo un horrible grito...
Por muchos segundos no fue capaz de moverse, horrorizada...
A duras penas se mantenía conciente... nunca había perdido tanta sangre en tan poco tiempo, el mundo entero comenzó a dar millones de vueltas por segundo...
Parpadeando frenético, logró llevar sus manos hasta el arpón que le atravesaba...
No, no se atrevía a mirar hacia abajo... no se atrevía a ver la herida, le bastaba con sentirla.
La criatura intentó retirarla, pero Raphael no la dejó...
Con un rugido que sonó como unas uñas rasgando un pizarrón, la bestia volvió a jalar de su brazo para liberarlo de su cuerpo, enfureciéndose al no poder lograrlo.
El dolor era intenso, insoportable...
Estaba a punto de perder la conciencia...
Pero no iba a dejar que el demonio de mierda ese se las llevara peladas...
Sujetó el arpón con más fuerza aún y jaló hacia abajo con toda la energía que le quedaba...
Era un dolor insoportable...
Siguió jalando hasta que escuchó el sonido de algo quebrándose y luego más de esos rugidos agudos...
El demonio retrocedió rociando desde su brazo amputado chorros de un liquido blanco y viscoso...
Raphael salió impulsado hacia atrás varios metros, pasando junto a Muffy y deteniéndose sólo cuando uno de los muros no le permitió seguir...
Muffy se volvió hacia él y luego hacia la bestia, todavía inmóvil, todavía incapaz de reaccionar.
El demonio volvió a inclinar su cuerpo hacia adelante...
Fijó sus ojos en el cuerpo de Raphael, caído en el piso.
Se movió rápido, de un coletazo barrió el suelo, derribando a Muffy, cuyo rostro fue a encontrarse dolorosamente con las lozas del piso...
Antes de ser golpeada alcanzó a ver el otro de los arpones elevándose en el aire...
Jamás iba a llegar a tiempo.
¿por qué mierda Raphael hacía eso?
¿qué demonios pretendía ganar con eso?
No se lo había pedido, no le había pedido que se sacrificara por él, no lo quería...
No valía la pena que muriese por ella.
Ahora ya no podría rendirse...
Ahora ya no podría resignarse...
No podía dejarlo morir...
No ahí, no así...
No por ella.
Maldito cabeza hueca... toda la vida actuando sin pensar...
Todo duró no más que una fracción de segundos...
Se puso de pie y corrió, simplemente corrió hacia la bestia.
El arpón volaba hacia el cuerpo inerte de Raphael.
Sacó la daga de la cintura.
Bendita la hora en que se la había dejado puesta en el cinturón...
Cruzó los dedos de la mano contraria por el filo, empapándolo con su sangre...
Al instante, el filo de la daga creció al doble, los grabados y símbolos parecieron brillar.
Llegó junto al monstruo...
Usó su propio cuerpo para impulsarse, saltó sobre su costado y luego sobre el brazo que volaba hacia la cabeza de Raph...
La hoja pasó limpia por la carne.
El brazo finalmente fue a incrustarse unos centímetros por encima, aún con impulso, a pesar de que la había separado del resto del cuerpo de la bestia.
No se detuvo...
Esta vez, los gritos y chillidos se ahogaron en un gorgojeo húmedo.
Ni bien puso los pies en el piso, Muffy volvió a saltar hacia el demonio... ni aún cuando su garganta estaba abierta en dos la dejó descansar...
Los siguientes golpes rebanaron su pecho, cola y todo lo que pudieran alcanzar mientras el monstruo retrocedía y se debatía desesperado...
Podía haber simplemente quitado su cabeza...
Pero no... quería que sufriera, quería hacerlo lentamente.
Finalmente, cayó al suelo junto con todos los restos de la bestia...
Se quedó de pie, mirándolos, sintiendo las gotas de sangre blanca y quemante sobre el cuerpo, jadeando, tratando de conseguir algo de aire...
El quejido de Raphael le hizo volver a la realidad.
Corrió junto a él, estaba tratando de quitarse el trozo de arpón del cuerpo... finalmente lo logró... la sangre corrió sin control...
.- Vaya...- dijo Raph casi sin aire, tratando de evitar las muecas de dolor.- No sabía que podías hacer eso... ¿por qué mierda no lo hiciste antes? Te quedaste de pie como una soberana estúpida a esperar que esa porquería de la puta madre te atravesara¿qué demonios pasa contigo?
Muffy se arrodilló a su lado.
.- Grandísimo imbécil¿quién te dijo que tenías que salvarme?
.- Pues no me iba a quedar esperando una invitación, además...
Raphael hubiera seguido hablando, pero la chica no le dejó, le tomó el rostro y le plantó un beso en los labios...
Raph se quedó completamente inmóvil, aguantando la respiración.
Tras unos segundos ella le soltó y se quedaron mirando con sorpresa.
.- ¿p-porque...¿por qué fue eso?.- atinó a decir Raph después de un rato. Las lagrimas rodaron por la cara de la chica.
.- No lo sé...- contestó con un hilillo de voz. La expresión de Raph se endureció.
.- Entonces no lo hagas si no sabes... – le dijo con dureza, desviando la mirada. La chica buscó sus ojos, ceñuda.
.- Creí que eras tu el que decía que el amor no tenía nada que ver aquí... ¡a quien le importa si yo...!
.- ¡A mi me importa!.- le gritó Raph de vuelta, volviendo a desviar la mirada con rapidez... la chica se quedó en silencio, sólo observándole.
.- Esa herida no se ve bien...- dijo después de un rato. Raphael aceptó el cambio de tema.
.- No se siente muy bien tampoco que digamos...
La chica se quitó la camisa, quedando sólo con un delgado top.
Raphael le dirigió una larga mirada sin ninguna inhibición, pero después de un rato desistió, con una mueca de dolor.
.- No... no estoy en condiciones de disfrutar de esto...- dijo con fastidio. La chica le miró de reojo y esbozó una media sonrisa, ocupada en formar con la prenda una compresa.
.- No es un espectáculo privado, tonto, trató de atenderte ese agujero que te quedó ahí...
.- Dios, eres tan tierna como un cactus... – por toda respuesta, la chica presionó la herida con la tela. Raph lanzó un grito, quedándose sin aire.
.- Si no supiera que no es así...- comenzó, jadeando.- diría que te estas vengando por algo... Dios, como duele...
La chica se concentró sobre la herida.
Podía hacer algo por curarla, habían hechizos... pero tardaría mucho... Raphael era duro, pero le asombraba que aún estuviera con vida después de un daño así...
La idea se convirtió en un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.
Sacudió la cabeza y comenzó a recitar unas extrañas palabras, apenas en un murmullo.
Raphael se sentía demasiado débil como para preguntar que mierda estaba haciendo...
Cerró los ojos y tiró la cabeza hacia atrás, apoyándola contra la pared.
La chica quería morir.
Lo vio en sus ojos.
¿Dónde estaba Leo?
¿También habría tomado la misma decisión?
De pronto se sentía caer, caer profundamente...
.-
La chica se detuvo un segundo...
Estaba agotada y apenas si había avanzado un poco.
Al menos había detenido la sangre...
.- ¿Raph¿cómo estás?.- preguntó, sin alzar la mirada... al menos debía mantenerlo conciente. Pero no obtuvo respuesta.
Con temor se volvió hacia su cara.
Tenía los ojos cerrados, los labios entreabiertos.
Muy pálido...
Sin pensarlo, agarró su muñeca.
El pulso¿dónde estaba el pulso?Nada.
La apretó con más fuerza.
Nada.
Ya se estaba poniendo frío al tacto.
Lo sacudió con fuerza, pero no respondió...
Su cara se desfiguraba por la angustia...
Comenzó a gritar su nombre, pero no había respuesta, lo sacudía, pero no se volvía a verla...
.- No, no... no, no...- no dejaba de repetir, pero no cambiaba lo que tenía frente a sí... No estaba respirando.- Dios, mío... tienes que despertar, tienes que despertar...
Le abrazó el cuello y lo atrajo hacia sí, hizo recostar su cabeza en su hombro y se quedó acariciándola ahí, bañándola en lagrimas, meciéndola...
.- Raphael... despierta... por favor...
No iba a despertar.
La voz en su cabeza lo dijo alto y claro.
Ni siquiera le importó cuando escuchó nuevos tambores a lo largo del pasillo.
.-
Se quedó boca abajo en el piso.
De a poco la conciencia volvía a él... nunca la perdía por mucho... estaba seguro que el maldito quería que no se perdiera nada.
De pronto sintió que su mano tocaba algo...
Cerró el puño y algo estaba atrapado en él.
No tuvo tiempo de volverse a mirar.
.- No tienes idea de por cuanto tiempo he estado esperando esto...- dijo la voz que hablaba a través de Ángela... ya ni siquiera se preocupaba por sonar como ella... ahora era rasposa, grave...- ¿no te habrás olvidado de mi, verdad?...
Leo permaneció inmóvil en el suelo, sintiendo como la voz se aproximaba a él. Frente a sus ojos, se detuvieron unos pies descalzos.
Una mano le agarró con rudeza la cabeza y le obligó a alzar la mirada.
.- ¿Te das cuenta que si hubieses permitido que me quedara con tu cuerpo en esa oportunidad, nada de esto habría pasado?
Leo parpadeó.
¿Qué estaba diciendo?
¿De que...?
¿De que hablaba?
.- Vamos, no me hagas la desconocida ahora, sé que te acuerdas de mi... cada tantas noches me encargo de recordártelo...
Leo abrió su único ojo útil de par en par.
La voz le sonaba familiar...
Trató de enfocar la vista.
La apariencia había cambiado...
El hombre alto y vestido elegantemente...
Ese era un demonio que conocía demasiado bien... uno que le rondaba las pesadillas desde hacía mucho...
El que le había obligado a hacer todas esas cosas horribles... antes de que todo comenzara, el que lo había usado, por el que conoció a Muffy y a la espada y al Arcángel... por el que supo que todo terminaría en la pesadilla que estaba viviendo, desde el momento en que lo había poseído...
Estuvo a punto de reir por la ironía del momento...
La vida era un puto circulo.
Tal vez tuviese razón el maldito demonio...
Tal vez debió haber muerto en esa oportunidad...
.- Esa vez, te ofrecí entregarte voluntariamente... si lo hubieses hecho, nada de esto habría pasado, sólo sería uno de los fragmentos y el resto jamás se habría reunido, Lucifer jamás reencarnaría... ni yo volvería a ser esclavo de nuevo... en cierta forma... todo esto es culpa tuya... tu hiciste que Caos buscara a esa pobre chica...
.- No...
.- Si.- respondió el tipo con una sonrisa.- Yo, por mi parte, sabía que nos volveríamos a ver... traté de decirte que esto pasaría... pero ya no importa... les pedí permiso para que me dejaran hacerte pedazos, tu sabes, por los viejos tiempos... a propósito... ¿cómo están tus hermanos¿Ya te perdonaron por lo que les hiciste?
.- ¡Fuiste tu!
.- Error... yo hice que tu lo hicieras... te controlé con facilidad, tu te dejaste dominar... la culpa es tuya... igual que ahora... Dios mío¡eres tan estúpido!... la pobre chica trató de decírtelo, debiste matarnos cuando pudiste, ahora ya no se puede, sonaste, viejo... absorberemos su alma y en cuanto a ti, usaremos tu piel para hacernos un cubrealmohadas... ¿qué te parece?... con tus hermanos haremos sopa y nos sentaremos a comerla todos juntos...
Después de eso, todo se volvió negro... lo ultimo que alcanzó a ver, fue una patada volando hacia su rostro...
Sin embargo...
Antes de que todo desapareciese de su vista, recordó lo que tenía atrapado aún en el puño...
.-
Fin del capitulo.
(Muffy siempre anda para allá y para acá con esa daga que tiene inscripciones cabalisticas en la hoja)
.-
Hola, que tal!
Que onda?
Que se teje?
Como les baila?
Jejejeje...
Yo estoy bien, gracias, mi corazón futbolero se alegra con el triunfo de nuestra selección sub-20, mira que ir a debutar con goleada (por si no lo saben, hay un mundial de fútbol sub-20 ahoritita en Holanda) pero eso no será nada, próximo encuentro, Chile V/S España, eso sí que será difícil (ahí los quiero ver, pero si ganan, el cielo es el limite).
Oh.
¿Siguen ahí?
Sorry, me distraje...
Vamos a lo nuestro.
Nos acercamos al final.
Como pudieron darse cuenta, este no fue el ultimo capitulo...
No sé cuantos quedan, en todo caso, estamos en la recta final.
Y si, Ksky, estuve meditando seriamente sobre matar a Muffy, matar a Raph, matar a Leo, matar a Ángela, matar a mi vecino, matar a uno de mis jefes, matar al perro doberman de la esquina que me ladra y mira con odio cada vez que paso por ahí, matar a ...
Bueno, si seguía con ese plan, me iba a quedar un mundo muy solo... je.
Pero sí... alguien muere, se los advierto.
Y bueno, Samarita¿qué es un poco de información entre amigas? Pues la verdad, yo creo que todo el mundo ha tenido una situación algo muffiana alguna vez... yo si por lo menos, y no me gustó... pero viví... y es como lo bonito y lo importante... y ya lo dije, pero de verdad estuve pensando en acabar con el mundo (si que sería un final extraño: "y el mundo se destruyó. Fin." Sería un final ¡plop!) pero no, obvio que eso no pasará...
Ya, no las aburro más, queridas lectoras...
Estaremos por aquí dentro de poco, al pie del cañón, como siempre...
Au revoir !
