Tercer capítulo
Y pensar que ya ha pasado un año, un año ya de novios, de encuentros furtivos y besos a escondidas, todos preciosos, pero ninguno igualaba a aquel primer beso a medianoche en la biblioteca... ¡un año desde aquel beso, desde aquel maravilloso beso que inició la relación! Habían estado a punto de descubrirlos un par de veces. Tenían que tener mucho cuidado, sobre todo con los merodeadores. Carolina tuvo mucha suerte, descubrió de chiripa que tenían mapa donde podían ver la localización de todas las personas en Hogwarts. Ese mapa había sido su pesadilla desde que descubrió su existencia¿y si los merodeadores se daban cuenta que su nombre aparecía muchas noches junto al de Severus Snape? Al final con un poco de colaboración por parte de los dos enamorados consiguieron solucionar aquel problema, aunque Snape todavía refunfuñaba cuando recordaba el incidente. Para lograr que Carolina consiguiera el mapa, tuvo que atacar a Colagusano en un momento que llevaba el mapa. Mientras Colagusano se recuperaba, Carolina aprovechó para quitarle el mapa, simulando que le estaba ayudando a levantarse. Snape no tuvo mucha suerte, porque rápidamente aparecieron Lupin, Blak y Potter para vengar a su amigo. El incidente le costó una semana en la enfermería y tener durante un mes el pelo rosa. Afortunadamente, Carolina pudo hechizar el pergamino para que su nombre no apareciera en el mapa. El mapa lo doejó por la noche en la Sala Común de Gryffindor en el lugar que normalmente ocupaban los Merodeadores.
Carolina se levantó tarde aquel sábado de febrero, y cuando bajó a la sala común se encontró con una gran multitud de gente alrededor del tablón de anuncios.
-Susana¿se puede saber que pasa?
-¡no me digas que todavía no lo has leído!- respondió con sonrisa pícara.
-¡cuenta, cuenta!
- ¡baile el 14 de febrero en el Gran Comedor!
-¡el día de San Valentín!
- Premio a la señorita Cabezaenlasnubes..
-¿hay que llevar pareja?
- no, hay que ir disfrazados y una vez en la fiesta sacar a bailar a la gente. ¿De qué crees que irá disfrazado Sirius Blak?- preguntó inocentemente Susana.
Esa noche en un recodo oscuro:
- Severus¿has leído lo del baile?
- sí, pero no creo que pueda estar contigo, corro peligro de que me reconozcan.
-¡pero si vamos a ir disfrazados!
- pero esta nariz, y este pelo. Se reconocen fácilmente por muy disfrazado que vaya.
- Pero tenemos el libro.
- ¿qué libro?
- ¡el que traía recetas de pociones para cambiar el aspecto! ( al final se lo compraron entre los dos, puniendo cada uno la mitad del dinero)
- ¡Sí, es verdad! Y la poción noleire no parece muy difícil, y permite cambiar el pelo la nariz y los ojos.
- ni se te ocurra cambiarte los ojos.
- de acuerdo. Pero me cambiaré el pelo y la nariz, espérame el día del baile detrás de la columna de siempre.
- vale, allí estaré.
- ¡pásame un poco a mí también!- dijo Lily ansiosa- ¡que te la vas a beber toda!
- traaaanquiiilaaa, hay de sobra para todas.
- ¿estás segura? – dijo Susana desconfiada.
-¡claro que sí doña desconfiodeltodoelmundo! Con los ingredientes que me habéis dado he podido hacer más cantidad.
Eran las nueve, en el dormitorio de las chicas. Había un ambiente de gritos, humo de poción y transformaciones instantáneas. Susana y Lily habían descubierto que Catalina iba a hacer una poción para cambiar el aspecto, e inmediatamente se habían apuntado.
FLASH BAK----------------
-Lily¿no tendrás un poco de asjenjo?
-Sí, un poco en el baúl, cógelo –respondió distraídamente. Un momento¿para qué necesitas el asjenjo?
-Para nada, para nada... una poción que tengo que entregar, ya sabes que voy más adelantada que vosotros y...
Carolina siguió hablando, sin darse cuenta de que Susana se le estaba acercando sigilosamente por detrás, y en un descuido le quitó el libro que llevaba en las manos.
- "pociones para cambiar el aspecto", interesante, muy interesante- dijo Susana leyendo el título- ¿seguro que no nos estás ocultando nada Carolina?
-Bueno... necesitaba el asjenjo para fabricar la poción noleire, te permite cambiar los ojos, el pelo y la nariz a voluntad propia, pensaba utilizarla para el baile, pero me faltaba ese ingrediente.
-¿la poción noleire?-preguntaron a la vez Susana y Lily.
-¡Es perfecta para el baile!
-¡Tienes que prestarnos un poquito!
Caralina miró con expresión divertida a sus amigas, y al final accedió a dejarles un poco de la poción a cambio de que no se lo dijeran a nadie y algunos ingredientes.
FIN BLASH BAK---------------
- no me habléis durante un minuto por favor, que tengo que contener la imagen mental de lo que me quiero cambiar.-dijo Carolina antes de beberse la poción.
Durante unos instantes parecía que no había cambiado nada, pero de repente, el aspecto de Carolina empezó a cambiar lentamente. El pelo antes corto comenzó a crecer, las puntas se le empezaron a poner azules, y a separase en mechones que se enroscaban en sí mismos y que llegaban a la altura de la cintura. La nariz se le redujo y le salieron pecas y los ojos siguieron del mismo color pero se le juntaron un poco, dándole aire de traviesa.
-¿Seguro que eres Carolina?
- claro.
-¡Pues menudo cambio! No hay quien te reconozca.
-ee, no me gustaría parecer grosera, pero quisiera que mi aspecto permaneciera en secreto- les pidió Lily a Susana y Carolina
-Vale, ya nos vamos.
Carolina dejó a Susana el servicio tomándose su poción y se dirigió a otro a terminar de prepararse. En media hora estaba irreconocible, hasta Susana y Lily que habían visto su transformación tendrían problemas para reconocerla. Parecía una amazonas, con su típica coraza dorada y botas lilas hasta la rodilla, con una minifalda azul y una capa del mismo color que le caía por la espalda. Como ya iba siendo la hora se dirigió a la columna, pero Severus todavía no había llegado.
"Qué guapa es esa chica disfrazada de amazonas, me extraña que no la haya visto antes", pensó un Sirius Blak disfrazado de vampiro.
- oye James. ¿Habías visto a esa chica alguna vez?
- ¿qué?- dijo separando con esfuerzo su mirada de una chica con el pelo lila preciosa.
- ¿has visto a esa chica alguna vez?
- No. -E inmediatamente volvió a contemplar a la chica del pelo lila.
"Creo que voy a pedirle que salga conmigo a bailar", pensaron a la vez Sirius y James, y se colocaron un antifaz sobre los ojos, pues habían decidido no decirle a la chica quiénes eran hasta que no le hubieran besado antes ( James va de jugador de quidditch ¡qué origina!)
Sirius se acercó a la muchacha, pero no tuvo suerte, y cuando estaba a pocos pasos de ella, un chico disfrazado de caballero al que no conocía la sacó a bailar. "maldita sea, intentaré sacarle a la próxima pieza"
James tuvo más suerte, la chica del pelo lila y que iba disfrazada de mariposa aceptó gustosamente salir a baila con él. " Me pregunto quién será, me resulta conocida, pero no consigo situarla", pensaba james. "Qué chico más amable, me alegro de haber aceptado bailar con él".
Carolina miraba impaciente a su alrededor a la espera de Severus. De repente un chico disfrazado de caballero apareció delante suya y le cogió la mano para sacarla a bailar. Carolina ya iba a decirle que estaba esperando a alguien cuando se fijó en sus ojos. Eran los ojos de su Severus. Pero estaba muy cambiado, el pelo lo tenía de un azul brillante y la nariz pequeña, y el traje realmente lo favorecía mucho.
- que bella estás, eres increíble.-le susurró Snape al oído.
Carolina se puso roja y no dijo nada mientras Snape la conducía a la pista.
Sirius estuvo pendiente de la pareja amazonas / caballero para intentar sacar a la chica a la siguiente pieza. Pero no parecía que tuvieran intención de separarse. Se mostraban muy cariñosos el uno con el otro, y estuvieron bailando bastante canciones más. Al final, Sirius cansado decidió bailar con otra chica, pero sin perder de vista a esos dos. ¿Quiénes serían?
Susana se hallaba perdida en la fiesta. No localizaba ni a Carolina ni a Lily, y no sabía con quien bailar. ¡Si al menos andara Sirius Blak cerca! Soñaba con él desde hace un tiempo¿y quién no? Era uno de los chicos más guapos de Hogwarts. Pero parecía que no podría bailar con él esta noche, no lo encontraba por ningún lado. De pronto se encontró con un chico disfrazado de guerrero que le pidió bailar. En un principio pensó en rechazar el ofrecimiento, pero era tan amable... así que decidió aceptar.
- ¿quién eres? – le preguntó Susana.
- Lamento no responder a esa pregunta ahora, Susana Stone...
- ¿cómo sabes quién soy? –preguntó Susana sorprendida¿tan poco había cambiado su aspecto?.
- hoy estáis muy cambiadas, pero un verdadero enamorado sabe reconocer a su diva entre cientos, sois inconfundible, vuestros ademanes, la manera de andar... los conozco perfectamente, pues os llevo observando desde hace tiempo. Sois la princesa de mis sueños y me tenéis encarcelado, yo no os pido que me correspondáis, pero permitidme tan solo por una vez ser el escudero que os acompañe.
¿Y quién se resiste ante esos modales exquisitos? Desde luego Susana no. Aceptó intrigada y preguntándose quién sería ese chico. No recordaba a ninguno que estuviera por ella. ¿Cómo no podía haberse dado cuenta del amor de un chico tan dulce? La noche pasaba, y Susana se estaba divirtiendo mucho con aquel chico misterioso, pero minutos antes de las campanadas de media noche le dijo:
- Me temo que ha llegado la hora de separarnos, encantado de haber bailado contigo. Mañana volveré a ser la sombra que siempre os acompaña, después de por unas horas, haber sido vuestro acompañante.
- pero¿por qué?
- porque es lo mejor. Vos estáis enamorado del guapo Sirius Blak, y lo comprendo. ¿Qué oportunidades tengo frente a él? Seguiré siendo la sombra, pero ahora tendré el recuerdo. Pero... si acaso quisierais buscarme, colocad junto al banco de piedra junto al lago este botón.
Y dicho esto, el misterioso chico desapareció, dejando a Susana llena en un mar de dudas.
Mientras Susana conocía al chico misterioso, James y la chica de mariposa también se lo estaban pasando muy bien. James seguía sin sabe quién era, se lo había preguntado después de la primera canción que bailaron, pero ella le había dicho que solo contestaría a esa pregunta después de medianoche.
- Pues entonces esperaré.- respondió James.
Además de bailar estuvieron conversando luego largo rato mientras se tomaban una cerveza de mantequilla. Tenían un montón de cosas en común, a los dos les gustaba la misma música y los mismos libros y además eran fans de los Chudley Cannons.
-¿cómo es posible que no te haya conocido hasta ahora?- preguntó James- estamos hechos el uno al otro.
Ante este comentario la chica del pelo lila sonrió y se puso roja. La verdad es que a ella también le había caído muy bien aquel chico disfrazado de jugador de quidditch.
-¿bailas?- le preguntó James cinco minutos antes de la medianoche.
- de acuerdo.- contestó la chica del pelo lila, y se dirigió a la pista con él.
Era una canción para bailar lentamente y muy pegado a tu pareja, pero esto no pareció a incomodar a james o a la chica de mariposa. De repente, la chica de mariposa tropezó y cayó encima de James, pero sin darle tiempo a apartarse, James la sujetó y le dio un beso. La chica respondió al beso con pasión, mientras las campanas de media noche empezaron a sonar. Se separaron justo cuando acabaron de sonar. James se quitó el antifaz, y a la chica parecía pasarle algo raro, de repente su pelo tenía un tono rojizo.
-No puedes ser tú- dijo la chica cuando James se quitó el antifaz.
- La chica¿eras tú? – dijo un sorprendido James cuando se dio cuenta de quién era la chica con la que había estado bailando toda la noche.
-¡te odio!- y tras pronunciar estas palabras echó a correr.
James estaba anonado, no se podía creer, que la chica con la que había estado bailando toda la noche fuera... Lily.
Cuando faltaba poco para la media noche Sirius notó algo extraño en la pareja del caballero y la amazonas. De repente parecían nerviosos por algo. Al final la amazonas le cogió del brazo al caballero y le indicó la salida con el dedo. Este asintió con la cabeza y salieron del Gran Comedor dirección a los terrenos de Hogwarts. Sirius se deshizo con delicadeza (o eso pensaba él¿cómo te sentirías si estuvieras bailando con un chico guapísimo y de repente te dejara en mitad de la pista porque tiene que irse a otro lado), y los siguió. La pareja se había ido a un árbol junto al Gran Lago. Estaban muy juntos, y parecían que se estaban diciendo algo. Sirius se acercó para poder oírlos.
- después de las campanadas vas a tener que darte prisa para volver.-le estaba diciendo la amazonas al caballero.
- no te preocupes por mí. Relájate.
- eres tan amable.
- toma, te doy esto para que me recuerdes- y el caballero le entregó lo que parecía una pulsera a la amazonas.
-¡Oh! muchas gracias.
Y se besaron. Se besaron, como lily y james, mientras sonaban las campanas de medianoche. Sirius tenía una expresión de tristeza en la cara. Esa chica lo había deslumbrado, y había esperado conocerla mejor esa noche, pero veía que ya había encontrado a su pareja. Se iba a ir discretamente antes de que notaran que alguien los estaba viendo, cuando la pareja ante sus sorprendidos ojos empezó a cambiar. Estaban transformándose en Carolina y Snape.
