Cuarto capítulo
No, no podían ser ellos, Carolina no podía haberse besado con el asqueroso Snape, seguramente no le había reconocido con el disfraz. Menuda bofetada le iba a pegar ahora que se había dado cuenta de quién era. Pero en vez de la bofetada que Sirius esperaba Carolina le puso suavemente la mano en la mejilla a Snape y le dijo:
- Volvemos a tener nuestro aspecto, tienes que darte prisa.
- Pero antes quiero llevarme otro recuerdo.- y le volvió a besara Carolina suavemente.
Después Snape se colocó un antifaz en la cara y salió corriendo. Carlina se quedó bajo el árbol con la mirada fija en la pulsera y con las mejillas un poco rojo. Al cabo de unos diez minutos suspiró. Se quitó la capa y la coraza. La coraza la guardó en una bolsa que llevaba, y a la capa le dio la vuelta (el reverso era negro) y se la echó por encima cubriendo el disfraz. Después se levantó y se dirigió a la fiesta.
Sirius se apartó justo a tiempo de que no le vieran, y se quedó mirando como desaparecía tras las puertas del castillo. Luego siguió sus pasos.
- ¡Carolina, despierta!
- ¿qué?- dijo una somnolienta Carolina a Susana, que se encontraba encima de su cama y la estaba agitando.
-¿Hay fuego?- preguntó con los ojos cerrados Lily.
- Tengo que contaros algo, despertaos de una vez.
- ¿Qué pasa? ¿No puedes dejarnos dormir en paz?- dijo Carolina.
- Sois unas dormilonas, ya es bastante tarde. De hecho os habríais quedado sin comer si no os hubiera traído el desayuno del Gran Comedor.
- ¿Qué? ¿Tan tarde es? ¡Tengo que hacer un montón de deberes!-gritó Lily alarmada y levantándose de golpe de la cama.
- Sí, pero primero tenéis que escuchar mi historia.
- ¿Historia?¿ Qué historia?- preguntó Carolina ya más interesada en lo que le estaba contando Susana.
Y Susana se dispuso a contarles lo que le había pasado la noche del baile. Cuando terminó, Lily y Carolina se miraron con cara de intriga, ¿quién sería aquel chico?
- ¿No te dio alguna pista?
- No, tan solo el botón.
- y... ¿lo vas a colocar bajo el banco?- preguntó Carolina.
- Pues, no lo sé. Me gustaría intentar averiguar algo antes de él. No le conozco de nada. ¿Me ayudarías a intentar localizarlo?
- De acuerdo, - dijo Lily- si nos enteramos de un chico muy amable que está enamorado de ti, o que te mira de forma rara te avisaremos. Pero no prometemos nada. No creo que consigamos mucho.
- Yo también te lo diré si averiguo algo.
- Muchas gracias chicas, sois las mejores. Por cierto, ¿con quién bailasteis vosotras?
Ante esta pregunta Lily se puso roja y Carolina bajó la mirada.
- pues... eeeh... no sé, no le reconocí, no me dijo su nombre – dijo Lily muy rápido.
- Yo tampoco lo sé. Estuve bailando con unos cuantos chicos, y tampoco me dijeron su nombre.
Después de que Lily y Carolina se tomaran el desayuno que Susana les había subido bajaron a la Sala Común a hacer los deberes. Allí se encontraban los merodeadores hablando en voz alta.
- Venga James, dinos quién era esa chica de mariposa – dijo Sirius.
- No era nadie, no me dijo su nombre.
- Venga, que no somos idiotas.
- ¿no nos lo vas a decir? Creía que éramos tus amigos – dijo Lupin con voz falsamente dolida.
- No, no os lo voy a decir porque no lo sé.
- Ooh, no me digas que la única chica capaz de robar el corazón a nuestro querido Jimmie – cuando dijo Sirius esto, James le lanzó una mirada de odio, pero Sirius continuó ignorándola- hay desaparecido entre la maraña de máscaras de ayer.
Parecía que James iba a comenzar una discusión con Sirius, y Lupin debió advertirlo, porque rápidamente le preguntó a Sirius.
- ¿y tú con quién bailaste, Sirius? Ayer volviste muy silencioso al dormitorio.
De repente la mirada de Sirius pareció perderse, pero fue tan solo un instante, porque se recuperó con rapidez y respondió a Lupin con voz jovial.
- Pues con muchas Lupin, parece mentira que no me conozcas.- y tras decir esto pareció darse cuenta de que estaban hablando en voz demasiado alta, porque les hizo un gesto a sus amigos, que se arrimaron más y empezaron a hablar en voz baja.
Carolina echó un vitazo a sus amigas a ver su reacción. Lo normal es que Lily hubiera empezado a protestar porque con sus voces no le habían dejado concentrarse, y que Susana estuviera mirando a Blak con cara de boba. Pero hoy no. Hoy Lily mantenía la mirada fija en su libro sin decir ni media palabra, recordando y aún sin creérselo lo que le había pasado la noche anterior, y Susana con la mirada perdida al frete pensando en que el chico le había dicho que no podía competir con Sirius Blak.
A Carolina este comportamiento de sus dos amigas le pilló un poco por sorpresa, ( el de Susana podía entenderlo, al fin y al cabo acababa de escuchar su historia, pero, ¿y el de Lily? ¿Qué le pasaba hoy a esa chica?) Pero no comentó nada y se dispuso a estudiar.
Sirius no les contó nada a sus amigos de lo que había visto la noche del baile. De hecho él mismo no acababa de creérselo. " Snape y Carolina juntos? Pero entonces tendrían que haberse dado cuenta. ¡Con la de veces que habían utilizado el mapa del merodeador para sus incursiones nocturnas! Si esos dos se estaban viendo tendrían que haber visto sus dos nombres juntos en alguna ocasión. Pero... una duda asaltó de repente a Sirius, que cogió el mapa. ¡ El nombre de Carolina no aparecía! Por eso no se habían dado cuenta de nada. ¿Cómo podía haberse enamorado Carolina de Snape? Él era un asqueroso Slytherin y ella una bella Gryffindor. ¿No se estaba dando cuenta de lo que hacía? Seguramente Snape la había engañado, o le había hechizado, o... cualquier cosa". Sirius se negaba a creer que Carolina estuviera enamorada, al igual que negaba que sintiera celos de Sanpe.
