Disclaimer: Tengo la mala suerte y desgracia de no poseer ni Slam Dunk, ni sus protagonistas.

Sumario: Alguien está atacando a las chicas que se incorporan en los equipos masculinos como jugadoras. ¿Hasta donde estará dispuesto a llegar el detective Hanamichi Sakuragi?

AU. RUHANA. SENKOSH

N/A: Tengo una duda¿que son los 'Hits' que aparecen en mi sección de Stats? Que alguien me lo diga, por favor. Hasta ahora no los había visto.

Abuelitnt: De nada, a veces yo también me altero leyendo. Por desgracia la escena de la playa, ya ha acabado.

Sakura: No hace falta que te disculpes, lo importante es que te guste. Me alegro de que te guste mi forma de escribir, Bueno aquí tienes el octavo capítulo, es el penúltimo.

CAPÍTULO 8

Habían pasado 2 semanas desde el día de la playa, durante este tiempo Akira y Kaede no dejaron de intentar cazar a los dos policías, pero estos aunque estaban enamorados como un par de idiotas de los dos jóvenes no querían ver peligrar sus carreras.

Sobretodo después de la discusión que tuvieron con su superior.

FLASHBACK

Sakuragi y Koshino, decidme que esto que hay escrito en vuestros informes, es una broma de muy mal gusto. Que hoy en vuestro mundo, universo o como lo llaméis los jóvenes de hoy en día, es el día de los inocentes. Que habéis perdido una apuesta. Que os ha dado el sol...PERO MALDITA SEA NEGAD AQUÍ MISMO QUE OS LIASTES CON DOS MENORES, NEGADLO! El inspector estaba muy cabreado y preocupado.

Hanamichi y Hiroaki solo bajaron la cabeza. El pelirrojo fue el primero en hablar.

Lo siento señor, pero es la verdad.

¿Supongo que os dais cuenta de que esto podría acabar con vuestras carreras, verdad?

Preguntó el inspector más calmado pero con la misma angustia.

Si señor, lo sabemos, pero en aquel momento solo se nos ocurrió eso para que dejaran de perseguirnos, esos dos son demasiado persistentes y pensamos que si les aceptábamos no nos seguirían y así no se meterían en problemas; además...Hiroaki no sabía como continuar con su defensa.

¿Además que Koshino? Preguntó su jefe, quien sospechaba que el resto no le gustaría demasiado.

Hanamichi continuó por su amigo. Les queremos de verdad señor y no queremos que esto se filtre a la prensa podría dañarles. Cuando el pelirrojo dijo esto alzó el rostro y miró a su jefe; este tenía una expresión indescifrable, segundos después se levantó se dirigió a sus subordinados y les abofeteó con el reverso de su mano.

El inspector apretaba sus puños. Vuestras carreras peligran, si no fuese porqué el tipo está muerto habría un juicio donde 2 de los principales testigos no serían válidos porqué estuvieron liados con vosotros...¿Y LO ÚNICO QUE SABÉIS HACER ES PEDIRME QUE EVITE QUE ESTO SE FILTRE A LA PRENSA? El hombre estaba realmente disgustado, apreciaba mucho a los dos chicos y no quería perderlos como detectives.

No voy a dejar que la prensa se entere de esto, pero vosotros dos vais a dejar de veros con esos mocosos. Voy a hacer la vista gorda, volved a escribir los informes eliminad esa parte y yo haré como que no se nada de esto; pero si me entero de que tenéis una relación con esos, no volveré a mentir y los de asuntos internos os van a comer vivos y yo no podré hacer nada por vosotros.

Para ellos seguramente solo sois un capricho, con el tiempo encontrarán a alguien más y vosotros pasaréis a la historia. En cambio vosotros triaréis por la borda 4 años como policías, sois dos de los mejores policías que jamás he tenido el gusto de trabajar y no voy a consentir que arruinéis vuestra carrera por ellos.

Solo planteaos esta pregunta ¿Podríais dedicaros a algo más que no fuese ser policía? Yo no, y estoy seguro que vosotros tampoco. Dijo el inspector.

Luego se levantó y dejó a los dos chicos para que lo pensaran bien.

Hanamichi que estaba con la cabeza bajada de repente alzó el rostro, una mirada llena de decisión pero con dolor, en él.

Él tiene razón, seguramente para ellos solo somos un capricho y aunque no fuera así, todavía son demasiado jóvenes para estar rodeados de ladrones, asesinos y toda clase de delincuentes. Además, no podemos alejarnos de ellos cada vez que alguien a quien hagamos metido en la cárcel intente hacerles daño para vengarse de nosotros. Dijo seguro el pelirrojo.

¿Entonces vas a rendirte? Ni si quiera has tenido en cuenta la opción de dejar el cuerpo. Tal vez el que solo esté encaprichado eres tú! Exclamó Hiroaki, sabía que la última parte no era verdad, pero esperaba que poniendo entre las cuerdas al pelirrojo, a este se le ocurriría algo, ya que con presión el cerebro le funcionaba mejor.

No tienes ningún derecho a hablarme así. Aunque tal vez tengas razón en lo de rendirme. Tú sabes que yo siempre quise ser policía, siempre ha sido mi sueño. Es verdad que estar sin Kaede me hará infeliz, pero dejar de ser policía también. Quizás algún día encuentre a alguien que me convenga y no tenga que elegir entre mi sueño y la persona que amo pero...pero por ahora escojo mi carrera. Seguramente seré un infeliz el resto de mis días, pero tu mismo lo has dicho me he rendido y lo más seguro es que sea un cobarde.

No me gustaría perder tu amistad por esto, yo te apoyaré decidas lo que decidas, por favor acepta tú también mi decisión aunque no la compartas. Hanamichi terminó su discurso mirando a Hiroaki, con una sonrisa amarga en los labios; el pelirrojo sospechaba que su amigo era de la misma opinión que él, pero que el moreno aún se aferraba a una esperanza inexistente.

Hiroaki estuvo mirando intensamente a Hanamichi unos instantes, luego sus facciones se relajaron, le dolía un poco la frente de tanto fruncir el ceño. Nos nombraron policías el mismo día, y nos retiraremos el mismo día, con la única excusa de nuestra muerte. Aunque seguramente acabaremos siendo unos viejos solterones viviendo con un montón de gatos. Bromeó el moreno, pero a nadie podía escapársele la mirada triste que tenían sus ojos.

Hey! Ser soltero no está tan mal, además tanto a ti como a mí nos encantan los gatos. Esto sin tener en cuenta que somos héroes y siempre dicen que los héroes mueren jóvenes. Nyahahahaha! Se defendió el pelirrojo.

Baka¿Y se supone que eso debe servirme de consuelo? Preguntó Hiroaki con falso enfado.

Luego rieron los dos juntos y se abrazaron. Minutos después ya no reían sino que sollozaban el uno en los brazos del otro.

Fuera detrás de la puerta estaba el inspector. Lo siento mucho. Solo dijo eso, luego se marchó con la cabeza baja.

Aquel día todo el departamento parecía un funeral, nadie reía. Los compañeros no bromeaban, ni siquiera habían tenido lugar los típicos enfrentamientos entre amigos, en que se pican los unos a los otros.

Nadie sabía que pasaba a sus dos compañeros y a sus jefes, no hacía falta, eran una familia y cuando uno sufre los otros también.

FIN DEL FLASBACK

Kaede corría por la playa, cuando vio una silueta conocida sentada en la orilla del mar con una mirada perdida, pero a la vez llena de tristeza y dolor. Era Akira Sendoh. Si tiempo atrás alguien le hubiera dicho que encontraría al capitán de Ryonan en este estado, lo habría tomado por mentiroso pero ahora era diferente. Entonces tuvo la sensación de que pronto el no estaría mucho mejor. Siguió trotando hacia la figura, cuando estuvo a pocos metros empezó a caminar, una vez se puso a su altura se sentó a su lado. Ninguno de los dos dijo nada.

Minutos más tarde Akira habló. Ayer por la tarde después del entrenamiento me quedé con el entrenador para discutir estrategias, luego por megafonía anunciaron que tenía una llamada. Volvió enseguida y me dijo que Hiroaki me esperaría en el parque para hablar conmigo. Dios! Creí que era para decirme que estaba dispuesto a intentarlo. Soy un estúpido. Dijo con una sonrisa amarga.

Kaede no dijo nada, solo siguió mirándolo como lo había hecho desde que el chico mayor había empezado a hablar.

Poco tiempo después Akira seguía con su relato. Cuando le vi allí parado mirándome, mi corazón se aceleró más de lo que estaba. Es porqué has corrido idiota. Me decía a mi mismo pero sabía que solo él era el culpable. Intenté darle un beso, él no hizo nada, y por eso me detuve; noté algo en sus ojos. Sabía que algo iba mal y él no tardó mucho en confirmar mis temores...

FLASBACK

Hiroaki porqué...Hiroaki le interrumpió alzando la mano para que dejara de hablar.

Dos días atrás Hanamichi y yo tuvimos una discusión con nuestro jefe; nos dejó muy claro que mantener una relación contigo y con Rukawa nos costaría nuestras placas. Hanamichi y yo siempre soñamos con ser policías y no vamos a renunciar a ello. Así que os pedimos que dejéis de intentar estar nosotros, sino nos veremos obligados a pedir el traslado a otra ciudad y nos encargaremos de que nadie lo sepa. Terminó Hiroaki con una voz dura, pero esas palabras le estaban desgarrando las entrañas y más cuando vio el daño que le causaban a Akira.

¿Entonces ya está¿Todas las cosas que hemos vivido y que nos han pasado durante este tiempo no significan nada para vosotros? Preguntó Akira.

No vamos a renunciar a nuestras carreras, es nuestro sueño. ¿Acaso lo harías tú¿Renunciarías tú al básquet, a tu sueño de jugar en la NBA¿Huh? Responde Akira¿lo harías? Enfrentó Hiroaki a Akira.

Akira apretó los puños y bajo el rostro. Hiroaki lo vio y dejó escapar una sonrisa amarga; iba a marcharse pero las palabras de Akira, lo detuvieron.

Sí, sí lo haría. Dijo el más alto con decisión.

Hiroaki se sintió aún peor al ver que Akira le amaba tanto como para dejar escapar su oportunidad por él. Pero yo no soy tan valiente como tú Akira. Pensó Hiroaki al borde de sollozar; entonces endureció su mirada y con una voz cruel que ni él mismo sabía que poseía dijo...Lo siento Sendoh...Puso énfasis en esta última palabra. Pero nosotros no. Dicho esto se marchó dejando solo a Akira y maldiciéndose por dañar de esta forma a la persona que más amaba, pero era demasiado cobarde como para dejarlo todo por estar con Akira.

Akira se quedó mirando por donde se había marchado Hiroaki, luego se dejó caer de cuatro patas. Tenía los ojos abiertos como platos, le costaba mucho trabajo respirar, todo su cuerpo temblaba. Unas lágrimas amenazaban por rodar por sus mejillas. Poco a poco empezó a llorar de forma silenciosa, sus dedos se hundían en la tierra. Después se arrodilló, dejando caer los brazos muertos en sus costados y mirando al cielo, mientras por sus mejillas no dejaban de caer lágrimas.

Sin saber como ya había anochecido, caminaba por las calles, iluminadas solamente por las farolas, hacía rato que había dejado de llorar, ya no le quedaban lágrimas que derramar.

El día siguiente no salió de casa, su madre no le había dicho nada al ver en las condiciones que estaba.

FIN DEL FLASHBACK

...Y eso es todo. Concluyó Akira.

Kaede apretaba los puños, en su rostro habitualmente sin expresión se veía claramente el dolor, la tristeza, la angustia, la impotencia y la rabia que en estos momentos se lo estaban comiendo vivo. Todo ha terminado, nuestra única oportunidad era acercarnos a ellos para convencerlos, pero ahora si lo hacemos se marcharán. Maldita sea debe haber algo que podamos hacer! Exclamó furioso.

No hay nada, ahora debemos seguir adelante igual que lo harán ellos. Le dije que estaría dispuesto a abandonar el básquet, pero no estoy del todo seguro. Mierda! Ya no se ni que pensar. Se que debería odiarlo por haberme engañado y por hacerme daño pero no puedo. Soy entupido. Dijo Akira pasándose una mano nerviosa por el pelo.

Entonces yo también soy un entupido. Dijo Kaede mirando al mar.

Akira se quedó mirándolo por un momento. ¿Qué te parece si nos hacemos novios tu y yo? Al fin y al cabo tenemos los mismos intereses. Bromeó el puercoespín.

Kaede lo miró como diciendo 'eres idiota'. Luego sonrió amargamente y dijo...Lo siento no me van los erizos como tú.

Ya, me lo suponía. ¿A ti solo te gustan los do'ahos pelirrojos, verdad? Preguntó Akira bromeando.

Sip! Contestó Kaede siguiéndole el juego.

Después de eso cada chico se fue a su casa. Durante los días siguientes dejaron de intentar verse con los policías.

En un almacén aparentemente abandonado...

¿Así que ese par de mocosos ya no siguen a nuestros dos amiguitos? Bien, mejor para nosotros es hora de vengar a mi hermanito. Dijo Kaito jugando con una cerveza.

¿Qué harás? Preguntó Sato.

Eso es cosa mía, espero que me hayas traído ese aparato para cambiar la voz. Dijo Kaito con un tono amenazador.

Si...si, aquí lo tienes. Me costó burlar los guardias pero todo fue bien, no tienen ni la menor idea de quien lo robó. Dijo orgulloso Sato.

Bien, es hora de poner en marcha mi plan. Esto es lo que harás...

Dos días después...

Hanamichi y Hiroaki charlaban en una cafetería.

No puedo creer que alguien haya robado uno de esos aparatos, de nuestra propia comisaría. Dijo Hiroaki.

Shesh! Tal vez, quien hizo el inventario no recuerda donde lo puso o tal vez se le rompió, y para que no le echen las culpas ha dicho que lo han robado. Dijo Hanamichi dando un sorbo a su café.

Hanamichi no todo el mundo es un torpe como tú! Dijo Hiroaki con mala uva.

TEME! Exclamó Hanamichi.

Hahahaha! Cálmate solo era una broma. Que carácter. Oi, deberíamos irnos el partido de los Lakers empieza dentro de media hora y quiero pasar a comprar algo.

De acuerdo así de paso compramos unas cervezas y patatas fritas, no me quedan en casa. Venga paga. Dijo con todo el morro el pelirrojo.

Hiroaki quería protestar pero como sabía que todo iba a ser en vano, suspiró resignado.

No muy lejos de allí Kaede y Akira caminaban hacía una tienda de deportes. Como no.

¿Sendoh por casualidad no te habrás perdido verdad? Preguntó Kaede.

Claro que no! Exclamó Akira ofendido. Solo no recuerdo donde estoy. Dijo como si nada el puercoespín.

Cuando Kaede reaccionó, le golpeó en la cabeza. Eso me pasa por confiar en...

Akira aún se sostenía el chichón cuando miró en la misma dirección que Kaede. Por la otra acera caminaban Hanamichi y Hiroaki, con unas bolsas de plástico en la mano. Se metían el uno con el otro.

De repente parece que oyen algo, sueltan las bolsas en medio de la acera, desenfundan sus armas y corren hacia un edificio en obras. Kaede y Akira se miran, asienten y los siguen.

Creo que ese grito venía de aquí. Dice Hanamichi parado en frente de un almacén abandonado.

Esto es muy raro¿que haría una niña por este lugar? Parece una trampa. Dijo serio Hiroaki.

Me encantan las trampas. Dijo Hanamichi con una mirada llena de excitación.

Curioso a mí me pasa lo mismo. Dijo Hiroaki con la misma mirada.

Están locos saben que es una trampa y aún así van a entrar! Exclamó Akira.

Parecía Akira. Dijo Hiroaki mirando por todos lados.

Koshy! Se que amas a ese puercoespín pero esto ya es demasiado. Sendoh debe estar entrenando, mañana tiene un partido contra Shohoku. Dijo Hanamichi exasperado.

Mira quien habla. Eres tú quien se compró un zorro negro de ojos azules como mascota y quien le bautizó con el nombre de Kaede. Se defendió el moreno. Hanamichi solo atinó a ponerse como un tomate.

Kaede aún tenía la mano en la boca de Akira, pero estaba sonriendo como un idiota al igual que Akira.

Deja eso por ahora. Tenemos trabajo. Dijo Hanamichi poniéndose serio. Tú entra por esa ventana trasera, yo iré por la puerta principal.

De acuerdo. Dijo Hiroaki. Vio que Hanamichi se dirigía a la puerta y lo llamó. Hanamichi! Pobre de tú que te maten, aún me debes los tickets de la cafetería y la tienda. Dijo sonriendo.

No te preocupes sabes que pago mis deudas una vez al año, y si mal no recuerdo este aún no lo he hecho. Dijo Hanamichi.

Entraron cada uno por un sitio, poco después Kaede y Akira salieron de su escondite y les siguieron.

Hanamichi y Hiroaki habían inspeccionado todo el edificio pero no encontraron a nadie.

Esto no me gusta. Dijo Hiroaki cuando se reunió con Hanamichi.

Pues a mi me encanta. Dijo Kaito saliendo de las sombras.

Hanamichi y Hiroaki le apuntaron. El moreno habló primero.¿Y que has hecho con la niña?

¿Te refieres a esta? Dijo Kaito colocándose utilizando el aparato. Hahahaha! Sois unos idiotas. Se burló.

Hanamichi gruñó. ¿Quién eres tú y qué quieres de nosotros?

Nada! Exclamó Kaito con falsa inocencia. Solo vuestras cabezas como compensación por la muerte de mi hermano. Esto último lo dijo apretando los dientes. Vio la cara de no entender nada de los otros dos. Mi nombre es Kaito y Ryo, al que tú mataste (señala a Hiroaki), era mi hermano. Entonces les explicó como había matado a la chica del hospital con una pistola que con anterioridad, se había preocupado de que esta tuviera las huellas de su hermano; y que lo hizo porqué Ryo le había estafado.

¿Si tanto lo odiabas por qué haces esto? Pregunta Hiroaki.

Porqué solo yo tenía el derecho de acabar con él; además no me gusta que se metan en mis asuntos y vosotros lo habéis hecho. Dijo furioso.

Siento no poder ayudarte pero por si no te has dado cuenta te estamos apuntando los dos con una pistola, así que entrégate! Exclamó Hanamichi.

Eso es verdad, pero mi amigo tiene a vuestros novios. Solo decir esto Kaito, Sato aparece apuntando con un arma a Kaede y Akira. Tirad las armas si no queréis que Sato les haga un bonito agujero en sus preciosa cabecitas. Se burló Kaito.

Hijo de puta! Exclamó Hanamichi, pero no obstante soltó la pistola, Hiroaki hizo lo mismo.

Vosotros dos id a su lado! Ordenó Sato a Kaede y Akira, mientras les seguía apuntando y caminaba hacia Kaito.

¿Os ha hecho daño? Preguntó preocupado Hanamichi. Akira y Kaede negaron con la cabeza. Hanamichi y Hiroaki soltaron aire que ni si quiera sabían que estaban reteniendo, y sonrieron dulcemente a los otros dos chicos.

Estos les correspondieron con una sonrisa.

Por favor! Esto es vuestro funeral no una cita. Bufó malhumorado Kaito. Pero antes quiero que vuestros novios os vean sufrir un poco; y que mejor que haceros luchar entre vosotros. Compañero contra compañero, amigo contra amigo, hermano contra hermano. Sato! Ata a esos mocosos a una columna, yo apuntaré a nuestros amigos para que no hagan tonterías.

Bueno ahora que esos dos no molestarán, empezad! Ordenó Sato.

Continuará...