Nota de autor: Los personajes de Saint Seiya que aparecen en este texto pertenecen a Masami Kurumada y no a mi (sniff) solo son utilizados en esta historia para entretenimiento sin obtener nada más de ellos. Esta fue mi primera fanfic, tiene algunos errores en cuanto a hilación, pero quise subirla de todos modos.
Letras cursivas son pensamientos
II
Jacob esperaba a Hyoga impacientemente, cuando lo vio llegar corrió hacia él y notó que llevaba a alguien sobre su espalda.
"¡Hyoga¡Hyoga¿Qué pasó?"
"La mayor parte del avión esta destruida, los pilotos están muertos y no hay nada que permita saber el origen de la carga."
"¿Y él?"
Hyoga volteó ligeramente sobre su hombro, le había practicado algo de primeros auxilios al muchacho y lo había envuelto en una capa que había encontrado, poniendo la capucha sobre su cabeza y frente, de forma que no podía distinguirse su rostro.
"Él venía con ellos, está muy mal herido pero te asombrarías mucho si lo vieras, en realidad me interesa que se recupere pronto, así podría explicarnos muchas cosas, por lo pronto hay que buscar al médico ¿podrías ir al pueblo y decirle que venga a mi casa?"
"Claro"
Jacob se fue y Hyoga se dirigió hacia la casa que había compartido con su maestro hacia años, y se encontraba a unos kilómetros del pueblo.
Después de algunas horas, el doctor llegó y fue puesto al tanto del problema, era un gran cirujano a pesar de vivir en un pueblo y podía curar prácticamente cualquier tipo de herida. Cuando vio a su paciente dio un grito de sorpresa, la persona que tenía frente a él era idéntica a Hyoga, el médico, contra su costumbre, no pudo evitar hacer preguntas.
"Pero¿Qué es esto? Hyoga, nunca me dijiste que…"
"No es lo que piensa doc, en realidad yo estoy tan sorprendido como usted."
"¿Dónde dices que lo encontraste?"
"Entre los restos de un avión que se estrelló, aparentemente iba cerca del área de carga, tiene muy lastimada la cabeza y todo el lado izquierdo, estaba inconsciente cuando lo halle, de hecho mi primera impresión fue que estaba muerto."
"Pues aparentemente no le falta mucho, haré lo que pueda por él¡es impresionante, parece que en realidad eres tú!"
"Si, lo sé, si llega a recuperarse lo primero que le preguntaré será por qué."
"Esta herida en la cabeza, es muy extraña, parece como si hubiera sido provocada desde dentro más que venir de fuera."
"¡Oh, es cierto¡se me olvidó decirle! Encontré esto incrustado en su cabeza, creo que fue lo que le provocó esa herida, pude quitárselo con algo de trabajo, aunque ya casi estaba fuera, parecía como si estuviera entre el cráneo y la piel."
"Mmmh, parece un chip de los que utilizan en robótica para programar órdenes a los prototipos de robots, cuando era estudiante trabajé con algunos, aunque éste es mucho más especializado. Tendré que revisar mejor, quizá pueda haber algún fragmento restante."
Con la ayuda de Hyoga el doctor realizó una pequeña cirugía y atendió a su extraño paciente como mejor pudo, después de terminadas las curaciones a sus heridas le dio algunas instrucciones a Hyoga y se despidió, prometiendo volver al día siguiente.
Cuando el médico volvió se encontró con la sorpresa de que las heridas de su paciente estaban casi curadas, incluyendo la de la cabeza y que se encontraba ya fuera de peligro, aunque aún no había despertado presumía que lo haría muy pronto y que Hyoga podría hacerse cargo solo de él.
Al atardecer de ese mismo día, Hyoga estaba leyendo junto a la cama del herido cuando percibió que éste se movía, se acercó un poco más a él y le pasó la mano por la frente todavía vendada, los ojos de su huésped se abrieron lentamente entonces y dio un suspiro apenas perceptible, Hyoga se quedó estático unos segundos, no estando seguro de lo que iba a decir, el chico por su parte lo miraba asustado, al tiempo que poco a poco recuperaba la sensación en sus miembros y paseaba su vista por el lugar sin reconocer nada de lo que veía ante él, se incorporó de repente, hizo una mueca de dolor y se llevó la mano derecha a su costado izquierdo, su respiración se había vuelto agitada, se quedó aún un momento sentado en la cama tratando de entender lo que sucedía cuando Hyoga lo tomó por los hombros y lo reclinó en el lecho, arreglando al mismo tiempo las almohadas sin mucho trabajo, intentando tranquilizarlo.
"Cálmate, no tienes por qué preocuparte, no pienso hacerte ningún daño, el avión en el que ibas se estrelló y tienes mucha suerte de haber sobrevivido, aún tienes algunas heridas, pero estarás bien dentro de poco, solo necesitas algo más de descanso."
El chico miraba ahora a Hyoga con mayor atención, ya sin miedo, pero con un gran signo de interrogación en los ojos, el cual pareció hacerse mayor cuando se llevó la mano izquierda a la frente y reconoció la venda, paseó sus dedos a lo largo de ella y se detuvo justo en el sitio donde tenía aún la cicatriz de la cirugía, descubriendo con asombro que no le molestaba al tacto como antes lo hacía esa área en especial, Hyoga le mostró entonces el chip que aún conservaba.
"¿Buscas esto? A decir verdad no sé si hice bien en quitártelo¿quizás lo necesitas?"
Pero a la vista del objeto, el muchacho trató instintivamente de retirarse, hundiéndose más en las almohadas y con la mirada llena de miedo fija en el chip, su reacción sin embargo solo duró unos segundos, al momento se relajó un poco volviendo a su posición original, puso sus manos frente a él y bajó la vista cerrando sus párpados con suavidad, Hyoga apartó el chip y observó que los labios del chico temblaban un poco, le parecía ver a un niño esperando un castigo por algo mal hecho, Hyoga se sentó en la cama y tomo sus manos, el muchacho levantó la vista, sorprendido al no recibir la respuesta que esperaba, frente a él tenía a alguien que le sonreía y cuya presencia era bastante tranquilizadora, no se parecía a las personas que hasta ahora había conocido.
"Cálmate, lo siento, en realidad no me esperaba tu reacción, te encontré en una situación muy extraña y quisiera saber a que atenerme, es todo."
La mirada del chico se hizo una vez más interrogante, como si no comprendiera lo que Hyoga había querido decir, éste decidió dejar sus inquietudes por la paz un tiempo ya que veía que no sacaría nada de su huésped en ese momento, así que cambió el curso de sus pensamientos y una idea le vino a la mente.
"¡Por supuesto! Debes tener hambre¡perdón, se me había olvidado por completo¡no has comido ni bebido nada en dos días! te traeré algo."
Hyoga salió de la habitación, el muchacho mantuvo su vista fija en la puerta, pensando aún en las últimas palabras del caballero. Hambre y comer parecían no tener relación alguna entre sí, de hecho la primera palabra le era casi ajena, no tenía para él un significado definido, estaba muy confundido, no sabía dónde estaba ni lo que había pasado, ni quién sería ese muchacho que se parecía tanto a él, su primer impulso había sido creer que venían del mismo sitio, pero pronto se convenció de que no era así, Hyoga sabía tanto de él como él de Hyoga, excepto quizás…
Hyoga… ese debe ser su nombre… pero nunca lo había visto, ni me ha dicho nada sobre él… ¿porqué tendría que ser ese su nombre?
Luego pensó en el chip, en realidad se sentía mucho mejor sabiendo que no lo tenía ya, era solo que no podía darle palabras a sus sentimientos, nunca antes había pensado que podía experimentar "sensaciones" tan agradables, si es que "sensaciones" se llamaban. Buscó el chip con la vista, Hyoga lo había dejado en un tocador, a los pies de la cama, el chico se levantó con algo de trabajo y caminó hacia él.
Cuando Hyoga volvió, el muchacho estaba ya de nuevo en la cama, le acercó una charola con comida y un vaso con agua, lo que estaba en la charola era un plato con carne de foca y pan, además de una crema blanca que Seiya en uno de sus alardes de gran cocinero les había dicho cómo preparar, sólo que a los alumnos les había quedado mejor que al maestro. El chico veía la comida asombrado, al fin se decidió y empezó a comer. Para cuando terminó, Hyoga ya le había contado algunas cosas sobre él y lo que le había pasado al avión, su huésped había seguido con atención sus palabras sin responder, ni siquiera al terminar la comida.
"Bueno, eso es por ahora todo lo que tengo que decir¿qué tal tú? Cuando menos podrías decirme tu nombre."
El muchacho oprimió los labios y paseó una mirada por la habitación, luego vio a Hyoga e hizo al mismo tiempo un ademán con la mano, como si escribiera en el aire, su anfitrión se quedó pensativo un momento, después de todo ahora entendía porqué su huésped no había hecho ningún comentario hasta el momento, se levantó y buscó papel y lápiz, cuando los encontró volvió al lado del herido y apartando la charola vacía le puso enfrente una carpeta y un lápiz, el chico los tomó y empezó a escribir con letra clara.
MI NOMBRE ES HUGO.
"¿Hugo eh¿De dónde vienes¿Qué hacías en ese avión?"
NO EN REALIDAD NO LO SÉ SOLO ESTABA AHÍ ES TODO.
"Mmmh pero, debes saber ¿dónde has vivido todo este tiempo¿quienes son tus padres?"
¿PADRES?
YO NO TENGO CREO
EL
DOCTOR DICE QUE SOY SU MAYOR LOGRO.
"¿El doctor?"
SI
EL DOCTOR HOFFA TODOS LE LLAMAN ASÍ
ÉL
FUE EL QUE ME HIZO.
"¿Te hizo? … ¿Por qué dices eso?"
ES LO
QUE DICEN TODOS
ME DICEN
HUGO
Y A
VECES CLON.
Hyoga se quedó de una pieza, lo primero que le vino a la mente fue que alguien estaba controlando a Hugo, que muy probablemente tenían planes para él, que no debían ser muy buenos para mantenerlos en secreto, que si el hecho de que Hugo estuviera con él no había sido planeado de antemano como suponía, seguramente lo estarían buscando, a su mente llegó el recuerdo del chip, fue al tocador con la intención de destruirlo pero cuando llegó a él se encontró con que ya estaba roto, volteó hacia Hugo con sorpresa mientras el muchacho lo miraba con atención y volvía a escribir, había intuído por su actitud que con una sola palabra Hyoga había comprendido mucho más de lo que él sabía y quería ver que era lo que pasaba.
DIME QUÉ ES LO QUE SIGNIFICA, NADIE ME LO HA DICHO JAMÁS.
El cisne se quedó pensativo un rato, vio que Hugo no sabía en realidad el motivo por el cual lo habían "creado", le pareció muy cruel experimentar de esa manera con una persona, porque para él Hugo era más que solamente un ser vivo, de hecho el que tuviera vida propia era suficiente para tener alguna consideración con él, se acercó de nuevo y le preguntó si no sabía lo que era un clon, su respuesta lo dejó perplejo.
SE QUE
ES UN EXPERIMENTO
QUE SE
PUEDE CAMBIAR VARIAS VECES
QUE
UNA COSA COMO YO NO PUEDE TENER SENTIMIENTOS
"una cosa no puede tener sentimientos… ¿Quién te ha dicho eso¡No eres un objeto!"
Hugo empezó a escribir "EN EL LAB" pero lo tachó rápidamente y continuó:
EN
EL LAB CON EL DOCTOR TODOS DICEN QUE LO SOY.
Hyoga percibió las palabras tachadas y examinó a Hugo con atención, éste bajo la vista y palideció un poco, Hyoga intentó sentir su cosmo y saber a través de él que tan sincero era el muchacho, pero no lo consiguió, esto lo dejó todavía más intrigado, ya que por pequeño que sea un cosmo siempre se percibe aunque sea muy levemente, en tales condiciones lo mejor que podía hacer era intentar indagar más.
"¿Laboratorio, eh¿dónde está el laboratorio?"
Hugo levantó los ojos confundido, a decir verdad él creía que todo el mundo debía saber dónde estaba "el laboratorio", claro que "el mundo" para él se limitaba a las personas que trabajaban con el doctor, titubeó un poco antes de volver a escribir.
NO SE.
"Hugo, escúchame, tienes que decirme la verdad."
ES LA
VERDAD NUNCA ANTES SALI DE EL
NO SE
QUE MÁS HAY.
"Quizás lo nombran de alguna forma, habrán alguna vez dado una referencia a alguien, habrás escuchado algo."
NO, YO SOLO
Para estas alturas los ojos de Hugo estaban turbios, en realidad tenía miedo pero no sabía como expresarlo, sin embargo estaba acostumbrado a hacer lo que le pedían, aunque a veces se tardaba cuando sabía que serían tolerantes con él, en realidad si Hyoga hubiera dado una orden con un tono de voz más firme él lo hubiera obedecido al momento, pero como eso no sucedió se tardó más tiempo para dar al final la misma respuesta.
"Vamos, recuerda, cualquier cosa."
SOLO LE DICEN EL LABORATORIO #2 DE SIBERIA.
"¿Nada más?"
SI
Hyoga dio un suspiro y se
declaró rendido.
"Esta
bien, supongo que tendré que confiar en ti."
¿QUÉ VA A PASAR AHORA?
"Bueno, te quedarás conmigo, por lo menos hasta que te recuperes por completo, luego…"
En este punto Hyoga volvió a ponerle atención al chico y notó las lágrimas casi imperceptibles que resbalaban por sus mejillas, sus ojos expresaban ahora claramente que lo que tenía era miedo, aunque a los demás les fuera imposible percibirlo, eso y angustia por no saber nombrarlo y cómo actuar para eliminarlo, lo único que sabía era que algo le molestaba y le dolía muy dentro de él, y que no lograba localizar la parte que lo estaba provocando, Hyoga se sintió mal por haberlo presionado demasiado, debía haber comprendido antes que Hugo no tenía la menor idea de si estaba haciendo bien o mal y que probablemente temía lo que pudiera sucederle, se sentó junto a él y puso uno de sus brazos sobre los hombros del muchacho, mientras le limpiaba las lágrimas.
"No te asustes, ya te dije que no voy a lastimarte, solo quería saber de dónde venías, es muy importante para mí. Pero te creo, no te preocupes, estarás bien aquí."
Hugo volvió a escribir
nuevamente
¿NO
IRE AL LABORATORIO?
"No, por supuesto que no."
La cara de
Hugo cambió de repente, dio una tímida sonrisa y se
recostó entre los brazos de Hyoga, sintiendo que la molestia
en su pecho parecía irse por completo, al tiempo que escribía:
GRACIAS
