Este capítulo es corto pero sentí que lo que sigue debíavenirdespués. Así que, disculpen -odisfruten-el supenso...

.-Bueno- dijo Alondra, mirando pensativa la bella cadenita- pregunta.

.-Tú sabes qué es lo pasa¿verdad? Me refiero a que desde hace un tiempo se siente todo raro aquí en La Comarca, y en otros lugares de por aquí. ¿Qué son esos gigantes de a caballo¿Y…?

.-Feren, no preguntes todo junto. Hay cosas que es mejor no saber, y realmente ninguna cosa sé como para contestar con claridad. Estoy tan sorprendida por todo esto… ¿Y por qué quieres saberlo con tanta urgencia?

.-Quiero saber si se avecina una guerra o algo parecido. Y quiero saberlo pronto.

.-¿Por qué?

.-Porque estaba por pedirle a Margarita que se casara conmigo, y…

.-¿En serio?- sonrió con ternura Alondra –Ay, Feren…

.-Pero de pronto sentí que este no era el momento, que no eran tiempos de bodas ni de traer hijos al mundo, y no tuve el valor de explicarle mi silencio. ¿Estoy en lo cierto o sólo soy un cobarde con miedo de casarse?

.-Ojalá mi respuesta fuera fácil y concreta. Pero la verdad es que no lo sé con seguridad. Mi intuición, más lo poco que sé, me dice que tienes razón.-bajó aún más la voz- Tengo miedo de los tiempos que vienen, es más: ya han empezado, aunque lejos de aquí. No sé cómo vas a decírselo a ella, pero yo esperaría, hermano. Y de estos temas, ni una palabra, ni siquiera a ella, prométemelo.

.- Claro, nena. Confía en mí. Pero… ¿qué te pasa¡Alondra!

Alondra se había puesto terriblemente pálida. Cerró los ojos y su cuerpo empezó a caer pesadamente sobre su hermano. "Llévame adentro, te lo pido..."-dijo con un susurro antes de desmayarse.

Frodo acababa de ser alcanzado en el hombro por el hierro de un Jinete Negro en la Cima de los Vientos.