Los personajes no son míos y bla,bla,bla,bla……….Pertenecen a Rumiko Takahashi.

Muchas gracias a mis reviewers, Arwen, Ruby y Yashi, va para vosotras.

Deprimente bloqueo, no sé por dónde seguir, así que he pensado agregar cosas de mi vida, aproximarme más a uno de mis personajes y 'hablar a través de él', en lugar de hablar como lo haría él. Ni que mas decir tiene que esto solo es posible a través de Kikyou, ya que ni soy un demonio, ni he vivido durante miles de años, ni soy tan endiabladamente sexy. Lo que ocurre es que Sessh, también necesita un poco de delineador, así que este capi es todo suyo.

8888888888888888888888888888888888888888888888888888888

Son muchos los que piensan que no hay nada dentro de este frío cuerpo; ni alma, ni corazón, ni entrañas, nada. Y sin embargo… Y sin embargo aquí me encuentro, tumbado sobre mi espalda, observando a Kikyou con mis ojos entornados. Ella, completamente ignorante de mi estudio silencioso mira al techo recordando o reflexionando o simplemente dejando libre albedrío a su imaginación.

Y yo aún hoy me pregunto como es que ella, cúmulo de todo lo que yo no soy ni podré ser nunca, ha acabado en mi cama.

Me pregunto si esta vez ha traído consigo su mente, o si, como desde el primer día, ha dejado a su cuerpo tomar las riendas mientras su mente se guarece en todo aquello que es puro y que yo jamás podré ofrecerle.

Claramente recuerdo la primera vez que me mostró su cuerpo, un cuerpo compacto y endurecido por el entrenamiento y la lucha que bien podría haber sido ampuloso, generoso; curvo y dócil de haber vivido en otro tiempo, en otro lugar.

Su piel es pálida, nacárea, tornándose ligeramente rosácea en la excitación. Hace el amor con los ojos abiertos, esos ojos demasiado oscuros para ser marrones, demasiado profundos para ser humanos. Y sin embargo.

Me he dado cuenta Kikyou, de que no es a mí a quien miras, o más bien de que no eres quien me mira. Pues tus ojos son vacuos y transgreden la misma pared que nos alberga, repitiendo batallas en tu memoria, recuerdos quizá. Quizá estés repasando estrategias, conversaciones o reuniones. A veces temo que estés pensando en otro hombre. Un hombre caído, tal vez. Y aun así tardé en darme cuenta de tu bien escondida distracción, pues tus movimientos son los de una persona entregada al placer, nada mecánicos, nada pasivos. Y desde entonces, Kikyou espero hasta la frustración a que abras verdaderamente los ojos.

Pero mi mente se está dando a la digresión, pues trataba de recordar aquel primer día. Mi contacto con los humanos es tan escaso como puedo permitírmelo, pues tras la muerte de Rin, trato de evitar a los mortales y no es algo que me resulte difícil, pues su tiempo de vida es tan corto que apenas puedo ver una evolución en ellos, sino que su apariencia y personalidad me llegan como saltos, como si cada vez conociera a una persona muy diferente.

Es mismo me ocurrió contigo, Kikyou, pues cuando llegaste eras poco más que una niña, y no te recuerdo con tus ojos vacuos, sino con una rabia impresa en ellos que te aislaba de cuantos te rodeaban, demasiado inmersos en la pena como para sentirla a su vez.

Recuerdo que Miroku temió que esa rabia tuya manchara tu alma, convirtiéndote en una miko oscura, pero tu misma te privaste de esa posibilidad desprendiéndote de tu arco y despreciando las artes que aprendiste de niña.

La siguiente vez que reparé en ti ya habías crecido, tenías entonces 22 años, y eras ya toda una mujer. Comenzabas a aparecer en las reuniones de estrategia, gracias a Miroku, que fue quien te introdujo en el pequeño círculo de quienes toman las decisiones. Ya que Miroku es el encargado de los reclutamientos, nadie mejor que vosotros dos para tener una base segura, un conocimiento amplio y fidedigno, de las personas que forman la banda, así que sentados en confortables sillones, con la única y suficiente inspiración de Jack Daniels, nos dedicamos a discutir y solucionar los problemas que puedan surgir, y a diseñar planes que puedan debilitar a nuestro enemigo común, pues si hay algo que nos une, a esta extraña maraña de youkai, ningen y hanyous, es nuestro condensado odio hacia Naraku y su gente, los que han destruido nuestras vidas, familias... Su inflexibilidad, sólo hace perpetuar esta guerra que toma cada día más vidas.

Las reuniones se han realizado siempre en la bodega de uno de los bares que frecuenta nuestra banda, mi apartamento siendo demasiado arriesgado, pues nadie, salvo Kikyou ahora, sabe dónde vivo; como jefe debo guardarme de la traición, y permitir la entrada a mi bella miko pudo ya ser una traición en cierta perspectiva. Una traición a mis principios, a mis propias reglas.

"No creo que el entrenamiento que han recibido sea suficiente"

Sango, encargada jefe del entrenamiento y mantenimiento físico de los miembros de la banda. "un mes, dos como mucho, si es necesario que sea doble sesión al día, que así sea; tal como están ahora no tienen ventaja alguna en un enfrentamiento, y tu Sesshomaru no te vas a arriesgar a perder vidas, ¿no?"

Por mucho que este Sesshomaru pudiera considerar esto como una opción, un jefe se debe a quienes le obedecen, de modo que es mejor respetar sus esperanzas, sus creencias. Perder unas cuantas vidas no es un gran precio para la banda, lo es sin embargo para todos aquellos que la forman.

Y fue entonces cuando lo percibí, tus ojos críticos fijados en mí, como si me estuvieras sopesando, y que duda cabe de que así era, pues en aquel momento supiste, que al igual que tú, yo tampoco era una persona puramente lógica, fría y privada de toda emoción, sino que en favor de mi compromiso, me veía obligado y capaz de hacer ciertos sacrificios. ¡Pero cómo hacer esto sin volverse loco un hombre!

Me levanté hacia la mesa de una manera mecánica, moviendo una de las piezas de ajedrez reflexivamente mientras ponderaba cual debía ser mi respuesta. "Tienes un mes, Sango, hasta que hagamos nuestro movimiento, sin embargo, si son ellos quienes deciden levantar la veda tendrán que bastar, Sango, tendrán que bastar"

Habíamos perdido a muchos así, en ese momento yo me encargaba del entrenamiento de mi hermano, al cual nunca me refiero por este nombre, ni tampoco por el que le fue puesto al nacer. Mi hermano al que prefiero no dirigirme si no es necesario. Me doy cuenta de que mantenerlo alejado de esta estúpida contienda no ha hecho mucho por alienarlo de ella. No ha funcionado. No ha funcionado, porque Kagome sigue aquí.

Mi gesto y mis palabras fueron tomados por lo que eran, una despedida, de modo que volví a sentarme, indicando que quería estar solo. Mientras me volvía a hacer confortable en mi sillón de líder, tu Kikyou te acercarse a la mesa de ajedrez y moviste una pieza, negras, como tu pelo Kikyou.

"Sango necesita ayuda para entrenar a todos esos nuevos miembros. Si solo tiene un mes, quiero decir" tu ojos no habían abandonado aún la tabla que contenía las piezas.

"¿De cuánta gente estamos hablando?" "seis ningen, dos ookami youkai, tres hanyou, y un kitsune youkai demasiado joven para saber lo que hace". El que una vez fue conocido como Youkai Lord de las tierras occidentales, cuya existencia se veía reducida hoy a la ciudad de Ángel no pudo más que arquear su perfecta ceja ante tal afirmación. Una acción que claramente pedía 'Define joven', pero no era necesario que contestaras, pues tu sola presencia, tu misma persona contestaba: 'demasiado joven como para salir libre de cicatrices', cicatrices profundas, rojizas y zigzagueantes que se hunden en la carne y se disuelven al llegar a las venas penetrando cada uno de los núcleos celulares.

"Vivimos tiempos duros". Y con una sola frase me reinventé como el cabrón de corazón helado que tanto me había ayudado a preservarme de la locura; pero tu aprendiste pronto, Kikyou, que las palabras traicionan a la verdad.

8888888888888888888888888888888888888888888888888888888

Bueno, capítulo 4, y siento mucho el retraso.

Y ahora algunas notas:

- Hay quien me ha pedido un poco más de acción, y debo confesar que me cuesta mucho, ya que mi estilo es más reflexivo, y prefiero moldear los personajes a hacerles interactuar. Desde ahora digo, la acción es mínima, por lo menos en tiempo real, así que intentaré suplirlo en flashbacks.

Gracias a quienes siguen con mi historia, a paso lento pero llegaremos.