Un deseo a las estrellas.
Draco se dirigió a la sala común de Gryffindor apresuradamente. Al entrar, vio que Ron y Hermione se gritaban, furiosos. Afortunadamente, Ginny estaba ahí también, contemplando la pelea de los dos chicos, con expresión de aburrimiento.
¿Qué sucede aquí- le preguntó Draco, sentándose junto a ella.
- Ya sabes, las mismas peleas de siempre...- contestó Ginny, harta.- La verdad, no se que espera Ron para hablar con Hermione.
¿A que te refieres, Ginny- dijo Draco, sin entender.
- Vamos, Harry, no me digas que no lo has notado. – dijo Ginny, sorprendida.
¿Notar que- Draco se estaba impacientando.
- Como mira Ron a Hermione, claro- exclamó Ginny como si fuera lo más obvio del mundo.- En fin, me voy a dormir. Nos vemos mañana.
Ginny sonrió con timidez, y se dirigió a su habitación.
Draco no podía creer... ¿Weasley enamorado de Granger? Siempre los había molestado con eso, pero nunca pensó que sería verdad... Esto le empezaba a gustar demasiado...
¡Ron, no he nacido ayer¿sabes¡Se muy bien que tu tiraste al fuego la carta que escribí para Viktor! – gritó Hermione, descontrolada.
¡No puedes acusarme sin pruebas! Siempre tengo la culpa de todo¿verdad, Hermione- se defendió Ron, rojo como un tomate.
¡Sabes una cosa, Ronald¡Me HarTasTe! Me voy a dormir. No quiero que me dirijas la palabra! Y métete en tu vida, porque le volveré a escribir a Viktor si tengo ganas- concluyó Hermione, fuera de si, yéndose como un rayo a la habitación de las chicas.
Ron la observó irse, con aire de satisfacción.
- Vamos, sino llegaremos tarde a la reunión de los machos.- le dijo a Draco, como si lo que acabara de hacer fuera una rutina.
Draco obedeció, guardándose sus comentarios sobre la pelea para más tarde.
En la habitación ya estaban todos los chicos.
¡Creíamos que se acobardarían- exclamó Dean Thomas, cuando los vio entrar.
- Nunca, Thomas, ni lo sueñes.- dijo Draco, pensando que esto era demasiado bueno.
Se cambiaron rápidamente y se metieron en la cama.
- Bueno, hoy, miércoles, damos comienzo a la cuarta Reunión de Los Machos De Gryffindor.- dijo Seamus, solemnemente.- Saben que las cosas que se dicen aquí no deben andar contándolas a todo el mundo; esto es una asociación leal y de fraternidad¿de acuerdo?
Todos los demás asintieron con énfasis. Draco blanqueó los ojos...
- La semana pasada, Dean y yo confesamos nuestros secretos. Y hoy es el turno de... Harry Potter y Ron Weasley.- agregó Seamus, consultando a una lista.- Empezaremos con Ron...
Ron se puso pálido de repente, cosa que a Draco le divirtió mucho.
¿Con cuantas chicas has transado- preguntó Dean, con una sonrisa pícara.
- Eh, eh... yo... bueno.. no cuenten a Luna Lovegood, acuérdense que fue ella la que me besó...- respondió Ron, nervioso.
- Déjate de vueltas, Ron.- acotó Seamus, divertido.¿Cuántas fueron?
- Ninguna...- susurró Ron, sonrojado.
¿Perdona- inquirió Draco, anonadado. ¿Weasley no había transado todavía? Era DeMaSiaDo divertido...
- No he transado aún... – repitió Ron, tan rojo como su cabello que las pecas casi ni se le notaban.
Seamus rió disimuladamente, anotando en su libreta. Por lo contrario, Draco soltó una sonora carcajada.
¡No puedo creerlo¿Todavía no besaste a una chica, Ron- exclamó, a las risotadas.
¡No! Y no tiene nada de malo¿sabes- replicó Ron, molesto.- Además, no se que tanto hablas, Harry, solo has besado a Cho Chang.
¿Potter y Cho Chang, la oriental de Ravenclaw? Para Draco, era el mejor día de su vida.
- Todavía no hemos llegado a Harry, Ron! tienes que terminar tu y después hablará él.- dijo Seamus, sonriendo.
Ron se cayó, dirigiéndole a Draco una mirada de enojo, que a éste no le importó.
- Bueno, Ron, dinos¿quién te gusta- preguntó Dean, también con una sonrisa en el rostro.
- De gustarme mucho, nadie... Hay chicas lindas en Hogwarts.- contestó Ron, sin mirar al chico a los ojos.
- Oh, vamos, Ron, ya es hora que confieses que estas enamorado de Hermione.- dijo Draco, como si nada.
¡Que dices, Harry- gritó Ron, escandalizado.
¿Cómo- exclamaron a su vez Neville, Dean y Seamus.
- Si, por Dios¿no se dieron cuenta? Se nota de lejos que le gusta Granger.- comentó Draco, con una sonrisita de suficiencia.
- Eso es mentira...- replicó Ron, sonrojado.
- Weasley... ¿de que te sirve mentirnos a nosotros? – dijo Dean, dando ánimos para que Ron confesase.
¡Bueno, de acuerdo! Me gusta Hermione.- admitió Ron finalmente, tan rojo que su cara no se distinguía de su pelo.
Draco comenzó a reírse a las carcajadas... Cuando se enteraran los demás Slytherin...
¿Qué es lo gracioso- inquirió Ron, molesto.
- Lo siento... Es que hasta que lo admitiste, Weasley...- rió Draco, tratando de disimular.
¿Y piensas hacer algo? – preguntó Neville, intrigado.
¡Claro que no! Por ahora es mi amiga, y no quiero nada más...
¡Por favor, Ron¿A quien engañas? Me di cuenta como la miras en hora de clases. Te la comes con la mirada...- dijo Draco, divertido. Los demás chicos rieron.
¡Harry- exclamó Ron, nervioso.
¿Quieres que te ayudemos con ella- dijo Seamus.
- No, no debe saberlo, podría morirme...
Draco sabía que no podría hablar con Hermione, pero ese secreto no iba a ser muy bien guardado con él, por supuesto... ¡Enterarse algo así era oro para él...!
- Ahora es tu turno, Harry.- dijo Seamus, anotando algo en la libreta.
- Bueno, he transado con muchas chicas... No solo con Cho Chang... – dijo Draco.- Deben haber sido unas... 3 más..
¡Wow..¡Rompiste el récord entre nosotros, Harry- dijo Neville, impresionado.
Draco sonrió, pensando en lo que diría Potter si lo hubiera escuchado.
¿Y por que nunca me contaste- dijo Ron, anonadado.
- Son cosas mías, Ron, no tengo que contarte todo¿sabes?
¿Y nos dirás quien te gusta- preguntó Dean.
- Claro, y también la conocen. Es Ginny Weasley.
¿QUÉ- gritó Ron¿Te gusta Ginny?
¡Genial- exclamó Neville.
- Pero, pero... ¿cómo? No lo entiendo, Harry! Antes ella estaba loca por ti y tu nunca le prestaste ni la más mínima atención- dijo Ron, confundido.
- Bueno, es que recién ahora me di cuenta...
¿Y quieres algo con ella?.- preguntó Seamus.
- Claro, ella me encanta.
¡Harry, cuñado- gritó Ron, radiante de felicidad.- Eres mejor que Michael Corner, ese noviecito que tuvo Ginny el año anterior...
¿Creen que le gusto?
- Si le gustaste una vez, podrás conquistarla de nuevo.- respondió Dean.
Y eso es lo que Draco se proponía; conquistar a Ginny, enamorarla, pero utilizando su propia gracia y encantos, y seguro que ella terminaría a sus pies...
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
A la mañana siguiente, Draco y Ron bajaron a desayunar juntos. Al llegar a la mesa de Gryffindor, divisaron a Hermione leyendo el Profeta con el entrecejo fruncido. Draco vio que Ron se ruborizaba y contuvo la risa. Tendría que hacer algo respecto a ese terrible secreto que sabía... No podría guardárselo!
- Buenos días, Hermione.- saludó Draco, al sentarse frente a ella.
- Hola, chicos.- respondió ella sin levantar la mirada del periódico.
Ron estuvo mudo durante todo el desayuno. Parecía sentirse incómodo ahora que había revelado sus sentimientos, y no quería mirar a Hermione. ella se levantó y se fue a su clase de Aritmancia.
¡Ron¿por qué no hablaste con Hermione- exclamó Draco, exasperado.
- No puedo, no me animo, después de lo que pasó...- respondió Ron, bajoneado.
- Pero así se dará cuenta de que algo te sucede y no sabrás que decirle. Tienes que hablar con ella sobre lo que sientes.
¿Acaso te volviste loco? Ya sabes que no lo haré. No tengo las agallas. Así que déjame en paz, Harry.- replicó Ron molesto. Se puso de pie y se fue.
Draco terminó su desayuno solo, pensando que hacer. No se percató que Ginny se acercó a él.
- Hola, Harry.- dijo, tímidamente.
¡Ginny! Que gusto verte... ¿cómo estas- contestó Draco, animado.
- Muy bien¿y donde están Ron y Hermione?
- Ya se fueron a clases, enseguida los alcanzaré..
- Esta bien, no te quito más tu tiempo. Adiós.- sonrió Ginny, acomodando su cabello.
- Espera! ... Me preguntaba si alguna vez podríamos ir a Hogsmeade, juntos.- dijo Draco, esperanzado.
¿Solo nosotros- Ginny estaba sumamente sonrojada.
- Si, ya sabes, como una cita...
Ginny abrió los ojos como platos; meditó unos segundos y lanzó una carcajada.
- No bromees, Harry... ¿Cómo una cita- repitió incrédula.
- No bromeo, vamos, Ginny, no quiero aceptar un no...
- Eh yo.. ¡Seguro que si, me encantaría- exclamó Ginny, con una enorme sonrisa.
- De acuerdo, nos veremos luego entonces.- contestó él, colgándose la mochila en el hombro y guiñándole un ojo, provocando que la chica se sintiera intimidada.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
¡Apresúrate, Harry! Hermione nos espera en la biblioteca¿no lo recuerdas- exclamó Ron, molesto, luego del entrenamiento de Quidditch.
- Cierto... Si sabe que no estudiaremos, no sé porque hace esto...- susurró Draco, enojado.
- Lo sé, pero sabes como es ella, siempre se preocupa por nosotros...- suspiró Ron, con una sonrisa tonta.
- Un Weasley enamorado...- dijo Draco con una sonrisa burlona.
¡Cállate y camina!
Entraron rápidamente y vieron a Hermione que los esperaba con una numerosa montaña de libros.
¡Por fin! El camino desde el campo de Quidditch hasta acá no es muy largo¿saben- dijo la chica, con una ceja arqueada.
- No nos reproches, Hermione. Agradece que estamos aquí.- respondió Draco, aguantándose las ganas de hacer un comentario malicioso.
- Como sea, empecemos a trabajar...
Hermione preparó un cuestionario sobre Pociones para Draco y Ron. Draco no se preocupó en hacerlo bien, sino que se fijaba como Ron lanzaba miradas de nerviosismo a Hermione y ella ni se percataba de aquello.
Ya por la cuarta mirada indiscreta de parte del chico, Draco, harto, dio un golpe en la mesa con el puño.
¿Qué sucede- se sobresaltó Hermione.
¡Hermione! No me trajiste el libro de Pociones!...- exclamó Draco, exasperado.
- Bueno, ahora voy...- dijo Hermione, extrañada.
- ...¡Gracias!...
La chica se alejó en silencio en busca del supuesto libro.
¿Harry te encuentras bien- preguntó Ron, dejando sus cosas.
¡Yo si! Pero me cansé Ron. ¡No dejas de dar suspiros y lanzarle miradas amorosas a Hermione¿Por qué en vez de dar tantas vueltas no le dices y ya?
¡No puedo!
¿Por qué no? Lo máximo que podría decirte es "no me gustas" pero no me digas que le tienes miedo a una chica, ni menos a Hermione...
¡No lo entiendes, Harry! Yo no lo veo desde ese modo...
¡Por Dios, Weasley¿Cómo pretendes llegar a algo con Hermione si no le dices que te gusta- gritó Draco, cansado de la terquedad del chico.
Se escuchó un ruido seco a sus espaldas. Draco y Ron se dieron vuelta y vieron a Hermione con los ojos abiertos de par en par y el libro de Pociones a sus pies.
¿Qué dijiste, Harry- preguntó con un hilo de voz.
¡Nada, Harry no dijo nada- se apresuró a decir Ron, nervioso.
- Claro que si dije algo, Ron. Y lo escuchaste bien, Hermione.- repuso Draco, satisfecho. Esa situación debía llegar a su fin, y el se encargaría de aquello.
¿Entonces es cierto¿Te gusto, Ron- dijo Hermione, con ojos brillantes.
- Eh... yo... la verdad es que... –tartamudeó Ron, sin saber que decir.
¡Por supuesto que le gustas! Desde hace ya un tiempo, solo que no se animaba a decírtelo porque creía que no le correspondías...¿entiendes- dijo Draco, tratando de animar las cosas.
¡Ron- exclamó la chica, lanzándose a sus brazos.- He esperado tanto este momento.
- Que par de cursis...- susurró Draco.¿Por qué no le das un beso, Ron¿Seguirás esperando?
Ron le dirigió una terrible mirada, pero Hermione sonreía expectante. Entonces él se acercó y le dio un tímido beso.
- Algo es algo... En fin, los dejo par de tórtolos...- dijo Draco, sorprendido de él mismo. ¡Había ayudado a Ron Weasley! Por lo menos no tendría que aguantarlo suspirando por Hermione a escondidas.
Salió de la biblioteca silbando y pensando adónde llevaría a Ginny cuando estuvieran en Hogsmeade.
¡Harry- Ron corría tras él, y lo hizo detenerse.
¿Qué sucede¿Problemas con Hermione tan pronto? Por favor, Weasley¿no sabes retener a una chica- suspiró Draco, tan cansado que podría golpear al muchacho por ser tan lento.
- No, nada de eso. Quería decirte que, a pesar de que metiste mucho la pata, agradezco tu ayuda, porque si tu no hubieras hablado no estaría de novio con Hermione.- explicó Ron, algo sonrojado.
¡Ah... es eso! Esta bien, hay que ayudar a un par de tontos...- sonrió Draco falsamente.
- De verdad gracias, Harry. Eres un gran amigo...
Draco sonrió pero de manera sincera. Ron se alejó y lo dejó muy pensativo. Nunca nadie le había dicho que era un buen amigo... y a pesar de que Ron y Hermione nunca iban a ser sus amigos, aunque sea por un momento los había sentido así...
